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Problemas y estrategias de conducta en el aula de educación secundaria


  1. Resumen
  2. Pasos a seguir
  3. Actividades para la mejorar la conducta
  4. Mejora de la motivación y autoestima
  5. Referencias
  6. Bibliografía

Resumen

Los problemas de conducta que acontecen al diario en el salón de clase son muy variados, y tienen distintos enfoques, sobre salen por los diferentes roles que vive el alumno pero que recaen en el aula, por ello se proponen diversas estrategias o actividades que resulten prácticas, sencillas pero efectivas que modifiquen la conducta del alumno entre ellas sobresalen desde la adecuación de la planeación hasta la forma de ubicación de los alumnos con la práctica se podrían ir mejorando dichas actividades.

Palabras clave:

Hiperactividad, Conducta, Planeación, Motivación, Comportamiento

Abstract

Behavior problems that occur daily in the classroom are very varied, and have different approaches, on out to the different roles which the student lives but which fall within the classroom, therefore proposes various strategies or activities that are practical, simple, but effective to modify the behavior of the student including protrude from the adequacy of the planning up to the form of location of practice students could get better such activities.

La práctica educativa es una tarea que se relaciona únicamente con la escuela, que persigue fines y acciones, que no necesariamente son sistemáticas si no que es una dinámica que busca lograr los objetivos que persigue el currículo, estos se logran tomando en cuenta el rol de los contextos sociales, económicos, culturales entre otros. El sistema educativo presenta retos que se originan día a día que son observados con la práctica cotidiana hay retos que se presentan en varias aspectos, como son los cognitivos, pedagógicos, psicológicos, económicos, organizativos entre otros.

Uno de los retos que acontecen en el salón de clase son los problemas de conducta que salen a relucir por situaciones que vive el alumno, estas malas conductas no permiten que se desarrolle plenamente en la clase y tampoco los docentes saben cómo enfrentarlo. En ocasiones se ataca con sanciones autoritarias, se exhibe al niño y hasta el extremo que se le retira del salón de clase.

Por otro lado los Padres buscan culpables y ellos se excusan tratan de responsabilizar a otras personas porque dicen que no tienen tiempo y creen que con mandarlos a la escuela es suficiente para que el niño logre los aprendizajes requeridos.

La importancia de reconocer los problemas de conductas es dar pautas que ayuden a mejorar las actitudes de los alumnos y como consecuencia su rendimiento escolar será satisfactorio y lograra un aprendizaje significativo. El objetivo de este documento es contextualizar por medio de una investigación bibliográfica las posibles causas que generan un cambio de negativo de conducta en el alumno y proponer actividades que ayuden el cambio de actitudes del alumno.

Según el diccionario de la real academia española define la conducta como la manera con que los hombres se comportan en su vida y acciones, en el caso de los problemas de conductas escolares se le conoce como un trastorno perturbadores "en la infancia y en la adolescencia engloban un conjunto de conductas que implican oposición a las normas sociales y a los avisos de las figuras de autoridad, cuya consecuencia más destacada es el fastidio o la perturbación, más o menos crónica, de la convivencia con otras personas: compañeros, padres, profesores y personas desconocidas" (García Romera, 2011). Los docentes no son especialistas para poder detectar un trastorno de conducta como tal, pero si por medio de la observación puede dar pauta para generar estrategias que ayuden al alumno en la modificación de conducta.

Para detectar un problema de conducta tiene que ser por medio de la observación, por aquellos comportamientos diferente que sobre sale de un alumno y que impacta su rendimiento escolar, al tener un comportamiento negativo obstaculiza el aprendizaje pero no únicamente el del propio alumno si no a la dinámica del grupo porque es un distractor hacia la clase.

Según Hernández (1998) nombra a la conducta como los procesos observables como un objeto de estudio y la experimentación que puede ser explicada a través de las contingencias ambientales.

Los problemas de conducta que se dan en un salón de clase son diversos desde los más comunes como el pararse de su lugar, molestar al compañero, platicar, hasta los más extraños que según la práctica docente se pueden ir observando, como son problemas de hiperactividad, agresividad, hasta los cambios de humor, porque ciertamente las miradas son para aquellos alumnos que dan a notar su comportamiento pero también hay alumnos que están quietos, estáticos y aparentemente no dan problemas que también es un factor de conducta a lo que se podría nombrar problemas de atención.

Al principio se ha mencionado que si empieza a querer modificar las acciones de conductas negativas con estrategias autoritarias, agresivas o violentas pues se va a generar que el problema siga prevaleciendo que hasta que un caso extremo se haga más grande que no se pueda solucionar y provoque hasta la deserción del alumno.

Los métodos, estrategias, técnicas que se apliquen tienen que ser prácticas pero efectivas en donde únicamente se entablen acuerdos con el alumno, probablemente se podría buscar comunicación con el padre de familia o los especialistas del centro escolar pero no son muy recomendables. También suele suceder que se quiere convencer al alumno por medio del reglamento escolar y sobre ello busca una sanción en la mayoría de las veces tampoco funciona.

Pasos a seguir

Dentro del aula es necesario introducir adaptaciones ambientales y metodológicas que puedan beneficiar tanto al alumno con conductas diferentes como al resto del grupo. Se presentan a continuación una serie de pautas y acciones que pueden servir al profesorado de guía de actuación y que cada profesor debe adaptar a su grupo y a las edades de sus alumnos.

Ubicación del alumnado en el aula. Sentarle en un lugar en el que podamos tener vigilancia continua, cerca del profesor y lejos de distracciones. Elegir para él compañeros que le puedan ayudar a realizar tareas, tomar anotaciones y que no le distraigan.

Mantener un ambiente estructurado, con rutinas estables, motivador, y predecible. Con el objetivo de que el alumno sepa lo que tiene que hacer en cada momento y se sienta seguro en el aula. Es bueno utilizar material visual para recordar al alumno en qué momento del trabajo de clase nos encontramos.

Tareas y deberes. Es conveniente reducir y fragmentar las actividades. Utilizar un formato simple y claro. Supervisar los ejercicios a medida que los acaba y asegurarse de que conoce las tareas que tiene que realizar. Se aconseja utilizar refuerzos y apoyos visuales en la instrucción oral y variar los ejercicios. No sobrecargar de tareas para casa al alumno, seleccionar bien aquellas actividades que se consideren más importantes.

El trabajo en el aula. Asegurarse de que ha entendido lo que se le pide, establecer contacto ocular con frecuencia y dar las instrucciones de una en una. Advertir individualmente al alumno de los cambios de actividad. Resaltar la información importante aumentando el tono de voz, utilizando colores o tamaños de la escritura, etc. Se incluirán actividades que puedan resultar más motivadoras y se utilizará el refuerzo inmediato de los progresos del alumno. Negociar con el alumno los periodos de atención individual y grupal, segmentando aquellas tareas más largas o difíciles.

Uso de la agenda. El profesorado fomentará el uso de la agenda ya que puede cumplir tanto el objetivo de ayudar al alumno a llevar al día sus tareas como el de servir de canal de comunicación con la familia. Es necesaria la supervisión tanto del profesor como de los padres para que el alumno aprenda a usar la agenda. El profesor dedicará un tiempo cada día para que el alumno anote las tareas en la agenda. Es importante que el alumno y los padres tengan acceso a las fechas de exámenes con suficiente antelación, el contenido que se debe preparar, las fechas previstas para la entrega de trabajos, los libros que deben leer, etc. para planificar los tiempos de estudio y la supervisión familiar. Asegurarse de que llevan a casa el material necesario para realizar las tareas. La agenda se puede convertir en un espacio idóneo para reforzar y elogiar el buen comportamiento del niño, evitando su uso como intercambio de críticas y aspectos negativos de la conducta o el rendimiento del niño. Cuando haya que comunicar a los padres aspectos negativos de la conducta o del rendimiento es preferible escribir: "necesito hablar con ustedes" o "solicitar cita", y en vez de escribir "hoy tampoco ha hecho los deberes", escribir "tiene pendiente los deberes de lengua del martes y el miércoles". Tener en cuenta que la agenda es del alumno y tiene acceso a todo lo que se escribe por ambas partes.

Actividades para la mejorar la conducta

El objetivo es aumentar los comportamientos apropiados y disminuir los comportamientos inadecuados. Cada vez que se produce una consecuencia positiva a una conducta se aumenta la probabilidad de que se incremente dicha conducta. Son criterios generales de manejo de la conducta: utilizar el refuerzo positivo de comportamientos adecuados o sus aproximaciones; evitar las recriminaciones verbales; ignorar los comportamientos de levantarse, removerse en el asiento; utilizar tablas de puntos para conseguir premios o incentivos; permitir al niño momentos de desahogo levantándose, haciendo algún recado; establecer consignas no verbales con el alumno para advertirle del incumplimiento de alguna norma, etc.

Mejora de la motivación y autoestima

Fomentar una relación positiva entre el alumno y el profesor, basada en el conocimiento y la comprensión del problema. Procurar que el alumno tenga experiencias de éxito en relación al aprendizaje escolar, reforzando cualquier pequeño logro o avance. Ayudarle a aceptar las dificultades y los errores de forma objetiva sin que se sienta infravalorado, ofrecerle confianza y proyectar expectativas positivas, hacer correcciones respecto a su tarea aportando propuestas de mejora. Las emociones influyen de forma determinante en la motivación, los niños tienen, por lo general, baja tolerancia a la frustración y dificultades para retrasar las gratificaciones, por esta razón se beneficiará de la ayuda para conocer y manejar sus emociones negativas y positivas e identificar sus deseos, sentimientos y pensamientos tanto de sí mismo como de los demás. Enseñar a todo el grupo a ser empático y a comprender las emociones de los demás.

Según Barrera y Valencia (2008) proponen tres estrategias que se pueden aplicar para ayudar el cambio de comportamiento del alumno:

  • Estrategias cooperativas: La meta es compartida para por un grupo de alumnos y alumnas, donde las actividades y esfuerzos se encaminan hacia la meta en común. Se comparte la responsabilidad por lograr la recompensa, e invoca sanciones negativas por no cumplir la parte que le corresponde a cada uno

  • Estrategias individuales: Este método es una estructura donde las metas de recompensas de los estudiantes son independientes que se le da si dentro de la actividad se ha alcanzado la meta.

  • Estrategias competitivas: Son recompensas a alumnos que han destacado por ser los mejores en alcanzar las metas de las actividades propuestas.

Las estrategias mencionadas pueden funcionar a partir de que el docente tenga una planeación encaminada a un aprendizaje significativo, tal vez en este documento no se hace énfasis en la planeación pero si se retoma y analiza la forma de planear las actividades, se modifican actividades interesantes para el alumno, se le da un enfoque dinámico podría resultar que ni tiempo le dé al alumno de tener conductas inapropiadas.

La realidad es que al hablar de problemas de conducta en el aula busquemos muchas justificaciones y que se busque responsables o en caso contrario nadie se quiera responsabilizar, por eso el docente debe de tener claro que su labor es más amplia y que él es que tiene que buscar estrategias diarias, innovaciones que permitan enriquecer su clase y que no permita en ningún momento la distracción del alumno.

Referencias

Barrera Poblete , M., & Valencia Flores , P. (2008). Paz ciudadana . Recuperado el 08 de Agosto de 2016, de http://www.pazciudadana.cl/wp-content/uploads/2008/11/estrategias-manejo-conductual.pdf

Diccionario de la Real Academia Española

Recuperado el 07 de Agosto de 2016 de

http://www.rae.es/

García Romera, A. (2011). Gobierno de Aragón. Departamento de Educación, Cultura y Deporte. Recuperado el 07 de Agosto de 2016, de http://www.psie.cop.es/uploads/aragon/Arag%C3%B3n-trastornos-de-conducta-una-guia-de-intervencion-en-la-escuela.pdf

Bibliografía

Gobierno de Aragón. Guía Práctica. Trastornos de la Conducta en la Escuela. Una

Guía de intervención en la Escuela.

Recuperado de:

www.psie.cop.es/uploads/aragon/Aragón-trastornos-de-conducta-una-guia-de-intervencion-en-la-escuela.pdf

Guía infantil: Cuadro de incentivos para motivar a los niños

Recuperado de:

http://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/conducta/cuadros-de-incentivos-para-el-comportamiento-de-los-ninos/

Guía de Práctica Clínica sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en niños y adolescentes. (2010), Guías de práctica clínica en el SNS. Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Edit. Ministerio de Ciencia e Innovación. España

Fernández-Abascal, E. (1997). Procedimientos de desactivación. En E. Fernández-Abascal, F. Palmero, M. Chóliz y F. Martínez (Eds.): Cuaderno de prácticas de motivación y emoción. Madrid: Pirámide.

Recuperado de:

https://www.uv.es/=choliz/RelajacionRespiracion.pdf

Universidad de Cuautitlán Izcalli (UCI)

Maestría en Ciencias de la Educación

Av. Rancho del Jacal No. 100

Col. Santa Rosa de Lima,

Cuautitlán Izcalli, Estado de México

 

 

 

 

Autor:

Prof. Armando Torres Covarrubias.