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Las docentes de Jardín Maternal vs. las familias de los niños ¿Todos contra todos? (página 2)

Enviado por Mónica Volgin


Partes: 1, 2

En nuestro caso observamos a una docente y a una mamá, angustiadas, incomunicadas, parecería que "con falta de confianza", desencontradas, visualizándose una dificultad para comprender que desde el jardín, la escuela es una instancia pedagógica.

¿Cómo modificar esta relación tan frágil, cuando se ha debilitado el vínculo con esta familia? ¿Que pasara con este niño que ahora tiene que transcurrir diez horas todos los días en este Jardín Maternal?

¿Esta madre habrá tenido su entrevista individual con esta docente? ¿Cómo manejarán en esta Institución el paso de aula? ¿En los años anteriores habrá sido igual el trato con la institución y con las demás docentes? ¿Tendrá culpa- miedo de dejar a su hijo tantas horas en el jardín, a cargo de esta docente que solamente responde con monosílabos a su demanda? ¿Si es así, que soluciones propone la Institución? Con respecto a la docente: ¿Se preguntará sobre el rol de su tarea? ¿Qué pasara con esta madre o padre? ¿Qué esperarán del jardín las familias? ¿A cuáles de todas estas demandas me corresponde satisfacer? ¿Cuantos niños tendrá a cargo? ¿Será la única o habrá más madres que necesitan lo mismo y no demuestran su queja, por miedo a represalias con sus hijos? La dirección, el equipo de conducción ¿cómo acompañan este proceso? ¿Qué movimientos realizan ante esta problemática? ¿Qué lugar se les otorga a los padres-familias en esta institución?

…"En la escuela, al igual que en toda organización, la integración es una función clave, ya que hay muchas personas desarrollando distintas funciones y es necesario que todas sean convocadas para lograr objetivos comunes"…"La integración, pues, está relacionada con la diferenciación y la división de tareas y el compromiso frente a las mismas, pero esto no debe asociarse con enfrentamiento y aislamiento entre las partes. Por el contrario, se trata de promover la coordinación y la reciprocidad"…

En la situación planteada inferimos que no se observa una integración por parte de los diferentes actores que participan en el proceso educativo. Esto lleva a que la madre tenga diferentes expectativas (objetivos) a los de la docente. La fantasmática que circula en torno al vínculo entre ambos educadores (madre y docente) es intensa. El imaginario se expresa a través de sus ansiedades, mecanismos de defensa, supuestos básicos, fantasías, fantasmas. Estas producciones inconcientes las podemos visualizar a través de las ansiedades persecutorias de ambas: "esta madre me demanda excesivamente, y me destruye con su crítica"; "esta maestra no quiere a mi hijo, es injusta, no lo tiene en cuenta", no existe coordinación ni reciprocidad. Para defenderse de la ansiedad podríamos decir, la docente pone en juego mecanismos de negación, evitando o minimizando sus demandas. En los intercambios, los cuadernos de comunicación, se utilizan para transmitir mensajes planificados y otros de acuerdo con una necesidad del momento o como respuesta a una nota que la madre dirige a la docente del niño; en este caso se debe ser muy cauteloso a la hora de redactar una nota a la familia, de modo de facilitar la comunicación y no generar un cierre en la misma, que es lo que la docente estaría generando.

…"La familia reconoce y acepta la necesidad de delegar parte de sus funciones educativas en los educadores escolares"…"La delegación es por sí un proceso difícil y complejo, en este caso lo es mucho más por el fuerte compromiso emocional que está en juego"…" El manejo de la comunicación, la cantidad y la calidad de los canales utilizados, es de capital importancia"…" Los contactos pueden ser formales o informales, verbales o escritos, individuales o grupales. Cada una de estas formas puede combinarse perfectamente con los demás"…

" Depende del buen criterio pedagógico de los docentes y directivos seleccionar el canal adecuado según los objetivos que se persigan con padres e hijos en cada momento… "Lo que sí es claro es que, si se trata de cuidar el vínculo, es ineludible cuidar la comunicación, soporte y expresión, a la vez, del mismo. Éste es un desafío más para los educadores en un momento en que la escuela y la familia están viviendo cambios vertiginosos y redefiniendo sus roles en la sociedad"…

Es sabido que las instituciones surgen para cumplir funciones específicas dando respuesta a necesidades de la sociedad. Las instituciones educativas asumen la responsabilidad de brindar un servicio educativo, de generar ámbitos para el desarrollo del proceso de enseñanzaaprendizaje. Hoy las familias reconocen y aceptan la necesidad de delegar parte de sus funciones educativas en los educadores escolares, con lo que se produce una situación de dependencia temporaria con respecto al experto. Se observa una tendencia a que los roles se invadan mutuamente al reproducir la escuela, en muchos aspectos, las relaciones familiares. Ante un contexto tan similar, los padres se identifican con los educadores escolares y a la inversa, haciendo funcionar a las dos instituciones como iguales, sustitutivas y no como complementarias. Sobre esta complicada trama vincular distribuyen responsabilidades entre los diversos actores institucionales, lo que da lugar, a una determinada distribución de poder, autonomía y autoridad.

Por otro lado, opinamos que una comunicación fluida y sólida, es uno de los pilares prioritarios para establecer un vínculo, necesario para lograr una contención hacia ambos (madre-hijo).

En esta situación se podría observar esta falta y el poco interés de establecer un vínculo, por parte de la docente. Los canales utilizados por el docente son insuficientes, la misma parecería no tener una actitud -disponible- para recibir los mensajes que esta madre le hace llegar, a través de reiteradas preguntas orales y escritas. Acá se observa como están presentes en las nuevas demandas de las familias al jardín, una multiplicidad de factores: la historia de los padres, la ideología de la familia, el impacto de estos tiempos en las características de los roles maternos y paternos. Pero también las características propias de cada jardín: su proyecto institucional y sus concepciones acerca de aquel a quien está educando.

Muchas veces como docentes ofrecemos actividades a los alumnos con la intención de satisfacer las demandas de las familias, dejando en segundo plano el sentido pedagógico. Ante otras demandas quedamos sorprendidos y sin saber ¿qué decir?, ante otras, nos negamos rotundamente, tal cual le sucede a esta docente.

Para poder operar con estas demandas de forma tal que sean nuestros alumnos los beneficiados, debemos tener en cuenta que son pequeñas personas en desarrollo, necesitadas de la ayuda del adulto para crecer y aprender satisfactoriamente.

…"Cuando no están dadas las condiciones de comunicación y colaboración, la tendencia primera de la escuela es inculpar a padres y generar así, inconscientemente, una situación de tironeo, en la que los padres y los maestros se inculpan mutuamente"… "El alumno viene a la escuela impregnada de familia, y vuelve cada día a su familia impregnado de escuela. La escuela y familia quedan, pues, inseparablemente entrelazadas, anudadas sin escape"…

El tema "padres- familias" reviste gran interés ya que la participación de los mismos en la escuela, es vivida por docentes y directivos como invasora y demandante en extremo. En primera instancia, poco se rescata de lo que tiene que ver con el apoyo y la colaboración. El vínculo entre padres y educadores tiene mucho de competitivo, de enfrentamiento y evidencia una tensión entre opuestos cuya dificultad mayor radica en el ejercicio de la capacidad de integrarse y descentrarse.

Consideramos que la institución escolar debería revisar, la forma que los cambios de estos "nuevos tiempos" la están impactando, y cómo dar respuestas benéficas para los niños y sus familias.

Es indispensable la reflexión sobre la tarea y el funcionamiento de esta institución, la capacitación continua y el debate entre todos los actores de la comunidad educativa, padres incluidos, son, en principio, el espacio adecuado para hallar respuestas satisfactorias a las necesidades de las familias, de los niños y de la institución escolar.

"se torna necesario desarrollar la capacidad de generar las propias reglas en cada situación para construir un lazo de confianza entre la escuela y la familia. Las intervenciones necesitan apuntar a crear lazos que generen ligadura. Volverse necesario para el otro en cada situación"…

Lo que se puede reflejar en la situación planteada, es que la docente no establece ningún lazo, por ahora no busca estrategias, herramientas u otros canales de comunicación que le posibiliten entablar una comunicación, confianza, afinidad hacia la madre para establecer un posible dialogo. De continuar así el vínculo que se generaría entre madre- docente, podría sufrir una asimetría, expresada esta a través de prácticas agresivas o autocráticas, generando una crisis de relación e invertiría la carga del poder a favor de los padres. Es indispensable entonces atenuar este conflicto a tiempo y favorecer un accionar adecuado, siendo imprescindible que la Institución defina el grado de participación de los padres en la vida escolar.

"La complejidad y movimiento del contexto y de la dinámica escolar exigen mantener una rutina sistemática de diálogo, en el que se monitoree el vínculo y, si fuera necesario, se reformulan la relación y el contrato"…

Se podría inferir en esta situación que la dinámica familiar cambio, cuando el niño comenzó a asistir a la institución en doble jornada. Esto no solo modifico la rutina del niño, sino, todo su contexto; movilizo a esta madre, exigiendo más información y mayor contención por parte de la docente. Se nos hace necesario mencionar que la reunión de padres inicial, previa al inicio de clases, facilita el conocimiento de los padres entre sí, la presentación del proyecto educativo, la presentación de todo el equipo de educadores, la invitación a participar del proyecto y la información acerca del período inicial; porque el Educar a los niños, sólo es posible si las familia y escuela participamos, juntos, del proceso educativo. Debemos funcionar en equipo, logrando considerar los puntos de vista de todos los integrantes y elaborando un proyecto compartido. El diálogo será esencial en este proceso. Iniciado ya el ciclo lectivo, son necesarias las entrevistas de seguimiento, ya que pueden llevarse a cabo a lo largo del año, a pedido de los padres o la escuela, para facilitar la comunicación e intercambiar información referida al desarrollo del niño. Situación que si es planificada de antemano, calmaría la ansiedad de los integrantes de la comunidad.

Posibles propuestas de cambio

Como propuestas de cambios creemos que es fundamental:

-Asentar las bases en la comunicación, entre docentes- familias- institución. Para esto es necesario una maestra predispuesta a crear un vínculo afectivo con la familia; que cuente con las herramientas, estrategias, recursos necesarios para lograrlo y modificarlas si es necesario, experimentando diferentes canales para alcanzar dicho vínculo;

-Un vínculo cuidado, va a determinar un grado óptimo de salud en las relaciones, es en última instancia, la dosis adecuada con que los aspectos positivos y negativos se presentan, la posibilidad de integrarlos equilibradamente y la inclusión de la mayor cantidad de factores intervinientes para poder ver cada situación con claridad y objetividad.

En este sentido, el manejo de la comunicación, la cantidad y la calidad de los canales utilizados, es de capital importancia.

– No perder de vista que la tarea docente no implica solo al alumno, sino también, a todo su entorno familiar.

-Educar es una tarea conjunta y compleja, donde entran en juego varios factores: sociales, económicos, culturales, emocionales, políticos, etc.

– Es importante que los padres y maestros compartan la responsabilidad de crear una relación, los maestros puedan estimular la comunicación abierta informándoles a los padres cuándo están disponibles y cómo contactarlos; invitándolos a participar en las actividades de la clase y entendiendo las preocupaciones de los padres antes de los encuentros. realizando fichas en las entrevistas iniciales comunicándoles esto previamente, ¿Cómo se maneja la institución? Y darles la opción de elegir ¿Qué hacer?

– Los padres pueden involucrarse desde un comienzo en el año escolar informándole al maestro cuándo y cómo pueden localizarlos y preguntando cómo pueden comenzar a participar en actividades de la clase y de la escuela.

-La comunicación abierta y frecuente entre padres y maestros ayuda a asegurar que las inquietudes manifestadas durante las charlas de padres-educadores no tomen a nadie por sorpresa.

-Es beneficioso para todos el estar bien preparados antes de la reunión de modo que las emociones se reduzcan y todo se desenvuelva en un ambiente de confianza.

-Asegurar a los padres confidencialidad también ayuda a mantener la confianza.

-Podría ser de ayuda tanto para padres como para docentes tener conciencia de que para muchos padres una parte fundamental de su rol es el de ser los mayores defensores de sus hijos.

– En lugar de insistir con lo que NO FUNCIONA, tenemos que repensar estrategias, ej: si los padres no pueden asistir a tal reunión, buscar a otro adulto responsable ej: tío, abuela, etc. Se trata de buscar alternativas creativas ante la realidad que tenemos, para poder recrear el contrato básico.

"En la actualidad la formación de los docentes ha sido subestimada en sus aspectos psicológicos. Es así que nos encontramos con maestros que no poseen los elementos teórico-prácticos necesarios para encarar y comprender las relaciones con los niños y el trabajo con sus familias"…

A modo de cierre nos preguntamos

¿Cómo se las arregla el docente que diariamente debe tomar decisiones, frente a las demandas familiares tan heterogéneas?, ¿Qué mecanismos se ponen en juego en el intercambio cotidiano entre padres y docentes? ¿Cómo es posible generar un vínculo cuando las bases de la comunicación no están bien asentadas?

Queremos mencionar que nos quedan muchos interrogantes sobre nuestro accionar cotidiano, profesionalismo docente, compromiso social desde nuestro rol; debemos reflexionar continuamente y re-pensar cual es el "granito de arena" que aportamos nosotras en el día a día, desde nuestra tarea, para establecer una comunicación fluida y un vínculo sólido. Si logramos esto todos saldremos enriquecidos, y la familia no sentirá que le usurpan un lugar, ni que abandonan a sus hijos, sino que comparten su crianza con nosotros-otros.

Bibliografía

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Gerstenhaber, C.;(1998) Jardín maternal; La educación en los primeros años Nro. 5. Educar y cuidar, dos términos inseparables. Ed.Novedades Educativas.

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Silberman, S.; (2000) Ensayos y experiencias. Familias y escuelas. Ediciones Novedades Educativas.

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Autor:

Mónica Volgin

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