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El sitio de Copán: Un ejemplo de arquitectura Maya (página 2)

Enviado por Iván Díaz Lon


Partes: 1, 2

Sus características geográficas permitan determinar tres grandes áreas o zonas naturales: meridional o norte, central y septentrional o sur, cuyo desarrollo histórico y cultural ofrece marcadas diferencias, en parte debidas al factor geográfico.

Zona Norte o Área Septentrional

Cubre la mitad del norte de la península de Yucatán, es decir, el estado del mismo nombre y la mayor parte de Campeche y Quintana Roo. La constituyen tierras bajas atravesadas de oeste a este por cadenas de colinas. Sólo la recorren tres pequeños ríos: Champotón, Lagartos y Séla; tiene pocos lagos y lagunas.

La precipitación pluvial es escasa y debido a la textura porosa del suelo las aguas se acumulan e el subsuelo, formando los llamados cenotes. La tierra vegetal es muy reducida y la roca aflora frecuentemente, lo cual limita las posibilidades de la península el paisaje es semiárido.

La fauna y la flora son menos abundantes y variadas que ene el área central; el bosque, más bajo y menos tupido, se vuelve chaparral en el extremo septentrional. Se encuentran algunos felinos, venados, puercos de monte, pequeños mamíferos, aves y reptiles; abundan las abejas.

Zona Central o Área Central

Comprende el norte de Guatemala, parte de Tabasco, el sur de Campeche y Quintana Roo, Belice y el occidente de Honduras, y abarca la vertiente septentrional de las serranías y tierras bajas surcadas por cadenas de colinas. La atraviesan numerosos y caudalosos ríos:; Usumacinta y sus afluentes (Salinas o Chixoy, Pasión, Lacantún, San Pedro), Grijalva, Candelaria, Hondo y Motagua. Además numerosos lagos, lagunas y zonas pantanosas completan su hidrografía. La precipitación pluvial es elevada, hasta alcanzar casi cuatro metros en ciertas regiones.

El clima es sumamente caluroso y húmedo. Gran parte del área está cubierta por selva alta, compuesta principalmente de caoba, cedro, chicozapote, ceiba, ramón y numerosas palmas. El suelo es fértil y propicio al cultivo, salvo en las sabanas.

La fauna abunda en felinos, venados, puercos monteses, monos y aves tales como faisanes, pavos de monte, guacamayas y loros; numerosos ofidios venenosos, abejas silvestres y gran número de insectos, muchos de ellos perjudiciales.

Zona Sur o Área Meridional

La constituyen las tierras altas de Guatemala y El Salvador, así como el litoral del Pacífico. Los Altos gozan de un clima templado en verano, frío y seco en invierno, con larga estación lluviosa. Su vegetación comprende bosques de coníferas y pastos en las serranías, cultivos de cereales, legumbres y frutas en los valles y mesetas. Grandes ríos nacen en el área (Usumacinta, Motagua) y se encuentran los extensos lagos de Atitlán y Amatitlán. La costa forma la faja de 50km de anchura como máximo, de tierras bajas con clima excesivamente caluroso y húmedo, y vegetación tropical. Entre los animales que viven en estas regiones recordaremos el jaguar, el ocelote, el puma, el venado, el conejo, numerosas aves (entre las que destaca el quetzal), serpientes, etc.

Las tierras altas abundan en minerales, algunos de los cuales fueron utilizados en tiempos prehispánicos (jadeíta, pirita de hierro, hematites, cinabrio); el carácter volcánico de las montañas proporcionaba a los mayas lava, toba, obsidiana y ceniza.

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Arquitectura Maya

La planificación de los centros ceremoniales mayas, siguió la topografía y condiciones del terreno, lo que determinó las diferentes formas y estructuras de las edificaciones. La arquitectura maya participó de las características generales de las culturas americanas, pero tuvo modalidades especiales, incluso de su propio estilo (el "arco falso", bóveda maya, cresterías, estelas y altares. Se registraron varios estilos arquitectónicos como el "estilo Petén" en Uxmal, el "estilo Usumacinta" en Palenque, el estilo Puuc de Uxmal, entre otros. Y hubo además otro detalle muy valioso, el de la pintura mural integrada a la arquitectura.

Entonces, la cultura maya produjo una arquitectura monumental, de la que se conservan grandes ruinas en Palenque, Uxmal, Tikal, Quiriguá, Tajín, Copán, entre otros.

TIPOS Y ELEMENTOS DE LA ARQUITECTURA MAYA

Plataformas ceremoniales: De poca altura (máximo cuarto metros), en los lados tenían figuras labradas. Escenarios de ceremonias públicas, en la parte superior había altares, banderas, incensarios y, a veces, un tzompantli: hilera de varas con cráneos ensartados.

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Uxmal, México Chichén Itzá, México

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Chichén Itzá, México

Pirámides: Superposición de varias plataformas, sin nunca culminar en un volumen geométrico realmente piramidal. Sirve de basamento al templo, acercándolo lo más posible al cielo, pero tuvo también una función funeraria secundaria en importancia.

Los mayas solían ampliar sus edificios cada determinado tiempo. Así, estas estructuras fueron hechas sobre anteriores construcciones, a las que se dejó tal cual en el interior de las nuevas. Las pirámides se componen de basamentos escalonados (en muchos casos nueve)

y una escalinata central que comunica con un templo en la plataforma superior.

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Cobá, México Uxmal, México

Templo:El templo es de planta cuadrangular, muros verticales con una, tres o cinco entradas que conducen a más o varias piezas, sea directamente, o sea paso por un pórtico, cuando hay varias puertas. Las entradas se cerraban mediante cortinales o esteras amarradas en el interior a unas argollas empotradas, tres en cada lado de la entrada. Los templos carecen de ventanas, pero en algunos casos pueden tener aperturas en forma rectangular o imitando el signo IK, que significa aire. El espacio interior del templo varía mucho desde los minúsculos santuarios del Petén hasta los de mayor amplitud de Palenque. En los templos se hacían rituales para los dioses. Están sobre pirámides y abundan en decoración exterior. Tenían cámaras interiores y un santuario como altar. En algunos casos, hay murales y tableros labrados en piedra.

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Palenque, México

Palacios: Solos o en grupo, se ubican sobre plataformas en el interior de centros ceremoniales. Tienen muros lisos, con los frisos decorados. Las muchas cámaras interiores sirvieron de habitación para la clase gobernante.

Bóveda maya: Se le ha denominado como falsa, salediza o simplemente maya, esta se fabrica acercando los muros a partir de cierta altura (inmediatamente encima del dintel de las puertas), superponiendo las hiladas de piedras de manera que cada hilada sobresalga de la inmediata inferior, hasta dejar en la parte superior un corto espacio que se cerraba con una pequeña losa (conseguir fotos de bóveda maya). El factor que permitió el funcionamiento de este tipo de bóveda fue el conocimiento del mortero de cal ya usado en los muros, el cual daba cohesión al núcleo y permitía la adherencia de las piedras del parámetro. El techo así obtenido era semejante en el interior al de la choza y determinaba un corte transversal en forma de triángulo o trapecio. Su inconveniente era que sólo permitía techar espacios angostos, ya que para piezas de mayor anchura, la altura necesaria para garantizar estabilidad de la bóveda hubiera sido excesiva. Sin embargo se hizo en algunos casos excepcionales, como en la cripta funeraria del Templo de las Inscripciones.

Entonces, la bóveda maya techó tumbas, cámaras y otros recintos. Se hacía con hiladas sucesivas de piedras en saledizo, sobreponiendo en el vértice otra piedra como tapa. Se la llama arco falso porque no trabaja como cuña; dado que la piedra clave no rigidaza la estructura, los mayas no pudieron desarrollar claros amplios en el interior de sus templos. Hay arcos mayas como remate de algún sacbé (camino blanco) y en pasadizos a través de edificios.

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Estelas: Son monumentos de piedra labrada en bajorrelieve y solían colocarse, solos o en grupo, en amplias plazas frente a pirámides. Usualmente, en las estelas aparece la figura de un monarca, jeroglíficos alusivos a éste y a su dinastía, y cómputos del tiempo, en relación con este último, empieza por ser una referencia calendárica y acaba por ser una obra de arte. En sus inicios la estela no pasaría de ser un "marcador". Su función es el fungir como un libro de registro siendo su principal objeto anotar una fecha. El numeral, poco a poco, se transformó en glifo poético. A partir del siglo III d. C., aparecen las estelas coincidiendo con fastos religiosos realizados en cada "período" calendárico de los que hoy se pueden rehacer cronologías y niveles históricos de la Cultura maya.

Las estelas eran erigidas cada determinado ciclo de años y han sido de gran utilidad para fechar la historia del lugar que las levantó. Por lo general se labraban en un solo lado y a veces en los laterales; hay casos, como los de Copán y Quiriguá, en que aparecen de gran tamaño (hasta cuatro metros de altura), totalmente trabajadas, convirtiéndose en verdaderas esculturas.

Juegos de pelota: Juego de significado cósmico. La cancha ocupa el centro, con taludes laterales que rematan en un muro: allí están los anillos por donde debía pasar la pelota. Arriba hay plataformas para el público y templos ceremoniales. Los juegos de pelota, el más grande hasta hoy reportado, es el de Chichen Itzá ( cuenta con 13), eran un acontecimiento sagrado, con marcado sentido religioso, mitológico y simbólico, en el que aparentemente se enfrentaban fuerzas opuestas pero complementarias como el día y la noche, el bien y el mal, deidades de oriente y del occidente, etc.

Observatorios: Estas construcciones eran utilizadas como plataformas de observación estelar. A veces, también cumplían funciones de marcadores astronómicos, en cuyo caso estaban alineadas con otro marcador.

Altares: Estos monumentos de piedra labrada aparecen asociados tanto a estelas y espacios abiertos como al interior de los templos. Son de diferentes formas y tamaños y contienen información de hechos históricos y mitológicos. En algunos casos, también sirvieron como trono para los reyes.

Crestería: Elemento propio de la arquitectura maya, que consiste en una alta construcción situada sobre el techo del templo, la cual hace resaltar la verticalidad del conjunto pirámide-templo y la idea de acercamiento al cielo. En la crestería se aplicaba la mayor parte de los elementos decorativos simbólicos.

Glifo: Ornamento que enmarca un ideograma desarrollado con la mayor pulcritud. Se dió nombre de glifo emblema a los signos que se incluían en las inscripciones, en la imposibilidad de definir mas exactamente su real significación. Se interpretaron como glifos nominales los que se encuentran registrados en los costados del sarcófago de Palenque, junto con representaciones humanas que suponen a los familiares del personaje enterrado. Los glifos servían para designar el nombre, deidad tutelas del sitio, dinastía reinante o algún elemento que la caracterizara. También había ciertos glifos relacionados con la vida de varios gobernantes, de las ciudades: nacimiento, captura y sacrificios y nombres de personajes, así como también ascenso al poder, posibles alianzas de linaje, matrimonios, mención de antepasados y descendientes.

Pintura mural: No son muchos los templos mayas decorados con murales. Los más significativos se hallan en Uaxactún, Mulchic, Chichén Itzá, Tulum y Bonampak, siendo estos últimos los de mayor refinamiento y calidad.

Se los pintó con la técnica del fresco, usando para ello una rica paleta de colores de origen mineral y vegetal, en la que debido a su luminosidad destaca el "azul maya", similar al turquesa. Por lo general, los murales representan escenas guerreras y ceremoniales y son fuente invaluable de información sobre los ritos, atuendos y una vasta parafernalia vinculados con la nobleza. Hay, asimismo, personajes a los que se identifica como gobernantes.

Orientación: La orientación de las construcciones en el área de los mayas durante la época clásica, tiende a coincidir con los puntos cardinales.

Manos rojas: En algunos templos mayas aparecen estas manos de tamaño natural, solas o en grupo y pintadas sobre los muros. Se las ha llamado kab-ul, la mano celestial, creadora y milagrosa, atribuida a Itzamná, señor de los cielos y rey de los dioses.

Falos: Su simbolismo está asociado con ritos de fertilidad humana y de fecundación de la madre tierra. No siendo comunes, se los ha encontrado en la región Puuc y en Chichén Itzá. Son esculturas de piedra, empotradas en muros interiores de templos, o erguidas en espacios exteriores.En "La casa de los falos", de Chichén Itzá, están circuncidados, por lo que algunos antiguos investigadores pensaron que los mayas eran la tribu perdida de Israel.

Chac mool: Se cree que estas enigmáticas figuras de postura imposible (ya que el quiebre de la espalda no es natural), sostenían en sus manos algún tipo de objeto u ofrenda. Se las ha encontrado principalmente en Chichén Itzá, siendo originarias de la cultura tolteca, que procedente del altiplano mexicano llegó al Mundo Maya durante el Posclásico (900-1500).

Otros: Los mayas también construyeron chultunes (depósitos subterráneos para guardar el agua de lluvia), así como baños de vapor de uso ritual purificador y medicinal.

Se hicieron, igualmente, sistemas de desagüe y son notorios los sacbés, calzadas bien trazadas y compactadas —a veces, altas para salvar zonas inundables—, con adoratorios en

varios tramos. Durante el Posclásico (900-1500) se levantaron murallas y fosas defensivas,y bardas que delimitaban los predios habitacionales.

En construcciones funerarias, hubo desde sencillos enterramientos hasta tumbas para la clase gobernante.

El sitio y arquitectura de Copan

Más de cien años de investigaciones arqueológicas han revelado que las ruinas que se alzan junto al río Copán corresponden a la capital política y religiosa de un reino importante que duró muchos siglos, antes de su ocaso hace más de mil años. Los investigadores que han trabajado en el valle de Copán se percataron desde el principio de que la encumbrada Acrópolis no sólo fue uno de los sitios arquitectónicos y escultóricos más espectaculares de la ciudad, sino también la sede del poder gobernante del reino de Copán durante la culminación del periodo clásico maya –entre los años 400 y 850 d.C (no un consenso sobre la fecha).

Los gobernantes del periodo clásico de Copán afirmaban ser descendientes del Sol y ejercían su poder con base en ese derecho. Hacían la guerra, comerciaban, encomendaban monumentos a su gloria y linaje, y presidían u reino de casi 20 mil súbditos, entre los cuales había desde agricultores que vivían en casas de varas y paja, hasta una élite que ocupaba los monumentales palacios cercanos a la Acrópolis. Es evidente que algunos hogares del valle prosperaron gracias a las industrias domésticas, que producían molinos especiales para maíz, cuchillos de obsidiana y adornos de concha. Diversos rituales, como el juego de pelota ceremonial, se llevaban a cabo en un patio destinado a ese fin, aunque las ceremonias reales privadas para adorar a los ancestros y tener visiones –acompañadas de ofrendas de sangre o consumo de alucinógenos-, se efectuaban en la seguridad de los patios secretos y las habitaciones ubicadas a lo alto de la Acrópolis. Dependiendo de la época, los reinos vecinos eran atacados para obtener prisioneros destinados a ritos públicos de humillación, o como socios en tareas diplomáticas o matrimonios reales ventajosos.

Hace más de un siglo, unos exploradores se toparon por primera vez con derribados monolitos y empinados montículos, prácticamente ocultos por la densa selva del oeste de Honduras. Al hacer claros en la vegetación quedaron al descubierto enormes construcciones piramidales, en algunas de las cuales había grabados de misteriosos dibujos. Los monolitos, que fueron enderezados, estaban cubiertos de esculturas de intrincada trama, de una calidad jamás vista en el continente americano. El descubrimiento de estos montones de piedra, que habían permanecido durante todo un milenio a la sigilosa sombra de gigantescos árboles, ha generado una perdurable fascinación por la gente que los construyeron. En la actualidad, una tesonera labor de investigación está sacando a la luz quiénes eran los antiguos mayas que dejaron tan sobresalientes muestras artísticas.

La cultura maya, aparecida hacia el año 2 000 a.C., se extendió por heterogéneas tierras conocidas hoy como Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras y el sureste de México. Durante siglos, fue una de las civilizaciones más avanzadas de la antigüedad.

Los historiadores creían que las grandes ciudades como Copán eran centros ceremoniales donde sólo vivían los sacerdotes, mientras el resto de la población habitaba en pequeños pueblos e iba a visitar los templos sólo con ocasión de solemnes celebraciones. Los complicados textos jeroglíficos pasaban por ser predicciones astronómicas y se creía que las figuras humanas representaban dioses. Pero en los últimos decenios, los avances en el desciframiento han hecho cambiar esa manera de ver. Hoy se sabe que la escritura habla de importantes sucesos históricos y, sobre todo, de la vida y hazañas de los reyes cuyo retrato está labrado en las estelas.

Esta nueva manera de ver se comprueba claramente en el Altar Q, situado en el patio occidental de la Acrópolis de Copán. Este enorme bloque cuadrangular de piedra tiene esculpidos 16 hombres sentados (cuatro por lado). En un principio, el arqueológo Herbert Joseph Spinden pensó que se trataba de una reunión de astrónomos mayas. Sin embargo, recientes descubrimientos indican que las figuras representan a miembros de una dinastía de dieciséis reyes, cuyo gobierno abarcó casi cuatro siglos, entre el 426 y el 820, aproximadamente, de nuestra era, o sea, durante el periodo Clásico (250-900 d.C.).

Conocemos poco del tramo anterior de esta secuencia dinástica, ya que la información se perdió quizá por la costumbre maya de derribar los edificios viejos y levantar otros nuevos sobre ellos. En Copán se han descubierto ocho de esos templos, cada uno construido sobre las ruinas del precedente. Se sabe ahora, no obstante, que hacia el 426 d.C. gobernó el venerado rey Yax Kuk Mo (Quetzal Guacamaya), según refieren monumentos erigidos siglos después, al que siguieron dieceséis de sus descendientes. La estirpe concluye con la muerte de Yax Pac, o Primer Amanecer, quien construyó el Altar Q. Las estelas, así como la mayoría de las demás esculturas y los edificios, fueron levantadas para conmemorar los reinados de estos monarcas.

La entrada al parque arqueológico se realiza siguiendo un largo paseo flanqueado por árboles, que lleva a la Gran Plaza, explanada con hierba en cuyo centro hay una pirámide y varias altas estelas. La mayoría de los jeroglíficos y esculturas de las estelas y altares hace referencia a 18-Conejo, una de las figuras más importantes de Copán.

Copán puede alardear, además, de poseer el texto labrado más largo de América: la famosa Escalera Jeroglífica. Muchos de los peldaños se han caído y sólo una porción de los más de mil 250 bloques de piedra esculpida fueron hallados en su orden original. Pero se ha conseguido ordenar los suficientes para saber que la escalera fue construida por Humo Concha a fin de conmemorar las vidas de sus antepasados.

El centro del poder real, la Acrópolis, es un conjunto de voluminosas estructuras piramidales bajo las cuales hay un acervo de informaciones sobre Copán. Aquí es donde se están llevando a cabo los actuales estudios. En este lugar, la subestructura más impresionante descubierta es el Templo Rosalila. Más abajo se encuentra el Templo Margarita, rica fuente de datos sobre los enigmáticos primeros años de la dinastía de Copán.

A buena distancia de la Gran Plaza y de la Acrópolis se encuentra la zona habitacional de

Las Sepulturas. Las excavaciones realizadas en estos edificios de poca alzada han proporcionado detalles acerca de la vida doméstica de los habitantes; además, se tienen pruebas de que el sitio estuvo ocupado durante unos dos mil años.

Así como los mayas disfrutan de un lugar sobresaliente entre las civilizaciones del pasado, a Copán le corresponde uno de los primeros lugares entre las ciudades-estado mayas, debido al enorme empeño científico por descubrir secretos tan largo tiempo enterrados. El Proyecto Copán, colaboración entre el Instituto Hondureño de Arqueología e Historia (IHAH) y especialistas de diversas instituciones y nacionalidades, comenzó en 1978. Es una brillante muestra de un nuevo proceder multidisciplinario en la investigación, que Ricardo Agurcia denomina "enfoque de conjunto". Confluyen aquí campos tan heterogéneos como la lingüística, la antropología social, el arte, la etnohistoria y la ecología, amén de la arqueología, con el fin de conseguir de Copán una perspectiva histórica más exacta que cuanto se podría recabar con simples excavaciones y catalogaciones.

El Museo de las Esculturas de Copán es un nuevo anexo al lugar y otro ejemplo de esta manera de ver las cosas. Bajo la dirección de la connotada arqueóloga Barbara Fash, brinda una impresionante forma de ver Copán. Se penetra por las abiertas fauces de una serpiente y se sigue por un largo, oscuro y tortuoso túnel, que representa tanto los túneles excavados en el interior de la Acrópolis, como un simbólico viaje a Xibalba, el inframundo maya. Al dar la vuelta a la última curva del túnel, uno encuentra la imponente réplica, de cuatro pisos de altura, del templo Rosalila.

Los investigadores han recabado una vasta cantidad de datos; entre éstos, destacan algunos relativos a la caída de Copán. En tal sentido, abundan pruebas para asociar el crecimiento demográfico con la deforestación, la erosión del suelo, los cambios climáticos y una general degradación del medio ambiente.

Los restos de esqueletos correspondientes a los años finales de Copán muestran que la población sufría desnutrición y enfermedades. El otrora fértil valle en determinado momento no resistió, parece, la continua explotación. Los arqueólogos han trazado un maravilloso cuadro de Copán en su esplendor, pero quizá las investigaciones sobre el colapso de esta gran sociedad serán mas valiosas; al menos, si aplicamos hoy las lecciones de aquellos caídos reyes.

Había dos tipos de arquitectura en Copán:

Para el pueblo: Casas de varas y paja de los agricultores.

Para la de la nobleza: con patios secretos y las habitaciones ubicadas a lo alto de la Acrópolis.

Pero nos centraremos en la arquitectura diseñada para la élite, la cual consta de:

1. El Juego de Pelota1: Situado en un lado de la Gran Plaza y es considerado el centro social de la ciudad, con marcadores, en forma de cabeza de guacamaya, ubicadas en las paredes inclinadas. La última modificación y construcción que hubo en este conjunto fue en los días del rey 18 Conejo.

2. La Gran Plaza: Mide aproximadamente 75 m2. Es abierta en tres de sus lados, rodeada por filas de asientos de piedra, con estelas y altares (muchos de estos altares tienen forma zoomorfa) que se encuentran decorándola. La mayoría de las estelas en esta plaza fueron consagradas durante el reinado del décimo tercer rey copaneco, 18 Conejo entre los años 711 y 736. Esta plaza se caracteriza por poseer una pirámide de sacrificio al centro.

3. La Escalinata Jeroglífica: Se ubica entre la Corte de la Pelota y la Estructura 11, con 95 metros de largo y 38 de ancho. Este gran templo contiene el texto más largo que nos legó la gran civilización maya. El templo se erigió durante el reinado del gobernante #

15, conocido como Humo Caracol, y se cree es una especie de árbol genealógico de la dinastía copaneca, fundada por Yax-Kuk-Mo. Las cinco estatuas ubicadas en la escalinata representan a 5 reyes anteriores a Humo Caracol. Desafortunadamente, no ha sido posible leer los glifos, ya que se habían desplomado gran parte de las gradas, y al

reconstruir el templo, estos quedaron fuera de su lugar original, creando una gran "sopa de glifos".

4. El Popol Na, o Casa de las Esteras: Se eleva cerca de una esquina de la Plaza Oriental.

Investigaciones recientes de la zona, encabezadas por la artista y arqueóloga Barbara Fash, sugieren que le poder derivado del fundador comenzó a debilitarse tras la captura e inmolación del decimotercer gobernante de Copán, quien cayó en manos del rey de una ciudad estado rival en el año 738. Ya en tiempos de Yax Pasah, un cuarto de siglo después, el poder de los gobernantes de Copán se había perdido. Es posible que los emblemas glíficos de la Casa de las Esteras, intercalados con los motivos de las esteras que dan su nombre al edificio, representen linajes procedentes de fuera del área de la Acrópolis, que sugiere que el edificio funcionó como casa de consejo para todos los nobles representantes del calle que ayudaron a los últimos tres gobernantes a cumplir con las tareas del gobierno.

5. La Acrópolis de Copán2. Ésta se eleva a una altura de casi 30 metros sobre el nivel del río que forma el valle. De forma rectangular y orientada en dirección norte-sur, la construcción contiene alrededor de dos millones de metros cúbicos de relleno, aunque en épocas pasadas sus dimensiones fueron mayores. Ya que, una vez que los mayas abandonaron la ciudad, alrededor del 900 d.C., las construcciones de piedra cayeron poco a poco a ruina: umbrales y bóvedas se derrumbaron arrastrando consigo paredes y edificios completos, muchos de los cuales se deslizaron hasta perderse en el río, cuyo cauce, con el tiempo ha desgastado el borde oriental de la Acrópolis.

La acrópolis consta de pirámides y templos y posee componentes, como, dos plazas: la oriental y la occidental, así como la Estructura 11 y la Estructura 22 y el Altar Q: a. Plaza Oriental: El acceso a esta plaza es extremadamente limitado. Al oeste de esta plaza aparecen las Escaleras de los Jaguares.

• Estructura 22 y Sus Vecinos.- Los cuales son seguramente las más importantes de la Plaza. Luego están imbuidas a través de pasadizos y más allá de la Estructura 18. Quince grandes escalones guían la vista al sétimo peldaño principal de la Estructura

22. Comparte cualidades con la Estructura 11, pero es más privada.

En la Estructura 22 se celebraron mandatos de los gobernantes. La fachada fue una inmensa boca de un monstruo. Los restos de la mandíbula inferior están in situ, presentando una clara fila de dientes. Entrando a la boca del monstruo, uno puede ir entrando a la tierra. Al interior hay una gran puerta de marcos de esqueletos con un texto y pequeños esqueletos puntuados. Los símbolos de Venus marcan la cabeza frontal, mientras un kin, o sol, marcan la señal de la última cabeza, indicando los dos cuerpos celestiales más importantes de los Maya.

La imaginería de la Estructura 22 puede ser reconstruida: brotes de maíces dioses para Cauacs, las máscaras de dos dimensiones que simbolizan tierra y piedra dándole delante tres dimensiones medio crecidas de los dioses del maíz. Hay textos que refieren al último gobernante, Yax Pac, y el último glifo es un importante verbo. Indicando que hubo una cámara eliminada fue un lugar de sacrificios, donde se sustentaba al cosmos Maya. Lo que se dilucida por algunas de las escenas de sacrificios que ocurren en las elevadas cámaras.

• Las Escaleras de los Jaguares.- Dos jaguares rampantes enmarcan el bajo vuelo de siete pasos, y el vuelo superior de siete es dividido por una gran cabeza del Dios Jaguar del Inframundo, fijo contra un gran símbolo de Venus. Cada cuerpo de jaguar está compuesto de algunos bloques de mosaico, caracterizado en la escalera. Alrededor los agujeros indican la colocación de la antigua incrustación, que según Morley fue obsidiana. Aunque uno puede imaginar el resplandor amarillo de los jaguares con brillos de obsidiana, una cautelosa examinación de la escultura revela rastros rojos, probablemente jade que fue incrustado.

• Estructura 11: Se ubica en el borde Norte de la Acrópolis. Se cree que tuvo una función astronómica, ya que a través de esta estructura se podía predecir la duración de los intervalos entre los eclipses.

• Altar Q: Se ubica frente al templo Rosalia o Rosa Lila. El "Altar Q" ha sido totalmente descifrado, y hoy sabemos que representa a los 16 integrantes3 de la gran dinastía Copaneca, desde Yax-Kuk-Mo hasta Yax-Pak, y que su propósito principal es legitimar el derecho de Yax-Pac, como heredero directo de Yax- Kuk-Mo al trono de Copán. En El Altar Q se hicieron sacrificios de jaguares.

6. El templo 16 se encuentra ubicado entre las dos grandes plazas, fue erigido antes del año 800 por Yax Pasah (último gobernante de la dinastía), quien erigió su propia pirámide, la más alta de la Acrópolis. Un aspecto de gran interés de este templo es que por algún motivo, el templo anterior no fue "desactivado" al construir sobre él, sino que más bien se tuvo un gran cuidado de no dañar el templo anterior4. El resultado es el templo Rosa Lila, también conocido como Templo del Sol.

El edificio Rosalila original se encuentra todavía sobre el área del eje sagrado, cubierto por la Estructura 16. Cualquiera que contemplase al Rosalila en aislada majestad, dominando la Acrópolis, habría captado de inmediato su mensaje: representaba al propio fundador, su linaje divino y poder secular. El edificio sirvió a su vez de cartel político policromo y como icono sacrosanto del cosmos maya.

Los trabajos de excavación se iniciaron en 1989, a cargo de Robert J. Sharet y David

Sedat, quienes iniciaron la perforación del túnel que se extiende justo debajo de la

Plaza Oriental, próxima al edificio Rosalia. Uno de los grandes descubrimientos iniciales fue una enorme piedra, labrada con jeroglíficos y en impecable estado, la cual fue desenterrada de la base de un muro de mampostería. La traducción del jeroglífico, según Linda Schele, fue "la casa mortuoria del señor de Copán". También mencionaba al fundador y a su hijo. Lo que para Sharer el mensaje es claro: "los restos del fundador y sus edificios yacían debajo del centro mismo de la Acrópolis".

CONCLUSIONES:

• La importancia de Copán para la arqueología es que ahora se sabe más del clásico temprano. Ya que casi todo lo que se conocía de la civilización maya procedía del periodo clásico tardío, alrededor del año 600

• Copán fue un asentamiento de avanzada de la cultura maya, Copán enviaba bienes, personas e ideas desde los límites hacia el centro del país maya y más allá. Los expertos debaten sobre la naturaleza de sus contactos con el exterior, pero Copán, que adoptó estilos de lugares distantes como Teotihuacan, no aparenta ser una ciudad subyugada.

• Copán como un Clásico centro Maya es idiosincrásico de varias maneras, aunque en sus relatos de las tradiciones de elite claramente lo muestran como una gran esfera de la cultura Maya. No obstante nuestra convicción es que este debe tener de alguna manera el reflejo de su posición sobre el margen sureste del área Maya. Debemos llevar en mente que la idea total de la "civilización Maya" es realmente un tipo de concepción políglota atractiva a nosotros porque nuestra propensión para focalizar la unificación elaborada de las características bastante diferenciadas unas de otras. No hay duda que muchas otras polies mayores en las Tierras Bajas Maya pueden aparecer, una vez que sus secuencias arqueológicas sean plenamente conocidas, como distintivas en sus propias maneras, como lo es Copán.

• La rica arquitectura ornamental y escultura de Copán revela un gran convenio acerca de la función, cronología, y significado de las estructuras individuales y la Principal Acrópolis como un Todo. La Escultura y las pinturas para otros contextos Maya indican el significado de algunas de las configuraciones de Copán, y, en cambio, las estructuras de Copán explican la arquitectura de los contextos rituales registrados en otras ciudades Maya. Cabe resaltar que, la Principal Acrópolis lleva una relación específica con el resto de Copán y sus características geográficas circundantes, aquella misma orientación es también una indicación de cómo sus antiguos moradores vieron el gran complejo.

Bibliografía

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WEBSTER, David

1988 Copan as a Classic Maya Center. En The Southeast Classic Maya Zone, editado por Elizabeth Hill Boone y Gordon R. Willey, pp. 5-27

 

Autor:

IVAN DÍAZ LON

EVELYNN HUAMAN TABOADA

Ciudad Universitaria, Julio 2003

Partes: 1, 2
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