Fue el lanzamiento del Sputnik lo que llamó la atención a la imaginación mundial. Sputnik, que significa "viajero amigable", era el nombre de un set de satélites hechos para investigar el espacio exterior y así descubrir si habían seres vivientes. A la 1. 28 AM hora local, el 5 de octubre de 1957, el primer Sputnik ruso fue lanzado de la base Baikonur Cosmodrome. Fue simplemente una prueba, una esfera de aluminio de 22 pulgadas de diámetro y un peso de 184 libras, contenía un radiotransmisor. Noventa minutos después, el Sputnik entró en órbita, mandando señales de radio a la tierra.
Las señales del Sputnik se sintieron alrededor de todo el mundo. En los Estados Unidos el lanzamiento causó un shock. Ahora parecía que la tecnología soviética estaba sobre la americana. Edward Teller dijo en televisión que los EE. UU. habían perdido "una batalla más importante que la de Pearl Harbour". James Killian, presidente del Instituto Tecnológico de Massachusetts, señaló después: "Lo que más sentí fue la afrenta a mi orgullo nacional". Las implicaciones militares del Sputnik no pasaron de largo para muchos americanos, los misiles soviéticos pronto podrían llevar armas nucleares directamente a suelo norteamericano.
Más de 30 mil científicos trabajaban ahora para Korolyov en la base secreta de Kazajia. Sputnik estaba listo para aventurarse más allá en los cielos. Sputnik II, lanzado el 3 de noviembre cuando se celebraba el 40 aniversario de la Revolución Bolchevique, llevaba el perro Laika, la primera criatura viviente en el espacio. Laika sobrevivió por 10 días, probando que la vida se podía prolongar en el espacio sin gravedad. Los americanos sentían ahora que habían quedado atrás en la "carrera al espacio".
Los Sputnik trajeron consigo un profundo sentimiento de humillación nacional a los EE. UU. Se sentía que la obsesión por cosas materiales había mermado la calidad de su ciencia en América y que detrás de esto había fallas estructurales en el sistema de educación.
Eisenhower fue uno de los pocos americanos que no entró en pánico frente al Sputnik. Cuando se supo la noticia, una semana después del episodio, dio una conferencia de prensa y falló en su llamado a la calma dando lo que un reportero citó: una torpe apología. El senador Lindon B. Johnson, líder mayoritario del Senado, encabezó una serie de audiencias para investigar el impacto del Sputnik. Uno a uno los científicos y militares top declararon que la URSS estaba adelante tanto en ciencia como en tecnología y que los EE. UU. debían "despertar al hecho de que estamos en una dura y competitiva carrera".
Dos meses después del lanzamiento del Sputnik, el 6 de diciembre, una serie de autoridades se juntaron en Cabo Cañaveral, en Florida, para ver el intento americano para alcanzar a los rusos. Un cohete Vanguard salió llevando un pequeño satélite de 4 libras para salir a órbita. Frente a todo el mundo el cohete se elevó dos pies sobre el suelo, cayó y explotó; la humillación nacional fue completa. La prensa británica tituló: Oh, que fracasonik! (Oh. What a flopnik!).
En noviembre el reporte Gaither de Disuasión y Supervivencia fue entregado al Presidente. Su lectura era alarmante, revelando verdaderos vacíos en la ciencia y tecnología estadounidense. Hacía un llamado a incrementar los fondos del comando aéreo estratégico y al porte de la fuerza estadounidense de misiles. Un mes después salió a la prensa. El Washington Post dijo que Estados Unidos estaba "en el peor peligro de la historia" y habló de América convirtiéndose en "poder de segunda clase".
El otro golpe al orgullo americano ocurrió el 12 de abril de 1961, cuando los soviéticos celebraron el mayor triunfo para la ciencia soviética.
Yuri Gagarin fue el primer ser humano en el espacio. Su vuelo en el Vostok duró una hora y 48 minutos, durante el cual hizo un círculo completo de la Tierra y un aterrizaje a salvo en el río Volga. Gagarin recibió una recepción de héroe y fue llevado a través de las calles de Moscú con Kruschev a su lado. Su sonrisa hizo de Gagarin el héroe más popular de la historia soviética.
El desafío de los misiles
Los americanos veían detrás de la carrera de los misiles una apertura tecnológica. Un largo legado de pánico generado por el Sputnik fue el pase para el acto nacional de defensa de la educación en 1958, que derivó en un gran programa de gasto federal para expandir el sistema universitario. Cientos de millones de dólares fueron ofrecidos como préstamos a estudiantes de ciencias, ingeniería y matemáticas. Dos mil millones de dólares al año eran gastados para prevenir que la URSS ganara la guerra de los cerebros.
Eisenhower todavía se rehusaba a entrar en pánico. Los reportes de inteligencia le decían que la brecha de los misiles era un mito. Los aviones espías U2 fotografiaban la lenta producción de misiles soviéticos y Eisenhower sabía que su país tenía mucho más cabezas de guerra nucleares que la URSS. También sabía que no existía una brecha de bombas.
Los bombarderos soviéticos Bisón de largo alcance estaban todos alineados en una misma base aérea, con las pistas de las otras bases vacías. Pero todo esto era secreto y Eisenhower no quería revelar su nivel de inteligencia sobre la URSS, a pesar de que su Secretario de Estado, Dulles, lo presionaba para acelerar la carrera armamentista.
Eisenhower sabía que para 1960, los Estados Unidos tendría lista la nueva generación de Atlas y Titán (ICBM), junto con misiles balísticos de alcance intermedio (IRBM) como El Thor. Eisenhower se volcó sobre sus aliados europeos y exitosamente reconstruyó las relaciones con Inglaterra y Francia que habían sido dañadas por la aventura en Suez el año anterior. En la conferencia de Bermuda, Inglaterra accedió en principio a guardar los IRBM americanos en el Reino Unido, resguardados por personal británico, pero con el control americano de sus cabezas nucleares. Y en diciembre de 1957, durante la conferencia en París de la OTAN, Eisenhower obtuvo el permiso de sus aliados europeos -exceptuando Francia- para guardar sus IRBM en Europa.
Lentamente, durante 1958, la presión sobre Eisenhower lo forzó, contra su buen juicio, a incrementar el gasto en defensa. En un presupuesto revisado de 1959, aumentó el gasto militar a más de 40 mil millones.
Mucho del gasto adicional iría a la Fuerza Aérea, el resto, a aumentar la investigación y desarrollo de los misiles. La revista Time aplaudió lo que sería una respuesta a la crisis del Sputnik. Y en enero de 1958, Wernher von Braun y su equipo lanzaron un cohete modificado llamado Explorer en órbita.
La nación americana vio al Explorer con alegría y un profundo sentimiento de alivio. "Esto es extraordinario", Eisenhower estaba entusiasta cuando le contaron las noticias. "Ahora me siento mucho mejor". Dos meses después, Vanguard finalmente entró en órbita junto con un segundo cohete Explorer.
A través de 1959, el desarrollo de la próxima generación de misiles, los cohetes-submarino Polaris, el Thor y el Minuteman, subieron el gasto en defensa aún más. Eisenhower estaba furioso. El habló de la necesidad de evitar "histeria y demagogia" y crear algún control razonable sobre el gasto en defensa. Pero con una elección presidencial en camino, los demócratas jugaban con la complacencia presidencial de Eisenhower en la cara de los soviéticos. Eisenhower todavía era considerado como muy cauteloso. La revista Life de nuevo escribió sobre una apertura en los misiles que ponía a Estados Unidos en una posición de alto riesgo.
Otro periodista, citando fuentes del Pentágono, advirtió que líderes militares estaban hablando en privado acerca de "una superioridad nuclear indesafiable". Senadores demócratas predijeron que los soviéticos tenían 3 mil ICBM en 1962. Esto era exagerado e infundado. El silencio de Eisenhower contribuyó a la pérdida de confianza en su administración y a que se pavimentara el triunfo del joven demócrata John F. Kennedy.
Vuelos sobre el enemigo
Para mantenerse al día en la escala de blancos y cantidad de armas nucleares del enemigo, los Estados Unidos necesitaba información aún más detallada sobre la fuerza soviética, su habilidad para luchar y su manejo de las bombas. Con esta idea, el comando aéreo estratégico ( a cargo de Curtis Le May ) implementó en 1950 una serie de vuelos de reconocimiento no autorizados sobre la Unión Soviética con bombarderos B 29. Cada uno de estos vuelos era provocativo y pudo haber iniciado represalias soviéticas a toda escala. Cuando Truman se puso al tanto de esto las prohibió.
Pero los vuelos de reconocimiento norteamericano empezaron de nuevo, después de julio de 1956, con una aeronave de un solo asiento con capacidad de volar a gran altitud: el Lockheed U2. Llevaba consigo sofisticado equipo de cámaras y otros electrónicos para monitorear las transmisiones de radio y radar.
Volando a una altitud de 65 mil pies, lejos del alcance de los misiles Tierra – Aire antiaéreos de los soviéticos, los instrumentos de espionaje del U2 miraban hacia la URSS y fotografiaban todo lo que querían. Los detalles eran tales que uno podía leer la línea del diario sobre el hombro de alguien que estaba en la tierra. Los vuelos del U2 organizados bajo gran secreto, no estaban controlados por el Ejército estadounidense, sino por la CIA. Empezaron a recorrer la URSS despegando de las bases norteamericanas en Pakistán y Turquía, logrando construir detalladamente un bosquejo del número y fuerzas de los bombarderos y misiles soviéticos.
La información producida por el U2 sirvió de argumento para que las fuerzas armadas norteamericanas demandaran un incremento considerable del presupuesto militar con el objetivo de aparejar las fuerzas soviéticas. La primera evidencia que trajeron los U2 hizo ver que los soviéticos estaban llevando a cabo una producción de bombarderos de largo alcance.
El bombardero soviético TU-95 Bisón ( mostrado con fanfarrias en el show aéreo de Moscú en 1955 ) era un avión con la capacidad suficiente para tirar una bomba nuclear a lo largo de Estados Unidos. Una fotografía del U2 de las bases soviéticas mostró un gran número de estos bombarderos Bisón. En realidad, estos aviones constituían toda la flota soviética, pero el miedo comenzó a esparcirse y pareció que los Estados Unidos estaba siendo dejado atrás por la URSS.
Los soviéticos también estaban siendo vistos como los líderes en el desarrollo tecnológico de misiles. Desde 1929, Sergei Korolyov había estado trabajando en experimentos de cohetes a propulsión y en 1933 ayudó a fundar el Instituto para la Investigación de Cohetes en Moscú.
Desde principios de 1950, mientras las armas nucleares crecían en poderío, la carrera se desarrolló en la creación de un cohete que pudiera transportar una bomba a un blanco enemigo lo más rápidamente posible. En Baikonur, en el desierto de Kazakhstán, ingenieros soviéticos trabajaban en un proyecto secreto llamado "El mecanismo", con la intención de hacer un misil que pudiera llevar bombas de hidrógeno. En mayo de 1957, probaron el primer misil intercontinental balístico del mundo.
Misión abordada ( 1960 – El incidente del avión espía U-2 de los EE.UU. )
Uno de los mayores eventos durante la presidencia de Eisenhower fue la reunión de los cuatro poderes en París, en mayo de 1960. Nikita Kruschev ( Lider de la URSS ) consideraba los vuelos regulares de los U2 sobre territorio soviético como un símbolo de la inferioridad tecnológica de su país. Cada vuelo, le dijo a sus colegas del Kremlin, "es una cachetada en la cara". Instruyó a su Fuerza Aérea para interceptar los aviones de los espías, pero estos volaban demasiado alto.
El 1o de mayo de 1960, días antes de la reunión en París y de la parada militar del día de mayo en la URSS, un avión de la CIA de reconocimiento fotográfico del tipo U-2 al mando del piloto Gary Powers despega desde una base en la frontera de Pakistán cumpliendo una misión secreta cuyo plan de vuelo lo llevara a atravesar todo el territorio soviético con rumbo final hacia una base en Noruega.
Powers, siguiendo órdenes de la CIA, sobrevoló territorio soviético a gran altura (aunque como él decía "no a la suficiente") con el objetivo de tomar fotografías de silos de misiles intercontinentales y otras instalaciones estratégicas, como una planta de procesamiento de plutonio destinado a armamento nuclear.
Inmediatamente que el U2 entró en espacio aéreo soviético la nave es detectada por la defensa antiaérea, fue rastreado por el radar. Aviones MIG fueron lanzados, pero no pudieron volar lo suficientemente alto para alcanzarlo, pero sobre las montañas Urales, cerca de Sverdolsk, el U2 es abatido a gran altitud por un nuevo misil SAM-2, que dañó considerablemente el aparato. Powers se vio obligado a saltar en paracaídas sin activar la carga explosiva de a bordo que debería haber destruido los restos del avión y el equipo de registro de datos e imágenes. Mientras la aeronave caía a tierra fuera de control fue alcanzado por un segundo misil, aunque Powers ya estaba fuera del aparato.
Paralelamente, otro de los misiles procedentes de la misma batería antiaérea derribaba un MiG-19 que iba en persecución del U-2. Al parecer fue debido a que aquel día festivo no se habían cambiado aún los códigos que identificaban a los aviones amigos para distinguirlos de los enemigos. El piloto del MiG-19 murió en el acto.
Mejor suerte corrió Powers, que llegó a tierra sano y salvo. Al no utilizar el veneno que llevaban precisamente para evitar ser capturado con vida fue detenido y condenado por espionaje a diez años de prisión y a trabajos forzosos. Sin embargo no estuvo más de dos años en manos de los sovieticos. Gary Powers finalmente será liberado por la URSS y volverá a los EE.UU. en febrero de 1962 a cambio de la liberación simultánea del espía soviético Rudolph Abel. Pasarán más de 10 años hasta conocerse públicamente el controvertido papel que ha jugado la CIA en los hechos, este episodio no será el único. Gary Powers murió en 1977 en un accidente de helicóptero
Antes de partir a París, Kruschev anunció que la URSS había derribado a un U2 en su territorio. El incidente, entre otras muchas consecuencias, puso en evidencia a la administración americana, En un principio, Estados Unidos negó que su avión estuviera en una misión espía. La historia que se creó decía que era un avión meteorológico de gran altitud que simplemente se perdió. (argumentando la pérdida de un avión de investigación meteorológica de la NASA cuando volaba al norte de Turquía).
Después, Kruschev mostró al piloto Gary Powers con evidencias irrefutables de su misión de espionaje. Atrapado, Eisenhower aceptó la responsabilidad. Admitió que el avión estaba operando bajo sus instrucciones, pero no pudo disculparse o garantizar que no habría más vuelos de espionaje. Sin la disculpa de Eisenhower, Kruschev se negó a participar en la reunión que colapsó antes de empezar. Las relaciones soviéticas norteamericanas, que habían mejorado durante los años previos, se rompieron de nuevo. ………….
Restos del U-2 recuperados por los soviéticos. Encima de éstos está el modelo de cohete y radar que lo derribó. Fotografía cortesía de Miguel Burgaleta.
Autor:
Eduardo Pérez
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