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La integración del mercado laboral en el Valle del Cauca (página 2)

Enviado por jportoca


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Dentro de esta perspectiva, las distorsiones en el mercado laboral, pueden estar ocasionados por varios factores, como, 1. Los costos de transporte, los que pueden tener una mínima importancia en la decisión de migrar, si en el momento de tomar la decisión existen posibilidades fijas y ciertas de encontrar un nuevo empleo en la región a donde migra el trabajador; 2. Los costos de espera (riesgo de migrar) que tendrá que afrontar el trabajador, mientras encuentra un nuevo empleo en la región a la que migra; 3. Los costos de información, respecto de la dinámica con que se desenvuelve el mercado laboral, y en general, los vinculados a su desenvolvimiento general de existencia en la región a donde migra. Estos últimos costos, con frecuencia, pueden representar para el trabajador, una mayor proporción específica en la decisión de movilizarse de una región a otra, y producir en consecuencia, los mayores desequilibrios en los mercados laborales, y por tanto, obstaculizar, la articulación e integración de los mismos.

Los anteriores factores determinan que el trabajo, no sea perfectamente móvil entre regiones, tal como lo estipula la teoría neoclásica del mercado del trabajo, lo cual genera diferenciales temporales o permanentes en los salarios de los trabajadores. Estos desequilibrios persistirán, aún, si estas distorsiones se corrigieran poco a poco en el tiempo, para propiciar una respuesta rápida de los trabajadores a los cambios en los mercados laborales locales, debido a la existencia de atributos locales ( llamados en la literatura científica, "amenities" ), únicos y exclusivos de las regiones, tales como, la ubicación geográfica, el clima, los nexos familiares, afectivos y sociales del trabajador, su nivel de identidad y compromiso con el territorio, a los que el trabajador asigna un valor, que si bien no es expresable en unidades monetarias, si espera compensar con la remuneración que recibirá en su nuevo empleo, en la región donde estaría dispuesto eventualmente a migrar.

Otra fuente de divergencia de las remuneraciones salariales regionales, es el ajuste que experimentan las economías regionales ante cambios suscitados en el ámbito macroeconómico – cambios en el precio de los bienessalario – , los cuales pueden retardar los ajustes en el tiempo que puedan realizar las familias y hogares, aunque estos presenten una alta movilidad espacial, lo que puede conducir a distorsiones y divergencias temporales a nivel de los salarios, especialmente. Blanchard y Katz (1992) demostraron algo muy similar, en un estudio realizado para las regiones Estadounidenses, estimando que el período de ajuste temporal de los hogares, ante los choques macroeconómicos, fue de seis años. Basados en este resultado, se puede afirmar, que los ajuste son de largo plazo.

Finalmente es relevante considerar que la única fuente de movilidad de la fuerza de trabajo, no es el salario (lo que esperamos haya quedado medianamente aclarado con las consideraciones hechas arriba), y por lo tanto, tampoco la única fuente de integración de los mercados laborales.

Bloom y Noor (1995), consideran que la integración de un mercado particular no se da únicamente a través de las transacciones que envuelven directamente el factor o producto correspondiente, sino, a través de otros productos o factores, como por ejemplo la movilidad del capital y del comercio, que pueden ser considerados como factores que conducen a la integración de los mercados laborales.

LA INTEGRACION DE LOS MERCADOS LABORALES EN EL VALLE DEL CAUCA

En Colombia son pocos los trabajos que han abordado el análisis de la integración laboral y la movilidad de la fuerza de trabajo, y que sopesen, en la causación de estos fenómenos, una variable distinta al salario devengado por los trabajadores. En particular, los estudios existentes hacen énfasis en el análisis cuantitativo de la integración de los mercados laborales, dando prelación a dicha variable. Igualmente son escasos los estudios que apunten al conocimiento del funcionamiento de los mercados laborales en el campo regional, sobre todo, en lo relacionado con su integración o segmentación. Sin excepción todos estos trabajos se han realizado basados en información de carácter secundario.

ESTADO DEL ARTE.

A nivel internacional los estudios de alguna relación con el tema del presente ensayo, fueron iniciados en la década de los años ochenta. En Colombia, han sido adelantados desde los noventa.

Las hipótesis que comúnmente formulan, enfatizan en el funcionamiento de mercados laborales particulares. En esta dirección, Monke y Petzel (1984), establecen que los mercados integrados son "mercados en los cuales los precios de productos diferenciados, no se desarrollan independientemente". En el caso de mercados regionales, los productos idénticos, se conciben como diferenciados, por su localización.

En el caso específico del mercado laboral y su integración espacial, existe cuando trabajadores con iguales características cualitativas, y por ende de productividad, que se diferencien particular y únicamente, por su ubicación geográfica, reciban remuneraciones que no se desarrollan independientemente a lo largo del tiempo.

De esta forma la integración espacial de los mercados laborales, no determina de manera necesaria la igualación de los salarios entre regiones – tal como podría presuponerse en la teoría neoclásica del mercado laboral -, puesto que trabajadores con productividades iguales, pueden tener remuneraciones factoriales distintas, debido a factores diversos, como los económicos, geográficos, costos de transacción.

Taubman y Wachter, ( 1986 ), establecen que la segmentación en el mercado laboral, ha sido atribuida a factores como inadecuada distribución del ingreso, el desempleo y la discriminación, acotando que dicha segmentación espacial del mercado laboral, puede tener efectos sobre el volumen de producción y la movilidad de factores entre regiones.

De otra parte, los estudios de Ravallion (1986), Timmer ( 1987 ), Ardeni ( 1989 ), Faminow y Benson (1994 ), sobre integración espacial de los mercados, se han ocupado especialmente de los mercados de productos( entre otros), como, arroz, trigo, maíz, carne flores, gasolina.

En torno a la integración espacial de los mercados laborales, los estudios elaborados son los de Bloom y Noor (1995), y el de Eberts y Shweitzer (1994). El primero indaga sobre las características de la integración del mercado laboral de los países del este y sudeste asiático, en la década de los ochenta. Esta investigación estima el volumen de movilidad de capitales y el comercio, estableciendo la importancia de cada uno de estos factores en la integración, dejando de lado la incidencia de los salarios. Los segundos llevaron a cabo un estudio en los estados Norteamericanos sobre la integración de los salarios, introduciendo diferencias en el costo de vida entre regiones y las condiciones climáticas y geográficas, encontrando que las diferencias entre los salarios a nivel interregional, se presentan en mayor grado por la valoración que los trabajadores hacen de los atributos de cada región, más que a las características de la fuerza de trabajo en cada una de estas regiones.

En cuanto al caso colombiano, son muchas las investigaciones que se han realizado sobre la integración de los mercados laborales y la movilidad de la fuerza laboral a partir de los salarios, el desempleo y la escolaridad y/o calificación de la fuerza laboral ocupada, pero son pocas o nulas las investigaciones alrededor de la integración laboral de dichos mercados, particularmente en lo relacionado con la movilidad de la fuerza laboral, en cuanto a lo que tiene que ver con variables de igual importancia como los costos de transacción ( transporte, subsidios, impuestos, etc…), los "aminities" (costos de vida, características climáticas, geográficas, la dotación social, etc…) y la movilidad del capital.

Londoño ( 1995 ), analiza el comportamiento del salario rural y urbano en Colombia desde 1945, detectando una alta movilidad de la fuerza laboral y una alta integración de largo plazo en los mercados laborales rural-urbano, sin presentar pruebas estadísticas que reafirmen ese fenómeno detectado.

Reyes y Martínez (1994), establecen que en el sector agrícola los "mercados de trabajo tienden a funcionar como mercados de trabajo locales, debido a los costos de transporte", lo cual, deja entrever la existencia de segmentación regional del mercado de trabajo rural, sin que se presente evidencia empírica para reafirmar ese hecho identificado.

Posada y González (1997) plantean que las evoluciones del salario real y del costo de uso del capital, conjuntamente con la evolución del producto global, han incidido en los comportamientos del empleo y desempleo en Colombia, en tanto que estas últimas variables también han influido sobre el propio salario real. Puesto que el salario real y el nivel de empleo no se ajustan instantáneamente a sus equilibrios, se puede decir que cambios relativamente intensos de las variables exógenas tienden a ocasionar, con rezagos y durante algunos trimestres, desempleo o sobrempleo transitorios. Por ultimo, los dos autores en mención afirman que las tendencias ascendentes del empleo y el salario real en el largo plazo se pueden explicar, por los factores que han impuesto un crecimiento permanente al producto global superior al crecimiento de la población en edad de trabajar (PET).

A diferencia de los anteriores autores, Nupia, Jaramillo y Urrutia (1997), analizan los salarios desde la brecha entre lo urbano-rural en Colombia, afirmando que a partir de 1971 se inicio un ciclo, en el que el jornal rural se incrementa hasta alcanzar un valor correspondiente a 125% del salario urbano en 1978, año en que empieza a descender hasta llegar a 85% en 1984. La relación se deteriora en los 90, posiblemente como resultado de la caída de salarios rurales por la crisis agropecuaria y por el fuerte ascenso de los salarios urbanos, jalonados por el auge de la construcción. Sin embargo, la relación se recupera nuevamente después de 1995. En los 90, el jornal rural fluctuó alrededor de un promedio de 90% del salario urbano.

Concluyen que los determinantes de los salarios agrícolas muestran que los jornales rurales en Colombia han fluctuado desde 1980 en función de la rentabilidad agrícola, la tasa de cambio real y los niveles de violencia. De otra parte, las condiciones del mercado laboral urbano parecen tener un bajo nivel de asociación con la remuneración rural, lo cual representa evidencia de la segmentación laboral entre estos mercados.

Ahora bien, quien aborda de forma mas especifica y en términos urbanos-rurales la integración espacial de los mercados laborales es Nupia (1997), quien encontró que para las cuatro áreas metropolitanas y para los mercados rurales en el periodo 1976-1995, el mercado de Barranquilla esta segmentado con respecto a las otras 3 ciudades (Bogota, Cali y Medellín); en cuanto a la integración rural-rural, las pruebas sugieren que los mercados laborales no parecen exhibir una tendencia común única, consistente con la presencia de una segmentación importante en los mercados rurales de trabajo, también señalan una fuerte tendencia a la convergencia entre salarios rurales. Esto podría interpretarse como evidencia a favor de que el mercado laboral colombiano se haya venido integrando paulatinamente, aunque los salarios aún no demuestren haber alcanzado un equilibrio estable de largo plazo. Otra interpretación a estos resultados puede ser que los diferenciales entre salarios han ido disminuyendo pero la transmisión de señales en los precios es pobre.

Igualmente en los mismos estudios se resalta, la existencia de un mercado rural dual entre sectores, esto debido a los amplios diferenciales saláriales a favor del sector de servicios. En este aspecto, es importante tener en cuenta que la agricultura ha ido disminuyendo su participación en la contratación de mano de obra rural, frente a un aumento de los sectores que precisamente ofrecen mejores salarios, lo cual implica una reestructuración en las zonas rurales en términos de generación de empleo hacia actividades que ofrecen mejores niveles de ingreso. Por esta razón, cualquier política dirigida a mejorar los niveles de pobreza y distribución de ingreso en el campo debe ser consiente de esta recomposición sectorial.

Como se puede apreciar, los autores arriba mencionados, analizan la integración de los mercados y la movilidad de la fuerza laboral a partir de los salarios desde la perspectiva de lo urbano y lo rural sin tener en cuenta las externalidades sociales propias y conflictivas que afectan a Colombia.

No obstante, autores como Galvis (2001), además de tener en cuenta a los salarios, adiciona una variable importante a la integración de los mercados como es la calificación de la mano de obra. En efecto en su estudio sobre Integración regional de los mercados, analiza la integración del mercado laboral urbano considerando la calificación de la mano de obra y propone una revisión de la noción de integración del mercado laboral en términos de la cointegración y la convergencia estocástica de los salarios.

Concluye que el mercado laboral urbano en Colombia está integrado, esto se analiza por el grado de calificación de la mano de obra para que sea mas homogénea; definiendo la integración como la convergencia de los salarios entre las diferentes áreas geográficas, encontrándose un nivel de integración más alto en los niveles educativos primaria y secundaria, por el contrario en el nivel superior encontró una menor integración, de ahí que la integración del mercado laboral no se da en términos globales sino que se presenta lo que se podría llamar una integración segmentada.

Galvis es conciente que si se tuvieran en cuenta los costos de transporte, los diferenciales en el costo de vida entre regiones y los amenities asociados a cada ciudad, los resultados serían aún más contundentes en mostrar que hay integración en el mercado laboral en Colombia.

Si bien es cierto que los autores anteriormente analizados tratan de manera individual los salarios y la calificación laboral como integradores de los mercados laborales y su movilidad, tan bien es cierto que otros estudios demuestran que de manera conjunta los salarios y la calificación de la fuerza laboral son integradores del mercado laboral tal como se aprecia en Nupia, Jaramillo y Romero (2001), en donde el tema principal fue la integración espacial de los mercados laborales de las cuatro principales áreas metropolitanas y para los mercados rurales desde 1945 a 1998.

Algunas falencias que se encontraron en el estudio anterior, se reflejan en que no se consideraron cambios estructurales y el resultado fue que debido a la infraestructura y las telecomunicaciones, hay una falta de conectividad de las diferentes regiones, esto conlleva a unas diferencias cualitativas por la imposibilidad de integración vía movilidad de la mano de obra y un mayor volumen de transacciones de bienes interregionales.

Los anteriores estudios y/o investigaciones, no obstante tocar de manera tangencial otras variables diferentes a los salarios y la calificación de la fuerza laboral, en ningún momento las consideran como variables que de manera significativa integren los mercados laborales y la movilidad, ni mucho menos especifican en términos regionales y/o departamentales dicha integración. Es por lo anterior que el objetivo principal de este ensayo pretende realizar una aproximación teórica a la manera como en el departamento del Valle del Cauca efectivamente se ha presentado una reconfiguración espacial de la fuerza laboral.

Para el logro del objetivo anterior se deben tener en cuenta algunas consideraciones teóricas donde se hagan indagaciones basados en un modelo que incluye los siguientes puntos: Los mercados laborales integrados y los salarios no se desarrollan independientemente a través del tiempo, aunque la fuerza de trabajo se caracterice por la calificación y la productividad, en donde su única diferenciación espacial es su localización.

La integración espacial no implica una igualación de salarios entre regiones, ya que los choques exógenos sobre la demanda de trabajo afectan en igual dirección y no necesariamente en igual magnitud los salarios de todas las regiones. Para estudiar la movilidad laboral se debe tener en cuenta: Las migraciones, la movilidad del capital y la fuerza laboral, la movilidad y el volumen del comercio, los costos de transacción (Transporte, impuestos, subsidios, etc.), costos de vida, características climáticas, geográficas, la dotación social y costos de desplazamiento, todas entre regiones.

Las distorsiones en el mercado laboral estarán relacionadas con la existencia de costos de movilización; la existencia de éstos es la que determinan que la fuerza de trabajo no sea perfectamente móvil, causando diferencias en los salarios. Se afirma que la movilización del mercado laboral, se asemeja al flujo del comercio del mercado de bienes, sin embargo los flujos de movilización en el mercado laboral no responden inmediatamente a las condiciones del mercado, de esta forma puede esperarse que las variaciones de los salarios en una región o subregión responden a los movimientos de los salarios en otras regiones o subregiones con rezagos.

La integración espacial de la fuerza laboral, está dada alrededor de centros con cierta intensidad económica, entre los cuales existe un volumen significativo de comercio; sin embargo, la integración espacial se dificulta por las diferencias tecnológicas entre las regiones y el desestímulo de los empresarios a invertir en ciertas regiones.

En ese orden de ideas, los diferenciales saláriales deben ser iguales al salario de la región donde hay un exceso de demanda laboral, menos el salario de la región donde hay un exceso de oferta laboral. Por tanto, un exceso de demanda no absorberá en su totalidad los excesos de oferta producidos en otra región, lo cual implica desempleo.

Adicional a esto, si hubiera libre movilidad de fuerza de trabajo entre regiones, habría una tendencia a la igualación de salarios desapareciendo los incentivos para dicha movilidad. Si los mercados son eficientes, permiten que los costos de información disminuyan a través del tiempo, lo cual hará que desaparezcan temporalmente las diferencias saláriales interregionales.

En el Valle del Cauca es de esperarse que los salarios rurales y urbanos tengan diferencias significativas, ya que, en la década de los 90´s se presentó una fuerte crisis agropecuaria que ocasionó una reducción de los salarios rurales y un boom en el sector de la construcción que jalono los salarios urbanos al alza. De ahí que los mercados laborales del Valle del Cauca no deberían presentar una fuerte tendencia a la convergencia entre salarios rurales, debido a que los mercados de esta región se han venido integrando paulatinamente, pero, los salarios aun no han demostrado un equilibrio estable de largo plazo, o bien sea, que los diferenciales entre salarios han ido disminuyendo pero la transmisión de señales en los precios es pobre.

Por otro lado, la evidencia sugiere que los mercados rurales se han desarrollado independientemente de los urbanos durante las ultimas décadas, dificultando así mismo que se logre el equilibrio de los salarios a largo plazo, por ello se presentan desplazamientos de la mano de obra rural hacia los sectores urbanos del Valle del Cauca, los cuales ofrecen mejores salarios, esto implica una reestructuración en las zonas rurales en términos de generación de empleo hacia actividades que ofrecen mejores niveles de ingreso. Con base en lo anterior podría esperarse que se encuentren al interior del departamento personas que ocupando el mismo cargo ganen diferente salario, siendo mas alto el que se encuentre en los centros donde haya mayor actividad económica.

Igualmente, por el lado de la calificación de la mano de obra, suponemos que en el Valle del Cauca se presenta un diferencial bastante pronunciado entre los salarios de la mano de obra sin calificación y la que tiene un nivel educativo medio o superior, de acuerdo al supuesto que a mayor nivel educativo, mayor correlación en los salarios y a mayor correlación en los salarios, mayor integración del mercado laboral, esto es atribuible a que la mayor movilidad de mano de obra con nivel educativo alto, incentiva el aumento en los salarios. Por el contrario los salarios de las poblaciones con bajo o ningún nivel educativo no presentan correlación, esto debido a que los salarios se relacionan más con actividades de baja transabilidad.

Si los mercados laborales con un nivel educativo alto, medio o bajo estuvieran integrados, sería más fácil reducir los diferenciales entre los salarios. Esta falta de integración de los mercados laborales podría disminuirse al facilitar una mayor movilidad de estos. Dichos diferenciales se pueden compensar con la valoración que se hace de los amenities asociados a una determinada área geográfica o a que estos diferenciales no compensan los costos de migrar. Sin embargo, cuando estos diferenciales son muy grandes, incentivan a la movilidad de la mano de obra hacia las zonas donde la ganancia esperada es mejor.

Por lo tanto es de esperarse que un trabajador que tenga un nivel educativo universitario, le corresponda un salario mucho mayor en la Ciudad de Cali, de lo que lo puede tener en la ciudad de Palmira, esto conlleva a que las personas con niveles educativos superiores que vivan en ciudades intermedias tiendan a movilizarse a la ciudad de Cali donde esperan obtener un mayor salario, de otro lado, dicha movilidad también depende del costo de vida de la región a la que se piense movilizar, de los costos de transporte, entre otros, para analizar si el salario ofrecido compensa dichos costos de movilización. De acuerdo a esto, se supone que al interior del Valle del Cauca en los mercados laborales integrados, los salarios de las regiones tienden a un diferencial de equilibrio de largo plazo que depende básicamente de los costos fijos de movilización.

Acorde con los anteriores planteamientos teóricos y teniendo en cuenta lo estipulado en la primera parte de este ensayo se plantea la hipótesis de trabajo en el sentido que la integración de los mercados laborales y la movilidad de la fuerza de trabajo en el Valle del Cauca, están explicadas no sólo por la variación de los salarios a nivel de las subregiones en que se divide el Departamento, sino también, por los costos de transacción, las amenities, y la movilidad del factor capital.

Dentro de los costos de transacción se puede mencionar la información, que es un factor que se considera muy importante para que haya integración en el mercado laboral. Entre mejor sea la comunicación, se crean mayores incentivos para la movilización de la oferta laboral al interior del departamento del Valle del Cauca, puesto que la oferta laboral podrá tener un mejor conocimiento de la variedad de opciones que el mercado ofrece en los diferentes lugares de la región, logrando desplazamiento con un grado más alto de confianza. Adicionalmente esto le permite a la persona escoger con más fácilmente la alternativa que mejor se ajuste a sus necesidades y a su perfil, así como también las empresas podrán tener mayores opciones, para escoger el empleado idóneo.

En cuanto los costos de transporte se afirma que entre más altos sean, las personas se verán mas motivados a movilizarse, es decir a cambiar el lugar de residencia. Como es el caso de quienes viven en los diferentes municipios o pueblos del departamento y a diario se ven obligados a viajar al sitio de trabajo, el cual se encuentra ubicado por ejemplo en la ciudad de Cali. En la mayoría de las ocasiones estas personas deciden irse a vivir cerca del lugar de trabajo con tal de disminuir los costos de Transporte y alimentación en que incurren.

Por otra parte en el caso de que la decisión sea cambiar de lugar de residencia, motivados por la localización del empleo que se encuentre, se entra a evaluar el costo del transporte para el trasteo, pues podría presentarse como una limitante para el desplazamiento en el caso que fuese muy alto.

Los impuestos evidentemente son otro costo de transacción que también influye en la movilización, puesto que en aquellos lugares donde hay exención de impuestos se acumulan mayor cantidad de fuentes de trabajo y por lo tanto esto motiva el desplazamiento de la oferta laboral.

En la capital del departamento del Valle, existen diferentes clases de subsidios en cuestión de empleo, por ejemplo hay trabajos que subsidian el estudio, por tal razón la gente que se encuentra ubicada en lugares donde no existe la oportunidad de acceder a empleos que ofrezcan estos beneficios, deciden desplazarse a la capital con la esperanza de contar con la suerte de ganarse un buen subsidio que mejore sus condiciones de vida.

"Amenities" tales como el clima de la región, el grado de contaminación, las diferencias culturales, la alimentación, la calidad en los servicios públicos, el fácil acceso a la educación, la tecnología existente en cada región, las facilidades de recreación, el costo de vida y las diferencias en los niveles de los índices de inseguridad entre regiones, son algunas de las variables de las que depende la integración de los mercados laborales, los cuales afectan directamente en la decisión que cada individuo que cada individuo pueda tomar para movilizarse dentro de la región a medida que se presentan ofertas laborales.

Es de esperarse que una persona que tenga algún tipo de inconveniente con los cambios climáticos de región a región o sea mas sensible a la contaminación, decida mantenerse en su localidad actual en vez de aceptar un trabajo en otro lugar, debido a que su costo de oportunidad es mas alto que la remuneración que le están ofreciendo.

Aunque parezca irrelevante, algunas costumbres regionales, las facilidades de recreación, el fácil acceso a la educación, la calidad en los servicios públicos, son factores determinantes a la hora de evaluar la posibilidad de movilización de una región a otra, debido a que todos conjuntamente son los que determinan la calidad de vida de la persona y su familia, podría decirse que es igual a mas importante que el salario que pueda recibir, ya que por mas alto que sea este, si la región no ofrece calidad en dichos falencias, subutilizando su poder adquisitivo.

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Autor:

Luis Humberto Cardona Artunduaga

Docente Universidad de San Buenaventura-Cali.

Juan Portocarrero Cuero

Docente Universidad de San Buenaventura.

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