La derrota del peronismo en Guaymallen, Mendoza y el teorema de Abdo (2015)

Íbamos viajando en mi auto con mi compañero de estudios, Elías, por el conocido Acceso Este de Mendoza en dirección oeste este, hacia Rodeo del Medio. A la altura del conocido Shopping ubicado al lado del Acceso, nos encontramos con 2 grupos de tres jóvenes que rondaban los 20 años, vestidos de pantalón negro, camisa blanca, zapatos negros y corbata negra, que nos hacían un ademan que no pude interpretar: con su mano derecha nos hacían señas que más o menos pude deducir como "vení" ó "baja la velocidad". Mi imposibilidad de descifrar las señales fue por el comportamiento de los jóvenes y de su vestimenta: estaban en fila india en la banquina batiendo sus brazos muy lentamente como la hacen las reinas de la Vendimia en pleno carrusel ó vía blanca.

Hecha un ocho mi cara por la incomprensible escena, le pregunté a mi copiloto: "quien son estos". Rápido para el retruque, Elías me dijo: "son testigos de Jehová, no te das cuenta". Me quede atónito ante la respuesta -todo es posible en la viña del señor- y otorgue una posible certeza a la afirmación de mi interlocutor por la vestimenta que llevaban los poco expresivos jóvenes. Metros más adelante, Elías confesó y disperso mis dudas: "son de la municipalidad". Resulta que los jóvenes que estaban en la banquina del Acceso Este habían sido "contratados" por el Municipio de Guaymallén para pedirles a los automovilistas que bajaran la velocidad, ya que se estaban llevando a cabo obras en las calles colectoras del Acceso Este. Mi confusión en realidad se produjo porque estos jóvenes no portaban nada que los identificara como trabajadores del Municipio: no contaban con vehículos motorizados, ni balizas, conos, y no tenían ningún elemento de seguridad, como chalecos retroreflectores. No contaban con ningún elemento que me diera el más mínimo indicio de que eran "contratados preventores" por el municipio para ejercer tareas viales. Los pobres chicos, que se asaban a fuego lento en la tarde mendocina, no eran preventores, no portaban radios para dar aviso a la policía sobre algún infractor o pedir ayuda ante un eventual choque automovilístico sobre el Acceso. Su tarea se reducía simplemente a ser verdaderas señales de tránsito con movimiento a tracción a sangre.

Pero por qué la administración vial del Intendente Lobos se le ocurrió estas tan novedosas "señales de tránsito". Esto se debe a que las elecciones PASO están a la vuelta de la esquina y el Intendente Lobos, que busca su reelección, hecho toda la carne al asador. Además de contratar a "las jóvenes señales de tránsito", la administración Lobos se lanzó a realizar desaforadamente obras en todo el municipio, que se esperan, Dios mediante, estén terminadas antes de las PASO. Es que se quiere impactar a los vecinos de Guaymallén con innumerables obras viales, por cierto pequeñas y de bajo costo, como bacheo, repavimentación de cortos trechos de calle y construcción de acequias. Si bien las obras son bien resididas por los vecinos que carecían de acequias y quedaban prisioneros en sus domicilios cuando las lluvias convertían a sus calles en verdaderos arroyos, lo cierto es que estas obras menores tienen una finalidad electoral.

Son obras pequeñas, todas destinadas al ámbito vial. Se trata de bacheo, repavimentación de pequeños trechos de calles y construcción de acequias y cordones, obviamente en las arterias más transitadas del municipio. A pesar de que la política proselitista de Lobos está decididamente enfocada en el ámbito vial, no se han instalado semáforos nuevos en las intersecciones que reclaman los vecinos, no se han continuado grandes obras viales provinciales como ser la construcción del tercer carril de circulación en el Acceso Sur, no se han establecido luminaria pública ni cloacas en barrio carenciados (la mayoría de ellos instalados al noreste del municipio), no se han reemplazado los viejos transformadores de electricidad en las localidades de mayor consumo eléctrico, que producen constantes cortes del suministro eléctrico generando rotura de electrodomésticos y aparatos electrónicos y no se han erradicado asentamientos precarios como la Villa Castro y el asentamiento en los predios del ferrocarril detrás del impactante Le Parc.

La estrategia político proselitista de Lobos, más vieja que Matusalén, no es para nada original, ya que ha sido replicada hasta el hartazgo por todos los intendentes a lo largo y ancho del país. Tal estrategia tiene por única finalidad dar dos mensajes al vecino: uno directo y uno indirecto. El mensaje directo consiste en que estas pequeñas obras de bajo costo desparramadas por todo el mapa municipal, den el siguiente mensaje a los vecinos: "miren, acá estamos y los tenemos presente, (aunque no sea siempre)". El segundo mensaje es indirecto y está dirigido hacia los no vecinos, los que se benefician de la obra pero que no viven en el distrito departamental. Me refiero a los peatones, ciclistas, personas que utilizan el transporte público y los automovilistas que pasan asidua o circunstancialmente por los lugares en donde se han hecho las nuevas obras viales. Estos actúan como "voceros pasivos" de las obras proselitistas de Lobos a través del diálogo directo con los vecinos. Por ejemplo, le dicen al vecino: "Ayer pase por la calle Pedro Vargas de Dorrego y la han dejado pipi cucu. La verdad tu intendente hace". La multidireccionalidad del mensaje tiene por finalidad confundir al vecino y diluir sus críticas con respecto a la gestión municipal. Si bien la administración lo ha abandonado durante sus dos años de gestión, por los dichos de los amigos no vecinos, que obviamente no tienen por qué mentirle, el vecino llega a la conclusión solidaria siguiente: "bueno, nosotros no hemos visto progreso alguno, pero los demás se han beneficiado de las obras". Se dejan en un segundo lugar las críticas que pueden ser validas y se valoran las obras, aunque se hagan en los lugares más opulentos y transitados del municipio, en el que obviamente no viven la mayoría de los vecinos no beneficiados. Así se construye un falso consenso, de adentro y de afuera del municipio, sobre la gestión Lobos como positiva y no tardan en echar vuelos las encuestas de opinión que favorecen al Intendente. Todo ha resultado ser una artimaña, por cierto bien orquestada, que nadie pudo ver venir, ni siquiera el vecino que aún espera que le pavimenten la calle.

Teorema de Abdo

Al acercarse las elecciones, ya sean de medio término o generales, siempre observamos un comportamiento compartido por todos los encargados del poder ejecutivo de municipios, gobernaciones ó gobierno nacional: un incremento de la actividad política, entendida como el aumento de la construcción de obras públicas, de la gestión y resolución de reclamos, el tratamiento y sanción de leyes y de la propaganda política. Podría decirse que el incremento de la actividad política (AP), es inversamente proporcional al tiempo de mandato disponible del poder ejecutivo (TMPE). Es decir, a mayor tiempo de mandato disponible, menor la actividad política; a menor tiempo de mandato disponible, mayor la actividad política.

Figura 1.

La Función del Teorema de Abdo (FTA), puede ser representada como una curva creciente de las variables X (Tiempo de Mandato Disponible del Poder Ejecutivo ó TMDPE) y de Y (Actividad Política ó AP)

El comportamiento de los políticos ha sido, que, al acercarse las elecciones de medio término o generales, temiendo perder el poder, han aumentado la actividad política con un solo objetivo: mantenerse en el poder. Como lo muestra la figura 2, el incremento de la (AP) siempre ha sido menor en las elecciones de medio término, que en las generales, ya que en estas últimas están en juego el mantenimiento del gobierno, con todo su aparato estatal (ministros, viceministros, candidatos a jueces, secretarios, subsecretarios, embajadores, agregados culturales y militares, ministros plenipotenciarios, agentes consulares, comandantes de las tres fuerzas, oficiales superiores de la policía federal, agentes de inteligencia, directores, subdirectores, interventores, inspectores, curadores, consultores, asesores, secretarios privados y demás empleados).

Figura 2.

El punto A, representa a las elecciones de medio término; y el Punto B las elecciones generales. Como se puede ver, el incremento de la actividad política (AP) es mayor durante las elecciones generales (cada 4 años) que durante las elecciones de medio término (cada 2 años).

Este tipo de comportamiento de incremento de la actividad política (AP) solamente durante períodos determinados es, naturalmente, contraproducente con respecto a la administración central.

La mayoría del tiempo de mandato disponible del poder ejecutivo (TMPE), la actividad política se ha mantenido baja o casi nula, dando a los vecinos la sensación de abandono por parte de las autoridades. Durante todo el período no electoral, que teóricamente es de dos años, y que en ciertos lugares o barrios puede ser aún mayor, el vecino ha tenido que sufrir en carne propia la desidia del poder central. Se ha tenido que bancar que por la falta de cunetas, su calle se convirtiera en un verdadero arroyo que lo deja aislado en su propio barrio. Por otra parte los vecinos que carecen de iluminación pública, han tenido de soportar la acción delictiva de los cacos que actúan al amparo de la noche. Los vecinos, que han sufrido rotura de electrodomésticos y de equipos electrónicos por los constantes cortes del suministro debido a que la gran demanda de electricidad que no puede palear los vetustos generadores que aún funcionan en las localidades de mayor consumo eléctrico del distrito, recuerdan con cariño al intendente por su desidia: los estudiantes por la rotura de sus computadoras, las amas de casa por la rotura de su televisor, el jefe de hogar por la rotura de su aire acondicionado y los comerciantes, por la rotura de heladeras, balanzas y alarmas, daños que por supuesto el municipio no se hace cargo. Y por ultimo encontramos a los vecinos que ven constantemente en las intersecciones de sus calles choques y siniestros automovilísticos, debido a la falta de un semáforo en el lugar, sin contar el daño psicológico que estos pueden generar en ellos, si en estos siniestros hay víctimas fatales.

Después de todo esto, ¿Como creen ustedes que los vecinos recibirán las obras viales proselitistas del Intendente Lobos? No le agradecerán al Intendente por sus "dadivas", sino que dirán "ya era hora" y no faltara algún insulto para el obrero del municipio que trabaja en el lugar que la liga de arriba.

"Más vale tarde que nunca" no es aplicable en el campo de la política, porque acá hay personas que sufren y que tienen necesidades. Acaso luego de sufrir la rotura de su heladera, ser asaltado reiteradamente por delincuentes al amparado de la noche en la puerta de su casa y sufrir en carne propia el llanto desgarrador de una vecina que llora la muerte de su hijo en una intercesión de una calle sin semáforos, cree usted que los vecinos se venderán tan fácilmente por una obritas viales. No, y será durante los comicios en donde le dejaran bien en claro al Intendente que todo el sufrimiento que se han aguantado por su desidia no se arregla con una obra pre electoral. No, los vecinos tienen memoria y no se venden.

Y es en los comicios en donde los asesores, secretarios y hasta el mismo Intendente no termina de entender los resultados. "Si les hicimos las obras, ¿por qué no nos votan?", seguramente se preguntaran estos. Ese será el día de rechinar dientes de los burócratas municipales.

Qué hacer

Para que todo esto no suceda, evitar el sufrimiento de los vecinos y mantener el poder, es necesario que la actividad política (AP) se mantenga elevada desde el primer día de la gestión hasta el último, como lo muestra la figura 3. En otras palabras, se tiene que trabajar todos los días. Todos los días se debe hacer algo. En la política no hay descanso ni períodos inactivos. Un minuto perdido es una víctima que no se ha ayudado a tiempo.

La gestión pública es intrínsecamente una actividad de servicio. Los intendentes, los ministros, los secretarios, son servidores públicos y se deben a la comunidad que les confió la administración del distrito. Deben entregarse el todo por el todo para resolver las necesidades de los vecinos, eficaz y eficientemente, hasta el último aliento si es necesario. Podemos decir que la gestión pública es una actividad que se rige por la ética. El servidor público es el que no tolera que las necesidades de los vecinos sigan allí sin resolverse. El servidor público es el que no aguanta las injusticias y hace todo lo necesario y más para acabar con ellas. Aquel que hace obritas entregándolas en tiempos preelectorales, no es una persona ética y por ende no califica como servidor público. Es simplemente un calculador oportunista y mediocre. Aquel que se entrega a la resolución de las necesidades de los vecinos a través del trabajo incansable prevalecerá. Los especuladores sucumbirán ante el rechazo público. Todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. Por sus frutos los conoceréis.

Figura 3.

Hay que mantener la actividad política (AP) lo más elevada posible a lo largo de todo el Tiempo de Mandato Disponible del Poder Ejecutivo (TMDPE), cuyo período es en nuestro país es de alrededor de 4 años.

Derrota del FPV en Guaymallén: análisis de las PASO y elecciones generales en el departamento

Corroboración del Teorema de Abdo. Por Gerardo Abdo[2]

Análisis de las elecciones PASO.

En las ultimas PASO celebradas el día domingo 19 de abril del corriente, en Guaymallén, votaron al FPV el 43 % de los votantes, es decir, más o menos, el Frente para la Victoria obtuvo 62.000 votos. El ganador de las paso del FPV fue el actual intendente interino Luis Lobos con su lista 503 E, quien obtuvo 25768 votos – 17.69%, seguido por el ex intendente del departamento, Alejandro Abraham, con su Lista 503 F, quien obtuvo 22738 votos – 15.61%. En el tercer puesto se colocó el actual Ministro de Tierras, Ambiente y Recursos Naturales, Guillermo Elizalde, que obtuvo 10858 votos – 7.45%. Por último, cierra los cómputos dentro del FPV-PJ el Licenciado Mario Díaz, quien obtuvo 1431 votos – 0.98%.[3]

A continuación se detallan los resultados obtenidos de cada lista del FPV que se presentaron en Guaymallén.

Análisis del triunfo del intendente Lobos dentro del FPV.

El triunfo en las PASO del actual intendente interino de Guaymallén, Luis Lobos, se debió a la conjunción de tres factores:

• 1. la aplicación de una estrategia electoral de crear 11 colectoras;

• 2. Un voto miedo;

• 3. una política proselitista volcada decididamente a las obras viales.

Luis Lobos, durante sus dos años de gestión frente a la Municipalidad de Guaymallén, se hizo una "pesada fama" con la cual tuvo que lidiar en las PASO y que parece que va a ser determinante en las elecciones generales próximas.

Apenas asumió la intendencia, en enero de 2014, Lobos inició su gestión con "una purga" de 200 empleados, la mayoría de ellos, empleados contratados por el municipio. Justificó la eliminación de los puestos de trabajo, debido a "una reorganización en la gestión y a un recorte presupuestario".

Sin embargo, el intendente contrato nuevos empleados que llamaron la atención de los medios mendocinos de comunicación. Los hijos de Lobos trabajan para el municipio. Facundo Lobos se desempeña en el Centro de Documentación Rápida del Registro Civil de Unimev y Lucas Lobos se desempeña en una subdelegación de la municipalidad. También la sobrina del intendente, Laura Alcaraz, se desempeño como Subdirectora de Administración.

Luis Lobos, creó la Subsecretaria de Gabinete de Guaymallén –un cargo que no existía durante la gestión de Alejandro Abraham-, Subsecretaria al frente de la cual nombró a Claudia Sgró, quien es su actual esposa. La hermana de la esposa del intendente, Alejandra Sgró, es la secretaria privada de Luis Lobos y Juan Carlos Sgró, también hermano de Claudia Sgró, es Subdirector de Servicios Públicos del municipio. También el hijo del primer matrimonio de Claudia Sgró, Facundo Ruiz, es jefe de subdelegaciones del municipio. Florencia Sgró, otra hermana de la esposa del intendente y la novia de Facundo Ruiz, trabajan en cargos administrativos de la municipalidad.

Pero además de colocar a sus familiares en cargos públicos y celebridades- la reina de la vendimia electa por Guaymallén en 2014 fue contratada por Lobos como "premio consuelo" por no ser electa reina provincial- la gestión Lobos se destaca por protagonizar hechos vergonzosos y de corrupción.

El año pasado, a través de un decreto provisorio, el intendente autorizó un aumento en las dietas de él, sus secretarios y concejales, en un 300%. Federico Telera, concejal de Guaymallén por el PO (Partido Obrero), denunció el dietazo del intendente a los medios. Frente a la indignación de los vecinos – apenas asumió la gestión, Lobos ordenó un aumento en los impuestos y las multas municipales- el intendente tuvo que retroceder en su iniciativa.

El mismo concejal Telera radicó denuncias contra el intendente interino de Guaymallén Luis Lobos y su esposa, la subsecretaria de Gabinete, Claudia Sgró, en la fiscalía de Delitos Complejos de Daniel Carniello, por "administración fraudulenta, peculado, cohecho, incumplimiento de los deberes de funcionario público y lavado de dinero". Es que desde su asunción, Lobos a comprado una casa de 500 metros cuadrados cubiertos en el barrio privado Portal de El Sauce, de calle Tirasso al 4.300, un departamento en la calle Cangallo al 3.800 de Villa Nueva, dos lotes en Nautilus Country ubicado en El Sauce, también 2 lotes en los barrios Sol Andino I y II y se sospecha que el intendente interino tendría intereses en un emprendimiento de un fideicomiso ubicado en Bandera de los Andes y Urquiza.

Pero la gestión de Lobos no solo se puede reducir a corrupción y nepotismo. También Luis Lobos protagonizó un vergonzoso hecho durante las negociaciones con los empleados municipales. Lobos propuso incrementar las asignaciones familiares a $350 en tres cuotas y una recategorización parcial, es decir, de algunos empleados, contenidos en una lista dada a conocer por él mismo. A pesar de lo extraño de la propuesta, ésta fue aceptada por los delegados y elevada a la Subsecretaría de Trabajo para su homologación. Sin embargo, la Subsecretaria de Trabajo no dió vista al acuerdo y ordenó al intendente la recategorización de todos los trabajadores municipales sin distinciones y le exigió la equiparación del pago de asignaciones familiares con la provincia y la Nación.

Luego de dos años al frente de la municipalidad, Luis Lobos parece haberle tomado el gustito a las mieles de la gestión pública, y se propuso ser reelecto como intendente al frente de la Municipalidad de Guaymallén.

Pero su "pesada fama", construida a fuerza de colocar familiares y allegados en la función pública, aumentar los impuestos y proponer acuerdos incoherentes en las paritarias y dietazos, fue y es su principal escollo para ser re electo.

Mucho antes de que se realizaran las PASO en el departamento el día domingo 19 de Abril, las encuestas mostraban que Lobos estaba muy por debajo del pre candidato a intendente por dentro del FPV-PJ y ex intendente de Guaymallén, Alejandro Abraham, quien le doblaba en intención de votos.

Para revertir esta situación, Lobos recurrió a una estrategia electoral: las colectoras. Aunque hasta hoy no se sabe si fue idea del propio Lobos o de sus asesores, el actual intendente de Guaymallén, además de su lista propia, creó 11 colectoras – listas, en este caso, que llevan sus propios pre candidatos a concejales, pero todas adhieren a la pre candidatura a intendente de Luis Lobos- poniendo en ellas, secretarios y subsecretarios como cabeza de lista y a empresarios contratistas del municipio. La idea detrás de la creación de las 11 colectoras era bien simple: arrastrar los votos de los precandidatos a concejales hacia la candidatura de Lobos. Los 99 candidatos a pre concejales de las colectoras, que tienen una mejor imagen que el intendente ó una mayor cercanía al votante y militancia territorial, le llevarían los votos que necesitaba Lobos para vencer a Abraham en las PASO. A partir del análisis de los resultados de las PASO en Guaymallén, se puede extraer la conclusión que cada colectora le llevó a Lobos, en promedio, 1500 votos, 172 votos por pre candidato a concejal.

También influyó en el triunfo de Lobos en las PASO "un voto miedo", por parte de los empleados de la municipalidad de Guaymallén, que son alrededor de 3.700 personas. Luego de haber protagonizado la purga de más de 200 compañeros por la gestión Lobos y frente a la incertidumbre que representa la llegada de una nueva administración al municipio, los empleados no solo se volcaron decididamente a votar por el actual Jefe Comunal, sino también a trabajar en su campaña, "voluntariamente", para resguardar sus puestos de trabajo. Cientos de empleados de la municipalidad se encargaron de colocar la cartelería de Lobos en las calles del distrito; e incluso muchos fueron fiscales de las listas del intendente durante las elecciones PASO.

Por último, influyó en el electorado, una desaforada política pre electoral de obras viales de gran impacto visual, cuyo monto ronda los 400 millones de pesos. Las principales obras son repavimentación de calles, construcción de cunetas, cordones y banquinas, pero no se han instalado nuevas señales de tránsito ó semáforos, ni se han construido badenes o lomos de burro. Es que la política pre electoral de Lobos esta decididamente volcada hacia la obra vial, más que en la realización de otras obras más urgentes que requiere el municipio como la radicación de las villas Castro en Corralitos y la villa ubicada en los predios del ferrocarril detrás del complejo Le Parc. Tampoco Lobos ha construido cloacas ni instalado alumbrado en los barrios más carenciados del municipio, cuya mayoría de ellos se encuentran al este de Guaymallén.

A continuación se exhibe el cuadro número 2 que muestra cuantos votos le llevaron, al actual intendente Lobos, el voto miedo, las colectoras y las obras viales proselitistas.

Según el análisis presentado, las tres estrategias electorales le llevaron a Lobos exactamente los votos que sacó el intendente en las PASO, unos 25768 votos. Fíjese también que el voto miedo sumado a la estrategia de obras viales dan como resultado 9268 votos, cantidad de votos que encaja, más o menos, por un error de 1186 votos, en la cantidad de votos obtenidos por la lista oficial de Lobos (503 E), que obviamente, fue votada por la gente que realmente deseaba la reelección del intendente.

Análisis de las elecciones generales

Luego de haber derrotado en las PASO a Alejandro Abraham por unos 800 votos, Lobos se lanzó a la campaña para su reelección. A pesar de sus maniobras en su gestión de nepotismo y corrupción; a pesar de haber llevado adelante una campaña sucia durante el periodo pre-electoral, en donde se radicaron denuncias en comisarias del municipio en contra del intendente por parte de dirigentes de diferentes listas que lo acusaban de mandar los camiones de la municipalidad a bajar la cartelería de sus oponentes, a pesar de que se radicaron denuncias contra el intendente por mandar matones a golpear grupos de militantes -uno de ellos compuesto exclusivamente de mujeres- y a pesar que durante los comicios de las PASO se produjo el hecho bochornoso de que se observaron 130 mesas por la Justicia Electoral Provincial -el 5 % de las mesas del municipio[4]por manejos irregulares y a pesar de pequeñas escaramuzas protagonizadas por grupos de Lobos contra los militantes de Abraham durante los comicios dentro de las mismísimas escuelas, testigo de estos actos bochornosos fueron los fiscales, presidentes de mesa y votantes que se encontraban en la escuela Leandro N. Alem de San José, las encuestas favorecían al intendente. Éstas le auguran un triunfo, aunque ajustado, sobre el candidato de Mendoza Cambia Marcelino Iglesias.

Pero con el pasar de los días, semanas y meses, Luis Lobos se empezó a desinflar. Pareciera que su pesada fama empezada a influir nuevamente en conjunción de nuevos fenómenos no calculados por el intendente Lobos. Uno de ellos es el llamado "efecto colectoras". Una vez confeccionada la lista oficial del FPV de Guaymallén que competiera en las elecciones generales provinciales, a través del sistema D'Hondt, la mayoría de los concejales que acompañaban la candidatura de Lobos quedaron afuera. Las colectoras le llevaron al intendente interino, en promedio, 1500 votos, pero quedaron detrás de las lista de Abraham (Lista 503-F), de la oficial de Lobos (Lista 503-E) y del Ministro Guillermo Elizalde (Lista 503 D, Lista 503-I y Lista 503-O) que obtuvieron más votos.

Muchos de los precandidatos de los concejales que adherían a Lobos quedaron fuera de la lista final del FPV. Las colectoras cumplieron su función de asegurarle el triunfo a Lobos en las PASO, pero la situación para las generales provinciales se volvería en contra de los intereses de Lobos. Los candidatos a concejales de Lobos representaban una ínfima minoría en la boleta del FPV de Guaymallén. Una vez que la mayoría de los pre candidatos a concejales de Luis Lobos quedaron fuera de carrera, los votantes que arrastraron estos se vieron en la no obligación de votar a Lobos, ya que su referente o candidato a concejal no estaba en las boleta final del FPV.

Por otro lado, Luis Lobos necesitaba para el triunfo en su municipio de todos los votos del FPV de Guaymallén, ya que el FPV venció a Cambia Mendoza por el 0.61%, es decir, por unos 890 votos, y las personas que no habían votado en las PASO que fueron una 72233[5]amenazaban la reelección de Lobos. Pero las listas del FPV que compitieron contra Lobos en las PASO, no veían una tarea fácil acompañar al polémico Intendente de barba candado. Las listas filo-Kirchneristas de Guaymallén que acompañaron al Ministro Guillermo Elizalde, anticiparon que eran el cambio y la alternativa frente a "los dos pelados". La Lista de Abraham, que representaba el peronismo puro en Guaymallén, lista por cierto apoyada off the record por Unidos y Organizados, atribuyó su derrota a manos del actual Intendente de Guaymallén debido a una maniobra non sancta de Lobos. Antes de que cerraran las fechas de inscripción de listas, se presentó a último momento, una lista que presentaba solamente un precandidato a intendente y precandidatos a concejales, encabezada por el ignoto pardalista Mario Díaz, quien obtuvo 1431 votos. Allegados al ex intendente Alejandro Abraham empezaron a atar cabos e hipotetizaron que la lista de Díaz fue impulsada por el mismísimo Lobos para restarles votos al ex intendente.

Con el Frente interno resquebrajado, Luis Lobos se lanzó a la campaña electoral para obtener su reelección, contando con que sus obras viales proselitistas, el arrastre de votos junto "al Adolfo Bermejo" y sin descartar un progresivo alineamiento debido a la disciplina de Partido-ideológica, le darían el triunfo. Pero todo esto no sucedió. Las obras proselitistas de "make up" del departamento molesto de sobremanera a los guaymalleninos que carecían de cloacas, luz, agua, gas, escuelas, salitas de primeros auxilios, acequias y pavimentación de calles. El alineamiento dentro del FPV Guaymallén tampoco sucedió. La máxima del General Perón del que gana conduce y del que pierde acompaña, no se cumplió, por lo menos en Guaymallén. Muchos militantes kirchneristas de Guaymallén anticiparon que no acompañarían a Lobos por "diferencias éticas y morales". Otros anticiparon que su voto en las elecciones generales se dirigiría hacia el FIT. Esto se reflejo en el aumento de votos que recogió el FIT en Guaymallén y en el aumento de corte de boleta en el distrito. Los resultados son ya conocidos.

Apéndice. Caso Lobos: la corroboración del Teorema de Abdo

Los resultados de las elecciones generales en Guaymallén corroboraron los supuestos del teorema de Abdo. El teorema de Abdo postula que el incremento de la actividad política (obras públicas, sanción de leyes y propaganda), es inversamente proporcional al tiempo de mandato disponible del poder ejecutivo. Es decir, a mayor tiempo de mandato disponible, menor la actividad política; a menor tiempo de mandato disponible, mayor la actividad política.

También prescribe que este tipo de comportamiento es contraproducente con respecto a los intereses del ejecutivo o la administración central. Durante la mayoría del tiempo de mandato disponible del poder ejecutivo en el caso de la gestión Lobos en Guaymallén, la actividad política se ha mantenido baja o casi nula, dando a los vecinos la sensación de abandono por parte de las autoridades. Durante todo el período no electoral, que teóricamente es de dos años, el vecino ha tenido que sufrir la desidia del poder central. Este año, a principios de 2015, Lobos lanzó una desaforada política proselitista de obras principalmente viales de bajo costo, como bacheo, repavimentación de cortos trechos de calle y construcción de acequias, en los lugares más transitados del municipio para impactar al vecino y disolver sus críticas hacia la administración a través de la búsqueda de su confusión mediante mensajes multidireccionales.

Los hechos han demostrado que una política proselitista de obras viales pre electorales de 400 millones de pesos, sumado a una gestión construida a fuerza de colocar familiares en la administración pública, decretar dietazos exorbitantes, aumentos de impuestos, purgas de empleados, paritarias espurias, denuncias de enriquecimiento ilícito y campañas sucias, dieron como resultado la derrota rotunda del Intendente Luis Lobos.

Les agrego algunas líneas que compartí con ustedes durante la formulación del teorema de Abdo con fecha de 15 de Marzo de 2015, casi un mes antes de las elecciones PASO en Mendoza: "¿Como creen ustedes que los vecinos recibirán las obras viales proselitistas del Intendente Lobos? No le agradecerán al Intendente por sus dadivas" […] "cree usted que los vecinos se venderán tan fácilmente por una obritas viales. No, y será durante los comicios en donde le dejaran bien en claro al Intendente que todo el sufrimiento que se han aguantado por su desidia no se arregla con una obra pre electoral. No, los vecinos tienen memoria y no se venden." […] "Para que todo esto no suceda, evitar el sufrimiento de los vecinos y mantener el poder, es necesario que la actividad política se mantenga elevada desde el primer día de la gestión hasta el último. En otras palabras, se tiene que trabajar todos los días." […] "Podemos decir que la gestión pública es una actividad que se rige por la ética. El servidor público es el que no tolera que las necesidades de los vecinos sigan allí sin resolverse. El servidor público es el que no aguanta las injusticias y hace todo lo necesario y más para acabar con ellas. Aquel que hace obritas entregándolas en tiempos preelectorales, no es una persona ética y por ende no califica como servidor público." […] "Aquel que se entrega a la resolución de las necesidades de los vecinos a través del trabajo incansable prevalecerá. Los especuladores sucumbirán ante el rechazo público".

Autor:

Gerardo Abdo[6]

[1] Extracto de ponencia a presentar ante ALACIP (Asociaci?n Latinoamericana de Ciencias Pol?ticas) a celebrarse en julio en Lima, Per?. Julio de 2015.

[2] Licenciado en Relaciones Internacionales (UCongreso). Magister en Estudios Latinoamericanos (UNCuyo). Master In Foreign Policy (Oxford University). Pre candidato a concejal por la lista Guaymall?n Para todxs.

[3] Disponible en: http://www.resultadospaso2015.mendoza.gov.ar/w+hstconsgendpto-3_6_1_1_7_0.html

[4] Diario Uno. Los votos nulos de Guaymall?n est?n en el ojo de la tormenta. Disponible en: http://www.diariouno.com.ar/mendoza/Los-votos-nulos-de-Guaymallen-estan-en-el-ojo-de-la-tormenta-20150429-0001.html

[5] Disponible en: http://www.resultadospaso2015.mendoza.gov.ar/w+hstconsgendpto-3_6_1_1_7_0.html

[6] Licenciado en Relaciones Internacionales (UCongreso). Magister en Estudios Latinoamericanos (UNCuyo). Master In Foreign Policy (Oxford University). Pre candidato a concejal por la lista Guaymall?n Para todxs.