4. Otro punto es el hecho de que la final comprobación de mi teoría de la transmisión por el mosquito obtenida en una forma tal que llevó convencimiento a toda mente imparcial, sólo fue obtenida después de la aplicación práctica en la Habana, del principio por mí recomendado en el Congreso Internacional de Higiene y Demografía de Budapest, en 1894, en mis comunicaciones a la Academia de Medicina de la Habana en 1898, y al N. Y. Medical Record en mayo 27, de 1899. Finalmente ha sido necesaria la prueba crucial a la cual ha sido sometida mi teoría durante los cuatro últimos meses desde el 5 de julio del presente año, en New Orleans y otros puntos de los Estados del Golfo de la República Norteamericana, para aclarar los últimos datos, de manera que en la Conferencia de las Repúblicas Americanas celebrada en Washington en el año 1905, los delegados de toda la América aprobaron y votaron por unanimidad una resolución aceptando plenamente la teoría de que el mosquito es el único medio natural por el cual la fiebre amarilla es transmitida".
Con sinceras gracias por el alto honor conferido a mí por su petición, soy de Uds. respetuoso servidor.
(Fdo.) John W. Ross
Director Médico U. S. N.
Solicitud de instituciones cubanas al doctor Charles Louis Alfonse Laveran para que proponga a los doctores Finlay y Agramonte
La Habana, 17 de abril de 1912
Doctor A. Laveran,
Profesor en Val-de-Grâce,
Miembro del Instituto
Señor:
La Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana en la sesión del 22 de marzo de 1912 acordó por unanimidad presentar los nombres de Carlos J. Finlay y Arístides Agramonte para el premio Nobel en Medicina. Así mismo, la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, y la Sociedad de Estudios Clínicos de la Habana se adhirieron a esta proposición.
La Academia designó la comisión que tiene el honor de dirigirse a Ud., para hacer las gestiones necesarias para la presentación de los candidatos.
Esta comisión estimó que Ud. es la persona indicada para hacernos el honor de presentar los nombres de nuestros candidatos ante el Instituto Real Méd. Chir. Carol. de Estocolmo para el premio de medicina de 1913: primero, porque Ud. es uno de los fundadores de la medicina tropical moderna y porque representa tan dignamente la raza latina entre los que han obtenido el premio Nobel.
Encontrará adjunto el argumento que la comisión presentó ante la Academia en apoyo de los candidatos Finlay y Agramonte.
Si tiene Ud. la bondad de aceptar, tendremos el honor de enviarle los ejemplares de las obras de Finlay y Agramonte.
Tenga Ud., profesor Laveran, con nuestro agradecimiento por adelantado, la expresión de nuestro más profundo respeto.
(Fdo.) Dr. Juan Guiteras
Dr. Jorge Le Roy, Dr. Enrique B. Barnet11
La Habana, 18 de abril de 1912
Doctor A. Laveran,
Profesor en Val-de-Grâce,
Miembro del Instituto
París.
Estimado y honorable Profesor:
La Academia de Ciencias, la Facultad de Medicina y Farmacia de la Universidad Nacional, la Sociedad de Estudios Clínicos de la Habana, la prensa profesional y el Cuerpo Médico de la República de Cuba se pusieron de acuerdo para proponer los nombres del los Dres. Finlay y Agramonte para el premio Nobel, basándose en las razones que encontrará en la memoria adjunta.
Ya que la presentación de los candidatos deben hacerla ciertas instituciones determinadas o alguien que haya obtenido el premio, me permito dirigirme a Ud. como la persona más indicada por sus estudios sobre las enfermedades tropicales, para rogarle que acepte presentar a nuestros candidatos en el próximo concurso.
Si como lo espero, Ud. acepta, le enviaré las obras de los dos candidatos, cuando reciba su respuesta para que pueda juzgar la justedad de nuestra solicitud.
Tenga Ud., Profesor con mi más sincero agradecimiento, la expresión de mi más alta consideración.
Dr. Juan Santos Fernández
Presidente de la Academia.
Respuestas del doctor Laveran
París, 5 de mayo de 1912
Dr. Juan Santos Fernández
Señor y honorable colega:
En respuesta a su carta del 18 de abril del presente, tengo el honor de hacerle saber que las presentaciones para el premio Nobel de Medicina (1912) ya están hechas. Conozco los hermosos trabajos de los Sres. Finlay y Agramonte sobre el papel de la Stegomyia en la propagación de la fiebre amarilla y estaría muy contento de contribuir a hacerles obtener el premio Nobel de Medicina que bien se merecen.
Reciba Ud., señor y honorable colega, mis saludos más distinguidos.
(Fdo.) A. Laveran
París, 29 de septiembre de 1912
Dr. Juan Santos Fernández
Sr. Presidente y estimado colega:
Le doy sinceramente las gracias por haberme enviado los trabajos principales de los Sres. Finlay y Agramonte así como el informe del Dr. Guiteras. Me alegraría mucho si pudiese contribuir a que los Sres. Finlay y Agramonte obtuviesen el premio Nobel de Medicina que bien se merecen por el grande y hermoso descubrimiento que hicieron sobre el papel que desempeña la Stegomyia fasciata en la propagación de la fiebre amarilla.
Reciba Ud., mi estimado colega, la expresión de mi más alta consideración.
(Fdo.) Laveran
Nota: En Apéndices de este Cuaderno se transcriben fragmentos de las actas de las sesiones públicas ordinarias de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, de 23 de febrero y 22 de marzo de 1912, en que se discutió y aprobó la propuesta como candidato al Premio Nobel de Fisiología o Medicina de los doctores Finlay y Agramonte. (G.D.G.).
No obstante, por largos años los postulados del Dr. Finlay, fueron ignorados y solamente después de terminada la Guerra Hispano-Cubano-Americana, cuando el general Leonard Wood, gobernador de Cuba, pidió que se probara la teoría de Finlay fue cuando se volvieron a revisar sus trabajos de investigación, así como los exitosos experimentos que había realizado durante todos estos años.
Tras haber fundado y dirigido la organización de la salud pública cubana, en los inicios del período republicano en Cuba, falleció en La Habana el 20 de agosto de 1915, a la edad de 82 años. Después de su muerte, el gobierno cubano creó en su honor el Instituto de investigación en Medicina Tropical, y el día 3 de diciembre, aniversario de su cumpleaños, se celebra en toda América el "Día de la medicina americana". El nombre de Carlos J. Finlay permanece vigente, en virtud de los nuevos cauces que abrió al desarrollo de la Biología, la Medicina Tropical, la Epidemiología y la Entomología. Paralelamente a esto múltiples personalidades se destacaron en la defensa de la obra científica de Finlay y su paternidad sobre la teoría de la transmisión de enfermedades contagiosas mediante insectos. En el período neocolonial sobresalieron en este aspecto los médicos Juan Guiteras, José A. López del Valle, Domingo Ramos, Federico Torralbas, Diego Tamayo, Jorge Le Roy, Carlos E. Finlay y Francisco Domínguez Roldán, así como los historiadores Emilio Roig de Leuchsenring y César Rodríguez Expósito. Gracias a sus esfuerzos se reivindicó la obra y grandeza finlaísta en eventos como:
Cargado de legítimas glorias científicas y con el reconocimiento agradecido de su pueblo, y de la humanidad falleció en La Habana el 20 de agosto de 1915. Muchos años más tarde la Academia de Ciencias de Cuba, publicaba sus Obras Completas, La Habana, 1965-1981, en seis tomos, lo que permite hoy el estudio exhaustivo de su producción total, sin duda alguna uno de los aportes más importante, hecho por un cubano en el campo de las ciencias médicas. En memoria al Dr. Finlay, el 3 de diciembre fue instituido como Día del Médico, en varios países de América. |
En ocasión del aniversario 177 aniversarios del natalicio, de Carlos Juan Finlay Barrés, que este trabajo modesto, sirva para honrar la memoria de este genuino cubano, por los grandes aportes imperecederos a la medicina cubana, y donde estudiantes de medicina, profesionales de la Salud y trabajadores todos de esta rama, tenemos el deber de rendirle homenaje póstumo, estudiando más su obra y vida, y demostrando con calidad y amor en los servicios que prestamos al pueblo al cubano, que el ejemplo de Finlay está permanente en nuestro accionar. Y como se dijo en el Primer Congreso Médico Nacional "Y si nuestra satisfacción es grande, señores, cuál no será la del hombre, tan insigne como modesto, que, por un esfuerzo intelectual que tiene pocos semejantes en la historia del pensamiento humano, hizo posible todo ese fenómeno sorprendente, ese beneficio sin igual".
1. Bell Lara Dr. José. La instauración del orden neocolonial en Cuba. Disponible en: www.flacso.uh.cu
2. Algunos apuntes para una Historia Integral de la República República Neocolonial Burguesa. (1899-1923). Disponible en: .www.ilustrados.com/publicaciones/EkZlplAkEyHyymoNFq.php
3. Historia de la medicina en la República Neocolonial. Disponible en: www.sabetodo.com
4. García Durán RM, Capote Mir R. Historia del dengue en Cuba. 2003. Consultado el 27 de febrero del 2010. Disponible en: http://www.uvs.sld.cu .
5. Carlos J Finlay. Disponible en: www.gefor.4t.com/arte/finlay.htm
6. Finlay Barrés Carlos J. Disponible en: www.bvs.sld.cu
7. Las ideas del contagio de enfermedades a través de mosquitos. Carlos Finlay y sus precursores. Bol. Coleg. Med. Hab. 1960;11(12):459-466.
8. El primer trabajo científico publicado por el doctor Carlos J. Finlay. Por José Antonio López Espinosa. Disponible en: www.bvs.sld.cu/revistas/aci/vol12_2_04/aci0804.htm
9. Publicado originalmente en Trabajos Selectos de Carlos J. Finlay, la Habana, 1912. Disponible en: www.es.wikipedia.org
10. Guiteras Juan. El Dr. Carlos J. Finlay Apuntes Biográficos. Por el Dr. Juan Guiteras Disponible en: www.finlay-online.com
Autor:
Est. Alejandro Javier Sánchez García.
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