Ionización del aire y contaminación electromagnética. Causas, efectos y soluciones
Enviado por Nelson Alberto Rúa Ceballos
- Resumen
- La contaminación electromagnética
- La vida en el campo eléctrico
- La ionización del aire
- Los radicales libres y la salud
- Soluciones al problema
- Bibliografía
En el mundo moderno, de alto desarrollo tecnológico
pero también de grandes perturbaciones al entorno ambiental,
surgen nuevos agentes que no sólo perturban el equilibrio hombre-naturaleza
sino que, además, generan una gran cantidad de problemas
sobre la salud física y mental de todos los habitantes del planeta.
Son ellos: La ionización positiva, la contaminación electromagnética y los radicales libres.
No obstante, también se han desarrollado varios métodos y estrategias
para contrarrestar su agresiva acción.
La ionización (positiva y negativa) surge a partir de fenómenos naturales y su efecto es bien conocido desde la antigüedad. La concentración de iones positivos, nocivos para la salud humana, se ha venido incrementando en los últimos tiempos como consecuencia del desarrollo tecnológico de la humanidad. De igual manera, el uso y el abuso de la energía electromagnética (sin la cual ya no es posible concebir nuestra actual civilización) han generado otra serie de problemas de salud pública y de salud ocupacional en lo que se conoce como polución o contaminación electromagnética, que tiene el agravante de ser, además, un ENEMIGO SILENCIOSO E INVISIBLE.
Finalmente, como producto de nuestros hábitos alimenticios y la incorporación de la química a la industria alimenticia, ha aparecido otro fenómeno, de particular agresividad, conocido como los radicales libres los cuales, adicionalmente, se ven influenciados por la inducción de cargas positivas sobre el organismo. En este artículo se hace un breve recorrido por la naturaleza de estos fenómenos y sus causas y efectos sobre la salud, pero especialmente se hace énfasis en las diferentes soluciones planteadas para neutralizar su acción.
Ingo. Hernán Londoño Moreno.
Ingeniero Electrónico Universidad de Antioquia,
Gerente General "BOHR INGENIERÍA LTDA."
Ingo. Nelson Rúa Ceballos.
Ingeniero Electrónico Universidad de Antioquia,
Gerente Comercial "BOHR INGENIERÍA LTDA."
¿Se ha sentido usted cansado, enfermo, con dolor de cabeza, con problemas de visión, irritable, no puede dormir adecuadamente, sufre de insomnio crónico, tiene alteraciones gástricas o cardiovasculares, etc, y todo ello sin una causa aparente y sin que responda a ningún tratamiento médico convencional? ¡CUIDADO! PUEDE SER LA CONTAMINACIÓN ELECTRO-MAGNÉTICA, producto de los avances tecnológicos que nos hacen más fácil la vida y de los que, definitivamente, ya no nos podemos desprender en una civilización tan tecnificada como la nuestra.
Por otra parte, surge el problema de la IONIZACIÓN POSITIVA, natural o inducida, con sus efectos sobre la salud. A los dos problemas anteriores se suma uno nuevo, los RADICALES LIBRES, que no son otra cosa sino átomos o moléculas ionizadas (iones positivos) y que, según las últimas investigaciones clínicas, tienen enorme incidencia sobre la aparición de tumores y cánceres, sobre el envejecimiento y otras alteraciones orgánicas degenerativas y progresivas. Enté-rese, a continuación, de cómo puede descargarse de la electricidad nociva y de cómo puede neutralizar la acción de los campos electromagnéticos y de los radicales libres.
LA CONTAMINACION ELECTROMAGNETICA
Electromagnetismo, vida y civilización
La energía eléctrica es tan necesaria, hoy en día, que ya no es posible para el hombre moderno imaginar un mundo sin ella. El progreso de los pueblos está íntimamente ligado a ella. Gracias a la electricidad y al magnetismo son posibles la radio, la televisión, las telecomunicaciones, el desarrollo industrial, la automatización de las oficinas, el avance de la medicina, los computadores, la investigación cientí-fica, y todas las comodidades del hogar moderno: los equipos de sonido, las colchas eléctricas, las secadoras, las afeitadoras, las aspiradoras, el horno microondas, la nevera, la estufa, la lavadora, el reloj despertador, etc.
Por otra parte, muchos de los fenómenos en el universo son de naturaleza eléctrica. La vida no sería posible sin el electro-magnetismo, somos un cuerpo eléctrico, como se puede comprobar a partir de la actividad eléctrica del corazón y del cerebro, en los procesos de conducción nerviosa y en otros órganos del cuerpo. La tierra misma posee su propio campo magnético.
No obstante, es importante, tener precauciones con las cargas eléctricas (positivas y negativas) y con los campos electromagnéticos (EM) ya que pueden dar origen a problemas orgánicos o funcionales y su acción puede depender de un sinnúmero de parámetros y condiciones: campos estáticos o variables en el tiempo, radiaciones ionizantes o no ionizantes, energía, potencia, intensidad y frecuencia, etc., así como de los parámetros eléctricos del sujeto receptor: permitividad, per-meabilidad, conducción y resistencia eléctrica, etc, los cuales pueden variar mucho de una persona a otra. Además, dichos campos también pueden llegar a tener efectos benéficos; de ahí su uso en diagnóstico (Imagenología), terapias médicas, rehabilitación física y cirugía.
Los campos electromagnéticos están por todas partes y sus efectos se hacen sentir en todo el planeta, en nuestro entorno (hogar-oficina), en el cuerpo humano, en las células, y hasta en las cadenas de ADN y ARN.
Algunas fuentes de radiación electromagnética
En síntesis, todo aparato de tipo eléctrico o electrónico aporta radiación en forma de campo electromagnético en mayor o menor grado y, si bien muchos de ellos generan niveles de radiación que están por debajo de los niveles máximos permitidos, otros los sobrepasan por sus altas intensidades, lo cual se agrava por el hecho de que, en muchos casos, las personas están expuestas a ellos sin ningún tipo de protección y durante períodos muy prolongados de tiempo y, como si fuera poco, la fricción con el aire es una fuente adicional de cargas eléctricas estáticas.
a. b. c. d. e.
- Líneas de alta tensión y transformadores.
- Antenas de radio (AM, FM), TV, Microondas.
- Celulares y Radioteléfonos.
- Computadores y televisores.
- Electrodomésticos diversos.
La incidencia de la frecuencia y de la intensidad de campo (energía)
El efecto de un campo electromagnético sobre el tejido vivo se entiende en términos de la interacción de la materia con la energía, con el consiguiente desencadenamiento de diversos fenómenos biológicos de tipos eléctrico, físico y químico. Los parámetros de mayor incidencia, y mejor estudiados, son la frecuencia y la intensidad de campo. Hoy se sabe que tanto las radiaciones ionizantes como las no ionizantes ejercen efectos de diverso orden sobre las células, cuya acción va desde lo terapéutico hasta lo nocivo. Las radiaciones no ionizantes son aquellas con longitudes de onda mayores de 100 nm y con energía cuántica inferior a 12 eV.
Problemas de salud atribuidos a los campos E.M.
Son muchos y variados los problemas ocasionados por los campos, algunos son: dolores de cabeza, cansancio, estrés, problemas de la visión (visión doble o borrosa), nerviosismo, irritabilidad, insomnio; alteraciones cardiovasculares, gástricas y del sistema inmunológico, etc; además, las cargas y los campos pueden interferir fuertemente con muchos tratamientos médicos.
EL CAMPO ELÉCTRICO
Suponiendo que no existieran fuentes artificiales de electricidad y de magnetismo, o de cualquier tipo de radiación electromagnética, el ser humano estaría expuesto todavía a la influencia del campo magnético y del campo eléctrico terrestres.
Campo magnético Terrestre
Campo eléctrico terrestre
Dentro del campo eléctrico natural el ser humano se vería expuesto a la concentración de cargas eléctricas según su posición como puede apreciarse en las siguientes figuras:
Al estar inmerso dentro de las líneas de flujo del campo eléctrico terrestre, el cuerpo se comporta como un conductor eléctrico y, según esté en contacto con la tierra física o aislado de ella, modificará las líneas de dicho campo según se ve en las figuras siguientes.
Finalmente, las formas de ciertas construcciones favorecen la concentración de iones, además de los fenómenos naturales como las nubes, los vientos, la fricción con el aire, etc.
Desde tiempos remotos es conocido el efecto nocivo sobre la salud física o psíquica que ejercen ciertos vientos, cuya característica peculiar ha podido establecerse en un exceso de cargas eléctricas y de iones cargados positivamente.
"No pronunciarás ninguna sentencia de muerte cuando sople el Sharav", se lee en el Talmud.
Cuando en Ginebra y otras ciudades de Europa Central sopla el Foehn (llamado "Viento de las Brujas"), se desencadenan riñas en los hogares, suicidios y asesinatos, y se registra un mayor número de accidentes de tráfico; inclusive, algunos cirujanos retrasan las operaciones si se anuncia la aparición del Foehn.
Así mismo, algunos otros vientos tienen mala fama. Los vientos Chinook, en las Montañas Rocosas; el Santa Ana de California; el Siroco en Italia; el Mistral en la Costa Azul; la Tramontana en Cataluña; el Poniente en Levante o el Sur en Cantabria. De igual forma, los fenómenos meteorológicos como tornados, ciclones y huracanes que periódicamente azotan las zonas costeras de América y del Caribe, son otras manifestaciones de dichos vientos.
Existe una característica común a todos estos vientos: su enorme carga eléctrica positiva o el predominio de iones positivos (+) con respecto a los iones negativos (-); pero este desequilibrio iónico también lo hallamos permanentemente en el interior de industrias, viviendas y oficinas. Existe una gran cantidad de elementos y situaciones que vician el aire y que, sobre todo, reducen de forma alarmante la concentración de iones negativos, altamente favorables para la salud.
Algunos ejemplos típicos de estas situaciones y/o elementos se encuentran a menudo en locales habitados o frecuentados por un gran número de personas, salas de espera gimnasios; además, en deficiente ventilación, el empleo del aire acondicionado, la calefacción, el humo del tabaco, la contaminación del aire, los terminales de vídeo, la televisión, las computadoras, los pararrayos radiactivos, las centrales nucleares, las líneas de alta tensión, los transformadores, el uso de materiales sintéticos y fibras que generan grandes cargas electrostáticas, las instalaciones eléctricas de las edificaciones y todos los aparatos electrodomés-ticos, así como algunos materiales de construcción – cemento, gres – que emiten partículas cargadas positivamente (+) o ciertas dosis de radiactividad ligeramente ionizante, especialmente en ambientes cerrados.
En la naturaleza, no sólo los vientos generan iones positivos; se ha demostrado que todos estos dispositivos eléctricos y situaciones varias generan grandes concentraciones de iones positivos (+), altamente perjudiciales para la salud.
Entre los muchos trastornos orgánicos que los investigadores han podido relacionar con el exceso de iones positivos (+) se destacan los dolores corporales, las jaquecas acompañadas de náuseas, los vahídos, las contracciones nerviosas de los ojos con irritación de los mismos, la fatiga desmesurada, los desvanecimientos, los desequilibrios salinos (Calcio – Magnesio), la acumulación de agua, las dificultades respiratorias, las alergias y asmas, los problemas cardíacos y circulatorios, la baja presión sanguínea, la pérdida de reflejos, la mayor sensibilidad al dolor, las inflamaciones, las hemorragias, las embolias pulmonares, las trombosis, y la hipersecreción de serotonina (hormona del estrés), entre otros, con todas las consecuencias y problemas que de ellos se derivan.
También están relacionadas con el exceso de ionización positiva en el aire, algunas afecciones psicológicas como el desequilibrio emocional, la irritabilidad, la indiferencia vital y la apatía, el estado meditativo y ausente, el agotamiento, el bajo rendimiento académico y laboral, la depresión, el mayor índice de intentos de suicidio, la ansiedad, y cierta inducción a la drogadicción.
Todos estos trastornos – catalogados como subjetivos – son difíciles de estudiar y correlacionar, pero no deja de sorprender que sean comunes para la mayoría de las personas que permanecen o viven en zonas o locales con elevadas ionizaciones positivas (+).
Ahora sí, seguramente, empezaremos a encontrar respuestas a esos grandes interrogantes que hemos llevado por mucho tiempo y que, tal vez nunca habíamos podido dilucidar. ¿Por qué a veces llego tan cansado a casa después de una jornada laboral normal? Por qué me irrito tan fácilmente en algunas ocasiones? Por qué algunos lugares o ambientes (oficinas, salas de espera, etc.) me producen tanto estrés? Por qué me deprimo?, etc.
Son interrogantes que, tal vez, nunca los hemos podido responder de una manera lógica. Pero la explicación puede ser tan sencilla que parecería increíble: ALTAS CONCENTRACIONES DE IONES POSITIVOS EN EL AIRE QUE RESPIRAMOS.
LOS RADICALES IBRES Y LA SALUD
Una explicación científica del fenómeno
Toda la teoría anterior no tendría validez si no se contara con una explicación y con una fundamentación científica. Inicialmente, los estudios e investigaciones de Felix Gad Sulman, de la Universidad de Jerusalén, y los trabajos de los norteamericanos Albert P. Krueger, de la Universidad de California, y el Dr. Robert Beck, establecen como causa de disfunción orgánica el desequilibrio eléctrico, y descubren el complejo mundo de la bioelectricidad.
El francés Claude Vicens ha corroborado esa incidencia. La hipótesis de la importancia de los iones y la de ionización quedó corroborada en 1991, año en el cual se adjudicó el premio Nobel de Medicina a los científicos alemanes Erwin Neher y Bert Sakman, por su labor investigadora sobre la comunicación celular a través de los intercambios iónicos del interior y exterior de las células.
Pero una explicación concreta del fenómeno, a nivel orgánico, está dada por la acción de los radicales libres. Recordemos que en la materia cada átomo esta constituido por un núcleo provisto de cargas neutras y positivas, así como por una nube de electrones, cargados negativamente, que gravitan alrededor del núcleo como los planetas giran alrededor del Sol.
Atomo equilibrado: 7 Protones y 7 Electrones
Por regla general, las cargas negativas de los electrones corresponden numéricamente y equilibran con exactitud, a la carga positiva del núcleo. Consecuente-mente, el átomo en ese estado resulta neutro, en equilibrio.
Pero dicho estado se ve continua-mente modificado en numerosos átomos y moléculas, al aportarles ciertas dosis de energía (a través de la radiación ambiental o de forma artificial, como por ejemplo por la acción de los computadores, los transformadores, el humo del cigarrillo, etc, tal como se había mencionado anteriormente).
El resultado de este fenómeno es que serán "arrancados" uno o varios electrones. En consecuencia, el átomo queda cargado positiva-mente. El átomo así alterado, que poseerá mayor carga positiva que negativa, será considerado un ión positivo.
Por el contrario, cuando los electrones libres arrancados a algún átomo son capturados por átomos neutros, estos se cargarán negativa-mente, convirtiéndose de este modo en iones negativos.
Cuando estos iones atómicos entran a formar parte de la composición de una molécula eléctricamente neutra, ésta se electriza y constituye un ión, que puede ser negativo o positivo. Al ión positivo se le da el nombre de radical libre.
Átomo cargado negativamente. Exceso de Electrones:
7 protones, 8 electrones: Ión Negativo.
Átomo cargado positivamente. Deficiencia de electrones:
7 protones, 6 electrones: Ión Positivo.
La Investigación médica ha estudiado en los últimos años el efecto de los radicales libres en el organismo. Se trata de los ya mencionados iones positivos, o sea átomos o moléculas que han perdido un electrón, por lo que están cargados positivamente.
Ya decíamos que las radiaciones ionizantes, los rayos ultravioleta y otros factores ya mencionados, así como la contaminación del aire, el humo del cigarrillo, las pantallas de TV y computadores, etc., incrementan la cantidad de radicales libres en nuestro organismo.
Estos compuestos desempeñan un papel crucial en la génesis del cáncer y de las enfermedades cardiocirculatorias. Al tratarse de átomos o moléculas a los que les falta un electrón en el organismo, intentan recuperar ese electrón en el propio organismo y lo hacen de forma agresiva.
Cuando este proceso se desarrolla en el interior de las células, éstas pierden gran parte de su capacidad defensiva. Los radicales libres (o iones positivos) llegan a dañar el núcleo de las células, afectando al propio material genético, por lo que la célula se degenera, transformándose en cancerígena.
Se sabe, por ejemplo, que el colesterol en la sangre interviene en la formación de la arteriosclerosis, en los infartos de miocardio y en otras enfermedades circulatorias.
Pero el colesterol es, de hecho, una sustancia necesaria, que cumple funciones relacionadas con la metabolización y la redistribución de los lípidos (grasas). Se vuelve peligroso a partir del momento en que se forman depósitos de esta sustancia en nuestras venas y arterias, y ahora se sabe que se debe a las reacciones químicas que sufre a causa de los radicales libres o iones de carga positiva (+). Es decir, sólo cuando estas moléculas oxidantes han modificado la composición del colesterol, éste llega a depositarse en nuestras venas, y no con anterioridad.
Algunos estudios aportan el cono-cimiento sobre el papel que pueden estar ejerciendo estos radicales libres en enfermedades tan dramáticas como el mal de Parkinson, la artritis reumatoide y la enfermedad de Alzheimer, así como en ciertos tipos de cáncer.
¿Cuáles son las causas de la acumulación de radicales libres en nuestro organismo?
1. El aire que respiramos es uno de los factores claves en la génesis de radicales libres, pues con él inhalamos contaminación, humo de tabaco, polvo, etc. Todas estas sustancias suelen estar cargadas positivamente (predominan los iones positivos), por lo que contribuyen a las reacciones químicas internas en el organismo, sobre todo en las vías respiratorias y también en el riego sanguíneo, que debe purificarse y enriquecerse en los pulmones, convirtiéndose en uno de los precursores del cáncer pulmonar.
2. La radiación ambiental (natural o artificial) es otro factor importante que incide en la génesis de radicales libres en nuestro organismo. Las radiaciones ionizantes, el gas radón, los rayos ultravioleta y otros, elevan el contenido de radicales libres en nuestro interior.
3. Otra parte de radicales libres acumulados en nuestro cuerpo proviene del metabolismo de nuestro propio organismo y está muy ligada a la dieta, y a la ausencia de ciertas sustancias tales como las vitaminas C, E y A, antioxidantes por excelencia.
1. ¿Cómo contrarrestar el efecto de la ionización positiva?
Un aire con mucha contaminación o lleno de humo, o el aire de locales o espacios poco ventilados, con aire acondicionado, o con mucha gente o con computadores, etc, es un aire excesivamente cargado de iones positivos (+), lo cual favorece la génesis de radicales libres. El aire limpio y cargado de iones negativos (-) será un aliado de nuestra salud, facilitando la oxigenación celular y la circulación sanguínea.
Un aire cargado de iones negativos (-) permanentemente, a cualquier hora y ante cualquier circunstancia, sólo podrá lograrse artificial-mente por medio del uso de un IONIZADOR ELECTRÓNICO. De cualquier otra forma es totalmente imposible. Porque, aunque en muchas ocasiones se generan iones negativos de una manera natural, como por ejemplo durante una tormenta (ya que los altos voltajes de los rayos pueden ionizar el aire), y aunque usted puede aislarse y vivir en un lugar que esté aireado naturalmente, sin aire acondicionado, sin calefacción, sin aglomeración de personas, sin humo de cigarrillo, sin cables, ni tomas, ni suiches eléctricos, sin lámparas ni luz eléctrica, sin computadores, sin televisores y sin electrodomésticos, nunca podrá evitar aquellos vientos cargados de iones positivos, ni las condiciones ambientales que anteceden a una lluvia (que siempre cargan el ambiente de iones positivos), etc.
Definitivamente se hace imperativo el uso de IONIZADORES ELECTRÓNICOS. Los ionizadores son dispositivos que puedan generar cantidades copiosas de iones negativos (-). ¡Pero cuidado! cuando elija un ionizador electrónico, tenga presentes las siguientes recomen-daciones:
– Asegúrese de que el ionizador genere realmente iones negativos (-). Algunos ionizadores disponibles en el mercado generan iones positivos y otros, negativos y positivos indistintamente. Si usted no se asegura de este aspecto, puede convertir su problema en uno mayor.
– El Ionizador no debe generar ozono en niveles superiores a 0.1 partes por millón (ppm). Algunos fabricantes diseñan y comercializan (o simplemente copian) sistemas de Ionizacion, de los que suele desconocerse la cantidad de ozono que pueden generar.
No confunda Ozonizador de aire con Ionizador de aire. El Ionizador debe generar iones negativos en abundancia y poco ozono ya que éste cuando se encuentra en grandes concentraciones en el aire, puede generar efectos dañinos, por su alta reactividad.
Muchos Ionizadores disponibles en el mercado (sobre todo los de bajo costo) adolecen de estos y algunos otros problemas. Elija una marca de reconocida seriedad.
2. Cómo contrarrestar la acción de los campos electromagnéticos. Desde el punto de vista de la radiación ambiental existen, teóricamente, varias formas de protegerse:
– Podríamos diseñar un traje con un casco especial de tal forma que nos ofrezca un blindaje contra todas las radiaciones provenientes del medio, tanto las naturales (como las radiaciones cósmicas, la luz ultravioleta, etc,) como las artificiales (provenientes de computadores, transformadores, cables eléctricos etc.). Como es obvio, esta solución además de no ser práctica (por no decir imposible) resultaría demasiado costosa.
– Los filtros anti-estática/anti-radiación para pantallas de computador sólo reducen la exposición a la radiación de los campos eléctricos VLF/ELF y a la electricidad estática que vienen de frente pero no protegen contra las demás líneas de campo. No es entonces una solución de fondo ni sufíciente.
– Una solución más acertada podría ser la de blindar más bien la fuente que está generando la radiación. En este orden de ideas, se tendrían que diseñar carcasas y forros construidos en materiales especiales (normalmente aleaciones metálicas) para usar con computadores, televisores, transformadores, etc. Pero existen dos problemas: por un lado, la solución es costosa (los materiales y la construcción de estos empaques cuestan mucho dinero) y por otro lado, hay fuentes de radiación que son muy difíciles de blindar, como las radiaciones cósmicas, los rayos ultravioleta, todas las señales de radio que conviven en el aire (Emisoras, Canales de TV, Telefonía Celular), etc.
– Hay otras soluciones más simples pero sólo tienen acción transitoria, y muchas veces no es factible acceder a ellas por razones prácticas. Ellas son: caminar descalzo sobre la arena o sobre la grama mojada, o sobre la tierra física a la que se le haya hecho algún tratamiento previo para mejorar su conductividad eléctrica.
– También podrían desconectarse los electrodomésticos mientras no están en uso, alejarse a la mayor distancia posible de las fuentes de radiación, o utilizar los equipos lo menos posible, o prescindir de ellos, pero todo esto puede no ser práctico ni posible.
– En los últimos años, y gracias a las recomendaciones emanadas del desarrollo de la Ingeniería Inversa, se está optando por una solución absolutamente sencilla, barata, práctica y eficaz. Se trata de un sistema que descarga la energía estática del cuerpo humano y neutraliza la acción de la radiación ambiental. Es un pequeño dispositivo que se conecta al cuerpo de la persona (en la mano o el pie general-mente) y que descarga a la tierra física toda la radiación que proviene del ambiente, eliminando así toda probabilidad de que estas radiaciones se queden en el cuerpo humano generando malestares e induciendo radicales libres, como anotábamos anteriormente.
Además de constituir un camino directo a tierra para que la radiación no atraviese el cuerpo humano, este sistema permitirá descargar toda la energía estática que su cuerpo ha acumulado durante todo el día, y que puede generarle tantos males. Es, en síntesis, un descargador eléctrico y un neutralizador de la acción inducida por los campos electro-magnéticos.
3. Cómo contrarrestar la acción de los radicales libres.
Para evitar la acumulación de radicales libres provenientes del metabolismo de nuestro organismo, se sugiere evitar el consumo de grasas saturadas, grasas animales, fritos y refritos; en cambio, son aconsejables los aceites vírgenes y de presión en frío, que suelen contener sustancias, sobre todo vitaminas, que protegen las células, de los destructivos radicales libres.
Las frutas y verduras frescas, con sus grandes dosis de vitaminas, también son altamente recomendables; cuando la alimentación no es lo suficientemente balanceada, es imperativo el uso de complementos minerales y vitaminas (como la A, E y C) con gran acción neutralizadora de los radicales libres, por su gran poder antioxidante.
En conclusión, es claro que en la vida moderna, además de UNA BUENA DIETA, se hace imperativo el uso de los IONIZADORES DE AIRE (o generadores de iones negativos) y de los sistemas NEUTRALIZADORES DE LA RADIACIÓN AMBIENTAL (preferiblemente aquellos que utilizan el concepto de Ingeniería Inversa).
De lo contrario, usted se verá irremediablemente sometido, hora tras hora, día tras día, durante todo el resto de su vida, a la temible y agresiva acción de los radicales libres, irritado y estresado permanentemente, hasta desembocar en un cáncer o en alguna otra enfermedad crónica o degenerativa.
Todavía está a tiempo. A partir de hoy mismo hágale frente al problema y combata los radicales libres, la ionización positiva y la contaminación electromagnética. ¡No espere hasta mañana para hacerlo, su salud es lo primero! Aumente sus expectativas de una vida larga y saludable y ahórrese los costos generados por los problemas de dicha contaminación.
[1] Bueno, Mariano. Vivir en casa sana. (Martínez Roca, Barcelona, 1988).
[2] Bueno, Mariano. El gran libro de la casa sana. (Martínez Roca, Barcelona, 1994).
[3] Méndez, Alberto; Román, Francisco y otros. Alteraciones fisiológicas por exposición crónica a intensos campos electromagnéticos no ionizantes. (Acta Colombiana, Vol. 20 # 5, 1994).
[4] Sierra, Ralph. Energía magnética o biomagnetismo. (Editorial Orión, México, 1990).
[5] Beck, Robert y Marino, Andrew. Electromagnetism and life. (State University of New York Press, NY, 1988).
[6] Electromagnetic Fields. (300 Hz to 300 GHz). (World Health Organization, Geneva, 1993).
[7] Ponte, Lowell… Y ahora, contaminación eléctrica. (Selecciones del Reader’s Digest, abril 1981).
[8] Contaminación Electromagnética. Peligro en el aire. (Muy Interesante, # 120).
[9] Villarubia, Pablo. Cómo afectan las radiaciones a nuestra salud. (Año cero, 1996).
[10] Cunningham, Ann Marie. Electromagnetic Fields. In search of the truth. (Popular Science, december, 1991).
[11] Upton, Arthur. The Biological Effects of Low-level ionizing radiation. (Scientific American, Vol 246 # 2, february 1982).
[12] Chaves, Mario. Electromagnetismo y salud. (Bogotá, 1995). Se reanima el debate sobre los peligros para la salud de las pantallas de computación. (Iladiba; octubre 1990).
[13] Lin Ruey; Disumnger, Patricia Y otros. Occupational Exposure to
[14] Electromagnetic Fields and the Ocurrence of Brain Tumors. (Journal of Occupationg Medicine, Vol 27 # 6, June 1985).
[15] Wilkening, George y Sutton, Carl. Health Effects of Nonionizing Radiation. (Medical Clinics of North America – Vol 74, # 2, march 1990).
[16] Trinkaus, John y Greenberg, Murray. The VDTs are here: Health Hazard Issue And All. (Journal of Systems Mana-gement. october 1988).
[17] Starr, S.J. Nonionizing Radiations-Current Issues and controversies. A study of Vídeo Display Terminal Workers. (Journal of Occupational Medicine, Vol 25 No. 2 / february 1983).
[18] Foster, Kenneth and Guy, Arthur. El problema de las Microondas.
[19] Román, Francisco. Algunos aspectos de la contaminación producida por campos magnéticos. (U. Nacional, Bogotá 1994).
[20] Cuidado con la electro-polución. (Semana, octubre 19, 1990).
[21] ¿Qué tan seguros son los terminales de vídeo? (Iladiba, septiembre de 1988).
[22] Investigaciones de campo sobre Ionización, eliminación de cargas eléctricas y neutralización de la acción del campo E.M. (BOHR Ingeniería, Medellín, 1997).
Por
Hernán Londoño M.
Nelson Rúa C.
INGENIERÍA BIOMÉDICA