Impacto del ajedrez en el desarrollo de habilidades intelectuales
Enviado por Lazaro Rodriguez Gonzalez
- Resumen
- Introducción
- El Ajedrez y el desarrollo de las habilidades intelectuales
- Entrenar el Pensamiento
- Bibliografía
Resumen
El presente trabajo titulado "Impacto del ajedrez en el desarrollo de habilidades intelectuales en niños de 8 a 12 años en los arabos: fue realizado con 250 alumnos de 8 a 12 años de la escuela José Maria Duarte del poblado de san pedro de Mayabón del municipio de los arabos debido al poco conocimiento por parte de padres y profesores acerca de la importancia del Ajedrez en el desarrollo de habilidades intelectuales en los niños, para darle curso a dicha investigación nos trazamos el siguiente objetivo: Demostrar el impacto del Ajedrez en el desarrollo de habilidades intelectuales en niños.Para ello se emplearon como método de investigación la observación y como técnicas la entrevista y la encuesta. Los resultados más relevantes fueron: Los niños después de recibir clases de ajedrez elevaron rasgos de la personalidad, desarrollando habilidades Intelectuales tales como atención y concentración, la observación, la memoria, cálculo y evaluación, razonamiento lógico-matemático y el análisis. Resulta obvio decir que la mejora de todos estos aspectos en el estudiante que practica el Ajedrez acarrea un evidente e inevitable incremento en su rendimiento escolar, que se manifiesta no solo en su expediente académico sino en su grado de madurez personal. También desarrolla valores como disciplina, colectivismo, respeto a reglamentos, leyes y normas de comportamiento y deportividad ante victorias y derrotas. Esta investigación constituye un valioso aporte teórico-practico para contribuir al desarrollo del proceso de masificación del Ajedrez en las escuelas. Es un instrumento indispensable para que los profesores conozcan la importancia del Ajedrez en el desarrollo escolar, además de elevar el nivel cultural de los niños y prepararlos mejor para la vida.
Palabras claves. Impacto del ajedrez, desarrollo de habilidades intelectuales.
Introducción
Hablar de ajedrez en las escuelas es compartir la esencia de una práctica como ayuda a las formas de resolver dificultades, de hallar respuestas inteligentes en los alumnos y de cumplir, en general, con los factores propios de todo proceso de aprendizaje: contar con un contexto social adecuado.
Son cada vez más, en distintos ámbitos, quienes hablan del ajedrez como un medio eficaz de contención de los alumnos, sobre todo de aquellos que – por alguna razón – están lejos de ambientes que permitan la reflexión como parte importante de la resolución de situaciones problemáticas de la niñez y de la adolescencia.
Dice una conocida "Web" argentina de Ajedrez Escolar que hay que desarrollar la capacidad de reflexión y, sin embargo, no dejar que se atrofien las valiosas fuerzas instintivas. Hay que hacer emplear a fondo la inteligencia, pero sin perjudicar la fuerza de voluntad. No hay que recargar la memoria, pero sí establecer sobre ésta el fundamento de todo el tesoro espiritual. Hay que hacer perseguir el encanto de la variedad y, sin embargo, encauzar el espíritu y la voluntad hacia la constancia. Hay que exigir solamente aquello que esté en concordancia con la edad del niño y, sin embargo, hacer que las fuerzas innatas vayan superándose a sí mismas. Ordenar un trabajo ligero pero, al mismo tiempo, proporcional y regularmente difícil.
Por lo expuesto, vale la pena reiterar que lo relacionado con el ajedrez no basta por sí solo.
Se ha dado en creer que si un grupo juega al ajedrez, por ejemplo en una escuela, durante los recreos, automáticamente se está haciendo ajedrez escolar y esto ya resulta en alto beneficio para esos grupos de estudiantes que lo juegan. Y si aparece algún "descarriado", mejor porque se buscaría demostrar que el mero hecho de haberlos puesto a jugar les ha cambiado para bien sus comportamientos violentos y fugaces.
Con el juego de mesa, se afirma, los intereses y ocupaciones de provecho intelectual y conductual aparecen por añadidura. Cuando alumnos naturalmente revoltosos consiguen estar tranquilos o absortos en un juego pacífico, los docentes y directivos celebran la aparición del ajedrez en las escuelas, sin demasiadas preocupaciones, o con una comprensión parcial del rédito pedagógico o formativo que ello deja.
Que se hayan visto resultados de ese tipo en numerosas oportunidades y, en casos especiales con particular incidencia en el aprendizaje, no autoriza a sostener esto como una regla ni como algo probado sistemáticamente. Muchas veces se ha visto y experimentado la útil misión del ajedrez en la escuela pero su verdadero valor va más allá de estos ocasionales resultados.
Esa múltiple caracterización del ajedrez como juego, deporte, ciencia y arte da, sin duda, márgenes a la complejidad de los resultados que el mismo hace posible.
El uruguayo Maiztegui Casas (1) define con maestría al ajedrez cuando expresa: "Tarea difícil, si las hay, la de definir qué es exactamente el ajedrez. Sin duda, se trata de un juego, pero los que padecemos su hechizado embrujo sabemos que es mucho más que eso. Es deporte porque implica una competición, es ciencia pues contiene elementos exactos de índole matemática, verificable e investigativa según métodos científicos y es arte porque puede golpear el espíritu con la inaudita potencia de la belleza abstracta. Es, en definitiva, un microcosmos que reproduce, según ciertas normas convencionales, el universo que habita la especie humana, con su turbulencia de ideas y pasiones."
Sin lugar a dudas que aprovechar toda esa maravillosa y compleja riqueza en el aprendizaje que la escuela ofrece permitiría el desarrollo sistemático de las habilidades intelectuales que se desarrollan más abajo pero, además, fortalecería la creatividad del alumno.
Es tiempo de rodear al ajedrez escolar de otra idoneidad, de complementarlo con todo un conjunto de elementos que permitan transformarlo en un instrumento del currículo para incorporarlo a la tarea de formación integral que debería asumir cada vez con más fuerza la escuela.
El Ajedrez y el desarrollo de las habilidades intelectuales
Los acertijos, juegos de palabras, de números, de imágenes y de otros pueden ser complementarios del ajedrez, especialmente cuando los usamos para verificar cualidades de pensamiento en los alumnos.
El ajedrez ofrece, desde su propia práctica, un desarrollo constante de tales habilidades.
El dilema que la escuela no termina de dilucidar en las últimas décadas es si debe sumar conocimientos o desarrollar habilidades para una más efectiva formación del alumno que debe vivir y crecer en una sociedad compleja del tercer milenio.
Por supuesto que quien aquí se expresa opta por desarrollar habilidades ya que la acumulación de conocimiento es lo que, por años, ha ofrecido el sistema educativo con escasos resultados. Es así como, ante la cantidad de información y la especialización, el hombre sufre el déficit de la falta de memoria que lo supera con amplitud en los sistemas de información. No procesa los datos y se muestra ineficaz en la creación de nuevas posibilidades que escapan a la realidad cotidiana. En cambio, con el desarrollo de habilidades intelectuales –y especialmente las creativas, informativas, retentivas o procedí mentales como las del pensamiento lateral el hombre del siglo XXI adquiere una mayor ductilidad, una eficacia adaptable a muchos más casos y complejidades de saber hacer en circunstancias en que la improvisación es rectora de soluciones.
La idea de que aquéllos son juegos con distintos elementos y, por ello, menos serios que una instrucción sumativa, habrá que descartarla. Sabemos ya mucho sobre cómo se adoptan comportamientos derivados de las experimentaciones, de prueba y error que tienen los juegos por su sola condición de tales. Precisamente por ello es que empiezan a dar rédito en la formación de habilidades que marcan progreso y maduración intelectual. Está claro que los alumnos, por lo general, cuando experimentan, aprenden mejor y por ello el ajedrez como máximo representante de esta categoría de aprendizajes prácticos se lleva las palmas junto a los demás juegos que movilizan la mente.
Entrenar el Pensamiento
Ferrán García Garrido (España), después de separar los conceptos de Inteligencia y Pensamiento, pero manteniendo una relación entre ambos, expresa que modernamente se hace necesario un entrenamiento del pensamiento para influir en la inteligencia.
El Ajedrez sería una de las más completas herramientas básicas para el eficaz entrenamiento solicitado por la necesidad de inteligencia que no puede cumplir el sistema educativo ante la complejidad.
Se presentan a continuación las capacidades cognitivas que con más frecuencia desarrolla la práctica del Ajedrez.
Las Capacidades Cognitivas.
Las capacidades cognitivas son habilidades del pensamiento que permiten el desarrollo gradual de la inteligencia. Las mismas se despliegan a través del entrenamiento sistemático y son condiciones esenciales para aprender a pensar.
Nickerson, Perkins y Smith –en "Enseñar a Pensar"- sostienen:"Con seguridad la capacidad de pensar eficazmente ha tenido siempre muchísima importancia. Las personas que la han tenido fueron, sin duda, más capaces de adaptarse y de prosperar que las que carecieron de ella. Pero hay motivos para alegar que las habilidades del pensamiento son hoy más decisivas que en ninguna época anterior. El mundo se ha hecho más complejo, y con él los desafíos que presenta. Hacer frente a esos retos requerirá no sólo unos conocimientos considerables, sino la habilidad de aplicarlos con eficacia. Los cambios son hoy más rápidos y la necesidad de acomodarse a ellos más apremiante que en el pasado. (…) La supervivencia en medio de esos cambios acelerados va a exigir mucha capacidad de adaptación, de aprender las técnicas nuevas en seguida, y de aplicar los conocimientos antiguos de maneras nuevas. (…) En síntesis, creemos que es primordial la necesidad de que se ponga un mayor énfasis educativo en las habilidades del pensamiento…"
Angus Gellatry (en "La Inteligencia Hábil. El desarrollo de capacidades cognitivas") se refiere a la cognición diciendo: "Muchas cogniciones pueden considerarse acciones internas. Son acciones que se han vuelto tan practicadas que podemos "llevarlas a cabo en nuestras cabezas" (por ejemplo, contar con los dedos deja paso luego a la aritmética mental)…"
Algunas de esas capacidades, que el Ajedrez entrena de manera continuada, son las que se pasan a explicar desde la experiencia que ha brindado la enseñanza durante más de cuatro décadas, el intercambio de experiencias, la investigación y el estudio sistemático.
De este modo, a través de juegos cada vez más complejos de observación se van desarrollando la profundidad de la visión, el armado de complejos inteligibles.
El ajedrez es una actividad que se desarrolla procesando modelos figurativos, comparando patrones típicos cuya base de unos cincuenta modelos (de configuraciones de mate) fundamentan la comprensión táctica en forma clara y unos cuantos más trazan un entorno de patrones parientes y de secuencias más complejas que proponen yuxtaposiciones y otros procesos visuales. La Memoria: Es la capacidad o habilidad para recordar hechos. Es la retención, repetición y reproducción de los contenidos pasados. El ejercicio de la memoria presupone la retención del hecho recordado y su reminiscencia. La importancia del estudio de esta en los límites de la Psicología es obvia: si no se poseyeran mecanismos mediante los cuales se almacenara y se recuperara la experiencia anterior, el funcionamiento intelectual seria imposible. No se aprendería de la experiencia ni se recordaría absolutamente nada el lenguaje no podría existir y por tanto, seria imposible la comunicación y el control de las acciones; se viviría en un eterno presente, en un mundo, cuyos objetos y relaciones serian siempre nuevas, imprescindibles para la supervivencia, la adaptación y la transformación del mundo por parte del ser humano.
Los procesos de almacenamiento y recuperación en la memoria son complejos. En este sentido cabe preguntarse si existe solo un almacén de memoria o varios. La forma más inmediata de contestar esta pregunta es apelar a la intuición. Evidentemente existen algunos elementos que están almacenados desde hace tiempo y que son más o menos asequibles a nuestra conciencia. Otros, en cambio, ocurrieron hace tan poco tiempo que al parecer funciona como una especie de presente, aunque en realidad pertenece al pasado.
En los escolares menores la memoria tiene un carácter intuitivo por imágenes, pueden memorizar de forma voluntaria y esa memorización adquiere un carácter textual. Ellos aun no dominan en suficiente medida los medios que aseguren una buena memorización. Por lo general, solo utilizan un procedimiento: la repetición. Además para aprender algún material lo hacen por renglones, lo que conduce al aprendizaje mecánico.
Tradicionalmente, la memoria ha sido principal elemento del aprendizaje. No se la debe descartar. Los dos tipos principales de memoria (Memoria de corto plazo –MCP- y Memoria de largo plazo –MLP-) están involucrados. Pero se podría sumar una memoria de elementos encadenados que es la particular necesidad de recordar pasos con los cuales conformar trayectorias de variantes.
Se sabe que el Ajedrez ha sido llevado al ámbito escolar en varios países. En Cuba se oficializa la enseñanza del Ajedrez en las escuelas primarias mediante la circular INDER-MINED, en 1989.
Durante la celebración del Centenario de Capablanca, en 1988, y especialmente en 1992, con la creación del Instituto Superior Latinoamericano de Ajedrez (ISLA), se le da un decisivo impulso al plan de llevar el ajedrez a las escuelas, con un programa en el que participan tanto el INDER como el Ministerio de Educación. Actualmente hay unos 300000 niños recibiendo clases de ajedrez en sus escuelas. Ahora se elabora un programa para llevar la enseñanza del ajedrez a las escuelas mediante la televisión.
En la escuela el ajedrez resulta un instrumento incomparable para trabajar en lo que los maestros llaman aprender a aprender, desarrollando aptitudes y talento para el autoaprendizaje a partir del desarrollo de las siguientes habilidades:
Control de la atención y la concentración (autodisciplina).
Aplicación de un razonamiento lógico en combinación con la intuición y la imaginación.
Discriminar la información seleccionando lo esencial y necesario para la solución de un problema.
Organización y conocimiento del pensamiento propio para la solución de los problemas (meta cognición).
Toma de Decisiones en situaciones complejas y variables.
En síntesis, el ajedrez promueve excelentemente el logro de la independencia cognoscitiva, que se manifiesta en una adecuada representación del problema y en un proceso mental activo en la búsqueda de las soluciones y en su comprobación.
El autor después de realizar preparaciones metodológicas, visitas a escuelas, entrevistas a los padres, encuestas a maestros, personal no docente y dirigentes se percata que no se tiene la suficiente información acerca del Impacto del ajedrez en el desarrollo de habilidades intelectuales en los niños.
c.- La Memoria.
La Memoria: Es la capacidad o habilidad para recordar hechos. Es la retención, repetición y reproducción de los contenidos pasados. El ejercicio de la memoria presupone la retención del hecho recordado y su reminiscencia. La importancia del estudio de esta en los límites de la Psicología es obvia: si no se poseyeran mecanismos mediante los cuales se almacenara y se recuperara la experiencia anterior, el funcionamiento intelectual seria imposible. No se aprendería de la experiencia ni se recordaría absolutamente nada el lenguaje no podría existir y por tanto, seria imposible la comunicación y el control de las acciones; se viviría en un eterno presente, en un mundo, cuyos objetos y relaciones serian siempre nuevas, imprescindibles para la supervivencia, la adaptación y la transformación del mundo por parte del ser humano.
Los procesos de almacenamiento y recuperación en la memoria son complejos. En este sentido cabe preguntarse si existe solo un almacén de memoria o varios. La forma más inmediata de contestar esta pregunta es apelar a la intuición. Evidentemente existen algunos elementos que están almacenados desde hace tiempo y que son más o menos asequibles a nuestra conciencia. Otros, en cambio, ocurrieron hace tan poco tiempo que al parecer funciona como una especie de presente, aunque en realidad pertenece al pasado.
En los escolares menores la memoria tiene un carácter intuitivo por imágenes, pueden memorizar de forma voluntaria y esa memorización adquiere un carácter textual. Ellos aun no dominan en suficiente medida los medios que aseguren una buena memorización. Por lo general, solo utilizan un procedimiento: la repetición. Además para aprender algún material lo hacen por renglones, lo que conduce al aprendizaje mecánico.
Tradicionalmente, la memoria ha sido principal elemento del aprendizaje. No se la debe descartar. Los dos tipos principales de memoria (Memoria de corto plazo –MCP- y Memoria de largo plazo –MLP-) están involucrados. Pero se podría sumar una memoria de elementos encadenados que es la particular necesidad de recordar pasos con los cuales conformar trayectorias de variantes.
La memoria usada en el ajedrez es de sumatoria de transformaciones posiciónales, de recordación de trayectorias en un plan secuenciado coherentemente y de contextos de acción de piezas, o conjuntos de ellas, en general expresadas dentro de las memorias visuales o espaciales y las episódicas o secuenciales. Son MCP (memorias de Corto Plazo) y sirven para no perder el hilo de una variante.
Un entrenamiento de MLP (memoria de Largo Plazo) se realiza en la recordación y evocación de lo que se estudia: líneas de aperturas, esquemas estratégicos encadenados, patrones tácticos, partidas ejemplo ya estudiadas y ejemplos tipo de finales.
La memoria en el ajedrez funciona en varios aspectos diferentes desarrollando al alumno de manera distinta: la más común es cuando – por la pregnancia de un conjunto de piezas relacionado por formas típicas de ataques, amenazas o defensas relacionadas entre sí – determinan características posiciónales de resolución que empiezan a ser familiares con el progreso del juego.
Es una habilidad que se adquiere mediante lo heurístico. En cambio la forma algorítmica de resolución, con el cálculo de variantes, es la otra forma de memoria empleada clásicamente en el ajedrez: el jugador retiene la serie de jugadas que va verificando como tal, reparando en las figuras de acción que describen las piezas propias en relación a las contrarias y al orden secuencial que para cumplir con esas acciones van describiendo.
Si uno se hace la pregunta: ¿qué tipo de memoria es más fuerte?, ¿la de posiciones o la de serie de jugadas?, se determinará que ambas se complementan enseñando a colaborar entre sí y mostrando la transferencia que aplicaron rédito a otros contextos.
Estas dos maneras de retención memórica son fundamentales para entender y trabajar el espacio de instrucción de la memoria que brinda el aprendizaje del ajedrez en los niños. El aprendizaje de aperturas de memoria es, por lo general, rechazado como actividad para ser reemplazado por la comprensión más que por la forma en sí, pero no debemos dejar de complementar ambas.
El fortalecimiento discriminado entre memorias de Largo y de Corto Plazo tiene cabida con varias actividades específicas bajo formas de juego. Especialmente el esfuerzo del "juego a ciegas" que fuera, en muchos casos, exhibido como una asombrosa cualidad ajedrecística y detractado por los especialistas soviéticos por su probada distorsión del esfuerzo mental.
En todo caso, el aprendizaje del uso mnemotécnico es progresivo con el ajedrez desde la primera infancia. Y relaciona la pregnancia del recuerdo con la capacidad de prever y realizar acciones en cada posición o de argumentar heurísticos particulares en cada una de las instancias de una acción. Varios tests ajedrecísticos rusos atestiguan el crecimiento de las habilidades de memoria y prueban su validez transferible con el juego.
Bibliografía
1. Barreras Meriño, José Luís: ´´ El ajedrez en Cuba. Editorial Deportes, La Habana, Cuba, 2002.
2. Colectivo de autores: ´´ Ajedrez integral´´. Tomo 1. Editorial Deportes, La Habana, Cuba, 2003.
3. Colectivo de autores: ´´ Ajedrez integral´´. Tomo 2. Editorial Deportes, La Habana, Cuba, 2003.
4. Bello Dávila, Zoe: ´´ Psicología General. Editorial Félix Varela, La Habana, Cuba, 2007.
5. Boletín Federación Cubana http://www.cuba.cu/ajedrez/boletin/maestros50.
Html.
6. Novedades educativas http://www.noveduc.com/index.php.
7. Taller de Ajedrez http://iesbcfra.educa.aragon.es/Dmates/33ajescu.htm.
8. Ajedrez Escolar http://www.ajedrezenlasescuelas.blogspot.com/
9. El ajedrez en la educación http://www.madridmueve.com/reportajes/ajedrez- materia-lectiva/10_El-ajedrez-en-la-educacion.html
Autor:
Daniel Farias Bertot,
graduado de técnico medio en la especialidad de educación física. Graduado de licenciatura en cultura física y recreación en 1982 por la universidad de Matanzas "Camilo Cienfuegos". cumplí misión en la hermana republica de Venezuela donde curse los post grados de teoría y metodología de la investigación , análisis de datos, computación, he participado en eventos científicos y del forum de ciencia y técnica convocados por la dirección de la misión obteniendo la categoría de relevante, he participado en diversos eventos y conferencias internacionales de deportes denominados "deporte para todos en el año 2003 y 2004., en estos momentos ocupo el cargo de subdirector de práctica docente de la EPEF "Calixto García Iñiguez de la provincia de Matanzas. He cursado diversos pos grados correspondientes a la maestría actividad física en la comunidad, que se imparte por la universidad de ciencias del deporte y la cultura física. Además de participar en los seminarios nacionales de recreación desde el año 1982 hasta 1995 desarrollado en diferentes provincias del país, además de participar desde el año 1995 hasta el 2004 en los seminarios y cursos nacionales de directores municipales. Curse el curso de economía para los cuadros del primer nivel, así como todos los cursos de planificación estratégica a nivel nacional, provincial y municipal.
Enviado por:
Lázaro Rodríguez González