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La Equitación

Enviado por angelice87


    1. Historia de la Equitación.
    2. La Antigua escuela de Equitación.
    3. Las escuelas de Equitación.
    4. Aparejo o arreos
    5. Equitación Básica.
    6. Equitación avanzada
    7. Conclusión
    8. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN

    La Equitación es el arte de mantener el control preciso sobre un caballo, así como los diferentes modos de manejarlo. La equitación implica también los conocimientos para cuidar caballos y el uso del equipo apropiado llamado aparejo o arreos.

    Estos equipos son esenciales al momento de montar un caballo ya que con esto se tiene el control de animal.

    Existe un tipo de equitación básica, donde lo principal es aprender a montar, y uno más avanzado, usado para saltar, realizar carreras, acarrear ganado, exhibición o equitación de alta escuela.

    Historia de la Equitación.

    Durante milenios, el caballo no fue más que una pieza de caza para servir de alimento al hombre prehistórico. Su velocidad de galope no permitía abatirle fácilmente con los medios rudimentarios de entonces, pero más tarde la astucia y las emboscadas preparadas por el hombre permitieron hacerse con las manadas de caballos que caían bajo los certeros golpes de los cazadores. Después sobrevino un período de calma, porque el hombre nómada se volvió sedentario, pastor y agricultor, y el caballo, más libre, sufrió una transformación, y por razones inexplicables las manadas disminuyeron, aunque las condiciones de vida deben haber mejorado.

    En la edad de bronce el hombre se percató de que el caballo podría convertirse en un elemento utilitario y no solo en base de su alimento. El caballo empezó a emplearse como elemento de trabajo. En la historia de la humanidad, el caballo se convirtió en pieza vital de una nueva era. Según todos los indicios, el caballo no tuvo su origen en Europa, sino que fue importado de alguna apartadas regiones oriental para su utilización doméstica.

    Es importante hacer notar que la caballería era el cuerpo militar predominante en los ejércitos persas y griegos, e incluso entre las hordas bárbaras anteriores a nuestra era. Todavía se montaba a pelo, pero ya se jugaba al Polo en Persia. En esta época aparece el primer caballo famoso en la historia: "Bucéfalo", el caballo de Alejandro Magno, cazado y domado por el. A lomos de este caballo Alejandro Magno conquistó países colindantes con el mar Mediterráneo, el mar Negro y el Golfo Pérsico, llegando desde Grecia hasta la India. Siempre a caballo. Pasamos a la Edad Media. La caballería Española, que estaba considerada como "Escuela de Caballeros", los hijos de los grandes señores o caballeros de alcurnia pasaban su infancia y adolescencia sometidos a una estrecha vigilancia y una constante preparación. Primero bajo la tutela materna y luego bajo la de un preceptor, y cuando apenas tenían diez años eran enviados a los castillos de otros señores a los que servían directamente y de ellos aprendían el arte de ser caballeros. Empezaban por llevar las armas y los escudos, y de ahí el nombre de "escuderos" que se les daba. En los castillos recibían además instrucción literaria y musical, y aprendían idiomas. Se forjaban pues, hombres y caballeros aptos para la guerra y también para la vida palaciega y social de la época.

    Entre batalla y batalla, o en épocas de paz se generalizó el empleo del corcel en torneos y juegos a caballos, como una preparación para el tiempo de guerra. Con el tiempo, estos entrenamientos para la guerra habrían de convertirse en el deporte hípico.

    La Antigua escuela de Equitación.

    Fue en la época bizantina cuando aparecieron elementos tales como la silla, la brida y las riendas. Sin olvidar que con la silla se crearon los estribos que fueron de gran utilidad para unos jinetes que tenían que buscar el máximo equilibrio en su caballo, a consecuencia del peso que representaban sus armaduras y escudos y las armas propias de la época.

    Fue entonces cuando se empezaron a estudiar sistemas y técnicas, y surgieron las escuelas "a la jineta" y "a la brida". La segunda prevaleció sobre la primera pero esto no quiere decir que "la jineta" haya quedado en desuso.

     En los campos andaluces y salmantinos, en los cortijos o en el rejoneo en las plazas de toros todavía esta vigente el estilo limpio, elegante y ardoroso de la jineta. Precisamente en España y Portugal.

    No obstante, las tácticas de combate, los juegos de guerra y el peso de las armaduras generalizaron en toda Europa la llamada "Escuela de la Brida", mientras que el sistema de montar "a la jineta", más apropiado para los juegos de cañas y el toreo se afianzó en España y ahí sigue.

    Para montar a la brida, se requiere un arnés cabecero que sujete al caballo mediante la brida propiamente dicha, el freno o bocado y las riendas. La silla carece de resaltes o salientes excesivos y los estribos han sufrido cambios en los materiales utilizados.

    Las guerra de Italia, en la época iniciada por los Reyes Católicos, fueron unas de las causas que acabaron por generalizar en España la escuela de la brida, por cuanto el jinete tenía una mayor movilidad y libertad de acción, sin las limitaciones que imponían los útiles aplicados al caballo más que el propio dominio del jinete que lo montaba.

    La permanencia en Italia de los soldados españoles, peleando con enemigos cuya táctica guerrera era tan distinta de la que ellos habían practicado en nuestro suelo durante el largo periodo de la Reconquista, produjo sin duda una profunda modificación en la manera de combatir a caballo, y por tanto en la utilización de este.

    Fue pues en Italia donde la caballería española empezó a amoldarse a los nuevos estilos, dejando el español para las competiciones y los juegos clásicos de nuestro pueblo. El método o sistema de monta a la jineta tenía y tiene una característica muy especial, consistente en hacer correr, parar y girar el caballo bruscamente pero con sujeción a determinados principios. El caballo tenía que revolverse y marchar de uno a otro lado, incluso hacia atrás, con gran agilidad y presteza, y todo ello mediante la ayuda de pies, piernas y rodillas así como de la mano izquierda.

    El freno reviste en este caso una forma muy especial y exclusiva: menos pesado y más corto que el de la brida. La silla asimismo, es un dato de preferente atención. Es distinta a la de la brida, de hechura casi cuadrada, de mayor fortaleza y con dos arzones prominentes, el de delante recto y el posterior alto también pero ligeramente inclinado hacia atrás. No obstante el caballero en esta silla va perfectamente encajado, sujeto y sin riesgo de descomponerse al ejecutar los movimientos necesarios en los ejercicios correspondientes.

    Los estribos también son distintos a la otra monta: los había de dos clases, de "medio celemín" y de media luna, tanto para el combate como para torear de hierro, mientras que para el campo el material empleado era la madera. El pie, quedaba pues, perfectamente resguardado de los envites a los que había que oponerse, especialmente de los cuernos de los toros. En la jineta se utilizaban asimismo diversas espuelas, acicates diversos, de aguijón, pico de gorrión, etc. La posición del jinete es distinta en una y otra monta.

    Las escuelas de Equitación.

    La primera escuela de equitación fue fundada por el conde de Fiaschi en el año 1539 en la ciudad Italiana de Ferrara, y todo apunta a que fue la primera escuela de equitación de la que se tiene noticia. Fiaschi también expuso sus conocimientos y sus experiencias vividas junto a los caballos en diversos escritos. Tenía como fieles alumnos a Federico Grisone y Juan B. Pignatelli, que le sucedieron en sus teorías y en sus prácticas, y más tarde en la dirección en la dirección de su escuela que trasladaron a Nápoles. Entonces ya se había conseguido crear la Escuela Italiana, a la que acudían los hijos de las mejores familias francesas y alemanas, y esta fue la base de la creación de otras escuelas en dichos países, en especial la francesa de La Broue y La Baume.

      Pero entretanto surgió una escuela que hizo historia y que se mantiene en nuestros días: la clásica Alta Escuela Española de Viena. Fue creada en el año 1572 y sustituyó a un famoso picadero cubierto austriaco. Fue en esta época el momento en que más se escribió sobre la hípica y la equitación. Estas constituyeron, junto con el deporte o arte de la esgrima y más tarde la gimnasia, los conceptos básicos de lo que había de ser el deporte del mundo.

    Cada país realizaba sus estudios y fundaba sus escuelas de equitación. España también tuvo maestros en las prácticas hípicas, y en muchos casos, los conocimientos y las bases españolas sirvieron de iniciación a los escritos extranjeros.

    Pero el país que más preocupación demostró respecto a la monta fue Francia. A partir de 1600 buscaba nuevas fórmulas y tal vez encontró el mejor sistema, basado en movimientos muy suaves. Los franceses fueron depurando la técnica que entonces se consideró como el estilo moderno y hoy aún prevalece.

    Se crearon los picadero-escuelas de Versalles y las Tullerías, y países como España, Portugal y Alemania empezaron a seguir el ejemplo, creando escuelas con peculiaridades propias pero bajo la influencia francesa. No obstante cada escuela publicaba libros en los que aunque exponían realidades técnicas extranjeras, mantenían sus propios conceptos y defendían sus convicciones clásicas.

    Por lo tanto, el siglo XVIII trajo consigo una preocupación y esmero en la preparación del caballo y en los antiguos sistemas de doma, pues se buscó la cadencia de la marcha y la flexibilidad en el manejo del corcel, y el movimiento de adorno hizo que surgiera la verdadera doma del noble bruto.

    Francia siempre mantuvo la cabeza en los estudios ecuestres, con sus escuelas de Versalles, de caballería ligera y la de Saumur, y empezó una nueva era: la militar exenta de florituras para dar a la equitación una forma castrense.

    De esta forma, el panorama ecuestre hasta tal vez 1920 estaba dominado por el estamento militar. Los jóvenes oficiales de la Escuela de Saumur se imponían por doquier hasta que se empezó a despertar el interés entre la población civil. A partir del citado año 1920 los jinetes civiles confirmaron su aparición en los concursos hípicos. La caballería en el estamento militar tocaba a su fin con la aparición de la caballería motorizada, y ello motivo el que la equitación terminase de orientarse deportivamente. Actualmente, aunque existen militares que dominan el arte ecuestre, el elemento civil impone criterios propios y a el le corresponde buena parte del resurgimiento competitivo en lo ecuestre.

    Aparejo o arreos

    Las piezas esenciales del equipo de equitación son: ronzal, brida, silla o montura y estribos. Tradicionalmente, el aparejo se le pone al caballo por el lado izquierdo o parte de dentro; el lado derecho del caballo es la parte de fuera.

    Ronzal

    El ronzal se usa para controlar al caballo desde el suelo. Consiste en unas correas que van alrededor de la cabeza del animal y una anilla bajo su barbilla (barboquejo) donde va enganchada la correa de mando o guía.

    Brida

    La brida comprende el bocado, el collar o cabezada y las riendas. El bocado es una barra de metal que se coloca dentro de la boca del caballo. El jinete experto ejerce el control sobre el caballo por medio de la presión e n el bocado. El collar, al cual va sujeto el bocado, es un dispositivo de correas de cuero situado alrededor de la nariz, quijadas y cabeza del animal. Las riendas son unas correas de cuero que están sujetas al bocado a ambos lados de la boca del caballo y que van una por cada lado del cuello hasta las manos del jinete.

     Silla o montura

    La silla es una pieza de cuero que se sitúa encima de la grupa del caballo y tiene unos faldones que se extienden hacia abajo por ambos lados del animal. Se sostiene en su sitio por medio de cinchas que circundan el vientre del caballo y se abrochan bajo los faldones. La parte de la silla ocupada por el jinete es el asiento, la parte de delante es el pomo y la de atrás el arzón trasero. Suspendidos por los dos lados de la silla y sujetos con unas correas ajustables se encuentran los estribos, que son de madera o metal y soportan los pies del jinete.

    Aunque los tipos de sillas varían dependiendo de su uso, los dos tipos principales son la silla inglesa (galápago) y la silla vaquera. La silla inglesa es más ligera y plana mientras que la vaquera es más pesada con un pomo y un arzón trasero mucho más altos. El cuerno que forma el pomo sirve de ancla para el lazo que se usa cuando se conduce ganado.

     Equitación Básica.

    Una de las habilidades fundamentales para poder manejar el caballo es saber montar y desmontar utilizando una o más de las diferentes sillas y conocer las señales adecuadas para controlar y dirigir los movimientos del animal.

     Montar: La monta de un caballo comprende varios actos separados ejecutados en un movimiento continuo. El jinete se coloca al lado izquierdo de la montura a la altura de la silla mientras sujeta las riendas en la mano izquierda que descansan en el cuello del caballo frente al pomo de la silla. Con la mano derecha vuelve el estribo hacia él, se inserta el pie izquierdo en él, se coloca la mano derecha en el arzón y se impulsa desde el suelo transfiriendo su peso al pie izquierdo y las manos. Se quita entonces la mano derecha del arzón y se pasa la pierna derecha por encima de la grupa del animal sentándose sin brusquedad en la silla.

    Desmontar: Para desmontar el jinete agarra de nuevo las riendas frente al pomo con la mano izquierda. Desengancha el pie derecho del estribo y transfiere el peso al pie izquierdo, entonces pasa la pierna derecha sobre la grupa del animal, apoyándose contra la parte izquierda del caballo para transferir el peso a las manos. Hace una pequeña pausa para sacar el pie izquierdo del estribo y se deja resbalar hacia el suelo. Las botas de montar o un calzado fuerte con poco tacón evitan quedarse enganchado de los estribos.

    Monta y manos: La primera consideración con respecto a la monta es la manera de encontrar el equilibrio por parte del jinete que consigue sentándose sobre el centro de gravedad del animal y que varía de acuerdo con la función que se esté realizando. El jinete debe estar calmado y relajado en la silla, ya que cualquier estado de tensión o miedo es percibido en seguida por el caballo. El uso adecuado de las manos es un factor vital en la buena equitación. Cualquier tirón fuerte de éstas puede dañar y echar a perder la sensibilidad de la boca del caballo. Unas manos ligeras pero firmes en las riendas son de suma importancia.

    La monta normal de paseo se realiza hacia adelante y es la que se usa en la monta inglesa, en la que el jinete se sostiene en la grupa del animal por el equilibrio más que por agarrarse con las rodillas y aferrarse a las riendas. El jinete se sienta erguido en el centro de la silla con los hombros hacia atrás y con la parte estrecha de la espalda arqueada, las manos se sitúan bajas frente a la silla de manera que las riendas y los brazos formen una línea recta desde el bocado hasta el codo. Se sostiene una rienda en cada mano y al caballo se le hace cambiar de dirección con un ligero tirón hacia el lado que el jinete quiera que gire. El estribo soporta el pie por la planta con el talón presionando ligeramente hacia abajo, la rodilla doblada y manteniendo vertical la parte baja de la pierna. Un estribo bien ajustado alcanza el hueso del tobillo cuando se deja colgar libremente la pierna desde la silla.

    Para la monta de paseo en silla vaquera, el jinete se sienta apoyándose en el arzón trasero y extiende ligeramente las piernas hacia adelante y hacia afuera de los lados del caballo. El estribo se sitúa en la planta del pie con el talón presionando hacia abajo y se ajusta un poco más largo que para la monta inglesa, de manera que las piernas y el cuerpo del jinete están casi en línea recta. Ambas riendas se sostienen con una mano y se dirige al caballo haciendo presión con la rienda en el lado opuesto del cuello hacia el que se quiere que gire el animal.

    Ayudas: Un jinete habilidoso controla el caballo por medio de varias señales llamadas de forma colectiva ayudas. Las ayudas naturales son señales transmitidas al caballo por las piernas, manos y voz del jinete y por el cambio del peso del cuerpo en la silla. A menudo, son complementadas con espuelas y fustas, que se usan para reforzar las órdenes y no para castigar al caballo. Para hacer que un caballo se mueva hacia adelante, el jinete frota sus piernas contra los lados del caballo; incrementando la presión y las voces de mando se consigue acelerar el paso. Para hacer que vaya más despacio, se detenga o recule, se tira hacia atrás de las riendas.

    Pasos: La mayoría de los caballos tienen tres tipos naturales de pasos o series de movimientos de las patas: paso, trote y galope. Un tipo de galope más rápido se denomina galope tendido. Cada uno de estos pasos requiere del jinete una postura concreta. En el paso, el jinete permanece erguido en la silla.

     En el trote, si se monta a la inglesa, el jinete se inclina un poco hacia adelante y se mueve arriba y abajo con el paso del caballo; en el estilo vaquero, el jinete se apoya en el arzón trasero y se mantiene sentado. En ambos estilos de montar, el jinete se mantiene sentado cuando va a galope, pero en el galope tendido, cuando se monta en silla inglesa, adopta una posición en la que la parte superior del cuerpo se inclina hacia adelante y las nalgas se elevan de la silla manteniéndose en el aire, lo que se conoce como posición de dos puntos.

    Equitación avanzada

    Muchos tipos de equitación avanzada se usan para saltar, realizar carreras, acarrear ganado, exhibición o equitación de alta escuela.

    Salto

    Cuando un caballo salta, su centro de gravedad se desplaza hacia adelante, a un punto situado en el frente de la silla. Para mantener el equilibrio, el jinete inclina su cuerpo a la llamada posición de dos puntos. Una silla con soportes almohadillados para las rodillas y un arzón trasero más elevado facilita esta posición; el jinete aprende a saltar primero al trote y luego al galope sobre vallas bajas. La parte superior del cuerpo no debe desplazarse hacia atrás, las piernas deben permanecer en las cinchas sin presionar con los talones y las manos evitarán interferir en la boca del animal. La práctica desarrolla la habilidad para regular el tranco (zancada) del caballo, para que el punto de impulso no esté ni demasiado cerca ni demasiado lejos de la valla.

    En la caza del zorro, el jinete debe tener la habilidad de manejar al caballo para saltar sobre vallas, zanjas, muros, terraplenes, matojos y otros obstáculos naturales, con los que se puede encontrar.

     Carreras

    En las carreras de caballos el jinete debe inclinarse de manera exagerada hacia adelante. Cuando el caballo adquiere velocidad y galopa en línea recta, el centro de gravedad se desplaza hacia adelante. El yoquey, entonces, se desplaza hacia el cuello del caballo con las piernas encogidas y altas, sujetas por unos estribos muy cortos. Esta postura tiene la ventaja de dejar libertad de movimientos a los cuartos traseros del caballo, lo que permite mayor fuerza en el tranco y ofrece una menor resistencia al aire que con una postura erguida.

     Acarreo de ganado

    En muchos países el ganado es conducido por vaqueros, cuya monta, cuando acarrean ganado, sigue una trayectoria con cambios bruscos de dirección. El centro de gravedad del caballo se desplaza un poco hacia atrás al tener que mantenerse equilibrado en los giros y paradas repentinas. En consecuencia, el jinete debe sentarse muy atrás con las piernas extendidas. Esta postura mantiene al jinete equilibrado con el caballo durante los cambios rápidos de dirección y le permite asegurarse contra las paradas repentinas.

     Exhibición

    En la monta de caballos de exhibición se usa una silla inglesa sin soportes para las rodillas. El caballo de exhibición debe estar reunido o recogido, lo que significa que sus cuartos traseros deben estar por debajo de la alzada del punto más alto de la cabeza hasta el doblez del cuello y la quijada, de forma que esté más equilibrado; es un estado que permite al caballo cambiar de paso con facilidad. Las piernas del jinete y el cuerpo están casi rectos y se usan estribos largos para mantener el equilibrio.

     En una exhibición de paso o en un concurso hípico, el jinete deberá mostrar al caballo ejecutando diferentes pasos en ambas direcciones alrededor de una pista circular vallada. Al trote, el jinete debe cubrir diagonales, sentándose en la silla cuando la pata delantera de dentro toque el suelo y levantándose de la misma cuando lo toque la pata delantera de fuera. El caballo debe comenzar el galope presentando primero la pata delantera de dentro. La mayoría de los caballos comienzan correctamente de una manera natural, aunque a otros hay que obligarles a hacerlo ayudándose con las piernas y las manos.

    Silla de asiento

    Este estilo se usa sólo cuando se monta el caballo de silla americano. El aparejo apropiado comprende una silla inglesa plana y una brida con un bocado de filete y otro curvo (que permita mayor palanca en la quijada) o sólo uno curvo, esto es, una cadena o correa sujeta en la parte de arriba del bocado que ejerza mayor control. Las piernas del jinete se llevan como en la silla vaquera de paseo. Los caballos de esta modalidad se mueven con pasos recogidos y las manos del jinete se sitúan casi a la altura de los hombros para ayudar al caballo a llevar la cabeza y el cuello. El jinete se levanta en el trote y va sentado en el resto de los pasos, incluyendo el paso lento y estirado, artificial y opuesto a los cinco pasos naturales que ejecutan los caballos.

    Silla de montar de lado

    Las mujeres que montan de lado usan una variante de la silla inglesa. Un pomo largo y curvo sujeta la pierna derecha de la amazona, que se pliega alrededor y contra el lado de dentro del caballo; la pierna izquierda va apoyada en un estribo convencional. Al no poder dominar al caballo con su pierna, la mujer lleva un látigo o fusta en la mano derecha.

    Doma

     La doma se refiere a enseñar a un caballo a ser dócil, equilibrado y obediente. La silla de esta especialidad es similar a la inglesa, aunque con los estribos más largos. El trabajo básico de doma comprende restricción y extensión (alargar y acortar el tranco) en el paso, trote y galope y movimientos laterales como la doble pisada, en la que el caballo se mueve hacia adelante y hacia un lado de manera simultánea.

    La doma se puede utilizar como adiestramiento para otras disciplinas, como competiciones y concursos. La Escuela Española de Equitación de Viena, fundada en 1572, es el centro mundial más famoso de exhibición de doma. Entre los movimientos de la ‘alta escuela’ se encuentran el piaffe o trote sobre sí mismo y los llamados ‘aires’ sobre el suelo, entre los que se encuentran la parada, el paso atrás y la serpentina, en la que el caballo salta en el aire y da cocees al mismo tiempo.

    Adiestramiento

    El adiestramiento de un caballo joven al arnés (ronzal, brida) y a la silla, consiste en acostumbrar poco a poco al animal a llevar varias piezas del aparejo (arreos) y después a soportar o tirar de un peso. El adiestramiento forzado de caballos viejos, en el que un caballo que no ha sido amaestrado antes es embridado, ensillado y montado, se considera como un adiestramiento primitivo e insatisfactorio.

    El adiestramiento avanzado, como la equitación avanzada, se hace de muchas formas. En el caso de caballos de carreras y ponis de acarrear es un arte muy especializado que debe ser efectuado por domadores profesionales. No obstante, el jinete que monta por placer debería tener los conocimientos necesarios para ejercitar al caballo en la ejecución de saltos, ir de caza, manejarlo en un concurso hípico o aprender las maniobras básicas de la doma. Debido a que estas ejecuciones están basadas en movimientos naturales del caballo, los factores principales para la enseñanza son paciencia, destreza y repetición.

     Cuidados y limpieza

    Uno de los aspectos más importantes de la equitación es el cuidado apropiado del caballo, que comprende la limpieza, alimentación, cuidados médicos y herraje. La limpieza se realiza para mantener la higiene del caballo y estimular su piel; el primer paso es cepillar o frotar el cuerpo del animal con un cepillo llamado rascadera que debe moverse en pequeños círculos a favor de la dirección de crecimiento del pelo; este proceso suaviza el pelo y estimula el flujo de la sangre a través de la piel del caballo. El cuerpo del caballo, así como su crin y cola, se cepillan después con un cepillo duro para quitar pelos sueltos y polvo y suavizar su pelaje. Por último, el cuerpo y la cara del caballo se frotan con un cepillo suave que abrillanta el pelo. La limpieza abarca también los pies del caballo, antes y después de cada carrera, y, por último, se debe quitar a menudo el exceso de pelo de la cola y la crin.

     Después de montar, el caballo se debe mojar con agua fría utilizando una esponja, luego se cepilla, se cubre con una manta y se le obliga a caminar hasta que se seque. Si el caballo está demasiado caliente y sudoroso, el jinete debe quitarle la silla y la brida, cubrirlo con una manta, darle un poco de agua y hacerle andar hasta que se recupere.

    La alimentación adecuada para un caballo de montar depende de su raza y del tipo de trabajo que desarrolle. Por lo general, un caballo que pese unos 544 kg y haga seis horas diarias de ejercicio, debe ser alimentado tres veces al día. Sus comidas pueden consistir en 134 o 202 medidas secas de grano o pienso dulce mezclado con pequeñas cantidades de maíz y harina de linaza. Además, el caballo debería comer un puré de salvado una vez a la semana, siempre antes del día de descanso.

    Cualquier cuidado médico dado por su dueño tiene que limitarse a tratamientos de pequeñas dolencias. Para enfermedades más serias hay que llamar a un veterinario. Un caballo debería ser tratado de lombrices intestinales tres o cuatro veces al año.

    Un herraje adecuado es de suma importancia, aunque a veces es un aspecto que se trata de forma negligente en el cuidado del caballo. El dueño del animal debería escoger al herrero con mucho cuidado. El tipo de herradura depende de factores como la raza del caballo, el tipo de trabajo que realiza y la forma en que utiliza sus patas.

    CONCLUSIÓN

    En conclusión la equitación es un buen deporte pero hay que tener tiempo y dedicación para dominar los caballos la limpieza. Ya que esta es uno de los aspectos más importantes de la equitación es el cuidado apropiado del caballo, que comprende la limpieza, alimentación, cuidados médicos y herraje.

    Bibliografía

    Esta información fue obtenida de la siguiente fuentes de imformacion:

    Relinchando.com

    Laequitacion.com

    ENCARTA Online

    Imágenes

    Google.com.do

     

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