1.- Apego familiar y clima afectivo positivo
El apego al núcleo familiar es un factor de prevención que, implica el sentimiento de pertenencia, el vínculo a un grupo de referencia. Representa para el individuo la tenencia de un espacio que comparte y en el que también puede refugiarse, el lugar en el que se reconoce y donde adquiere la seguridad necesaria para ir afrontando las dificultades que se dan en la vida cotidiana.
Para fomentar el apego familiar es indispensable crear un clima afectivo positivo. Este es el ambiente que se desprende de las relaciones dentro del grupo familiar. Conlleva actitudes de reconocimiento y respeto entre sus integrantes, la presencia de manifestaciones afectivas positivas (implícitas y explícitas) y una comunicación fluida y adaptada a cada situación concreta.
Sería difícil tener sentimientos de pertenencia al grupo familiar si el clima fuera irrespirable, más bien provocaría lo contrario, la necesidad de huida y la búsqueda de apoyo o pertenencia a otros grupos.
El deficiente apego familiar y un clima afectivo negativo, tienen una relación directa con el desarrollo deficitario del individuo, que se manifiestan en problemáticas de diversa índole, entre ellas, el consumo de drogas. Por tanto, se hace fundamental promover estas cuestiones a través de la formación de padres y madres.
2.- La Comunicación fluida
Se sabe que la incomunicación y el aislamiento es uno de los peores castigos que se le puede infligir a un ser humano. Sin comunicación (en todas sus posibilidades), las personas estarían en una situación de aislamiento tal que llegaría a peligrar su salud e incluso su vida.
El hombre es un ser social por naturaleza y la comunicación es el vehículo para la interacción con el entorno, es la herramienta que, utilizándola de forma adecuada, favorece el desarrollo individual y grupal.
El grupo familiar al ser el primer núcleo de socialización del individuo, requiere de especial apoyo para potenciar un grado de comunicación fluido que ejerza un efecto protector en sus miembros.
3.- La presencia de límites
En cualquier familia hay unas bases explícitas o implícitas de organización de la convivencia, de las responsabilidades y de las funciones de cada uno de los miembros. El modo en que se organiza esa convivencia cambia en función de la situación y de la etapa evolutiva de sus miembros, del mismo modo ocurre con las funciones y las responsabilidades.
Factores de riesgo en el ámbito escolar
· Estilo educativo rígido y autoritario · Estilo educativo excesivamente exigente · Escuela que promueve individualismo o la competitividad · Rendimiento académico muy bajo y/o fracaso escolar · Abandono de los estudios · Bajo grado de compromiso con la escuela · Conflictividad y conducta antisocial en el medio escolar · Consumo de drogas en el medio escolar
1.- Falta de integración escolar
Los niños y adolescentes pasan mucho tiempo en el ambiente escolar. Si éste es percibido como un medio hostil, en el que son rechazados y donde no pueden establecer relaciones interpersonales con otros iguales, pueden buscar el apoyo y la compañía de otros jóvenes en situaciones de dificultad social o marginación, pudiendo aumentar así sus posibilidades de implicarse en el consumo de drogas.
2.- Consumo de drogas en el medio escolar
Es importante la prohibición de consumo de drogas en el medio escolar ( tabaco y alcohol fundamentalmente), tanto entre los profesores y adultos -por su papel como modelos de conducta- como entre los alumnos, ya que ello contribuye a reducir el número de ofertas y la presión hacia el consumo.
Factores de prevención en el ámbito escolar
· Estilo educativo democrático y participativo · Estilo educativo normativo y negociador · Escuela que promueve la solidaridad, la integración y los logros personales · Rendimiento académico normal · Continuar los estudios, aún con dificultades · Implicación de los alumnos en la escuela · Buena adaptación escolar
Las condiciones del centro escolar no solo están determinadas por el proyecto educativo que se desarrolla sino por la filosofía del colegio, sus valores y el estilo de relación entre los educadores y con los alumnos.
Se considera que existe un clima escolar positivo, cuando están presentes en las relaciones de todos sus miembros valores que favorezcan el respeto, la comunicación, la solidaridad, la convivencia, la participación, etc. Donde el profesorado además de dirigir la educación, acompaña en el crecimiento de sus alumnos, es susceptible de las necesidades concretas que puedan surgir en los procesos de aprendizaje y favorece la democratización en las relaciones con los educandos.
Un buen clima escolar, favorece la vinculación a la comunidad educativa, potencia el sentimiento de pertenencia del alumno y propicia una referencia a la que puede acudir en caso de necesitarlo.
Para los niños y los adolescentes el centro escolar es, además del marco de la educación formal, un espacio de socialización entre iguales y con adultos. La vinculación del alumno a la comunidad educativa favorece esa socialización así como puede facilitar la integración y la reconducción de situaciones individuales que pueden ser de riesgo. Factores de riesgo con el grupo de pares
· Dependencia del grupo · Relacionarse con grupos cuyas actitudes y/o actividades sean favorables al consumo de drogas · Modelos de consumo dentro del grupo · Presión de grupo en relación al consumo
El consumo de drogas por parte de los amigos es probablemente el mayor factor de riesgo de inicio al consumo de dichas sustancias, de forma que si los amigos de un joven consumen tabaco, u otras sustancias, es mucho más probable que él también lo haga.
Lógicamente, el riesgo aumenta notablemente si al consumo por parte de los amigos se añaden otros factores como una alta dependencia del grupo, la falta de habilidades para enfrentarse a la oferta, etc.
Factores de prevención en el grupo de pares
· Relacionarse con varios grupos · Relacionarse con grupos cuyas actitudes y actividades sean sanas · Desarrollo de estrategias personales que faciliten la independencia del grupo Factores de riesgo
El grupo de iguales, después de la familia, se torna en el núcleo de relación social más importante para el individuo, máxime en ciertas etapas del ciclo vital como es la adolescencia o la juventud.
La pertenencia a un grupo, supone la existencia de vínculos afectivos, el intercambio de experiencias y el enriquecimiento tanto individual como del grupo. El apego es muy positivo siempre y cuando la independencia del sujeto no quede mermada y la libertad en sus elecciones no quede socavada en pos de los deseos del grupo. Factores de riesgo en el ámbito laboral
Existen distintos factores relacionados con la actividad laboral que pueden incrementar la probabilidad de que una persona se implique en el abuso de drogas.
El ámbito laboral es otro de los espacios de socialización importante en la vida adulta. Este contexto está en constante relación con la comunidad en la que está inmerso. Los valores, las actitudes y los hábitos de la sociedad influyen o impregnan también el medio laboral. El fenómeno del consumo de drogas en concreto, es un ejemplo de esta influencia.
En el contexto laboral hay factores de riesgo específicos que hacen más probable la conducta de consumo, pero éstos no actúan solos sino que lo hacen en interacción con otros ajenos a este ámbito como los factores individuales y sociales.
1.- Factores relacionados con la organización del proceso productivo
Entre éstos destacan las jornadas de trabajo demasiado prolongadas, rotaciones horarias, ritmos de trabajo demasiado intensos (estrés laboral), sobrecarga de trabajo, elevados niveles de tensión, escasas posibilidades para la promoción profesional…
2.- Factores relacionados con el puesto de trabajo y/o la tarea
Los trabajos repetitivos y escasamente motivadores (cadenas de producción, etc.), las condiciones climatológicas adversas (demasiado frío o calor), la contaminación y toxicidad ambiental, los trabajos aislados sin contacto con compañeros o superiores, así como los traslados frecuentes de puesto de trabajo, podrían considerarse como factores de riesgo.
En este apartado también se consideraran algunos puestos de trabajo que por su condición están asociados a ciertos factores de riesgo, como una mayor proximidad o disponibilidad de sustancias (camareros, personal sanitario, etc.) o la integración del consumo de drogas como parte del rol que desempeña tal ocupación (relaciones públicas, representantes, etc.).
3.- Factores de riesgo relacionados con el ambiente laboral
Dentro del ambiente laboral cabe destacar como factores de riesgo: la conflictividad laboral, la inestabilidad en el puesto de trabajo, los ambientes de gran competitividad, la presencia de consumidores en el centro de trabajo, la presión de los compañeros de trabajo, la tolerancia en el centro de trabajo hacia los consumos de ciertas drogas y la accesibilidad a determinadas drogas.
4.- Medidas relativas a la tarea
El desajuste del contenido de trabajo y el modo en que se realiza, hacen que la tarea pueda ser un factor de riesgo para el consumo de drogas. Si se promueve un rendimiento adecuado en el trabajo haciendo planificaciones ajustadas que cuenten con la flexibilidad necesaria en el orden de ejecución, se mejora el ajuste del individuo a la tarea y su satisfacción.
En los trabajos que son monótonos hay que facilitar la variación periódica en las tareas y establecer pequeñas pausas que rompan la uniformidad del ritmo.
Factores de prevención en el ámbito laboral
2.- Con respecto a la organización
Los trabajos que irremediablemente conllevan turnos rotatorios y/o nocturnos conviene planificarlos con suficiente antelación de tal forma que permitan que el trabajador pueda organizar su vida personal y familiar. Asimismo deben facilitar tiempos suficientes de descanso intentando respetar al máximo los ritmos de sueño. También se debe reducir la carga física en los turnos nocturnos.
Con relación a las jornadas prolongadas de trabajo es importante establecer ritmos de trabajo que puedan adaptarse a las necesidades individuales e introducir pausas durante el tiempo de trabajo.
Con relación a la cultura de empresa es necesario que se promuevan valores positivos hacia la salud y desarrollar programas de prevención del consumo de drogas.
Es necesario promover modalidades contractuales que faciliten la proyección de futuro y la integración de los individuos en la organización. Se deben planificar estrategias de motivación, promoción laboral e introducir actuaciones que favorezcan la comunicación.
La limitación de la oferta de drogas legales, como la prohibición de bebidas alcohólicas o la instalación de maquinas expendedoras de agua, supone un importante factor de protección para los trabajadores.
Con relación a las personas, sería deseable preparar para la resolución de conflictos y la toma de decisiones, capacidades que se ponen en juego habitualmente en el trabajo y que si son deficitarias son generadoras de estrés y pueden conllevar el uso de drogas para paliar ese estado.
Hay que proponer entrenamientos en habilidades de comunicación, pues es una herramienta inherente al trabajo y necesita una supervisión permanente.
Es muy importante evitar el desajuste entre el nivel de formación y el puesto de trabajo, para ello es útil desarrollar planes de formación y favorecer el intercambio con personas de mayor experiencia.
Bibliografía
- CONACE, Corporación nacional del control de estupefacientes .
- Apuntes Psicología General.
Autor:
Francisca Viviana Cubillos Martínez
Nacida en la Ciudad de Constitución. Graduada Asistente Social. Universidad Autónoma de Chile sede Santiago. País Chile.
Monitora en Prevención de Drogas, Interprete de Música Folklórica Chilena, presentaciones a lo largo de Chile.
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