De forma directa, los costes de reparación de daños ambientales (depuración, descontaminación) perjudican la acumulación de capital, lo que ha sido analizado por diversos autores, como J. O"Connor e I. Wallerstein entre otros.
Indirectamente, los grandes proyectos de infraestructuras y la degradación ambiental en general suscitada por la globalización originan conflictos sociales, que pueden suponer un serio obstáculo para los procesos de liberalización económica y desagregación social que se quieren extender por todo el mundo.
Por tanto el medio también limita la globalización en cierto modo.
B) HUELLA ECOLÓGICA
Los ecologistas William Rees y Mathis Wackernagel son los creadores del concepto de "huella ecológica" en un estudio realizado para el Consejo de la Tierra en 1997. Ésta intenta calcular cuánto terreno es necesario para suministrar los recursos naturales consumidos por la población. Calculan que se utilizan alrededor de cuatro a seis hectáreas de tierra para mantener el consumo de una persona media de Occidente. Rees denomina esta diferencia "capacidad de carga adecuada" que significa que los ricos viven de los recursos de los pobres. Sin embargo, el total de tierra productiva disponible en el mundo es de unas 1"7 hectáreas por persona. Así, por ejemplo los Países Bajos, consumen la producción de una masa de tierra catorce veces mayor que su tamaño.
El WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) publica periódicamente datos sobre la huella ecológica de más de 150 países.
La conciencia ambiental surge después de que el desarrollo se convirtiese en insostenible desde la perspectiva ambiental. Cuando tomamos conciencia de la ruptura de los equilibrios ecológicos debido a nuestro irresponsable comportamiento, es cuando empezamos a tomar medidas para evitar un mayor deterioro cuya progresión no hemos sido capaces de detener.
Conscientes de esto, seguimos castigando el Planeta para no mermar nuestro nivel de vida. Los que sufrimos el deterioro ambiental somos nosotros mismos y sobre todo las generaciones venideras. Alterar los equilibrios ecológicos, no solo es irracional, sino que es fundamentalmente suicida.
Al plantearnos trabajar para detener el deterioro medioambiental nos encontramos con que los productos culturales de nuestra especie no son equilibrios ecológicos a mantener. Cuando hablamos de personas nos referimos a sujetos titulares de derechos no de objetos a proteger. La actuación debe ser sobre la atmósfera, que es el equilibrio alterado.
La alteración del equilibrio ecológico tiene que ser medida por científicos. A partir de esos datos serán las ciencias sociales las que determinen los sistemas organizativos y actuaciones humanas individuales y colectivas que pueden orientar hacia ese objetivo de proteger y restaurar el medio. Los equipos científicos son los que deben suministrar los datos reales para diseñar y ejecutar políticas adecuadas.
A la hora de la práctica surgen dificultades: discrepancias sobre la valoración científicas de los datos y el que la actuación del hombre conlleva alteraciones en el medio (la vida humana lleva implícita alteraciones naturales en el medio).
El dato científico, tiene que ser modulado por un sistema valorativo humano que determine en qué circunstancias es legítima una tala, por ejemplo, y en cuales no. A esto llamamos dificultades de la política medioambiental.
El ecologista Robert Ayres señala: "todo parece indicar que la actividad económica humana, sustentada por un comercio y una política de crecimiento perversos, perturbará nuestro entorno natural más profunda y rápidamente que cualquier otro acontecimiento en la historia del planeta". Ayres asegura que los aspectos perversos de la globalización están acuciando el proceso del deterioro del medioambiente. Un crecimiento regido por la exportación y la deuda del Tercer Mundo se combinan para acelerar el rápido consumo de los recursos naturales irremplazables.
Por ejemplo: En África, una gran parte de los residuos europeos eran arrojados hasta hace unos años con un coste aproximado de 20 euros por tonelada. Si comparamos este coste con el que supone incinerar esa misma tonelada en Europa, unos 2.000 euros, nos hacemos a la idea de la cantidad de toneladas de residuos que se han podido llegar a verter durante décadas. En Brasil, se destruyen unos 100.000 kilómetros cuadrados anuales de selva, que se corresponde con un 2% de la superficie total de la masa forestal de la cuenca del Amazonas.
Es por tanto clara la incidencia que sobre los recursos naturales y el medioambiente ha tenido el proceso de globalización. Disminuyen los recursos naturales disponibles, aumenta la preocupación por el abastecimiento de agua, aumenta la contaminación y el vertido de residuos, etc. Todo esto lleva indudablemente a una pérdida de la diversidad genética de especies y ecosistemas como consecuencia del deterioro y la fragmentación del hábitat, la explotación masiva de los recursos, la contaminación del suelo, agua y atmósfera…
Asimismo, hay que mencionar las emisiones de dióxido de carbono y su contribución al cambio climático. Estas emisiones han aumentado vertiginosamente, lo cual ha provocado el cambio climático a consecuencia del aumento de las temperaturas. De igual modo, este aumento de las temperaturas está provocando graves daños como la fusión de glaciares con la posible inundación de costas. Además, consecuencia del cambio climático han sido tormentas de gran potencia y huracanes como el George o Mitch, causantes de numerosas muertes.
Lord Stern, anterior economista jefe del Banco Mundial, argumentó en su informe de 2006 sobre la economía del cambio climático que el no poner un precio a las emisiones de gases de efecto invernadero es "el mayor fallo de mercado que existe".
C) UN PROBLEMA DE ÁMBITO GLOBAL
Por otro lado, nos encontramos con que ciertos países en un afán por aparentar ser más conscientes de la realidad que se está viviendo se han "unido" para crear un pacto por el cual se van a controlar las actuaciones de todos ellos para mejorar el futuro del planeta.
Es necesario llegar a compromisos a nivel supranacional para que se puedan evitar los impactos medioambientales que tengan un ámbito global o transfronterizo. Podemos enumerar las siguientes reuniones con la mención de las políticas adoptadas:
Convenio sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a larga distancia, Ginebra 1979.
Conferencia de Vilach en 1985 para evaluar las consecuencias climáticas al duplicar la concentración atmosférica de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera.
Conferencia de Montreal de 1987 sobre reducción de residuos fluorclorocarbonados CFC ampliamente utilizados en la industria.
Panel Intergubernamental para el Cambio Climático en 1988 para analizar las emisiones antropogénicas de gases efecto invernadero y sus consecuencias climáticas.
Conferencia de Río de Janeiro en 1992 para establecer las bases que pudieran contribuir a un desarrollo sostenible desde el punto de vista medioambiental.
Los acuerdos de Kyoto en 1998 para reducir las emisiones de CO2 y de otros gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, gas metano y óxido nitroso, además de tres gases industriales fluorados: Hidrofluorocarbonos, Perfluorocarbonos y Hexafluoruro de azufre).
El objetivo es reducir dichas emisiones en un porcentaje aproximado de un 5% dentro del periodo que va desde el año 2008 al 2012. Cada país obligado por este pacto tiene sus propios porcentajes de emisión que debe disminuir ya que dicha reducción es en comparación a las emisiones del año 1990.
Sin embargo, tal y como ha señalado de forma tajante el Informe sobre Desarrollo Humano de 2007-2008 realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), muchos de los países se encuentran bastante lejos de cumplir con los requisitos que establece el Protocolo de Kyoto.
La última y reciente Conferencia de Copenhague en 2009. Ha sido la última conferencia celebrada a finales del pasado año (del 7 al 18 de diciembre) y se ha celebrado con motivo de preparar futuros objetivos para reemplazar los del Protocolo de Kyoto, que en 2012 van a finalizar. El objetivo de la conferencia, según los organizadores, era "la conclusión de un acuerdo jurídicamente vinculante sobre el clima, válido en todo el mundo, que se aplica a partir de 2012".
D) HUELLA SOCIAL Y DEUDA ECOLÓGICA
También tenemos que destacar la influencia de la huella social, que supone un impacto en el estilo de vida occidental sobre el resto del mundo. Es indispensable pero complementario a la vez de la huella ecológica. La apropiación de los recursos por parte de la humanidad (de una pequeña parte de ésta) y el que se intente copiar el modelo de desarrollo de un contexto en otro en el que éste resulte insostenible es una cuestión que no podemos pasar por alto (Novo, 2006).
Cuando la huella ecológica de un país supera su biocapacidad, nos indica que su economía consume más de lo que ofrece su territorio.
La Tierra es finita y por tanto si unos "ocupan" un territorio mayor de lo que le corresponde, alguien en otro lugar tendrá que ocupar menos.
Los modelos de desarrollo se sustentan en el subdesarrollo de otras áreas del planeta. EEUU, Europa, Japón, la India y China, viven muy por encima de lo que le permiten sus medios ecológicos.
Los países industrializados que han contraído crean una deuda ecológica con los no industrializados por la utilización masiva de los recursos (de su biodiversidad) y la ocupación con residuos de su espacio.
También se entiende como deuda social todo el trabajo mal pagado a sus gentes, lo que supone un intercambio desigual desarrollado históricamente. El nivel de vida del Norte se ha ido asentando en el inmenso flujo a su favor de bienes naturales, en la utilización de espacios del Sur, y en los daños ambientales que se han producido en estos territorios.
La deuda incluye también la reclamación del Sur al Norte por la apropiación intelectual, histórica y actual, de sus conocimientos que en la actualidad son utilizados intensivamente (con frecuencia patentados) por la biotecnología y la agroindustria que gestionan las empresas de ámbito mundial.
E) UNA NUEVA CULTURA: DESARROLLO SOSTENIBLE
De aquí se llega a pensar que la globalización económica necesita de una nueva cultura común básica. Esta nueva cultura podría ser la del Desarrollo sostenible, para que dé estabilidad a nuestra civilización. La economía globalizada necesita una cultura globalizada también en sus aspectos básicos, pero tiene que ser humana, adaptada a los impulsos, sentimientos e inteligencia de los individuos de nuestra especie (Loperena, 2003).
Las técnicas de aplicación del Desarrollo sostenible en culturas no occidentales están siendo definitivas. No se pueden descalificar por su procedencia, sino por su contenido.
Porque una empresa no puede multiplicar sus beneficios sin compensar adecuadamente a esa comunidad.
El desarrollo social dentro del Desarrollo sostenible exige también que este tema sea tratado globalmente. Así, ningún país comprometido con el Desarrollo sostenible puede ante problemas como el SIDA por ejemplo, tratarlo como un problema interno de cada país. Es global y globalmente tiene que ser aceptado y resuelto.
Los rasgos físicos y biológicos del medio ambiente lo convierten en insusceptible de ser gestionado desde las caprichosas líneas que dibujan los Estados que ocupan el Planeta. El calentamiento global o la pérdida de la biodiversidad son fenómenos intrínsecamente globales que sólo pueden ser abordados desde una perspectiva mundial.
La conciencia moderna acerca de los problemas ambientales es muy reciente, de hace apenas 40 años, y ni siquiera las Naciones Unidas tuvieron esa prioridad en sus inicios. Pero la ciudadanía, en general, ha advertido que la protección ambiental no es un objetivo estético, cultural o político, sino algo mucho más elemental. La supervivencia de nuestra especie depende de unos parámetros biosféricos que si nuestra actuación altera, arriesgaríamos la propia vida.
El tránsito de nuestras viejas instituciones políticas y económicas hacia unos modelos organizativos y hacia unos objetivos que eviten el deterioro ambiental no se está produciendo de manera adecuada. El Desarrollo sostenible sólo puede practicarse con un escrupuloso respeto al medio ambiente. Todos dicen defender el Desarrollo sostenible pero siguen aplicando políticas ambientales destructivas arguyendo la necesidad del desarrollo económico.
El desarrollo económico que se produce contra el medio ambiente genera una deuda a largo plazo que tendrá que ser pagada por otras generaciones, pero esto no aparece en nuestros libros de contabilidad. Tenemos que ser capaces de incorporar a nuestros sistemas contables para que la economía virtual en la que vivimos se convierta en real.
En los últimos años se ha desplazado el debate desde el medio ambiente al referente del Desarrollo sostenible. Esto resulta lógico pues ninguno de los objetivos del desarrollo social ni económico se consigue sacrificando el medio ambiente.
En los últimos diez años, el Derecho Ambiental se está globalizando a marchas forzadas con el fin de poner en práctica la universalización de principios y conceptos.
A su vez, la información globalizada también está comenzando a fluir con fuerza. Los medios de comunicación informan regularmente de las catástrofes ambientales y ya no las presentan como problema del país en cuyo territorio han sucedido. Hace ya tiempo que comenzó la conciencia ambiental global.
Por ejemplo, actualmente, el observar un comportamiento agresivo con el medio suele ir acompañado de una visible censura social. Esto es que el Desarrollo sostenible, al incorporar la variable humana de progreso social convierte al conjunto en algo valorativo de raíces éticas que muy bien puede catalogarse como manifestación de algunos rasgos ideológicos.
Con el surgimiento de transnacionales de la industria y la consultoría ambiental, paradójicamente, hay empresas que obtienen muchos beneficios reciclando en varios países. Las consultorías están obteniendo ingresos desproporcionados.
Tenemos el problema de que la población crece más deprisa que los esfuerzos por el Desarrollo sostenible. Las cifras positivas aumentan en números absolutos, igual que las negativas. Sin embargo, las relativas no muestran una realidad exitosa.
Pese a esto, los esfuerzos realizados a favor del Desarrollo sostenible no han sido inútiles ni tampoco han perjudicado la situación.
Es difícil abordar la protección ambiental donde habitan personas en condiciones de miseria, pues esta miseria produce entre otras cosas guerras y flujos migratorios que impiden que el desarrollo social en los países sea el adecuado.
Las ciencias que utilizan las matemáticas como instrumento de análisis, economía o ecología, llegan a conclusiones muy negativas respecto de la imprecisión del concepto de Desarrollo sostenible.
Existen 3 pilares sobre los que se sustenta este Desarrollo sostenible:
el desarrollo económico
el desarrollo social
la protección ambiental
Estos no son conceptos homogéneos, es decir, que no son finalidades de la misma naturaleza y que, por tanto, no se trata de perseguir los 3 objetivos simultáneamente haciéndolos compatibles.
Aunque en la actualidad existe un gran consenso acerca de que debemos proteger el medio por parte de los grandes países, la realidad va más allá. En realidad, muchos de esos intentos no quedarán más que en "palabrería política" para no sufrir el rechazo de grupos de presión. La realidad es que el crecimiento económico "limpio" aun queda por demostrarse…y nos intentan hacer creer que la globalización en realidad ayuda a este crecimiento limpio, pero la realidad no es así.
La persona es el bien más sagrado hacia la que se orientan esfuerzos económicos e intelectuales. No ponemos a la Naturaleza en el mismo nivel de consideración que las personas; pero necesitamos la Naturaleza y por eso la protegemos y utilizamos, aunque esté subordinada. Aunque esto se da en la teoría, en la vida práctica el medio ambiente no nos necesita a nosotros y nosotros a él sí. Biológicamente, fuera del medio ambiente adecuado no es posible la vida humana. El hombre según ha ido evolucionando ya no se limita a sobrevivir antes las adversidades, no sólo le preocupa su vida, sino la calidad de ésta y la de sus sucesores.
El desarrollo económico no puede plantearse como un fin en sí mismo sino como un medio de satisfacer las necesidades humanas, decimos que está doblemente subordinado a las personas (ya que está a su servicio y es un instrumento, y a su vez, sin medio ambiente no hay actividad económica posible).
El ambiente es patrimonio común de la humanidad y por eso debemos contribuir a vivir en un ambiente sano, que propicie nuestra salud, pero no debemos pensar sólo en la nuestra, sino en nuestros descendientes y los de ellos, no solamente en nuestra especie, sino en toda la comunidad biótica y el ambiente abiótico en el cual se desarrolla nuestra actividad vital.
Conclusiones
La conservación del Medio Ambiente requiere que se establezca una legislación apropiada que evite el deterioro, seguido de unas entidades reguladoras e inspectoras que garanticen el cumplimiento de estas leyes. Existen problemas que pueden ser tratados a escala regional (la gestión de los residuos, por ejemplo), junto con otros que únicamente pueden ser abordados desde la escala global.
Frente a los problemas medioambientales, nadie se puede quedar fuera de esta tarea a la hora de mitigar los problemas.
Hacer que la economía y la ecología se conviertan en enemigos es condenar a ambos. Por el contrario buscar una solución común supone abrir una vía para un mundo más rico, sostenible, beneficioso y justo.
Para poder ser más competitivos en este mercado global, existen países que reducen sus estándares ambientales y empresas que para reducir sus costos de producción reducen sus gastos en seguridad ambiental. Esto debería estar mejor regulado ya que no es un mal local sino global el que hacen ciertas empresas al medio, aunque sea tangible en euros.
La globalización promueve un mercado libre, y un mercado libre sin ningún tipo de control que lo único que persigue es el beneficio económico, y esto va en contra de cualquier acuerdo ambiental cuyo propósito sea la protección y conservación del medio ambiente.
Además este mismo capitalismo que esta asociado a la globalización va en contra de la conservación medioambiental ya que suscita al consumismo exagerado y sin justificación, con la consiguiente sobreexplotación de cualquier recurso en el que pensemos (comida, combustibles, materiales como el plástico, etc).
Es evidente el que estas medidas medioambientales no les convienen a las grandes empresas pero son necesarias para evitar el irreversible mal que se puede llegar a causar al conjunto de la humanidad en un breve periodo de tiempo.
Ahora la "migración empresarial" se dirige hacia aquel territorio donde menos obstáculos exista a la hora de ejecutar actividades proclives a la degradación ambiental (hacia los países menos favorecidos y que a cambio de una "galletita" en forma de una miserable cantidad de dinero comparada con la que sus explotadores obtienen). No por casualidad son los países latinoamericanos los más débiles en la protección del ambiente, llamando la atención de los grandes peces gordos de la industria. El impacto de esto es doblemente grave, pues no sólo se explota a la población con largas jornadas de trabajo y bajos salarios, sino que también se está dejando una secuela de destrucción y contaminación de consecuencias impredecibles para la población. Me parece significativa la siguiente imagen para ver gráficamente esto:
La globalización debería ser utilizada como guía para promover el desarrollo sustentable en todos los países, y mediante la aplicación racional de tasas de explotación, intentar preservar los recursos naturales. (No debemos verlo necesariamente como algo malo, lo que resulta mal hecho es los beneficios y la explotación resultante que se apoya en la inmunidad de los grandes capitalistas que aprovechan en detrimento de los países menos favorecidos y ayudados por el vacío legal que permanece hoy en día sin cubrir).
También debería promover la igualdad social entre todos los seres humanos.
Reflexión final
Opino que queda aprobada la hipótesis inicial del trabajo, de la influencia negativa de la globalización en el medio, pero estamos aun a tiempo, si no de cambiarlo, si de intentar acotar más el campo de actuación en pro de la economía y en contra del medio a su vez.
Acerca de este tema, se podría decir que es un tema comúnmente comentado en nuestra sociedad, pero también es cierto que la gente de a pie, espera a que "alguien" haga algo para detener este deterioro del medio. Pero eludir las responsabilidades no es la solución, hay que actuar ya, como nos recuerda este vídeo:
YouTube – ¡ACTUAD YA! SOS CLIMA
A propósito de la Cumbre de Copenhague, he encontrado otro par de vídeos para hacernos un poco reflexionar acerca de la indiferencia, la impasividad y la falta de conocimiento por parte de las personas de lo que realmente está sucediendo…porque no hay que olvidar que la Tierra es finita y tenemos que tomar conciencia de ello para no dejar una situación de no retorno a nuestras generaciones venideras.
YouTube – Dance For The Climate (Spain)
YouTube – La Sirena Enfadada
– AGRADECIMIENTOS –
Me gustaría dar las gracias de este trabajo que concluyo pues a Roberto Carballo principalmente, por preocuparse por el desarrollo de éste pese a las fechas en las que nos encontramos de exámenes y entregas finales.
También dar las gracias, porqué no, al "San Google" por facilitarme la búsqueda de las distintas fuentes digitales, así como de vídeos que me han servido para, primeramente comprender de una forma mas cercana y personal, no mediante algo tan abstracto como una lectura, el problema.
Al profesor de Sociología del Territorio que el año pasado nos mostró en clase el documental "Paisajes Transformados" (Manufactured Landscape). Por la gran ayuda que me ha reportado a la hora de ver gráficamente la enorme influencia del hombre y la industria en el medio, especialmente en los países menos favorecidos, para el disfrute de pequeños caprichos en el "primer mundo":
YouTube – Paisajes Transformados – Trailer
YouTube – Manufactured Landscapes — Edward Burtynsky
Bibliografía y material de consulta
LOPERENA ROTA, DEMETRIO. Desarrollo sostenible y globalización. Cizur Menor (Navarra): Aranzadi, D. L. 2003
MARTÍN PALMERO, FEDERICO(ED). Desarrollo sostenible y huella ecológica. Una aplicación a la economía gallega. Netbiblio, A Coruña. 2004.
MONTES PONCE DE LEÓN, JULIO. Medio ambiente y desarrollo sostenido. Burgos: Universidad Pontificia de Comillas. 2001
NOVO, MARTA. El desarrollo sostenible. Su dimensión ambiental y educativa. Pearson. Prentice Hall. Madrid. 2006
*- EN INTERNET:
http://es.wikipedia.org/wiki/Conferencia_sobre_el_Cambio_Clim%C3%A1tico_de_la_ONU_2009
http://www.monografias.com/trabajos10/globa/globa.shtml#glo
http://www.udc.es/dep/bave/jfreire/CERA05_06/Ensayos/12_Globalizacion.pdf
Autor:
Nuria Barrio Ballesteros
Profesor: Roberto Carballo
Trabajo final Sistema Económico Mundial
Universidad Complutense de Madrid
Curso: 2009-2010
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