Descargar

La década de los '50

Enviado por latiniando


    Una vez derrotadas las potencias del Eje (Berlín-Roma-Tokio) , Estados Unidos y Rusia se erigían como las nuevas potencias mundiales, mientras tanto, Europa iniciaba bajo la dirección de George Marshall una era de recuperación política y económica en la postguerra.

    La década de los cincuenta ha sido vista como una época de bienestar y de progreso económico. El plan Marshall parecía surtir efecto hasta en nuestros países de América Latina, condenados históricamente al atraso. Los gobernantes hacían obras en sus respectivos países, terminaban normalmente los períodos para los que fueron elegidos, y una clase media, resultante de los tímidos procesos de industrialización, comenzaba a aparecer.

    La paz que había parecido llegar después de la victoria de los aliados en 1945 no duró mucho. Para 1948 comenzó lo que se daría por llamar la "Guerra Fría". El duelo de los Estados Unidos y la Unión Soviética no era solo el de dos países, sino, el de dos sistemas de organización política y social, el de dos ideologías con tradiciones y valores diferentes.

    Pese a su vocabulario marxista, Rusia no olvidaba su herencia imperial de expansión territorial, mientras Stalin ejecutaba un plan económico ambicioso que debía de ser cumplido a rajatabla para igualarse a los demás países europeos. Los Estados Unidos, en cambio, oscilarían entre la tarea de "representantes de los valores morales" a nivel mundial, con todas sus implicaciones, o encerrarse en sus fronteras preocupándose de sus propios asuntos.

    La Guerra Fría dividió al mundo, obligando a naciones y personas a alinearse a uno u otro bando. Por lo menos hubo la ventaja de que uno creía saber con quién estaba y contra quién peleaba. O se era capitalista o se era comunista. O se era bueno o se era malo, dependiendo naturalmente del lado que se mire.

    Los años cincuenta fueron testigos también del surgimiento de países que querían su propia identidad. Desde esta óptica, esta década fue la del inicio de la caída del colonialismo, simbolizado en los nombres de Argelia o Indochina. Fue también del surgimiento de "terceros", que pretendían no alinearse con ninguno de los dos grandes: China, que se separó de la URSS en nombre de la ortodoxia; Yugoslavia, que aspiraba a un tipo diferente de socialismo; y países como Francia, que aspiraban a una posición independiente.

    En el Primer Mundo destacaron la intervención de la ONU y de Estados Unidos en Corea, la elección de Dwight Eisenhower como presidente de los Estados Unidos, la nominación del duro Secretario de Estado John Foster Dulles, la caza de brujas comunistas presidida por el senador republicano Joe McCarthy, la ejecución de Ethel y Julius Rosemberg por la supuesta entrega de secretos atómicos a los soviéticos, la persecución al padre de la bomba atómica, el pacifista Robert Oppenheimer, la coronación de Isabel II como reina de Inglaterra, la intervención de la CIA en Guatemala e Irán con largas y sangrientas consecuencias, el apoyo de Estados Unidos al dictador paraguayo Alfredo Stroessner, y la paulatina intromisión norteamericana en Vietnam.

    En el Segundo Mundo destacaron la muerte de Stalin, el primer levantamiento de obreros contra el régimen comunista en Berlín, la industrialización de China, la bomba de hidrógeno desarrollada por la Unión Soviética poco después de la bomba de hidrógeno de los Estados Unidos, la pugna por influir en la ONU presidida desde 1953 por el neutral diplomático sueco Dag Hammarskjöld .

    En el Tercer Mundo, término popularizado por el argelino Franz Fanon, sobresalen el fin de la guerra de Corea, la derrota de los franceses en Vietnam, la lucha por la independencia en Guinea y Argelia, la independencia de Cambodia, Kenya, Egipto y el liderazgo de Gamal Abdel Nasser, la revolución nacionalista en Bolivia, la muerte de Eva Duarte de Perón, el suicidio del presidente brasilero Getulio Vargas tras el fracaso de su programa laborista, en Cuba, en 1959 una revolución encabezada por el joven abogado Fidel Castro derrocaba al dictador Fulgencio Batista, esta revolución se fue radicalizando y sobretomando distancias con los EE.UU.; la ruptura se dio y como era inevitable en un mundo bipolar, Cuba se alió con la URSS, que le garantizaba suministros, intercambio comercial y armas.

    Para nuestro país la década del cincuenta fue positiva, con paz y estabilidad. La democracia se había asentado, las exportaciones bananeras aumentaban significativamente en los años de Galo Plaza Lasso, debido principalmente a la crisis de las plantaciones bananeras de Centroamérica, la expansión de la demanda de nuestra fruta en los Estados Unidos, al asesoramiento de la United Fruit , las tierras apropiadas para este cultivo, la mano de obra barata, el apoyo oficial a la infraestructura y la devaluación del sucre en 1950. Este crecimiento en las exportaciones (que de 2’761000 dólares FOB que se exportaban en el 48 subieron a 21’379500 en el 52) fortaleció a los sectores comerciales y financieros, amplió la frontera agrícola, expandió la red vial, favoreció la migración de la Sierra a la Costa, hizo crecer a las ciudades de Huaquillas, Machala, Guayaquil, Quevedo, Santo Domingo de los Colorados y Quito, transfirió una parte de los excedentes a áreas no bananeras de la economía, expandió al mercado interno, mejoró los salarios y fortaleció a los estratos medios de la sociedad.

    Los avances tecnológicos mucho tuvieron que ver con el desarrollo de la Guerra Fría: las primeras bombas de hidrógeno, el submarino termonuclear, el uso de los átomos para la producción de electricidad. Otros tuvieron que ver con la salud: la válvula artificial para el corazón, el primer transplante exitoso de un órgano humano, el desciframiento de la estructura del DNA, la vacuna contra la poliomielitis. Y mientras el canadiense Marshall McLuhan anunciaba una nueva era para las comunicaciones , salía al mercado civil el primer computador -UNIVAC- de la Remington Rand Company. En 1958 se pasaría de los aviones de hélice a los poderosos Jets. Un Havilland Comet IV de la British Overseas Airways Co. voló de Londres a Nueva York tomándole sólo la mitad del tiempo (6 horas y 12 minutos) que se necesitaría para que un avión de hélice cumpla el mismo trayecto.

    En 1955, las avanzadas tecnológicas de los militares y empresarios estadounidenses exploraron la atmósfera superior con misiles lanzados desde el desierto de Nuevo México, y se convencieron poco a poco de que un paso necesario para la exploración del espacio era la fabricación y puesta en órbita de satélites artificiales. El satélite – pensaban – sería muy útil para estudiar a fondo la Tierra, mejorar las predicciones meteorológicas, facilitar las comunicaciones, las observaciones astronómicas, la navegación y el espionaje. El 4 de octubre de 1957, la Unión Soviética lanzaba el Sputnik 1 , primer satélite artificial alrededor del planeta. Ese día se daba inicio a la Era Espacial , posteriormente se enviaría al Sputnik 2 con su solitario pasajero, un perro siberiano llamado Laika. Los soviéticos manifestaban que sus intenciones no eran puramente militares sino científicas y pacíficas. Lo confirmaron cuando enviaron al espacio al cosmonauta Yuri Gagarin, en octubre de 1958. Solamente después de estos avances soviéticos, Eisenhower crearía la Administración Nacional Aeronáutica y del Espacio (NASA), y anunció en 1959 el programa Mercurio.