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Hace cincuenta años (página 4)


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En vista de que se acercaba el desfile del cinco de julio, ya que se había eliminado la conmemoración de la semana de la patria, y la graduación conjunta de Alféreces y Guardia Marina, nos preparábamos para tomar parte como siempre lo habíamos hecho, en el desfile que se avecinaba, en esa oportunidad nos fuimos a Caracas, terminando Junio y nos alojamos en la Escuela Militar, donde ensayábamos todos los días el pasaje ante la tribuna presidencial, llego el día del desfile el cual lo cumplimos exitosamente, al día siguiente la graduación conjunta, de esa ceremonia militar se recuerda el uniforme que usó el Contralmirante Wolfgang Larrazabal, todo negro y por gorra un tricornio tipo napoleónico, siendo Presidente de la Junta de Gobierno fue quien le entrego el sable a los integrantes de la Promoción 1958 "Teniente Ramón Saquera Hernández" de este acto castrense, se recuerda que fue una ceremonia bastante larga, unas tres horas, antes durante y después, cayo un descomunal aguacero que todo el patio de honor de la Escuela Militar se anegó, una vez terminado el acto nos retiraron para la fiesta de gala, completamente mojados, con dos orquestas de prestigio, las cuales cada una tocaba en el Hall de la Escuela Militar y la otra en el Hall de la Escuela Básica, una era la Billo"s Caracas Boy y la otra Luís Alfonso Larrain, en esta oportunidad se estrenó en dicha fiesta por parte de la Billo"s la guaracha los "Cadetes" podemos asegurar que esa fue la última fiesta de esa envergadura que se haya celebrado en una graduación conjunta, las anteriores fueron iguales o superiores a esta, característica muy particular del Gobierno del General Marcos Pérez Jiménez, que toda celebración era muy pomposa.

Al día siguiente salimos para nuestra Escuela, en la bella Ciudad Jardín de Maracay, luciendo nuestras flamantes cuatro rayas y las estrellas de Alférez, y también importante el flamante sable que suplantaba la daga que habíamos portado por espacio de tres años, se efectuaron los ascensos, Alférez mayor Cesar Ricardo Pocaterra Dun, y Alférez Auxiliar José Zambrano Pérez, así culminaba ese periodo de formación de nuestra promoción, a los dos días salíamos de vacaciones hasta el ultimo de Agosto.

1958-1959

Cada vez que regresábamos de vacaciones nos conseguíamos con algo nuevo, algunas veces agradables y otras veces desagradables, en esta oportunidad, la nueva, era el cambio del Capitán Avendaño, por un oficial que ya había estado en la Escuela con el grado de Teniente Comandante de pelotón, y ahora lo hacía con el grado de Capitán y un cargo diferente, o sea Comandante de la Compañía de Cadetes, el oficial del cual hacemos mención, era el temible Cesar Moreno Huérfano (a) tumulto, cuando íbamos a empezar a disfrutar la jerarquía de Alférez, nos enviaron a este oficial, que se había quedado estancado en el tiempo, porque sus procedimientos, disciplinarios sus procederes y actitudes con los subalternos, no eran consonas con las épocas y tiempos de adelantos y desarrollos, que se estaban viviendo, cuando llegó a la Escuela, lo primero que hizo como medida, fue el acortar la hora de entrada los Domingos de diez de la noche, la cambio para las ocho de la noche, también eliminó el uniforme de aula y nos impuso todo el tiempo el uniforme de campaña, las horas de deporte las cambio por orden cerrado y educación física, lo cual trajo como consecuencias la reducción de las horas de esparcimiento, aumento las horas de estudio libre, antes, el toque de silencio era a las nueve de la noche, y el lo llevó hasta las diez de la noche, sancionaba a un Alférez si lo veía castigando a un cadete subalterno, prácticamente no nos dio el puesto que nos merecíamos como Alféreces, ya en la recta final para graduarnos de oficiales.

Era normal ver a dos Alféreces, de plantón, cargando una viga en el patio de ejercicio, o pagando castigo, trotando en grupo o individualmente, pueden dar fe de lo que estoy narrando, los compañeros de promoción General de División Jesús Ramón Aveledo Penzo (fue Comandante General de la Aviación) y el Coronel Humberto Sággese Ardiz, quienes mas de una vez sufrieron las inclemencias de los rayos del sol maracayero, soportando una viga de treinta kilos por ordenes del celebre Capitán, era muy amigo de dirigir en persona la educación física programada; con el único propósito de hacer un juego llamado "el que tiene enemigo no duerme" el cual consistía en colocar los cadetes intercalados y con las manos atrás y el empezaba a dar vuelta alrededor del circulo con una correa repitiendo constantemente "el que tiene enemigo no duerme" y de golpe le daba correa a un cadete menos antiguo para que el cadete castigara con correazos al cadete mas antiguo que estaba a su derecha; así era el; razones existían, cuando leían la orden de la Compañía de Cadetes que al decir, cúmplase, Julio Cesar Moreno HUERFANO, cuando no había oficiales presentes en formación, sino solo el Alférez mayor, decíamos "DE PADRE Y MADRE"

Este personaje talibanesco, se ganó la antipatía de los integrantes del cuarto año, o como el decía, el curso militar, por eso que recordarlo, a muchos le causa nauseas, decir que aporto algo positivo a la Promoción Jesús Manuel Roa Moreno, en el plano personal, no lo creo, el Capitán Moreno Huérfano, se casó estando en la Escuela como Comandante de la Compañía de Cadetes, lo cual fue una inmensa alegría para todos nosotros, porque iba a estar unos quince días fuera de la Escuela y cual no seria la desagradable sorpresa, que se caso un viernes y el sábado en la mañana estaba pidiendo parte en formación, dentro de sus ocurrencias, está, la que le hizo al Alférez Rafael López Pérez, (es uno de los Generales de División de nuestra promoción) estaba nuestro compañero en la enfermería por una dolencia estomacal, a pocos meses de la graduación, llego el Talibán Tumulto y le pregunto, con aquel acento andino, ¿"Y asted cuando se gradúa?" El compañero le contestó, "en julio mi capitán" el oficial no le dijo nada y se fue, como a las dos horas regreso a molestar nuevamente y le dijo "si es que se gradúa" esas eran parte de las payasadas de este conductor de cadetes. En otra oportunidad vio al Alférez Gedde Estévez en formación y le pregunto "¿allá manganzón esta muy bravo, ríase?" y Gedde cumpliendo la orden se rió, inmediatamente lo mando pasar anotado por reírse en formación, en una oportunidad el Alférez López Cordero estaba leyendo algo en la cartelera, pasó el Capitán y el Alférez no lo saludo, e inmediatamente se ausento de la cartelera, a los pocos días me mandó a pasar una nota con sábado y domingo sin salida por no saludar a un superior, le di explicaciones y me dijo que era yo, porque era el único que siempre andaba coloradito. A este Capitán, este oficial parece ser que vio una película relacionada con la guerra de Corea, intitulada "Beyond the fire line" donde tenían las tropas americanas que tomar una colina llamada la colina Hillman, y así bautizó el, la colina que separaba la Escuela de Madre vieja, se le agregaba el otro Talibán, el Teniente Carlos Guevara Yegres, otro que se quedo en el limbo del pasado con un espíritu primitivo de primera, el día 8 de julio de 1959, día de nuestra graduación como oficiales y a pocas horas del acto, salí a bañarme, pero como había recogido todo del escaparate, salí envuelto en una toalla, porque la bata de baño estaba empacada, el Talibán de Guevara Yegres me vio, me pego un grito histérico y me mando a correr al patio por inmoral, según el, prácticamente me retiró, cuando empezaban a llegar las personas al acto de graduación, o sea tengo ese record, que el ultimo en pagar castigo como alférez de mi promoción, fue mi persona y el primitivo Talibán fue al ultimo cadete de la promoción que castigo, tampoco aporto nada a la promoción.

Un viernes, salimos el Alférez Mayor Cesar Pocaterra Dun, el Alférez Ramón Escovino Carrero+, el Alférez Hipólito Vivas Rangel+, el Alférez Juan Enrique Laurentin Rojas, nos fuimos a una fiesta que se efectuaba en el Circulo Militar, allí pedimos una botella de güisqui etiqueta negra, y al mesonero no le vimos mas la cara, en vista de esto, cuando ya la fiesta estaba a punto de culminar, nos paramos y nos vinimos a dormir a la Escuela, esto lo comentábamos, haciendo alarde del carro que le habíamos echado al mesonero, cual no sería nuestra sorpresa, que un día en la formación al medio día, para ir al comedor, vimos al Teniente Ríos Murillo, con el mesonero que estaba detrás del Alférez Mayor, que recibía parte, el mesonero hablaba con el Teniente y señalaba al Alférez Mayor, es de suponer que nos pusimos nerviosos, por lo que podía acontecer a puertas de la graduación, el mesonero empezó identificando "a un Alférez que tenia en vez de una estrella tenia tres estrellas en la manga de la guerrera", el Alférez Mayor, nos llamó por orden del Teniente y este nos dijo que era una falta grave que ameritaba la expulsión del Instituto, no quería perjudicarnos y cambio la expulsión por el pago doble de la botella de güisqui, costaba veinte bolívares y tuvimos que pagar, para la época, la exorbitante suma de cuarenta bolívares.

Una tarde como alférez, estaba pagando plantón junto con Alberto González Amaré, y Mendoza Hernández, manteníamos una cordial y muy amena murmuración, cuando de pronto vimos que apareció una avioneta 182 de la Escuela de Aviación Civil, invadiendo el tráfico de un T-6 que se estaba yendo al aire, la colisión fue inevitable sacando la peor parte la aeronave de la aviación civil, cuando vimos que la misma, desde una altura aproximada de unos mil pies caía en barrena donde su piloto perdió la vida instantáneamente, el T-6 pudo aterrizar con averías menores sin ninguna consecuencias grave.

Cuando salimos de vacaciones de Semana Santa, antes de la partida agarre un cadete de tercer año, muy tranquilo, pero me caía mal, de nombre Bonifacio, y lo castigue con una educación física de casi una hora, al momento de la salida llegó a la Escuela el Sub-teniente Nieto Contreras+, a buscar el cadete Bonifacio+, metieron en la maleta de su carro el equipaje y se fueron a disfrutar las vacaciones en San Cristóbal de donde .ambos eran oriundos, en el trayecto de Maracay a San Cristóbal sufrieron un aparatoso accidente de tránsito, perdiendo la vida ambos, me dio mucho dolor tal tragedia y viví con una carga de conciencia por lo que le había hecho, mas cuando recordaba que me exigía que no lo castigara mas, reconozco que fue un acto de inmoralidad que cometí con el, cincuenta años después todavía sufro el remordimiento.

Existían rivalidades amigables entre los integrantes de la promoción, entre esta estaba la del Cadete Cristian Gedde Estévez y el Cadete Pedro Miliani, quien acostumbraba cantarle una canción pero con letra propia y dirigida al grillo y luego este le ripostaba, así mismo una rivalidad también de amigos entre Pedro Miliani y el Alférez Auxiliar Prahl Redondo, en una oportunidad venían de Caracas en un autobús de la Escuela y cuando se llego a Tejerías, pego una hedentina a cochinera, y Miliani dijo, "nos jodimos, ya Prahl abrió la boca, y mando alto", Miliani, tenía sus ocurrencias, cuando el mantenía una conversación con Prahl Redondo, solo para molestarlo, le preguntaba "Federico, y tu no sabes tocar la marimba aguanta manteca, cosa que al compañero Prahl, no le gustaba, porque decía que ofendía el folclore Guatemalteco" durante las hora de casino, muchos Alféreces nos íbamos al dormitorio a una siestecita, cuando no se tenia sueño, alguno de nosotros, le gritaba a el Alférez Demetrio Jiménez, lo siguiente: Demetrio, ¿conseguiste el porta sable? Eso enardecía a nuestro compañero e inmediatamente se oía la voz de Demetrio, que decía OIDO A LOS CADETES TERCER AÑO…SALTO DEL PARACAIDAS….POSICION INICIAL… así seguía una ronda de educación física, toda la hora de casino, ¿Por qué? Porque en una salida se le perdió el porta sables y según algunos fue un cadete de tercer año que se lo botó.

Se continuó con la rutina en la Escuela, como Alféreces, disfrutábamos en parte nuestra estadía, bien en operaciones, durante las horas de vuelo o en las otras actividades programadas, donde éramos los supervisores. Iniciamos los preparativos para el treinta y ocho aniversario de la FAV y todos los días teníamos práctica de parada y desfile, tomaban parte los Cadetes de tercer año y nosotros que éramos el cuarto año, de igual forma, estábamos deseando que llegara el mes de Diciembre lo mas pronto posible, para irnos a nuestras últimas vacaciones de cadetes de la Escuela, las actividades de vuelo continuaban, se había volado nocturno y otras fases mas, ya muchos habíamos sufrido el trauma del descartes, los que estaban volando prácticamente eran pilotos. Con la inyección de un grupo de pilotos nuevos y jóvenes pilotos de caza, de una forma unilateral, modificaron el patrón del aterrizaje, porque la gran mayoría de ellos aterrizaban efectuando un pill off, habían unos mas prudentes que otros, y una tarde de Septiembre, un compañero nuestro de nombre Alférez Néstor Covarrubias Durán+, salió con su instructor, de nombre Sub-teniente Armando Ferrer González+, el cual era piloto de caza, e inició el aterrizaje por la pista treinta y uno, se preparo para efectuar un pill off e invirtió tanto el avión T-6 que le entró en perdida y se estrello en la cabecera de la pista , exactamente a diez para las tres de la tarde, muriendo ambos en el accidente, fue la cuota de nuestra Promoción que le entregamos a la FAV.

Con la muerte del muchachote grandote, que era Covarrubias, se enlutó la promoción, fue muy sentida su partida, lo lloramos porque era un hermano, que no vio cristalizado tanto esfuerzo y que por la irresponsabilidad de otro no pudo acompañarnos el día de nuestra graduación, se nombraron comisiones para que lo acompañáramos a su última morada en San Lorenzo, Estado Zulia, y mientras exista un Roa Moreno vivo, jamás será olvidado.

Llego el día del aniversario trigésimo octavo de la FAV, sería el último que celebraríamos como cadetes, se llevó a cabo la celebración del aniversario de la Aviación en la Base Aérea de Boca de Río, donde asistió la junta de gobierno en pleno con todo el tren ministerial, autoridades militares y Agregados Militares acreditados en el país, después de la celebración y desfile militar por parte de las unidades de la Aviación allí presente, nos regresamos a nuestra Escuela a esperar el día que el Capitán, se dignara, en informarnos cuando saldríamos de vacaciones, las vacaciones ese año fueron después del diez y siete de Diciembre, para regresar el seis de Enero de 1959.

Esas vacaciones fueron sumamente cortas y rápidas, regresamos de nuevo a enfrentar el trecho, que nos separaba del día de la graduación, en ese lapso de tiempo, se sucedieron algunos eventos que son necesarios narrarlos, uno de ellos fue el aterrizaje sin tren que efectuó el Alférez Pedro Guzmán Cacique en un T-6 sobre la pista de la Escuela, gracias a Dios, que solo fue un susto, tanto para el como para los que estábamos en tierra, otro incidente aéreo que nos preocupo al extremo, fue el del Alférez Pablo Martínez Álvarez, que despegando de la pista de la Escuela en sentido oeste, el avión T-6 que tripulaba se le apagó, cruzando la serranía que separa Maracay con el Limón, el Alférez logró planear, el avión y hacer un aterrizaje de emergencia en los terrenos de la UCV facultad de Agronomía, cuando se bajo del avión, dicen los que lo vieron que empezó a besar el suelo, a mediados del mes de marzo o abril fue dado de baja el Alférez Ricardo Julio Ojeda Colon, por haber reprobado matemáticas en tres oportunidades con el Profesor Camilo Mondelo, una vez dado de baja empezó a estudiar Educación y con el tiempo fue Rector de la Universidad Metropolitana, ese fue un potencial Roa Moreno, se iniciaron los preparativos para la graduación, se nombro un comité que se haría cargo de estos arreglos y entre ellos podemos señalar al Alférez Pedro Miliani, Alférez Ramón Escovino Carrero, Alférez Juan Flores Blanco, Alférez Francisco Torres Alvarado, las responsabilidades de cada uno de ellos eran creativas o sea ¿que se iba hacer para que la promoción perdurara en el tiempo y el espacio?, se ingenió por parte de ese comité la creación de un álbum donde se reflejaría a cada uno de los integrantes de la promoción del año 1959, álbum que fue el primero en su estilo y que fue emulado posteriormente por otras promociones, pero a decir verdad, ninguno, como este.

Cuando se estaba planificando como sería el álbum, se tomó la decisión de caricaturizar a cada uno de los integrantes, por lo que hacían o por su sobrenombre, y todos aquellos que lo han ojeado, se podrán dar cuenta que así, se confeccionó, se da el caso que muchos sobrenombres de algunos de los integrantes, los afectaba o les molestaba cuando alguien los llamaba por el, voy a reseñar un caso muy particular, estando nuestro compañero, pintor y caricaturista, el Alférez Francisco Torres Alvarado, (a) Paco, pintando cada una de las caricaturas, hubo dos compañeros que se le acercaron, y le exigieron que fuese prudente al llegar a tocarle a ellos hacerle la caricatura, uno fue el Alférez Juan de la Cruz Flores Blanco y el otro y mas exigente, el Alférez Albe Eugenio Castro López, al primero era conocido por todos como la vaca Flores Blanco, y el segundo como el sapo Castro López, sobrenombre que lo irritaba, fue Castro López, hablar con Paco, y le dio las razones, convincente el porque no quería que lo pintaran como un batracio, entre todas esas cosas le dijo lo siguiente, "mira Paco, no me pintéis como un sapo, por que yo a ese animal, le tengo tanta arrechera, que una noche venía del carnero de montar guardia, y me encontré uno en la cabecera de pista, y lo traje a punta e" patadas hasta la puerta de campo de la Escuela" Algo característico en el Cadete Albe Eugenio Castro López, es que nunca se acostumbró a sentarse en la pozeta y sus necesidades las efectuaba en cuclillas, el argumentaba que lo hacia así porque era su costumbre desde pequeño

Del compañero Alférez Juan de la Cruz Flores Blanco, se caracterizaba por ser una persona, muy organizada, y con un don de gente inigualable, nunca se le vio envuelto en actos de indisciplinas o evadiendo sus obligaciones, como Alférez, fue el "disk jockey" de la promoción, porque en tercero y cuarto año era quien, desde la cabina, debajo de la escalera del dormitorio numero uno, administraba, seleccionaba, y complacía las solicitudes musicales, que los compañeros le requerían, siendo estas las melodías que amenizarían las horas de comida, gran admirador de "toña la negra", fue también uno de los Alféreces, mas entusiastas en el hobby de armar aviones plásticos de diferentes tipos, hoy día nuestro compañero, es el Director del Museo Aeronáutico, quien lo ha revolucionado y logrado hacerlo conocer a nivel Nacional e Internacional.

Seria la euforia de la cercanía de la graduación, lo cual trajo como consecuencias algunas peleas a puñetazos limpio, entre los Alféreces, una, fue la que tuve con el Alférez Zambrano Pérez, resulta que el compañero, era Alférez Auxiliar, y desconozco las razones, que volvió a ser un Alférez común y corriente, durante su reinado como Alférez Auxiliar, nos adversamos, de tal forma que el no me soportaba ni yo lo soportaba a el, una tarde yendo para el dormitorio, discutimos por tonterías y yo lo desafié a que nos fuéramos para el baño a matar la culebra que teníamos pendiente, el acepto y casi todos los compañeros se fueron con nosotros, nos entramos a puño, y el pobre Zambrano quedo desplumado, como loro que era, al día siguiente había formación para salir de vacaciones de Semana Santa y mi contrincante tenia ambos ojos completamente morados, y el labio superior hinchado, averiguaron que le había pasado, y el Comando nunca lo supo, que se había caído, era la excusa, era tanto la hermandad que existía entre nosotros, que no se guardo rencor, y el trato siguió igual, fuimos amigos, respetándonos cada uno, el con su forma de ser y yo con la mía. Otra pelea que se escenificó, fue la del Alférez Pedro Ortiz González y el Alférez José Antonio Casanova, sacando este ultimo la peor parte, durante el show boxístico, existían compañeros de promoción, que algunas veces estaban tan perdidos, que ellos mismos no se encontraban, me referiré al Alférez Andrés Coello Perozo+, particularmente cuando estaba de servicios, siempre o le faltaba un cadete o le sobraba uno, por lo general o el sobraba o el faltaba, pero nunca dio un parte exacto.

Cuando estábamos en el ocaso de nuestra vida como cadetes, la promoción sufrió otro zarpazo, con la impronta partida de uno de los mas entusiasta integrantes del grupo, enfermó y nunca logró reponerse de la dolencia que lo acosaba, fue nuestro compañero Alférez Ibsen Armando Briceño+, un gran enamorado de la aviación, pero por designios del creador, no pudo cristalizar y portar lo que tanto anhelaba, las alas doradas de piloto, fue velado en su tierra natal, Caracas, y allí se le dio cristiana sepultura, parecía ser, que como éramos tantos los integrantes de la promoción, había que dejar una alta cuota a la FAV .

La perdida de un segundo compañero no detuvo los preparativos para el gran acto que se avecinaba, la graduación, ya habíamos empezado a ensayar todo lo concernientes a la ceremonia militar donde recibiríamos el grado de Sub-teniente de la FAV en las diferentes especialidades, ya el Servicio de Intendencia de la FAV nos había entregado todos los uniformes y presilla con su respectivas insignias, que nos acreditaría como oficiales de la Fuerza Aérea.

Una vez que se cumplieron con todas las horas de clases estipuladas, efectuadas las reparaciones, la vida de la Escuela se centraba en la graduación que se avecinaba, todos los días ensayábamos el acto o ceremonia de ascenso, los oficiales querían que este acto fuese inolvidable y de gran colorido, por lo general hubo cierto grado de humanidad con nosotros al dejarnos salir, de vez en cuando, durante los días de semana, para que culmináramos las diligencias que tuviéramos que hacer en la calle, invitaciones, compras etc.

El día 28 de junio día de San Pedro y San Pablo, hubo salida para el cuarto año, y en la noche cuando regresamos, nos encontramos con una novedad muy dolorosa, a pesar de que no se había confirmado, y las noticias eran muy confusas, se decía que en Puerto Cabello, un Alférez de la aviación, manejando un jeep, se había volteado, quemándose, y estaba grave en el hospital, el Capitán Talibán no los informó en formación, de una manera irresponsable, prácticamente con lo que nos dijo, nos dejo entrever que el celebraba lo que le había pasado al compañero, el Alférez Escovino Carrero, le refutó todo lo que el Talibán le dijo, al día siguiente, de una manera muy humilde, el Capitán nos informó que el Alférez José Inojosa Lamas+, había muerto, quemado en el accidente, se nombraron las comisiones para el sepelio de este Roa Moreno, que no pudo alcanzar las glorias del grado de Sub-teniente.

En vista de que habíamos asistido a las practicas de parada y desfile, en la Avenida de los Próceres, en Caracas, ese año no tuvimos necesidad de alojarnos en la Escuela Militar, mas sabiendo que la graduación conjunta no se iba a llevar a efecto porque cada Fuerza correría, con la responsabilidad de graduar a sus oficiales en sus respectivas Escuelas, así que no nos movimos a otra dependencia militar. Entre el primero de julio y el cinco del mismo mes salíamos todos los días, siendo oficial de guardia, el Teniente Arturo Rivera Fernández+, nos dio salida, alertándonos que no quería retardados, porque íbamos a dormir en el calabozo, no le paramos y llegamos casi todos retardados, y el Teniente cumplió su palabra nos metió a todos los retardados al calabozo, pero como a las dos horas nos saco del mismo, en esa oportunidad se había inaugurado el casino en un galpón viejo que estaba abandonado, lo acondicionaron y empezó a ser el casino de los cadetes, de paso nos trae muchos recuerdos de esas épocas ya idas.

Para Caracas, nos fuimos un día antes, llegamos a la Escuela Militar y allí nos alojamos por esa noche, tomamos parte en el desfile militar, con motivo del cinco de Julio, y después del almuerzo en la Escuela Militar, regresamos a nuestra muy querida Escuela, la graduación era el ocho de Julio, al llegar de Caracas nos permitieron salida general con pernocta, para regresar el siete en la noche, con las recomendaciones de seguridad y buen comportamiento, durante nuestra estadía en la calle, llegamos tal como nos informaron, al día siguiente, el gran y anhelado día, el acto de graduación el cual comenzó como a las ocho de la noche, con el Presidente de la Republica, Ciudadano Rómulo Betancourt, los ministros del ejecutivo, Alto Mando Militar y personalidades extranjeras invitadas al acto, se entrego el parte correspondiente, lectura de las resoluciones de Mindefensa, entrega de premios y reconocimientos etc. el momento mas emocionante cuando anunciaron lo siguiente: "presentación de los nuevos oficiales en uniforme numero uno" Y luego la entrega del símbolo de mando del oficial, el codiciado sable, la juramentación toque de oración y el desfile ante la Bandera Nacional, participación de haber concluido el acto y luego retirada, posteriormente una muy bonita fiesta de gala, amenizada con la orquesta de la FAV Los Jets. Toda esta ceremonia, incluyendo la fiesta, fue en el Patio de Honor, de la otrora Escuela de Aviación Militar.

Considero que en este acto los momentos mas emocionantes, son cuando uno se cambia el uniforme de cadete y se pone el de oficial con sus insignias, cordones y las presillas de igual manera cuando se toca la oración, es algo que le llega a uno a lo mas profundo del ser y que marca al hombre militar para toda la vida.

Pero algo, que por muchos años he mantenido en secreto, y lo voy a revelar en este trabajo es lo siguiente: pocos días antes de la graduación, el Teniente Ríos Murillo, me llamó y me comunicó, que tenía la mayor nota en Espíritu Militar, y que iba a recibir un premio, en las practicas salí varias veces al ensayo de la recepción del premio, ya a punto de graduarnos, empezaron a llamar al Alférez Russell Ganaim Oviedo, para que recibiera el premio Conducta y de Espíritu Militar, me extraño bastante, el día de la graduación se repitió lo mismo, o sea el Alférez Ganaim Oviedo se alzaba con ambos premios, quedando yo, como la guayabera, por fuera, nadie me dio una explicación al respecto. Mi contrincante en boxeo, el Alférez José Zambrano Pérez, recibió la condecoración Abdón Calderón y el premio Honor al Merito, muy bien merecidos.

Con esta imponente ceremonia se cerraba el ciclo de vida como cadetes de la Escuela de Aviación Militar, la que a partir de ese momento serian los Oficiales de la inigualable Promoción Jesús Manuel Roa Moreno, nuestro Instituto, nos vio de aspirantes, de reclutas y cadetes y ese día nos veía como oficiales de la FAV. Me voy a permitir insertar las palabras que el Comandante General de la Aviación, expresó, "Es la primera vez en la historia de la Escuela de Aviación Militar, Alma Mater de la Fuerza Aérea, que una promoción de Oficiales recibe las insignias profesionales y los atributos de mando dentro del recinto donde se han formado su espíritu castrense y su conciencia aeronáutica"

En la medida que estaba escribiendo esta narración, volví a vivir aquellas épocas que no dejaron de ser bonitas y agradables, en memoria me reencontré con todos aquellos que compartimos juntos esa férrea formación militar, mis compañeros desaparecidos siempre estarán presentes y los presentes fortalecerán aun mas nuestra promoción.

GRACIAS COMPAÑEROS, POR HABERME PERMITIDO COMPARTIR CON USTEDES, MOMENTOS DE ALEGRIA Y TRISTEZAS, PARA HABER PODIDO LLEGAR, A SER UN INTEGRANTE CON EL GRADO DE OFICIAL, EN LA MUY QUERIDA FUERZA AEREA VENEZOLANA, Y PARTICULARMENTE DE LA INIGUALABLE PROMOCION TENIENTE (Av.) (f) JESUS MANUEL ROA MORENO…..

EL AUTOR

DEDICATORIA

El presente trabajo relacionado con la Promoción de oficiales, egresada de la Escuela de Aviación Militar, el 8 de Julio de 1959, cuyo epónimo fue el Teniente (Av.) (f) Jesús Manuel Roa Moreno, me voy a permitir dedicárselo, a el gran poder de Dios, arquitecto del universo, omnipresente y omnipotente, quien todo lo sabe y todo lo ve, a la vez agradecerle el haberme dado la capacidad y la voluntad, para plasmar en este trabajo y llegar a feliz termino, algunas pinceladas de lo que fue nuestro paso y vida como cadetes, de la otrora Escuela de Aviación Militar, igualmente a todos mis compañeros de promoción presentes, y no podían faltar los ausentes, porque ellos estuvieron con nosotros y sufrieron en carne propia, todo lo reseñado en el presente trabajo, hoy, por imperativos de la madre naturaleza, tuvieron que viajar a lejanas y desconocidas dimensiones, los cuales no nos acompañan en materia, pero si en espíritu, de igual forma y muy personal, a mi esposa Morella de los Ángeles, mis hijos e hijas, específicamente Erika y Jesunneth, así como a todos mis nietos y nietas, muy deferentemente a Santiago Samuel, a las esposas de mis compañeros, que de una manera sabia e inteligente, prudente y paciente, han sabido tolerar y entender nuestra forma de ser y actuar, compartiendo todas las situaciones que se hallan podido presentar, traducidas en altos y bajos, alegrías y tristezas. Sería ingrato si olvidara la vieja casona, con sus vetustas paredes, sus matas de almendrón, la cual nos dio cobijo y alojo, por cuatro largos años, testigo mudo de nuestras alegrías, incomodidades, rabietas y una que otra lagrima en momentos de indecisión y confusión, buscando siempre una palabra de aliento y el consejo oportuno que nunca encontramos, esa vieja instalación, que se yergue airosa en la Avenida Bolívar de Nuestra ciudad jardín de Maracay, que de igual manera como ve pasar el tiempo también ve pasar a sus hijos, nos obliga a estar identificada con ella, y para siempre será nuestra eterna y única Escuela de Aviación Militar..

El autor

Coronel (Av.) Juan Enrique Laurentin Rojas.

Hace cincuenta años Coronel (Av.) ® Juan Enrique Laurentin Rojas

 

 

 

Autor:

Coronel (Av.) ® Juan Enrique Laurentin Rojas

Maracay, 25 de Septiembre del 2005

LA FORTUNA AYUDA A LOS AUDACES…

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