Estrategia pedagógica para la inserción laboral de los jóvenes provenientes del curso de superación integral
Enviado por Elisabet Sanabria Santos
Introducción
La dramática situación social en que viven la mayoría de las naciones, el creciente deterioro ecológico del planeta, la injusta distribución de la riqueza a causa de la política y hegemonismo, cada vez más condenadas son factores que caracterizan el escenario de la política internacional.
Un planeta convulsionado por los drásticos cambios de geopolíticos que han puesto en quiebra los cimientos de las relaciones internacionales, con la expansión de la globalización neoliberal, un creciente reordenamiento de las fuerzas progresistas que ponga fin a la brecha cada vez más ensanchada entre países desarrollados y subdesarrollados, es la diferencia que caracteriza nuestra contemporaneidad.
En Cuba se construye otra realidad bien distinta, el conocimiento de las peculiaridades del país es imprescindible para valorar en su justa dimensión la gigantesca obra de la Revolución, hecha en tan adversas condiciones de crisis económica, conflictos bélicos, inhumanos bloqueo, asedio constante y amenaza de intervención que en la actualidad se acrecienta.
La sociedad cubana se ha planteado el reto de formar a todos los hombres, sin distinción, reflejo de su época histórica. En este sentido la educación es uno de los entes fundamentales a tener en cuenta para lograr este noble propósito, corresponde entonces al docente la altísima responsabilidad de formar ese modelo de hombre que se necesita y tiene el deber de desarrollar la personalidad de los hombres y mujeres con los rasgos distintivos de la cultura a la cual pertenecen y con el propósito de cumplir con la tarea que la Revolución ha puesto en sus manos. Al respecto fueron aleccionadoras las palabras de José Martí, Héroe Nacional, cuando expresó: "…la educación tiene un deber ineludible para con el hombre, no cumplirlo es crimen".
La Educación de Jóvenes y Adultos se concibe como formación permanente, concurren a estos procesos, educandos de diferentes edades, en ocasiones trabajadores y en otras no. En esta enseñanza se desarrolla una actitud reflexiva, creativa, se eleva la autoestima, etc.
En el caso de los jóvenes que asisten a este proceso, se les ha dado la oportunidad de obtener un título. Se considera oportuno, incorporarlos a la actividad laboral como resultado de la actividad educativa a la que concurre. Todos estos análisis deben pasar a formar parte de la actividad profesional pedagógica del docente, de ahí la importancia de repensar los modelos de desempeño de los docentes que desarrollan la educación continua. Las diferencias individuales que todos poseen, en la Educación de Jóvenes y Adultos se acentúan y son los puntos de partida para estructurar una educación potenciadora del desarrollo, del crecimiento personal y profesional y formadora de la identidad personal. Esto exige de todos los docentes que atienden a estos grupos etarios cambios en la forma de interactuar, pensar, comprender y ofrecer oportunidades de aprendizaje, teniendo en cuenta la diversidad de necesidades de desarrollo y las diferencias de contextos. En ocasiones esto no se manifiesta así en la actuación de los docentes que se desempeñan en los Cursos de Superación Integral para Jóvenes y otras actividades dirigidas a los adultos, a pesar de la prioridad de estos Programas de la Revolución. En el contexto educativo cubano la Educación de Jóvenes y Adultos, prolifera y crece vertiginosamente; se asume la diversidad, la heterogeneidad, que nos lleva a trabajar por el desarrollo de la igualdad de oportunidades, esto exige otra manera de entender la educación. Ello exige el respeto a lo diferente, exige tolerancia, exige sentido de justicia, exige la superación de cualquier estilo de homogenización que entorpezca el crecimiento de cada uno de los sujetos que concurren a estos procesos educativos.
La Educación Permanente, tal como se expresa en la Educación de Jóvenes y Adultos, representa un proceso sistemático, intencionado, planificado y orientado hacia la búsqueda de nuevos conocimientos, habilidades y capacidades que sitúan al sujeto en niveles superiores de desarrollo, lo que exige de su claustro una intensidad en el dominio de la profesión, ello le permitirá comprender que desarrolla una actividad pedagógica de amplia proyección social con rasgos distintivos de los diferentes niveles educativos: ello exige de sus modos de actuación, características personales y relaciones interpersonales rasgos también diferentes.
La sistematización realizada en este trabajo se orienta a partir de las carencias identificadas en la actuación de los docentes en este nivel y se concreta desde los análisis teóricos realizados, en la propia experiencia de los docentes de este nivel educativo, en acciones de colaboración dirigidas a la atención de jóvenes y de la constatación en la práctica; lo que se acompañó por un sistema de instrumentos que permitieron la incorporación de estos estudiantes a la vida labora.
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