- Resumen
- Marco teórico
- Epidemiología de la hipertensión arterial
- Definiciones en la hipertensión arterial
- Medición de la presión arterial
- Clasificación y evaluación clínica
- Factores de riesgo
- Manifestaciones de daño de órganos Diana
- Crisis hipertensiva
- Datos fisiopatológicos de interés
- Tratamiento de la hipertensión arterial
- Prevención en la hipertensión arterial
- Material y método
- Análisis y discusión de resultados
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Referencias bibliográficas
- Anexos
Sector Victoria tres. Noviembre 2007 – 2008.
Resumen
Se realizó un estudio descriptivo, observacional, longitudinal y corte retrospectivo con el objetivo de describir el comportamiento de la de la crisis hipertensiva en el Sector Victoria tres en el periodo Noviembre 2007 – 2008. El universo de trabajo estuvo constituido por 450 pacientes hipertensos que pertenecen a dicho sector, de los cuales se tomaron como muestra los 148 pacientes que presentaron el diagnóstico de crisis hipertensiva en dicho período. Los datos fueron extraídos de las historias clínicas del consultorio médico. Se obtuvo predominio de la crisis hipertensiva en el grupo etáreo de 45-54 años, 53 pacientes para 35.81%, en el sexo masculino, 87 pacientes para 58.78 %, la raza mestiza, 78 pacientes para 52.70% y la ocupación de comerciante con 70 pacientes para 47.29%. El factor predisponente asociado fue el aumento brusco de tensión arterial en hipertensos conocidos ,79 pacientes para 53.37% y prevalecieron la urgencia hipertensiva como presentación clínica ,145 pacientes para 97.97%, la cefalea como motivo de consulta, 69 pacientes para 46.62%, como afectación aguda de órganos diana: corazón (infarto agudo del miocardio y la angina) y el cerebro (accidente vascular encefálico) con un paciente cada uno. El tratamiento farmacológico fue el más usado antes de la crisis ,118 pacientes para un 79.73%; con mayor uso de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina en un 30.51%. Se concluye que la crisis hipertensiva afecta mayormente a los pacientes masculinos, de 45-64 años, raza mestiza y ocupación de comerciante.
Introducción
El conocimiento médico, como resultado de los avances científicos y de las profundas investigaciones básicas y clínicas de los últimos 25 años, ha experimentado un desarrollo tan extraordinario que los médicos, sobre todo los de atención primaria, estamos obligados a una práctica clínica continua, afrontando en nuestro trabajo diario las más diversas patologías que reclaman enfoques diagnósticos ágiles y prácticos y consecuentemente decisiones terapéuticas resolutivas (1).
La hipertensión arterial primaria o esencial es un problema de salud pública de primer orden en todo el plantea, pues constituye un importante factor de riesgo cardiovascular y está asociada a una mayor probabilidad de eventos cerebrovasculares y lesiones isquémicas del miocardio. Según diversos estudios de vigilancia epidemiológica realizados en Estados Unidos y distintas naciones europeas, hasta una cuarta parte de la población adulta sufre de hipertensión arterial y a pesar de las distintas opciones terapéuticas disponibles en la actualidad, de comprobada eficacia y seguridad, es preocupante que menos de 55% de los individuos hipertensos no recibe tratamiento alguno y el porcentaje de pacientes con cifras tensionales controladas mediante el tratamiento no supera el 45% (1,2).
En Colombia, según las últimas estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud, la prevalencia de la hipertensión entre la población mayor de 15 años es de 12,6% y esta enfermedad constituye el primer factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares, las cuales son la segunda causa de muerte en hombres y mujeres mayores de 45 años (2).
La visión fisiopatológica actual de la hipertensión arterial esencial considera que se trata de un trastorno multifactorial, con un importante componente genético. Hasta ahora, los principales factores involucrados en la génesis de la hipertensión incluyen la hiperactividad del sistema simpático, la hiperproducción tanto de hormonas inductoras de la retención de sodio como de agentes vasodilatadores del tipo de endotelina 1 y tromboxano A2, la disfunción endotelial, los trastornos en la secreción de renina, la obesidad, la diabetes mellitus y la resistencia a la insulina (2,3).
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