Evaluación de la plantación de Swietenia macrophylla King en tubetes
Enviado por Arminda López Valladares
- Resumen
- Introducción
- Revisión bibliográfica
- Materiales y métodos
- Análisis y discusión de los resultados
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
- Anexos
Resumen
El presente trabajo fue realizado en el Polígono de Investigaciones docente Loma del Ganso de la Universidad de Pinar del Río. Se presentan los resultados obtenidos a partir de la evaluación del comportamiento en plantación de la especie Swietenia macrophylla King procedente del cultivo de un vivero en tubetes. La plantación se realizó utilizando un espaciamiento de 2,5 m x 2,5 m, en hoyos de plantación. Para ello se realizó un desbroce con machete. Se utilizó un diseño experimental completamente al azar, cada tratamiento respondió a una parcela con un número de 25 plantas, que se correspondió con el sustrato utilizado en el vivero: A (Tu50%-Ec50%), B (Tu25%-Ec25%-Co50%) y C (Sc100%). Las plantas fueron medidas durante cuatro años a partir del año 2008. Los parámetros morfológicos evaluados fueron: altura, diámetro en el cuello de la raíz y el índice de esbeltez. Se determinó el porcentaje de supervivencia a los doce meses de plantada. Se evaluó el estado nutritivo de las plantas del tratamiento A (Tu50%-Ec50%), teniendo en cuenta las condiciones climáticas y edáficas. En el cuarto año de evaluación solo sobrevivieron las plantas del tratamiento A (Tu50%-Ec50%). El resto de los tratamientos no sobrevivió por diferentes causas. Los mejores valores en los parámetros morfológicos estudiados se lograron en el tratamiento A (Tu50%-Ec50%), seguidamente el B (Tu25%-Ec25%-Co50%) y finalmente el C (Sc100%). Las mediciones fueron realizadas a los tres, seis meses y seguidamente en el primer al cuarto año de plantación.
Palabras claves: Swietenia macrophylla King, plantación, sustratos, crecimiento medio.
Summary
This work was performed at the Loma Estate Research Goose teaching at the University of Pinar del Río. It present the results obtained from the evaluation of the behavior of the species planted Swietenia macrophylla crop from Container Tree Nursery. Planting was done using a spacing of 2.5 m x 2.5 m, in planting holes. This was achieved by a clearing with a machete. We used a completely randomized design, each treatment responded to a plot with a number of 25 plants, which corresponded to the substrate used in the nursery: A (TU50%-EC50%), B (Tu25%-EC25% – Co50%) and C (SC100%). The plants were measured for four years from 2008. The morphological parameters evaluated were: height, diameter at root collar and the slenderness ratio. The survival was determined percentage was over is months since it was planting.The nutriotional status of plants was assessed of treatment A (TU50%-EC50%), taking into account the climatic and soil conditions. In the fourth year of assessment only survived treatment plants A (TU50%-EC50%). The other treatments did not survive for different reasons. The best values ??in the morphological parameters studied were achieved with treatment A (TU50%-EC50%), then the B (Tu25%-EC25%-Co50%) and finally the C (SC100%). Measurements were performed at three, six months and then in the first through fourth year of planting.
Keywords: Swietenia macrophylla King, plantation, substrates, growing media.
Introducción
La reforestación requiere plantas de calidad para incrementar la supervivencia y el desarrollo en campo. Una prueba para verificar la calidad de la planta producida en vivero es su respuesta en el campo, la cual depende básicamente de los atributos genéticos y de los adquiridos a través del manejo en el vivero (Duryea, 1985 citado por Olmedo, 2007).
El empleo para la reforestación de las plantas con calidad asegurará en mayor medida el éxito del desarrollo y crecimiento de las mismas.
Para obtener plantas con mejores características morfológicas y fisiológicas es recomendable realizar técnicas culturales desde el vivero como: seleccionar el tipo de sustrato, el envase a utilizar, la procedencia de la semilla y el manejo adecuado del riego.
La calidad de los sustratos es un elemento que se debe tener en cuenta a la hora de preparar el cultivo de las plantas en contenedores, lo cual se demuestra en la etapa de plantación, por su capacidad de crecimiento y de supervivencia en condiciones naturales.
Domínguez (1997), plantea que los envases y contenedores modernos en los que se cultivarán las plantas, son determinantes para su calidad, por lo que la elección debe ser cuidadosa.
La elección de un determinado tipo de contenedor es una de las decisiones que se debe tomar por los gestores de un vivero con la planta forestal, no solo condiciona el estado final del brinzal, tanto en su aspecto morfológico como fisiológico, sino el tipo y modo de las prácticas culturales a desarrollar en el vivero. El volumen, forma, altura, diámetro de los contenedores y la densidad de cultivo modulan para cada especie el tamaño y características del sistema aéreo como también radical, en definitiva el desarrollo y calidad de la planta (Peñuelas y Ocaña, 2000).
Las plantaciones forestales han alcanzado un alto nivel tecnológico. Los métodos de manejo sostenible y silvícola utilizados por algunas empresas privadas para mitigar los impactos ambientales potenciales de las mismas han sido muy positivos.
El éxito de una plantación forestal, desde el punto de vista de su crecimiento, depende de muchos factores, como la calidad de las plantas, el sitio, la preparación del suelo, la técnica de plantación y los cuidados culturales. Todos ellos son importantes para el crecimiento de los árboles y deben considerarse en su conjunto. Para ello, un diagnóstico integrado del sitio permite una mayor precisión en la identificación de las posibles restricciones y potencialidades que presenta una plantación. Este diagnóstico considera un análisis global del sitio, en el cual se incluyen las características morfológicas y fisiológicas de la planta, características físicas y químicas del suelo, estado nutricional de los árboles en plantación, topografía, clima y la vegetación (Gerding, 2006, citado por Frías, 2011).
Las plantaciones forestales pueden desempeñar diversas funciones, en muchos lugares se han establecido con fines de rehabilitación del medio ambiente y conservación de suelos, agua y en otro ha sido la producción de madera el objetivo principal. También ha suscitado un gran interés la función de las plantaciones forestales en la ordenación forestal sostenible, porque se prevé que la demanda adicional de madera en el futuro se satisfará en gran medida gracias a las plantaciones. Las plantaciones constituyen un medio eficaz de producir productos forestales en superficie relativamente reducida y por consiguiente contribuyen a reducir la deforestación y degradación de los bosque naturales. En Cuba las plantaciones juegan un papel fundamental debido al uso de la madera en todas las ramas de la economía.
La especie Swietenia macrophylla King se encuentra entre las maderas del trópico de mayor valor estético e importancia económica. No solo debido al color rojo de su madera, sino también por su trabajabilidad y durabilidad, asimismo está considerada como una de las maderas más finas del mundo por su fortaleza y belleza. Se la utiliza principalmente para la fabricación de muebles y revestimiento de interiores de viviendas (Mayhew y Newton, 1998).
Swietenia macrophylla King es una especie prevista en los planes de reforestación hasta 2015 por su importancia económica y adaptabilidad en Cuba. Sin embargo no se conocen en estas condiciones antecedentes que demuestren el comportamiento en plantación a partir de su cultivo en vivero sobre tubetes (Mitchel, 2007).
Teniendo en cuenta los planteamientos anteriores se formula el siguiente:
PROBLEMA: ¿Cómo será el comportamiento en el sitio de plantación de las plantas de Swietenia macrophylla King cultivadas en vivero en tubetes con la utilización de sustratos orgánicos?
HIPÓTESIS: Si evaluamos el comportamiento de los parámetros morfológicos (altura, diámetro y esbeltez) y fisiológicos (estado nutritivo), así como las características edafoclimáticas, será posible definir el mejor tratamiento en la plantación a partir de los resultados obtenidos en el cultivo de la especie Swietenia macrophylla King del vivero en tubetes.
OBJETIVO: Evaluar el comportamiento en plantación de la especie Swietenia macrophylla King cultivada en sustratos orgánicos en viveros en tubetes.
TAREAS:
Evaluación de parámetros morfológicos (altura, diámetro y esbeltez).
Evaluación de la fisiología de la planta mediante la determinación del estado nutritivo.
Evaluación de la supervivencia de la planta a los doce meses de plantada.
Revisión bibliográfica
1.1 Descripción de la familia Meliaceae
Los representantes de esta familia son árboles y arbustos con resinas aromáticas. Las hojas son compuestas, alternas y sin estípulas. Las flores son hermafroditas, reunidas en inflorescencias terminales o axilares. Los frutos son variados, hay cápsulas pentacarpelares con semillas aladas; cápsulas tricarpelares con semillas no aladas, generalmente con arilo y drupas tricarpelares. Comprende un número muy importante de árboles forestales de las regiones tropicales con hojas compuestas. Las excelentes propiedades de su madera están dadas por el depósito de las resinas aromáticas en el duramen de los troncos, lo que le da a la madera un bello colorido y olor agradable, a la vez que la protege del ataque de hongos e insectos (García et al., 2004).
1.1.2 Género Swietenia
El árbol de gran tamaño, a menudo alcanzando más de 30 m de altura y 1.5 m de diámetro en el tronco. Las hojas de color verde oscuro son pinadas compuestas y el fuste se ve cubierto de una corteza áspera y de color gris pardo. Es una de las maderas más fáciles de trabajar y toma un acabado excelente y se le considera por muchos como la mejor madera para la ebanistería a nivel mundial. Existen tres especies reconocidas en el género Swietenia: S .macrophylla, S. mahagoni y S. humilis. (Bauer 1987).
1.1.3 Distribución geográfica
La especie Swietenia macrophylla es la especie del género que tiene el área de dispersión más extensa. Esta área se extiende desde el paralelo 22° N, en Veracruz (vertiente del Golfo), México, hasta 17° 55´ S, en Bolivia (Betancourt, 1987).
En la zona norte, la distribución de la especie se extiende desde el sur de México, en la Península de Yucatán, a través de Belice, la costa Atlántica de Guatemala, Honduras y Nicaragua, hasta el norte de Costa Rica. La segunda zona de distribución incluye el Pacífico de Panamá, Atlántico de Colombia y Venezuela y la Amazonía de Perú, Bolivia y Brasil (Mayhew y Newton, 1998).
Figura 1: Distribución natural de Swietenia macrophylla en Sur América
Fuente:(Lamb, 1966)
Figura 2: Distribución natural de Swietenia macrophylla en Centro América
Fuente:(Lamb, 1966)
1.1.4 Tipo de bosque
(Bascopé et al., 1957, citado por Betancourt, 1987), expresan que la Swietenia macrophylla es una especie del bosque semicaducifolio, aunque también habita en el tropical húmedo. En las selvas se halla en forma esporádica, nunca formando grandes rodales puros pues ellos expresan, que por regla general, solo se localizan de 4 a 8 caobas grandes por hectárea, excepcionalmente 12 o más.
Esta especie es heliófila, aunque en su juventud tolera ligera sombra. En los lugares donde hay poca luz, las plantas jóvenes crecen lentamente, pero cuando se abre el dosel y reciben suficiente iluminación, se produce un rápido crecimiento como producto de la intensificación de la fotosíntesis. Si las plantas reciben intensa luz en sus copas y tienen protección lateral, pueden crecer rápidamente en condiciones óptimas (Betancourt, 1987).
1.1.5 Clima
Se encuentra a lo largo de los cursos de agua y en laderas. Prospera en regiones de abundante precipitación pero puede vivir incluso en zonas de clima tropical más seco. Crece mejor y alcanza su tamaño mayor bajo las condiciones climáticas encontradas en la zona de vida tropical seca. La zona de vida está limitada por una temperatura anual promedio de 24 °C o más, con precipitación anual promedio de 1000 a 2000 mm y una relación de evapotranspiración potencial entre 1,00 y 2,00. Bajo ciertas circunstancias ecológicas, se extiende hacia la zona de vida tropical húmeda, la cual está limitada por una temperatura anual promedio de 24 °C o más, una precipitación anual promedio entre 2000 y 4000 mm y una relación de evapotranspiración potencial de entre 0,50 y 1,00 de manera adicional, la especie probablemente se extiende hacia la transición entre las dos zonas anteriormente mencionadas y las zonas de vida forestal subtropical seca y subtropical húmeda (Lamb, 1966).
Se reporta que el crecimiento óptimo de la S. macrophylla en Puerto Rico ocurre en áreas que reciben 1900 mm o más de precipitación anual (Holdridge y Marrero, 1940).
Betancourt (1987), describe que en Cuba, se ha plantado y se desarrolla bien desde el nivel del mar hasta unos 750 m de altitud.
1.1.6 Suelos
Crece en gran variedad de condiciones edafológicas, desde suelos arcillosos hasta suelos con arenas gruesas. El pH preferido se encuentra en un rango entre alcalino y neutro, aunque se conocen plantaciones con buenos resultados en suelos ácidos con pH de 4,5. Con relación a la cantidad de agua en el suelo en los climas más secos prefiere suelos con mayor capacidad de retención de agua (Adolfo, 2007).
Crece sobre diversos tipos de suelos, pero alcanza su mejor desarrollo en los suelos de las orillas de los ríos profundos y bien drenados con el manto freático no muy distante de la superficie (Sablón, 1984).
1.2 Caracterización de la especie Swietenia macrophylla King
1.2.1 Clasificación taxonómica
Según (Strasburger et al., 1984), corroborado por Armas (2012) y García (2012). Dan a constatar la siguiente clasificación:
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Subdivisión: Magnoliophytina
Clase: Magnoliopsida
Subclase: Rosidae
Orden: Sapindales
Familia: Meliaceae
Género: Swietenia
Especie: Swietenia macrophylla King
Nombre vulgar: caoba de Honduras
1.2.2 Características botánicas
Árbol
El árbol es caducifolio con copa abierta y redondeada con forma de sombrilla, follaje verde oscuro y brillante con ramas grandes, con frecuencia alcanza hasta 50 m de alto y diámetros de 2,5 m. Tiene fuste recto casi cilíndrico, sin ramas hasta aproximadamente los 25 m. En ramas jóvenes la corteza es fina y de color grisáceo (Whitmore, 1983).
Hojas
Las hojas son bastante grandes, más grandes que la de Swietenia mahagoni. Fors; Reyes (1947) y Sablón (1984), plantean que son compuestas, alternas, largamente pecioladas, paripinnadas, de tres a seis pares de foliolos asimétricos, opuestos, lanceolados, subcoriáceos y lampiños. Las hojas dispuestas en espiral, la base es asimétrica, generalmente aguda y raras veces obtusas, de color verde amarillento, brillante en el haz y verde pálido en el envés.
Figura 3. Hoja de la Swietenia macrophylla. Fuente: La autora
Flores
Presentan inflorescencia en panículas axilares de 10 cm a 14 cm de largo. Cáliz gamosépalo, cupular de 2mm a 2,5 mm de diámetro con los bordes crenados. Pétalos oblongo-obovados de 4mm a 5 mm de largo por 2,5 mm de ancho. Ovario con 1,2 mm de diámetro; estilo de 1,5 mm a 2 mm de largo; estigma de 1,5 mm de ancho; 10 estambres de color pardo (Betancourt, 1987).
Según Sablón (1984), las flores son hermafroditas, color amarillo cremoso, perfumadas, en panículas acilares, cáliz pentalobulado, seis pétalos a veces cuatro libres, ovario pentalocular, a veces tetralocular.
Figura 4. Flor de la Swietenia macrophylla.
Fuente: www.monografias.com
Frutos
Los frutos son cápsulas leñosas, periformes, con dehiscencia basal septicida; miden entre 8 cm y 15 cm de largo y de 6 cm a 9 cm de diámetro, pedúnculo arqueado de 7cm a 12 cm de largo y entre 0,8 a1 cm de diámetro. La recolección de frutos se realiza en Cuba durante los meses de enero a marzo (Betancourt, 1987).
La cubierta o pericarpio se raja, abriéndose en cinco valvas y exponiendo las 45 a 70 semillas aladas de unos 8 cm de longitud y 2 cm de ancho que contiene dispuestas en una columna interior. Los frutos demoran en madurar aproximadamente seis meses (Patiño et al., 2002).
Figuras 5 y 6. Frutos de la Swietenia macrophylla. Fuente: La autora
Semillas
Cada cápsula contiene, normalmente entre 45 y 70 semillas, de color castaño, las cuales miden incluyendo el ala, de 8cm a 10 cm de largo y 2cm a 2,5 cm de ancho. El endospermo tiene entre 1,5 cm y 1,8 cm de largo. Entre 1800 y 2000 semillas pesan 1 Kg (Betancourt, 1987).
La germinación es uniforme, comenzando entre 12 y 20 días, capacidad germinativa alta, llegando hasta el 90%. Un kilo de semilla en las condiciones ordinarias del vivero produce 1 100 posturas (Fors y Reyes 1947).
Sin embargo ( Hueck y Lamprecht (1959), citados por Betancourt,1987), expresan que las semillas recién recolectadas tiene elevado poder germinativo, entre 70 % y 90%, pero este desciende rápidamente si se almacena en condiciones climáticas ordinarias.
Figuras 7. Partes de la semilla. Fuente: La autora
1.3 Crecimiento de los árboles
En Cuba, se han hecho mediciones en altura y diámetro a diferentes plantaciones de esta especie, con los resultados que se indican a continuación en Bayamo provincia de Gramma, una parcela establecida en suelos oscuros plásticos gleysados (serie Bayamo, de la clasificación morfológica), medía a los 13 años de edad tenía 22,7 m de altura y 34 cm de diámetro. Otra parcela establecida en Topes de Collantes, provincia de Sancti Spíritus en suelos rojos montañosos derivados de esquistos talco-serpentínicos-cuarcíferos con temperatura media anual de 21°C y 2098,1mm de precipitación, altitud 750 m.s.n.m., medía a los 30 años, 26 m de altura y 37,8 cm de diámetro. Una tercera parcela en el municipio Martí, provincia de Matanzas en suelos ferralíticos rojos (serie Matanzas de la clasificación morfológica), temperatura media anual 24,5°C, promedio de precipitación anual 1511 mm, a los 31 años de edad tenía como promedio 23,93 m de altura y 40, 4 cm de diámetro (Betancourt, 1987).
1.4 Madera y usos
La madera presenta una marcada diferencia de coloración entre albura y duramen. Es moderadamente pesada. Los valores de contracción son bajos y uniformes, dándole excelente estabilidad dimensional. Las propiedades de dureza y resistencia mecánica la hacen extremadamente buena para una madera de su densidad. Es fácil de secar, tanto natural como en estufa. Presenta excelentes propiedades de trabajabilidad, mecánica y física, aunque en algunas ocasiones la madera de tensión puede provocar defectos durante el cepillado y su durabilidad natural es alta. Se usa para construcción, puertas, ventanas, bloques de grabado, láminas de enchape, parquet y pisos, marcos, muebles, instrumentos musicales y en general los productos de ebanistería (Mejía et al., 2008). Ver figuras 8 y 9.
La especie S. macrophylla es una de las maderas más valiosas del mundo, presenta color pardo rojizo variable con la edad del árbol y la localidad. En árboles jóvenes es claro, en árboles viejos es oscuro. La madera en Cuba en la zona del Oriente se reporta más sólida y de color más oscuro que la de Pinar del Río. A la madera de color claro se le puede llamar caobilla (Fors y Reyes, 1947).
Figuras 8 y 9. Usos de la madera. Fuente: www.monografias.com
1.5 Tratamientos silvícolas
En condiciones favorables S. macrophylla alcanza su mayor madurez (cortabilidad natural), entre los 45 a los 50 años. Si la especie no se planta con espaciamiento muy amplio, los primeros aclareos habrá que realizarlos entre los 6 y los 10 años y continuarlos, progresivamente. A los 20 años se recomienda mantener unos 400 árboles/ha, teniendo cada árbol 25 m² de espacio vital; a los 35 a 40 años deben quedar en pie unos 200 árboles/ha, con un área de incidencia de 50m² para cada árbol (Lamb, 1966, citado por Betancourt, 1987), informa que las plantaciones hechas en Antillas Francesas en 1906, indican que al final del turno de 45 años pueden quedar para la corta final 200 árboles/ha.
1.6 Riesgos naturales
El insecto Hypsipyla grandella (Zeller) ataca los brotes terminales y axilares de los árboles a temprana edad, siendo el factor que más limita el establecimiento de plantaciones. El ataque es más frecuente durante los primeros 7 años de vida de la plantación. Los ataques últimamente resultan en una reducción en el número y la longitud de troncos rectos, el taladrador es una plaga importante de caobas, cedros y otros árboles maderables en las zonas tropicales. Atacan un porcentaje más alto de los árboles en plantaciones, donde estos árboles crecen entremezclados en bosques naturales este insecto ha sido un impedimento importante al establecimiento de las plantaciones de la S. macrophylla. Se necesitan urgentemente métodos de cultivar las caobas en plantaciones para disminuir el impacto de cortarlos en bosques naturales (Lamb 1966, Newton et al., 1993, Mayhew and Newton 1998, Floyd and Hauxwell 2001, citados por Howard y Merida 2010).
1.7 Vivero forestal
Los viveros forestales constituyen el primer paso en cualquier programa de repoblación forestal. Se definen como sitios destinados a la producción de plantas forestales, donde se les proporcionan todos los cuidados requeridos para ser trasplantadas al terreno definitivo de plantación. Las necesidades de vivero en los programas de repoblación, se deben básicamente a que en ellos la inversión económica es mínima en lo referente a preparación de sitio, fertilización y mantenimiento; además se tiene un mejor control durante el tiempo de reproducción de plantas (Cobas, 2001 y Castillo, 2006).
La producción de plantas en viveros permite prevenir y controlar los efectos de los depredadores y de enfermedades que dañan a las plántulas en su etapa de mayor vulnerabilidad. Gracias a que se les proporcionan los cuidados necesarios y las condiciones propicias para lograr un buen desarrollo, las plantas tienen mayores probabilidades de sobrevivencia y adaptación en la etapa de plantación.
1.7.1 Función del vivero forestal
Según Álvarez y Varona (2006), el vivero cumple importantes funciones en la cadena de actividades del establecimiento de plantaciones forestales, pues es el lugar especializado en que se produce el material plantable, ya sea que este material proceda de semillas en cuyo caso se obtienen posturas. Otras funciones ocasionales o permanentes en los viveros pueden ser la recolección de frutos y su tratamiento para extraer semillas, trabajos experimentales, etc.
1.7.2 Características de los contenedores utilizados en viveros
Un contenedor es un envase más o menos grande, con ciertas características constructivas especiales donde se realiza el cultivo de una planta forestal. La mayoría de las características de diseño de los envases busca el desarrollo de un buen sistema radical y de su protección hasta su puesta en el terreno. Otras características son operacionales y se refieren a condiciones económicas y al manejo tanto en el vivero como en plantación. La primera función de cualquier contenedor es sostener una cierta cantidad de medios de cultivos el cual aporta a las raíces agua, aire, nutrientes minerales y soporte físico; mientras se encuentra en el vivero la planta (Peñuelas y Ocaña, 2000).
Bonilla (2001), comprueba que se deben elegir los envases hechos con materiales ligeros, que no pesan demasiado para facilitar su manipulación, pero lo bastante sólidos para no sufrir rotura.
Se han realizado numerosos estudios del efecto de las variables constructivas de los contenedores, sobre las características cualitativas de las plantas producidas y su respuesta en el campo. Las plantas en contenedor han mejorado la supervivencia y el crecimiento inicial de muchas plantaciones (Marcelli, 1984, Tinus y Owston, 1984, Riedacker, 1986, citados por Castillo, 2006).
1.8 Sustratos
Un sustrato es todo material sólido distinto del suelo, natural, de síntesis o residual, mineral u orgánico, que colocado en un contenedor, en forma pura o en mezcla, permite el anclaje del sistema radical de la planta. En principio, todo material sólido puede eventualmente, ser utilizado como sustrato en la medida que permita un desarrollo normal del sistema radical y puede intervenir o no en el complejo proceso de la nutrición mineral de la planta. Los sustratos utilizados en viveros forestales son obtenidos a partir de mezclas de diferentes componentes orgánicos. Los materiales que se han experimentado para su uso son muchos y no siempre han respondido positivamente desde el doble punto de vista técnico y económico (Pastor, 2004).
En el vivero, para obtener un planta de calidad no solo es necesario contar con buen material genético, también es indispensable la incorporación de la tecnología adecuada en el proceso de producción. En tal sentido, el sustrato en el que la planta desarrollará sus primeros estadios de vida es un elemento tecnológico fundamental para la obtención de plantas de calidad. La calidad de los sustratos es un factor importante para el cultivo con éxito de las plantas en contenedores, estos ayudan a mejorar la calidad de la planta en condiciones de vivero que permitan un adecuado comportamiento y desarrollo en plantación (Fajardo, 2005).
1.9 Plantación
La tarea de la plantación propiamente dicha significa llevar las plantas (a raíz desnuda o en recipientes) al terreno y colocar el material de plantación en su posición correcta, oprimiendo el suelo mineral del terreno contra las raíces o contra la tierra mineral de los recipientes. Si se trata de bolsas de polietileno, por lo general éstas se quitan antes de plantar para evitar fallas radicales, pero algunos países que usan tubos o sacos perforados en los lados y fondo no los quitan. El material en recipientes de turba se planta con la maceta (FAO, 1981, citado por Castillo, 2006).
Existen datos estadísticos generales que proporcionan las tasas relativas de plantación de árboles en distintas zonas del mundo. Las plantaciones más importantes con especies de rápido crecimiento son en Brasil con 700 000 ha, en Argentina, Chile y el Pacífico con 750 000 ha, Cuba sorprende ya que teniendo tan solo 10 982 000 ha de superficie total, tiene una superficie de 350 000 ha de plantaciones. El 25% de las plantaciones son de especies de coníferas, de Eucalyptus se tiene aproximadamente 1, 3 millones de ha y Tectona grandis un millón de ha, (SEMARNAT / CONAFOR, 2001, citado por Fuego, 2008).
Según Flinta (1960), las plantaciones forestales pueden ser destinadas a la producción de leña, carbón vegetal, postes de alumbrado y telefónicos, pulpa, madera para construcción general, construcción naval, muebles y extractivos tales como: resina, goma, taninos. También funciones de protección, como la conservación de cuencas y control de la erosión del suelo.
1.9.1 Preparación de los sitios a plantar
Según Álvarez y Varona (2006), en cada localidad a plantar hay que considerar dos posibilidades:
Si el terreno es parte del patrimonio forestal.
Si el terreno ha tenido uso agropecuario, hasta ahora y durante muchos años.
En el primer caso, el terreno es de un bosque degradado o bien de una plantación madura, ambos recién talados totalmente. Si el terreno tiene más de 20% de pendiente o tiene más de 200 tocones por hectárea, no es posible arar. En este caso, la preparación de suelo más usada en Cuba es la localizada, en forma de terracitas individuales, mediante la remoción a pico de 40 x 40 cm. La preparación del suelo es conveniente realizarlo en dos o tres meses antes del ahoyado para la plantación. En el caso de que el terreno forestal tenga solo matorrales se precisa del desbrozo, bien sea manual o mecanizado.
En los terrenos agropecuarios para la plantación forestal y que han sido terrenos labrantíos de forma continuada durante muchos años, se impone la roturación, el cruce y el surcado.
Una vez elegido el lugar de plantación, hecho el levantamiento de la superficie y analizado el suelo, debe prepararse este de manera que ofrezca las mejores condiciones de crecimiento de las plantas, con vistas a obtener una máxima producción a un costo mínimo (Flinta, 1960).
Los árboles en cualquier ambiente donde se planten, deben encontrar condiciones óptimas de crecimiento en su período inicial, sobre todo en los primeros años, los más críticos y decisivos para el buen desarrollo de las plantaciones. La preparación de los sitios de plantación varía según las condiciones ecológicas, los objetivos de las plantaciones y las especies consideradas.
1.9.2 La plantación u operación de plantar
Las plantaciones totales se hacen en terrenos limpios, mientras que las plantaciones parciales son las de enriquecimiento de bosques, como un complemento para mejorar los bosques naturales explotados. La forma de colocar cada planta en el lugar definitivo donde crecerá, es el procedimiento para realizar el plantío. Este procedimiento depende, si la planta tiene cepellón o si está a raíz desnuda y del tipo de preparación que se le ha dado al suelo para recibir las plantas. La preparación del suelo deberá ser siempre la mejor que pueda realizarse. Existen factores como la pendiente del terreno, las propiedades del suelo, hacen que la preparación del suelo se diferencie de unos sitios a otros (Álvarez y Varona, 2006).
1.9.3 Los métodos de plantación
Álvarez y Varona (2006), expresan que el método de plantación densa, con marco de plantación de 2 x 2 m o menos, es destinado a productos de poco diámetro y turnos cortos, como son las plantaciones energéticas y para piezas de uso directo, este no permite intercalamiento agrícola inicial, ni tampoco mezclas de especies arbóreas, pues su manejo es intensivo y para productos de alta uniformidad.
Las plantaciones puras están destinadas a productos de grandes dimensiones como son los postes de servicios públicos y las trozas para aserrado. Se pueden plantar con un marco de plantación de 3 x 2 m o 3 x 2,5 m hasta 3 x 3 m, siempre que se hayan seleccionado plantas de alta calidad y uniformidad.
Otro método, con un poco más de biodiversidad, es el de mezcla simple, de dos especies con semejante crecimiento, pero que una de ellas es la especie con mayor resistencia a los vientos, aporta hojarasca al suelo y la otra, se aprecia para usos industriales, sin defectos de nudos ni curvaturas, como las especies usadas para desenrollo, para las fábricas de madera contrachapada. Aunque se planten en hileras alternas, los raleos selectivos harán, que al final del turno, la especie industrial que es la más apreciada tenga un porcentaje mayor.
1.9.4 Plantación de Swietenia macrophylla King
Flinta (1960), aunque se han establecido plantaciones en varios países a espaciamientos de 2-3 m entre árboles, las plantaciones puras generalmente no son recomendables en esta especie, especialmente en áreas donde se esperan ataques severos del barrenador. Hay evidencias de que la presencia de sombra lateral reduce el daño de la plaga, de manera que se puede recurrir a varias opciones, entre ellas: mezcla con otras especies arbóreas de crecimiento más rápido (ejemplo: género leucaena); plantación en hileras dentro de bosquetes jóvenes; eliminación de malezas a lo largo de las líneas de plantación, dejando una franja con malezas en el centro, para permitir el desarrollo de barreras naturales entre las hileras de los árboles.
S. macrophylla puede establecerse en combinación con cultivos agrícolas anuales o perennes (café, cacao), con espaciamientos amplios de hasta 15×15 m, dependiendo del cultivo y los objetivos. Los insumos y cuidados al cultivo agrícola además benefician a los árboles, los cuales pueden crecer más rápidamente y superar la fase de susceptibilidad al barrenador en menor tiempo.
En varias regiones del país, S. macrophylla se ha naturalizado y algunos silvicultores la prefieren al cedro, por ser menos atacada por el barrenador de los brotes, al menos dentro del bosque (Álvarez y Varona, 2006).
1.9.5 Manejo en plantación
La especie S. macrophylla produce una copa muy angosta durante los primeros años, que tarda en cerrar, de manera que se deben hacer limpiezas regulares a lo largo de las fajas de plantación, al menos durante los primeros 3-4 años.
Los árboles plantados para aserrío deben podarse para dejar un fuste único, largo y limpio de ramas, dejando el follaje necesario para el buen crecimiento del árbol.
En el caso de podas sanitarias ante ataques del barrenador, estas se deben hacer en dos pasos: primero eliminando el brote dañado o atacado y unos tres meses después, una vez que se ha definido el eje dominante, eliminar los otros. Esto evita la formación de bifurcaciones en la parte baja del árbol, que será la más valiosa desde el punto de vista maderable (Álvarez y Varona, 2006).
1.9.6 Calidad de las plantaciones
La calidad de la planta se determina por su comportamiento en terreno, en ello influyen diversos factores como condiciones de transporte, tiempo transcurrido desde el despacho hasta la plantación, técnica de plantación, características del sitio, técnica de preparación del suelo, intensidad y control de malezas. Sin embargo, los atributos morfológicos y la concentración foliar de nutrientes han sido también exitosamente correlacionados con la supervivencia y el crecimiento inicial en terreno para muchas especies de uso forestal, por lo que se consideran parámetros adecuados para evaluar la calidad de las plantas. Además conocer y manejar el nivel de nutrientes en el follaje, el cual predetermina la respuesta de la planta en el lugar de plantación (Fonseca et al., 2002).
1.10 Estado nutritivo
Según Vásquez y Torres (1982), las plantas no pueden vivir ni desarrollarse solamente con aire y agua, sino que también necesitan cierto número de elementos químicos que por lo general, le son proporcionados a expensas de las sustancias minerales del suelo y a través del sistema radical. Estos elementos constituyen una pequeña porción en la planta, frecuentemente del 2 al 10 %. No obstante son esenciales para el bienestar y la nutrición vegetal.
Los elementos esenciales son los requeridos para el crecimiento y el desarrollo normales de la inmensa mayoría de las plantas superiores. Si alguno de esos elementos escasea en el medio en que crece la planta, su desarrollo es anormal y cuando falta totalmente ese nutriente, la planta puede no sobrevivir en dicho medio.
1.10.1 Clasificación de los elementos minerales esenciales
Según Vásquez y Torres (1982), a partir de la cantidad en que los elementos minerales esenciales son absorbidos por la planta, se reconocen dos grupos definidos de estos elementos: macronutrientes y micronutrientes.
Macronutrientes son elementos esenciales requeridos en cantidades relativamente grandes por las plantas y microelementos los requeridos en pequeñas cantidades.
Según la movilidad de los elementos minerales esenciales en la planta, pueden ser clasificados en: muy móviles, móviles, poco móviles e inmóviles.
La movilidad de un elemento está dada por la capacidad que este tenga al distribuirse internamente en la planta.
El nitrógeno y el potasio son elementos muy móviles porque pueden trasladarse casi íntegramente hacia otras partes. El fósforo, azufre, magnesio son solamente móviles porque es menor la proporción de ellos que se traslada.
1.10.2 Caracterización de los macroelementos
Nitrógeno
La función más importante del nitrógeno en las plantas es su participación en la estructura de la molécula proteica, el nitrógeno se encuentra en moléculas tan importantes como: las purinas, pirimidinas, porfirinas y coenzimas. Las purinas y las pirimidinas se encuentran en los ácidos nucleicos (ARN y ADN) esencialmente para la síntesis de las proteínas.
El nitrógeno es absorbido en forma de nitrato (NO-³) y de amonio (NH+?). Ambas formas presentes en el suelo como resultado de la descomposición de la materia orgánica por los microorganismos presentes en el suelo. Puede ser incorporado al suelo por efecto de microorganismos que lo toman del aire o también incorporado a las plantas por microorganismos asociados a ésta (Vásquez y Torres, 1982).
Fósforo
El fósforo interviene decisivamente con el nitrógeno en el crecimiento y desarrollo de la planta, ya que forma parte de moléculas esenciales tales como el ATP y el ADP o los fosfolípidos (constituyentes de la membrana). En cuanto a la morfología de la planta se encarga de estimular el desarrollo del sistema radical (Vásquez y Torres, 1982).
Potasio
Según Vásquez y Torres (1982), una propiedad importante con la calidad de la planta es el efecto del potasio en la lignificación del tallo, un aspecto importante en la resistencia en las operaciones a la plantación. El potasio abunda en las partes jóvenes y en crecimiento activo, especialmente en los brotes, hojas jóvenes y extremos radicales, mientras las partes más jóvenes tienen contenidos relativamente bajos.
Calcio
Presenta varios papeles importantes en el mantenimiento general de la estructura y función de la planta, facilita el alargamiento y división celulares, por lo que el crecimiento aéreo y la extensión de nuevas puntas radicales pueden verse afectados por su deficiencia. Una gran parte del calcio de los vegetales se halla localizado en las hojas y es más abundante en las hojas viejas que en las jóvenes. Por otro lado también se encarga de regular la permeabilidad de la membrana celular y fortalece la estructura de la pared (Vásquez y Torres, 1982).
Magnesio
Forma parte de la molécula de la clorofila y se encarga de la absorción de los nutrientes y el transporte de fotosintatos o el proceso de fijación de nitrógeno. Es el único elemento mineral constituyente de la molécula de clorofila, gran parte del magnesio de las plantas se halla en los órganos portadores de clorofila (Vásquez y Torres, 1982).
Materiales y métodos
2.1 Caracterización del área de investigación
El trabajo se realizó en dos fases: la primera fue la fase de vivero que se realizó en el organopónico de la Universidad de Pinar del Río ?Hermanos Saíz Montes de Oca". Esta fase solo se toma de referencia para algunos de los análisis que se realizan.
La segunda fue la fase de plantación que se llevó a cabo en el polígono docente Loma del Ganzo, perteneciente a la Universidad de Pinar del Río y ubicado en la finca el Ganso a 5 km de la ciudad de Pinar del Río por la carretera que conduce al poblado de San Juan y Martínez (Figura 10).
Figura 10. Ubicación de la Finca el Ganso en el Municipio de Pinar del Río.
2.2 Descripción del experimento
2.2.1 Cultivo en tubetes
Las posturas fueron cultivadas en el vivero utilizando como envases tubetes del tipo Superleach de factura española con capacidad de 305 cm3. El sustrato utilizado se obtuvo a partir de la mezcla de diferentes componentes, lo cual se refleja en la Tabla 1.
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