Las características personales como dimensión en el proceso de formación inicial del profesional de la educación (página 2)
Enviado por Adael Alvarez Garc�a
El investigador D. González (1995) expresa de manera clara la marcada interrelación entre motivación y personalidad, considera que la motivación forma parte de la personalidad, que se incluye dentro de ella, es una expresión, una función y un estado de la misma.
En sus estudios profundiza en una teoría integradora sobre la motivación hacia el trabajo y el estudio que constituye aporte importante factible de aplicar en este estudio, porque se analiza el papel de la motivación por la profesión pedagógica, en función del desarrollo de la originalidad e independencia que manifiestan los profesores en la transformación de los modos de actuación para la dirección del aprendizaje.
En los trabajos del doctor F. González Rey, aparecen otros elementos vinculados a la motivación, como es la definición de intenciones profesionales que presupone la elaboración personal del proyecto profesional asumido, lo que integra los conocimientos del joven sobre su profesión y las principales emociones vinculadas con las necesidades y motivos que se expresa en la tendencia orientadora hacia la profesión (F. González Rey, 1995: 217).
Expresa la importancia de conocer la categoría mencionada, por cuanto altos niveles de creatividad, en profesiones específicas, están asociados a la presencia de las intenciones profesionales.
También aborda la autovaloración, y plantea que es un concepto preciso y generalizado del sujeto sobre sí mismo, que integra un conjunto de cualidades, capacidades, intereses que participan activamente en la gratificación de los motivos integrantes de las intenciones profesionales de la personalidad, o sea, comprometidas en la realización de las aspiraciones más significativas de la persona.
En este sentido el contenido de la autovaloración está emocionalmente comprometido con las principales necesidades y motivos de la personalidad que constituyen una expresión de esta.
Al igual que la motivación, la originalidad es estudiada por numerosos psicólogos razón por la cual aparecen diferentes definiciones en la bibliografía revisada:
Guilford define la originalidad como la producción de respuestas inusitadas, inteligentes, conseguidas desde premisas muy distintas y remotas (Guilford, 1977: 4).
Logan y Logan la definen como la capacidad de pensar en posibilidades únicas o poco frecuentes (L. Logan y V. Logan, 1980:13).
Torrance la hace equivalente a la habilidad de pensar posibilidades insólitas, salirse de lo rutinario (Tarrance, 1979: 33).
Betancourt (1993) en su libro teoría y práctica sobre creatividad y calidad hace referencia a los trabajos realizados por Hallman, quien especifica que en la originalidad se manifiestan cuatro cualidades básicas: novedad, impredictibilidad, unicidad y sorpresa; que diferencian evidentemente lo auténtico, lo creativo de otros arreglos de tipo mecánico.
La novedad como cualidad implica algo todavía no dado, infrecuente, frescura, inventiva, se trata de una cualidad universal reconocida por los autores que escriben sobre la originalidad.
La impredictibilidad alude a la relación que existe entre el objeto creado y otros estados de cosas del mundo real.
La unicidad se refiere a una realidad única, irrepetible que carece de precedentes.
La sorpresa se relaciona con el efecto psicológico de las nuevas combinaciones ante el espectador, sirve como test final de la originalidad, puesto que sin el "schok" del reconocimiento que registre la novedad de la experiencia no habría ocasión de que los sujetos se pusieran en movimiento para apreciar y producir obras creativas.
Al asumir la definición de independencia cognoscitiva del profesor se adopta la ofrecida por Danilov quien plantea que se manifiesta ante todo como aspiraciones del pensamiento, como capacidad de orientarse en situaciones nuevas, como capacidad de hallar un camino propio para nuevas tareas, como necesidad de comprender no sólo el conocimiento asimilado, sino también de dominar las experiencias del logro de ese conocimiento, se manifiesta en la independencia del criterio personal (Danilov y Skatkin, 1978: 87 ).
La independencia cognoscitiva, subyace como una potencialidad básica de la motivación y la originalidad, en tal sentido se recuerda la repetida frase de que no existe un pensamiento creador que no sea un pensamiento independiente.
Ésta debe ser incentivada en la orientación, ejecución y control de todo el sistema de trabajo en que se implica el profesor en la actividad profesional.
También se analizaron diferentes definiciones relacionadas con la flexibilidad entre las que se distinguen:
De la Torre, con ella significa que una persona creativa cambia fácilmente de pensamiento en la búsqueda de soluciones a un problema (De la Torre, 1925: 45).
Mckim, considera que se refleja en el acceso fácil a niveles conscientes y subconscientes del pensamiento, se manifiesta además, en el ejercicio eficiente de una variedad de operaciones mentales y cómo conduce de una operación a otra con facilidad. Se entiende como operaciones: el análisis, deducción, pensamiento intuitivo, observación y comparación y en consecuencia la síntesis, pensamiento lógico, la imaginación y expresión.
Se asume la definición dada por la investigadora cubana Daudinot, la cual plantea que la flexibilidad se manifiesta mediante los cambios de una estructura de pensamiento a otra, de una dirección a otra, de una percepción a otra, de una línea a otra en la búsqueda de soluciones a un problema.
La responsabilidad se entiende por muchos autores como la asunción de las obligaciones sociales por el individuo como compromiso consecuente con su actuación.
Nancy Chacón (1998) considera que la responsabilidad no es más que la actitud asumida en la realización de las obligaciones contraídas como deberes, por la cual responde el profesor o colectivo pedagógico ante la sociedad.
Por su parte R. Avendaño y A. Minijin en su trabajo ¿cómo soy y cómo quiero ser? definen la responsabilidad del profesor como el cumplimiento cabal (entiende con calidad) de las misiones, tareas o compromisos y el asumir las consecuencias de sus actos.
Al analizar la responsabilidad como la característica de la personalidad asociada al comportamiento del profesor en su proceso de formación inicial, se precisan algunos aspectos que se pueden observar en la actuación profesional, entre los que se distinguen:
Grado de cumplimiento que logra el profesor en su primer deber como trabajador (asistencia y puntualidad).
Reflexiones que realicen en las actividades colectivas e individuales relacionadas con su preparación científica metodológica.
Cumplimiento de las normativas y disposiciones reglamentadas en los documentos, normativos y metodológicos.
Compromiso con el estudio, de modo que lo hagan sistemáticamente.
Búsqueda de altos niveles de calidad en todas las tareas que realiza.
Pensar en las consecuencias de su actuación y asumirla en cada momento.
En resumen, consideramos que las características personales desde la concepción del enfoque personológico que se siguió en este estudio no deben verse separadas del modo de actuación del profesor y a su vez tiene una estrecha relación con la naturaleza de las relaciones interpersonales.
Bibliografía
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Autora:
Adael Alvarez García
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