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El capitalismo, el socialismo y otras corrientes socio políticas – económicas

Enviado por Nohelia Alfonzo


Partes: 1, 2

    1. El capitalismo, economia de mercado
    2. Socialismo, socializacion de los sistemas de produccion
    3. Conclusion
    4. Referencias bibliograficas

    INTRODUCCION

    Desde los comienzos de la historia hasta el presente, el hombre ha luchado por su emancipación. Así los pueblos de todas las épocas se han alzado una vez tras otra con el afán de derrocar sistemas de intolerable opresión política y social, reemplazándolos por ordenes nuevos, también injustos e imperfectos, pero más evolucionados que sus predecesores. Es así que surgen dos corrientes filosóficas del pensamiento político y económico, cuya repercusión en la transformación de la sociedad, interesa en cuanto a su aporte al trabajo como hecho social.

    Es así que surge la corriente del capitalismo, de la cual se derivan otras posturas que apoyan algunos de sus postulados y contradicen otros, tales como: el mercantilismo, el keynesianismo, el neoliberalismo, y más recientemente el capitalismo creativo. Por otra parte y en oposición al sistema capitalista, surge el socialismo, del cual se deriva el socialismo utópico, el científico, el democrático y su última versión el socialismo del siglo XXI.

    En este marco de ideas, el presente ensayo aspira a sintetizar los elementos más resaltantes de estas corrientes en el ámbito social, los cuales repercutieron e hicieron su aporte al actual derecho laboral.

    De ahí que se estructura en dos partes. La primera referida al Capitalismo, y su evolución hasta la actualidad y la segunda referida al Socialismo, desde sus inicios hasta el siglo XXI.

    EL CAPITALISMO, ECONOMIA DE MERCADO

    Señala Iribarre (1987) que este sistema apareció en el siglo XXIII, en Europa sustituyendo al feudalismo, como un sistema económico en el cual el dominio de la propiedad privada sobre los medios de producción desempeña un papel fundamental.

    Esto crea a su vez una sociedad de clases estratificadas en relación con el éxito económico en el mercado de consumo, lo que influye en el resto de la estructura social según la variable de capital acumulada; por tal razón en el capitalismo la clase social dominante suele ser la burguesía.

    Su fundador fue Adam Smith (1776), quien describió los principios económicos básicos que lo definen intentando demostrar que era posible buscar la ganancia personal de forma que no sólo se pudiera alcanzar el objetivo individual sino también la mejora de la sociedad.

    Características del capitalismo

    Elgue (2007) señala que a lo largo de su historia, pero sobre todo durante su auge en la segunda mitad del siglo XIX, el capitalismo tuvo una serie de características básicas. Los medios de producción (tierra y capital) son de propiedad privada.

    La actividad económica aparece organizada y coordinada por la interacción entre compradores y vendedores o productores que se produce en los mercados. Tanto los propietarios de la tierra y el capital como los trabajadores, son libres y buscan maximizar su bienestar, por lo que intentan sacar el mayor partido posible de sus recursos y del trabajo que utilizan para producir. El control del sector privado por parte del sector público debe ser mínimo. La actividad del gobierno sólo es necesaria para gestionar la defensa nacional, hacer respetar la propiedad privada y garantizar el cumplimiento de los contratos.

    El Mercantilismo

    Galbraith (1967) afirma que desde el siglo XV hasta el siglo XVIII, cuando aparecieron los modernos Estados nacionales, el capitalismo no sólo tenía una faceta comercial, sino que también dio lugar a una nueva forma de comerciar, denominada mercantilismo. Esta línea de pensamiento económico, alcanzó su máximo desarrollo en Inglaterra y Francia.

    El sistema mercantilista se basaba en la propiedad privada y en la utilización de los mercados como forma de organizar la actividad económica. A diferencia del capitalismo de Adam Smith, el objetivo fundamental del mercantilismo consistía en maximizar el interés del Estado soberano, y no el de los propietarios de los recursos económicos fortaleciendo así la estructura del naciente Estado nacional. Con este fin, el gobierno ejercía un control de la producción, del comercio y del consumo.

    La principal característica del mercantilismo era la preocupación por acumular riqueza nacional, materializándose ésta en las reservas de oro y plata que tuviera un Estado. Dado que los países no tenían grandes reservas naturales de estos metales preciosos, la única forma de acumularlos era a través del comercio. Esto suponía favorecer una balanza comercial positiva o, lo que es lo mismo, que las exportaciones superaran en volumen y valor a las importaciones, ya que los pagos internacionales se realizaban con oro y plata. Los Estados mercantilistas intentaban mantener salarios bajos para desincentivar las importaciones, fomentar las exportaciones y aumentar la entrada de oro.

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