EE.UU., CIA y Paramilitarismo – "El Imperio contra la Revolución Bolivariana"
Enviado por William Izarra
- Agencia Central de Inteligencia (CIA)
- Paramilitarismo
- El paramilitarismo en Venezuela
- Defensa integral de la Nación
- Razones Geopolíticas de EE.UU.
- Hegemonía mundial de EE.UU.
- Conclusión: La orden del Presidente
- Anexo
1. Intervenciones de EE.UU.
La historia de las intervenciones de los EE.UU., en América Latina es muy larga. Las relaciones de dominio se han mantenido de manera constante. Cuando aparece un foco desestabilizador, un hecho social o una respuesta política, cualquiera sea la manifestación que amenace sus intereses, la respuesta es la aplicación de la fuerza, para neutralizar la adversidad. Lo hacen transgrediendo las normas del derecho internacional y de la soberanía de los pueblos. Afganistán e Irak, son dos de las evidencias más concretas. Haití le sigue muy de cerca y, con Venezuela, el asunto de la intervención se viene haciendo de manera indirecta, sin descartar las acciones directas en un plazo indeterminado.
Si revisamos las acciones militares de injerencia en los países del conteniente, tenemos a Panamá como la más significativa en los últimos 15 años. El 20 de diciembre de 1989 fue invadida por 24.000 marines que se sumaron a los 12.000 ya establecidos allí. Oportunidad que aprovecharon para hacer preso a su presidente, Manuel Noriega, llevarlo a una cárcel en la Florida, juzgarlo y condenarlo a cadena perpetua. La operación realizada en esa ocasión responde al escalamiento de los planes coercitivos para la Región. Siempre la fuerza de ocupación a emplear, será directamente proporcional a la complejidad de la coyuntura que se presente. Razón doctrinaria contemplada en los planes maestros, los cuales responden a la concepción estratégica del dominio del espectro global.
Visión Conjunta 2020, los documentos de Santa Fé, los planes militares del Comando Estratégico del Sur —Plan Colombia, Plan Puebla-Panamá y Plan Dignidad–, el proyecto económico del Alca, las maniobras tácticas con fuerzas conjuntas de EE.UU., y los ejércitos de países latinoamericanos, todos han sido concebidos con base en la coacción y la hegemonía hemisférica.
Desde el siglo de la emancipación datan estas intervenciones. En 1826, cuando Bolívar convocó al Primer Congreso Panamericano en Panamá, intentó plantear la liberación de Cuba y Puerto Rico, pero fue boicoteado por los representantes de los EE.UU. A partir de entonces, las intervenciones de las fuerzas militares estadounidenses forman parte de su estrategia continental, la cual se fundamenta en el destino manifiesto, la doctrina Monroe y todo justificativo moderno que les garantice el sostenimiento de sus intereses vitales.
En 1916 intervinieron en República Dominicana y permanecieron hasta 1924. En 1963 volvieron a intervenir derrocando a Juan Bosch. El Salvador fue invadido en 1921. Honduras en 1924. En 1914, 23.000 marines desembarcaron en Tampico, México. Con su flota de 50 navíos, se apoderaron de la ciudad llevándose millones de dólares de los cofres de la aduana. Algo similar hicieron en Haití. El 17 de diciembre de 1914, los marines del crucero Machias desembarcaron y saquearon el Banco Nacional. El 28 de julio de 1915, volvieron los marines para permanecer 19 años. En 1991, la CIA intervino en Puerto Príncipe para dirigir el derrocamiento del presidente Aristide. Hoy, en 2004se repite la historia. Secuestraron al Presidente Arsitide –cumplía su segundo mandato presidencial– lo exiliaron en África e instalaron un gobierno afecto a sus intereses. Disfrazaron la ocupación empleando el artificio de la fuerza multinacional de Naciones Unidas para mantener el orden, la paz y la democracia.
En agosto de 1925, las tropas salieron de Nicaragua después de trece años de ocupación, pero en diciembre de 1926 desembarcaron nuevamente para enfrentar a Augusto César Sandino. En los años 80, se inicia la invasión silenciosa. El Irangate demostró su intervención en Nicaragua, como proveedor de fondos y de armas a los "contras", quienes utilizaban a Honduras como base principal de operaciones.
En mayo de 1954, aviones norteamericanos bombardearon las ciudades de Puerto Barrio y Puerto San José, en Guatemala. El 17 de abril de 1961, autorizada por el presidente Kennedy, la CIA organizó la invasión a Cuba tratando de invadir a la isla por Playa Girón. En el golpe de estado de 1964, contra el presidente Joao Goulart de Brasil, aparecieron directamente implicados. En Chile, intervinieron en el derrocamiento del Presidente Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Así lo demostraron los documentos secretos de la ITT presentados al Senado norteamericano por la Comisión Church. El 25 de octubre de 1983, EE.UU., invadió la pequeña isla de Granada.
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