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Rol de los padres


Partes: 1, 2, 3, 4, 5

    1. Panel del Centro Educativo Tomás Moro. Características generales de la Comunidad Educativa Tomás Moro
    2. Programa de Apoyo Escolar y Programa de Apoyo Académico
    3. Fundamentos del Programa de Estimulación de Talentos
    4. Primer encuentro de egresados
    5. Centro de padres autónomo
    6. Desde la mirada de un profesor
    7. Marco de referencia
    8. Modelos educativos de la familia
    9. Clima institucional y resolución de conflictos
    10. El docente y sus conflictos
    11. Mediación
    12. Aportes de la mediación en la reconstrucción del rol docente
    13. Nuestra propuesta
    14. Conflictos, habilidades sociales y mediación en la curricula escolar
    15. ¿Cómo transferir las experiencia mexicana del modelo de ombusdman universitario a la Universidad argentina?
    16. ¿Cuáles son los factores que favorecen y obstaculizan la educación en valores y la democracia?

    La tendencia internacional a la progresiva participación de la comunidad en los centros docentes, va poco a poco calando en el sistema educativo Español, donde esa tradición no existía. La autora, desde un enfoque social pretende democratizar y contextualizar la organización de las instituciones escolares y así, partiendo de una perspectiva didáctica, considera que la participación externa favorece el aprendizaje escolar y la participación de los alumnos entendiendo la participación como un aspecto de mejora de los centros educativos. Este trabajo investiga las deficiencias de participación externa para alcanzar un adecuado desarrollo de los centros educativos. Su objetivo es detectar las dificultades y encontrar las posibilidades de participación comunitaria que se expresan en los llamados bancos de talento que en la práctica permanecen ignorados por los establecimientos escolares. Las experiencias de participación siguen siendo escasas, de tipo piloto, ocasionales, con poca continuidad y sin insertarse en el Proyecto Educativo de cada centro.

    En el planteamiento, que abarca la primera parte del libro, la autora recopila del marco legal Español partiendo del art. 27.2 de la constitución y pasando por la LOGSE y la LOPEG, (las dos grandes Leyes Nacionales sobre Educación de 1990 y 1995), los Consejos Escolares Autonómicos, y muestra la participación externa de los padres en los centros educativos como un hecho, aunque con una incidencia limitada en las tareas decisorias, para preservar a los centros de decisiones educativas tomadas por no personas que no son especialistas. Esto supone la pérdida de la riqueza derivada de la dinamización externa de los centros educativos. Aquí se recogen datos de la participación en las elecciones a Consejos Escolares (órgano de participación de los padres y la comunidad en el gobierno de los Centros Educativos Españoles) en los centros públicos del año 95-96 que oscila entre el 29 % de máxima en Educación Primaria, y el 0.84 % en Escuelas de Idiomas, o el 2% en Formación Profesional (FP). La participación comunitaria sube ligeramente en centros privados concertados y baja el de representantes elegidos, pero los de FP siguen siendo los centros privados con menor porcentaje de participación comunitaria, el 8,73%. Los datos del Centro Madrileño de Investigaciones Pedagógicas detectaban que el 66% de los padres no colaboran con la Asociación de Madres y Padres (AMPA).

    En el repaso al estado de la cuestión Martín-Moreno clasifica varios centros por el tipo de participación de los padres que se da en ellos: un grupo caracterizado por la escasa participación (padres sin problemas, padres sin problemas e ideas juveniles, padres no quisquillosos, o los que respetan las competencias del claustro); otro grupo de centros caracterizado por la reticencia e incluso conflictividad entre los profesionales y los padres (gestión aristocrática del profesorado y la larga sombra del claustro); el tercer grupo con conflictos y reticencias de los padres (la dictadura de los padres, gallardía y generosidad del magisterio y un comedor con colegio). Estos resultados están avalados por otras investigaciones como la de Fernández Enguita 1993, Santos Guerra 1997 o el INCE (Instituto Nacional de Ciencias de la Educación), 1998), por lo que la autora tipifica las modalidades de participación de los padres: inoperancia participativa de los padres o inexistencia de mecanismos de participación de padres y alumnos.

    Con estas premisas la autra ya había llevado a cabo una investigación en los centros de Madrid aplicando un muestreo cualitativo: el criterio de relevancia de sus relaciones con la comunidad. A pesar de la heterogenidad en éstas la autora encontró en 1993 seis modalidades de interrelación centro educativo-comunidad: los centros que comparten el establecimiento con otros usuarios; los que utilizan sistemáticamente recursos educativos de la comunidad; los centros bidireccionales; los que integran algunas instalaciones de uso compartido; los grandes complejos educativo-comunitarios y las redes educativo comunitarias. La emergencia del paradigma de desarrollo organizativo de los centros educativos basado en la comunidad (DOCE-BC) fue el hallazgo más novedoso de la primera investigación. Además la autora hizo un estudio del mismo tema en el entorno norteamericano en 1996 que concluía con la aportación de que esta interrelación centro-comunidad es una herramienta única para la redistribución de la energía de la colectividad dirigida a colaborar en la dirección escolar.

    El estudio sobre el rol del participante externo en los centros educativos muestra las ventajas que tiene esta figura para el progreso de los escolares y su comportamiento. En el caso de los padres no está socialmente definido este rol por lo que siguiendo a Epstein (1987) caracteriza estas funciones en cinco relativas a la educación de los hijos: básicas, familiares y escolares, participación en las tareas escolares en casa, en el gobierno del centro y participación en el centro educativo. Es de destacar el rechazo de los alumnos de Enseñanz Media hacia la participación de sus padres en el centro por ser ésta una etapa de mayor autonomía. Entre los padres hay diferentes actitudes hacia la participación por razones culturales, de status y sociales. Por ello considera básico la autora el instaurar la cultura de la participación, que se retroalimentará si los participantes externos perciben autoeficacia.

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