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Técnicas generales del trabajo de investigación científica (página 2)

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1.1.1.    Noción.-

Adviértase que con el nombre de técnicas generales del trabajo de investigación científica se quiere diferencias las técnicas generales que se refieren al trabajo de investigación en sí, como tal, de las otras técnicas generales de investigación científica, como las de documentación, lectura y redacción que, aunque son técnicas de general y obligado empleo en toda investigación científica, no son exclusivas ni atañen directamente a la investigación científica en cuanto tal.

1.1.2.     Aspectos Fundamentales.-

Las técnicas referidas anteriormente, teniendo en cuenta su mismo nombre, presentan los siguientes aspectos fundamentales:

            En primer lugar, son formas de actuación práctica y se concretan en reglas que especifican y orientan la acción investigadora.

            En segundo lugar, son generales, en el sentido indicado de no peculiares de una ciencia determinada sino comunes a todas ellas.

            Por último, se refiere al trabajo de investigación propiamente dicho y no a la investigación científica en toda la amplitud de su significado.

            En general, las actuaciones de la investigación científica presuponen en los investigadores una actitud: la actitud científica.

            Esta actitud se puede hacer consistir sintéticamente en la capacidad de admiración y asombro ante las realidades de la naturaleza, el hombre y la sociedad; en la curiosidad insaciable por conocerlas cada vez más profundamente y desvelar sus secretos, y, sobre todo, en la penetración para intuir los integrantes que abren a nuestra inteligencia y para precisar los problemas que plantean susceptibles de investigación científica.

             En último término, pues, la actitud científica debe conducir a la formulación de cuestiones desconocidas o problemas científicos y a la realización de investigaciones científicas para resolverlos.

1.1.3.     Contenido.-

De acuerdo con la actitud científica general señalada, el estudio en primer lugar de las reglas referentes al trabajo de investigación se puede centrar en los siguientes puntos:

a)            El acto de investigación en cuanto tal.

b)            Las operaciones generales de la investigación científica, y

c)            El investigador.

Es necesario indicar a éstas alturas del trabajo, que los puntos indicados anteriormente serán desarrollados a lo largo del presente trabajo en forma detallada a fin de tener un cabal conocimiento de los mismos. 

Una investigación es científica cuando cumple los siguientes requisitos: 1) versa sobre un objeto reconocible y definido de tal modo que también sea reconocible por los demás; 2) tiene que decir sobre esta objeto cosas que todavía no han sido dichas o bien revisar con óptica diferente las cosas que ya han sido dichas; 3)tiene que ser útil a los demás; 4)debe suministrar elementos para la verificación y la refutación de las hipótesis que presenta, y por tanto tiene que suministrar los elementos necesarios para su cumplimiento público.

                 UMBERTO ECO

1.2. EL ACTO O PROCESO DE INVESTIGACIÓN

Las reglas que forman las técnicas generales del trabajo de investigación científica, referidas al proceso de investigación en cuanto tal, guardan relación con los tres temas siguientes:

1.-        Presupuestos en que se basa la investigación científica, en cuanto fuente de la ciencia.

2.-        Actitud que se debe adoptar en la tesis o investigación científica con relación al conocimiento precedente.

3.-        Actitud respecto al trabajo de investigación en general.

1.2.1.    Presupuestos en que se basa la investigación científica.

Si se toma  como punto de partida el hombre, microcosmos que comprende todo lo observable, en el universo se pueden distinguir dos mundos:

Mundo exterior, de la realidad espacio-temporal, dotado de una existencia independiente del pensamiento;

Mundo interior, de la razón y de la conciencia y sus manifestaciones.

Ambos mundos son de naturaleza diferente, pues, el mundo exterior es el mundo verificable de los cuerpos, es decir, de la extensión y la localización, y el mundo interior no se ha podido comprobar hasta ahora su materialidad, ni que posea las propiedades indicadas de los cuerpos: la extensión y la localización propias e independientes en el espacio. Sin embargo, aunque sean de naturaleza diferente, no dejan de estar relacionados. Si bien parece que haya que admitir que las diversas modalidades del mundo exterior condiciona de alguna manera al mundo interior, es sólo este mundo y no al revés el que tiene la capacidad de captar, y hacer suyo en cierto modo, mediante el conocimiento, el mundo exterior, lo que hace posible que el hombre actúe sobre la realidad material y la transforme.

Dada esta capacidad exclusiva, y sin negar la influencia indicada inconsciente de la realidad exterior, parece que no hay duda, a mi juicio -dice Sierra Bravo- que es el mundo interior, la razón y el pensamiento, el que domina sobre el mundo exterior y no viceversa, y el que, por medio del conocimiento, pone en relación uno con otro.

1.2.1.1. Presupuestos básicos del conocimiento.

-  Ambos, mundo interior y exterior, son, por tanto, los que junto con la capacidad indicada del interior de captar o hacer suyo en cierto modo el mundo exterior, constituyen los presupuestos básicos, en general, del conocimiento, es decir, los supuestos previos indispensables para que toda forma de conocimiento pueda tener lugar.           

El conocimiento científico es una modalidad muy  cualificada, dentro del conocimiento general. Por ello, los supuestos previos indispensables para que el conocimiento pueda tener lugar, siguen siendo presupuestos fundamentales de la ciencia.           

Entre ellos, es decir entre el mundo exterior, el mundo interior y la capacidad de éste de captar aquél, es el presupuesto de la existencia del mundo exterior el que presenta particularidades más acusadas en el conocimiento científico.           

En él no se trata, como en el conocimiento vulgar, de captar los fenómenos y sus aspectos únicamente, sino que lo que se pretende es lograr el conocimiento más completo y profundo de ellos posible, y no de manera estática e independiente, sino en su cambio y en sus relaciones con los demás.     

En este sentido, no podemos dejar de señalar que el acopio del saber existente, como estudiante o como estudioso o como difusor de conocimientos o dentro de la praxis profesional, permiten la delimitación de problemas de investigación o plantear hipótesis sobre determinadas interrogantes no resueltas y que pueden incentivar el inicio de un estudio científico. Al respecto, BRIONES señala que la "investigación científica es una práctica apoyada en una experiencia personal y colectiva que incorpora tanto los principios y los supuestos básicos como las teorías existentes en la región de la realidad natural o social hacia la cual se dirige la investigación"

[2].1.2.1.2. Presupuestos peculiares de la ciencia.-                                              

Por las razones indicadas, es decir, lograr el conocimiento más completo y profundo de ellos posible a través del cambio y de las relaciones con los demás, se consideran como presupuestos peculiares de la ciencia:

a)            La existencia en el mundo exterior de seres y fenómenos y de aspectos en ellos diferentes y variables, relacionados entre sí e interdependientes.

b)            La existencia de uniformidades y regularidades en la constitución, relaciones y cambio de todos ellos y de sus aspectos.

Por último, la capacidad del mundo interior de captar el mundo exterior supone, con relación a la ciencia, la confianza en el poder de la razón para comprender el mundo exterior y explicarlo.

1.2.2.    Actitud en la investigación científica con relación al conocimiento precedente.

-                        La regla fundamental sobre esta punto es, sin duda, que esta posición debe ser una independencia de juicio o de una cierta ruptura respecto al conocimiento precedente.            De ahí la necesidad en la tesis y en el trabajo científico de la ruptura con los conocimientos previos, como uno de los elementos de la actividad científica           

Se subraya el hecho de que especialmente el conocimiento científico viene después de otros conocimientos anteriores, cualquiera que sea su procedencia, los cuales pueden condicionar la actividad científica. Por tal razón es necesaria una ruptura con ellos no total – que sería imposible – sino en el sentido de adoptar una posición independiente y un distanciamiento crítico de los mismos.           

Sin embargo, el fundamento último de esta regla se encuentra en dos de las ideas básicas del método científico: la duda y la prueba empírica como criterio último de verdad científica.           

LA DUDA científica implica la independencia de juicio postulada por esta regla, la no aceptación, desde un punto de vista científico, de ninguna idea como absoluta o definitiva.           

En cuanto a LA PRUEBA EMPÍRICA como criterio último de verdad, supone condicionar la aceptación de cualquier teoría científica, no sólo a las pruebas empíricas realizadas, sino también a las que se pueden realizar en lo sucesivo.           

"Si después de una lectura sugestiva nos sentimos débiles, dejemos parar algunos días; fría la cabeza y sereno el juicio, procedamos a una segunda y hasta una tercera lectura. Poco a poco, los vacíos aparecen; los razonamientos endebles se patetizan; las hipótesis ingeniosas se desprestigian y muestran lo deleznable de sus cimientos; la magia misma del estilo acaba por hallarnos insensibles; nuestro entendimiento, en fin, reacciona" (Ramón y Cajal, 1,944, 36).           

"Es necesario – escribe Claude Bernard (1,960, 163)- no creer en nuestras observaciones ni en nuestras teorías sino a reserva de su verificación experimental. Los hombres que tienen una fe excesiva en sus teorías o en sus ideas, no sólo están mal dispuestos para hacer descubrimientos, sino que también hacen muy malas observaciones con una idea preconcebida. También sucede que los que creen demasiado en sus teorías no creen en las de los demás".

            Esta regla negativa se debe complementar con otra regla positiva y de distinto signo. No se trata sino de la regla de oro de Santo Tomás de Aquino: "No pienses en quién dice las cosas, antes todo cuanto se dice de bueno confíalo a la memoria".

 El hecho es que hay que escuchar con respeto a cualquiera sin por ello eximirnos de pronunciar juicios de valor… Pero aquel episodio me ha enseñado que si se quiere investigar no hay que despreciar ninguna fuente, y esto por principio. Esto es lo que yo llamo humildad científica.

                  HUMBERTO ECO.

 1.2.3.    Actitudes que se deben adoptar respecto al trabajo de investigación en general

.-     Aquí, la regla fundamental en cuestión se puede expresar diciendo que consiste nada más y nada menos que en vivir la investigación o la tesis; entregarse a ella, sin reservas, totalmente. De ningún modo se debe ver esta regla como un ideal, sino como una necesidad para el que quiera realizar algo que merezca la pena mediante su trabajo investigador. Su cumplimiento resulta reclamado por la complejidad, dificultad e importancia crecientes de la investigación científica.           

Del mismo modo que la vida supone un espíritu que la anima, igualmente se puede afirmar que la tesis o investigación supone un espíritu y exige la integración y conjugación de los dos factores internos y externos indicados.1.2.3.1. Aspectos que animan la investigación.-                                              

En el espíritu que debe animar la investigación se pueden distinguir cuatro aspectos:

1)            El deseo de saber o curiosidad científica.

2)            La pasión por la verdad.

3)            La búsqueda de la satisfacción de descubrir algo nuevo y de realizar obras que perduren y nos sobrevivan; y,

4)            La voluntad de ser útil a los hombres.

El deseo de saber, la curiosidad "nace con el hombre y con él desciende a la sepultura, después de haberle acompañado en la infancia, en la juventud y en la vejez".

Pero mientras en los demás hombres esta inclinación acaba atrofiándose, en mayor o menor grado, ante la dificultad de encontrar respuestas convincentes a los enigmas el mundo y de la vida, en el investigador científico debe ampliarse y agudizarse continuamente porque es la raíz y el nervio de toda actividad investigadora y la que mantiene su pulso y su tensión.La curiosidad o actitud interrogativa del investigador, hace alusión al hecho de que Generalmente un científico con cierta experiencia mantiene una actitud inquisitiva que puede facilitar la detección de problemas. Sin embargo, como señala Marín, la "curiosidad personal depende por lo general de algún contacto, ya sea con otras personas o con la bibliografía, lo cual crea en la personas el interés en encontrar una explicación o una solución a un problema".

[3] Asimismo no se debe desechar el papel que tiene la práctica en el investigador para alcanzar esta capacidad. Al respecto Best señala que la "experiencia universitaria del graduado estimulará la actitud interrogativa hacia las prácticas dominantes y fomentará la preocupación por los problemas"  

[4]."Es el primer momento en la relación sujeto – objeto y opera en el área congnoscitiva del sujeto cuando entra en contacto con los diversos objetos jurídicos de conocimiento. La curiosidad es una inquietud que surge en el estudiante y que lo predispone para fijar su mente en algún atributo, característica o institución de un objeto determinado. La curiosidad es consecuencia de varios factores, generalmente derivados del medio socio – cultural del estudiante y del contacto positivo y orientador de maestros que naturalmente transmiten entusiasmo y creatividad en los grupos".

[5]La Pasión por la Verdad, es el complemento obligado del deseo de saber. Este, si es verdadero, sólo se satisface con la consecución de la verdad y se opone frontalmente a la mentira. El deseo de saber, para que sea genuino, debe ir acompañado, pues, de la pasión por la verdad, que comprende no sólo la conformidad objetiva del saber obtenido con la realidad, sino también la correspondencia subjetiva de lo que se manifieste al interpretar y comunicar los resultados, con lo que realmente descubierto en la investigación. La pasión por la verdad implica, en fin, el esfuerzo por ver y juzgar objetivamente las propias investigaciones e hipótesis sometiéndolas a una rigurosa autocrítica. "La crítica es el arma más poderosa de toda metodología de la ciencia: es la única seguridad que tiene el científico de que no persistirá en el error. Toda experimentación es crítica". (Medawar, 1,982, p. 137.).

La búsqueda de la satisfacción de descubrir algo nuevo y de realizar obras que nos perduren y sobrevivan; o el gusto por la originalidad científica y la pasión por la gloria constituyen sin duda otros dos factores importantes que deben animar la tesis o investigación científica. Escribe don  Santiago (1,944, 52), "nuestro principiante correrá el riesgo de fracasará sino posee, además, afición decidida hacia la originalidad, gusto por la investigación y el deseo de sentir las fruiciones incomparables que lleva consigo el acto de descubrir".

En fin, la voluntad de ser útil a los hombres, librarlos de sus miserias y contribuir a su felicidad y al desarrollo de todas sus posibilidades, no debe faltar, como el último impulso, más noble y generoso, entre los factores indicados que deben animar toda labor investigadora.El factor interno de recogimiento y separación con relación a la vida que es la investigación, comporta, en primer lugar, consagrarse a la misma. Como afirma Sertillanges (1,965, 36) el intelectual, y con más razón si es investigador, es un consagrado debe, por tanto, entregarse a su obra, estimulando todo lo que la favorezca y excluyendo todo lo que la dificulte En segundo lugar, pide que en el trabajo concreto de investigación se procure lograr la máxima concentración y una preocupación continua respecto a las cuestiones planteadas.

Por último la vida de la investigación, en su factor externo, se debe manifestar primero en una atención constante bien despierta, no sólo respecto al desarrollo del proceso de investigación hasta en sus mínimos detalles, sino a todo lo demás que ocurre en el mundo de la ciencia y de la vida que pueda estar en relación con ella; y, segundo, en un trabajo continuo ordenado, con dedicación y perseverancia.

 Hacer una tesis significa aprender a poner orden en las propias ideas y a ordenar los datos: es una especie de trabajo metódico; supone construir un "objeto" que, en principio, sirva también a los demás. Y para ello no es tan importante el tema de la tesis como la experiencia de trabajo que comporta".

                           UMBERTO ECO

1.3.  REGLAS GENERALES REFERENTES A LAS OPERACIONES BASICAS DE LA INVESTIGACIÓN

Las operaciones de la investigación constituyen, sin duda, el campo propio de las técnicas específicas, peculiares de cada ciencia. Respecto a estas operaciones existen algunas reglas válidas y aplicables en toda investigación científica.           

Su exposición se realizará aquí agrupándolas en las dos grandes divisiones de la investigación: los contextos de descubrimiento y de justificación.           

Respecto a las operaciones del proceso de investigación, se puede afirmar que al primer contexto, el de descubrimiento, pertenecen principalmente las que se pueden llamar operaciones básicas o preliminares de la investigación, descubrimiento del problema, formulación de hipótesis, operativización de variables, etc..

En cambio, al segundo, el de justificación, corresponde todas las operaciones del proceso de verificación propiamente dicho: observación o recogida de datos, clasificación y análisis.

 Hay que tener perseverancia y sobre todo confianza en sí mismo. Hay que creer que se está dotado para alguna cosa y que esta cosa hay que obtenerla cueste lo que cueste.

                        MARIE CURIE

Hacer una tesis significa: (1) localizar un tema concreto; (2) recopilar documentos sobre dicho tema; (3) poner en orden dichos documentos; (4) volver a examinar el tema partiendo de cero a la luz de los documentos recogidos; (5) dar una forma orgánica a todas las reflexiones precedentes; (6) hacerlo de modo que quien la lea comprenda lo que se quería decir y pueda, si así lo desea, acudir a los mismos documentos para reconsiderar el tema por su cuenta.

                         UMBERTO ECO

 1.3.1.    El Contexto de Descubrimiento.-                       

Entre las operaciones principales de este contexto, destacan el hallazgo del problema y la invención de hipótesis. Tanto en uno como en otro caso, no existen propiamente reglas cuya observancia capacite para efectuar concretamente estas operaciones.

1.3.1.1. Hallazgo del Problema.-                                              

La norma más importante que se pueda dar, quizá, en el caso de hallazgo del problema, presenta carácter previo y es la que pone de relieve la importancia básica en la investigación de centrar el problema certeramente. Segun Einstein (vid. Freedman, 1,949, 59) la formulación de un problema es a menudo más esencial que su solución, que puede ser meramente una materia de destreza experimental o matemática. La especificación del problema a investigar implica que se ha comprendido plenamente el tema de la investigación, hasta el punto de poder determinar exactamente los interrogantes principales que plantea y a cuya resolución se debe orientar la investigación.

1.3.1.2. Invención de Hipótesis.-                                              

A este respecto, las reglas que se pueden ofrecer han de ser también de carácter previo. Tal carácter tiene la norma que subraya en la investigación científica la necesidad de trabajar con hipótesis. Implica la capacidad de derivar ideas nuevas, dados los términos de la cuestión investigada y las circunstancias conocidas de la misma, no sólo sobre su solución, sino también sobre la razón de ser, motivos, condiciones y rasgos no conocidos del fenómeno estudiado, a efectos de su verificación posterior a lo largo de la investigación.        

Generalmente el investigador, frente al problema de estudio delimitado se plantea algunas posibles explicaciones o respuestas provisionales, cuyos enunciados vienen a constituir las hipótesis de la investigación. Al término del estudio las hipótesis pueden ser confirmadas, rechazadas o modificadas. Debemos anotar al respecto que la hipótesis es concebida también como una forma de conocimiento teórico científico, cuya conceptuación no es equivalente a las hipótesis de trabajo de un proyecto de investigación científica determinada, y que generalmente puede ser el resultado alcanzado en una investigación anterior.

Generalmente se considera que después de precisar o delinear el problema de investigación, el paso siguiente consiste en intentar explicarlo. LA respuesta probable es conocida como hipótesis. Al plantear una hipótesis determinada el investigador especifica el foco de la recabación de información y puede estructurar un procedimiento de recopilación de datos, cuyo objetivo es verificar la verosimilitud de la hipótesis como probable explicación del problema.           

En suma, la hipótesis dentro de un proyecto de investigación; es un tipo de enunciado o proposición relacional entre dos o más variables que puede constituir la solución de un problema o bien un intento de explicación o una respuesta tentativa o "provisional" al problema de investigación.           

En realidad trabajamos, consciente o inconscientemente, con hipótesis siempre que realizamos algo de forma inteligente con un fin racional determinado. En estos casos, explícita o implícitamente, siempre hay una hipótesis, por lo menos la de que la idea que nos guía es adecuada para conseguir el fin pretendido. De ahí que se pueda afirmar con Bunge [6] que "en la vida ordinaria estamos construyendo hipótesis todo el día; incluso cuando obramos automáticamente lo hacemos en base a ciertas hipótesis tácitamente aceptadas, o sea, en base a presuposiciones".           

Según lo anterior,  es exigible trabajar con hipótesis para que la tesis o la investigación no se limite a ser una mera repetición mecánica de las fuentes y datos manejados, sino para que éstos, ante todo, sean la base de la imaginación de ideas, que extiendan el conocimiento de la realidad ofrecido por dichos datos y fuentes a posibles nuevos aspectos de aquélla no pretendidos antes.

            A modo de consecuencia de lo anterior, merece atención otra regla del mismo tipo sobre la importancia, en toda tesis o investigación científica, de derivar continuamente consecuencias probables aún no conocidas de los datos obtenidos a lo largo de ella. El razonamiento clásico aplicable al efecto es el condicional, de tanta aplicación en las ciencias, que adopta la forma "si….. entonces": si se dan tales principios… entonces se debe haber producido también tal consecuencia. Por ejemplo, si el nivel cultural de una población es mayor, entonces habrá aumentado la tasa de venta de la prensa diaria y de revistas. El contraste de estas hipótesis a lo largo de la investigación nos reafirmará, si se confirman, en nuestros punto de vista; en caso contrario, nos obligará a perfilar más profundamente los datos y principios de partida. En todo caso, la formulación de hipótesis se debe ajustar a la regla fundamental siguiente, expresada por Bunge como obvia respecto al método científico: proponer conjeturas bien definidas (específicas y empíricas) y no suposiciones que no comprometan en concreto.

 Inútil será recordar que todos los grandes investigadores han sido fecundos creadores de hipótesis…Difícil es dictar reglas para imaginar hipótesis. Quien no posea cierta intuición del encadenamiento causal, instinto adivinatorio para columbrar la idea en el hecho y la ley en el fenómeno, pocas veces dará, cualquiera que sea su talento de observador, con una explicación razonable.

                        RAMON Y CAJAL

 Lo bueno de un procedimiento científico es que nunca hace perder tiempo a los demás: también trabajar siguiendo el surco de una hipótesis científica para descubrir después que hay que refutarla es hacer algo útil bajo el impulso de una propuesta precedente. Si mi tesis sirve para animar a alguien a efectuar otras experiencias de contrainformación entre obreros (aunque mis suposiciones fueran ingenuas), he logrado algo útil.

                      UMBERTO ECO

 1.3.2.    El Contexto de Justificación.-                       

Respecto a este contexto, se puede considerar, en primer lugar, la cuestión de las técnicas de observación empleadas en la investigación.

1.3.2.1. Técnicas de Observación.-                                              

A este respecto, la regla básica parece ser la práctica, a ser posible, de la llamada modernamente triangulación o empleo de distintas técnicas o procedimientos a la vez respecto al mismo objeto. Esta regla la encontramos ya formulada por Cajal cuando dice que "a ser posible, aplicaremos varios métodos al mismo tema, y corregiremos las deficiencias de los unos con las relaciones de los otros".           

Denzin (1,970, 472) distingue, además de la triangulación de técnicas en el sentido indicado, la triangulación teorética, que implica el uso de perspectivas teóricas diferentes en el análisis del mismo conjunto de datos; la triangulación de datos, que intenta reunir observaciones con múltiples estrategias muestrales y, finalmente, la triangulación de investigadores, que implica el empleo de más de un observador independiente en la investigación.           

Si no puede ser así, Cajal recomienda escoger la técnica más exacta, la que dé imagines más claras y concluyentes. En la investigación científica los menores procedimientos son de mayor importancia.           

Operación central en el contexto de justificación significa la observación de la realidad investigada con el fin de obtener datos referentes a la misma y contrastar, en su caso, las hipótesis formuladas.

1.3.2.2.       Algunas reglas que pueden considerarse como parte de las técnicas generales del trabajo de investigación científica.-Aquí, las reglas que se pueden considerar formando parte de las técnicas generales del trabajo de investigación científica son, sin duda, más numerosas que en los casos anteriores.           

Entre ellas, merecen especial mención las siguientes:

1)            "Ver las cosas por primera vez". Esta regla, según Ramón y Cajal (1,944, 98-9), exige "limpiar la mente de perjuicios y de imágenes ajenas, hacer el firme propósito de ver y juzgar por nosotros mismos, como si el objeto hubiera sido creado expresamente para regalo y deleite de nuestro intelecto. Es preciso, en fin, – continúa- renovar en lo posible aquel estado de espíritu -mezcla de sorpresa, emoción y vivísima curiosidad- por el que atravesó el sabio afortunado que descubrió el hecho considerado por nosotros, o que planteó primeramente el problema".

Muchos de los problemas que se aprecian en nuestro entorno social o en las instituciones, o bien en el sistema normativo legal, pueden generar o incentivar estudios o investigaciones científicos de orden jurídico social. Esto significa también que el investigador debe ser una persona que a través de la observación directa, se informa de los problemas de la realidad en la que se desenvuelve como científico social o de otra área. Por ello CRAIG Y METZE, dicen que "algunas veces un problema de investigación se identifica mediante la observación de los eventos que ocurren en la vida diaria. Por ejemplo, la investigación que le permitió a Roentgen descubrir los rayos X se originó en unas placas fotográficas expuestas accidentalmente a la radiación.." [7]

Siéntate frente al hecho como un niño, muéstrate preparado a renunciar a cualquier concepto preconcebido, dirígete humildemente hacia donde la naturaleza te conduzca, o nunca aprenderás nada.

                        TOMAS H. HUXLEY

 2)   Simpatía por lo observado. La anterior regla, D. Santiago la enlaza con otra que dice "encarecida insistentemente por los maestros de la investigación científica".

De acuerdo con ella: "No basta examinar; hay que contemplar: impregnemos de emoción y simpatía las cosas observadas; hagámoslas nuestras, tanto por el corazón como por la inteligencia. Sólo así nos entregarán su secreto".

3)    Selección de los hechos. Esta regla es uno de los principios del método científico. Postula la aplicación en la investigación de un criterio selectivo, tanto en la elección del fenómeno a estudiar como de los hechos que se consideren más significativos. Es necesario buscar alturas o miradores desde los que se dominen las ideas y los hechos, así como que se preste especial atención, por su significatividad, a las suturas y transiciones ideales o fácticas.

En esta línea, sin olvidar la atención debida a los detalles o particularidades, a veces nimios, que frecuentemente pasan inadvertidos y que en ocasiones resultan claves para la solución de un problema, merecen especial atención los datos imprevistos, anómalos y estratégicos que surjan de manera casual a lo largo de la investigación.

Un problema podrá ser objeto de estudio científico sólo si es resoluble; y un problema es resoluble cuando existen argumentos empíricos que permitan responder si o no. En otros términos, para que la interrogante (problema) planteada sea susceptible de respuesta, debe ser tal que la observación o la experimentación en la realidad objeto de estudio pueda proporcionar la información necesaria. Esto significa que no todas las preguntas que se pueda formular las puede contestar la ciencia, la misma que estudia sólo hipótesis que pueden ser sometidas a prueba. Por ello Jaime Arnau señala "un problema será resoluble si a) puede formular una hipótesis pertinentes como intento de solucionar el mismo, y b) si esta hipótesis es comprobable empíricamente"

[8] . Si no es posible hallar una respuesta al problema sugerido, por razones diversas que impidan su posibilidad, no tendría razón de ser persistir en un proyecto de dicha naturaleza.

 Cuando te encuentres con algo interesante, desecha todo lo demás y estúdialo.

                      B.F.SKINNER.

 4.-   Conjugar diversos puntos de vista. Se trata ahora de no limitarse a un solo enfoque, sino partir desde varios que se complementen: por ejemplo, el particular y el universal, el teórico y el práctico; de ver lo investigado, no sólo aisladamente, sino también en su ambiente y formando parte de un todo más amplio; de mirarlo, en fin, de frente y desde cualquier lado.           

Toda visión intelectual es muy limitada y se realiza concentrándose en un punto mental; de ahí la necesidad de superar esta limitación en lo posible mediante la conjugación de distintos puntos de vista.           

Finalmente, respecto a la verificación, se pueden señalar las siguientes reglas fundamentales: "Someter las hipótesis a contrastación dura y no laxa y no declarar verdadera una hipótesis satisfactoriamente confirmada; considerarla, en el mejor de los casos, como parcialmente verdadera". Es decir, que dentro del equilibrio debido, la tendencia en el investigador debe ser la de refutar las teorías e hipótesis y no la de conservarlas.           

Generalmente se considera que después de precisar o delinear el problema de investigación, el paso siguientes consiste en intentar explicarlo. La respuestas probable es conocida como la hipótesis. Al plantear una hipótesis determinada el investigador especifica el foco de la recabación de información y puede estructurar un procedimiento de recopilación de datos, cuyo objetivo es verificar la verosimilitud de la hipótesis como probable explicación del problema.           

En suma, la hipótesis dentro de un proyecto de investigación; es un tipo de enunciado o proposición relacional entre dos o más variables que pueden constituir la solución de un problema o bien un intento de explicación o una respuesta tentativa o "provisional" al problema planteado.

1.4.-   EL INVESTIGADOR

Con referencia del trabajo de investigación científica es indudable que el investigador debe:

a)            Estar dotado de ciertas aptitudes básicas.

b)            Haber alcanzado una formación adecuada.

c)            Estar adornado de ciertas cualidades, y

d)            Disponer de ciertos medios.

1.4.1.     Aptitudes Requeridas.

-En cuanto a las aptitudes requeridas, se reconoce generalmente que de ninguna manera es preciso que estas aptitudes sean en todo caso excepcionales en el orden intelectual. Puede bastar poseer un nivel mental medio, siempre que vaya acompañado por una firme voluntad y sobre todo por una decidida vocación investigadora, es decir, por una sentida inclinación hacia las tareas y el modo de vida que supone la investigación.

"La lista de los aptos para la investigación científica es mucho más larga de lo que se cree, y se compone, no sólo de los talentos superiores, de los fáciles, de los ingenios agudos codiciosos de reputación y ansiosos de enlazar su nombre a una obra grande, sino también de esos entendimientos regulares, conocidos con el dictado de mañosos, por la habilidad y tino con que realizan toda obra manual; de estos otros dotados de temperamento artístico y que sienten con vehemencia la belleza de las obras de la naturaleza; en fin, de los meramente curiosos, flemáticos, cachazudos, devotos de la religión de lo menudo y capaces de consagrar largas horas al examen del más insignificante fenómeno natural" (Ramón y Cajal. 1,944,31).

1.4.2.     Formación del Investigador.

-La formación del investigador debe ser en general lo más completa posible: exhaustiva y profunda en el área propia de su especialización, y continua para no quedarse rezagado respecto a los nuevos avances científicos, de modo que a través de la lectura de las nuevas publicaciones, libros, revistas, monografías, de la asistencia a las convenciones científicas y de contactos habituales con científicos, nacionales y extranjeros, se esté siempre al día.

El investigador debe ser un consagrado a la ciencia. Por ello ha de procurar la no disipación de sus energías físicas, llevando una vida sana que mantenga siempre a su cuerpo en las mejores  condiciones para el trabajo de investigación. Asimismo, ha de ser cuanto sea necesario para que este trabajo tenga lugar en las mejores condiciones ambientales posibles.

1.4.3.   Cualidades                     

Respecto a las cualidades, es, sin duda, vano el intento de realizar una enumeración completa y válida para todas las ciencias.      

"En la investigación no se puede prescindir del sentido común, y mejor nos irá si poseemos algunas de aquellas anticuadas virtudes que inexplicablemente parecen haber caído en descrédito. Quiero decir, la aplicación, la diligencia, el sentido del propósito, el poder de concentración, de perseverar y no dejarse vencer por la adversidad al encontrar, por ejemplo, después de larga y trabajosa investigación, que una hipótesis que nos era cara en gran medida es errónea". Entre todas ellas, acaso merezca destacarse la tenacidad. "Mi única fuerza – decía Pasteur- reside en mi tenacidad.           

El investigador no debe ser unilateral, ni siquiera en sus cualidades, sino que en él se debe dar, además de la indispensable honestidad intelectual y la agudeza inventiva, una combinación de virtudes opuestas que se contrapesen entre sí, tales como la receptividad y el escepticismo, la concentración y el distanciamiento, la exactitud y la tolerancia de la incertidumbre, el idealismo y el sentido común.                       

1.4.4.    Medios Materiales.-                       

Por último, el investigador necesita disponer de medios materiales, tales como bibliotecas, laboratorios, e instrumentos y también de ciertas condiciones sociales, la compañía de otros científicos, un ambiente adecuado y un cierto reconocimiento social.           

La revisión de la literatura existente sobre el tema o área de interés del investigador, esto es, la lectura de libros, revistas, artículos especializados, monografías, trabajos de investigación, pueden sugerir o aclarar un problema de investigación.  

Al respecto Pick y López recomiendan que en la lectura de la literatura se debe ir de lo general a lo específico, o en otros términos, primero revisar la bibliografía que procure una visión o comprensión general o global del tema que se pretende investigar o sea una lectura de tipo general. Luego de ello se debe continuar con la revisión de la literatura "pero ya de una manera específica es decir buscando el tema concreto que nos interesa, hasta llegar a plantearnos el problema específico que vamos a tratar" [9].

Sin embargo, se debe tener en cuenta que lo principal es la tenacidad, la imaginación y la intuición y que frecuentemente grandes realizaciones científicas han tenido lugar en situaciones de escasez y deficiencia de medios y condiciones materiales.           

En síntesis, la dedicación a la investigación debe ser la respuesta a una verdadera vocación. Según G. Marañón (1,936, 28) "la vocación genuina, pudiéramos decir ideal, es algo muy parecido al amos. "Es, ha dicho Pierre Termier, una vocación de amor". Por lo tanto, una pasión que tiene las características del amor, a saber: la exclusividad del objeto amado y el desinterés absoluto en servicio".

 El buen investigador ha de tener a la vez ideas nuevas, buena formación y buena técnica de trabajo. A los malos investigadores les falta siempre uno por lo menos de estos tres requisitos.

                 PEDRO LAIN ENTRALGO.

1.5.-  ETICA Y CIENCIA

1.5.1.     GENERALIDADES.-

El hombre dentro de su realidad obtiene alguna forma de conocimiento o saber de muchos aspectos que le interesan o preocupan. De este modo podemos deducir y afirmar que el ser humano es un sujeto cognoscente, que teniendo frente a si un mundo heterogéneo, tanto fáctico como ideal y normativo, adquiere diversos niveles de saber de dicha realidad multiforme.           

El conocimiento, como actividad humana, consiste en una aprehensión intelectual o cognoscitiva del objeto que le interesa conocer. Esto significa a su vez que el saber de algo no es idéntico o igual al objeto aprehendido o no conocido, existiendo diversas apreciaciones sobre este particular que dejamos a la teoría del conocimiento.

            Hay que considerar también que el conocimiento humano del mundo ha tenido y tiene un avance o desarrollo histórico, generalmente ascendente, desde sus incipientes manifestaciones hasta el conocimiento de nivel más complejo de periodos posteriores. Otra condición que no podemos pasar por alto es que el conocimiento existente, que fue adquirido por diversos estudiosos y que se va acumulando incesantemente, pueden ser también aprehendidos por otros aunque no mediante una experiencia directa o empírica y de interrelación con el objeto cognoscible, sino de modo teórico, constituyendo de esta manera una forma de saber que se adquiere por experiencia directa.

Partes: 1, 2, 3
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