Prefacio
Si bien existe mucha literatura sobre los procesos gramaticales estudiados por la Programación Neurolingüística, considero que este artículo está enriquecido por una mirada más integradora donde incorporó conceptos de la Ontología del Lenguaje, del Pensamiento Sistémico y alguna explicación desde la mirada Gestáltica.
El objetivo que me propuse al escribir esta nota es que toda persona, con conocimientos o no de PNL, pudiera comprender las limitaciones que nosotros mismos colocamos en nuestro modelo del mundo.
Relaciono el lenguaje con el concepto de mapa y territorio, aún sin nombrar estas palabras propias de la PNL. También le he dado un papel relevante a las experiencias y las estructuras sintácticas que, al tener reglas gramaticales, nos obligan a describir de forma limitada aquellas experiencias.
Con una mirada desafiante, cuando el lector finalice esta lectura, mi mayor deseo es uno solo: generarle una inquietud. Por lo tanto, no se trata de un artículo tan explicativo (aunque me veo obligado a explicar para inquietar), sino más bien una mirada reflexiva de cómo estamos, a nivel sociedad, "comprando" una realidad única y difícil de sostener. Sostengo que al igual que los espejos retrovisores de un coche, existe un área ciega que no podemos ver, e invito a la siguiente pregunta: ¿Cuál es el costo de estar ciegos o de no querer ver lo que algunos insisten en que veamos?
Introducción
La Programación Neurolingüística nació del estudio que realizaron Richard Bandler junto a John Grinder de los patrones lingüísticos que utilizaba, en primer lugar, Fritz Perls, y luego Virginia Satir. Ambos eran dos terapeutas famosos de la década del 70. Este estudio tan minucioso que realizaron los co-creadores de la PNL, se llamó modelado.
¿Por qué se le conoció como MODELADO y no como un simple estudio o tesis? Originalmente, la idea de Bandler era hacer su tesis para la Universidad de Caifornia, pero lo que sucedió fue que Grinder lo descubrió hablando, gesticulando, y utilizando la misma intuición que utilizaba Fritz Perls. Por lo cual, más adelante, denominaron esa capacidad de "tomar" la habilidad de otros, como modelado. Pero esa es otra historia.
La tesis de Bandler con la ayuda de Grinder terminó transformándose en el primer libro de la PNL: "La estructura de la Magia". Curiosamente, aún no se existía la PNL, pero el libro se editó y publicó bajo ese nombre.
Originalmente fue dirigido a terapeutas, y por eso aún, la PNL tiene usos en ese campo, pero con los años y la inclusión de Robert Ditls, la PNL terminó convirtiéndose en una herramienta de múltiples aplicaciones.
Cuando John Grinder sorprendió a Richard Bandler enseñando sus descubrimientos a los estudiantes de los primeros años de Psicología de la Universidad, se dice que Grinder dijo "Enséñame lo que haces, y yo te enseñaré cómo se llama lo que haces". Esa frase célebre llevo a que escribieran el mencionado libro.
Primera edición – Nótese que no se menciona a la PNL
La estructura de la Magia NO es un libro recomendable para quienes están iniciando el estudio de la Programación Neurolingüística, debido a su exceso de tecnicismo, y a que aborda con demasiada profundidad un solo tema de la PNL: la estructura lingüística. Es de mucha utilidad para quienes ya han comprendido mejor esta disciplina, y desean profundizar este capítulo de la historia de la PNL.
El objetivo del libro es demostrar que los seres humanos modificamos nuestra realidad según la forma en que utilizamos el lenguaje, y por ende concluye que no existe tal realidad, sino una lupa, lente o mapa con el cual cada uno de nosotros configuramos la forma de ver el mundo.
Basado en las teorías de Noam Chomsky, un lingüista, filósofo y activista norteamericano, creador de la sintaxis gramatical o gramática generativa, Chomsky fue muy criticado por sus ideales anarquista. Sin embargo, es considerado como una de las personas que más aportó al campo de la gramática y el lenguaje.
A través de las teorías de Chomsky, Bandler y Grinder demostraron en el citado libro, con una base científica, que cuando hablamos, tanto con los demás como con nosotros mismos, no transmitimos lo que experimentamos. Las experiencias se ven modificadas por un proceso que llamaron "proceso de derivación", que proviene de un mecanismo inconsciente que utilizamos los seres humanos y que se ve afectado por ciertos filtros.
En principio, ellos supusieron que dichos filtros son mayormente (o exclusivamente) gramaticales o lingüísticos, aunque hoy se sabe que los estados de ánimo, las emociones y nuestras propias creencias también contribuyen a las "derivaciones del lenguaje".
La idea de este artículo es centrarnos en el uso lingüístico, con ejemplos claros para el lector, y explicaciones no tan científicas sino más bien de uso cotidiano.
Experiencias y lenguaje
Quisiera comenzar haciendo algunas distinciones que generalmente los seres humanos no realizamos por desconocimiento. Primero quiero explicar qué es una distinción.
Un buen ejemplo que escuché de Julio Olalla sobre las distinciones es el siguiente:
Llevo el coche al mecánico y le digo que algo está mal con el motor. Entonces él me dice:
– "Por favor encienda el coche"
No sé si han notado que los mecánicos siempre se acercan al motor para escucharlo. Y luego de unos segundos se vuelve a incorporar, parece que piensa un poco y dice
– "mmm… aja… está claro… el problema está en las válvulas."
Y yo le preguntó tratando de que no se noté tanto mi ignorancia.
– "¿Claro… está en las válvulas… y cómo lo supo?"
– "Pero está claro.. ¿Usted no escucha ese ruido?"
Me acerco para escuchar el motor y aparentemente no hay nada nuevo. Los motores siempre hacen mucho ruido.
– "No logro DISTINGUIR ningún ruido"
Y si nos toca un mecánico hábil, el nos dice algo como:
– "Ese ruido, como si golpeara dos cucharas entre sí… ¿no lo escucha?"
Y en ese momento, algo que antes no existía en mi realidad, ahora pasa a ser parte de mi mundo, porque cuando él me hace notar la DISTINCION, yo paso ese ruido del inconsciente a la mente consciente. Ahora sí puedo escucharlo. ¿Dónde estaba antes ese ruido?
Cuando los seres humanos no tenemos distinciones, nos perdemos oportunidades de aprender. Por eso, es importante que hagamos tres (3) distinciones básicas en esta temática, y ellas son: la experiencia, la estructura profunda y la estructura de superficie.
1 – La Experiencia: La experiencia no tiene lenguaje, es exclusivamente información que ingresa por alguno de nuestros cinco (5) sentidos. No solo las experiencias que vivimos, sino también las que creamos en nuestra mente, utilizan alguno de nuestros sentidos. La diferencia entre las experiencias que vivimos y las que creamos o (recordamos) tiene una sola diferencia. Las primeras utilizan el órganos de percepción (ojo, oído, nariz, papilas gustativas o piel), las creadas o recordadas usan el sentido (el sistema nervioso) pero no necesariamente el órgano. De cualquier manera, lo que quiero resaltar, es que no hay experiencia sin uso de los sentidos. El lenguaje no hace a la experiencia, pero la experiencia sí hace al lenguaje.
Para comprenderlo mejor pensemos en un perro. Los perros no hablan y en eso estamos todos de acuerdo. No obstante tienen tantas experiencias como los seres humanos. Si le doy comida a un perro, él no piensa cuáles serán mis intenciones, solo ve la comida, se acerca, la prueba, y si le gusta la come. La experiencia de este perro fue posible gracias al uso de varios sentidos, como la vista, el tacto y el gusto. Aquí nunca apareció el lenguaje, afortunadamente, ya que no quisiera encontrarme un perro que habla.
La segunda distinción incluye al lenguaje, pero lo incluye de una manera muy particular.
2 – La Estructura Profunda: Llamamos estructura profunda a la descripción lingüística de la experiencia. Si el perro hablará, nos contaría esta historia:
– "Un humano se acercó a darme comida, tenía hambre, la probé y me gustó, y me terminé comiendo todo. Después me fui."
Lo que quiero hacer notar con este ejemplo, es que aquí el lenguaje está utilizado para describir la experiencia de una forma objetiva. En la estructura profunda utilizamos el lenguaje para describir la experiencia sensorial. No estamos colocando interpretaciones, juicios, creencias ni pensamientos. Es meramente una descripción de los hechos y como tal, debería ser exactamente igual independientemente del sujeto que la describa. Esto es, imposible!
La estructura profunda como tal, no existe. Lo que sí existe, es la capacidad de acercarnos a ella. Y el lector lo va a comprender luego de que explique la tercera distinción.
3 – La Estructura de Superficie: Esta es la que todos conocemos. Es el uso cotidiano del lenguaje. Utilizamos la estructura de superficie cuando hablamos con nuestros amigos, cuando vamos al médico, cuando hablamos con nosotros cotidianamente, cuando nos quejamos, cuando festejamos y toda otra ocasión.
La estructura de superficie está viciada. Este vicio no es necesariamente disfuncional, de hecho muchas veces es útil y por ende funcional.
Si prestamos atención al lenguaje, vemos que existen palabras como "Todos", "Nadie", "Nunca", Etc. Estas palabras son solo un ejemplo que elegí para poder mostrar cómo es que viciamos nuestra Experiencia a través de la Estructura de Superficie.
Todos hemos escuchado o mencionado frases como
"Al final todas las personas son iguales"
"Siempre me pasa lo mismo"
"Nunca voy a aprender esto"
Estas frases son comunes y no obstante objetables desde el punto de vista lingüístico. Por ejemplo, una persona que fue defraudada por su mejor amigo/a, puede decir que "Al final no se puede confiar en nadie". Utiliza el "nadie" como si todas sus experiencias hubieran sido iguales. Utiliza la palabra "confiar" como si todos los casos en donde se sintió defraudada fueran iguales.
No pretendo que el lector marque los errores linguísticos a quienes los mencionan. Lo que sucede, y esta distinción sea tal vez la más importante, es que el hablante vive la experiencia según la describe con su lenguaje, y no puede distinguir que su experiencia remite a información sensorial exclusivamente. Aún más, al describir la experiencia, emergen emociones acorde a su descripción, y no acorde a lo experimentado.
Este proceso, claramente, es inconsciente. De hecho, si no contamos con herramientas necesarias, aún haciéndole notar esta distinción al hablante, probablemente continué creyendo que su experiencia es la que describe con su lenguaje y no la que experimentó a través de sus sentidos.
Desafiamos a través de preguntas que buscan conectar al hablante con una estructura más profunda. Por ejemplo:
– "¿Hay alguien en que sientas que puedes confiar?"
Ante una pregunta como esta, algo sucede en los circuitos neurológicos del oyente, generalmente lo notamos a través de un gesto. Y nos encontramos con respuestas como:
"Bien… sí… claro… en mi madre/padre/amiga/o puedo confiar".
Notemos como estamos modificando las percepciones del mundo que tiene nuestro interlocutor con tan solo una pregunta. Ahora su visión del mundo comienza a modificarse. No quiero decir con esto que vamos a llevarle a un estado de alegría. Esta podría ser la primera pregunta.
Decimos en PNL que llevamos a la persona de una estructura de superficie, a una estructura más profunda. Una buena analogía es pensar en una cebolla, donde la capa de afuera es la estructura de superficie, y el centro de la cebolla, es la estructura profunda. Lo que queremos hacer es tal vez solo quitar algunas capas. Creo que no es posible llegar al centro de la cebolla, porque es imposible arrebatar a las personas sus juicios y creencias. No es posible que una persona solo se remita a una descripción meramente sensorial. De hecho, aunque pudiéramos, no nos entenderíamos unos a otros.
La estructura superficial y profunda son como las capas de una cebolla
Imaginemos un mundo donde con cada persona que nos encontramos nos dijera:
"Hola, hoy escuché la alarma y abrí mis ojos. Luego levanté mi torso hasta lograr colocar el pie derecho en el piso…". Esta información no es de utilidad, y el día alcanzaría solo para conversar con una o dos personas.
Buscamos conectar a nuestros interlocutores con estructuras más profundas, y no con LA estructura profunda (el centro de la cebolla).
Lo que querían Bandler y Grinder era enseñarle a los futuros psicólogos una técnica para que las personas lograran hacer distinciones sobre la forma en que describen su mundo, de manera de abrirles posibilidades a nuevas oportunidades. Un ejemplo fácil de entender es el siguiente:
¿Qué diferencia hay en el modelo del mundo de estas dos personas ante el mismo evento desafortunado?
a) Siempre me tiene que pasar esto a mí!
b) ¿Cómo puedo hacer yo para resolver esto?
Ante la misma experiencia, la primera persona la modifica cerrando puerta y generando un estado anímico disfuncional.
La segunda persona, genera una realidad propia mucho más optimista y de apertura a soluciones.
Como corolario y como cierre de este capítulo, dice Bandler y Grinder en la Estructura de la Magia:
El número de descripciones verbales de una experiencia es infinito y el número de forma para describir una experiencia (la sintaxis gramatical) es limitado y con reglas. En otras palabras, la conducta humana compleja tiene infinitos actos distintos, pero la forma de describirlos es limitada.
Esto provoca que una persona ante un sufrimiento se sienta paralizada e incapacitada para nuevas alternativas, y no es que el mundo sea limitado sino que las persona "bloquean" su capacidad de ver alternativas a través del uso del lenguaje.
Derivación
Este proceso en que viajamos desde el centro de la cebolla hacia las capas externas, es decir, desde la estructura profunda hacia la estructura de superficie se llama derivación.
Como seres humanos necesitamos fragmentar los aprendizajes mayores en aprendizajes menores. Esto es una base de pedagogía. No podemos aprender a ser feliz, pero si podemos aprender a reaccionar mejor, a concentrarnos en nuestros hobbies, a focalizarnos en nuestros objetivos, etc.
Por esta razón, al proceso de derivación lo dividimos en tres forma de derivar: Generalización, Distorsión y Eliminación
El siguiente gráfico, perteneciente al manual del Instituto Americano de Formación e Investigación, IAFI, incluye algunos elementos más que no son objeto de este estudio. La K significa kinestesia, y agrupa a todo lo que se siente, es decir, al gusto, olfato y tacto. Ellos también son parte de nuestros filtros, pero operan antes del lenguaje. Retomando el uso de la sintaxis gramatical vemos que la derivación se muestra como E (Eliminación) – G (Generalización) – D (Distorsión) en la instancia final de este embudo. Allí es donde colocamos nuestra atención.
1 – Generalización: Cuando algunas experiencias de las personas representan la categoría total a la pertenece la experiencia. Ejemplo en un niño:
La experiencia es sentir dolor al tocar una estufa encendida
La generalización útil es "Las estufas calientes no deben ser tocadas"
La generalización limitante es: "Las estufas son peligrosas"
Este ejemplo, claro está, aplica para un niño que luego de una experiencia traumática, puede realizar algunas de estas dos generalizaciones. Pero… qué pasa si reemplazamos "estufas" por "personas".
La experiencia es sentir dolor (como emoción) al contactar una persona enojada
La generalización útil es: "Las personas enojadas no deben ser contactadas" (*)
La generalización limitante es: "Las personas son peligrosas".
(*) Aún, esta generalización que denominamos útil, es limitante.
Leyendo la generalización limitante invito al lector a revisar su historia personal para detectar si alguna vez tuvo un pensamiento similar o parecido.
Si cuando niño uno se cae de una mecedora, dependerá de cómo categorice a esa mecedora para emitir juicios en el futuro sobre ellas. Si logramos distinguir a las mecedoras como sillas que permiten hamacarse, por ejemplo, uno podría decir: "Las mecedoras son inestables". Si incluimos a la mecedora dentro de un grupo más grande como todas aquellos muebles donde podemos sentarnos, entonces uno podría afirmar: "Las sillas son inestables".
2 – Eliminación: Eliminamos cuando prestamos atención selectiva a algunas dimensiones de la experiencia, dejando de lado otras. Las eliminaciones también pueden ser funcionales o disfuncionales. Una persona puede decir:
"No soy suficiente"
y otra puede afirmar:
"Soy el mejor"
Detectamos eliminaciones cuando notamos que la frase está incompleta. "¿En que / para qué / para quién eres insuficiente?". "¿Eres el mejor en qué?"
Hay personas que eliminan en su vida los mensajes de cariño, los ofrecimientos de ayuda, los pedidos de ayuda, los compromisos que han asumido, los nombres de las personas. Son selectivos en cuanto a sus intereses y lo hacen de forma inconsciente. Cuantas veces nos ha pasado que alguien niegue algo que efectivamente sí dijo. Más allá de que algunas veces puede ser intencional, conviene confirmar si realmente la persona no registró esa parte de la conversación.
Si el lector está atento, quiero introducir otra distinción que surge del párrafo anterior. No solo derivamos al hablar, también derivamos al escuchar.
Alguien dice:
"Juan tiene tres amigos que son torpes"
Y el oyente le cuenta a otro amigo:
"Los amigos de Juan son torpes"
Seguramente Juan tiene otros amigos que no son torpes. Este es un ejemplo de generalización. No sabemos exactamente cuándo derivamos, si al escuchar o al hablar. La respuesta a mi entender es, ni una ni otra. No podemos plantearlo de forma dicotómica. El acto de la escucha y del habla son tan complejos que exceden el objeto de este escrito. En tal caso da lo mismo a efectos de poder realizar desafíos lingüísticos.
Quisiera dejarle al lector la siguiente pregunta: ¿En qué áreas de su vida está siendo selectivo? ¿Qué es lo que no está escuchando? Y me remito a otro concepto ontológico, aunque contradictorio con la PNL: escuchamos con el oído, con los ojos y con el corazón. Este es un capítulo aparte.
Otros ejemplos de eliminación son:
"Debería hacer algo…"
"Soy incapaz"
"Esta es la última vez"
3- Distorsión: La distorsión nos permite hacer cambios en nuestras experiencias de datos sensoriales que recibimos. Por ejemplo, ante el mismo mensaje de cariño podríamos decir: "Ella solo dice eso porque quiere conseguir algo a cambio".
La distorsión es notoria cuando escuchamos palabras cuyas definiciones son ciertamente aleatorias. Palabras como "confianza", "aprendizaje", "sensaciones", Etc. tiene un significado diferente para cada uno de nosotros. Cuando el hablante introduce este tipo de palabras, podeos estar frente a una distorsión.
Una distorsión limitante podría ser "No puedo confiar en los demás".
Nuevamente introducimos distinciones ontológicas. Echeverría distingue dos tipos de confianza. La confianza ética o moral y la confianza de ser competente. Una persona puede ser confiable en el sentido de que realmente se compromete con nosotros a realizar algo que le hemos pedido. Desde el sentido ético está asumiendo el compromiso suponiendo que lo va a realizar. No obstante, puede estar comprometiéndose, sin darse cuenta, a algo para lo cual no es competente. El resultado es que no podemos confiar en esa persona dado que no cumplió con su compromiso. Si incorporamos esta nueva distinción, podemos afirmar que "no podemos confiar en la competencia de esa persona", pero si en su ética. Podemos confiarle tal vez otra tarea, como por ejemplo, que nos guarde un dinero, pero no podremos confiarle que cuide de nuestros hijos, porque no sabe cómo hacerlo.
Las distorsiones son estudiadas también por el conductismo y cognitivismo, metodologías que derivan del constructivismo, de Piaget y Vygotski. Esta rama de la psicología sostiene que los seres humanos realizamos "distorsiones cognitivas" permanentemente. El concepto coincide con el estudio sintáctico gramatical de Bandler y Grinder. Al tener que usar el lenguaje para definir la experiencia, distorsionamos.
Ejemplos de distorsiones:
"Necesito experiencia"
"El conocimiento es lo que me mueve"
"Mis pensamientos me deprimen"
"El tono de su voz me irrita"
"Conozco sus intenciones"
NOTA DE AUTOR: He numerado en reiteradas ocasiones la palabra DISTINCION o DISTINGUIR, y quiero mencionar que la misma proviene del estudio de la Ontología del Lenguaje realizado por Rafael Echeverría. Bandler y Grinder no utilizaban esta palabra. Para este autor la integración de la Ontología con la PNL es permisiva para explicaciones más ricas y menos filosóficas.
Metamodelo
El metamodelo es una herramienta de cambio a través del desafío de las expresiones lingüísticas. Desafiar la estructura de superficie de una persona implica ayudarle a que movilice sus recursos para reconectar su modelo lingüístico con su mundo experimental.
Algunas características del metamodelo son:
1- Es un conjunto de técnicas interrogativas, basadas en la comunicación verbal, que consigue una rápida y mejor comprensión del mensaje.
2- Provee claves verbales con las que pueden iniciarse cambios, transformaciones, motivaciones y mejorar los estados de ánimo.
3- Ayuda a acceder a la estructura profunda de la persona, a fin de identificar y eliminar la raíz de los problemas.
4- Determina e identifica las distorsiones, eliminaciones y generalizaciones.
5- Pone en evidencia las limitaciones del mapa de la persona.
6- Conecta a la persona con la experiencia original.
En este capítulo amplío las descripciones anteriores y agrego sus sub-divisiones, también me propongo mostrar las preguntas que pueden desafiar los modelos lingüísticos del hablante, lo que se conoce como el metamodelo del lenguaje.
DISTORSIONES
1. Nominalizaciones: Ocurren cuando se transforma un verbo en sustantivo. Sustitución nominal de un verbo que se utiliza cuando en realidad se hace referencia a una actividad en proceso. En rigor de verdad, un sustantivo es algo que se puede "colocar en una carretilla", según el propio R. Bandler. Cualquier otra palabra adoptada como sustantivo es una nominalización. La palabra aprendizaje, es la transformación en sustantivo del verbo aprender.
En este caso el desafío consiste en hacer que el sujeto vuelva a utilizar el verbo activo para salir del estancamiento que supone un hecho consumado. Cuando la persona vuelve al verbo original (de experiencia a experimentar) por una cuestión sintáctica, está "obligada" a colocar el objeto directo, "qué quiero experimentar"
Necesito experiencia.
¿Qué es lo que necesita experimentar?
El conocimiento es lo que nos impulsa.
¿Conocer qué, de qué forma?
Mis pensamientos me deprimen.
¿Y qué es lo que piensas?
2. Modelo causal: Son afirmaciones que unen dos o varias situaciones de causa-efecto. El objetivo del metamodelo en estos casos es desarmar la estructura causa-efecto. Tratamos en términos psicológicos, de cambiar el marco de la situación e irnos hacia un pensamiento más sistémico.
El tono de su voz me irrita.
¿Cómo, específicamente, hace que su voz te irrite?
3. Lectura mental: Son expresiones que denotan que el hablante "viola" pensamientos y estados internos de otras personas.
Conozco sus intenciones, ten cuidado.
¿Cuáles son sus intenciones?
Ella piensa que hago todo mal
¿Cómo sabes que ella piensa eso de ti?
4. Equivalencia compleja: Se da cuando dos experiencias diferentes y sin relación previa se unen para establecerla. Es muy parecido al modelo causal.
Cuanto más me quiere, más estúpido se vuelve
¿Cómo, específicamente, hace que al quererte se vuelva más estúpido?
5. Presuposiciones: Afirmaciones que basan su consistencia en un supuesto previo.
No voy a intentarlo nuevamente porque ya me fue mal.
¿Qué te hace pensar que te va a volver a ir mal?
¿Y si esta vez te fuera bien?
GENERALIZACIONES
En el caso de las generalizaciones, se convierte en categorías amplias a temas o señalamientos específicos. También se produce cuando se considera que algo ocurrido de determinada manera sucederá siempre así. Se clasifican en:
1. Cuantificador universal: Son palabras que indican la extensión a la que se refieren las generalizaciones. Expresiones que incluyen toda una gama de experiencias en un mismo significado.
Todos los veranos sucede lo mismo
¿Todos los veranos?
Nadie comprende la situación.
¿No hay alguna persona que la comprenda?
2. Operador modal: Frases como "puedo", "no debo", "tengo que", etc. Constituyen limitaciones acerca de personas o situaciones (y que suponen una limitación del modelo mismo del sujeto). Suelen referirse a creencias. Desde el enfoque gestáltico, la mayoría de ellos corresponden a introyectos o mandatos. Reglas que metafóricamente "nos tragamos" sin cuestionarlas.
No puedo decírselo.
¿Qué te lo impide?
Él debe hacerlo.
¿Qué pasaría si no lo hiciera?
Tengo que ir allí.
¿Qué pasaría si no fueras?
3. Pérdida de concreción: Afirmaciones que dan por supuesto algo que no se especifica.
Tendrías que comportarte de otro modo.
¿De qué modo específicamente?
Él ya sabe muy bien lo que tiene que hacer.
¿Qué es lo que tiene que hacer?
ELIMINACIONES
La eliminación es un proceso mediante el cual prestamos atención selectivamente a ciertas dimensiones de nuestra experiencia al mismo tiempo que excluimos otras. La eliminación reduce el mundo a dimensiones en que nos sentimos capaces de manejar y puede ser útil en ciertos contextos, y en otros, sin embargo, ser origen de discordia y sufrimiento. Se clasifican en:
1. Omisión simple: Parte del material ha sido eliminado de la frase. El objetivo del metamodelo en este caso es recuperar la información perdida.
Soy incapaz.
¿Incapaz de qué?
Estoy más preparado…
¿Más que quién? ¿Más que cuándo?
Ahora mi equilibrio es mejor…
¿Mejor que cuándo? ¿Mejor que el de quién?
Soy un desastre…
¿Para qué? ¿Para quién?
2. Falta de índice referencial: Se hace referencia a una persona, lugar o cosa sin especificarla concretamente. En este caso se trata de especificar esa persona, lugar o cosa.
Los acontecimientos me hicieron cambiar de idea.
¿Qué acontecimientos? ¿A qué idea te refieres?
Debería hacer algo…
¿Qué cosa?
La gente me asusta.
¿Qué gente? ¿Quién específicamente?
Esta es la última vez.
¿La última vez de qué?
No volveré a hacerlo.
¿A hacer qué?
3. Omisión de comparación: Referencia no explícita en la estructura superficial. Se realizan comparaciones sin referencia utilizando: mejor/peor, difícil/fácil, bueno/malo, más/menos, etc.
Es mejor no decir nada
¿Mejor que qué, específicamente?
4. Verbos inespecíficos: Se utilizan verbos que no clarifican el significado real de la frase.
Lo voy a hacer yo solo.
¿Vas a hacer qué?
Esto me encanta.
¿Cómo te encanta?
Si empiezas otra vez me voy.
¿Si empiezo con qué, de qué manera?
Bibliografía
La estructura de la Magia I, R. Bandler y J. Grinder: Editorial: Cuatro Vientos
Ontología del Lenguaje, Rafael Echeverría – Editorial: Gránica
Manual Practitioner en PNL, Axel Persello y equipo. Editorial IAFI
Wikipedia
Autor
Axel Persello,
Director de IAFI Internacional.
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INSTITUTO AMERICANO DE FORMACION E INVESTIGACION