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Efecto multiplicador

Enviado por maria_pestana


    1. Mercado de bienes y servicios
    2. Multiplicador de la inversión
    3. Equilibrio en el mercado de bienes y servicios
    4. La demanda de inversión y el multiplicador keynesiano
    5. El multiplicador del gasto público
    6. El modelo del acelerador
    7. Conclusión
    8. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN

    Multiplicador fue originalmente introducido por R. F. Kahn, un aumento de la inversión eleva la producción y el empleo; un descenso los reduce, el efecto multiplicador; a un incremento de la inversión, pero en forma multiplicada, el Producto Nacional Bruto crece en mayor cantidad que la invertida toda se centra.

    Es un juego disminución de la inversión y crecimiento de la misma.

    Bajo el modelo de una economía simplificada, el PNB es igual a la Renta Nacional. El multiplicador adquiere particular relevancia al considerar el efecto que puede tener como factor de estímulo a la demanda agregada en una economía.

    El modelo de Keynes alcanza la plena madurez de su pensamiento en materia económica en momentos en que el mundo se encontraba sumiso en la gran depresión de los años 30.

    En el mundo Keynesiano, la economía puede presentar largos períodos de persistente desempleo, el profundizar en el tema de los mecanismos e instrumentos.

    El efecto multiplicador es referido al aumento sobre la economía ya que permitirá un aumento de las rentas de los factores de la industria de bienes de inversión.

    Ciertos factores pueden operar para restringir la amplitud del proceso de multiplicación, lo que resulta en una reducción del valor multiplicador en relación con la cifra normal o en una cifra normal comparativamente mas baja.

    Un crecimiento en lo gastos del estado incrementa la producción y lógicamente una reducción en la compra de bienes y servicios reduciría su nivel de equilibrio. Es aquí donde el efecto multiplicador juega un papel importante en la economía.

    MERCADO DE BIENES Y SERVICIOS

    CONSUMO

    Es la parte del ingreso que las economías domésticas destinan a la adquisición de bienes y servicios (excepto la adquisición de viviendas). Es el mayor componente del producto nacional y el que presenta un comportamiento más estable a lo largo del tiempo. Los gastos en consumo se pueden dividir en tres categorías:

    1. bienes duraderos (televisores, automóviles)
    2. bienes perecederos (alimentos, vestidos)
    3. servicios (transporte, servicios sanitarios)

    AHORRO

    Es la parte del Ingreso Personal Disponible que utilizan las economías domésticas para aumentar su riqueza, o dicho de otra forma es la parte de la renta personal disponible que no se consume.

    INVERSIÓN

    Parte del ingreso no consumido que se destina a la adquisición o reposición de bienes de capital y/o al aumento de las existencias.

    Entonces

    FUNCIÓN DE CONSUMO

    Especifica el nivel de gasto de consumo planeado o deseado correspondiente a cada nivel de renta disponible.

    En cuanto a la función de consumo, Keynes supuso que el consumo aumenta cuando aumenta la renta, pero en una proporción menor a como la hace ésta. Ello se debe a que, conforme aumenta la renta, los individuos destinan una mayor cantidad de la misma al ahorro.

    PROPENSIÓN MARGINAL AL CONSUMO (PMgC):

    Es la proporción de un peso en que aumenta el consumo cuando la renta aumenta un peso. Es la pendiente de la función de consumo.

    PROPENSIÓN MEDIA AL CONSUMO (PMeC):

    Es la relación entre el consumo total y la renta total.

    Respecto de la PMgC, una hipótesis keynesiana básica sostiene que un aumento de la renta genera un aumento en el consumo menos, es decir que la PMgC es siempre positiva y menor a la unidad.

    Respecto de la PMeC, Keynes sostenía que era decreciente; esto es que, como porcentaje de la renta, la cantidad dedicada al consumo disminuye al aumentar la renta. Luego se demostró que es así sólo en el corto plazo y que, en el largo plazo, la PMeC permanece aproximadamente constante.

    DESAHORRO

    Cuando hay un nivel de renta igual a cero, pero igualmente existe un consumo autónomo, estamos ante un nivel de ahorro negativo o desahorro.

    En el punto A es cuando f (c) cruza la bisectriz, momento en que se consume todo el ingreso.

    El punto B, es el punto de equilibrio. Todo lo que se produce se demanda S = I.

    El hecho de que la función de consumo comience donde lo hace implica que hay consumo aunque no haya renta.

    PROPENSIÓN MARGINAL AL AHORRO (PMgS):

    Es la proporción que se ahorra de una unidad adicional de renta.

    Como la renta se consume o ahorra, tenemos que:

     PROPENSIÓN MEDIA AL AHORRO (PMeS):

    Es la razón entre el ahorro total y la renta total

    Dado que la renta se consume o sea ahorra, la suma de las propensiones medias a consumir y a ahorrar tiene que ser igual a la unidad, y otro tanto ocurre con las propensiones marginales.

    DEMANDA AGREGADA

    Suma del gasto planeado de consumo y el gato planeado de inversión.

    MULTIPLICADOR DE LA INVERSIÓN

    La idea básica asociada con el concepto de multiplicador es que un aumento en el gasto originará un aumento mayor de la renta de equilibrio.

    El multiplicador designa el coeficiente numérico que indica la magnitud del aumento de la renta producido por el aumento de la inversión en una unidad; es decir que es el número que indica cuántas veces ha aumentado la renta en relación con el aumento de la inversión.

    En un modelo keynesiano es la inversa de la PMgS, es decir

    Y como:

    El multiplicador puede expresarse como:

    Lo que refleja el multiplicador es la magnitud del aumento de la renta producido por el aumento de la inversión en una unidad.

    A mayor PMgC, mayor multiplicador.

    Hasta ahora se ha visto un modelo de 2 sectores.

    En un modelo de 3 sectores, se incorpora el Sector Gobierno, que genera el Gasto Público, el cual se computa a valores de costo, ya que el Gobierno constituye un monopolio.

    Entonces:

    Y en un modelo de 4 sectores se incorpora a los ya nombrados Empresa, Familias y Gobierno, el Sector Externo, con lo cual la demanda agregada queda de la siguiente manera:

    Xn: Exportaciones netas, es decir la diferencia entre exportaciones e importaciones.

    La inversión es autónoma respecto del ingreso; varía según la tasa de interés.

    Los impuestos proporcionales reducen la proporción que se consume de una unidad adicional de renta.

    Eficiencia marginal del capital: o tasa de rentabilidad de una inversión. Es el beneficio que genera la inversión, descontando de esos beneficios futuros los intereses pagados para financiar dicha inversión.

    Hay pues una relación inversa entre inversión y tasa de interés (a mayor tasa, menor inversión).

    La eficiencia marginal del capital debe ser mayor que la tasa de interés para que la inversión se efectúa.

    Los volúmenes de inversión están se conectan por la relación existente entre ambas tasas (interés y rentabilidad).

    Por tanto:

    : inversión autónoma.

    b: coeficiente de sensibilidad a la tasa de interés, respecto de la inversión.

    i: tasa de interés.

    Cuanto más baja es la tasa de interés, se estimula el crecimiento de la inversión, lo cual aumenta a su vez la demanda agregada.

     EQUILIBRIO EN EL MERCADO DE BIENES Y SERVICIOS

    En un modelo de 2 sectores tenemos que:

    Teniendo en cuenta que:

    Llegamos a:

    De esta última ecuación, aislamos los componentes autónomos

    Entonces:

    Condición de equilibrio

    Esta condición de equilibrio se llama curva IS, ya que la igualdad entre ahorro e inversión es requisito para el equilibrio.

    El mercado de bienes y servicios se encuentra en equilibrio cuando, al nivel de precios vigente, el nivel de producción ofrecido es igual a la demanda agregada.

    LA DEMANDA DE INVERSIÓN Y EL MULTIPLICADOR KEYNESIANO

    El segundo componente de la demanda agregada es la demanda de inversión. Las decisiones de inversión las toman los empresarios en función de sus proyectos, del estado de la tecnología y, sobre todo, en función de sus expectativas, es decir,  de sus previsiones sobre el porvenir de los negocios y de la situación económica. La demanda de inversión puede considerarse por tanto una cantidad fija, independiente del volumen de renta que se genere en el país.

     El punto en el que la demanda agregada corta a la bisectriz es, lógicamente, el punto en el que la renta se iguala a la demanda agregada y determina por tanto el volumen de producción real, Yr, que se generará en el país. No hay nada que indique si esa producción real coincide o no con la producción potencial.

    El aumento en la cantidad de inversión provocará el aumento de la producción real. Es más, un incremento en las decisiones de invertir de los empresarios tendrá un efecto multiplicador sobre la economía ya que permitirá un aumento de las rentas de los factores de la industria de bienes de inversión; parte de este aumento se destinará a consumo lo que provocará aumentos en cascada en las rentas de otros factores. Para determinar la cuantía de ese efecto multiplicador veremos un ejemplo sencillo.

     Cada aumento en la demanda provoca un aumento igual de la producción y la renta. Parte del aumento en las rentas provocará un nuevo aumento de la demanda en la proporción determinada por la propensión marginal al consumo. Los sucesivos aumentos formarán una progresión geométrica en la que el primer término es el aumento de la inversión decidido por los http://www.eumed.net/cursecon/ppp/multiplicador.ppt/t_blank

    empresarios y la razón es la PMaC. El efecto total, la suma  de los miembros de esa progresión, es igual al producto del primer miembro, la inversión inicial, por el inverso de uno menos la razón. Este número, el inverso de la propensión marginal al ahorro recibe el nombre de multiplicador.

    En una economía simple como la que estamos analizando, sin gobierno ni sector exterior, para que  la demanda y la oferta agregadas coincidan es necesario que la inversión complemente la parte de la renta no consumida, es decir, que la inversión y el ahorro sean iguales. Pero no hay ningún mecanismo que garantice que esto pueda suceder. Las decisiones de ahorrar las toman las familias y dependen, como hemos visto, de su nivel de renta y de la PMaC. Por tanto no hay ninguna razón por la que la cantidad de dinero ahorrado y la cantidad de dinero invertido deban ser iguales: Ambas están determinadas por decisiones tomadas por diferentes personas con diferentes criterios. Si las familias deciden aumentar el volumen de los fondos que mantienen ahorrados, reducirán su consumo, por lo que teniendo en cuenta el efecto multiplicador, las rentas se contraerán en una cuantía muy superior. Este es el fenómeno llamado la paradoja de la frugalidad: la frugalidad puede provocar disminución del ahorro.

    Esta tabla muestra un ejemplo supuesto del EFECTO MULTIPLICADOR

    1ª Fase

    Los empresarios deciden aumentar su demanda de máquinas-herramienta en 100 millones de €

    Las rentas de los productores de máquinas-herramienta aumentan en 100 millones de €

    2ª Fase

    Los productores de máquinas-herramienta deciden aumentar su consumo de electrodomésticos en 80 M €

    Las rentas de los productores de electrodomésticos aumentan en 80 M €

    3ª Fase

    Los productores de electrodomésticos deciden aumentar su consumo de textiles en 64 M €

    Las rentas de los productores de textiles aumentan en 64 M €

    4ª Fase

    Los productores de textiles aumentan su consumo de alimentos en 51,2 M €

    Las rentas de los productores de alimentos aumentan en 51,2 M €

    . . .

    . . .

    . . .

     

    Cada nuevo aumento en el consumo es igual al anterior multiplicado por 0,8, la pmc.

    El aumento total en la renta real será la suma de la serie de arriba:

    100 + 80 + 64 + 51,2 …

    El resultado es 500 M €

    Estas Fueron sus Palabras

    Cuanto más rica sea la comunidad, más amplia tenderá a ser la brecha entre sus producciones real y potencial y, consiguientemente, más obvios y escandalosos los defectos del sistema económico. Una comunidad pobre estará dispuesta a consumir la mayor parte del total de su producción, de tal modo que será necesario un volumen muy modesto de inversión para alcanzar el pleno empleo; mientras que una comunidad rica tendrá que descubrir muchas más amplias oportunidades de inversión para que las propensiones a ahorrar de sus miembros más ricos sean compatibles con el empleo de sus miembros más pobres.

    (John M. Keynes, Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero, 1936)

    EL MULTIPLICADOR DEL GASTO PÚBLICO

    Continuando con el estudio del modelo y las propuestas keynesianos, vamos a analizar ahora el efecto del consumo público, de los gastos y los ingresos del estado, sobre la demanda agregada.

    No hay ningún mecanismo automático que haga que la renta de equilibrio coincida con la producción de pleno empleo. La renta de equilibrio -en otras palabras, el valor de los bienes y servicios que el sistema tiende a producir- está determinada por la  demanda agregada. Si ésta estuviese formada exclusivamente por el consumo privado y la inversión de los empresarios, sería mucha casualidad que coincidiesen producción real y producción de pleno empleo; los deseos de ahorro de las familias y las expectativas de los empresarios no tienen por que conjuntarse en la proporción y cuantía exacta requeridas. Es más, si en algún momento coincidiesen, el resultado sería muy inestable ya que las expectativas de los empresarios cambian continuamente, cíclicamente.

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    Los economistas neoclásicos consideraban que el sistema económico mostraba una tendencia natural hacia un equilibrio con pleno empleo. Contrariamente a esas previsiones, la Gran Depresión de los años treinta puso en evidencia que era posible contemplar una situación estable de depresión y que el desempleo podía permanecer durante largos períodos.

    Pero el pesimismo del análisis keynesiano vino acompañado de la receta para la corrección de esas situaciones: la política fiscal del gobierno -la manipulación de los impuestos y los gastos del sector público- podía reconducir la demanda agregada hasta la altura exacta que permitiera una producción sostenida de pleno empleo.

     Los gastos del gobierno están formados por sus compras de bienes y servicios y por las transferencias: las pensiones de invalidez y jubilación, subsidios de desempleo y subvenciones a las empresas, entre otras. En general, los gastos del Estado suponen un aumento de la demanda agregada. La determinación de la cuantía de esos gastos es una decisión política exógena, http://www.eumed.net/cursecon/ppp/D=C+I+G.ppt/t_blank

    es decir, independiente de la renta; por tanto puede ser considerada, al igual que hicimos con la inversión en el tema anterior, como de cuantía fija.  Pero esta vez sí: ahora la cuantía puede ser ajustada para que la producción real coincida con la producción de pleno empleo.

    La incidencia de los gastos del gobierno sobre la renta real también recibe el efecto multiplicador. Los mismos argumentos que estudiamos en el epígrafe anterior para comprender el efecto multiplicador de las decisiones de inversión sirven también ahora para explicar que un aumento en los gastos del gobierno por valor de 100 puede provocar un aumento en la renta de 500.

    Pero no se puede olvidar que existen también ingresos públicos. Los impuestos, al detraer dinero de las rentas de las familias, desplazan la demanda agregada en sentido descendente. La consiguiente disminución en la renta real se verá afectada igualmente por el efecto multiplicador. A pesar de todo, el efecto conjunto de una subida igual en los gastos públicos y en los impuestos será beneficioso. Este efecto es el llamado "multiplicador de Haavelmo". La explicación  es que los impuestos están no sólo haciendo disminuir el consumo sino provocando además una disminución en los ahorros. Si todo lo que detrae el gobierno en forma  de impuestos es gastado, el efecto sobre la demanda agregada será ascendente, la cantidad ahorrada en el sistema disminuirá, y la renta real subirá.

    Hay que tener en cuenta sin embargo que el efecto de los impuestos puede ser mucho más complejo. Si los impuestos son proporcionales o progresivos, provocarán que la pendiente de la función de demanda agregada varíe y como consecuencia de ello quedarán también afectados la propensión marginal al consumo y el efecto multiplicador.

    EL MODELO DEL ACELERADOR

    El modelo del acelerador es una explicación de los ciclos económicos basada en la teoría keynesiana del multiplicador. La inversión fluctúa en mayor medida que el consumo debido a que pequeños aumentos en el consumo provocan aumentos en la inversión porcentualmente elevados. Pero para que la inversión continúe siendo positiva no es suficiente con que el consumo permanezca alto: debe continuar creciendo. Si el consumo se estanca, la inversión disminuye.

    Imaginemos el comportamiento inversor de una empresa fabricante de jerséis. Supongamos que la empresa tiene 10 máquinas de tricotar valoradas en 50 millones de pesetas y que cada una produce jerséis por valor de 10 Millones; si las máquinas tienen una vida media de diez años podemos calcular que cada año se estropeará una.

    Mientras las ventas se mantengan estancadas será suficiente con mantener el número de máquinas suficientes para satisfacer la demanda por lo que la inversión se limitará a reponer las máquinas que se vayan deteriorando: por tanto en el año 2º la inversión neta, IN, será cero, y la inversión bruta, IB, 5 millones.

    En el año 3º hay un aumento en la demanda por lo que la empresa aumenta el número de máquinas; la inversión aumenta y si el fenómeno es general en la economía, la inversión agregada tendrá un efecto multiplicador en cadena provocando nuevos aumentos en la demanda. En el año 4º continúa el aumento de la demanda al mismo ritmo por lo que la inversión permanece constante. En el año 5º la demanda aumenta en menor cuantía por lo que la inversión es menor que el año anterior; el efecto multiplicador tiene efectos contractivos sobre la demanda. En el año 6º el estancamiento de la demanda provoca nuevas disminuciones en la inversión. En el año 7º la contracción de la demanda provoca que la inversión llegue incluso a ser negativa. Finalmente, en el año 8º de los considerados es suficiente con que la contracción de la demanda se detenga para que la inversión vuelva a recuperarse iniciando así una nueva fase expansiva.

    Las proposiciones del modelo del acelerador pueden resumirse en las siguientes ideas:

    La inversión fluctúa más ampliamente que el consumo. Es más volátil.

    La inversión alta provoca aumento del consumo.

    Pero lo contrario no es cierto, el consumo alto no provoca aumento de la inversión.

    Para que haya inversión es necesario que el consumo esté creciendo.

    Para que la inversión crezca es necesario que el crecimiento del consumo se esté acelerando.

    Como el consumo no puede acelerarse indefinidamente, su estancamiento, aunque sea a un nivel elevado, contraerá las inversiones provocando el paso a la fase recesiva.

    CONCLUSION

    Para los economistas clásicos en el sistema económico existen mecanismos auto correctores que eliminan los desajustes, siendo por tanto innecesaria la intervención estabilizadora estatal.

    El punto de vista clásico sobre la política presupuestaria puede resumirse en los tres puntos siguientes:

    1. Limitar el gasto publico en lo posible.

    2. Neutralidad de los impuestos, en cuanto que no deben alterar la situación material relativa de los contribuyentes. Los gastos deben obedecer a los costes de los servicios sin pretender alterar las posiciones de los ciudadanos.

    3. El equilibrio presupuestario anual debe ser la norma presupuestaria básica, pues los gastos deben financiarse con los impuestos.

    La revolución keynesiana

    La crisis de 1929 vino a cuestionar la virtualidad del modelo clásico. Como alternativa al mismo surgió el modelo keynesiano, en el que no existe un mecanismo automático que retome la economía al pleno empleo. La rigidez de los precios a la baja es lo que explica las situaciones de equilibrio con desempleo de los recursos pasando a constituirse la demanda agregada en la variable clave del sistema. Desde una perspectiva keynesiana, si tiene lugar una recesión motivada por un nivel de demanda insuficiente, habrá de ser la actuación del sector publico la que sitúe dicha demarida en el nivel compatible con el pleno empleo de los recursos.

    La política económica de los poskeynesianos Keynes limito la actuación del sector publico, pues acepto la norma de equilibrio presupuestario clásico, pero teniendo en cuenta la duración del ciclo económico. Los primeros poskeynesianos, sin embargo, para lograr el pleno empleo, defendieron el recurso a la política fiscal con mas ardor que el propio Keynes.

    Consideraron los ingresos, los gastos y la deuda pública exclusivamente como instrumentos destinados a conseguir el mantenimiento de un nivel alto y estable de empleo con precios constantes. En este contexto surgió el presupuesto de estabilización automática que pretendía adecuar los programas de ingresos y gastos públicos a los movimientos de la renta. Asimismo, se afirmo la posibilidad y necesidad de estabilizar la economía mediante la utilización de políticas fiscales, considerando como objetivos tanto la compensación de las fluctuaciones cíclicas como la consecución del producto potencial de plena empleo mediante una política dirigida a estimular la inversión y situar la demanda agregada en su nivel adecuado.

    De esta forma, pues, la actuación estabilizadota del sector público paso, de ser considerada como provisional y transitoria, a tener un objetivo dinámico con validez permanente.

    La critica monetarista

    Los éxitos de esta actuación se reflejaron en los fuertes ritmos de crecimiento económico de la mayor parte de los países occidentales, en los que dichas políticas se pusieron en practica en la década de los sesenta y principios de los setenta. No obstante, los graves problemas inflacionistas generados, al menos en parte, por esta actuación del sector publico y derivados en gran medida de su forma de financiación, junto con la aparición de la inflación con estancamiento, posibilitaron el relanzamiento de otros enfoques macroeconómicos que niegan ó matizan la eficacia de las acciones fiscales discrecionales. Destaca entre estos últimos la visión monetarista, que concede un papel dominante a los impulsos monetarios en las fluctuaciones económicas, oponiéndose a los desarrollos poskeynesianos al destacar que en toda actuación fiscal existen dos componentes: un efecto fiscal puro y otro que depende de las repercusiones financieras de la acción practicada, y que generalmente tiene gran importancia. Los monetaristas propugnan el abandono de las políticas discrecionales de estabilización y su sustitución por «normas» ó «reglas», que se concretan, en cuanto a la política fiscal, en el mantenimiento del equilibrio presupuestario.

    En general, los monetaristas argumentan que la política fiscal no es aconsejable, pues toda actuación expansiva, vía aumento del gasto publico, generara en línea con lo anteriormente señalado un desplazamiento de la actividad económica privada.

    Solo si los déficit ocasionados por los aumentos del gasto publico se financian por nuevas emisiones de dinero, la política fiscal puede tener un efecto apreciable sobre la actividad económica, pero, en realidad, el efecto es atribuible a la variación de la cantidad de dinero.

    Los economistas neoclásicos consideraban que el sistema económico mostraba una tendencia natural hacia un equilibrio con pleno empleo. Contrariamente a esas previsiones y la gran depresión de los años 30 puso en evidencia que era posible contemplar una situación estable de depresión y que el desempleo podía permanecer durante largos períodos.

    Pero el análisis Keynesiano vino acompañado con la receta para la corrección de esas situaciones: La política fiscal del gobierno, la manipulación de los impuestos y los gastos del sector público, podían reconducir la demanda agregada hasta la altura exacta que permitiera una producción sostenida de pleno empleo.

    Las decisiones de inversión sirven también para explicar que un aumento de 1% provoca un aumento de la renta de un 5%, tomando en cuenta que la inversión fluctúa mas ampliamente que el consumo, o el contrario un consumo alto no provoca aumento de la inversión.

    Para que la inversión luzca es necesario que el crecimiento del consumo se esta acelerando y esto es parte del efecto multiplicador.

    BIBLIOGRAFÍA

    Francisco Mochon "Economia", McGraw-Hill, Tercera Edición

    www.copernick.com

    www.auyantepui.com

    www.monografias.com

    María Fátima Pestana

    Analista L.P.H.