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El último día de Jesucristo en la Tierra… (página 2)

Enviado por mario zapata


Partes: 1, 2

Dejando de lado las sesudas y metódicas investigaciones que existen al respecto sobre el Síndone de Turín, el Profesor Bruno Barbesis realiza unos cálculos basándose en los principios de estadística simple:

Si lanzamos una moneda al aire, se tiene una probabilidad sobre dos (1/2) que se obtenga el lado de la moneda pre elegida; si se lanza al aire un dado, la probabilidad de que se obtenga la cara del dado con el numero pre establecido será de uno sobre seis (1/6). Si lanzamos al aire simultáneamente la moneda y el dado, la probabilidad que se obtenga simultáneamente el lado de la moneda y la cara del dado pre señalados, será de uno sobre doce (1/2 x 1/6 = 1/ 12).

Barbesis toma en consideración siete características más significativas a Jesús de Nazaret de los relatos evangélicos, y del hombre que se avizora en el Síndone, y calcula cuántas son las probabilidades que tales características se hayan reunido contemporáneamente sobre un mismo hombre que haya sufrido el suplicio de la crucifixión.

  • No todos los muertos por crucifixión tuvieron el "privilegio" de ser envueltos en un lienzo fúnebre, puesto que este tipo de castigos estaba reservado para esclavos, bandidos, asesinos, y el vejamen continuaba aun después de la muerte con el desprecio al cadáver, el cual era arrojado a una fosa común apenas eran descendidos del estipe. Una probabilidad sobre cien (1/100).

  • Ningún documento histórico refiere que algún ajusticiado se le haya puesto sobre su cabeza un yelmo de espinas. El profesor limita una lejanísima probabilidad de uno sobre cinco mil (1/ 5000). – Solo en ocasiones el condenado debía de cargar el patibullum sobre sus hombros y espaldas hasta el lugar donde se encontraba el estipe. Las huellas de tal hecho se evidencia en el hombre del Síndone, Probabilidad: uno sobre dos (1/2).

  • El condenado se podía fijar a la cruz por medio de clavos o mediante ataduras con sogas. Probabilidad: uno sobre dos (1/2).

  • El manto revela que el hombre al cual albergo, presenta una herida al costado derecho. Lo usual era que los verdugos quebraran los huesos de las piernas de los condenados. Probabilidad: uno sobre diez (1/10).

  • Dada la cercanía de la Pascua Judía, el hombre del Síndone fue envuelto en un lienzo apenas descendido de la cruz, no hubo tiempo para lavarle prolijamente antes de colocarle en la cripta mortuoria. Probabilidad: uno sobre veinte (1/20)

  • El Síndone no lleva vestigios de haber albergado a un cadáver en descomposición o en proceso. Y el cadáver de Jesús no permaneció por más de 30 horas. Probabilidad: uno sobre quinientos (1/500).

La probabilidad conjunta es el producto de las probabilidades individuales:

1/100 x 1/500 x 1/2 x 1/2 x 1/10 x 1/20 x 1/500 = 1/ 200 000 000 000

De ello se deduce:"SOBRE 200 000 MILLONES DE CRUCIFICADOS, UNO SOLO PUEDE HABER TENIDO LAS MISMAS CARACTERISTICAS IDENTICAS COMUNES JESUS Y AL HOMBRE DE LA SÍNDONE".

El último día

Huellas de la flagelación en el Hombre del Síndone, las heridas estaban distribuidas en todo el cuerpo, por delante y detrás.

El jueves del año 29, Jesús celebró la cena de pascua con sus discípulos, y les habló de su inminente traición y muerte como sacrificio por los pecados de la humanidad.

Durante la cena, bendijo el pan y el vino, llamó al pan su ''cuerpo" y al vino su "sangre de la alianza, que será derramada por muchos para remisión de los pecados" (Mateo, 26,27), y pidió que lo repartieran entre todos los discípulos presentes.

Después de la última cena, Jesús y sus discípulos fueron al Cerro de los Olivos, donde según Mateo (26, 30 – 32), y Marcos (14, 26 – 28), les aseguró que resucitaría de la muerte que estaba próxima.

Al presentir que la hora de su muerte estaba cerca, se retiró al huerto de Getsemaní, donde, "lleno de angustia" (Lucas; 22, 44), meditó, oró y "su sudor se convirtió en grandes gotas de sangre que caían hasta el suelo". Luego, un séquito de soldados romanos y guardias levitas enviados por los sacerdotes y ancianos judíos, conducidos por Judas de Iscariot, le arrestaron en el huerto.

Según Juan (18, 13 – 24), primero le condujeron ante Anás, suegro del máximo sacerdote Caifás, para un interrogatorio preliminar. Luego fue conducido aproximadamente a la una de la mañana al Sanedrín Político, donde Caifás pidió a Jesús que declarase si era "el Mesías, el hijo de Dios" (Mateo; 26, 63). Por esta afirmación (Marcos; 14, 62), el concejo le halló culpable de blasfemia, luego, los guardias le vendaron, le escupieron y le pegaron en el rostro con los puños.

Poco después del amanecer, presumiblemente en el templo, Jesús es juzgado ante el Sanedrín Religioso (compuesto de fariseos y saduceos), y nuevamente fue hallado culpable de blasfemia, un crimen que se castigaba con la muerte. Para llegar a este castigo, los judíos debían recurrir a la autoridad romana, por lo que Jesús es llevado temprano por la mañana al Pretorio de la Fortaleza Antonia, asiento del Gobernador Poncio Pilatos, Procurador de Judea. Antes del juicio, Pilatos le preguntó si era el "Rey de los Judíos", Jesús le contestó: "Tú lo has dicho" (Marcos, 15,2). Pilatos intentó varios recursos para salvarle antes de dejar la decisión final en manos de la muchedumbre. No obstante, el populacho insistió en su muerte instigados por los sacerdotes, Pilatos (Mateo, 27,24) no tuvo más alternativa y ordenó su ejecución. Previamente ordenó se le flagelase en extremo a Jesús.

Jesús fue llevado de la Fortaleza Antonia camino al Gólgota, para ser crucificado. Durante su trayectoria tuvo que cargar un pesado madero sobre sus malheridos hombros y espalda producto de la flagelación, lo que aunado a su extrema debilidad le provocó hasta tres estrepitosas caídas en su penosa marcha. Dos ladrones fueron también crucificados con él, uno a cada lado. En la cruz, sobre la cabeza de Jesús escribieron su acusación "lesus Nazarenus Rex ludaeorum" ("Jesús Rey de los Judíos), o INRI, como se le conoce abreviadamente.

Aproximadamente a las tres de la tarde, Jesús expiró tras lanzar una última exclamación. Al caer el día, su cuerpo fue descendido, y como estaba cerca el "Sabbat" (día festivo de los judíos), tiempo durante el cual no está permitido el enterramiento, fue rápidamente cubierto su cuerpo por un manto mortuorio y depositado en una tumba cercana cedida por José de Arimatea (Juan 19, 39-42).

Cálculo del gasto energético el día del acontecimiento

Para ello debemos suponer lo que ingirió Jesús en "la última cena" según las costumbres de aquella época, y realizar los cálculos en base a la talla que demuestra el individuo que está en el Síndone de Turín (1,85 mts), y según la Tabla de Evaluación Nutricional, el peso de Jesús era de 78,1 Kg.

Ultima cena de Jesús: 1 porción de cordero: 253 Kcal, 4 vasos con vino aguado: 96 Kcal, 1 porción de pan sin levadura: 151 Kcal, 1 porción de almendras: 136,75 Kcal, 1 porción de pasas: 67 Kcal. INGRESOS ENERGÉTICOS TOTALES: 703,75 Kcal.

El gasto energético de un individuo normal proviene básicamente de la Tasa metabólica Basal (TMB), la Termogénesis Dietaria (TD) y la Tasa de Actividad Física (TAF). La TMB es la producción de calor de un organismo medida de 12 a 18 horas después de la ingesta de comida y con el organismo en completo reposo muscular. La TD corresponde al aumento en la TMB que se presenta como consecuencia de los procesos de digestión, absorción y metabolismo de los nutrientes administrados al intestino o a la circulación. La TAF es la que corresponde a la actividad física y puede llegar a ser del 800% de la TMB durante breves períodos de ejercicio violento. (NOTA DEL AUTOR: estos cálculos y los siguientes son conservadores, y tal vez nunca se aproximen al esfuerzo, desgaste y sufrimiento que llegó a padecer Jesucristo durante esas amargas 19 horas de suplicio.)

De los anterior se deduce que Jesús de Nazaret tuvo una seria deficiencia de aportes energéticos (- de 2612,71 Kcal), carencia que se iba a manifestar en las horas siguientes de suplicio y posterior crucifixión.

CANTIDAD DE ENERGÍA APLICADA CON EL FLAGRUM SOBRE EL CUERPO DE JESÚS.

Las huellas de los latigazos están distribuidas en abanico alrededor el cuerpo, convergiendo hacia los lados, las cuales serian un indicio de la posición de los verdugos.

El flagrum, era un instrumento de tortura, consistía en un mango de madera del que partían dos o más correas estrechas de cuero, y cuyos extremos terminaban en dos trozos de bolas metálicas. Para efectos del cálculo se considerara un látigo de dos ramales con ápices rematados en bolas metálicas de 1 cm de diámetro, espaciadas entre ellas por 0,5cm., el peso que se le asigna a cada una de esas esferas es de 40 g., por lo que el área lesionada por las bolas metálicas es de 2,5 cm2. La velocidad de desplazamiento del flagrum es estimada en unos 60 m/ seg.

Imagen tomada de la película "la Pasión de Cristo", dirigida por Mel Gibson. Muestra la posición en la que fue flagelado Jesús, y el instrumento con el que se le aplico el castigo.

Cálculo de la energía aplicada:

E = mv2/2

E = (0,16) (60)2/2

E = 288 Newton; pero 0,5 N = 4,41 Kg, entonces:

E = 32,65 Kg.

Poder de Parada (Stopping Power)

Es la energía de un proyectil, en kilos, multiplicada por la superficie de impacto en centímetros cuadrados, según sus consecuencias patológicas:

Stopping Power (StP) Efecto

< 15 unidades shock ligero.

16 – 35 unidades shock moderado reversible.

>35 unidades shock severo irreversible

En Jesús: StP = 32,65 x 2.5

StP = 81,63 unidades.

Según el cálculo anterior, el violento castigo le produjo a Jesucristo lesiones de consideración, y por la magnitud, un shock se carácter irreversible.

MASA ORGÁNICA COMPROMETIDA EN EL CASTIGO POR EL FLAGRUM

El área comprometida por cada impacto de los dos ramales del flagrum es de 5 cm2, la fuerza con que las bolillas de comprometen desde la superficie corporal hacia el interior de cuerpo, sería de 5 mm, de ello se deduce que el volumen contusionado es de 2,5 cm3. Dado que recibió 120 latigazos, la superficie lesionada es de 600 cm2 y un volumen de 300 cm3, o de 0,3 litros. Éste es un gran volumen de tejido contusionado; las células, destruidas y con sus membranas abiertas, liberarían su contenido al medio, provocando un cataclismo biológico. Cada uno de los golpes provocó un hematoma, y 120 hematomas causan una extravasación sanguínea que dará lugar a hipovolemia e iniciará un shock hemodinámico.

Balance hídrico de Jesús de Nazaret

El tiempo en el que Jesús permaneció sin ingerir líquido fue de 19 horas (de las 8 pm. del día jueves a 3 pm. del viernes en que ocurrió su deceso. Los cálculos son moderados y como mencioné anteriormente, tal vez no se acercan a los valores reales.

  • Pérdida de líquidos:

  • Pérdidas sensibles:

Orina: 62,5 mi / hora = 62,5 x 19 = 1187,5 ml.

Heces: 8 mi / hora = 8 x 19 = 152 ml.

  • Pérdidas insensibles:

Piel + Pulmones: 50 mi / hora = 50 x 19 = 950 ml.

PÉRDIDA TOTAL DE LÍQUIDOS: 2289,5 mi / 19 horas.

  • Ingreso de líquidos:

  • Ingresos sensibles:

Líquidos orales: 800 ml. (4 vasos con vino aguado)

Alimentos sólidos: 150 ml .ingresos insensibles:

Agua metabólica: 15 ml / hora = 15 x 19 = 285 ml.

INGRESO TOTAL DE LÍQUIDOS: 1235 mi / 19 horas.

BALANCE HIDRICO EN 19 HORAS: 1235 – 2289,5 = – 1054,5 ml.

En 19 horas, Jesús presentó una pérdida de 1054,5 ml. Es evidente que presentaba un cuadro de deshidratación, lo cual sumado a las pérdidas de sangre por el castigo propinado con el flagrum, favoreció la aparición del shock hipovolémico.

Trabajo realizado por el músculo deltoides de Jesús en la cruz

La distancia teórica entre los clavos de las muñecas y una línea horizontal (imaginaria) que pasara por el centro de ambas articulaciones de los hombros, sería de 26,5 cm aproximadamente, esta es la altura a la que debía de elevarse el Nazareno cada vez que practicara una de estas respiraciones algo más profundas.

Si hacemos actuar al deltoides haciendo fijas sus inserciones en el húmero, tirando hacia arriba de los hombros para elevar el peso del cuerpo, se hace patente las enormes dificultades que este ejercicio entraña. Al no contar con los músculos de las extremidades inferiores, la musculatura del hombro tenía que elevar el peso correspondiente al hemicuerpo superior y parte del extremo proximal de los miembros inferiores. De acuerdo a la Tabla de Evaluación Nutricional, el peso de Jesús bordearía los 78,1 Kg, la mencionada musculatura debía correr con la elevación de los 2/3 del peso corporal, vale decir: 52,1 kg.

De acuerdo a la fórmula:

Peso = masa x gravedad; tenemos: 52,1 x 9,8 = 510,58 Julius.

Al cronometrar el referido ascenso de 26,5 cm (0,265 mts) en unos 1,5 segundos, se deduce que la aceleración sufrida por Cristo es de:

E = Vo + 1/2 axt2

Donde:

E: distancia recorrida

Vo: velocidad inicial, en este caso es cero (0).

a: aceleración

t: tiempo invertido.

Reemplazando valores:

0,265 = % a x (1,5)2

a = 0,2355 m / seg2

La fuerza que tuvo que hacer el galileo es cada una de estas violentas elevaciones en vertical se determina por:

Peso – fuerza = masa x aceleración.

Es decir:

510,58 – F = 52,1 x 0,2335

F = 498,41 Julius.

En cuanto al trabajo desarrollado tenemos:

Trabajo = fuerza x distancia

W a 498,41 x 0,265

W = 132,07 Néwtones.

Ello arrojó una potencia de:

Potencia = trabajo / tiempo

P = 132,07/1,5

P= 88,05 vatios.

Si comparamos estos 88,05 vatios con los 75,57 que normalmente realiza la misma musculatura (ver anexo), empezamos a intuir el doloroso esfuerzo que desarrolló el masacrado cuerpo de Jesucristo en la cruz. La falta de energía, hidratación, hemorragias y dificultad respiratoria por la posición que adoptó su cuerpo en la cruz, terminaron por quebrar los últimos rescoldos de vida en su ser.

Lo que nos muestra el Síndone o sábana de Turín

En la sábana se aprecian manchas de sangre distribuidas en todo el cráneo, estas lesiones fueron provocadas por objetos punzantes a nivel del cuero cabelludo, lo cual produjo hemorragias profusas y múltiples, además de agudísimos dolores debido a la riquísima inervación sensitiva, proveniente de la rama oftálmica del nervio trigémino y de los nervios occipitales.

Estas lesiones son explicables porque la cabeza del condenado estuvo cubierta por un casco de espinas y no por una corona, como la concebimos tradicionalmente, y esto se debe a que la palabra "corona" descrita en los relatos evangélicos nos han inducido a pensar en un anillo de espinas que rodeaban como banda a la cabeza, sin embargo en Mateo (27,29), dice:

En la traducción del latín no dice peri (perímetro), sino epi (sobre). Y para que la burla fuera completa por parte de los romanos, la corona debía imitar la de las coronas reales del oriente de entonces, que tenían forma de mitra o casco.

Izquierda, representación tradicional de la "corona" que cubrió la cabeza de Jesús ("Cristo de Velásquez") y a la derecha, representación de cómo fue verdaderamente dicho artilugio colocado sobre la cabeza, dado que el hombre del Síndone tiene heridas en forma de casco.

La región occipital de la cabeza se encuentra muy maltratada, como si el casco de espinas hubiera sido frotado y apretado contra el cuero cabelludo de manera sistemática, ello hace suponer que Jesús llevo la corona durante el camino al Calvario y también en la cruz, tal vez para aumentar su suplicio cuando quisiera erguir la cabeza para tomar el anhelado aire y su cabeza chocase contra el estipes. Si no hubiera llevado la corona sobre su cabeza, la fricción contra el patibullum o el estipe hubiera deformado los coágulos y no se hubieran podido apreciar con claridad en el Manto de Turín. De esta manera, la corona sirvió de protección para que los maderos de suplicio aplastaran los coágulos. Tampoco se hubieran formado esos coágulos tan nítidos si le hubieran quitado la corona antes de crucificarlo.

Detalle del Síndone que muestra lesiones en la región occipital de la cabeza.

Sobre el hombro derecho, en la región supra escapular derecha, se observa una amplia zona excoriada y contusa, de forma casi rectangular, situado oblicuamente de arriba-abajo, de 10 por 9 cm.; otra de similar característica se observa en la región contra lateral. De esto se deduce que en esas zonas estuvo gravitando un peso considerable, el patibullum, que Jesús sostenía transversalmente con ambas manos sobre sus hombros. Dado que el madero era sostenido con los brazos abiertos y extendidos, representaría una envergadura de casi 1,80 mts, lo cual implica que el palo transversal pesaría unos 70 a 80 kilogramos.

Detalle de la región dorsal, se muestran magulladuras en la espalda, evidencias del peso del patibullum.

Jesús no tenía los brazos atados al patibullum con cuerdas, pues no se usaron nunca junto con los clavos, aparte que no hay rastros de ella en la Síndone. En cuanto al sedile, no hay rastro de que estuviera presente en el estipe.

Forma en que los condenados transportaban el patibullum .Fotografía

tomada de la película "La pasión de Cristo", de Mel Gibson.

Según el Dr. Barbet, se puede afirmar que el clavo que fijó a los brazos de Jesús a la cruz, atravesó la muñeca por el espacio de Destot, como lo describe: "si se intenta fijar el clavo más abajo, no lo perfora, sino que el clavo resbala, ya sea hacia arriba para entrar en el Espacio de Destot, o bien hacia la palma donde se pierde. Y entonces ni puede sostener el peso de un cuerpo sin desgarrarse". "Este sitio (el Espacio de Destot), en la mano de un hombre normal, se encuentra en todos los casos a unos 8 cm. de la cabeza del tercer metacarpiano. Es la misma distancia que he medido en la Síndone."." Existe pues, un paso anatómico preformado y normal, camino natural por donde el clavo pasa fácilmente, y donde es mantenido sólidamente por los huesos del carpo y el ligamento anular anterior, sobre cuyos extremos superior se apoya". Vale recalcar que este ligamento anular es tan resistente, que puede sostener un peso de hasta 200 Kilogramos sin rasgarse.

Lesiones en muñecas que muestran el sitio por el que los clavos las atravesaron.

La rodilla derecha presenta numerosas escoriaciones, con bordes desgarrados en la región de la rótula. La rodilla izquierda se encuentra igualmente afectada aunque con menor severidad. Estas lesiones se explican por caídas sobre un terreno no uniforme cubierto por piedras desiguales. De esto se deduce que Jesús probablemente era diestro por la proclividad de defender a su cuerpo de las caídas apoyándose en la rodilla derecha.

En la Síndone se puede apreciar que en la impresión dorsal los pies aparecen ligeramente cruzados; los talones separados y las puntas de los pies convergentes. La planta del pie derecho se evidencia completa. Del izquierdo sólo se ve el talón y la parte medial del pie, los dedos no aparecen. Esto nos indica que el pié izquierdo estuvo clavado con el derecho superpuesto sobre él

El Dr. Barbet supone que a Jesús le clavaron los pies directamente al estipe, con un solo clavo, el pie izquierdo sobre el empeine derecho, por el segundo espacio metatarsiano, de esta disposición de los pies, las rodillas debieron estar semiflexionadas y ligeramente divergentes en relación a la línea media.

Disposición de los pies y heridas causadas por el objeto punzo-penetrante (clavo).

El crucificado, para facilitar su respiración tuvo que adoptar dos posiciones en la cruz: una yaciente (posición baja), pendiendo sólo de los clavos; y otra de erección (posición alta), apoyándose sobre los pies. En medio de tan atroces dolores le llegaría el deceso. Agotadas ya sus fuerzas físicas, llego el momento en que ya no pudo erguirse sobre los clavados pies, y quedo en la posición baja pendiendo sólo de las muñecas. En esta postura se le presentó la asfixia, y con ello, aceleró su irremediable muerte producto de los desbalances energéticos y hemodinámicos.

Representación de G. Ricci, sobre cómo

debió ser crucificado el hombre de la Síndone.

Al Nazareno no le rompieron las piernas (crurifragium) debido a que la muerte le sobrevino rápidamente. Según los escritores evangélicos, y lo que se puede apreciar del Manto de Turín, a Jesús le lancearon en el costado derecho del tórax, y esto fue practicado por el verdugo en concordancia con la reglamentación militar de la época, la cual exigía que la muerte de un ajusticiado debía ser verificada previamente antes que el cuerpo fuera echado a una fosa común, o entregado a sus familiares previo permiso del procurador romano local.

"Golpe de gracia" (rotura de piernas con una maza), era un modo corriente de acelerar la muerte del condenado. ("La pasión de Cristo", de Mel Gibson)

Según el Dr. Barbet, la "lanzada se introdujo por el quinto espacio intercostal deslizándose por encima de la sexta costilla, atravesó la pleura y el pulmón y alcanzo la aurícula derecha del corazón"…"la aurícula derecha…esta siempre en los cadáveres recientes, rellena de sangre liquida". De allí la abundante sangre y suero ("agua") que emanó de la herida.

Imagen en negativo y representación pictórica de la "Resurrección", de Francisco Trigueros. Detalle del lugar por donde ingreso la lanzada en Jesús.

Un bien estudiado golpe de espada en el costado derecho. Era una táctica conocida en la guerra y enseñada a los legionarios romanos, de acuerdo a lo que se puede observar en escultura del "Gálata Moribundo", que se conserva en los Museos Capitolinos (Roma). Parece ser que se trata de una copia romana a partir de un original elaborado en Pérgamo en el s. III a. C. y hoy ya desaparecido.

Anexos

SOBRE EL NACIMIENTO DE JESÚS

Jesús nació en Belén en el año "menos 7" o 747 del calendario de Roma, fecha que posteriormente fue fijada en el mes de Diciembre de año "1" debido a dos errores:

  • 1. La adopción por parte de la Iglesia Occidental del 25 de Diciembre como festividad de Natividad se remonta a los siglos IV o V de nuestra era, debido a que la floreciente Iglesia decidió transformar una de las celebraciones paganas de entonces en la "Natividad de Jesús". Es posible que la festividad pagana causante de tal cambio fuera la del "Invicto Sol" o las "Angelinalias" o Drualias", todas ellas romanas. Estas tenían lugar el 21 de Diciembre. Según Varrón (L; L, 6,23), se ofrecía un sacrificio a la diosa en la curia Acculeia en vísperas del "Día de la Victoria del Sol", la cual ocurría en los días más cortos del año (solsticio). Según los expertos, la Iglesia Occidental pudo transmutar la fiesta que conmemoraba el "Nacimiento o Llegada Victoriosa del Sol" por el "Nacimiento del Verdadero Sol: Jesús de Nazaret".

  • 2. El Jesuita Igartua, en su obra "Los Evangelios ante la Historia", refiere que:

2.1. Jesús nació en los tiempos de Herodes el Grande (Mateo; 2,1 y Lucas; 1,5). Pero Herodes murió antes del año 1, por lo tanto es necesario anteponer la fecha del nacimiento de Jesucristo.

2.2. En reinado de Herodes según Flavio Josefo, duró "treinta y cuatro años después de que mató a su (contrincante) Antígono, y desde que recibió el reino de los romanos treinta y siete años" (Ant.Jud. XVII; 8,1 y Bell.Jud.; l, 33, 8).La muerte ocurrió en el quinto día desde que ordeno dar muerte a su propio hijo Antipatro. Los 736 años griegos de las Olimpiadas se correlacionan con los romanos restan 23 pues según Varrón, la fundación de Roma aconteció en el año 23 de las Olimpiadas, y equivale a: 736 – 23= 713. Como Flavio Josefo añade que Herodes reino 37 años, sumando estos a los 713 tenemos 750 para el año de su muerte.

2.3. Flavio Josefo (Ant.Jud.XVII) narra un suceso de un asalto de los extremistas religiosos al Templo contra las insignias romanas, dirigidos por dos Doctores de la Ley (judía), antes de la muerte de Herodes. Este mando quemar vivos a los Doctores y a algunos de los jóvenes asaltantes, y en ese mismo día de su ejecución, dice Josefo, "hubo un eclipse de luna-, que fue interpretado como mal augurio para Herodes, ocurriendo su deceso en vísperas de la Pascua.

Los astrónomos modernos han identificado que tal eclipse de luna ocurrido en Judea, fue en el año 4 antes de Cristo, el 13 de marzo, por lo tanto, el nacimiento de Jesús tuvo que ser estando vivo Herodes, antes del año – 4. Si se añade el cálculo de dos años que hizo el propio Herodes en Mateo, cuando mando matar a niños menores de dos años, estamos en el año – 6, por lo que el nacimiento de Jesús ocurrió en el -6 ó -7 de la Era Cristiana.

TRABAJO REALIZADO POR EL MÚSCULO DELTOIDES PARA ELEVAR EL BRAZO DE UNA PERSONA NORMAL

  • 1. Tomando momentos en la articulación del hombro:

0

(15 cm) (Tsen 18º) = (82) (3)

T = 3 (82)/ 15 (Sen 18º)

T = 52,90 Néwtones

  • 2. Tiempo tomado en elevar el brazo por el deltoides: 0,7 seg.

  • 3. Potencia: 52,9 / 0,7 = 75,57 vatios.

Referencias bibliográficas

  • Barbesis B. Presidente del Centro de Sindonología Internacional.

  • Benítez J. Caballo de Troya. Planeta: Barcelona,1994

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  • Camargo R. Fisiopatología de la muerte de Jesucristo. Colombia, 2003.

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  • Diccionario Enciclopédico Virtual Encarta, 2009

  • Edwards w, Gabel W, Hosman F. Sobre la muerte física de Jesucristo. JAMA, 1986; 255; 1455-1463.

  • Flavio Josefo. "Antigüedades Judías", "La Guerra de los Judíos".

  • Goldmann D., Brown F., Levy W., Slap G., Sussman E., Manejo médico del paciente quirúrgico. El Ateneo: Buenos Aires, 1985.

  • Gonzales J. Medicina Forense. Mc Graw Hill: México, 2006

  • Guyton A. Tratado de fisiología médica. 7ª edición. Interamericana: Madrid,1988

  • La Biblia Latinoamericana. LXXXVIII Edición. Verbo Divino: Madrid, 1989.

  • Mazzei E, Rozman C. Semiología y fisiopatología médica. 7ªedicion. Interamericana: Madrid, 1988.

  • Mc Phee S, Lingappa V, Ganong W, Lange J. Fisiopatología médica. El Manual Moderno: México, 1999.

  • Mora R., Soporte nutricional especial. Editorial Médica Panamericana: Bogotá, 1997.

  • Quezada E. Biofísica. Universidad Nacional de Trujillo: Trujillo, Perú, 1989.

  • Rubin E., Farber J., Patología. Editorial Médica Panamericana: México, 1990.

  • Schrock T. Manual de cirugía. El Manual Moderno: México, 1990.Cotran R, Kuwar V, Robbins S. Patología estructural y funcional. 4ª edición. Interamericana Mc Graw Hill: Madrid, 1990.

  • Schwartz S., Shires T., Spercer F., Principios de cirugía. 5ª Edición. Interamericana Mº Graw – Hill: México, 1991.

  • Sudario de Turín. Wikipedia. 2009

  • Varrón MT. Ver extensa bibliografía referida al tema en google.

Con todo cariño para mis padres,

Cesar y Rita, por su ternura

permanente y apoyo

incondicional.

A mis hermanos y sobrinos,

por su cariño perpetuo.

A mi esposa Erika e hija Jomayra,

por brindarme su amor ilimitado,

y por la comprensión que me

demostraron ante mis ausencias físicas

que me motivó el concluir este trabajo.

A mis padres políticos:

Eusebio y Esperanza,

por acogerme

como un integrante más

de su familia.

A mis amigos:

Homero, Juana,

Fernando, Gonzalo,

Julio, Luis, Edinson,

Ely, Miguel y Pilar,

por brindarme su

invaluable y sapiente

amistad.

 

 

 

 

 

 

Autor:

Dr. Segundo Percy Zapata Mendo

Médico Cirujano General.

Gerente en Salud.

Administrador de Clínicas y Hospitales

Laboratorista Clínico.

Trujillo – Perú

2009.

Partes: 1, 2
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