POLÍTICAS DE INTEGRACIÓN EN LA DIVERSIDAD CON PARTICIPACIÓN DECISORIA DE PUEBLOS INDÍGENAS
INTRODUCCIÓN:
Desde hace algún tiempo se viene promoviendo a nivel latinoamericano la construcción de políticas públicas para pueblos indígenas en el orden nacional e internacional. Algunas veces se cuenta con el criterio de los interesados y en otras simplemente son decisiones que toman los estados sin tener presente el mandato del Convenio Internacional 169 de la OIT acerca de la consulta previa, libre e informada.
Como aporte a la construcción de políticas de integración en la diversidad para y con participación decisoria de los pueblos indígenas, presento algunos elementos desde una óptica no mercantilista ni excluyente de los valores e intereses de los pueblos indígenas, sectores populares andinos y en general latinoamericanos, que han sido trabajados por los propios pueblos, nacionalidades y organizaciones indígenas en diferentes escenarios internacionales y que considero son los que deben tenerse en cuenta por los estados cuando de legislar sobre esta materia se trate.
De manera concreta haremos una referencia a las naciones y pueblos indígenas que serían objeto de una medida de esta naturaleza en la Región Andina a través de las decisiones que se adopten en la Comunidad Andina de naciones, CAN: Se abordará un enfoque de lo que no debe ser una política de integración en la diversidad y se aportarán elementos de lo que los pueblos y nacionalidades indígenas esperan sea dicha política y al final se sugieren unos complementos instrumentales y políticos necesarios.
Palabras Clave Integración, diversidad, indigenas, región andina, políticas
ANTECEDENTES
La población indígena andina objeto de la incidencia de las políticas, presenta los siguientes elementos estadísticos. En Colombia se reconocen 87 pueblos indígenas con una población de 1’378.884 personas que corresponde al 3,4% del total nacional de 41.468.384 habitantes. En Bolivia, hay 8’054.169 habitantes y de ellos 5’008.997 son indígenas que son el 62.2% del total nacional distribuidos en 37 pueblos indígenas. En Ecuador la población indígena se estima en 1’203.382 personas distribuidas en 27 pueblos y nacionalidades indígenas que corresponde al 8.7% del total de población: 13’710.234 habitantes. Perú con población de 26’152.265, tiene 9’000.000 de indígenas distribuidos en 72 grupos étnicos que corresponden al 34,41% del total nacional. En Venezuela la población indígena es el 2.17% del total nacional de 23’232.553 habitantes que corresponde a 506.341 personas distribuidas en 28 pueblos indígenas. Así se deduce que de 112’617.604 habitantes de la comunidad andina, 17’097.604 son indígenas, equivalentes al 15.18% del total, hasta ahora excluidos, tratados en inferioridad de condiciones y sin capacidad decisoria en las políticas que les afecta e interesa.
Hablar de políticas de integración trae evocaciones nefastas de integracionismo como lo testimonian dirigentes indígenas. Leonor Zalabata (Pueblo Arhuaco): "…nosotros los Iku tradicionales, hemos comprendido que cuando el blanco habla de "progreso" e "integración", significa miseria y despojo para nosotros, porque en esa integración los indígenas no tenemos ninguna participación, porque no se nos oye, ni se nos ha permitido ser quienes decidamos cuál es el camino que hemos de seguir". Blanca Chancoso (Ecuarunari): "Con relación a la llamada "integración", habría que esclarecer de qué estamos hablando, porque el pretexto de la integración siempre fue para imponer y para hacer desaparecer a los otros, siempre ha sido una integración violenta construida desde el poder". Bertha Cáceres (COPINH) dice que: "…es una integración para el capital-pulpo que se traga a los pueblos, es una interpretación a favor de las transnacionales mediante los TLCs, el PPP (Plan Puebla Panamá), los acuerdos migratorios basados en prejuicios, racismo y discriminación. (…) mientras nos invaden los productos gringos, están saqueando nuestros pueblos, imponen leyes fitosanitarias, migratorias, nuevas barreras arancelarias…". Este tipo de integracionismo fracasó y ese camino no se debe repetir; tampoco es viable el propósito de algunos gobiernos que ven en la integración un medio para enriquecer a la oligarquía local y entregar las riquezas naturales a las transnacionales, despojando de lo suyo a los propietarios ancestrales.
El Presidente de Bolivia Evo Morales Ayma hizo una propuesta para construir la "Comunidad Sudamericana de Naciones" (CSN), mediante un proceso de integración que tenga en cuenta y respete los procesos, ritmos y velocidades de las naciones para asumir compromisos y avanzar en ellos, con una hoja de ruta para la adopción de instrumentos supranacionales que respeten la soberanía; que forje una integración para vivir bien, que resuelva los problemas de la pobreza y destrucción de la naturaleza, que busque la complementariedad en vez de la competitividad, que comparta con el vecino en vez de aprovecharse de él, que piense no sólo en términos de ingreso percápita sino de identidad cultural, de comunidad y armonía entre seres humanos y con la madre tierra, que respete y promueva la diversidad económica, que no trate los recursos naturales como una mercancía, que no permita patentar las plantas, animales y la materia viva, que proteja la biodiversidad de la piratería y garantice a los países el dominio sobre sus recursos genéticos y conocimientos colectivos tradicionales, que preserve y promocione la diversidad cultural de pueblos indígenas, mestizos y todas las poblaciones que migraron a este continente.
Página siguiente |