5 – Puesto que las hoy llamadas naciones responden con todo lo que en suelo hay, a los compromisos hechos a nombre común del pueblo con otra nación, asumirá todas las oli- gaciones, de todos los individuos y sociedades tomando todos sus capitales, ya en metálico ,ya en ya en vienes y que respondan a sus deudas, prohibiendo en absoluto el préstamo a interese y siendo la comuna la única tomadora, de cuantos bienes traten en enajenar los individuos que piensen burlar a la comuna, pues debe entenderse como mala fe la venta de un bien que mal posee en propiedad, y si se tratase de un individuo de diferente nacionalidad él pagará secamente, porque en el régimen comunal, todo individuo tiene por usufructo de su trabajo, cubrir sus necesidades al igual que todos; y si gastó más que le correspondía en colectividad, será acusado de inmoralidad.
6 – Son declarados malversares e inmorales, todo individuo que haya gastado y consu- mido más de lo que le pertenecía a cada hombre en comunidad, y está obligado a la resti tución de lo malversado, con el trabajo en aquellas funciones que entienda y en el seno de la comuna, además de devolver a la comuna, todo lo que poseyere.
7 – La moneda, no tiene ningún valor en la comuna, pero si, al igual que el representativo en otras naciones aún no comunizadas para cumplirse mutuamente y cambiarse productos mientras no se llega a la unidad comunal universal, que llegará en el curso de tiempo decretado por el Creador nuestro Padre común.
8 – La Comuna no tiene religión, ni admite más credo que el espiritismo, que es la verdad eterna, conforme al capítulo 3 de la carta orgánica "Proclamación de la Comuna", y por tanto, es el primer paso que los pueblos han de dar, abolir todas las religiones sin distin- ción ni miramientos, pasando a la comuna cuantos bienes posean; pues éstos, en ningún caso los han creado las religiones y si han sido usurpados con fuerza y engaño al común del trabajo, tratando a sus individuos en amor, pero llegando al rigor de la justicia huma- na que a ellos han invocado siempre, en caso de necesidad, porque no sólo es una planta estéril, sino que es el veneno que emponzoñó a la humanidad; para esto, el Juez ha derri- bado a los cabezas de ellos, reyes, emperadores y pontífices, por lo que no formarán cuer- pos, poder ni estados desde estas leyes y doctrinas sociales y jurídicas.
9 – Al proclamar la comuna, como se ha hecho por los consejos del Padre y al dar la ley para su establecimiento, téngase presente por todos los hombres que a ello se opongan, que los decretos del Padre se cumplen inexorablemente y que la comuna se implanta con- tra todo poder humano, porque las fuerzas de la naturaleza tienen órdenes que cumplen y siguen cumpliendo. El oponerse y el no trabajar para ayudar a su implantación, sí mismo a la implantación, es sentenciarse a sí mismo a la expulsión de la tierra, conforme a la sentencia que se dio en el Juicio Final, el 5 de Abril de 1912.
10 – Los gobiernos de hoy naciones, empezarán por llevar al Congreso, a los ancianos más sabios y virtuosos, en los que estén representadas todas las ramas del saber y de la a- gricultura, las artes y las industrias, y compondrán los gobiernos provinciales, de la mis- ma suerte y los municipios al mismo tenor, conforme a los artículos 8,9 y 10 de la Ley orgánica de este Código y a los fines en él contenidos, para ir, paulatinamente, reforman-do las costumbres, con dulzura; siendo los jefes de estado, los primeros maestros directo-res, si de ello sienten amor por sus pueblos y son aceptos de éste (agradable) .
11 – La enseñanza de las juventudes, se ceñirá estrictamente al programe que le da en la Ley especial de estudios, con arreglo al capítulo 14 de la carta Orgánica.
12 – Los asilos, hospitales, casas de salud, sanatorios, etc., serán comunizados desde el primer momento y suprimida tosa asistencia por religiosos, poniendo las persona de ver-dadero amor, que en todas partes hay, hasta que por el régimen, serán suprimidos estos establecimiento, que hoy significan baldón, porque son la cortina que las religiones y los poderes feudos de la religiones, junto con la plutocracia, han tendido para cubrir las mise- rias por ellos causados y que luego no quieren ver, y serán trasladados a la casa comunal, la que lo asistirá.
13 – La casa comunal, en cada ciudad, será de la más amplias proporciones, y debe do- tarse de todas la comodidades y confort, estando en ella todos los servicios comunales y sobre todo, la casa de maternidad y colegios de la infancia, la casa de ancianos y los depó sitos generales de los productos y enseres necesarios a la vida, de todos los moradores de la ciudad.
14 – Todos los jóvenes de la casa comunal, son hijos de la comuna, al igual que los que están en familia, y merecen aún más respeto y amor, si cabe, que aquellos, porque ha de comprenderse, que todos ellos, son espíritus valerosos que vinieron dando ejemplo de ab- negación y unión de los hombres en sentido comunal, estos pueden salir solicitados por los matrimonios que no tengan hijos, pero nunca en carácter de sirvientes, clase que desa- parece, y si el joven de allí salido para vivir en familia no encontrase afinidad, en volverá a la casa comunal para cumplir sus funciones, hasta ser hombre en su oficio y encuentre su afín con quien formará familia.
15 – El Maestro Director asesorado por los jefes (maestros de sección) de cada taller o es-cuelas de diferentes oficios, dará el destino adecuado a cada uno de los jóvenes de ambos sexos, para aquel oficio u ocupación para el que manifieste actitudes, pero todos, lo mismo que los hijos de familia, después de los 14 años hasta los 16, saldrán a las faenas de la agricultura en general, porque ésta la han de saber todos, continuando ya en ella los que no tengan aptitudes especiales para otros oficios, y los que se destinan a los demás o- ficios manuales, volverán después de esos dos años de práctica en la agricultura y simila- res,. Alos talleres de la casa comunal y al respectivo oficio en el que han de trabajar, para al cumplir la edad de la primera época, sea un hombre experto e inteligente y de provecho a la comuna.
16 – Llegados los individuos a la edad de la época de actividad y trabajo serán destinados al taller de su competencia, debiendo formar hogar (si ya no lo formó) con autorización del Maestro.
17 – Como la vida es común, todos tienen las mismas obligaciones y derechos, por lo tanto, la igualdad de las cosas, acaba con el despilfarro y lo inútil, por lo que y para la mayor libertad, cada familia tendrá casa digna.
18 – Todos los adelantos en las industrias que hasta el presente son considerado de nece-sidad para la vida, son también necesarios en el principio de la comuna, a excepción de las armas de guerra, que ya no conoceremos más que por la historia que nos arrancará una lágrima por lo pasado y un canto a Eloí por nuestra ya eterna Paz, y Amor; y si sólo
como no están reñidas las dos potencias (la materia y el espíritu) todo lo que tienda al bienestar común de las industrias hoy explotadas por interés material y especulativo, son de beneficio y progreso y no debe carecer de ellos la comunidad; por lo que de acuerdo con el buen sentido y la salud, debe proveerse de todo aquello que proporcione satisfacción dentro de la verdadera moral.
19 – La bibliografía perniciosa y necia que hoy avergüenza al sentimiento, no se conoce- rá, porque nadie la escribirá, pero debe desaparecer inmediatamente de la vista de los hombres, y en cambio proveerse de libros de ciencia y virtud, que encuadren en el marco
20 – Los establecimientos penales serán casa de corrección para los detenidos y previa enseñanza del Código de Amor, se les ocupará en la faenas comunales no como presidia- rios sino como corrigendos y se sacará el provecho de sus productos, serán hombres co- rregidos de su desvarío, que fue ocasionado por la presión de las leyes egoístas de una errada sociedad.
21 – En cada ciudad habrá un telescopio, o varios, para que en las horas de asueto, los moradores aficionados puedan ver algo de las maravillas del universo, que les ayuda al desdoblamiento que les lleve a la visita de los mundos, co lo cual se fortalecerán en el progreso, porque más se acercarán al Padre con las visitas de desdoblamiento: lo que qui- ere decir, que la astronomía es la base de la enseñanza.
22 – La presente ley, es la orden de ejecución de la implantación de la comuna; y cada día que los gobiernos retardan su cumplimiento, es aproximarse a que el pueblo implante con medidas más duras aunque poseído del amor, y así se lo ordena La Justicia del Crea- dor por el Maestro Juez, Joaquín Trincado.
Por Pedro Sandrea, CI: 119419, Calle Miranda No.45. Escuque, Trujillo, Venezuela.
APÉNDICE
La familia se constituye por la Ley de Afinidad, que tiende a reunir todo lo homogéneo, coloca, inexorablemente, todo lo que le pertenece en sí en los sitios y en el tiempo matemáticamente justo, y es ella la que señala los hechos, las epopeyas y los momentos históricos, y de su ejecución nace la justicia, segundo artículo de la Ley suprema; pero la Ley de Afinidad es en absoluto desconocida porque está escrita en nuestras obras de quí-mica, ni aun esos sabios la profundizado porque, al fin de cuentas, nadie hay más perjudicado que el que hace daño a otro; y el que sabe y no enseña, falta al amor y no cumple con el deber que trajo a la Tierra, y son deudas a pagar. Y Jesús lodito: ¨Seréis echado al calabozo de donde no saldréis hasta que hayáis pagado has el último cornado¨; pero el juez nos dice que el calabozo de que habla Jesús es el mundo primitivo, donde ya han pasado, por desgracia, alguno millones de supremáticos el día de la sentencia del juicio final, y lo advierto a los que aún en la Tierra estáis, para que trabajéis y no paséis vosotros también, y no me dirijo sólo a los sabios que he citado lo digo a todos los habitantes de la Tierra, porque no hay excusa de ignorancia; todos tienen la obligación de ser sabios, pero más los que por tales se tienen. El Padre pide cuentas según los talentos que cada uno entregó; y si el químico, el ingeniero, el filósofo y el que administra hacen su tarea, es porque otros, con el esfuerzo de su cuerpo, rotura la tierra para darse los útiles y los alimento para que ellos les enseñen y lo administre; y si coméis del trabajo muscular del que a eso vino, y vosotros no repartís vuestro producto de ciencia, o no adelantáis la ciencia para ayudarle mutuamente e ilustrarle, sois…daos vosotros mismos la contesta-ción porque yo no quiero manchar esta página con el calificativo merecido, porque este Código es el último que se le da a la humanidad y no deben, los espíritus venideros, herir sus oídos con palabras como esa..
El amor de familia, tal como hoy se entiende, es el producto de un error y dice la ignorancia de los hombres del verdadero amor; es empequeñecerlo y encerrarse, ellos, en un círculo reducido donde no se pueden mover más que pocos pasos; es, en fin, un egoísmo absurdo que trae las más graves consecuencias; pero que el prejuicio no deja ver sus males.
Pregúntale a vuestro espíritu a donde va cuando el cuerpo duerme; examinad lo que muchas veces recordáis de un sueño, encontrándoos entre personas con quienes departió, y en países extraños, y hallaréis que el espíritu tiene más conocidos, que el cuerpo que usa no conoce. Eximid el caso, muy frecuente, de sentiros atraídos por una persona con quien habláis y, si ahondáis, llegaréis a saber que hay un la o de afinidad.
El amor de familia no sólo se debilita, sino que se afirma y se dilata a su plenitud con el amor fraternal universal; cuanto más extenso sea el amor, mayor será el progreso y la civilización; con el crecimiento del amor universal se aminorará el crimen, hasta extinguirlo y no conocerse; en cual el amor universal empiece a extender sus ramas, las guerras no tendrán lugar, ni la política será una añagaza; el Gobierno y administración recaerá indefectiblemente, en el hermano común, que, preparado, habrá venido a esos. Hasta hoy el amor es un egoísmo, y no se conoce más que el amor de bestias, el amor carnal y el amor propio a lo ajeno.
Pero el amor puro lo santifica todo: la familia, el pueblo, la nación, el mundo; y con el amor puro, no hay ricos, ni pobres, primeros ni segundo; y nadie, en ninguna parte, es extranjero; en cualquier parte tienen los hombres los mismos derechos, pero en todas partes tienen que trabajar para todos, al revés de lo que sucede hasta hoy, que trabajan todos para uno, para el más audaz, para el más malo.
Con el amor puro la inexorable Ley de Afinidad une a los seres en santa unión, por atracción, por sentimientos, por caracteres, y se afirma así el amor de familia, en la que se disfruta de las delicias del padre común, y cada cual es fiel en su balanza; no es posible el desconcierto, la miseria, los celos, las pasiones, ni el cuidado ajeno cuando el amor impera.
Con el amor puro todos a todas se respetan, todos se ayudan, porque todos se consideran iguales y todos saben que tiene los mismos derechos; pero también que tienen obligacio-nes con todos, por amor desinteresado, por que todos del trabajo viven y porque el amor impone la Ley del Progreso, y el progreso es común; por lo tanto, el trabajo es común y el usufructo común..
Esto es la esencia de la justicia, en la más absoluta libertad, sin libertinaje; lo mismo que el amor puro mata el amor propio, la libertad – derivado del amor – mata el libertinaje.
Por
Pedro Sandsrea
Escuque, Trujillo, Venezuela.
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