Política, ¿cuestión de ética? Función de la ética en la política boliviana (página 3)
Enviado por marvin
Obviamente que el poder constituye la gran tentación de los políticos. La historia de los bolivianos está plagada de sórdidas maquinaciones, pactos, enriquecimientos ilícitos y otros males. Es la lógica inevitable de la política en busca del poder, en que el fin justifica los medios y para cuyo éxito Maquiavelo aconseja a su Príncipe "aprender a no ser bueno". Es aquí donde se parte del supuesto que en la política solo triunfan los que no tienen valores éticos y morales. Los riesgos de corrupción y de abuso del poder público solo podrán erradicarse mediante un cambio cultural, un desarme espiritual sobre la naturaleza y fin de la política. Mientras se crea, que la política es una actividad ajena a la moral, y que los valores éticos no tienen aplicación en la política, y que lo único importante es lograr ganar, conservar y acrecentar el poder, fin cuyo logro justifica cualquier medio, esos riesgos de corrupción y abuso mantendrán viva su amenaza a la débil democracia boliviana. Si, a la inversa admitimos que la política, en cuanto forma de actividad humana, está regida por la ética, y que precisamente se ocupa de los actos humanos en cuanto al bien o al mal que ellos entrañan, tendremos que admitir que el fin de ella no es el poder sino el bien común. Objetivamente, la razón nos dice que un gobierno tiene éxito cuando su política y sus realizaciones satisfacen las aspiraciones más sentidas de su pueblo, le permiten vivir en paz, justicia, libertad y bienestar y significan progreso, independencia y prestigio para su Nación. Esto tiene que ver con la inmunidad de funcionarios públicos y su vida privada. Todas estas situaciones tienen que ver con los valores éticos y morales, entre otros la verdad, la justicia, la dignidad u honor de las personas y el respeto a los derechos humanos del otro, que por su naturaleza deben prevalecer. Deben prevaleces los cánones de la perfección humana y solo ellos pueden darle sentido y legitimidad a las acciones políticas. Los cánones en cuanto la ética como hemos dicho y la moral, pero ¿qué tiene que ver la moral en la política?
ANEXO Nº 7
MORAL Y POLITICA EN BOLIVIA
Es muy claro que tenemos el deseo irrenunciable de poder conciliar justicia y libertad, política y ética, las acciones políticas y los cánones éticos en nuestro país. "El objeto que debemos perseguir es que la vida sea libre para cada uno y sea justa para todos"[111]. Esta libertad para cada uno, es la libertad para el banquero o para el ambicioso, es decir, la injusticia restablecida; "la justicia para todos es la sumisión de la personalidad al bien colectivo"[112], y esta búsqueda nos dará las bases para pensar y luchar por el bien común que se traduzca en la felicidad de toda nuestra sociedad. Nuestra gran tarea es buscar la "dura y maravillosa tarea de este siglo, es edificar la justicia en él más injusto de los mundos y salvar la libertad de esas almas destinadas a la servidumbre desde su comienzo"; es una tarea que pareciera utópico, pero cuando se pone la fuerza de voluntad y hay un ideal claro que es el fin, es posible todo ello, justicia y libertad en este mundo injusto, en esta Bolivia injusta para las grandes mayorías y con mucho sometimiento. Esto nos permitirá precisar nuestra posición y ver claramente las dificultades y las probabilidades de nuestra empresa. Moralizar la política.
Se habla mucho de orden en estos momentos, pero que la realidad es un desorden total en cuanto no hay respeto a las normas establecidas. Creemos que el orden esa algo bueno y nos hace mucha falta. Por ejemplo, la verdad, nuestra generación no lo han conocido y sienten por él una especia de nostalgia que les haría cometer muchas imprudencias si no lo tuvieran, al mismo tiempo, la certeza de que el orden debe estar unido a la verdad. Ciertamente hoy se pregona, sobre el orden social, pero este orden social, "¿es sola la tranquilidad en las calles? […], no hay orden sin justicia, y el orden ideal de los pueblos reside en su felicidad […], no basta con exigir orden para gobernar bien, sino que hay que gobernar bien para lograr el único orden que tiene sentido"[113] y esto es el ordenamiento hacia el bien común.
Todos aquellos políticos y no políticos, cuando sus acciones están en el orden de la búsqueda del bien común, son los patriotas, "pero l patriotismo, en primer lugar, no es una profesión, sino una manera de amar a la patria que consiste en no quererla injusta y en decírselo"[114] y este debería es fin último del accionar político. Todos en alguna mediada y sobre todo los que dirigen los destinos de nuestra patria, tienen y tenemos que aportar una pasión desinteresada por la felicidad de sus habitantes. Es verdad "que este país es pobre, y nosotros somos pobres con él"[115] y por eso hay que luchar por el bien común moralizado. De esta noción y de esta conciencia de pobreza, esbozamos que cada día con más claridad percibimos una doctrina socialista que está tomado cuerpo en amplios sectores de la opinión pública. Estamos seguros que todos podemos gobernar con sabiduría los destinos de nuestro país, sea cual sea la doctrina y esta doctrina solo tendrá legalidad y legitimidad, cuando se enmarque sus acciones en los cánones que rigen el bien vivir, la buena convivencia y ello solo podemos obtenerlos a partir de la ética y la moral; una doctrina moralizada y asumida los cánones éticos, será bueno para todos, y por ello la "política no necesita de genios […] sino, por el espíritu de sacrificio, de hombres que las sirven"[116]. Lo que se quiere con todo ello es la búsqueda del bien común, la felicidad de la sociedad boliviana, y en este afán también juega un papel muy importante lo que es el arte como manifestación del sentir nacional, del sentimiento boliviano. El arte coadyuva en los procesos de la moralización de la política a partir de es el instrumento que manifiesta el descontento y la satisfacción nacional. Podemos notar que "se profundizó además el proceso de una búsqueda de identidad nacional a través del arte"[117].
ANEXO Nº 8
POLÍTICA ES LO QUE HAY QUE ACEPTAR
Creo que es un hecho innegable, lo que hay que aceptar es la política, porque todos en alguna medida somos políticos y ya Aristóteles nos decía que somos animales políticos, le hombre es un animal político. Política no es hacer o pedir que se haga lo que a uno le guste, sino lo que irrenunciablemente hay que hacer, coincida o no coincida con nuestras preferencias, por eso necesario inculcar hacia una conciencia política a los políticos, lo cual nos guiará hacia aquello que es imprescindible hacer, lo que hay que hacer. Nuestra dirección política necesita un golpe de timón para que se pueda direccionar hacia aquellos más necesitados en una predilección de los pobres, por la periferia; pero este golpe de que es imprescindible hacerlo, "no deberá ir de la izquierda hacia la derecha, y de la derecha hacia la izquierda. ¡Error mortal, sencillamente mortal, plantear así la cuestión!, lo que imposible es hacer, es mirar de lo falso a lo auténtico"[118]. Los partidos en función de gobierno, tienen la obligación de responder al interés inmediato, aceptando aunque aquello que vaya en contra de él, lo que hay que hacer es responder "lo que la hora reclama"[119] y lo que la hora reclama es la preocupación por el bien común. Pero esto no siempre se ha cumplido, más al contrario "se deja de lado la preocupación por el bien común para dar paso a la realización inmediata de los deseos de los individuos, a la creación de nuevos y, muchas veces […]"[120]. "Como solo se necesita lo inmediato, la felicidad se pretende alcanzar con bienestar económico y satisfacción hedonista"[121]. En un país como lo nuestro, una república unitaria en teoría, cada quien buscas lo que necesita y se olvida de la necesidad general o nacional, esto es, la búsqueda del bien común de todos.
SOMOS REPÚBLICA
Es cierto, somos república, pero ¿Qué significa república? República significa nada menos que la pasibilidad de nacionalizar el poder público, de fundirlo con la nación, de que nuestro pueblo camine libremente a su destino, dejarle "(fare da se), que se organice a su gusto, que elija su camino sobre el área imprescindible del futuro, que viva a su modo y según su interna inspiración"[122]. "El estado encarna el poder de la nación"[123]. En la política, o se tiene toda la razón o no se tiene ninguna. En política se puede no tener razón en esto y en lo otro y en lo demás allá, y, sin embargo, tenerla toda, o tener muchas razones y no tener ninguna. La república exige servidores públicos, por esa misma razón tiene razón de ser la república. Servidores públicos altamente moralizados, que tengan en la conciencia la claridad necesaria de los cánones éticos, y esto les permitirá desempeñar sus funciones con un interés desinteresado; es nuestro ideal.
ANEXO Nº 9
GLOSARIO
BIEN COMÚN: Es aquello que identifica a toda la sociedad y que por ella lucha para su consecución.
CONCIENCIA: (del lat. Ethika, de ethos, "comportamiento", "costumbre"). Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta. Conocimiento interior del bien y del mal.
DIÁLOGO: (del latín, dialogus), capacidad de hablar con otro. Elemento esencial para los grupos sociales, pues les permite darse a conocer y enriquecerse con ideas y posturas nuevas. Pasar de la imposición y el enfrentamiento al diálogo y la mutua comprensión, ha sido y es aún, un largo y difícil proceso.
ÉTICA: (del griego ethika, de ethos, "comportamiento", "costumbre"), principios o pautas de la conducta humana, a menudo y de forma impropia llamada moral (del latín mores, "costumbre") y por extensión, el estudio de esos principios a veces llamado filosofía moral. Estudio racional de la moral.
FELICIDAD: (Del lat. felicitas, –). Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien. Satisfacción, gusto, contento.
LEGALIDAD: Ordenamiento jurídico vigente.
LEGITIMIDAD: Cualidad distintiva de la acción política legal, referida también a un gobierno o a la soberanía. La palabra legítimo significa legal, apropiado y que cumple ciertas reglas. La legitimidad política es un concepto difícil de definir porque cuando se refiere a las acciones llevadas a cabo por una institución política aceptada de una forma amplia como legítima y apropiada, puede que estas acciones sean admitidas y respetadas por un grupo y no por otro. La legitimidad se establece por tanto a través de cierto grado de consenso y acuerdo. La aceptación de procedimientos o normas legales puede ayudar a conferir legitimidad, pero el efecto final estará condicionado por cómo se perciban esas reglas en las circunstancias que rijan en ese momento.
MORAL: (Del lat. moralis). adj. Perteneciente o relativa a las acciones o caracteres de las personas, desde el punto de vista de la bondad o malicia. Es el estudio de lo que es tenido como bueno o malo dentro de una cultura.
MORALIZAR: (De moral e -izar). Reformar las malas costumbres enseñando las buenas. Discurrir sobre un asunto con aplicación a la enseñanza de las buenas costumbres.
NECESIDAD: (Del lat. necessitas, –). Impulso irresistible que hace que las causas obren infaliblemente en cierto sentido. Aquello a lo cual es imposible sustraerse, faltar o resistir. Carencia de las cosas que son menester para la conservación de la vida. Falta continuada de alimento que hace desfallecer.
POLÍTICA: Es la ciencia eminentemente práctica que busca el bien común y como fin último la felicidad de la ciudadanía.
PROBLEMATIZAR: Presentar algo como una cuestión. Problematizar las ideas recibidas. Confrontar las acciones políticas amorales con las morales.
SOCIEDAD: (Del lat. societas, –). Reunión mayor o menor de personas, familias, pueblos o naciones. Agrupación natural o pactada de personas, que constituyen unidad distinta de cada uno de sus individuos, con el fin de cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o alguno de los fines de la vida.
VERDAD: (Del lat. veritas, –). Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente. Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa. Propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre la misma sin mutación alguna. Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.
VOLUNTAD: (Del lat. voluntas, –). Facultad de decidir y ordenar la propia conducta. Acto con que la potencia volitiva admite o rehúye una cosa, queriéndola, o aborreciéndola y repugnándola. Libre albedrío o libre determinación.
VIRTUD: Según la teología católica, propensión a hacer el bien, residente en el alma de los fieles. La fe en Dios, la esperanza (aspiración humana al fin último, la vida eterna y la felicidad) y la caridad (amor supremo hacia el Padre y hacia todas sus criaturas), son las denominadas virtudes teologales, en cuanto dones de Dios que Él deposita en el alma de sus hijos. En ellas se fundamentan las demás virtudes humanas, que se agrupan en torno a cuatro virtudes cardinales: la prudencia (fuente de discernimiento del bien y de los medios para llevarlo a cabo), la justicia (constante fidelidad a los deberes hacia Dios y el prójimo), la fortaleza (por medio de la cual el cristiano permanece firme en sus principios, aunque se encuentre sometido a retos y dificultades) y la templanza (actitud que hace posible, a través de la moderación en los placeres, un uso sabio de los bienes materiales).
Autor:
Marvin Gonzales Soliz
Universidad Católica Boliviana "San Pablo"
[1] ARISTÓTELES, Política, Editorial Gredos, Primera Edición 1988, Madrid España 1994.
[2] J. ACEVES, Magdalenas, Filosofía Introducción e Historia, Segunda Edición, Editorial Publicaciones CRUZ O., S. A., México, 1986, Pág., 146.
[3] Ibíd., pp. 147.
[4] J. MARIAS, Historia de la Filosofía, Edición 32ª, Prólogo de Javier Zubiri – Epílogo de José Ortega y Gasset, Biblioteca de la Revista de Occidente, Sección: Filosofía, Impreso en Hijos de E. Minuesa, S. L., Madrid – España, 1980, Pág., 80.
[5] ARISTÓTELES, Política, Editorial Gredos, Primera Edición 1988, Madrid España 1994, Pág., 52.
[6] F. COPLESTÓN, S. J., Profesor Emérito de Filosofía de la Universidad de Londres, “Historia de la Filosofía, Vol. II de San Agustín a Escoto, Editorial Arial, S. A., Edición Castellana dirigida por Manuel Sacristán, Segunda Edición, Barcelona – España, 1989.
[7] J. MARIAS, Historia de la Filosofía, Edición 32ª, Prólogo de Javier Zubiri – Epílogo de José Ortega y Gasset, Biblioteca de la Revista de Occidente, Sección: Filosofía, Impreso en Hijos de E. Minuesa, S. L., Madrid – España, 1980, Pág., 81.
[8] Ibíd., pp. 82.
[9] Ibíd., pp. 387.
[10] Ibíd., pp. 388.
[11] Ibíd., pp. 392.
[12] Ibíd., pp. 397.
[13] Ibíd., pp. 400.
[14] Ibíd., pp. 401.
[15] Ibíd., pp. 402
[16] Ibíd., pp. 405.
[17] Ibíd., pp. 407.
[18] J. ACEVES, Magdalenas, Filosofía Introducción e Historia, Segunda Edición, Editorial Publicaciones CRUZ O., S. A., México, 1986, Pág., 199.
[19] Ibíd., pp. 199.
[20] N. MAQUIAVELO, “El Príncipe”, Estudio Preliminar de Ana Martínez Arancón, Traducción y notas de Helena Pvigdomenech, Colección Clásicos del pensamiento, Tercera Edición, Editorial TECTOS, Madrid – España, 1993, Pág., 67.
[21] J. J. Rousseau, El contrato social o Principios de derecho político. Estudio preliminar y traducción de María José Villaverde. Madrid: Editorial Tecnos, 1988.
[22] J. ACEVES, Magdalenos, Filosofía Introducción e Historia, Segunda Edición, Editorial Publicaciones CRUZ O., S. A., México, 1986, Pág., 200 – 201.
[23] T. HOBBES, “Leviatán”, La Materia Forma y Poder de un Estado Eclesiástico y Civil, Traducción prólogo y notas de Carlos Mellizo, Tercera Edición, Alianza Editorial, S. A., Madrid – España, 1995, Pág., 105
[24] Ibíd., pp. 106.
[25] A. CORTINA, “Ética Mínima”, Introducción a la filosofía práctica, Prólogo de José Luís L. Aranguren, Segunda Edición, Editorial TECNOS, S. A., Madrid – España, 1989.
[26] Ibíd., pp. 21.
[27] Ibíd., pp. 22.
[28] Ibíd., pp. 23.
[29] Ibíd., pp. 118.
[30] J. L. ARANGUREN, Ética, especialmente pp. 469, “La situación de los valores éticos”, en Varios, Los valores éticos en la nueva sociedad democrática, Editorial TECNOS, S. A., Madrid, 1985
[31] A. CORTINA, “Ética Mínima”, Introducción a la filosofía práctica, Prólogo de José Luís L. Aranguren, Segunda Edición, Editorial TECNOS, S. A., Madrid – España, 1989, Pág., 146.
[32] Ibíd., pp. 151.
[33] Ibíd., pp. 164
[34] Ibíd., pp. 164
[35] Ibíd., pp. 162.
[36] Ibíd., pp. 166.
[37] Ibíd., pp. 179.
[38] Ibíd., pp. 284.
[39] G. ROBERTO, Representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos para América Latina y el Caribe, http://www.observatoriomercosur.org.uy/libro/derechos_humanos_y_politicas_publicas_1.php.
[40] Vaticano II; (GS), Nº 74.
[41] G. IRIARTE, O.M.I., Análisis Crítico de la Realidad, Compendio de datos actualizados, 15ª Edición, Grupo Editorial Kipus, Cochabamba Bolivia 2004.
[42] Ibíd., pp. 645ss.
[43] Ibíd., pp. 649.
[44] E. BONETE, P., Aranguren: la Ética entre la Religión y la Política, Editorial TECNOS, S. A., Madrid – España, 1989, Pág., 176.
[45] Ibíd., pp. 178.
[46] Ibíd., pp. 181.
[47] Ibíd., pp. 184.
[48] Ibíd., pp. 185.
[49] Ibíd., pp. 201.
[50] Ibíd., pp. 45.
[51] Ibíd., pp. 66.
[52] G. FRANCOVICH, “La Filosofía en Bolivia”, Tercera Edición, Librería y Editorial Juventud, Empresa Editorial URQUIZO, S. A., La Paz – Bolivia, 1987, Pág., 117.
[53] Ibíd., pp. 117.
[54] J. ACEVES, Magdalenos, Filosofía Introducción e Historia, Segunda Edición, Editorial Publicaciones CRUZ O., S. A., México, 1986, Pág., 200
[55] G. FRANCOVICH, “La Filosofía en Bolivia”, Tercera Edición, Librería y Editorial Juventud, Empresa Editorial URQUIZO, S. A., La Paz – Bolivia, 1987, Pág., 22.
[56] Ibíd., pp. 129 – 130.
[57] Ibíd., pp. 135.
[58] Ibíd., pp. 171.
[59] Ibíd., pp. 171 – 172.
[60] Ibíd., pp. 173.
[61] Ibíd., pp. 174.
[62] N. MAQUIAVELO, “El Príncipe”, Estudio Preliminar de Ana Marínez Arancón, Traducción y notas de Helena Pvigdomenech, Colección Clásicos del pensamiento, Tercera Edición, Editorial TECTOS, Madrid – España, 1993, Pág., 65.
[63] Ibíd., pp. 66
[64] G. MARISCAL, Antezana, /trabajos14/etica-politica/etica-politica.shtml
[65] G. IRIARTE, O.M.I., Análisis Crítico de la Realidad, Compendio de datos actualizados, 15ª Edición, Grupo Editorial Kipus, Cochabamba Bolivia 2004, Pág., 652.
[66] R. CASTILLO, “una construcción ética de utopía cristiana”, Iglesia liberadora y política, Santiago de Chile ECO. 1986. Pág. 95-100. Cit. Por Mifsud, Ediciones Paulinas, Chile 1988.
[67] G. IRIARTE, O.M.I., Análisis Crítico de la Realidad, Compendio de datos actualizados, 15ª Edición, Grupo Editorial Kipus, Cochabamba Bolivia 2004, Pág., 652.
[68] BENEDICTO XVI, “Documento Pontificio”, SPE SALV – sobre la Esperanza Cristiana, Carta Encíclica, Noviembre 2007, Ciudad del Vaticano – Roma, Ediciones las Paulinas, Lima – Perú, Nº 18
[69] Ibíd., Nº 22
[70] C. I. S., Centro de Investigación de Sociología, Universidad Mayor de San Simón, el pensamiento de Zavaleta Mercado, FUD – PORTALES – FACES, Editorial AROL S. R. L., Edición Primera, Cochabamba – Bolivia, 1989, Pág., 42.
[71] Ibíd., pp. 47.
[72] Ibíd., pp. 75.
[73] P. MANENT, Curso de Filosofía Política, Sección obras de Política y Derecho, Primera Edición en español, Traducción de Marcos Mayer, Argentina, 2003, Pág., 74.
[74] Ibíd., pp. 245.
[75] C. I. S., Centro de Investigación de Sociología, Universidad Mayor de San Simón, el pensamiento de Zavaleta Mercado, FUD – PORTALES – FACES, Editorial AROL S. R. L., Edición Primera, Cochabamba – Bolivia, 1989, Pág., 83.
[76] Ibíd., pp. 126.
[77] Ibíd., pp. 128.
[78] V CONFERENCIA GENERAL del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, “APARECIDA”, Documento Conclusivo, Librería Paulinas, Conferencia Episcopal de Bolivia, E. D. B., Ediciones Don Bosco, Editorial Verbo Divino, Aparecida, 13-31 de mayo de 2007, Brasil, Nº 74.
[79] Ibíd., pp. Nº 76.
[80] Ibíd., pp. Nº 80.
[81] O. ARUZAMEN, P., Curso de Filosofía, Universidad Autónoma “Gabriel René Moreno”, Segunda Edición, Editorial Impresiones HIPER – GRÁFICA, Santa Cruz – Bolivia, 2004, Pág., 140.
[82] ORTEGA y GASSET, José, Obras Completas, Tomo II, Primera Edición 1983, Segunda Reimpresión 1994, Alianza Editorial, Revista de Occidente S. A., Madrid – España, 1994, Pág., 18.
[83] Ibíd., pp. 20.
[84] Ibíd., pp. 26.
[85] Ibíd., pp. 29.
[86] Ibíd., pp. 37.
[87] Ibíd., Nº 35.
[88] J. ORTEGA y GASSET, Obras Completas, Tomo II, Primera Edición 1983, Segunda Reimpresión 1994, Alianza Editorial, Revista de Occidente S. A., Madrid – España, 1994, Pág., 336.
[89] Ibíd., pp. 337.
[90] CONSEJO, Episcopal Latinoamericano, CELAM, Las cuatro conferencias del Episcopado Latinoamericano, Río de Janeiro-Medellín-Puebla-Santo Domingo, Quinta Edición, Bogotá, D. C., Colombia, 2004, Pág., 326, Nº 25.
[91] V. CODINA, ¿Qué es la Teología de la Liberación?, Centro de Investigación y Servicio Popular CISEP – ORURO, Edición Segunda, Editorial LILIAL, Oruro – Bolivia, 1985, Pág., 28.
[92] PUEBLA, Pág., 325, Nº 28.
[93] G. IRIARTE, OMI, “Formación en los Valores”, El desarrollo de la dimensión ética en la educación, Sexta Edición, Grupo Editorial KIPUS, Cochabamba – Bolivia, 2006, Pág., 167.
[94] Ibíd., (párrafo dos) pp. 167
[95] Ibíd., (párrafo cinco) pp. 167.
[96] Ibíd., pp. 168.
[97] Responsabilidad en dimensiones políticas: esto en el fondo tiene que ver con la Sociedad de responsabilidad limitada, tipo de sociedad mercantil en la que el capital, que está dividido en participaciones sociales, se integra por las aportaciones de todos los socios, quienes no responden de modo personal de las deudas sociales. En la denominación debe figurar la indicación “Sociedad Limitada” que está dividido en participaciones sociales indivisibles y acumulables, que no tienen el carácter de valores, ni pueden estar representadas por medio de títulos o de anotaciones en cuenta, ni denominarse acciones. La SL (sociedad limitada) no puede acordar ni garantizar la emisión de obligaciones. La constitución de las sociedades se hará mediante escritura pública inscrita en el Registro Mercantil, con lo cual adquiere su personalidad jurídica. En la escritura de constitución se expresa la identidad de los socios, las aportaciones realizadas y las participaciones asignadas en pago, los estatutos, el modo en que se organiza la administración y quienes sean los administradores. En los estatutos se hará constar al menos la denominación de la sociedad, el objeto, domicilio y capital social, la fecha de cierre del ejercicio social y el modo de organizar la administración de la sociedad. Pueden ser objeto de aportación o derechos, pero no así el trabajo ni los servicios; las aportaciones pueden ser dinerarias y no dinerarias. Cabe pactar prestaciones accesorias así como la transmisión de las participaciones sociales, que se hará constar en el libro de registro de socios, transmisión que puede ser inter vivos y mortis causa.
[98] Participación: (Del lat. participatio, -onis). f. Acción y efecto de participar. Microsoft® Encarta® 2009. © 1993-2008 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos. En términos generales la participación en lo que se refiere a la acción política regulada y controlada por los cánones éticos es como sigue: en política es la parte democrática que posibilita a cada uno de los ciudadanos ser parte en las acciones y decisiones en la vida del estado y esto es regulado por la ética como la fuente de control del buen manejo del patrimonio físico, económico, cultural, social, espiritual que tiene cada uno de los estados del mundo. Por tanto, la participación es y debe ser posibilitada por el estado ya que todo estado cuando funge como estado democrático, tiene la misión y la visión de hacer parte en el quehacer estatal a toda la sociedad que en el fondo es el guardián del estado mismo, por ello protector de los bienes mencionados anteriormente.
[99] Autonomía: (Del lat. autonomia, y este del gr. a?t???µ?a). f. Potestad que dentro de un Estado tienen municipios, provincias, regiones u otras entidades, para regirse mediante normas y órganos de gobierno propios. 2. Condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie. 3. comunidad autónoma. Microsoft® Encarta® 2009. © 1993-2008 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos. Las autonomías no son una novedad en nuestro país y tampoco un promotor, porque la historia nos muestra que en el mundo hay países que han optado por este régimen político para regirse. Las autonomías en nuestro territorio tiene que entenderse en clave de solidaridad y no como muchos tratan de hacer ver como una oportunidad de desmembración de nuestro territorio. Las autonomías en el fondo, son una oportunidad de desarrollo, una oportunidad de demostrar solidaridad, una opción de crecimiento, una opción de vida digna y prospera. Por ello creemos en nuestra humilde opinión que las autonomías promovidas desde el oriente boliviano, son para darle a Bolivia aquello que tanto se espera, desarrollo, industria, tecnología, moralidad y por sobre todas las cosas, en clave de solidaridad.
[100] CENTRO CUARTO INTERMEDIO, “Autonomías para Bolivia”, desafíos y oportunidades, Cochabamba – Bolivia, ccibolivia[arroba]yahoo.com , 2005, Pág., 4.
[101] Ibíd., pp. 11.
[102] Ibíd., pp. 13.
[103] Ibíd., pp. 15.
[104] Ibíd., pp. 15.
[105] Ibíd., pp. 16.
[106] Ibíd., pp. 16.
[107] MORA, Ferrater José, “Diccionario de Filosofía”, K – P, Tomo III, Nueva Edición Revisada, Aumentada y Actualizada por el profesor, Joseph María Terricabras (Director de la cátedra Ferrater Mora del Pensamiento Contemporáneo de la Universidad de Ginebra), Editorial Arial, S. A., Barcelona – España, 1998.
[108] GONZALES, Álvarez Luís José, “Filosofía a distancia – Ética Latinoamericana”, Facultad de Filosofía, Universidad Santo Tomás de Aquino, Centro de Enseñanza Desescolarizada, Primera Edición, Ediciones Universidad Santo Tomas – USTA, Bogotá – Colombia, 1986, Pág. 29.
[109] P. Iriarte, Gregorio O.M.I., Análisis Crítico de la Realidad, Compendio de datos actualizados, 15ª Edición, Grupo Editorial Kipus, Cochabamba Bolivia 2004, pp. 698, p. 645ss.
[110] SAGÁRNAGA, Rafael, El Alma de nuestra Política, ¡OH!, Revista Dominical, Fotorreportaje, los Tiempos Cochabamba, 10 de Agosto, 2008, Págs., 18 – 19.
[111] CAMUS, Albert, “Moral y Política”, Primera Edición 1984, Primera Reimpresión 1995, Editorial Alianza, Madrid – España, 1995, Pág., 27.
[112] Ibíd., pp. 28.
[113] Ibíd., pp. 32 – 33.
[114] Ibíd., pp. 34.
[115] Ibíd., pp. 36.
[116] Ibíd., pp. 37.
[117] MESA, D. José, Teresa Gisbert, Carlos D. Mesa Gisbert, “Historia de Bolivia”, Edición Primera, Editorial Gisbert, S. A., La Paz – Bolivia, 1997, Pág., 707.
[118] Ibíd., pp. 363.
[119] Ibíd., pp. 364.
[120] V CONFERENCIA GENERAL del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, “APARECIDA”, Documento Conclusivo, Librería Paulinas, Conferencia Episcopal de Bolivia, E. D. B., Ediciones Don Bosco, Editorial Verbo Divino, Aparecida, 13-31 de mayo de 2007, Brasil, Nº 44.
[121] Ibíd., Nº 50.
[122] ORTEGA y GASSET, José, Obras Completas, Tomo II, Primera Edición 1983, Segunda Reimpresión 1994, Alianza Editorial, Revista de Occidente S. A., Madrid – España, 1994, Pág., 409.
[123] Ibíd., pp. 430.
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