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Las tendencias contemporáneas de la enseñanza de lenguas extranjeras


Partes: 1, 2

    1. Resumen
    2. Las tendencias de la enseñanza de lenguas extranjeras
    3. Las tendencias contemporáneas
    4. Referencias bibliográficas

    Resumen

    El trabajo presenta las cuatro tendencias contemporáneas de la enseñanza de lenguas extranjeras, que el autor considera trascendentales. Se realiza una caracterización filosófica, lingüística y psicopedagógica de cada una de ellas, donde se incluyen los métodos y/o enfoques de la enseñanza de lenguas extranjeras que la representan. Finalmente, se hace un análisis crítico de las insuficiencias de cada tendencia.

    Abstract.

    This article presents the four most outstanding contemporary tendencies in the teaching of foreign languages. The work characterizes from a philosophical, linguistic, psychological, and pedagogical point of view each tendency. In each tendency, it is also included the methods and approaches which represent it. Finally, a critical analysis of the shortcomings of each tendency is made.

    1. La realización de un estudio crítico acerca de las tendencias en la enseñanza de lenguas extranjeras es una tarea extremadamente compleja, por la diversidad y características de los métodos y enfoques utilizados en el decursar histórico.

      Para abordar una tendencia se tienen en consideración los rasgos distintivos que caracterizan a una etapa de la enseñanza de lenguas extranjeras, en la cual se insertan determinados métodos o enfoques de enseñanza de idiomas que responden, por lo general, a una corriente psicológica contemporánea.

      No es común encontrar estudios tendenciales sobre esta temática. Usualmente, los métodos y enfoques usados en la enseñanza de las lenguas extranjeras se presentan en orden cronológico y teniendo, en muchos de los casos, un enfoque lingüístico para su agrupación.

    2. Las tendencias de la enseñanza de lenguas extranjeras.

    3. Las tendencias contemporáneas.

    En el rastreo bibliográfico realizado, se encontró que Ellis (1994, 1997) agrupa los métodos y enfoques utilizados en la enseñanza de lenguas extranjeras en tres tendencias: la conductista, la mentalista y la interactiva. Esta clasificación responde a corrientes psicológicas contemporáneas, que tienen una marcada influencia sobre los métodos y enfoques de la enseñanza de lenguas extranjeras utilizados. Por otra parte, Pulido (2005) identifica una cuarta tendencia que responde a la corriente psicológica histórico-cultural.

    A continuación se caracteriza cada una de las tendencias contemporáneas de la enseñanza de lenguas extranjeras, a partir de una fundamentación filosófica, lingüística y psicopedagógica; se presentan los métodos y/o enfoques que las representan, así como una crítica a las mismas.

    2.1. La tendencia conductista.

    Según Ellis (obs. cts.), esta tendencia está basada en la corriente psicológica conductista y sus postulados lingüísticos se basan en la lingüística estructural norteamericana y británica.

    El rasgo distintivo de los métodos de enseñanza de lenguas extranjeras agrupados en esta tendencia es la fórmula estímulo-respuesta-reforzamiento. Refiere Finocchiario y otros (1989), que entre sus características están: dar una secuencia a las unidades, siguiendo solamente como principio la complejidad gramatical; prestar más atención a la estructura y a la forma que al significado; demandar la memorización de diálogos basados en estructuras gramaticales; no considerar necesaria la contextualización de los elementos lingüísticos; basar el aprendizaje en aprender estructuras, sonidos y palabras; lograr la perfección en el uso del idioma, incluyendo una pronunciación igual a la del nativo; utilizar la ejercitación como técnica principal; evitar las explicaciones gramaticales; dar paso a las actividades comunicativas después de un largo proceso de ejercitación; prohibir el uso de la lengua materna y la traducción en las etapas tempranas; trabajar la lectura y la escritura después que exista una perfección en la habilidades orales; tener como objetivo deseado la competencia lingüística; controlar y evitar por todos los medios entrar en conflictos con la teoría; considerar la lengua como hábito, por lo que los errores tienen que ser prevenidos a cualquier costo; lograr como meta la precisión; lograr la interacción del alumno con el sistema lingüístico, presentado a través de medios técnicos audiovisuales y de materiales controlados y determinar lo que el alumno va a usar.

    Todo este proceder metodológico hace un uso excesivo y extensivo de la imitación, hasta el nivel de obviar la creatividad, la espontaneidad y la independencia del alumno. Para tal fin, se diseñaron los laboratorios de lenguas y la enseñanza programada.

    Señala van Dijk (2000) que la limitación fundamental de las investigaciones estructuralistas estuvo en que sus estudios "no daban cuenta de los procesos cognitivos, ni de la interacción, o a las estructuras sociales". Roméu (2003) plantea, además, que el método de análisis estructural del lenguaje, estuvo centrado en la caracterización de las unidades de cada uno de los niveles que conforman su complejo sistema, desvinculado de la cognición y la sociedad.

    Los ejemplos clásicos que responden a esta concepción son el enfoque oral y el audio-lingual, que pertenecen al grupo de métodos estructuralistas.

    Por tales razones, el autor de este trabajo considera que las principales insuficiencias de esta tendencia, se centran en obviar la racionalidad humana, pues no consideran los procesos mentales que intervienen en la comunicación; en no considerar lo afectivo-volitivo como parte del proceso de comunicación, y en ver al ser humano como un ente que se adapta al ambiente incapaz de transformarlo.

    2.2. La tendencia mentalista.

    A partir del estudio de Ellis (obs. cits.), la tendencia mentalista tiene su base en la corriente psicológica contemporánea cognitivista, que surge en la década de 1950 en los EE.UU., como respuesta al conductismo.

    Las concepciones pedagógicas derivadas de la corriente psicológica cognitivista fueron llevadas al campo de la enseñanza de lenguas extranjeras con gran éxito. Como ejemplos de estas ideas están el método cognitivo y el enfoque comunicativo, que enfatizan los procesos cognitivos al aprender una lengua extranjera.

    Considera Finocchiario y otros (ob. cit.), que las diferentes versiones del Enfoque comunicativo se caracterizan por determinar la secuencia de las unidades a partir del contenido, la función y el significado que sean de interés para comunicar algo; usar diálogos que giren alrededor de funciones comunicativas, sin tener que ser necesariamente memorizados; considerar la contextualización como premisa básica; lograr una comunicación efectiva; utilizar la ejercitación, como algo periférico; lograr una pronunciación comprensible; usar cualquier recurso a partir de la edad y de los intereses de los alumnos; estimular los intentos por comunicarse desde el mismo comienzo; hacer un uso juicioso de la lengua materna; usar la traducción cuando sea necesario y beneficioso; comenzar la lectura y la escritura desde el primer día; aprender las estructuras lingüísticas que sean objeto de aprendizaje a través del proceso de lucha por comunicarse; tener la competencia comunicativa como la meta a alcanzar; ayudar a los alumnos de cualquier manera, de forma tal que los motive a trabajar con la lengua; considerar el ensayo y el error como proceso que le permita a los alumnos crear su propia lengua; considerar el lenguaje fluido y aceptable como la meta principal; la precisión no puede juzgarse en abstracto, sino en contexto; lograr una interacción entre los propios alumnos a través del trabajo en parejas y en equipos y; finalmente, lograr una motivación intrínseca a partir de lo que se quiera comunicar en la lengua.

    Como insuficiencias de esta tendencia, el autor considera que se sobrevalora el aspecto cognitivo y se le resta importancia a la esfera afectivo-volitiva, las cuales deben estar presentes de forma balanceada y armónica en el proceso de formación de la personalidad y en el propio proceso de la comunicación humana que es, en primer, y quizás único lugar, un proceso estrictamente motivado y, por lo tanto, afectivamente determinado. Por otra parte, los procesos mentales son predominantemente estudiados desde el punto de vista biológico, obviando un tanto el carácter social del aprendizaje y de la comunicación.

    2.3. La tendencia interactiva.

    Esta tendencia, como las anteriores, tuvo su base en la corriente psicológica humanista, por lo que también es conocida como tendencia humanista de enseñanza de lenguas extranjeras, plantea Ellis (obs. cits.).

    Estas ideas han sido llevadas a la enseñanza de lenguas extranjeras a través de los enfoques procedimentales y otros métodos menos difundidos (la sugestopedia, la vía silente, el de respuesta física total y el de aprendizaje de lenguas en comunidad), en los que se realza el aspecto afectivo-volitivo. Esta tendencia considera, que en la planificación del proceso de aprendizaje los aspectos más importantes son las actividades y los roles de los alumnos en lugar del contenido, por lo que no se parte de objetivos previamente preestablecidos, planteándose un cambio de énfasis de la materia a enseñar al proceso de aprendizaje, considera Cerezal (1997).

    Como crítica a esta forma de aprendizaje de lenguas extranjeras, el autor de este artículo considera que se minimiza el papel de los docentes y de la institución escolar, restándole importancia a la función educativa del maestro y al papel social de la escuela en la formación de una personalidad integral y autodeterminada. Por otro lado, la comunicación no se aborda como un proceso integral, ya que las diferentes dimensiones de la competencia comunicativa no se trabajan como un sistema interrelacionado y balanceado.

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