Antes de abordar el tema denominado "Narrativas lecto- escriturales", es fundamental que se reconozca cada uno de los conceptos, para luego entonces relacionarlos entre sí, de tal modo que no se dé lugar a confusiones. Por ejemplo, cuando se pronuncia la palabra narrativa, se hace mención al género literario que han usado desde la antigüedad algunas culturas, ya sea mediante un obrar consciente o inconsciente, pero cual sea el caso; los seres humanos han tratado de contar los hechos, acontecimientos y sucesos, a partir de relatos que manifiestan un espacio, tiempo y lugar, ya sea a través de seres imaginarios o reales, de ahí las grandes epopeyas, novelas y cuentos.
Entre tanto, el término lectoescritura hace referencia a las habilidades físicas, mentales y psicológicas que contribuyen a las habilidades de leer y escribir de manera armónica, es decir: los individuos no solo aprenden a leer con excelencia, también a escribir con gran calidad, y esto asociado a la educación, el aprendizaje y el pensamiento. Por ende, si se unen los conceptos, se podría afirmar que las narrativas lecto-escriturales constituyen una actividad en la cual los sujetos leen y escriben para construir o modificar las narraciones, y al mismo tiempo, aprenden de las narrativas existentes para leer y escribir otros textos.
Aproximación al concepto de narrativas
Algunos académicos y escritores consideran las narrativas como planos de arquitectura a nivel mental, oral y escritural, los cuales se diseñan para contar historias, cosas, hechos, sucesos y acontecimientos.
Por lo tanto:
Las narrativas serían las estructuras o los modelos que la gente suele emplear para contar historias (Bamberg, 2006; Freeman, 2006). Combinando las formas narrativas que suelen contener temas, personajes que se interrelacionan mediante hechos y sucesos que dan forma a un argumento, desarrollado secuencialmente por el tiempo y el espacio, y una explicación o una consecuencia final. (Domínguez y Herrera, 2013, pág. 623)
Teniendo en cuenta el argumento de Domínguez y Herrera, se deduce que las narrativas no siempre se encuentran condicionadas a ser académicas, porque la gente también las puede construir o manifestar a través de historias, personajes odiados y amados por los
individuos que las hablan o escuchan, solo que tienden a predominar las que se escriben.
Claro está, es muy importante aclarar que no todas las historias son narrativas, porque sería deformar la belleza estética de las grandes epopeyas, novelas y cuentos, y esto de una manera arbitraria, porque sería empujarlas hasta lo más vulgar y común, lo que todos pueden decir o que incluso puede llegar a ser un chisme o rumor.
Por lo tanto, para los especialistas se debe tener presente el concepto de historia, pues se puede decir historia haciendo alusión a la vida, y otra forma es en referencia a una historia de vida, por ejemplo: en la alusión existen narraciones sobre dioses creando la vida, y en la historia de vida, narraciones que cuentan hechos como guerras por amor y honor, tal es el caso de la Ilíada o la gran epopeya que se atribuye al poeta griego Homero.
Sin embargo, las narrativas que predominan y logran trascender en el tiempo, son las que van más allá de lo común, tanto por la forma en la que se escriben, como el modo en el que abordan la vida, el universo, el mundo, la comprensión, el entendimiento y la realidad de las cosas. Atendiendo a estas consideraciones:
Segun Clandinin, Pusher y Orr (2007), la investigación narrativa es un proceso dinámico de indagación basado en toda una serie de asunciones epistemológicas y ontológicas que se ponen en juego desde los primeros pasos de la concepción y el diseño de la investigación hasta la manera en que se procesan y analizan sus resultados.
(Domínguez y Herrera, 2013, pág. 625)
Es decir, cuando expresan asunciones epistemológicas, posiblemente dan a entender que los narradores académicos y sus narrativas son capaces de elevar sus escritos a un lugar donde forman nuevos conocimientos, los cuales pueden ser validados o certificados por los estudiosos en el campo de la lingüística, literatura, poesía, historia, sociología, filosofía y psicología. Entre tanto al anotar ontológicas, hacen alusión al "Ser", a todo aquello que hace muy única a la raza humana, como es el caso de la máxima cordura, la prudencia, misericordia, bondad, o contrariamente; el odio, venganza, placer por la guerra, la muerte o la injusticia, cualidades que por medio de las narrativas se logran pensar y comprender de diversas maneras, y de modos casi imperceptibles.
En síntesis, las narrativas no son una propiedad de la academia, pues los pueblos tienen el derecho universal de contar sus historias, sucesos y acontecimientos, y de narrar sus percepciones del mundo a través de lo escrito y oral, el mismo derecho que también tiene la academia y sus representantes en todo el mundo.
Fundamento básico de la lecto-escritura
Para avanzar hacia el tema de las narrativas lecto-escriturales, es importante estudiar de manera rápida y concreta el concepto denominado "Lectoescritura", ya que este surge de la unión entre leer y escribir, tanto así como decir: el lector después de un largo proceso puede llegar a escribir con calidad, y como tal, primero es fundamental que este aprenda a leer.
Ahora: el acto de leer puede parecer algo bastante sencillo después de haber aprendido el vocabulario de un idioma, pero no es así, porque cada palabra representa algo muy general o concreto, configura diversos sentidos según la cultura, las emociones mentales y las impresiones psicológicas de los individuos, cuestión que trataron varios filósofos.
Al mismo tiempo, una lectura apropiada demanda de un saber y conocimiento básico de los criterios que han sido diseñados desde la gramática, esa gran disciplina que estudia y mejora las estructuras de las palabras y las combinaciones cuando estas construyen las oraciones.
Por ejemplo, la sintaxis analiza los sustantivos, los verbos, adjetivos, adverbios como es el caso puntual de la cantidad, mas, menos, distancia al escribir lejos, o dirección al leer arriba, etc. También podría hablarse de la fonética, pues cuando las personas leen en voz alta, emiten sonidos, vibraciones y ruidos por medio de las cuerdas vocales y garganta, ejercen una actividad fonética, la cual puede empalmar con la fonología, esa que se forma de fonemas como /m/ /i/ /o/, quizás una de las palabras más usadas de los niños.
Por estas razones, la lectoescritura puede ser el gran aprendizaje del lenguaje, citando a (Vygotski, 1931/1995a), se anota:
"El aprendizaje adecuado del lenguaje leído y escrito, consiste en apropiarse de un sistema determinado de símbolos y signos cuyo dominio marca un momento crucial en el desarrollo cultural del niño". (Montealegre y Forero, 2006, pág. 26)
Desde luego que intervienen otros factores.
"El proceso de aprendizaje de la lecto-escritura está condicionado por una serie de factores genéticos, personales, ambientales, de recursos y de método educativo, donde el dominio cognoscitivo de éste aprendizaje depende de la forma cómo se oriente la adquisición".
(Montealegre y Forero, 2006, pág. 30)
Trabajo directo en narrativas lecto-escriturales
Las narrativas lecto-escriturales se originan escribiendo y leyendo las narrativas en pro de una actividad cultural, académica, intelectual, psicológica y educativa, por lo cual se hace necesario que se ayude a los niños, las niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, a que mejoren su aprendizaje en los términos de lectura y escritura narrativa.
Por estas razones, Catherine Nelson declaró:
"Las narrativas no sólo transmiten diversos valores culturales y sentidos, sino que también contribuyen a mejorar las habilidades cognoscitivas de niños, los sistemas de memoria, las representaciones del tiempo y la capacidad de comunicarse"
(Ochoa, Correa, Aragón y Mosquera, 2010, pág. 32)
Siguiendo con el argumento de los especialistas, se deduce que las narrativas son de alta importancia, porque transmiten múltiples y extensos valores que trascienden a través de los tiempos o que simplemente nos transmiten las tradiciones orales y escritas que fueron parte del pasado, que serán sustancia del presente y quizás del futuro.
En ese orden de ideas, las narrativas nos señalan los valores culturales, por ejemplo: La identidad nacional, algunos grupos indígenas experimentan orgullo de tener uno de los legados más extensos de la humanidad, algunas naciones europeas de haber cultivado y engrandecido el arte, la política, la filosofía y la literatura, entre otros valores. También se pueden pensar en la tradición, pues esta nos narra las prácticas lingüísticas y las cosas que pensaban los pueblos, así como el valor cultural de la religiosidad y sus prácticas, las cuales a los ojos de la modernidad pueden ser aborrecidas, extravagantes o dignas de ser contadas, a esto se suma los relatos sobre las formas de educar a los pobres y ricos, al religioso y al no profesante, además de la transmisión de valores socioculturales como la paz, la guerra, el arte, la injusticia y la justicia, temas literarios que nos cuentan lo que fue, es y será.
Ahora: Para formar narrativas lecto-escriturales, se podría trabajar del siguiente modo:
"1. Tiempo para leer. 2. Tiempo para planear. 3. Tiempo para escribir. 4. Tiempo para revisar 5. Tiempo para corregir – reescribir (1) 6. Tiempo para compartir 7. Tiempo para volver a escribir – reescribir (2)". (Ochoa, Correa, Aragón y Mosquera, 2010, pág. 33)
De conformidad con lo anterior:
Primero, el tiempo para leer puede desarrollarse en un lugar ameno, alejado de todas las distracciones cotidianas. Así mismo, para realizar una lectura adecuada, es fundamental que las lecturas sean amenas, fáciles de entender y comprender, que no posean enigmas o complejidades que afecten el proceso, pues se trata de ayudar a los niños, las niñas, los adolescentes, los jóvenes, los adultos y personas de la tercera edad, a que mejoren su aprendizaje en los términos de lectura y escritura narrativa.
Segundo, el tiempo para planear es de alta importancia, pues el guía, el instructor, líder o pedagogo pueden planificar los temas de las lecturas, sus contenidos y la forma en la que se pueden volver complejos gradualmente, sin que lo perciban los lectores.
Tercero, el tiempo para escribir debe ser continuo y no excesivo, por ejemplo, los niños y niñas, pueden escribir historias y cuentos cortos de media página, y tardar veinte minutos en ello. Luego entonces el pedagogo o guía en lecto-escritura puede leer los cuentos y hacerles preguntas a todos los niños, métodos que se pueden usar con los adolescentes, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, y esta edad comienza a los sesenta años. Solo que para los jóvenes en adelante, puede usarse una página completa en escritura.
Cuarto, en el tiempo para revisar el pedagogo puede solicitar a los aprendices en términos de escritura, que lean sus cuentos e historias, y que manifiesten que cosas les cambiarían a sus narraciones, que palabras no emplearon adecuadamente, porque ya no les gustan, y otras tantas preguntas que gradualmente los hará conscientes del proceso.
Quinto, en el tiempo para corregir, después de haber respondido las preguntas, se podrá iniciar las labores de correcciones, es decir: del primer cuento saldrá una segunda historia que dará lugar a una nueva lectura y escritura.
Sexto, en el tiempo para compartir, se puede indicar a los aprendices que compartan sus cuentos e historias con otros y otras, y que todas las personas digan que fue lo que más les gusto de las historias ajenas, pues se tratara de resaltar lo positivo.
Séptimo y último, el tiempo para volver a escribir – reescribir, es muy relevante porque los aprendices pueden volver a las clases y orientaciones en lecto-escritura, con la versión final de sus cuentos, historia y narrativas, a las cuales finalmente se les tratara de hacer correcciones ortográficas.
Estructura fundamental de las narraciones
Para leer o escribir narrativas, es fundamental conocer su estructura literaria, a saber:
"La composición narrativa o discurso se compone: 1. La voz narrativa: tipos de narrador. 2. Focalización. 3. El tiempo del discurso: orden (prolepsis y analepsis), velocidad (resumen, pausa, escena, elipsis). 4. Las formas de presentación del discurso: directa indirecta. 5. La narración, la descripción y el diálogo. 6. Intertextualidad narrativa. Ahora: elementos que caracterizan al cuento: su brevedad, su singularidad temática, intensidad y tensión. Elementos que caracterizan a la novela: su extensión, su pluralidad temática y polifonía". (Colegio Universitario de Ciencias y Humanidades, 2014, pág. 4)
Esto se puede explicar brevemente así: La voz narrativa y narradores, señalan si esta se escribió en primera, segunda o tercera persona.
La focalización constituye la visión del autor, si es objetivo anotara datos estilo historiador, si es más subjetivo dará sus puntos de vista, ya sean críticos o no críticos.
El tiempo expone si se escribe en pasado, presente o futuro, y como se conjugan.
Las formas de presentación del discurso hacen referencia a lo siguiente: dialogo entre los personajes, monólogos, preguntas y respuestas, etc.
La narración y descripción del dialogo se hace visible cuando se muestran los hechos que son reales e imaginarios.
La intertextualidad narrativa representa la relación que los textos escritos mantienen con otros, por ejemplo: si un autor construye una obra literaria sobre la poesía griega, su texto tendrá relación directa con la literatura clásica, pero si acude al romanticismo, se dirá que corresponde a un tiempo mucho más cercano.
Por lo tanto, para aproximarse al concepto de narrativas lecto-escriturales, se puede tener en cuenta este breve análisis, y otros que son complejos y especializados.
Se concluye las narrativas lecto-escriturales, son importantes porque nos transmiten parte de los legados culturales, sus valores, historias de vida, y otras tantas cosas que tienen un lugar de privilegio en la historia de la humanidad y la literatura.
Domínguez Elsy. Herrera José. (2013). La investigación narrativa en psicología: definición y sus funciones. Colombia. Ed. Universidad de Manizales. Corporación Universitaria del Caribe.
Montealegre Rosalía. Forero Luz. (2006). Desarrollo de la lectoescritura: adquisición y dominio. Ed. Universidad Católica de Colombia.
Ochoa Solanlly. Correa Miralba. Aragón Lucero. Mosquera Santiago. (2010). Estrategias para apoyar la escritura de textos narrativos. Colombia. Universidad del Valle.
Colegio Universitario de Ciencias y Humanidades de México. (2014). Para el análisis de textos literarios I Y II. México.
UNIVERSIDAD AUTONOMA E INDEPENDIENTE DE MÉXICO
FACULTAD DE HUMANIDADES LITERATURA PENSANTE
Mexico 2017
Autor:
Jose Orlando Melo Naranjo
(Catedratico de merito y escritor)