Detección de casos de Saturnismo en la población pediátrica de nuestra área de salud
Enviado por Sandor Díaz Ramos
- Resumen
- Introducción
- Material y método
- Análisis y discusión de los resultados
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Referencias bibliográficas
- Anexos
Resumen
Se realizó un estudio descriptivo-retrospectivo, epidemiológico y longitudinal de la población del consultorio médico 27 del Policlínico Docente Universitario "Bernardo Posse" del municipio San Miguel del Padrón La Habana. Con el objetivo de estudiar a la población pediátrica para determinar la morbilidad por Saturnismo infantil. Se escogió del total de la población a las personas que residen en las áreas aledañas a las calles Villalobos entre Iris y Final en el Reparto Alturas de San Miguel del Padrón y que tuvieran entre 0 y 15 años de edad, dada la construcción de viviendas en la zona donde existían varias Fundiciones que trabajaban con dicho metal. Los padres de estos pacientes fueron encuestados y a la muestra seleccionada se les realizó dosificación de plomo en sangre. Se obtuvieron como resultados que la mayoría de los pacientes encuestados presentan valores elevados de Plomo en sangre, al menos un síntoma o signo sugestivo de padecer intoxicación Plúmbica o Saturnismo, la edad que prevaleció fue de 0 a 4 años, en el sexo masculino Las condiciones geográficas y socio-culturales de la población estudiada constituyen un factor decisivo y agravante de la situación de salud.
Introducción
Existen elementos metálicos en todos los organismos vivos, en los que desempeñan papeles muy diversos: pueden comportarse como elementos estructurales, estabilizadores de estructuras biológicas, activadores enzimáticos y componentes de sistemas redox. Por ello, algunos metales son elementos esenciales de funciones biológicas, pero si se presentan en exceso, todos se convierten en elementos tóxicos. En la naturaleza, los elementos metálicos se encuentran en varias formas de oxidación: compuestos inorgánicos convencionales, como las sales iónicas simples, complejos metálicos o compuestos de coordinación y compuestos organometálicos.
La exposición de los seres humanos a los elementos metálicos, así como la contaminación del ambiente, se debe tanto a factores naturales (p. ej., erosión de los depósitos de minerales metálicos en la superficie), como a factores derivados de las actividades humanas (p. ej., minería, fundiciones, combustión del petróleo y de sus múltiples derivados, y aplicaciones industriales de los metales). El uso industrial y comercial de los metales continúa creciendo con rapidez: se encuentran nuevas aplicaciones a metales menos familiares, como los metales de transición; se usan con profusión catalizadores, en su mayoría de carácter metálico; la industria plástica utiliza compuestos metálicos como estabilizadores de la temperatura; el chapeado o la producción de lubricantes requieren también el uso de compuestos metálicos. Por todo ello, aumenta considerablemente la descarga de metales al medio ambiente humano; lo que varía es la distancia que puedan recorrer desde su origen, pero a veces es considerable, tanto por aire como por agua o por tierra.
Los metales no sufren procesos de metabolización o desintegración. Una vez absorbidos, el metal queda en el organismo hasta ser excretado; del mismo modo, resulta muy difícil eliminarlo del ambiente. De ahí que muchos de ellos posean una semivida biológica muy larga y tiendan a acumularse en el organismo a lo largo de la vida. Las principales vías de exposición a los metales son la respiratoria, la digestiva y, en menor grado, la dérmica, pero la más importante, como vía de exposición ocupacional, es la inhalatoria. Además, el aire contaminado afecta el suelo y el agua, con lo que contamina también los cultivos y alimentos de origen animal que después serán ingeridos. La inhalación del tabaco es también una fuente importante de contaminación, ya que el humo contiene cadmio, níquel, arsénico y plomo.
En el presente trabajo se realiza una investigación en un área de salud que presenta una significativa contaminación por plomo, como consecuencia de la existencia hace más de 40 años de fundiciones particulares del metal, para las cuales utilizaban como materia prima las rejillas metálicas que contienen los acumuladores de los autos. Estas se encuentran aun hoy dispersas por todo el lugar, y las sales como el sulfato de plomo (resultado de la reacción del ácido sulfúrico de los acumuladores con las rejillas de plomo) y el óxido de plomo (resultado de la exposición de estas rejillas al medio ambiente), se encuentran disueltos en el suelo. Estas sustancias constituyen un polvillo fino que se esparce con facilidad por su bajo peso molecular. Por lo que es fácil absorberlo por cualquiera de las vías antes mencionadas. Esto ha provocado que desde hace aproximadamente 2 años se comenzaran a detectar en dicha población personas con manifestaciones de intoxicación por plomo (Saturnismo).
Teniendo en cuenta que la información recogida en la bibliografía consultada plantea que la población infantil es la más susceptible y la de mayor riesgo de desarrollar alteraciones o trastornos por la exposición a dicho metal; es lo que nos ha motivado como objetivo fundamental para nuestro estudio, puesto que defendemos la hipótesis de que la población pediátrica por las propias características de inmadurez de los sistemas orgánicos de los infantes, será la más afectada por dicha entidad y que a menor edad de los pacientes, mayores serán los problemas encontrados en los mismos.
OBJETIVOS
General:
Detectar la existencia de morbilidad pediátrica oculta para saturnismo.
Específicos:
Caracterizar la población en estudio atendiendo a las características socioeconómicas y culturales.
Estudiar la morbilidad pediátrica en el área de salud contaminada con Plomo.
Identificar las causas que conllevaron a la existencia de Saturnismo infantil
Material y método
Se realizó un estudio descriptivo-retrospectivo, epidemiológico y longitudinal de los 657 pacientes que constituyen el total de la población perteneciente al consultorio médico No. 27 sito en calle Ina e/ Central y calle A, reparto Alturas de San Miguel, perteneciente al Policlínico Docente Universitario Bernardo Posse del municipio San Miguel del Padrón de Ciudad de la Habana durante el período comprendido entre el 1ro de enero de 2008 y el 29 de febrero de 2008, lo que constituyó nuestro Universo de estudio. Del mismo se seleccionó una muestra constituida por los pacientes que residen en las áreas aledañas a las calles Villalobos entre Iris y Final resultando un total de 122 pacientes, de los cuales 25 de 0 a 15 años de edad fueron nuestro objeto de estudio. Se utilizó el método de encuesta para la recolección de los datos, y el método clínico para la detección de síntomas y signos, y al total de los pacientes de la muestra seleccionada se les realizó dosificación de plomo en sangre en los laboratorios del Centro nacional de Medicina del Trabajo. El procesamiento de la información se hizo utilizando un microprocesador del tipo Celeron con sistema operativo Windows xp por medio de la aplicación del Microsoft Excel y la tabulación de la información según nuestros objetivos.
Análisis y discusión de los resultados
Fuente: Tabla No. 1 del anexo.
En el gráfico anterior agrupamos a los pacientes estudiados según la edad de los mismos en pacientes en edad pediátrica, representados por los que tienen entre 0 y 15 años de edad, y pacientes en edad adulta a los que presentaban más de 16 años de edad. De esta forma se puede apreciar en el esquema, como en más del 70 % de los pacientes se registran niveles elevados de plomo en sangre, mientras que en los del segundo grupo el 100 % presenta niveles de plomo en sangre dentro de los límites normales. Esto demuestra que las personas más susceptibles a desarrollar una intoxicación por plomo son aquellas que se encuentran en edad pediátrica, por lo que decidimos estudiar solo a los pacientes que tenían entre 0 y 15 años de edad.
Fuente: Tabla No. 2 del anexo.
En el gráfico anterior podemos apreciar que el grupo de edad más representado es el de 0 a 4 años, y que en el mismo abunda el sexo masculino. Teniendo en cuenta que a menor edad mayor es el riesgo de absorber las sustancias con toxicidad para el organismo derivadas del Plomo, y menor la eliminación de este por el organismo; por tanto mayor es el riesgo de padecer o desarrollar el Saturnismo. Podemos afirmar que el 52 % del total de pacientes estudiados se encuentran en un riesgo potencial de padecer una intoxicación por plomo. Esto se ve agravado por el hecho de que los varones tienden más al juego al aire libre y en contacto con los posibles contaminantes, además de ser en su mayoría menos higiénicos que las hembras, por problemas culturales de nuestra sociedad, lo que promueve la contaminación de los niños por ponerse en contacto directo con el polvo esparcido por la tierra y el suelo, el cual es incorporado al cuerpo mediante la vía digestiva, ya que los niños se llevan las manos sucias o los juguetes a la boca. Además de la vía respiratoria puesto que los contaminantes del plomo constituyen un polvillo fino de muy fácil dispersión aérea y fácil penetración nasal. En la tabla No. 11 del anexo se pueden apreciar las principales vías de contaminación por el metal1.
Fuente: Tabla No 3 del anexo.
En el gráfico No. 3 podemos observar que los pacientes de piel blanca constituyen el 52 % del total siendo la mayoría, seguidas por los mestizos para un 32 %, y por último los de piel negra para un 16 %. También se aprecia como el sexo masculino predomina ligeramente sobre el femenino reafirmando lo planteado en el primer gráfico. De esta forma podemos decir que en nuestra población en estudio existe un predominio de las personas de la raza blanca sobre las personas mestizas y negras, lo cual es una sorpresa para nosotros puesto que no se relaciona con los datos étnicos-demográficos de nuestro municipio, donde de forma general existe un predominio de la raza mestiza sobre la negra y de estas dos sobre la blanca. De todas formas no se recoge en la bibliografía ningún dato que defienda la predisposición de alguna raza al padecimiento del Saturnismo.
Fuente: Tabla 4 del anexo.
En el gráfico No. 4 podemos apreciar de forma global como 11 de las 17 viviendas para un 64 %, donde residen los pacientes estudiados presentan construcción de mampostería y además constan de un adecuado servicio sanitario.
Fuente: Tabla 5 del anexo.
En el gráfico No. 5 podemos apreciar como la mayoría de las casas presentan piso de cemento y la mayoría de los patios son de tierra. Si tenemos en cuenta que los contaminantes son las sales y el óxido de plomo que se encuentra en la superficie del suelo por la erosión y la exposición del metal a los agentes físicos y químicos del medio ambiente1, 2, no es difícil comprender que el hecho de que la mayoría de los patios sean de tierra es un factor determinante para que estas sustancias estén en contacto directo con los niños que juegan en los mismos. Pero además esto se agrava por el hecho de que los pisos de cemento, los cuales se encuentran sin pulir y en los que hasta se pueden observar las rejillas de plomo, constituyen un factor agravante de la exposición puesto que en ellos se almacenan en sus irregularidades y grietas las sales y óxidos contaminantes que se encuentran en forma de un polvillo fino y blanco que se esparce y disemina con mucha facilidad, por lo que al jugar los niños en el interior de las casas se ponen en contacto directo con el plomo y comienzan a incorporarlo al organismo.
Fuente: Tabla 6 del anexo.
Pero para sumar mayor gravedad a lo antes expuesto nos encontramos en el gráfico 6, en el cual se hace una comparación de las condiciones estructurales de las viviendas respecto a las condiciones higiénicas de las mismas, que la mayoría de estas (52 %), presentan condiciones higiénicas no adecuadas a pesar de no tener malas condiciones estructurales, a lo que se le suma un 11 % de las mismas que presentan pésimas condiciones higiénicas para un 63 % de viviendas en las que por sus condiciones inadecuadas de higiene, los elementos tóxicos se acumulan en mayores concentraciones, y los niños que residen en estas se ven más expuestos a los mismos. Esto se puede por el hecho de que los niños que mayores cifras de plomo en sangre tienen, son precisamente los que viven en las viviendas de peores condiciones constructivas y de peores condiciones higiénicas.
Hasta aquí hemos realizado una breve caracterización de la población en estudio, y de los posibles factores que pudieran estar relacionados con la existencia de una exposición a los contaminantes del plomo. Por tanto hasta este punto podemos afirmar que el aumento de la exposición de los niños al plomo y el aumento de la absorción de este metal por los mismos, va a estar determinada por las siguientes relaciones:
A menor edad del niño, mayor posibilidad de contaminación.
A mayor tiempo de permanencia del niño en el área contaminada, mayor posibilidad de contaminación.
A peores condiciones constructivas de la vivienda, mayor posibilidad de contaminación.
A peores condiciones higiénico-sanitarias, mayor posibilidad de contaminación.
Fuente: Tabla 7 del anexo.
En el gráfico No. 7 podemos apreciar la relación entre la edad de los pacientes y el nivel de absorción de plomo representado por la cantidad del mismo en la sangre de estos. En este esquema podemos apreciar como los pacientes de menor edad son los que presentan las cifras más altas de plomo en sangre, siendo los niños que se encuentran entre 0 y 4 años de edad los más afectados. Esto concuerda con lo esperado, puesto que hay que tener en cuenta que a menor edad, menor desarrollo de los sistemas orgánicos, por tanto existe una mayor absorción del metal por inmadurez del sistema digestivo, y una menor tasa de eliminación del tóxico comparada con la del adulto por el subdesarrollo de los Riñones y el del Hígado. Todo esto potencia la aparición del Saturnismo en las edades inferiores. Lo antes planteado guarda relación directa con lo que se recoge en la literatura consultada, donde se plantea que los niños pequeños son más vulnerables a la intoxicación por el metal, incluso son más propensos al desarrollo de sintomatologías agudas y agravadas en comparación a los niños mayores y los adultos, que presentan un mayor nivel de resistencia al tóxico, desarrollando entonces patologías que tienden a hacerse crónicas si no se aleja al individuo de la exposición3, 4, 5.
Fuente: Tabla 8 del anexo.
En el gráfico No. 8 podemos observar el comportamiento de los valores sanguíneos de plomo en los niños menores de 5 años (fuera de la edad escolar), teniendo en cuenta el lugar donde los mismos se mantienen la mayor parte del día. De esta forma podemos comprobar como no existen niños, que acuden al círculo infantil, que presenten valores de plomo en sangre. En contraste podemos ver como la gran mayoría de los que se quedan en la casa durante el día son los que presentan las mayores cifras de plomo sanguíneo, por lo que podemos establecer una relación directa entre el tiempo de exposición y los valores sanguíneos del metal. Para reafirmar lo antes planteado podemos observar como en la columna media se representan 2 niños que permanecen fuera de sus viviendas durante el día, y que los mismos a pesar de tener cifras elevadas de plomo en sangre, estas no llegan a valores realmente elevados, por lo que podemos demostrar que el alejarse del área de contaminación favorece a la disminución de la absorción del metal. Esto reafirma lo planteado por las autoridades del tema, las cuales pomueven el hecho de que no existe tratamiento específico para dicha intoxicación, sino que la verdadera solución se encuentra en eliminar la exposición al metal; puesto que el propio organismo cuenta con los mecanismos para depurarse con el tiempo del tóxico6, 7, 8.
Fuente: Tabla 9 del anexo.
En el gráfico anterior podemos apreciar como efectivamente son los pacientes del sexo masculino lo más afectados por las concentraciones elevadas de Plomo en sangre, puesto que más del 44 % del total de los pacientes estudiados son varones que presentan cifras en sangre por encima de 10 ug/dL que es el nivel máximo aceptado, por encima del cual ya se considera elevada la concentración del metal en sangre. Sin embargo el mayor número de pacientes del sexo femenino presenta valores por debajo del nivel antes mencionado. Lo que concuerda con lo planteado al principio del análisis del presente trabajo, donde exponiamos que producto del tipo de juego de los varones y de su mayor tendencia a la exposición a los contaminantes, estos deberían ser los más afectados. A esto podríamos agregar que los pacientes que con más urgencia han necesitado atención médica hospitalaria para recibir tratamiento adecuado por presentar las cifras más elevadas de Plomo en sangre, han sido precisamente del sexo masculino. Sin embargo no se recoge en la bibliografía consultada ningún planteamiento que defienda o afirme que el sexo masculino es el más afectado por la entidad nosológica, por lo que pensamos que este hecho puede estar determinado por las propias carácterísticas socioculturales y demográficas de la población estudiada.
Fuente: Tabla 10 del anexo.
En el gráfico No. 10 podemos apreciar como la mayoría de los pacientes se encuentran entre el valor calculado para el peso normal y el bajo peso. Pero dentro del peso normal es necesario aclarar que más del 56 % de los pacientes presentaban un peso riesgo tendiendo a caer en el bajo peso. Si tenemos en cuenta que la intoxicación por Plomo provoca trastornos como los dolores abdominales, estreñimiento, vómitos y además disminución del apetito, y que también interfiere en el funcionamiento del tubo digestivo para la absorción de los nutrientes9, 10, 11; no es difícil comprender que el peso corporal y la talla son dos elementos que pueden verse directamente afectados.
Fuente: Tabla 11 del anexo.
En el gráfico No. 10 podemos apreciar una serie de síntomas y signos referidos por los pacientes y que pudieran estar relacionados con la exposición al plomo. Así podemos observar como el 50 % de los pacientes de 0 a 4 años de edad padecen o han padecido todos los síntomas y signos señalados, mientras que a medida que van aumentando en edad van disminuyendo los síntomas y los signos referidos. Esto puede interpretarse como que a medida que el niño crece y se desarrolla se hace más resistente a desarrollar síntomas y signos producto de la concentración del tóxico en los tejidos. Realmente no podemos establecer una relación directa entre la sintomatología registrada y los niveles de toxicidad por el plomo, puesto que eso conlleva a otro tipo de estudio; pero lo que si podemos afirmar es que indiscutiblemente la presencia de estos niños en el área contaminada trae como consecuencia el aumento de las concentraciones del metal en el torrente sanguíneo de los mismos, y esto está provocando cuadros clínicos muy semejantes entre sí, y que guardan una relación directa con lo descrito en la bibliografía para definir a un cuadro de saturnismo infantil crónico.
Dentro de la encuesta se recogieron una serie de datos que sirvieron para hacer una valoración sencilla del desarrollo psicomotor de los niños pacientes estudiados. En la misma se llegó a la conclusión de que el total de los niños presentó un desarrollo psicomotor aparentemente normal. Por lo que a través del presente estudio no podemos definir si la exposición al Plomo interfiere en el correcto desarrollo de nuestro organismo, especialmente del Sistema Nervioso. Es importante tener en cuenta que no se realizó, por las características propias del presente trabajo, una valoración profunda de dicho aspecto, tampoco se realizaron estudios del aprendizaje, la memoria o la atención; puesto que para esto harían falta otros tipos de estudios que no forman parte de los objetivos del presente. Aún así si podemos plantear que la intoxicación por el metal, y su acumulación en el sistema nervioso central pueden traer trastornos, sobre todo de tipo intelectual, puesto que muchos padres nos refirieron que sus niños estaban disminuyendo en su rendimiento académico producto de la intranquilidad y la falta de atención en las clases, dada por la disminución de la capacidad por parte de los niños para poder concentrarse en las actividades escolares, agravándose esto por la irritabilidad e intranquilidad que muchos de estos niños han comenzado a padecer en la medida que las concentraciones del metal en sangre aumentan. Esto guarda una relación directa con lo recogido en la bibliografía existente sobre el tema, en la cual se plantea que en los niños la intoxicación crónica por Plomo puede producir retraso mental, trastornos convulsivos, trastornos de la conducta con agresividad y regresión del desarrollo11, 12.
Por todo lo anterior podemos plantear que en el área de estudio perteneciente al Consultorio Médico No. 27 perteneciente al Policlínico Bernardo Posse de San Miguel del Padrón en la provincia Ciudad de la Habana, existe una población infantil que podemos diagnosticar como intoxicada por plomo, y que algunos de estos pacientes están desarrollando una entidad nosológica denominada Saturnismo Infantil Crónico.
Conclusiones
Detectamos un gran número de pacientes con cifras elevadas de plomo en sangre, síntomas y signos, prueba fehaciente de la existencia en nuestra área de Saturnismo infantil.
Las condiciones estructurales deficientes de las viviendas, la falta de higiene y las condiciones geográficas del lugar, favorecen la diseminación de las sustancias contaminantes.
Las características socio-culturales de la población constituyen factores de riesgo para la aparición de la intoxicación por plomo.
Los pacientes más afectados son los que se encuentran en el grupo de 0-4 años de edad, del sexo masculino y no existe una relación entre el desarrollo de la enfermedad y la etnia.
Las causas que favorecieron la intoxicación plúmbica fueron la construcción de viviendas en la zona donde existían varias Fundiciones que trabajaban con dicho metal.
Recomendaciones
Estudio multidisciplinario, para determinar las condiciones objetivas que determinan o influyen en la aparición de la intoxicación por plomo en la población de dicha área.
Trazar una estrategia de intervención que permita eliminar el contaminante o alejar a la población del área contaminada.
Recordemos que no existe un verdadero tratamiento para la intoxicación por plomo, y que la única solución es quitar a los pacientes de la exposición de las sales de dicho metal.
Referencias bibliográficas
1. Dirección Nacional de Estadísticas: La Salud pública en Cuba. Hechos y cifras. MINSAP, 2005.
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3. Colectivo de autores: El Manual de Merck. 10ma Edición en español correspondiente a la 17ma Edición original. Editorial Harcourt Brace. Madrid, 1999.
4. Bennentt & Plum: Cecil Textbook of Medicine. 20th Edition CD-RUM. Philadelphia, 2005.
5. Senado, J.: Los factores de riesgos en el proceso salud-enfermedad. En Revista cubana de Medicina General Integral. Vol.15, (4), 1999, pp. 446-453.
6. Colectivo de Autores: Manual de diagnostico y tratamiento en especialidades clínicas. Editora Política. Ciudad de la Habana, 2002.
7. Gloor JE, Kisson N, Joubert GI. Appropriateness of hospitalisation in a Canadian pediatric hospital. Pediatrics. 1993;91: 70-4. [Medline]
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9. Leape LL, Park RE, Solomon DH, Chassin MR, Kosekoff J, Brook RH. Does inappropriate use explain small-area variations in the use of health care services? JAMA. 1990;263:669-72.
10. Smith R. Where is the wisdom? The poverty of medical evidence. BMJ. 1991;303:789-99.
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Anexos
Tabla No. 1: Distribución de pacientes según valores de plomo en sangre y grupos de edad, CM 27. Municipio SMP, Ciudad Habana. Marzo de 2008.
Fuente: Historias clínicas individuales.
Tabla No. 2: Distribución de pacientes expuestos al tóxico según grupos de edad y sexo, CM 27. Municipio SMP, Ciudad Habana. Marzo de 2008.
Fuente: Encuestas
Tabla No. 3: Distribución de pacientes según color de la piel y dosificación de Plomo en sangre, CM 27. Municipio SMP, Ciudad Habana. Marzo de 2008.
Fuente: Encuestas y Historias Clínicas Individuales.
Tabla No. 4: Distribución de viviendas según material de construcción y tipo de servicio sanitario, CM 27. Municipio SMP, Ciudad Habana. Marzo de 2008
Fuente: Encuestas
Tabla No. 5: Distribución de viviendas según tipo de piso y tipo de patio, CM 27. Municipio SMP, Ciudad Habana. Marzo de 2008.
Fuente: Encuestas
Tabla No. 6: Distribución de viviendas según condiciones constructivas y condiciones higiénicas, CM 27. Municipio SMP, Ciudad Habana. Marzo de 2008.
Fuente: Encuestas
Tabla No. 7: Distribución de pacientes según valores de plomo en sangre y grupos de edad, CM 27. Municipio SMP, Ciudad Habana. Marzo 2008.
Fuente: Encuestas e Historias Clínicas Individuales.
Tabla No. 8: Distribución de pacientes menores de 5 años de edad según valores de Plomo en sangre y lugar donde permanecen los niños durante el día, CM 27. Municipio SMP, Ciudad Habana. Marzo 2008.
Fuente: Encuestas e Historias Clínicas Individuales.
Tabla No. 9: Distribución de pacientes según sexo y valores de plomo en sangre, CM 27. Municipio SMP, Ciudad de la Habana. Marzo de 2008.
Fuente: Encuestas e Historias Clínicas Individuales.
Tabla No. 10: Distribución de pacientes según valores de Plomo en sangre y Valoración Nutricional, CM 27. Municipio SMP, Ciudad Habana. Marzo de 2008.
Fuente: Encuestas e Historias Clínicas Individuales.
Tabla No. 11: Distribución de pacientes según grupos de edad y sintomatología, CM 27. Municipio SMP, Ciudad de la Habana. Marzo de 2008.
Fuente: Encuestas.
Tabla No. 12 Vías de intoxicación por Plomo.
Fuente: Bibliografía.
Autor:
Sandor Díaz Ramos
Estudiante 1eraño de medicina
Asesora:
Dra. Leticia Cruz Sánchez
Especialista en MGI.
Máster en Atención Integral a la Mujer.
Metodóloga del Policlínico Universitario.
Curso 2007-2008