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Del estrés a la enfermedad


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Conclusiones
  4. Recomendaciones
  5. Bibliografía

Resumen

Se presenta una revisión bibliográfica que establece las fases que existen del estrés a la enfermedad. Esta revisión demuestra cada uno de los mecanismos que intervienen para pasar a un estado de estrés crónico. El objetivo propuesto es demostrar la condición en la cual el organismo completo, responde con prontitud, eficacia y espontaneidad a situaciones externas de emergencia, que genera preocupación y alarma y que esto es forma crónica conlleva alguna entidad patológica. Para realizar la investigación se siguió como procedimiento el análisis de diversas bibliografías. La promoción para la salud en este tema se ve afectado en la mayor parte de la población en el mundo.

Introducción

1.1. Antecedentes históricos

El concepto de estrés adolece de la ambigua bendición de ser demasiado bien conocido y demasiado poco entendido; se deriva del vocablo latín "stringere" que significa "provocar tensión"; se empezó a utilizar desde el siglo XIV para expresar dureza, tensión, diversidad o aflicción, tiene antecedentes en la medicina a partir del siglo XIX. (1)

El estudio científico del estrés, inició en 1925 con el fisiólogo austriaco Hans Selye, estos estudios iniciaron con la observación de reacciones en cadena, dadas por el organismo ante situaciones que requerían de una súbita adaptación. (2)

A estas manifestaciones generales Selye las denominó síndrome general de adaptación, y más tarde reacción de estrés, significando con esto una reacción del organismo frente a un "estresor"; una reacción de ataque y fuga con la que el cuerpo, en forma global responde con una reacción general y amplia, con el objetivo de superar o neutralizar al "estresor", involucrando todos los sistemas de vida: el neurovegetativo, el endocrino, el inmunológico y los sistemas metabólicos. (3)

Walter B. Cannon es uno de los padres del enfoque teórico del estrés; durante los años treinta, estudió la respuesta de activación neurovegetativa y de la médula suprarrenal ante la presentación de estímulos que amenazan la homeostasis; en sus estudios comunicó "los niveles críticos del estrés" y los definió como aquellas situaciones que producen un debilitamiento de los mecanismos homeostáticos. En 1936, Hans Seyle, otro de los exponentes de la perspectiva teórica del estrés, definió al "síndrome general de adaptación" como la respuesta del organismo a algo perdido, un desequilibrio al que se debe enfrentar; lo divide en Distrés y Eutres. (4,5)

El primero se refiere al estrés perturbador o "malo" y el segundo al estrés bueno o que produce resultados positivos o constructivos; otros enfoques teóricos son la perspectiva interaccionista de Sutherland y Cooper que conduce a modelos relacionales (1997) y la teoría transaccional del estrés de corte cognoscitivo de Cohen y Lazarus (1979), Lazarus y Folkman (1986) y Lazarus (2000). (1,5-7)

El trabajo de estos precursores permite que el estrés se estudie con enfoque en las reacciones fisiológicas y psicológicas del individuo a ambientes desagradables –síntomas–, en las características ambientales –estresores– que inciden sobre el sujeto de una forma disruptiva, provocando cambios en él como una interacción o transacción entre el sujeto y su ambiente. (8)

Wallace y Szilagyi en 1982 lo definieron como "una experiencia interna o posición, que crea un desequilibrio fisiológico o psicológico en el individuo" y lo agrupan en dos categorías: estrés laboral u organizacional asociado a causas organizacionales y el estrés de la vida diaria (life stress) relacionado con causas individuales y/o familiares. (7)

1.2. Definición y clasificación

Hans Selye definió el estrés ante la OMS (Organización Mundial de la Salud) como la respuesta no específica del organismo a cualquier demanda del exterior, es decir, la respuesta global a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional y fisiológico de la persona. Según Selye, el Síndrome General de Adaptación comprende tres fases:

a) Fase de alarma (ocurren modificaciones biológicas frente a una primera exposición al factor de estrés).

b) Fase de resistencia (el organismo lucha contra el factor de estrés utilizando al máximo sus mecanismos de defensa).

c) Fase de agotamiento (el organismo agota sus recursos energéticos después de un periodo prolongado de exposición al factor de estrés).

El estrés es, entonces, una respuesta general de adaptación del organismo ante las diferentes demandas del medio, cuando éstas se perciben como excesivas o amenazantes para el bienestar e integridad del individuo. (1)

Ante el estímulo de eustrés ("buen estrés") o distrés ("mal estrés"), el cuerpo experimenta en la práctica un desequilibrio sustancial entre la demanda y la capacidad de respuesta del individuo, bajo condiciones en las que el fracaso, ante esta demanda, posee importantes consecuencias negativas a la salud. (7)

Se clasifica de acuerdo con la fuente que lo produce; en este sentido, se puede denominar como estrés familiar, por duelo, médico, amoroso y marital, sexual, ocupacional, académico, militar, por tortura y encarcelamiento, social, fisiológico, etcétera. (8)

El modelo de ajuste entre individuo y ambiente laboral, formulado por Harrison en 1978, propone que lo que produce el estrés es un desajuste entre las demandas del entorno y los recursos de las personas para afrontarlas, es decir, por una falta de ajuste entre las habilidades y capacidades disponibles por las personas, las exigencias y demandas del trabajo a desempeñar, también entre las necesidades de los individuos y los recursos del ambiente disponible para satisfacerlas. (7)

1.3. Etiología

Cualquier suceso que genere una respuesta emocional, puede causar estrés. Esto incluye tanto situaciones emocionalmente positivas como situaciones emocionalmente negativas. El estrés también surge por malestares menores, como esperar demasiado en una cola o en el tráfico. Sin embargo, no existe un estímulo al cual todas las personas reaccionen de la misma forma y sean influenciadas con la misma intensidad, es decir, no existe un estímulo "estresor" estándar que afecte con la misma intensidad a todas las personas, es por ello que, situaciones que provocan estrés en una persona pueden ser insignificantes o placenteras para otra. (9, 10)

1.4 Tipos

Si el estímulo es real pero dura poco, se le denomina estrés agudo, ésta es la forma de estrés más común, su duración está limitada en el tiempo y es compuesto de un mínimo, de un máximo y de regreso a un mínimo (los periodos breves de estrés trastornan el funcionamiento del organismo; sin embargo los síntomas se aparecen cuando el episodio termina). El estrés agudo puede ser considerado positivo, como una reacción constructiva.

Una condición en la cual el organismo completo, responde con prontitud, eficacia y espontaneidad a situaciones externas de emergencia, que genera preocupación y alarma. Su función es la de preservar la vida, de responder con todas las energías contra cualquier agresión y normalmente es considerado como benéfico.

Los mecanismos que intervienen para pasar a un estado de estrés crónico, son muy complejos e intervienen factores de tipo cognitivo y emocional, que corresponden a la estructura biológica y la personalidad del sujeto, así como al contexto dado por la realidad externa. Si el estímulo es real o imaginario pero perdura en el tiempo con más o menos intensidad, se denomina estrés crónico, dicho estrés es causado por situaciones diarias continuas y repetitivas en donde la persona no es capaz de reaccionar en alguna forma, es decir, cuando el organismo se encuentra bajo presión continua o en situación de emergencia constante y se agotan los recursos fisiológicos y psicológicos de defensa del individuo y el estrés provoca patología. (11)

La población humana está inmersa en mundo que ha tenido muchos cambios. Dentro de los procesos de transformación la gente ha emigrado del campo a las ciudades, donde ha cambiado sus estilos de vida y ha incrementado la tensión en las actividades, esto ha favorecido a caracteres que determinan las condiciones de vida propicias para el desarrollo de entidades patológicas producto del estrés crónico. La mayor parte de signos y síntomas del estrés pasan por omitidas al individuo. La situación anteriormente planteada acerca al investigador al planteamiento del siguiente problema científico:

¿Cómo demostrar la condición en la cual el organismo completo, responde con prontitud, eficacia y espontaneidad a situaciones externas de emergencia, que genera preocupación y alarma y que esto es forma crónica conlleva alguna entidad patológica?

El objetivo general de esta investigación se presenta como:

  • Averiguar las fases del estrés para el desarrollo de la enfermedad.

Objetivo específico:

  • Distinguir cada uno de los signos y síntomas de las fases del estrés que propician al desarrollo de entidades patológicas actuales.

Análisis y discusión

El estrés es, entonces, una respuesta general de adaptación del organismo ante las diferentes demandas del medio, cuando éstas se perciben como excesivas o amenazantes para el bienestar e integridad del individuo. (1)

El ser humano en íntima relación con el estrés desarrolla formas de compensación ante del desgaste que generan las situaciones adversas. Tales condiciones propician a manifestaciones clínicas que dificultan el desenvolvimiento completo del individuo. Las manifestaciones clínicas más frecuentes son: cefalea, trastornos del sueño, dificultad para la concentración, irritabilidad, disturbios estomacales, insatisfacción por el trabajo y baja autoestima.

El estrés condiciona el umbral de tolerancia de la persona, niveles muy bajos de estrés están relacionados con desmotivación, conformismo y desinterés; toda persona requiere de niveles moderados de estrés para responder satisfactoriamente no sólo ante sus propias necesidades o expectativas, sino de igual forma a las exigencias del entorno. El problema constituye cuando la personas no es capaz de manejar el estrés.

Ante una intensidad leve del estrés con una duración de segundos a horas ante situaciones de reprimendas, apariciones públicas en audiencias numerosas y exámenes el daño ocasionado puede tornarse positivo como se mencionó anteriormente. Los problemas continuarían si la intensidad se vuelve moderada o severa con duración de horas a días o de semanas, meses, años correspondientemente ante situaciones como periodo de trabajo excesivo o muerte de una persona amada, enfermedades, operaciones quirúrgicas entre otras.

Ante tales condiciones debemos brindarles a nuestros pacientes pasos para la prevención del estrés:

1.- Identificación del problema.

2.- Diseñar y efectuar intervenciones.

3.- Evaluar las intervenciones.

Después de emitir un análisis de las causas del estrés en el individuo lo determinante es la intervención que se realizará.

Si no se lleva un buen control del estrés, el individuo puede padecer enfermedades tales como: cardiovasculares, artritis reumatoide, migrañas, calvicie, asma, tics nerviosos, dermatitis, impotencia, irregularidades en la menstruación, colitis, diabetes, dolores de espalda, insomnio, agresividad, neurosis de ansiedad, trombosis, etc.

En el estrés crónico (ocasionado ya sea por estímulos reales o imaginarios) es posible atenuar algunos efectos sin llegar a eliminarlos a menos que se realice una intervención especializada, sin embargo es posible prevenir estos efectos mediante terapias psicológicas, donde la correcta respiración juega un papel muy importante.

Conclusiones

  • Las fases del estrés son: alarma, resistencia y agotamiento. Las cuales surgen como respuesta global a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional y fisiológico de la persona.

  • Los signos y síntomas producto del estrés son: cefalea, trastornos del sueño, dificultad para la concentración, irritabilidad, disturbios estomacales, insatisfacción por el trabajo y baja autoestima. Enmarcando una imagen para el desarrollo de enfermedades tales como: cardiovasculares, artritis reumatoide, migrañas, calvicie, asma, tics nerviosos, dermatitis, impotencia, irregularidades en la menstruación, colitis, diabetes, dolores de espalda, insomnio, agresividad, neurosis de ansiedad, trombosis, etc.

Recomendaciones

  • Brindarles a nuestros pacientes pasos para la prevención del estrés. En lo que se incluye: identificación del problema, diseño y efectuación de intervenciones, y así como evaluación de las intervenciones.

Bibliografía

  • 1. Pérez RMA. Estrés vida o muerte, cómo controlarlo. IPN, 3ª Edición 1988, México D.F. pp 135-142

  • 2. 15. Selye H. El Estrés laboral y sus consecuencias, 1925.

  • 3. De Luca P. A., Sánchez A. M. E., Pérez Olan G., Leija Salas L. Medición integral del estrés crónico. Revista Mexicana de Ingeniería Biomédica. Vol. XXV., Núm, 1, marzo 2004 pp 61

  • 4. Payne R, Cooper C. Emotions at work affect at work: a historical perspective. 2001, John Wiley and Sons Ltd. Chapter 6, pp 133-165.

  • 5. Winkleby MA, Ragland DR, Syme SL. Self reported stressorsand hypertension: evidence of an inverse association. Am J Epidemiol 1988; 127: 124-134.

  • 6. Martínez RS, Lazarus A, Richard S. Estrés y emoción. Manejo e implicaciones en nuestra salud. 2000. Editorial Desclée de Brouwer, Bilbao, España, pp 15-37.

  • 7. Oblitas GLA. Ansiedad y estrés. 2005 Psicom Editores. Cali Colombia, pp 1-75

  • 8. Jesús Arenas Osunas. Estrés en Médicos Residentes. Revista Cirujano General Vol. 28 Núm. 2 – 2006 abril – junio 2006

  • 9. Labrado FJ. El Estrés. Nuevas Técnicas para su control; Ed. Temas de hoy (1992).

  • 10. Meichenbaum D, Jarenko M. Prevención y reducción del estrés; Declee de Brouwer (1987).

  • 11. Stora JB. 1991. El Estrés. Presses Universitaires de France. 3-106.

 

 

Autor:

Manuel Ezequiel Ramírez Bustos

Tutor: Dr. C. José Alejandro Concepción Pacheco

Escuela de Formación de Médicos Latinoamericanos

Juan Roberto Milián Milián

Matanzas

2008