Resumen
Los medios de enseñanza son los componentes del proceso docente-educativo, los cuales actúan como vía de comunicación y establecen una relación de coordinación muy directa con los métodos. Estos se desarrollan como consecuencia de las necesidades sociales del hombre, en especial por el carácter científico del aprendizaje y la enseñanza; de ahí que motivan el aprendizaje, activan las funciones intelectuales, garantizan la asimilación de lo esencial, trasmiten mayor cantidad de información de estudio en menos tiempo, logran mayor permanencia de los conocimientos en la memoria y contribuyen a la formación de la personalidad de los educandos. No pueden sustituir la función educativa y humana del maestro, ya que es él quien dirige, organiza y controla el Proceso Docente Educativo. El objetivo de la investigación es divulgar los resultados de la evaluación del aprendizaje a través del empleo de un medio de enseñanza, propiciando un aprendizaje dinámico e integrador, donde los estudiantes serán capaces de asimilar los conocimientos adquiridos durante su formación con mayor facilidad y de una forma menos monótona; con ella se logró mayor motivación en la evaluación oral, favoreció la autoevaluación y coevaluación, incrementó el trabajo con las estrategias curriculares y se reforzaron los valores.
Palabras claves: medio de enseñanza, motivación, Proceso Enseñanza Aprendizaje.
Abstract
Teaching aids are the component t of the teaching of educative process, which acts as a means of communication and they also establish a very direct coordination relation with methods. They are developed as the consequences of human social necessities ,specially due to learning – teaching scientific character ; so, they motivate learning and activate the intellectual functions, guarantee the assimilation of the esencial .They transmit a higher quantity of study information in a minor time, they procure a grater knowledge permanence in memory and they contribute to the student"s personality formation they can"t substitute the teacher"s educative and human function because he /she is the one who leads, organizes and controls the EDP .The objective of the investigation is to publish the learning evaluation results through the use of a teaching aid , propiciating a dynamic and integrating learning ,where the students will be able to get the knowledges acquired during their formation with more facility and in a less monotonous way ,motivation in oral evaluation ,it also favoured the selfevaluation and co-evaluation , it increased the work with curricular strategies ,too and values were reinforced.
Key words: theaching aids, motivation, teaching learning process
Introducción
El desarrollo actual de la ciencia se caracteriza, en primer lugar, por su estrecha vinculación con la práctica social, que llega a considerarse una fuerza productiva, y en segundo lugar, por su desarrollo a ritmos acelerados, con la acumulación de una enorme cantidad de datos científicos y la rapidez en la obsolescencia de los mismos. Ello plantea la necesidad de organizar de forma totalmente distinta el proceso docente- educativo, con el objetivo de preparar a un individuo capaz de formarse como especialista durante toda su vida, que pueda enfrentar nuevas situaciones y problemas que ahora no existen, pero que podrán ocurrir en el futuro (1).
Las exigencias sociales en un momento dado determinan los objetivos de la educación, los cuales se concretan en el contenido estrechamente vinculado con los métodos que se deben utilizar en la enseñanza.
El para qué, el qué y el cómo enseñar (objetivo-contenido-método) constituyen una unidad desde el punto de vista didáctico e ideológico, unidad de la cual depende la respuesta que la universidad da a las exigencias de la sociedad. El problema es organizar la respuesta, que el sistema de educación en cuestión debe dar al "encargo social"; convertir sus exigencias y necesidades en fines y objetivos de la educación y materializar estos en el contenido y consecuentemente en las formas de organización y dirección del proceso docente educativo.
Un dilema de las facultades y escuelas de Medicina ha sido la evaluación del progreso de los estudiantes a lo largo de la carrera. Durante años esta evaluación estuvo dirigida solamente a medir los conocimientos que los estudiantes iban obteniendo en cada disciplina académica. Ya desde mediados de la década de los años 70 comienza a adquirir un peso importante la evaluación de las habilidades clínicas de los estudiantes y su competencia para la solución de los problemas de salud de los pacientes (1).
En el sistema de educación médica superior cubano, la evaluación del aprendizaje implica el control y la valoración de los conocimientos, habilidades y hábitos, así como de los modos de actuación que los estudiantes van adquiriendo a través del proceso docente educativo, de acuerdo con los objetivos de cada asignatura, estancia o rotación en particular y del plan de estudio en general (1).
La evaluación de la competencia clínica consta de una parte teórica y otra práctica o clínica (1). En el examen teórico se comprueba el nivel de conocimientos alcanzado y la capacidad para enfrentar el proceso para la solución de problemas clínicos, socio médico e higiénico-epidemiológico. En el examen clínico se comprueba el nivel adquirido por el estudiante en las habilidades clínicas, mediante los diferentes modos de actuación médica.
Los exámenes externos garantizan la determinación efectiva del nivel de competencia de los educandos, por el nivel de imparcialidad y justeza que deben caracterizar a los mismos, al eliminar un peso importante del factor subjetivo y de comprometimiento con la institución donde laboran. Por tal motivo el proceso de enseñanza-aprendizaje tiene que ser concebido y desarrollado como proceso esencialmente formativo, con tres dimensiones: la instructiva, la educativa y la desarrolladora. Para un proceso de enseñanza-aprendizaje desarrollador se debe asumir que el contenido por aprender responda a las exigencias sociales; siendo un aspecto crucial, el interés y la dedicación de los docentes y estudiantes, así como los roles que cada uno deberá desempeñar en las actividades de enseñanza (2).
Los medios de enseñanza constituyen uno de los componentes del proceso docente-educativo que favorece la concepción científica del mundo y la asimilación de los conocimientos de los estudiantes; estos han sido utilizados por los profesores desde los albores de la educación y han ido evolucionando en la misma medida en que la sociedad avanza en su desarrollo científico y tecnológico (3). Estos aspectos son objetivos primordiales de la política educacional cubana, de ahí que año tras año, se mejora la donación de medios de enseñanza en las universidades. Los medios intervienen con eficacia en el proceso instructivo, pero también son elementos poderosos en el trabajo educativo, ya que mediante su empleo el profesor estimula la formación de convicciones políticas, ideológicas, morales y normas de conducta, y puede planificar y ejecutar sus clases con carácter científico.
En las diferentes evaluaciones realizadas a los estudiantes de 4to año de licenciatura en enfermería, se constata timidez en sus respuestas, pobre comunicación al expresarse, inadecuado uso del vocabulario científico de la especialidad y despreocupación por la calificación otorgada. Lo cual nos motivó a la realización de esta investigación que tiene como objetivo divulgar los resultados de la evaluación del aprendizaje a través del empleo de un medio de enseñanza, propiciando un aprendizaje dinámico e integrador, donde los estudiantes serán capaces de asimilar los conocimientos adquiridos durante su formación con mayor facilidad y de una forma menos monótona.
Desarrollo
La enseñanza constituye el proceso de organización y dirección de la actividad cognoscitiva en el cual interactúan el profesor y el estudiante y por ello se denomina proceso de enseñanza-aprendizaje. El mismo constituye un sistema en el que cada uno de sus componentes: objetivos, contenidos, métodos, medios y evaluación, se interrelacionan, pero donde los objetivos constituyen la categoría rectora. La evaluación es el mecanismo regulador del sistema y puede considerarse como el instrumento de control de la calidad del producto resultante del proceso (1).
La eficiencia del proceso docente educativo se expresa en graduados capaces de cumplir con la máxima calidad, el encargo que le plantea la sociedad (1). Por ello es imprescindible que a lo largo de toda la carrera comprobemos en qué medida estamos preparando al estudiante para enfrentar exitosamente su responsabilidad social y si su aprendizaje se corresponde con los objetivos de cada asignatura, disciplina, año de estudio y la carrera en general. En ello radica la importancia de la evaluación del aprendizaje de los estudiantes: la dirección efectiva del proceso docente educativo y la determinación de su grado de eficiencia; pero a su vez también en ello radica su complejidad, y es uno de los aspectos menos desarrollados del proceso docente y sobre el cual mundialmente no existen acuerdos definitivos.
En los análisis que se efectúan al nivel de los colectivos de las asignaturas y disciplinas, generalmente no se incluyen qué preguntas deben responder los estudiantes; qué problemas han de ser capaces de resolver, cuántos y cómo; qué criterios e índices nos pueden mostrar, y en qué grado; ni tampoco el logro de los objetivos propuestos para cada actividad docente, tema impartido y para la asignatura en general.
En la práctica todo esto se traduce en preguntas improvisadas que no están acordes con los objetivos a evaluar; ejercicios y problemas que no se corresponden con los niveles de asimilación propuestos, ni se relacionan con el tipo de control empleado; en la aceptación de respuestas incompletas y en diferencias de criterios entre los profesores al calificar los instrumentos evaluativos, todo lo cual crea desconfianza entre los estudiantes sobre sus resultados (1). El aprendizaje es toda actividad del estudiante cuyo resultado es la formación y la adquisición de nuevos conocimientos, habilidades, hábitos y modos de actuación, así como el perfeccionamiento de los que ya se poseían (1). En los modos de actuación se estructuran e integran los elementos de la personalidad desarrollados en el estudiante, así como el sistema de conocimientos, habilidades y hábitos de su formación profesional (1) que se va a manifestar en la práctica social por una actitud consciente y responsable en su aplicación de manera creadora y de forma independiente.
La evaluación del aprendizaje es una parte esencial del proceso de enseñanza-aprendizaje que nos posibilita su propia dirección, así como el control y la valoración de los modos de actuación que los estudiantes adquieren a través del desarrollo del proceso docente, al comprobar el grado con el que se alcanzan los objetivos propuestos. La evaluación del aprendizaje, así definida, en su sentido amplio, abarca tanto el control como la valoración de sus resultados. No hablamos por tanto del "sistema de control y evaluación" porque en esta última incluimos el primero (1).
La evaluación está determinada por los objetivos, pero sin lugar dudas su efectividad va a depender en gran medida, del número, la frecuencia y la calidad de los controles que se apliquen, así como de la correcta y uniforme calificación que se realice de los resultados. Su carácter de continuidad, permite la constante comprobación de los resultados y poder valorar su tendencia, que posibilita conformar un criterio dinámico sobre el aprovechamiento del estudiante. En la educación médica superior cubana, los objetivos educacionales constituyen la categoría rectora del proceso docente-educativo; pero no hay dudas de que la evaluación influye en lo que enseñamos y determina de manera directa lo que los educandos aprenden (1).
Se denomina control a todos los medios y procedimientos que se utilizan para tomar muestras de los resultados del proceso docente, cuyo análisis permite hacer un juicio sobre el grado y calidad con que se logran los objetivos propuestos (1).
El requisito de controlar es una necesidad que obedece no sólo a la teoría general de la dirección como ciencia, sino que también se deriva de la teoría psicológica de la asimilación de los conocimientos (1).
Se denomina evaluación al juicio con que culmina el análisis del logro de los objetivos. Este juicio o evaluación se expresa en una calificación que lo define. Las calificaciones son formas convencionales establecidas que expresan en categorías el resultado de la evaluación, lo que permite ordenar o clasificar el rendimiento de los estudiantes (1). Toda evaluación en salud, para que sea eficaz, tiene que estar comprometida con la competencia y el desempeño de los estudiantes, la efectividad del claustro, la seriedad del currículo y la calidad de los servicios donde se desarrolla el proceso educacional (4).
Para expresar las diferentes categorías se utilizan escalas, las cuales pueden ser simbólicas o numéricas. Existen diversos criterios acerca de estas escalas y lo cierto es que ambas tienen sus ventajas y desventajas. Lo esencial radica en que la calificación sea objetiva, que exprese una correcta correspondencia con la calidad de la asimilación y por lo tanto, la necesidad de establecer criterios unitarios, que disminuyan la influencia del factor subjetivo, y que frente a una actuación determinada, con iguales resultados, el grupo de profesores otorguen iguales calificaciones.
Este problema tendrá solución, si partimos de un Modelo Profesional que recoja en sistema el tipo de profesional a formar, el objeto de la profesión y de trabajo, los modos de actuación, las funciones y la ubicación laboral; si los programas temáticos y analíticos de cada asignatura y disciplina tienen bien definidos los objetivos a alcanzar de acuerdo con el sistema de conocimientos y de habilidades propios concretados en modos de actuación; si los colectivos de las asignaturas establecen un adecuado sistema de evaluación del aprendizaje, elaboran correctamente los diferentes controles y se definen en cada uno de ellos los criterios para otorgar cada calificación de acuerdo con la escala establecida, para el nivel de enseñanza correspondiente (1).
Por lo tanto, la evaluación así considerada se integra e interrelaciona con cada uno de los componentes del proceso de enseñanza-aprendizaje. Parte del sistema de objetivos establecidos en el Programa de la Disciplina o de la Asignatura, según el tipo de control, y que constituye la fuente de las normas de valor del proceso evaluativo (1). En la medida en que se logre el cumplimiento de los objetivos propuestos, la evaluación constituirá a la vez un elemento de retroalimentación y de dirección continua del proceso docente.
Los objetivos determinan los contenidos: sistema de conocimientos y sistema de habilidades que se concretan en determinados modos de actuación, los que se enseñan a los estudiantes mediante las diversas actividades docentes; al aplicar y desarrollar determinados métodos de enseñanza y auxiliados con el empleo de los diferentes medios de enseñanza. Todo ello conduce por tanto al establecimiento para cada nivel: carrera, disciplina, semestre y asignatura de un sistema de evaluación bien planificado, estructurado e interrelacionado, en cuya determinación participan activamente la facultad, los comités verticales y horizontales, los departamentos docentes y los colectivos de asignaturas (o disciplinas).
Así tenemos pues, que en relación con el proceso de enseñanza-aprendizaje que desarrollamos (objetivos, contenido, formas, métodos, medios) y en el nivel que nos corresponde actuar, estableceremos: las formas de evaluación, el tipo de control, los métodos, procedimientos, técnicas y medios de enseñanza a emplear; confección del instrumento evaluativo (objetivos, contenido, nivel de asimilación); establecimiento de los criterios de calificación; aplicación y calificación del instrumento evaluativo, así como el análisis de los resultados que se discutirá con el grupo de estudiantes y en el colectivo docente que corresponda.
Por lo tanto, la evaluación que forma parte indisoluble del proceso de enseñanza-aprendizaje como sistema, que parte de los objetivos educacionales como categoría rectora, se interrelaciona dialécticamente con cada uno de los componentes del proceso docente, por lo que su análisis aislado carece de valor y como nos permite valorar la eficiencia real del proceso docente educativo, se convierte en el instrumento eficaz para garantizar su continuo perfeccionamiento.
A nivel mundial las funciones de la evaluación del aprendizaje ocupan un lugar importante en la literatura pedagógica y aunque en los diferentes trabajos revisados (1) no se estructuran las mismas funciones, las ideas que expresan los diferentes autores son similares, lo que nos posibilita reagruparlas de forma sencilla y didáctica. Así tenemos que la evaluación del aprendizaje cumple las siguientes funciones: retroalimentación, instructiva, educativa y de comprobación y control.
La correcta aplicación del sistema de evaluación del aprendizaje, que tiene un carácter cualitativo e integrador, se basa en un conjunto de condiciones que constituyen las premisas básicas que debe satisfacer, las cuales se encuentran estrechamente relacionadas entre sí y cuya inobservancia impide se cumplan efectivamente sus funciones. Con fines didácticos exclusivamente las estructuramos en principios y exigencias.
Los principios de la evaluación son: la objetividad, la sistematización y continuidad, así como su carácter sistémico. Las exigencias que debe satisfacer son las de la validez y la confiabilidad.
Para la evaluación del aprendizaje en la educación superior se realizan diferentes tipos de controles en 3 etapas o momentos del proceso, a saber: (1) control preliminar; control durante el proceso de enseñanza- aprendizaje y control diferido.
Todo lo expuesto con anterioridad, enfatiza en lo importante que resulta el empleo correcto de los medios de enseñanza y así mismo evidencia el engranaje que tienen estos con la evaluación.
El medio de enseñanza confeccionado para favorecer la evaluación del aprendizaje de los estudiantes de 4to año de licenciatura en enfermería se nombra la suerte es loca, el que se describirá a continuación: este medio contiene quince tarjetas, de ellas once se corresponden con los temas a examinar y las cuatro restantes a las estrategias curriculares a las que tributa el contenido y el fortalecimiento de los valores. Cada tarjeta está enumerada en el extremo superior derecho; donde el profesor es un integrante más del grupo, pues es él quien comienza el juego al extraer la tarjeta número uno. Cada tarjeta tendrá una orden a realizar para ser evaluado, pero además le sugiere el número de lista del estudiante que probará su suerte, esto se corresponde con un orden intencional planificado por el profesor, pues tendrá en cuenta las características del grupo a evaluar para aprovechar las potencialidades que le brinda el medio de enseñanza y trabajar con las diferencias individuales.
Las tarjetas cinco, diez y quince recogerán preguntas relacionadas con la estrategia curricular de comunicación interpersonal y la formación pedagógica, lo cual favorece el correcto empleo del vocabulario científico de la asignatura Proceso Enseñanza Aprendizaje y de su especialidad; así también el tratamiento adecuado de los valores: humanismo, solidaridad, equidad y honestidad.
El medio permite que el grupo pueda dividirse en equipos y de acuerdo a la calidad de la respuesta dada se evalúa al estudiante de forma individual y al propio equipo al que pertenece de ahí que se fortalece el trabajo en colectivo. Se otorgará 1 punto si la respuesta es correcta, de lo contrario la pregunta pasará a otro equipo pero con 0,5 puntos. Con esta última acción damos oportunidad, a otro estudiante, de mejorar la nota alcanzada con anterioridad; de ninguno de los equipos responder correctamente se dará posibilidad a otro y así sucesivamente. De no llegar a una conclusión acertada en el grupo, entonces el profesor emitirá su criterio y explicará claramente donde encontrar la bibliografía más actualizada sobre el tema en cuestión. El medio permite relacionar a las diferentes asignaturas que componen el año de estudio, ya que fue utilizado en un encuentro de conocimientos donde participaron los profesores y estudiantes de los dos grupos que cursan la carrera.
Con la aplicación del medio de enseñanza: la suerte es loca se alcanzaron los siguientes resultados:
Mayor motivación en la evaluación oral y adecuada comunicación
Pérdida de la timidez
Incremento del trabajo con las estrategias curriculares
Favorecimiento de la autoevaluación y la coevaluación
Mayor pertinencia de los escenarios docentes
Fortalecimiento de los valores en los estudiantes
Estimulación de otros docentes a la creación de iniciativas y de nuevos medios para evaluar a los alumnos
Mejor preparación para enfrentar situaciones nuevas de su profesión
Mejor integración de los conocimientos recibidos
Fortalecimiento en la preparación política y cultural
Adquisición de una cultura general integral
Conclusiones
En la actualidad, con el vertiginoso avance de la tecnología, los medios ocupan un lugar cada día más relevante en el proceso de enseñanza-aprendizaje; sin olvidar, al pizarrón, el más tradicional de los medios a utilizar por el profesor.
Con la informatización, la televisión y otros medios que el desarrollo científico-técnico del momento exigen al profesor, podrá darse respuesta a un proceso de enseñanza-aprendizaje desarrollador, promotor o agente del cambio educativo, además de ser variados; alternativos, adecuados al objetivo y al contenido.
Los docentes deben hacer un trabajo metodológico consciente y responsable de la correcta interpretación de los proyectos curriculares dirigidos a la formación de profesionales, dando prioridad a la evaluación del diseño curricular teniendo en cuenta que la evaluación educativa es un proceso al mismo tiempo que un resultado.
El medio de enseñanza aplicado contribuyó a la mejor integración de los conocimientos recibidos, al fortalecimiento de los valores en los estudiantes, así como a la autoevaluación y la coevaluación logrando mayor motivación en la expresión oral y adecuada comunicación.
Referencias Bibliográficas
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2-Fernández Rodríguez, B. Los medios de enseñanza en la tecnología educativa. La Habana: IPLAC: UNESCO, 1997. 7 p.
3-Gutiérrez Escobar, M /et. al/ Medios de enseñanza con nuevas tecnologías versus preparación de los docentes para utilizarlos. Medisur [revista en Internet]. 2013 [citado 2014 Mar 10]; 11(2): [aprox.8 p.] Disponible en: http://medisur. sld.cu/index.php/medisur/article/view/2238.
4- Salas Perea, R S. La evaluación en la educación superior contemporánea. Biblioteca de Medicina Volumen XXIV. UMSA; 1998.
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– López Machín R. La educación de alumnos con necesidades educativas especiales. La Habana: Pueblo y Educación; 2002.
Anexo
Autor:
Lic. Fernando Pujol Bosque I,
Lic. Maritza Rodríguez Barrios II,
Lic. Dalia Acosta González III,
Lic. Alfredo Hernández Gálvez IV.
Lic. Mileyvis Álvarez Aragón. V
I, II, III, IV, V, VI. Profesores asistentes de la Filial Universitaria de Ciencias Médicas Dr. Eusebio Hernández Pérez.