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La corrupción en Chimborazo


Partes: 1, 2, 3, 4

    1. Una radiografía de la corrupción
    2. Riobamba: las secuelas de la explosión
    3. Cronología
    4. Juntas campesinas o servicio de justicia privada
    5. Entrevista
    6. El dirigente
    7. Los casos
    8. Análisis
    9. Una "papa caliente"
    10. ¿Cuántos árboles quedan en Chimborazo?
    11. Bibliografía

    Introducción

    El periodista Julio Paredes resume en este libro algunos reportajes publicados en los diferentes medios de comunicación en los que ha trabajado, especialmente Diario Hoy y Diario La Prensa.

    Los temas se refieren a varias instituciones de la provincia de Chimborazo pero destacan las investigaciones periodísticas al Consejo Provincial de Chimborazo, Empresa Eléctrica Riobamba y Cemento Chimborazo. En el primer caso el periodista hace un análisis de varios casos de corrupción generados al interior de la cámara provincial y la distribución clientelar del presupuesto institucional.

    Cada uno de los trabajos tuvo un soporte documental, convirtiéndose en verdaderas denuncias cumpliendo de esa manera el rol que tienen los medios de comunicación como es la veeduría ciudadana.

    La realización de estos trabajos periodísticos no tuvo sino otro objetivo el que se rectifiquen actitudes y se emprenda en un verdadero desarrollo de Chimborazo, orientando el gasto público a la prioridades, desterrar la corrupción y transparentar la información. No fue fácil publicar estos trabajos, hizo falta confrontar fuentes, consultar documentación, revisar nuestras leyes y finalmente publicar los trabajos con el apoyo de los editores de cada uno de los medios.

    El libro se quiere convertir en un aporte documental y de consulta para los periodistas y la ciudadanía en general y de esa manera evitar que hechos, como los aquí denunciados, no se vuelvan a repetir. Sólo conociendo la realidad nos permitirá cultivar una verdadera cultura del reclamo, sin ser sujetos de manipulación y engaño político.

    Reconozcamos a quienes han usado el poder político para beneficio propio, han despilfarrado los recursos del Estado (nuestros recursos) y a quienes usan el sindicalismo para enriquecerse. Finalmente, respetando una premisa del periodismo, el lector es quien saca sus propias conclusiones.

    Una radiografía de la corrupción

    ¿Qué es la corrupción?

    Todos, de algún modo, podemos identificar el concepto de corrupción. En nuestro país, en donde todos los días escuchamos hablar de incorrecciones en la administración pública, la idea de corrupción está en nuestras mentes y generalmente se lo vincula con el robo. Posiblemente la palabra "corrupción" es una de las primeras que un niño aprende. Éste es un tema de conversación en las calles, oficinas, la mesa familiar, el colegio, etc.

    La gran enciclopedia Larousse señala que corrupción es la "acción o efecto de corromper o corromperse". El diccionario Kapelusz coincide en esa definición pero va más allá al señalar que es el "vicio o abuso introducido en las cosas no materiales: corrupción de las costumbres.

    Más allá de los conceptos enciclopédicos la corrupción posiblemente es el mayor mal que tiene nuestro país y ello debido a que la mayoría de los ecuatorianos incurrimos en este grave vicio, voluntaria o involuntariamente. Osvaldo Hurtado, en el libro "25 años de Democracia en Ecuador" señala que la corrupción está generalizada en la sociedad ecuatoriana, "hay corrupción en los políticos y en los no políticos, en los blancos, en los negros, en los indios, en los mestizos, en los mulatos, en los católicos y en los protestantes, en quienes creen en Dios y en quienes no creen en Dios, en los ricos y en los pobres, en los militares también". Hurtado más adelante explica "contesto de esta manera porque si los ecuatorianos seguimos creyendo que el problema de la corrupción es el de fulano de tal, no vamos a enfrentar este cáncer que ha tomado todo el cuerpo social del Ecuador".

    Es que la corrupción no sólo puede definirse como un acto que afecta a los bienes públicos, como aparentemente se piensa. Muchas veces se ha dicho que los políticos encarnan los más altos niveles de corrupción, posiblemente sea así, pero quienes no intervenimos en política también caemos en incorrecciones de todo tipo. Acaso no es corrupción no denunciar a los malos funcionarios, coimar a un policía, falsificar una licencia, hacerse de "la vista gorda" ante una incorrección. Es tanto el nivel de corrupción en la sociedad civil ecuatoriana que casi se ha incluido en la cultura de nuestro pueblo. Basta recordar frases que identifican plenamente a nuestro pueblo como la famosa "hora ecuatoriana" o la "viveza criolla". En el primer caso nos preguntaríamos si es lícito que alguien que llega a un evento a la hora señalada tenga que esperar por lo menos una hora hasta que los demás invitados y autoridades lleguen para iniciar, ¿no es eso corrupción generalizada?

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