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Freud ¿forense?

Enviado por Nelson Cafardo


    Freud ¿Forense? (1)

    La constante escucha en el consultorio, en los mass media, por parte de colegas, de frases, comentarios, en relación a la, en definitiva, "adaptación" del sujeto humano a la realidad material, hicieron, hacen, que me pregunte sobre los objetivos de nuestra tarea, a través de un circuito que atravesó diversos textos, momentos y autores y que culminé, por hoy y cuándo no, en Freud y en una ilación de textos que me permito presentarles ahora ya que por, otra vez, un camino indirecto, considero que podremos extraer para nuestra práctica algunas consecuencias en este relevamiento de algunos textos freudianos que cruzan lo psi y lo jurídico.

    Voy a centrarme en los más específicos ya que hay muchos más en que propone teorías del castigo, de la ley, de la regulación social, por ejemplo en Tótem y Tabú, El Malestar en la Cultura, etc.

    El primer texto en que hace referencia a este cruce es uno donde el mismo título nos sorprende, la traducción de Ballesteros dice: "El Psicoanálisis y el Diagnóstico de los Hechos en los Procedimientos Judiciales" ¿Diagnóstico de los Hechos? Hay un desplazamiento de una palabra como diagnóstico a cierta creencia en la posibilidad de diagnosticar hechos. Cómo se diagnostican los hechos? ¿Se puede desde el psicoanálisis?

    Recuerdo que en una pericia psicológica, un colega arguyó que no se podía saber nada de ciertos "hechos" porque no se los había registrado, ya que habían sucedido con anterioridad a la situación de pericia. ¿De eso se trataría, de un registro de "los hechos"?

    Llama la atención, de todas maneras que Freud titule así un escrito suyo de 1906, exactamente una conferencia de junio de ese año, luego publicada. La Conferencia fue pronunciada a partir del pedido de un profesor de jurisprudencia en la Universidad de Viena.

    Ya en 1906 Sigmund estaba en "otra cosa" que el materialismo de su época, lo que no quiere decir que estuviera en algún tipo de idealismo, en absoluto.

    Vayamos a la traducción de Etcheverry, dice: "La Indagatoria Forense y el Psicoanálisis" bien, esto es distinto. Indagatoria forense también es un término que se las trae pero aquí el conector "y" en realidad separa más que une, por lo cual me gusta más.

    Indagatoria es un término que entraña muchas significaciones que intersectan el psicoanálisis y lo forense; sin adentrarnos en eso, leemos que se nos advierte en la Edición Amorrortu, que Ludovico Rosenthal cuando traduce este texto para la Editorial Americana, y que viera la luz en 1944/45, traduce como "El Psicoanálisis y la Instrucción Forense", sin saber exactamente el significado de Tatbestandsdiagnostik me parece muy adecuado y prudente esta propuesta, por un lado el psicoanálisis y por otro, compartiendo parcialmente sus campos, la instrucción forense.

    (1) Este trabajo fue presentado en las 3ras. Jornadas por el Día del Psicólogo, organizadas por el Colegio Profesional de Psicólogos de la Provincia del Chubut. Trelew 16 de octubre de 2.009. Se pretende que no pierda el carácter casi coloquial para el que fue escrito.

    Instrucción alude a algo más que la indagatoria, es más amplia, compromete a acciones, tareas que incluyen lo verbal pero también aluden a la investigación, al ir, ahora sí, al lugar de "los hechos".

    Buscando traducciones, vía Internet, encontramos:

    Tatbestands = típico de…

    Tatbestands = estado de las cosas

    La traducción literal, web mediante, remite a una especie de diagnóstico de lo típico, del estado de cosas.

    Debemos tener en cuenta también que al ser una conferencia para público muy específico, tal vez uno no se preocupa por ser entendible más que por ese universo y da por sobrentendidas un montón de cosas.

    También encontramos que:

    edu.red

    Según este diccionario podemos pensar en el diagnóstico de la tipicidad, el diagnóstico del delito, la instrucción del diagnóstico, es decir algo relacionado a un diagnóstico de un proceso que nos dará o permitirá allegarnos a cierto resultado en la instrucción. Recuerden que en Derecho una conducta tiene que estar tipificada como delito para que sea punible.

    Vayamos ahora al texto, que brindará parte del con-texto en que se inserta el título.

    Dice Freud, que se trata de:" un nuevo método de investigación, que habría de forzar al acusado mismo a probar, por medio de signos objetivos, su culpabilidad o su inocencia."

    Esta frase ya nos produce un importante escozor en diversas regiones corporales. Recordamos que era una época en que había que sostener al psicoanálisis pero ¿a qué precio? "habría de forzar al acusado mismo" Freud está proponiendo una técnica que no es que no sólo no considera al sujeto de deseo, ni siquiera le da un lugar de responsabilidad al sujeto conciente, al yo si así lo quieren. El procesado como objeto de nuestra técnica.

    Ubica este examen como útil para: "el juez de instrucción, que quisiera saber si un cierto hecho o un conjunto de hechos que él conoce es conocido también por el acusado como autor del mismo."

    En ese época se estaba empezando a utilizar en la instrucción-causas los experimentos de asociación de palabras de Jung a los fines de, metódicamente, presentar "palabras-estímulo de complejo" a los inculpados y, a través de las respuestas tratar de llegar a la famosa autoinculpación. De acuerdo al tiempo y a la calidad de respuesta se podría dilucidar si la palabra, elegida por el experimentador-fiscal, provocaba algún signo específico en el sujeto.

    Se considera, Freud lo plantea, cuatro elementos para relevar:

    1. el tiempo de respuesta; que Freud lo anuda con la resistencia que el analista encuentra en el proceso terapéutico.

    2. contenido inhabitual; asociado a los equívocos en análisis.

    3. la contaminación; al proponerle otra palabra-estímulo, el sujeto continúa ligado a la palabra anterior. Continúa pendiente del complejo que activó el estímulo. Freud lo encuentra en la asociación de palabras en la sesión.

    4. la alteración en la reproducción; Freud propone que cuando se trabaja un sueño en análisis, si proponemos al sujeto la reiteración del relato del sueño, vamos a encontrar diferencias. En esas diferencias están los puntos de mayor resistencia.

    Sigue Freud "Cuando todos estos signos o varios de ellos coinciden es prueba de que el complejo que nos es conocido existe, como elemento psíquico perturbador, en el sujeto de experiencia. Tal perturbación la explicamos suponiendo que el complejo existente en el sujeto está cargado de afecto, siendo así susceptible de sustraer atención a la tarea de reaccionar, y vemos, por tanto, en ella una «autodelación psíquica»." Y poco más adelante: "éste procedimiento que ha de llevar al acusado a la autodelación objetiva"

    Freud continúa, entusiasmado, diciendo que encuentra "una analogía entre el delincuente y el histérico. En ambos se trata de un secreto, de algo recóndito. Más, para no incurrir en paradoja, haré también resaltar a continuación la diferencia. En el delincuente se trata de un secreto que el sujeto sabe y oculta; en el histérico, de un secreto que él mismo no sabe, un secreto que a él mismo se le oculta. ¿Cómo es posible tal cosa? Pues bien: investigaciones muy laboriosas nos han mostrado que estas enfermedades tienen por fundamento el hecho de que tales personas han conseguido reprimir ciertos recuerdos y representaciones poderosamente cargadas de afecto, así como los deseos en ellos basados, y de tal modo, que no desempeñan ya papel ninguno en su pensamiento, no emergen en su conciencia y permanecen así secretos para el sujeto mismo. Pero de este material psíquico reprimido, de estos «complejos», proceden los síntomas somáticos y psíquicos que atormentan a los enfermos, a la manera de remordimientos de conciencia. Así, pues, la diferencia entre el delincuente y el histérico es fundamental en este punto concreto."

    Interesante que hable del displacer del síntoma como un remordimiento de conciencia, por supuesto en 1.906 nada había aún del super yo, pero sí de los ideales que se oponían a la satisfacción deseada.

    En este punto parecería que el delincuente no experimenta remordimientos de conciencia, ya que su represión es conciente y voluntaria. Entonces: ¡los remordimientos de conciencia no son experimentados por delincuentes ¡

    Retengamos este punto, regresaremos al mismo en el segundo texto.

    Continuamos con el autor que traza una analogía tan potente que parece poder borrar las diferencias entre uno y otro lugar: "Ahora bien: la labor del terapeuta es la misma que la del juez instructor: tenemos que descubrir lo psíquico oculto y hemos inventado con este fin una serie de artes «detectivescas», algunas de las cuales tendrán que copiarnos ahora los señores juristas." Psicoanálisis como instrumento de poder-saber.

    Poco después vuelve a marcar las diferencias: "en vuestras investigaciones sólo se trata de que logréis una convicción objetiva, mientras que el tratamiento exige que el mismo enfermo llegue personalmente a igual convicción. Pero hemos de esperar hasta ver qué dificultades o alteraciones suscita en vuestro procedimiento la falta de la colaboración del investigado".

    Más adelante: "Quisiera hacer resaltar también que vuestro experimento puede sufrir una intromisión que en el psicoanálisis es cosa natural y corriente. Podéis ser inducidos a error en vuestra investigación por un neurótico que reaccione como si fuera culpable, aunque sea inocente, porque un sentimiento de culpabilidad preexistente en él y en acecho constante de una ocasión propicia se apodere de la acusación de que se trate. No tengáis este caso por una invención ociosa. Pensad en la nursery, en el cual se puede observar frecuentemente. Sucede, en efecto, que un niño al cual se reprocha una falta niega resueltamente la culpa, pero al mismo tiempo llora como un pecador convicto. Opinaréis, quizá, que el niño miente al asegurar su inocencia, pero el caso puede ser muy otro. El niño no ha cometido la falta que le atribuís; pero sí, en cambio, otra que vosotros ignoráis y de la que no le inculpáis. Niega, pues, su culpabilidad -en cuanto a la una-; pero, al mismo tiempo, delata su sentimiento de culpabilidad por la otra. El neurótico adulto se conduce en este punto -y en muchos otros- enteramente como un niño. De estos hombres hay muchos, y es aún discutible que vuestra técnica consiga descubrir en tales autoacusadores a los verdaderamente culpables. Y, por último, sabéis muy bien que las normas del procedimiento judicial os prohíben toda actuación que pueda sorprender al acusado. Este habrá, pues, de conocer previamente lo importante que es para él no delatarse en el experimento, y nada nos permite afirmar que una vez fija la atención del sujeto en el complejo, sus reacciones hayan de ser las mismas que cuando su atención está apartada de él, ni sabemos tampoco hasta qué punto puede influir, en personas distintas, el propósito de ocultación sobre su manera de reaccionar. "

    Finaliza proponiendo la utilización experimental del método con procesados reales durante un buen número de años pero a condición de que no influyan en el proceso mismo. Posteriormente dar a conocer los resultados y así sí evaluar la pertinencia del método.

    Toda la crítica foucaultiana a los psi le cabe a Freud en estos lamentables párrafos. Pero bueno, es fácil decirlo hoy, situándonos en ese momento histórico, el esfuerzo de establecer el psicoanálisis, el introducirlo en ámbitos ¿"serios/científicos"?, el amor con Jung, empujan a Freud a plantear las cosas de esta manera aunque no es muy ingenuo, dice: cuidado con los que se sienten culpables a priori, acá las cosas no van a andar bien. Estos siempre se van a autodelatar.

    Pero es llamativo que Sigmund propugne la objetivación de la solución de compromiso que evidenciaría la existencia de un complejo.

    Strachey observa que en cuatro oportunidades Freud habla cercanamente de lo judicial. En el texto citado, luego en "Diversos Tipos de Carácter Dilucidados por el Trabajo Psicoanalítico" de 1.916.

    En este texto toma nota de tres tipos de carácter, los que fracasan al triunfar, las excepciones y los delincuentes por sentimiento de culpa, o por conciencia de culpa (según Etcheverry).

    Aquí ahonda lo ya dicho en el final de la conferencia del "06, hay en algunos sujetos, niños incluso, una necesidad de castigo que debe ser satisfecha porque calma. La conciencia de culpa preexiste a la falta, la crea podríamos decir.

    También señala que hay sujetos a los que esta génesis no se aplica, porque o bien no han desarrollado conciencia moral o bien se creen justificados en su lucha contra la sociedad.

    Realmente es impresionante la visión y claridad de Freud, adelanta que la conciencia moral se debe desarrollar, no está dada de por sí y, además, hay sujetos que se consideran justificados, aquí entran posiblemente los anarquistas de antaño, los fundamentalistas de hoy, en su lucha contra la sociedad.

    El tema del desarrollo de la conciencia moral es apasionante, entra en franca colisión de una lectura lacaniana donde la culpa para todos y cada sujeto está dada apriorísticamente, por una razón de estructura.

    Winnicott es el autor que trazará está génesis de la culpa, años más tarde. Desde otra perspectiva, por supuesto.

    Marcando una clara señal a lo jurídico Sigmund dice, que con respecto a los otros, "para los cuales en verdad se han hecho los códigos punitivos" podemos buscar aquí un nuevo fundamento psicológico de la punición. ¿La punición necesita esto? Tal vez no, tal vez sí en el sentido que sería funcional a quienes detentan y ejercen las medidas punitivas.

    El tercer texto es un texto que se habría perdido, según Strachey, y, finalmente, el cuarto es el otro al que vamos a acercarnos: "La Peritación Forense en el Proceso Halsmann", de 1.930 y publicado en el ´31. Titulado: " El dictamen de la Facultad en el proceso Halsmann" en la traducción de Etcheverry.

    No sólo han pasado 24 años entre la primera conferencia y esta opinión sobre el dictamen o peritación, han pasado Más Allá del Principio del Placer, El Yo y el Ello, los textos sobre metapsicología, (como se les llama).

    Resumamos, versión Strachey que pasó con Halsmann. Un joven es acusado de parricidio, se lo encuentra culpable, en segunda instancia se ratifica la sentencia. De todas maneras luego es absuelto. Un profesor de la Universidad de Viena impulsa una campaña para que "se reviera la decisión primitiva del tribunal" pues se había "echado una mancha inmerecida sobre el carácter del joven" en este acto pide a Freud sus opiniones al respecto.

    Llamemos la atención sobre que, cuando Freud se focaliza en el caso dice: "Si se hubiera demostrado objetivamente que Philipp HaIsmann asesinó a su padre", es decir, se lo condenó en dos instancias pero no se pudo demostrar objetivamente (recordemos la palabra) el asesinato. Dice, si se hubiera demostrado se podría usar el Complejo de Edipo, si no carece de sentido, no tiene sentido en virtud de su universalidad. A partir del Edipo todos somos culpables.

    Freud ya no se preocupa por encontrar un método que le sirva de muleta a la justicia para que el sujeto se autoinculpe.

    Además y, como antes dije, encontramos sujetos que se esfuerzan en ser castigados aunque objetivamente no hayan cometido delito alguno o, también, los hay que cometen delito para ser castigados objetivamente (si, la palabrita). Este castigo es un intento de pago por culpa edípica, intento que no resuelve la cuestión, otro intento fallido, otra transacción entre deseo incestuoso y ley vivida como externa, como frustrante.

    El pálido criminal de Nietzsche que Freud retoma y persigue más allá de la fisiología del filósofo alemán es el mejor ejemplo.

    El comentario freudiano es bien breve pero alcanza para observar que ha salido de la búsqueda de la producción de la autodelación psíquica, del método general, igual para todos. De ser instrumento, herramienta objetiva del forense.

    Aquí produce otro estatuto para Halsmann sujeto.

    Además ya no propone lo que si proponía en 1906, si el sujeto tarda en dar su respuesta será por algo decía, ahora Freud aparece con una distancia respecto a la demanda que se le plantea al psicoanálisis desde un lugar de búsqueda de la verdad material.

    Se encuentra en una posición muy distinta a ciertas escuelas psicológicas, dice claramente "Cuanto la instrucción ha revelado en la familia Halsmann con respecto a los conflictos y desavenencias entre padre e hijo no basta en modo alguno para fundamentar la presunción de una mala relación paterna en el hijo" (el subrayado es mío)

    Si el Edipo es universal todos somos culpables y si hay delincuentes por sentimiento de culpabilidad, entonces hay "delincuentes psíquicos", sin que hayan transgredido alguna ley penal, que tardarán en dar, ante una palabra estímulo que despierte una respuesta de complejo, la respuesta en el tiempo "esperable".

    Entonces la "prueba psíquica" no funciona, habrá que buscar por otro lado, Freud desdeña ocuparse de eso, otros no lo harán.

    Otros seguirán con los tests, los screenings, las observaciones de la "psiquis criminal" "criminal minds" ¿vieron esa serie: Criminal Minds? Los policías saben de memoria que haría un criminal en cada caso de acuerdo a un listado de patterns, sólo se trata de tener ciertos datos y encasillar al criminal, se van tamizando las conductas, investigando el contexto del "caso", un poco de última tecnología de criminalística y daremos con el criminal. A veces, para que el caso quede "bien cerrado" el criminal se autoinculpa, eso sí, sin apelar al método jungiano.

    Aquí la psiquiatría como higiene social también ocupa gustosa ese lugar como la más adecuada disciplina especializada en el relevamiento de los pequeños detalles del sujeto, esos que nos permitirán detectar al monstruo antes que cometa su crimen. ¿La seguiremos en ese camino?

    Bibliografía

    – www.dix.osola.com/index.es.php

    – www.diccionario.reverso.net/espanol-aleman

    – www.es.bab.la/diccionario/espanol-aleman

    – Freud, Sigmund. "La Indagatoria Forense y el Psicoanálisis". Obras Completas. Tomo IX. Traducción de José Luis Etcheverry. Amorrortu Editores. Bs. As.1993

    – Freud, Sigmund. "El Psicoanálisis y el Diagnóstico de los Hechos en los Procedimientos Judiciales" Obras Completas. Tomo II. Traducción de Luis Lopez-Ballesteros. Editorial Biblioteca Nueva. Madrid.1981

    – Freud, Sigmund."Varios Tipos de Carácter Descubiertos en la Labor Analítica" Obras Completas. Tomo III. Traducción de Luis Lopez-Ballesteros. Editorial Biblioteca Nueva. Madrid.1981

    – Freud, Sigmund. "Algunos Tipos de Carácter Dilucidados por el Trabajo Psicoanalítico". Obras Completas. Tomo XIV. Traducción de José Luis Etcheverry. Amorrortu Editores. Bs. As.1986

    – Freud, Sigmund. "La Peritación Forense en el Proceso Halsmann" Obras Completas. Tomo III. Traducción de Luis Lopez-Ballesteros. Editorial Biblioteca Nueva. Madrid.1981

    – Freud, Sigmund "El dictamen de la Facultad en el proceso Halsmann" Obras Completas. Tomo XXI. Traducción de José Luis Etcheverry. Amorrortu Editores. Bs. As.

     

     

    Autor:

    Nelson Cafardo

    Octubre 2.009