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Hermenéutica metódica, romántica, histórica y filosófica (página 2)

Enviado por Luis Ángel Rios


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Hermenéutica histórica

¿En qué consiste?

Consiste en un planteamiento del Dilthey donde se pretende analizar el concepto de vivencia, las categorías de la vida humana, la autobiografía como elemento importante de la comprensión, etc. Sus postulados buscan elucidar la problemática principal de la hermenéutica al interior de la comprensión como ciencia del espíritu; asimismo, que la hermenéutica se relacione con la teoría del conocimiento, demuestre la posibilidad de un saber respecto de la conexión del mundo histórico y hallar los medios que posibiliten este ideal.

El autor esboza los momentos del conocimiento en que se sustentan las ciencias del espíritu: vivencia, expresión y comprensión. En la vivencia o estado íntimo de la experiencia de la conciencia se conectan las experiencias volitiva y artística. En la expresión se relacionan el objeto y el sujeto. La función de la comprensión es la conceptualización y objetivación de las vivencias.

¿Qué comprende?

Análisis de la vivencia y la autobiografía, la comprensión de otras personas y de sus manifestaciones de vida, dentro de la vivencia, expresión y comprensión, para proseguir la estructuración del mundo histórico. Igualmente, análisis de las categorías como modo de captación.

Dilthey se pregunta cómo son posibles las ciencias del espíritu y la búsqueda de su estatuto epistemológico o la constitución de la crítica de la razón histórica.

La comprensión de las personas, en donde se plantean la vivencia y la autobiografía, y la comprensión de otras personas y de sus manifestaciones de vida.

¿Qué teoría o postulados desarrolla?

La comprensión de las personas.

La vivencia y la autobiografía.

Dilthey, en la comprensión de las personas, fundamenta su método teniendo en cuenta el curso histórico en el mundo espiritual, como camino para dar respuesta al "problema de cómo la estructuración del mundo espiritual en el sujeto hace posible un saber de la realidad universal", que será resuelto por la crítica de la razón histórica. Al plantear que la "comprensión es un encontrarse del yo en el tú" muestra que la identidad en la totalidad del espíritu y de la historia posibilita la cooperación de las múltiples aportaciones en las ciencias del espíritu.

Considera que no obstante ese método ser propicio para el conocimiento de la objetividad del mundo espiritual, que ha sido creado en el sujeto, surge la inquietud de cómo puede esto aportar la solución al problema del conocimiento general. Entonces acude a Kant y revisa algunos de sus planteamientos, sin encontrar los elementos necesarios para resolver la cuestión respecto a la posibilidad de una teoría del conocimiento de la historia; señalaba que algunos postulados kantianos, como el análisis completo del saber matemático y científico-natural, están muy bien acabados.

Igualmente, se propuso mostrar la realidad de lo captado en la vivencia. Como buscaba el valor del mundo espiritual surgido de la vivencia, acudió a modos de captación que llamó categorías; éstas conforman en sí conexiones sistemáticas. Estas categorías son supremas, formales y reales. Las supremas señalan los puntos de vista supremos de captación de la realidad. Las formales son formas enunciativas sobre toda la realidad. Las reales son las que se originan en la captación del mundo espiritual.

La temporalidad, que asoma en el curso de la vida, es la primera determinación categorial y fundamentadora de las demás; le son comunes las relaciones de coetaneidad, sucesión, distancia temporal, duración, cambio. Toda esta circunstancia se posibilita dentro del marco del tiempo donde se tienen en cuenta el pasado y el presente; preferencialmente el presente, en donde surgen infinitas posibilidades. Así la vida sólo es producto de muchas conexiones entre sí.

La vivencia, que constituye el objeto de las ciencias del espíritu, es un aspecto relevante en este planeamiento, por cuanto de su cooperación con otros elementos surge el saber acerca del mundo espiritual, ya que éste incluye las operaciones elementales del pensamiento. En este contexto, unidad, pluralidad, igualdad, diferencia, grado y relación, son conceptos que representan lo captable de las operaciones mentales elementales.

En la conexión de la vida se plantea que estamos frente a la vida comprendiendo. En este aspecto son importantes las categorías formales que constituyen las condiciones formales del comprender y del conocer de las ciencias del espíritu y de las ciencias de la naturaleza. Ninguna categoría real da validez a las ciencias del espíritu. En lo histórico no existe causalidad científico-natural; la historia sólo sabe de relaciones de hacer y padecer, de acción y reacción. En esa conexión las autobiografías son una forma suprema para comprender la vida, porque en ellas el curso de la vida es pasado y presente, con sus vivencias en su devenir histórico; vivimos una existencia de estados, en constante habitud con las cosas del entorno dentro de la dinámica existencial.

Las categorías de la vida y de la historia proceden de la vida misma, están ahí. La autobiografía es importante para comprender la existencia porque en ellas el yo capta su propio curso de vida para conciencia de su humanidad y de su historia.

En el orden del ser y del conocer el autor afirma el carácter originante de la vida: está dada en sí misma y es sí misma. Según él, más allá de la vida no existe ningún tipo de conocimiento, porque ésta es devenir, dinamismo, cambio constante. Esta vida en devenir es la generadora de la historia, constitutivo fundamental de la existencia humana.

Para estructurar su universo de la historia acude al proceso de objetivación del espíritu, dado que el hombre se conoce sólo en la historia, que es la memoria de la vida y de la humanidad. Sostiene que la vida no tiene un finalismo trascendente, sino inmanente, y se remite a los individuos, a las sociedades, a la cultura, es decir a los sistemas determinados históricamente, que él denomina como conexiones estructurales.

La comprensión de otras personas y de sus manifestaciones de vida.

Como se sabe, la comprensión e interpretación es el método que llena el ámbito de las ciencias del espíritu, y la comprensión del otro y de su vida se fundamenta en la vivencia y comprensión de mí mismo.

– Las manifestaciones de vida.

Las manifestaciones de vida, que son expresiones que significan algo y que permiten comprender algo espiritual por su expresión, por espirituales nos permiten el conocimiento. Existen diferentes manifestaciones de vida: las que constituyen conceptos, juicios (donde reside el principio de identidad), mayores y formaciones mentales; y las acciones (donde se da el fin).

En las manifestaciones de vida lo sensorial está condicionado por los intereses, que generan engaños y alteran nuestra interpretación. Por ello es necesario que para una buena comprensión lo espiritual se libere del autor de la obra artística porque la vida sólo se revela auténticamente en profundidades inaccesibles a la observación, a la reflexión y a la teoría.

– Formas elementales del comprender.

Surgen ante la imperiosa necesidad que tienen las personas de interrelacionarse y comprenderse, para poder posibilitar su interés. Entre algunas de éstas, encontramos la interpretación de una simple manifestación de vida como un gesto, quitar un objeto, dejar caer un elemento, etc.

– El espíritu objetivo y la comprensión elemental.

El espíritu objetivo son múltiples formas mediante las que la comunidad existente entre individuos se objetiva en lo sensorial, donde el pasado es presente permanente; su ámbito es muy amplio y alcanza muchos aspectos sociales y quehaceres humanos.

Las circunstancias se comprenden gradualmente a medida que nos interrelacionamos con nuestro entorno. Tras el ordenamiento de vivencias y muchos aspectos de nuestra cotidianidad, estableciendo una relación entre la manifestación de vida y lo espiritual, nos acercamos a la comprensión elemental.

– Formas superiores del comprender.

El trato, la vida social, el oficio y la familia son formas superiores del comprender por cuanto éstas nos acercan al interior de las personas del entorno, suscitándose una relación entre diferentes manifestaciones de vida del otro y la conexión interna, lo que permite tener en cuenta las circunstancias cambiantes. Así tenemos una conclusión inductiva desde múltiples manifestaciones de vida a la totalidad de la conexión de vida.

Como un considerable sector del comprender se fundamenta en su relación expresión-expresado, es importante aportar el todo de una obra para percibir en profundidad la realidad que ella pretende mostrar inmanentes entre las expresiones y el universo espiritual en ellas expresado.

El carácter común de las anteriores formas superiores del comprender está en la posibilidad de comprender la conexión de un todo a través de una conclusión inductiva con base en las manifestaciones dadas, evolucionando de la comprensión elemental a la comprensión superior. En las formas superiores de comprensión ésta concluye a la conexión en una obra o en una persona, en una relación de vida. Al analizarnos encontramos en nosotros un incalculable valor autónomo. Buscando comprender al hombre nos adentramos en su interior, en sus inextricables e insondable secretos para descifrarlos; este vehemente anhelo nos abre al reino de los individuos: los hombres y sus generaciones. En este sentido la historia descansa en la comprensión del espíritu objetivo y la fuerza del individuo.

Al comprender a los individuos por sus semejantes, con sus conexión entre lo general humano y la individuación, hallamos un vivir internamente. La inmersión en formas más desarrolladas nos lleva a una comprensión en profundidad de las cosas del mundo espiritual. El principio interno de individuación se halla en la acentuación de momentos singulares. Para que la comprensión de los hombres y de sus obras literarias tengan la comprensión profunda se necesita considerar con detenimiento el elemento en que la comprensión no tienen acceso a representación alguna a través de formas lógicas.

– Transferir, reproducir, revivir.

Cuando se logra una comprensión superior nos encontramos ante una entidad que permite extender el sentido de una obra, es decir, la trasferencia. Esta posibilita experimentos análogos vivencias a las que experimentó el autor al momento de concebir y escribir el texto; se podría decir que nos pondríamos de alguna forma en su lugar en las diversas manifestaciones de vida.

Otras entidades dentro de todo ese complejo proceso de comprensión son la reproducción y la re-vivencia, fundadas en la base de la transferencia. Reproducir es adentrarse a través de una adecuada comprensión en el mundo del autor y transportarlo a la circunstancia presente de quien comprende. Revivir, por su parte, es experimentar las manifestaciones de vida plasmadas en el texto. Al presenciar una obra de teatro, por ejemplo, se revive aquello que está al margen de mi circunstancia existencial.

– La interpretación.

La interpretación, que es una comprensión técnica de manifestaciones de vida constantemente fijas, se completa con la de las señales del hombre contenida en los textos; constituyendo la base filológica, cuya disciplina es la hermenéutica, que es una interpretación con sentido. Así como la ciencia perfecciona su método, la interpretación hace lo mismo en procura de depurar los textos para encontrar su esencia y lo que en realidad nos quiere comunicar el autor, es decir, emprender esa constante búsqueda para "comprender a un autor mejor de lo que él mismo se comprendió".

Dentro de la dinámica interpretativa, la hermenéutica ha venido evolucionando en una conexión para darle a las ciencias del espíritu una nueva misión. Hogaño la hermenéutica debe relacionarse con la epistemología, asimismo concretizar la factibilidad de un saber sobre la conexión del mundo histórico y buscar los elementos que lo posibilitan.

– La comprensión musical.

La música, como expresión de una vivencia íntima del sentir humano, está también dentro del ámbito del comprender humano. La sucesión dinámica armónica de sonidos y de manifestaciones estéticas reunidas en la música necesitan de una adecuada comprensión, que "descansa en que lo recién pasado se conserva en la memoria y participa en la visión de lo que sigue".

La música instrumental, que tiene su objeto determinado, tiene como objeto la vida misma, y ésta en sus diferentes manifestaciones nos habla de la vida.

– Vivir y comprender.

Explicación, reproducción y representación, como modos de captación, conforman un método endilgado a la captación y agotamiento de la vivencia. Como el vivir es dinámico e insondable, y ningún pensamiento puede trascenderlo, para comprenderlo se necesita el método de la vivencia.

– Hermenéutica.

Para que haya interpretación se necesita que en las manifestaciones de la vida haya algo extraño, donde puede apropiarse el arte de la comprensión. Para tener una conciencia crítica y reflexiva se requiere comprender la palabra y el texto. En tanto que la interpretación psicológica enlaza frecuentemente la adivinación de lo individual con la acomodación de la obra de su género, la interpretación gramatical utiliza la comparación a través de la cual se determinan las palabras.

Límites del comprender.

Como las manifestaciones de la vida son dinámicas y el pasado sólo queda en el recuerdo, algunos aspectos escapan de la esfera de la comprensión, y aunque se intente comprenderlo todo será imposible porque el comprender tiene sus límites.

Hermenéutica filosófica

¿En qué consiste?

Consiste en el análisis de una serie de planteamientos filosóficos de varios pensadores, para dar respuestas al porqué del quehacer hermenéutico; donde se buscan elucidar qué es entender, qué es hermenéutica, qué es intelección, cuál es la importancia de la hermenéutica, cuál es la tarea de la hermenéutica, para qué sirve la hermenéutica, entre otras inquietudes. Así mismo, propuesta hermenéutica fundamentada en el acto de comprender.

¿Qué comprende?

– Conjunto de complejas teorías sistematizadas sobre la intelección y búsqueda de su esencia, estructuras y límites; el círculo del comprender y hermenéutico, el efecto efectuante y el profundo análisis del problema de la hermenéutica.

– Esencia, estructuras y límites de la intelección (Emerich Coreth 1919-2006).

– El concepto de intelección.

El concepto de intelección dentro de la dinámica histórica ha tenido su evolución con sus diferentes denotaciones y connotaciones, dilucidando la dualidad intelección-razón, a partir de Platón, pasando por Aristóteles, Santo Tomás, Nicolás de Cusa, Descartes, Wolft, Pascal, Kant y Hegel. En esta trayectoria la raison intelligencia o couer la palabra ha tenido sus significaciones en los conceptos de intelectus y ratio, a veces algunos de estos filósofos con connotaciones, sentidos y aplicaciones diferentes.

La palabra entender, verstehen en el idioma alemán, primero significó en esa lengua que "uno comprende un asunto", "que responde de su asunto" (procediendo del uso lingüístico jurídico); también ha tenido su dinámica significativa: desde "se entiende en su asunto", pasando por el verbo alemán verstehen (entender) y el sustantivo germano verstand (intelección), traduciendo ratio e intellectus a verstand (intelección) y vernunft (razón) con sus diferentes significados y sentido.

Continuando con la dinámica del significado de entender, es aspecto muy significativo para el problema del entender, en tanto que para Dilthey es "convivencia intuitiva", para Heidegger es "existeciaria" en la construcción de ser de la existencia.

– Estructuras fundamentales de la intelección.

En la estructura de horizonte se plantea que en la totalidad de un contexto de sentido el contenido singular es comprendido, pero esta totalidad de sentido únicamente puede abrirse mediatamente por contenidos singulares; resultando una relación recíproca de condicionalidad entre lo singular y lo total. Luego resulta la estructura circular de la intelección, donde la intelección se realiza sobre el trasfondo de una precomprensión nacida de nuestra experiencia; en este sentido una precomprensión se presupone como primer acceso a la comprensión, y la precomprensión debe abrirse a la cosa misma y desarrollarse hacia la comprensión objetiva, donde la intelección se mueve en una dialéctica entre precomprensión y comprensión objetiva. Seguidamente emerge la estructura de diálogo, donde se plantea que su forma originaria está en el diálogo de hombre con hombre, por lo que es necesario abrirse al otro para el sentido de sus palabras, porque en el diálogo se mantiene la comprensión objetiva para dejarnos enriquecer y justificar. En la relación singular-todo, cosa-lengua y precompresnión-comprensión objetiva, entre sujeto-objeto aparece la estructura de mediación propia de la intelección como acontecer vivo.

– Límites de la intelección.

Límites en el diálogo porque puede estar condicionado por el lenguaje, debido a que no se entiende una palabra o porque no se usa lenguaje habitual, es decir, porque no se manejan bien los códigos de entendimiento; también puede emerger de la cosa porque ésta puede ser extraña. No obstante algunas veces entender lo hablado y lo escrito, puede limitarse mi intelección porque me enfrento a un mundo distinto que es extraño a mi comprensión; yo puedo entender inicialmente, pero al complementar esa información y profundizar en diversos aspectos, esa comprensión puede alejarse de mi intelección.

– El círculo del comprender

Ante la presencia de un texto se debe aplicar el proceso de comprensión, porque el intérprete se interesa por el significado original del escrito y no por un criterio general a un caso particular.

La dinámica hermenéutica transfirió de la retórica al comprender el canon hermenéutico donde "el todo debe entenderse a partir de lo individual y lo individual desde el todo". La misión del movimiento del comprender del todo a la parte y de nuevo al todo consiste en ampliar la unidad del sentido comprendido en círculos concéntricos, donde Schleiermacher distingue sus aspectos objetivos y subjetivos. Por ello es imperativo que un texto se comprenda desde sí mismo.

Cuando intentamos comprender desde la perspectiva subjetiva un texto no transferimos lo anímico del autor, sin que por ello se ignore el valor del derecho objetivo para saber lo que dice el autor; pero el aspecto objetivo no halla el quid de la cosa. La teoría más importante del intérprete es dejarse determinar por la cosa, siempre diseñando adecuadamente una proyección a la cosa luego de encontrar el primer sentido del escrito.

En la comprensión de un texto no se pueden emitir opiniones previas de su contenido hasta tanto se haya profundizado en el escrito, sin soslayarlo para encontrar su sentido; porque para comprender un texto hay que permitir que éste diga algo. Únicamente es comprensible lo que verdaderamente representa una verdadera unidad de sentido. Comprender es prioritariamente comprenderse en la cosa, y sólo posteriormente destacar y comprender la opinión del otro como tal.

En el proceso de comprensión se tiene en cuenta la temporalidad, porque la distancia en el tiempo puede ser una posibilidad positiva y productiva del comprender, porque la distancia temporal puede separar los prejuicios verdaderos de los falsos, que es la tarea propiamente crítica de la hermenéutica Una de las más altas condiciones hermenéuticas es que para comprender primeramente es necesario que algo de nosotros hable.

En la misión del comprender el historicismo es ingenuo por cuanto no reflexiona y olvida su propia historicidad, porque un pensamiento verdaderamente histórico debe pensar simultáneamente su propia historicidad, y así aprenderá a reconocer en el objeto lo otro de lo propio. "Comprender, es un proceso histórico-efectual que es la lenguajidad correspondiente a todo comprender y lo deja mostrarse en la que el acontecer hermenéutico abre camino", plantea el autor.

Hans-Georg Gadamer y la teoría de la hermenéutica.

– El círculo hermenéutico.

Gadamer inició su teoría a partir de la concepción filosófica heideggeriana del círculo hermenéutico que no era un círculo vicioso ni inconveniente saludable sino donde se ocultaba la posibilidad de un conocer original, con un significado ontológico positivo. Para comprender hay que mantener la mira firme en el objeto rebozando cualquier confusión proveniente del interior, porque la persona que interpreta actualiza un proyecto, planteado en forma continua un fundamento en el resultado de una posterior incursión del escrito, lo que permite vislumbrar diáfanamente es lo esencial del acto interpretativo. Quien pretende interpretar se aproxima al escrito con una precomprensión, unos prejuicios, unas suposiciones, unas ideas y unas expectativas, para esbozar un significado previo del texto. Sus preocupaciones pueden estar erradas; es por ello que se debe tener en cuenta que el comprender sólo es posible si no inicia de suposiciones improcedentes, porque el intérprete no aborda un escrito con la mera intención de permanecer en el marco de las presuposiciones implícitas en él, sino que con respecto al texto examina la legitimidad de esas presuposiciones.

El círculo hermenéutico se puede entender como el problema que se plantea en la interpretación o comprensión de cualquier manifestación humana. Para poder comprender un hecho espiritual, debería conocerse la totalidad en la que se inscribe, la cual, a su vez, sólo puede llegar a entenderse a partir de los elementos singulares que la componen (de la parte al todo y viceversa).

– Precomprensión, prejuicios y alteridad del texto.

Uno se acerca al texto con sus prejuicios lo que nos permite dar alguna interpretación del texto leído, es decir, hacer un bosquejo de la comprensión relativamente equivocado o correcto; bosquejo que será confirmado o descartado luego de un análisis del texto, viéndose abocado a elaborar nuevo proyecto de interpretación que pueda prolongarse infinitamente, porque la misión del intérprete es una labor infinita y palpable, ya que al aumentar el conocimiento sobre las cosas y nuestro bagaje podemos encontrar nuevos y mejores interpretaciones.

Para que emerja progresivamente la alteridad del texto es necesario que la comprensión de lo que haya que comprender consista totalmente en la elaboración de un proyecto preliminar, revisando adecuadamente con fundamento de lo surgido en una posterior incursión al texto. Se debe escuchar al texto sin imponer nuestra presuposiciones o prejuicios, porque para comprender se debe dejar que el escrito se "exprese", porque no sólo debe hablar el intérprete. Es importante revisar en detalle nuestros prejuicios y presuposiciones, que pueden ocultar la verdad del texto, porque "los prejuicios de los que no tenemos conciencia son los que nos vuelven sordos ante la voz del texto", precisa Gadamer.

– Interpretación e historia de los efectos.

Entre más acervo histórico y cultural tengamos, mejor comprenderemos un texto, dado que este bagaje amplía nuestro horizonte de comprensión. El contexto histórico, social y cultural, a través de su cotidiana dinámica, arroja más luces sobre el escrito para un mejor y eficaz entendimiento. En algunas ocasiones, el autor no puede prever la repercusión de su texto en generaciones posteriores. Así se interprete en diversas formas un texto, cada una de ellas tiene su validez, ya que éstas a veces transcienden los límites pensados por su autor; por cada obra tiene efectos que su autor en determinado momento no puede presentir.

Prejuicio, razón y tradición: Bacon, los ilustrados y los románticos.

Gadamer examina los prejuicios pero no el sentido peyorativo que tiene la acepción, sino desde el enfoque de las ideas configuradas de una tradición o cultura, ya que para éste prejuicio es idea, conjetura, presuposición. Este filósofo de los prejuicios, como fue llamado, analiza la idea de Bacon, y la controvierte. Indagó generalmente por los prejuicios encadenantes del espíritu humano aportantes del conocimiento real de las cosas, a la vez que realizó una metodológica autopurificación de la mente. Así mismo, estudió los prejuicios en la Ilustración y la teoría kantiana. Cuestionó el Romanticismo, que también disintió de la postura ilustrada, afirmando que la crítica efectuada por ese movimiento a la Ilustración no es válida como modelo de que la tradición se imponga de forma indiscutida y obvia, porque lo que comunica entra en l esfera de la duda y la crítica. En contra de los románticos rescata la tradición racional y de los ilustrados realza los posibles derechos de la tradición. "Ni la crítica ilustrada a la tradición ni de su rehabilitación romántica llegan a captar la verdad de la esencia histórica de esa tradición", afirma Gadamer.

– La teoría de la experiencia.

Gadamer considera que la experiencia es un concepto que no tenemos bien dilucidado, ya que ha sido circunscrito en esquemas gnoseologistas que troncan su original contenido. Piensa que en la estructura de la experiencia, ésta es válida hasta que otra experiencia demuestre lo contrario, que la caracteriza obviamente la naturaleza general de ésta en el caso de su organización científica en sentido moderno.

En su análisis de la experiencia dialéctica de Hegel, considera que "la auténtica experiencia es aquella que permite al hombre hacerse consciente de su propia finitud", sabedor que no es propietario del tiempo y del futuro. Por ello "el hombre experimenta, conoce los límites de toda precisión y la seguridad de todo proyecto", puntualiza.

El problema de la distancia temporal

¿Qué es hermenéutica? Es la técnica o arte de interpretar y explicar un pensamiento. Su objetivo es comprender y, en consecuencia, explicar los textos y los fenómenos en su relación con el contexto. Los momentos comprensión, interpretación y aplicación conforman el saber-hacer hermenéutico.

El problema de la experiencia histórica. Todos pertenecemos a nuestro tiempo, a nuestra época en que nos toca vivir; lo que nos condiciona, limita; estamos ubicados dentro de un contexto histórico específico; somos seres históricos, pertenecemos a un mundo que es nuestro; somos producto, resultado y configuración de una temporalidad concreta. Por ello nos preguntamos ¿qué somos y cuál es nuestra relación con el pasado?

El juego de la pertenencia. Somos seres históricos: tenemos pasado y presente. Formamos parte de un acontecimiento histórico. Por tal razón la pertenencia histórica se manifiesta en el juego de ser cada uno expresión de su tiempo; producto y resultado del pasado.

La distancia temporal. Cada cosa en su época tiene su importancia; lo que para habitantes del pasado tuvo su sentido y su razón de ser, para los presentes no es más que una simple curiosidad. Con el transcurso del tiempo vienen los cambios, que truecan el sentido de las expresiones, dejando en el olvido circunstancias que para muchos significaban todo. El paso inexorable del tiempo hace que algunos textos pierdan su validez porque su sentido queda oculto en el tiempo expirado.

La tarea de la hermenéutica filosófica y la pertenencia a la tradición. Según Gadamer, la tarea hermenéutica consiste en "iluminar las condiciones bajo las cuales acontece el comprender"; igualmente, su quehacer propio de la hermenéutica espiritual científica es la "pertenencia a la tradición". El esfuerzo hermenéutico se inicia percatándonos de la pertenencia histórica del texto a su propio tiempo y del intérprete a su propio presente; por ello, para comprender un texto el intérprete debe reconocer el pasado y el presente. El intérprete tiene su motivación de comprender lo que dice la tradición, el sentido y el significado del texto.

¿Qué es la tradición? Como la experiencia hermenéutica tiene que ver con la tradición, debemos saber que tradición es la noticia que a través de la escritura (copia o reproducción) nos llega del pasado.

La tradición es lenguaje. La tradición nos habla, nos transmite mensajes, nos dice cosas a través de los textos, que son lenguaje escrito; por ello el intérprete debe desarrollar la misión de comprender. Lo que dice la tradición para lo cual debe estar expectante para escuchar reflexivamente la voz de la tradición.

La tarea hermenéutica Consiste en comprender el texto, atendiendo a la noticia del pasado para que éste se torne en no pasado. Esta tarea nos relaciona con la esencia de la tradición.

Esencia de la tradición. Sus sentidos son la voz, la noticia, la palabra llegada de antaño, permanencia y continuidad, y su esencia es transmitir la tradición.

La tarea originaria de la hermenéutica consiste en recibir el mensaje y escucharlo, atendiendo a lo que sea transmitido; en escuchar el lenguaje de la tradición en su pretensión de verdad.

Finalmente, es importante destacar que Gadamer está comprometido decididamente con la fenomenología, recogiendo planteamientos de heideggerianos, que prosigue y hace fructíferos para el problema de la intelección histórica.

 

 

Autor:

Luis Ángel Rios Perea

2011

[1] HEIDEGGER, Martín. De camino al habla. Editorial Odos, Barcelona, 1987.

[2] DILTHEY, Wilhelm. Obras. Fondo de cultura económica, México, 1978.

[3] Ibídem.

[4] SANTIADO CUERVOS, Luis Enrique. Hermenéutica metódica. Escritos filosóficos, Valladolid, 1985.

[5] MARIAS, Julián. Hermenéutica romántica. La filosofía en sus textos. Labor, Barcelona, 1963.

[6] GADAMER, Hans Georg. Los problemas de la conciencia histórica. Universidad Católica de Lovaina, París, 1963.

[7] _____________________. Del círculo del comprender. Tomado de Kleine Schriften. Moohr, Tubinga 1997.

[8] GORETH, Emerich. Esencia, estructuras y límites de la intelección. Cuestiones fundamentales de hermenéutica. Herder, Barcelona, 1992.

[9] REALEY, Giovanni. ANTISERI, Darío. El círculo hermenéutico. Historia del pensamiento filosófico y científico. Herder, Barcelona, 1988.

[10] SOPO, ángel María. El problema de la distancia temporal. Filosofía práctica y hermenéutica. USTA, Bogotá, 1992.

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