- Datos generales – datos ambientales – chuchuhuasi
- Cultivo
- Cosecha y conservación de producto
- Información complementaria
- Producción de plantas de uso medicinal
- Ventajas comparativas de la actividad de plantas de uso medicinal
- Procesamiento de productos
- Comercialización y demanda en lima
- Selección y preparación del producto para comercialización
- Actividad comercial en la década de los 70 y 80
- Bibliografía
INTRODUCCIÓN
Las poblaciones de nuestros países, y no solamente las amazónicas, se amparan cada vez más en el uso de la gran variedad de plantas con propiedades Medicinales, complementando o solucionando, en gran medida, sus problemas de salud, pues el acceso a los medicamentos convencionales resulta difícil o imposible por su elevado costo.
Las plantas medicinales de la Amazonía ofrecen un gran potencial para nuevos y mayores mercados nacionales y mundiales, toda vez que la industria farmacéutica es creciente y altamente dependiente de la flora. De esta forma, su cultivo se presenta como una alternativa económica positiva en el ámbito de la región amazónica.
Los boques de la Amazonía peruana albergan ingentes recursos bióticos naturales. Las plantas, que se aprovechan como medicina y que forman parte de estos recursos, vienen siendo utilizadas principalmente por la población nativa desde tiempos inmemorables. De este conocimiento se ha beneficiado gran parte de la población rural y urbana, tanto porque al consumirlas ven aliviados sus males o porque reciben ingresos económicos al participar en su recolección, transformación y/o comercialización.
Como se indica en el estudio, las especies nativas amazónicas de uso medicinal que más destacan por sus niveles de comercialización, tanto en el mercado nacional como en el internacional, son uña de gato, sangre de grado y chuchuhuasi. Si bien los niveles actuales de aprovechamiento de estas especies no constituyen aún riesgos de sobreexplotación, en algunos lugares sí se viene afectando a las poblaciones naturales, por lo que éstas deben ser tratadas con criterios de sostenibilidad por constituir un potencial económico, por la ocupación de mano de obra y la generación de divisas.
Estos recursos, que se encuentran en bosques primarios conformados por una vegetación clímax, están también presentes en los bosques residuales, es decir aquellos que han sido intensamente descremados, principalmente por la actividad maderera; así también como en los bosques secundarios, o sea aquellos desarrollados como consecuencia del rozo, tumba y quema con fines agropecuarios y posterior crecimiento de la vegetación natural para dar lugar a esta nueva formación denominada purma. Todos estos escenarios permiten la presencia de una mayor diversidad de especies, incrementan el potencial de investigación y crean la necesidad de desarrollo de productos para su incorporación al mercado.
Se entiende por plantas de uso medicinal aquellas que tienen capacidad de producir principios activos que se pueden alterar o modificar el funcionamiento de órganos o sistemas del cuerpo humano, ejerciendo una acción farmacológica que sirve como medicamento para aliviar enfermedades o restablecer el equilibrio orgánico, bajo dosis apropiadas. Estrella b. (1995) define a los medicamentos herbarios como productos medicinales acabados y etiquetados cuyos ingredientes activos están formados por partes aéreas o subterráneas de plantas, u otro material vegetal, o combinaciones de éstos, en estado bruto o en forma de preparaciones vegetales.
Por material vegetal se entiende jugos, resinas, aceites esenciales y cualquier otra sustancia de naturaleza semejante. Lo medicamentos herbarios pueden contener excipientes además de los ingredientes activos. Si el material vegetal se combina con sustancias activas definidas desde el punto de vista químico, inclusive constituyentes de plantas aislados y químicamente definidos, no se consideran medicamentos herbarios.
Las condiciones favorables que exhibe la Amazonía para el desarrollo de la vida ha originado que en ella existan recursos naturales biológicos, manifestados en su riquísima diversidad y que alberga una gran y casi inexplorable flora, potencialmente capaz de satisfacer necesidades de salud, no sólo del poblador rural, sino también del citadino. Sin embrago, el hombre en su afán de expansionismo, cada vez presiona más a estos recursos, poniendo en riesgo la existencia de especies vegetales y de otras, la que están amenazadas por la deforestación, construcción de carreteras, instalación de cultivos agrícolas inapropiados (tanto legales como ilegales), explotación forestal, explotación minera, etc.
Las plantas medicinales contribuyen al fortalecimiento de los programas de salud y también a la economía del país. Son diferentes las formas en que éstas se aprovechan como materia prima, como extractos alcohólicos o acuosos, en forma semipurificada o también como sustancias puras o semisintéticas. La población usa y seguirá usando estas plantas; más aún ocuparán un espacio cada vez mayor conforme siga creciendo la población mundial, pues la mayor parte de la cual no tendrá fácilmente acceso a medicamentos de la industria farmacéutica.
Por el año 2020 la población mundial habrá alcanzado la cifra de 7.5 millones de habitantes, de los cuales el 75% vivirá e países en vías de desarrollo que hoy consumen menos del 15% del mercado farmacéutico. Esta masa poblacional buscará cada vez más el recurso de las plantas medicinales para satisfacer sus necesidades de salud (Sánchez Jorquera, 1993, citado por Estrella, 1995). Existen varios reportes que indican que bajos ingresos y enfermedades incurables como el SIDA resultan de una demanda incrementada de plantas medicinales en países de Asia, África y América Latina. Cabieses (1996) menciona que en el Perú las plantas de uso medicinal son la base de a atención para más del 40% e su población.
El sistema de comercialización de plantas amazónicas de uso medicinal es muy complejo, pues compromete a diversos sectores de la sociedad, cuya actividad económica se viene desarrollando bajo un modelo neoliberal. Este sistema es poco entendido por la población nativa y campesina que habita las vastas regiones de la amazonía, en su mayoría con signos de extrema pobreza y una economía de subsistencia, desarticulada económica y políticamente del resto del país. Como consecuencia, sus actividades son desarrolladas en plena informalidad y es precisamente este tipo de población que se encarga de colectar o extraer en forma artesanal las plantas de uso medicinal o sus partes, materia prima importante para los laboratorios o industrias que la procesan, tanto en el país como en el exterior, y las que luego se expenden al consumidor con muy alto valor agregado.
El consumo y comercialización de plantas de uso medicinal, en general, son muy antiguos en el Perú. Sin embargo, productiva y oficialmente han recibido una atención marginal en relación con la potencialidad que puede ofrecer a la agricultura tradicional. No obstante, esta situación está cambiando en el país, por un lado se promueve su uso y la sostenibilidad del recurso y, de otro, se comienza legislar al respecto.
Mi enfoque esta delimitado hacia el chuchuhuasi, también llamado Maitenus macrocarpa, se distribuye en Amazonas, Loreto, Madre de Dios, Pasco, Ucayali, Huanuco y San Martín. Habita en áreas no inundables, inundables o anualmente o sólo en creciente alta, alejado o cerca d e los cuerpos de agua, bosques secundarios y bosques primarios.
DATOS GENERALES – CHUCHUHUASI
Familia: CELASTRACEAE Nombre científico: Maytenus macrocarpa. Nombres comunes: Chocha huasha (shipibo-conibo); Chuchasha, Chuchu- huasca, Chuchuwasha.
DATOS AMBIENTALES – CHUCHUHUASI
Clima: Tropical, con abundante intensidad solar, temperaturas entre 22 y 27ºC, precipitación pluvial entre 1 000 a 3 400 mm anuales. Suelo: Crece sea en suelos arenosos que en francos y arcillosos, pero con buen contenido de materia orgánica. Biotopo de poblaciones naturales: Habita en áreas no inundables (suelos de altura), inundables anualmente o sólo en creciente alta, alejada o cerca de los cuerpos de agua, purmas y bosques primarios, con intensidad lumínica de intermedia a sombreada. Es resistente a la inundación. Comparte su hábitat con las siguientes especies: pona, castaña, umarí, espintana, cetico, bijao, carahuasca, caña brava, amasisa, lupuna, papaya, caña de azúcar, huito, pájaro bobo, gramalote, uvilla, charichuelo, malva, guayaba, ubos, aguaje, pijuayo, pandisho, ojé, capinuri, ayahuasca, yarina, huacapú, huamansama- na, zancudo caspi, rifari, irapay, pituca.
CULTIVO
Epoca de siembra: De preferencia en la época de mayor precipitación pluvial, para asegurar su prendimiento en campo definitivo. Espaciamiento: Se recomienda de 7 x 7 m y 10 m x 10 m. Labores de cultivo: requiere de mayores cuidados.
Enemigos naturales: No se han observado. Propuesta de asociación de cultivos: En suelos de tierra firme, puede com- partir el estrato superior con especies como la castaña, el cedro, el tornillo o el aguano; en el estrato medio pue- de establecerse uña de gato y clavo huasca. El estrato inferior y temporal puede estar formado por los cultivos de panllevar. En un sistema inundable, en las restingas medias y altas, puede combinarse con especies que soportan el sombreamiento y la inundación, como el ubos, el huito, el shimbillo y el pandisho. Propagación:Mediante semilla botánica, así como por estacas de raíz y tallo.
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