Que la educación es asunto muy complicado, es algo que ha sido muy aparente, desde que Pestalozzi en los años mil setecientos tantos, aplicara sus métodos en Suiza, y desde que se fraguara el Child Guidance Movement en los EEUU en los años de la segunda década del siglo pasado.
Pero hoy, la educación parece existir en un vacío incongruente, expresado por la falta de atención que se le proporciona al aspecto emocional y al desarrollo evolutivo de los niños — los herederos del futuro.
Parece ser mentira, que esto así sea, en vista de las muchas masacres recientes que han perpetrado niños, tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos.
La falta de educación, lleva a la delincuencia, a la pobreza y al endeudamiento.
La falta de educación, asimismo menoscaba la estructura de la familia con resultados funestos en la motivación escolar de los hijos.
El endeudamiento, malestar crónico de las masas indígenas, tiene un efecto negativo en los niveles del estrés y en los de la serotonina cerebral, resultando en una baja autoestima.
Una baja autoestima es la base para todos nuestros vicios y comportamientos contrarios a los principios éticos de nuestra sociedad.
Hace unos cuantos meses que unos investigadores de la Escuela de Trabajo Social de Ohio State University, publicaron los resultados de un proyecto que lanzaran para establecer la relación que existe entre el estrés y estar en deuda.
Definitivamente, las personas que deben dinero sufren de mayor número de complicaciones cardíacas, de insomnio, de depresión, de ataques de pánico, engordan más, fuman más y usan drogas con mayor frecuencia.
Es pertinente añadir que el organismo estructural de una nación en deuda, pone a esa nación en una situación vulnerable y precaria. Porque la deuda es otra forma de esclavitud y de humillación — — el que debe dinero no es libre ni es capaz de mirar con serenidad y quietud a quien le está adeudado.
Shakespeare puso en labios de Hamlet: "Never a lender or a borrower be." (Hamlet, act. 1, sc. 3) "Nunca prestes ni cojas prestado…"
Hablemos, entonces de los economistas.
Jan Tinbergen (1903-1994), economista holandés y ganador del premio Nóbel en Economía en el año 1969. Recibió el primer galardón otorgado en su ciencia, que compartiera con el noruego Ragnar Frisch. Timbergen murió a la edad de 91 años.
Viviendo la vida activa que viven los seres vetustos que, rehusando envejecer, dedican sus vidas y sus carreras al estudio y al crecimiento cognitivo.
Jan Tinbergen (1903-1994)
Antes de proseguir, es imprescindible que no confundamos a Jan con su hermano Niko (1907-1988) quien en 1973 ganaría un premio Nobel en medicina.
Jan Tinbergen comenzó sus estudios en la Universidad de Leiden donde recibiera un doctorado en física. En el año 1920 decidió hacerse economista. Sus logros mereciéndole el tributo de ser comparado con John Maynard Keynes.
Sus aplicaciones de las ciencias matemáticas a las ciencias económicas le asistieron a resolver el misterio de la razón porqué la producción industrial fluctúa de manera determinada — — el rompecabezas clásico del ciclo de los negocios.
Sus esfuerzos se concentraron en la construcción de modelos matemáticos para explicar cómo es que las economías funcionan.
Específicamente, cómo conmociones como lo son fracasos en las cosechas de toda una nación, o el colapso de los mercados, o la falta de energía eléctrica, o la quiebra anticipada y encubierta de los bancos, se dispersan a través de una economía cualquiera, contribuyendo al desempleo, la producción disminuida, la inflación aumentada y el desequilibrio emocional, pudiéramos agregar.
Su modelo de la economía americana, producido para la Liga de las Naciones en el año 1938, fue el precursor de los modelos que hoy usamos, prediciendo las tasas de cambio y su relación al déficit presupuestal de una nación.
Noten, que Tinbergen nunca confiaría a los militares el control de la tasa de cambio de un país. Ni llamaría a los cambistas "mafiosos" — como algunos gobernantes dominicanos han públicamente declarado.
Tinbergen lo que logró fue transformar la ciencia económica en una disciplina genuina. Por ejemplo, si un país desea controlar, ambos, la tasa de cambio de su divisa y el paso de su crecimiento económico, debe de utilizar un mínimo de dos niveles de influencia: 1. La provisión del dinero y 2. El paso del gasto deficitario.
Esta noción debe de formar parte intrínseca de la educación de todo economista. Noción manifiestamente ausente en los descalabros bancarios por los que muchos de nuestros economistas son culpables.
Cuando presidía el Comité de Planeamiento y Desarrollo de las Naciones Unidas, Tinbergen profetizó que: "El fallo en proveer ayuda a las naciones pobres resultará en desempleo masivo, acrecentados conflictos internos, y resultando en el desastre final."
La República Dominicana siendo un ejemplo patético de sus afirmaciones.
Socialista al fin, Timbergen no operaba bajo la suposición de que el vasallaje económico de un país a otra nación fuera saludable.
Al contrario, a Timbergen le ocuparía el bienestar de los pobres toda la vida.
Antes de su muerte, este notable científico verdadero, se ocupaba en circular peticiones entre sus colegas para poner fin a la explotación de niños en el mundo.
En este país, uno se pregunta: ¿Los niños… quiénes son los niños?
La Economía, como disciplina, ha cambiado profundamente en las últimas tres décadas, cambios que no han sido reflejados en el modus operandi de los consejeros económicos a nuestros gobernantes recientes.
Por ejemplo, en el campo de la nueva economía se han desarrollado modelos que importan y aplican conocimientos de las ciencias más variadas — la Bioeconomía, por ejemplo; mientras que algunos miembros de las ciencias generales, adaptan conocimientos prestados del repertorio del economista para maniobrar en sus campos de conocimientos.
La economía de una nación, simplemente, es muy delicada y vital para los intereses del pueblo, para que sea otorgada a un grupo de personas sin que se les supervise rigurosamente.
Personas, que como hemos visto, en el ámbito local, luego de haber sumido al país en un caos sin precedentes históricos, defienden hasta la muerte el "derecho" a pensiones inmerecidas, votadas por una Junta Monetaria donde el favoritismo reina rampante.
Nota:
Fecha: 5 de mayo, del 2006.
La revista Forbes nos informa que el amigo de Chávez, decorado durante su primera gestión, Fidel Castro, ha amasado una fortuna de sobre 900 millones de dólares ¿Qué piensan hacer los otros presidentes latinoamericanos, dada la oportunidad?
Bibliografía
Se suministra a quienes la soliciten.
Dr. Félix E. F. Larocca
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