Descargar

Gel antibacterial y sus funciones

Enviado por Christopher Martìnez


  1. Ingredientes
  2. Utensilios
  3. Procedimiento
  4. ¿Qué es un gel antibacterial?
  5. Recursos para tener limpias las manos
  6. Enfermedades que previene el gel antibacterial

Esta es la manera mas sencilla con la que se puede hacer el gel antibacterial espero qe les guste y que les sirva.

Ingredientes

-6 cucharadas de alcohol etílico (etanol al 72%) [90 ml, aproximadamente]

– ¾ cucharadita de carbopol

– ¼ cucharadita de glicerina pura (1.125 ml)

– ¼ de cucharadita de trietanolamina (aproximadamente)

Se consiguen en cualquier farmacia

se consigue en droguerías

Utensilios

– Tazón de vidrio con capacidad de 1 L

– Colador de malla fina

– Flanera o recipiente chico de vidrio

– Agitador de globo

– Envase de plástico con tapa de botón a presión con capacidad de 100 ml.

Procedimiento

Coloque el colador de malla fina sobre una flanera o recipiente chico de vidrio, vierta el carbopol sobre el colador y deshaga los grumos con ayuda de una cucharita a fin de pulverizarlo completamente.

Vierta el alcohol en el tazón y agite con el globo fuertemente mientras agrega poco a poco el carbopol.

Agregue la glicerina mientras agita suavemente con el globo.

Cuando se haya disuelto por completo el carbopol y no se aprecien grumos, agregue la trietanolamina, mientras agita suavemente. En ese momento se formará el gel.

Vierta el alcohol en gel en la botella de plástico y tape firmemente.

Bueno pues esta fue una manera con las cuales se pueden hacer el gel antibacterial.

Conservación:El alcohol en gel se debe mantener en un lugar fresco y seco para evitar la evaporación del alcohol, que es el ingrediente germicida.

Recomendaciones de uso:Lave sus manos utilizando agua y jabón líquido, frotándolas por lo menos durante 20 segundos. Enseguida enjuague, seque y aplique el alcohol en gel. Utilizado de esta manera dará la mejor protección frente a bacterias, mohos y virus.Si lo usa en la calle y no le es posible lavarse las manos, aplique sobre una palma y luego frote las manos, cubriendo principalmente ambas palmas y yemas de los dedos. Deje que se seque sin agitar las manos.

¿Qué es un gel antibacterial?

Es un sanitizador, antiséptico, desinfectante de aplicación externa. Elimina el 99% de los gérmenes más comunes con solo frotarse las manos. No requiere agua. El Gel Antibacterial proporciona la higiene complementaria necesaria en sus manos

El Gel Antibacterial es un producto que limpia tus manos sin necesidad de usar agua y, desinfecta las manos sin necesidad de usar toallas o jabón. Elimina 99.9% de los gérmenes al contacto y es superior a todos los productos en el mercado porque contiene micro-esferas de vitamina E que humectan tu piel, con un aroma suave de manzana.

Recursos para tener limpias las manos

Conoce nuestras recomendaciones para usar de manera efectiva los principales agentes antibacteriales del mercado. Recuerda que al comprar productos antibacteriales o desinfectantes debes leer y seguir las instrucciones de uso.

Gel: pon una porción en la palma de la mano y frota ambas manos para distribuir el producto en dorso, palmas, dedos. Deja secar libremente ya que sus componentes son muy volátiles. Tenemos una Tecnología Doméstica Profeco en la que te enseñamos a preparar gel a base de alcohol al 70%, la proporción más eficaz.

Jabones: normalmente deben aplicarse y frotar por un período de tiempo de 15 a 20 segundos. Los jabones más efectivos son los que agregan triclosán, que es un agente antibacteriano y fungicida, es decir, que también combate los hongos.

Spray: se aplica manteniendo el envase en posición vertical; se rocía en las superficies limpias durante 3 o 4 segundos desde una distancia de 15 a 20 cm. Los sprays y las toallitas también utilizan alcohol como ingrediente activo. Debe usarse en superficies y áreas de constante contacto. Las bacterias son altamente sensibles al alcohol, que produce su muerte, sin embargo el comportamiento de los virus es más variable. Ojo, los sprays no son  desinfectantes ambientales.

Finalmente recuerda que desinfectante antiséptico no es la mima cosa. El primero es un producto que destruye gérmenes localizados en los pisos, los baños u objetos, mientras que los segundos actúan únicamente sobre tejidos  vivos (como la piel). Varios compuestos son desinfectantes y antisépticos, como el alcohol al 70% y el triclosán.

También existen antisépticos para labores muy específicas, por ejemplo el lavado de manos quirúrgico en el que se usa una solución acuosa de clorhexidina.

A raíz de la pandemia AH1/N1 ha crecido la demanda de los productos antibacteriales. Benjamín Ruiz Loyola, jefe de la Sección de Química Experimental Aplicada de la Facultad de Química de la UNAM, nos ilustra sobre el tema: ¿Qué tan eficiente son realmente los jabones antibacteriales?, ¿Cuál es la concentración más efectiva en una solución de alcohol? Y la importancia del cloro o incluso las propiedades del orégano y el tomillo… No dejes de ver esta emisión de Contenido Neto.

Dentro de un par de meses llegará el invierno y debes prevenirte del contagio de enfermedades como la influenza. Por ello, la Tecnología Doméstica Profeco de hoy te revela los pasos para crear tu propio gel antibacterial: para prepararlo sólo tienes que invertir 15 minutos y podrás ahorrar 40% de lo que gastarías en el producto comercial. Toma tus precauciones y defiéndete de los virus, mohos y bacterias que pueden robarte la salud.

La limpieza de tus manos es básica para mantenerte sano. Con este video aprenderás a elaborar tu propio gel antibacterial, con lo que ahorrarás hasta 40% respecto al precio comecial

El alcohol en gel, también conocido como gel antisépticogel desinfectantegel de alcoholalcogel gel limpiador bactericida, es un producto antiséptico que se emplea como alternativa al agua y el jabón para lavarse las manos. Los principios activos en la mayoría de los geles sanitizantes son alcohol isopropílico, etílico o propílico. Sin embargo, también existen geles desinfectantes sin alcohol, con cloruro de benzalconio y triclosán

Enfermedades que previene el gel antibacterial

La gripe H1N1 H1N1 humana es un subtipo de Influenzavirus tipo A del virus de la gripe, perteneciente a la familia de los Orthomyxoviridae

El H1N1 ha mutado en diversos subtipos que incluyen la gripe española (extinta en la vida silvestre), la gripe porcina, la gripe aviar y la gripe bovina. La cepa mantiene su circulación después de haber sido reintroducida en la población humana en los años 1970.

Cuando se comparó el virus de 1918 con el actual, el virólogo estadounidense Jeffery Taubenberger descubrió que únicamente hubo alteraciones en solo 25 a 30 aminoácidos de los 4.400 que componen el virus. Estos ligeros cambios pueden convertir al virus en una enfermedad que se puede transmitir de persona a persona.1

Actualmente, existen algunas mutaciones del virus H1N1 en la vida silvestre, causando al menos la mitad de infecciones de gripe ocurridas durante el año. 2006.

Desde mediados de marzo de 2009, al menos 900 casos mortales han ocurrido en Europa y América por la pandemia de una nueva cepa de H1N1, otras 100 muertes en México aún no están oficialmente confirmadas como casos de influenza H1N1. La situación al 14 de junio del 2009 registrada por la OMS es de 29.669 casos confirmados de gripe provocada por la nueva cepa del virus H1N1 y cientos de casos mortales en total a nivel mundial. Haciendo un seguimiento diario de los últimos datos publicados por la OMS, el número de pacientes declarados se dobla cada día en distintos países

Los virus de influenza se enlazan mediante hemaglutinina en residuos de azúcares de ácido siálico en las superficies de las células epiteliales; típicamente en la nariz, garganta y pulmones de mamíferos o en el intestino de las aves

Sintomatología

En la mayoría de los casos, la infección por el subtipo H1N1 se manifiesta de forma similar y con síntomas clásicos a cualquier otro caso de infección por gripe común (influenza de tipo A), como aumento de secreción nasal, tos, dolor de garganta, fiebre alta (mayor a 38º C), malestar general,pérdida del apetito, dolor en los músculos, dolor en las articulaciones, vómitosdiarrea y, en casos de mala evolución, desorientación y pérdida de la conciencia. La diferencia radica en que el subtipo H1N1 es capaz de expresarse ocasionalmente de modo mortífero, aunque dichos casos son estadísticamente regulares (rondando el 45% aproximadamente del total de afectados).

Siempre existirá un subgrupo de personas en que la infección por el subtipo H1N1 se manifiesta más agresivamente (debido a un sistema inmunitario suprimido) y en el que se llega a contraer neumonía, cuya mortalidad alcanza a 1 de 1 aprox. de estos pacientes.

Grupos de población más vulnerables

Entre los grupos poblacionales más vulnerables a la influenza tipo A subtipo H1N1 se encuentran:

  • En general, personas en los extremos de vida como niños entre 6 meses a 2 años y adultos mayores a 65 años de edad.

  • Pacientes con afecciones crónicas de los sistemas pulmonar y cardiovascular.

  • Pacientes con enfermedades metabólicas e insuficiencia renal.

  • Niños o adolescentes que están bajo terapia prolongada con ácido acetilsalicílico (aspirina).

  • Pacientes inmunodeficientes o bajo tratamiento inmunosupresor.

  • Embarazadas que estén cursando su 2do – 3er trimestre de gestación.

  • Niños en estado de riesgo como nacidos prematuros, especialmente aquellos con peso menor a 1.500 gramos.

Las palabras gripe gripa proceden de la francesa grippe (procedente del suizo-alemán grupi) (acurrucarse), mientras que influenza procede del italiano.

En los seres humanos afecta a las vías respiratorias, inicialmente puede ser similar a un resfriado y con frecuencia se acompaña de síntomas generales como dolor de garganta, debilidad, dolores musculares (mialgias), dolor estomacal, articulares (artralgias) y de cabeza (cefalea), con tos (que generalmente es seca y sin mucosidad), malestar general y algunos signos como pueda ser la fiebre. En algunos casos más graves puede complicarse con pulmonía (neumonía), que puede resultar mortal, especialmente en niños pequeños y sobre todo en ancianos. Aunque se puede confundir con el resfriado común (catarro), la gripe es una enfermedad más grave y está causada por un tipo diferente de virus. También puede provocar, más a menudo en niños, náuseas y vómitos, que al ser síntomas de gastroenteritis hace que se denomine gripe estomacal o abdominal

La gripe se transmite desde individuos infectados a través de gotas en aerosol cargadas de virus (procedentes de saliva, secreción nasal y bronquial), que son emitidas con la tos o los estornudos o sólo al hablar. Ya mucho más raramente, a través de las heces de pájaros infectados. También es transmisible por la sangre y por las superficies u objetos contaminados con el virus, que se denominan fomites.

Los virus de la gripe resisten más en ambiente seco y frío. Pueden conservar su capacidad infectiva durante una semana a la temperatura del cuerpo humano, durante 30 días a 0 °C y durante mucho más tiempo a menores temperaturas. Puede ser fácilmente inactivado mediante detergentes o desinfectantes.

La gripe se distribuye en epidemias estacionales que provocan cientos de miles de defunciones, que pasan a ser millones en los años de pandemia (epidemia global). Durante el siglo XX se produjeron cinco pandemias de gripe debido a la aparición por mutación de diferentes cepas del virus. A menudo estas nuevas cepas han surgido a partir del trasvase de cepas típicas de animales al ser humano, en lo que se denomina salto de especie o heterocontagio. Una variante mortal del virus de la gripe aviar denominada H5N1 pasó por ser la principal candidata para la siguiente pandemia de gripe en humanos desde que traspasó la barrera de especie en los años 1990 y provocó decenas de defunciones en Asia, hasta la aparición de la neogripe A (H1N1) en 2009. Afortunadamente aquella variante aviar no mutó y no puede transmitirse de persona a persona, pues sólo afectó a humanos desde aves contagiadas y ese contagio no es fácil pues requiere unas condiciones muy especiales

En los países desarrollados se han establecido campañas de vacunación anual frente a la gripe para las personas con mayor riesgo de contraer la enfermedad o que son más vulnerables a sus complicaciones, así como controles estrictos a las aves de corral. La vacuna humana habitual es la trivalente, que contiene proteínas purificadas e inactivadas de las tres cepas se consideran van a ser más comunes en la siguiente epidemia: dos subtipos del virus A de la gripe y uno del virus B. Una vacuna elaborada un año puede no ser eficaz al siguiente debido a las frecuentes y rápidas mutaciones (cambios en sus antígenos) que sufre el virus, y a la dominancia variable de las diferentes cepas.

El tratamiento es sólo sintomático y en los casos graves y hospitalarios es sólo de mantenimiento de constantes, pues los fármacos antivirales tienen una eficacia muy limitada (los más eficaces son los inhibidores de la neuraminidasa) y no carecen de toxicidad. Los antibióticos sólo son útiles si hay infección bacteriana asociada.

El pronóstico es bueno con recuperación parcial a la semana y total a los quince días, siendo, en las epidemias habituales, los exitus letalis consecuencia de la patología o del deficiente estado inmunitario, previos a la infección gripal.

En España la gripe es de declaración obligatoria, no nominal y no urgente. Todos los viernes ha de remitirse a las autoridades sanitarias el número de casos nuevos atendidos durante la semana. Antes de 2009 nunca se requería encuesta epidemiológica, dada su alta morbilidad (cantidad porcentual de afectados) pero está sí debe realizarse actualmente en los casos de neogripe A, incluso antes de la confirmación por el laboratorio.

Los síntomas de la gripe en humanos fueron descritos por Hipócrates hace unos 2.400 años. Desde entonces el virus ha causado, además de la epidemia anual, numerosas pandemias. Los datos históricos sobre la gripe son difíciles de interpretar porque los síntomas pueden ser similares a los de otras enfermedades, como la difteria, la neumonía, el dengue o el tifus. Desde 1510 se han descrito unas 31 pandemias. El primer registro detallado de una pandemia gripal se produjo en 1850. Comenzó en Asia y se extendió a Europa y a África. Las pandemias se sucedieron durante los siglos XVII y XVIII siendo la de 1830–1833 especialmente virulenta y de gran morbilidad, ya que infectó aproximadamente una cuarta parte de la población expuesta.

La pandemia más letal y conocida fue la denominada gripe española (virus A, subtipo H1N1), que duró desde 1918 a 1919. Se denomina así porque España era el país que publicaba más datos sobre el desastre sanitario que estaba ocasionando pues muchos los censuraban con motivo de la primera guerra mundial en la cual estaban inmersos. Las estimaciones más antiguas hablaban de unos 40 ó 50 millones de muertos causados por ella, aunque las aproximaciones más actuales sitúan la cifra entre 50 y 100 millones de personas fallecidas por aquella gripe en todo el mundo.Esta pandemia ha sido descrita como el mayor holocausto médico de la historia, y causó al menos tantos muertos como la peste negra. Esta gran mortalidad fue debida a la gran tasa de infectividad (hasta el 50% de la población expuesta) y a la gravedad de los síntomas causados por la producción masiva de citoquinas (tormenta de citoquinas). A esto hay que sumar que los primeros síntomas, en 1918, fueron atribuidos a otras enfermedades como denguecólera, o la fiebre tifoidea. Un observador escribía que "una de las peores complicaciones es la hemorragia de las mucosas, especialmente la nasal, la del estómago o la intestinal. También son frecuentes el sangrado de oídos y las petequias". La mayor parte de las muertes ocurrieron por neumonía bacteriana, una infección secundaria provocada por la gripe, pero el virus también mató, directamente, a consecuencia de las hemorragias masivas y el edema pulmonar.

La pandemia de la gripe española tuvo un origen geográfico aún dudoso y se extendió por todo el planeta incluso al Ártico y a remotas islas del Océano Pacífico. La gravedad inesperada de la enfermedad produjo la muerte de entre el 2 y el 20% de todos los infectados, (frente a la tasa habitual de mortalidad de la gripe común, que está en torno al 0,1%). Otra característica diferencial de esta pandemia fue que la mortalidad afectó sobre todo a adultos jóvenes, con un 99% de las muertes en personas por debajo de los 65 años, y más de la mitad en adultos entre los 20 y los 40 años. La gripe común tiene sus mayores tasas de mortalidad, por el contrario, en los estratos de población más joven (menores de dos años) y sobre todo entre los mayores de 70. La mortalidad total real de la pandemia de gripe de 1918–1919 no se conoce con certeza pero se estima que en torno al 2.5% al 5% de la población mundial murió por su causa (unos 25 millones de personas sólo en las primeras 25 semanas). Fue la pandemia más mortífera de la historia de la humanidad, superando a la de la peste negra. Valga como comparación que el virus del sida ha causado esa misma cantidad de muertes en sus primeros 25 años de existencia.

Con la reciente disponibilidad de muestras de fallecidos por el virus de la gripe española, cultivos de virus de la gripe y las novedosas técnicas de biología molecular se ha conseguido clonar el genoma completo del agente causal de la pandemia de 1918. Para ello, se ha utilizado metodología basada en la genética reversa para generar un virus de influenza que contiene los ocho segmentos genéticos de este virus. Este logro permite estudiar las propiedades asociadas a su extraordinaria virulencia. En marcado contraste con la influenza humana contemporánea (el virus virus H1N1), en los ensayos realizados in vitro el virus de la pandemia de 1918 tuvo la capacidad de replicarse en ausencia de tripsina, lo que le permitió causar la muerte en ratones y embriones de pollo, mostrando un fenotipo de alta replicación en las células epiteliales bronquiales. Por otra parte, la expresión coordinada de los 1.918 genes del virus sin duda otorga un fenotipo único de alta virulencia observada con este virus pandémico y que no se ha observado en nigún otro virus de la influenza analizado hasta este momento.

Los Influenzavirus A, B y C poseen una estructura muy parecida. Las partículas víricas alcanzan un diámetro de entre 80 y 120 nanómetros con una forma más o menos esférica, aunque en ocasiones pueden verse algunos ejemplares de tipo filamentoso. Aunque inusual para un virus su genoma no es un fragmento único de ácido nucleico sino que contiene siete u ocho fragmentos de ARN inverso. El genoma del tipo A codifica 11 proteínas:Hemaglutinina (HA), Neuraminidasa (NA), Nucleoproteína (NP), M1, M2, NS1, NS2(NEP), PA, PB1, PB1-F2 y PB2.

HA y NA son grandes cadenas glicoproteicas que se proyectan del exterior de la partícula vírica. HA es una lectina mediadora de la fijación del virus a la célula diana y de la entrada del material genético en ella, mientras que NA está involucrada en la liberación de la progenie viral desde las células infectadas al exterior, mediante la ruptura de azúcares que ligan a las partículas virales maduras. Estas proteínas son objetivos para los fármacos antivirales. Además cumplen una función de antígeno al que los anticuerpos pueden fijarse. Los influenza virus A están clasificados en subtipos basándose en la respuesta antigénica a HA y NA, dando lugar a la nomenclatura como se mencionó más arriba.

 

 

Autor:

Christopher Martìnez