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Comentario a textos de los padres de la Iglesia (página 2)

Enviado por Ricardo Duarte


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En el cuarto párrafo sobresale la virginidad de María, que la podemos reconocer en el río, de donde emerge Jesús. María concibió en su seno al Verbo por obra del Espíritu Santo y en el río cuando Jesús se bautiza, también desciende el Espíritu Santo sobre Él. En conclusión, este texto trata con intensidad la encarnación del Hijo de Dios y la concepción virginal de María, la cual, recibe también la más alta gracia al tener en su vientre al Verbo de Dios.

2. Desarrolla el pensamiento de un autor, incluyendo un comentario a un texto suyo

Orígenes

Orígenes fue un sabio eminente de la Iglesia antigua, hombre de conducta intachable, de erudición enciclopédica y uno de los pensadores más originales de todos los tiempos. Nació en el año 185 en una familia cristiana de Alejandría. Además, de una profunda formación académica según el curriculum de su tiempo, recibió una sólida formación cristiana. Cuando su padre Leónidas padeció el martirio en la persecución de Séptimo Severo en el 201, era tal el deseo juvenil que tenía Orígenes de padecer el martirio que su madre tuvo que esconderle las ropas, para que no pudiera salir de la casa. Este rasgo característico de un ardiente celo cristiano acompañó a Orígenes durante toda su vida y le causaría muchas dificultades[41]

Puesto que con el martirio de su padre, el magistrado confiscó también los bienes de la familia, Orígenes abrió una escuela en Alejandría para sustentar y a seis hermanos menores. Al tiempo que atendía a esta escuela de gramática, recibió del obispo Demetrio el encargo de dar clases a los catecúmenos, encargo al que después Orígenes se dedicará por completo[42]

Orígenes comenzó a escribir siendo treintañero, y emprendió numerosos viajes para ampliar su formación. Fue a Roma, donde se encontró con Hipólito; a Cesarea de Palestina y a Jerusalén, donde entabló relaciones de amistad con los obispos locales, que le encargaban la predicación, a pesar de que era laico; también lo ordenaron sacerdote, lo que provocó las protestas de Demetrio, el obispo de Alejandría. Viajó a Jordania a instruir al gobernador romano a petición de éste; y a Antioquía, invitado por Julia Mamea, madre del emperador Alejandro Severo. Estos numerosos contactos con altos jerarcas de la Iglesia y del Estado muestran que Orígenes fue muy conocido y que gozó de una elevada estima. Pero esos mismos contactos, fueron también la razón para que comenzara a ser tormentosa su relación con el obispo de Alejandría, con el que terminaría rompiendo[43]A Orígenes lo torturaron para que apostatara, pero siempre se mantuvo firme como un roble, murió en Tiro n el año 253, a la edad de setenta y nueve año, quebrantada su salud a causa de estos sufrimientos[44]

Contexto histórico

Desde su fundación, Alejandría se impuso como uno de los centros culturales, científicos y económicos más importante del mediterráneo, debido al interés por la filosofía, la poesía, las ciencias naturales y las matemáticas que se cultivaban en torno a la magna institución que fue el museo fundado por Tolomeo I. La vivacidad de su vida intelectual, en su cualidad de heredera de la civilización helénica, así como la fecundidad de la dialéctica interétnica e interreligiosa, prepararon el terreno para el desarrollo de un cristianismo culturalmente cualificado y de múltiple facetas, ambiente privilegiado en la variedad de sus formas, de sus tendencias ideológicas y de sus vivaces debates. A comienzos del siglo II d.C., se difundió en Alejandría, proveniente de Siria, el gnosticismo, un movimiento teológico y religioso de gran envergadura especulativa, percibido por los escritores y por las autoridades de la "Gran Iglesia". En Alejandría se desarrolla una forma de cristianismo embebido de platonismo y culturalmente cualificado que dejará huellas profundas en la historia del pensamiento cristiano a partir del siglo II, con Clemente de Alejandría y Orígenes[45]En todo este ambiente se va a desarrollar el pensamiento de Orígenes, quien va a marcar de una forma decisiva el pensamiento cristiano y su figura se convertirá en uno de los mayores representantes de la escuela Alejandrina.

Producción literaria de Orígenes

Según san Jerónimo, Orígenes publicó unas 2000 obras, en buena medida gracias a la ayuda de su mecenas, Ambrosio, al que había convertido de una herejía y por esta razón puso a disposición de Orígenes un equipo de taquígrafos y calígrafos. Los objetivos de sus escritos son dos: por un lado, quiere recuperar el nivel de la cultura cristiana para difundir el cristianismo en los ambientes social y culturalmente más elevados de la sociedad pagana del s. III; por otro lado, quiere recuperar para el Iglesia católica un sector de personas que se encontraban dentro de las sectas gnósticas[46]

Obras exegéticas: En los escritos exegéticos de Orígenes se pueden distinguir tres grupos fundamentales: Escolios, breves explicaciones de pasajes concretos; comentarios continuos y sistemáticos de los distintos libros de la Escritura (Comentario sobre Mateo, Comentario al evangelio de Juan, Comentario de la carta a los Romanos, Comentario al Cantar de los Cantares, Comentarios perdidos), y las homilías, es decir, predicaciones sobre textos bíblicos[47]

Hexapla: La mayor parte de la producción literaria de Orígenes está consagrada a la Biblia, pudiendo ser llamado justamente el fundador de la ciencia escriturística. Al usar la versión de los Setenta, la traducción griega alejandrina del Antiguo Testamento adoptada por las Iglesias cristianas, Orígenes sabía muy bien las dificultades que afrontaba. La divergencia entre los distintos manuscritos planteaba la cuestión sobre la lectura original. Para hacer frente a estos problemas, Orígenes realizó el trabajo monumental de la Hexapla, es decir, la edición del AT en columnas divididas en cola para facilitar la comparación sinóptica. La primera contenida probablemente el texto original hebreo; la segunda, su transliteración al griego, y las restantes columnas, las diversas traducciones como la de Aquila, Sínmaco y Teodición[48]

Tratados: los principales son; De principiis, Contra Celso, Sobre la Oración, Exhortación al martirio, Diálogo con Heráclides, Sobre la Pascua, Tratados perdidos: (Sobre la Resurrección, sobre la naturaleza, Stromata), Cartas y Filocadia.

Teología de Orígenes

La mayoría de las herejías que combatió Orígenes, querían salvaguardar el monoteísmo; pero, por subrayar tanto la existencia de un solo Dios, negaban otras verdades centrales de la fe. Orígenes apunta, sobre todo, a la tríada, Basílides-Valentín- Marción. Como Orígenes recalca en el prólogo, la Sagrada Escritura y la regula fidei suministran la base de toda teología. Con eso, él deja muy claro que su teología es ortodoxa y que quiere hundir sus raíces en la tradición de la Iglesia. Esto se hace patente también en su toma de postura respecto de las herejías de su tiempo. Contra los marcionistas, él enfatiza la bondad del Creador y su identidad con el Padre de Jesús, así como la solidaridad de ambos testamentos; contra los valentinianos, la voluntad libre y la responsabilidad personal respecto del pecado; contra el docetismo, la encarnación verdadera de Cristo como presupuesto para la redención; contra los modalitas, la autonomía de cada persona divina; y contra los adopcionistas, la generación eterna del Hijo[49]

Orígenes no repitió el error de Clemente de Alejandría de fundamentar su teología en la doctrina del Logos como fuente de todo conocimiento. Toma más bien, su punto de partida de la más alta idea cristiana, la idea de Dios[50]Los aspectos más cruciales de su teologías se encuentran en el De principiis y son: su doctrina de la Trinidad que es suborninacionista en cuanto a que, si bien distingue con claridad entre Padre e Hijo, ve la diferencia en el subordinado poder del Hijo, a pesar de eso, Orígenes afirma la generación eterna del Hijo que es de la misma naturaleza del Padre. En segundo lugar, afirma la preexistencia de las almas, sosteniendo que las almas de los hombres fueron creadas antes que el mundo; y que, al haberse apartado ellas de Dios con los ángeles caídos, fueron desterradas a un cuerpo; y, por último, está la doctrina de la apocatástasis, en la que la acción redentora del Hijo reconduce al final, según 1Cor 15,23-26, al bienaventurado estado original a todo lo existente, incluso a Satanás[51]

Tratado "De los principios"

El título sitúa a la obra en la tradición filosófica griega que desde el comienzo buscaba los principios del ser, pero aquí Orígenes se propone estudiar las doctrinas fundamentales de la fe cristiana. Con el tratado De los principios Orígenes elabora una exposición intelectualmente responsable del cristianismo, para que los creyentes ilustrados de Alejandría, hambrientos del alimento salvífico, no se sumen a las doctrinas gnósticas. Orígenes lo expresa con las siguientes palabras:"Si nosotros callábamos, sin presentar contra los heterodoxos las doctrinas verdaderas y salvíficas, ellos se apropiarán de las almas más golosas, que por falta de alimento salvífico se lanzan ávidamente sobre los alimentos prohibidos[52]

La obra comprende cuatro libros y está estructurada por dos grandes ciclos de enseñanzas, ellos son relativamente paralelos y, en terminos generales recorren los mimos temas: Dios, las criaturas racionales y el mundo. Primer ciclo: Dios (I, 1-4); los racionales (I,5-8) y el mundo(II, 1-3). Segundo ciclo: Dios (II,4-7); los racionales (II,8-III,4); el mundo (III,5-6) y la escritura (IV,1-3)[53].

En terminos negativos, el primer ciclo busca mostrar que el cristianismo eclesial no es una estupidez; y, en términos positivos, señalar que la fe eclesial es compatible con la razón griega y capaz de insertarse plenamente en los grandes debates de la filosofía de la época. En el segundo ciclo, cuando los auditores ya distinguen con claridad la fe cristiana de la fides simpliciorum y están suficientemente convencidos de la compatibilidad de la fe eclesial con la razón y, por lo tanto, ya se sienten menos atraidos por el gnosticismo, sólo entonces realiza la crítica al gnosticismo y propone un discurso más cercano al lenguaje bíblico de la predicación eclesial. Con el riesgo de simplificar demaciado, es posible afirmar que en el primer ciclo, Orígenes toma distancia de la vulgar fe de los simplones, con un discurso más racional; mientras en el segundo ciclo, toma distancia de los gnosticos, con un discurso más kerigmático[54]

El texto que hemos elegido es la regla de fe que profesa Orígenes, es una exposición de los puntos claros del Kerigma, siendo este el punto de partida de su teología. Este texto se encuentra en el tratado de Los principios, en el primer libro, prefacio cuatro.

Esta es la expresión de lo que se transmite de modo claro por la predicación apostólica. Primero, que Dios es uno solo que creó y dispuso todo y que, de la nada, hizo existir todo; Dios desde la primera creación y fundación del mundo; Dios de todos los justos: Adán, Abel, Set, Enós, Noé, Sem, Abrahan, Isaac, Jacob, los Doce patriarcas, Moisés, los profetas; y que este mismo Dios, en los últimos días, tal como había prometido anteriormente por sus profetas, envió al Señor Jesucristo para llamar primero a Israel. Este Dios, justo y bueno, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Él mismo dio la ley, los profetas y los evangelios, el cual es también el Dios de los Apóstoles, así como del Nuevo y del Antiguo Testamento. Luego, que Cristo Jesús, el mismo que vino, nació del Padre antes que toda criatura. El cual, habiendo sido ministro del Padre en toda la creación, pues todo fue hecho por medio de él, en los últimos tiempos, vaciándose a sí mismo, se hizo hombre, se encarnó. Siendo Dios, incluso hecho hombre continuó siendo lo que era, es decir, Dios. Asumió un cuerpo semejante a nuestro cuerpo, sólo diferente a él porque nació de la Virgen y del Espíritu Santo. Y, puesto que Jesucristo nació y padeció en verdad, y no en apariencia, verdaderamente sufrió esta muerte común. También resucitó verdaderamente de entre los muertos, y después de la resurrección, habiendo convivido con sus discípulos, fue llevado al cielo. También los apóstoles transmitieron que el Espíritu Santo está asociado al Padre y al Hijo en cuanto al honor y a la dignidad. Pero, en este punto, ya no se distingue claramente si acaso es nacido o no nacido, o si también él deba ser considerado Hijo de Dios o no; sino que esto debe ser investigado, de acuerdo a la capacidad, a partir de la sagrada Escritura y debe ser examinado con una aguda indagación. Sin duda, se predica en la Iglesia de modo clarísimo que este mismo Espíritu Santo inspiraba a cada uno de los santos, tanto profetas como apóstoles, y que no había un Espíritu en los antiguos y otro en los que fueron inspirados en la venida de Cristo[55]

Lo primero que hace Orígenes, es seguir la tradición que ha recibido y con ello se pone en consonancia con la ortodoxia. Esta regla de fe, tiene una clara estructura trinitaria y ahora voy a desentrañar la concepción que tiene Orígenes de las tres personas de la Trinidad.

El objetivo de Orígenes en el primer artículo, es oponerse a las doctrinas marcionistas y gnósticas que separan al Dios creador del Antiguo Testamento del Padre de Jesucristo, haciendo del primero un Dios malo y del segundo un Dios bueno, los gnósticos negaban que Dios pudiera ser creador, porque no podía entrar en contacto con la materia, por eso era necesario un mediador de menos categoría que Dios. Para Orígenes no hay más que un solo Dios que ha creado todo a partir de la nada, hay un sólo Dios para la ley, los profetas y los apóstoles, para el Antiguo y el Nuevo Testamento[56]El Padre está en la cima de la jerarquía. Él es la fuente y la meta de toda la existencia. Dios es simplicidad y unidad absolutas, substancia indivisible y eterna, de ahí que es la fuente de la divinidad (monoteísmo), de quien el Logos y el Espíritu reciben la divinidad por participación o comunicación según la esencia[57]

En el segundo artículo, Orígenes despliega la realidad de la persona de Jesucristo, el Hijo de Dios, en contra del adopcionismo y el modalismo. Los adopcionistas pensaban que Jesús era un ser humano y que como tuvo una vida agradable a Dios, fue elevado posteriormente a la categoría divina y los modalista decían que el Hijo y el Espíritu, son formas en las que el Padre se aparece. Frente al adopcionismo en Orígenes encontramos la primera afirmación clara e inequívoca de la generación eterna del Hijo, que es coeterno con el ser del Padre. El Logos es desde el primer instante el Hijo y tiene una subsistencia propia e incorporal, puesto que no hay razón alguna para que Dios no haya querido o no haya podido ser siempre Padre y engendrar al Hijo[58]El Hijo es presentado por Orígenes como el mediador e intermediario entre la unidad de Dios y la multiplicidad de las criaturas. El Hijo es el lugar donde residen las ideas, como el lugar del mundo inteligible, desde las cuales después es creado el mundo en concreto. El Hijo es Unigénito e imagen de Dios invisible y Primogénito de toda la creación. De esta forma se muestra su doble relación al Padre y al Mundo, y se representan las diversas cualidades del Verbo, tanto en su ser eterno como en su encarnación[59]

Podemos rastrear un cierto subordinacionismo en el segundo artículo de la regla de fe, cuando Orígenes habla del Hijo como ministro del Padre en la creación, no obstante, no es un subordinacionismo ontológico sino, en función de la creación. Orígenes pone de relieve la encarnación del Hijo, que asumió la naturaleza humana con toda su complejidad, y sus sufrimientos no fueron aparentes, sino que padeció realmente; estas afirmaciones evidentemente son contra los gnósticos. Luego afirma la Resurrección y la ascensión de Cristo, es decir, que el mismo que murió fue el que resucitó.

Orígenes es el padre de la Iglesia pre-niceno que mejor desarrolla una teología del Espíritu Santo. En el tercer artículo de la regla de fe, nuestro teólogo asocia al Espíritu Santo en honor y en dignidad al Padre y al Hijo, pero esto ya supone que es como ellos, una persona plenamente divina, aunque no se lo atribuye explícitamente. Orígenes admite que la cuestión del Espíritu no está muy clara, no obstante posteriormente afirmará que el Espíritu Santo es tal desde toda la eternidad y no ha comenzado a ser ni a poseer la ciencia, puesto que recibe su existencia, su ciencia y todo lo que Él es del Padre por medio del Hijo, y esto por toda la eternidad como la generación del Hijo, y jamás hubo cambio en Él, se trata claramente del acto divino que le da existencia y no solamente de sus manifestación a los hombres en lo concerniente a la economía[60]

La posteridad de Orígenes

Dificilmente llegaremos a valorar en su justa medida la difusión e influencia de la teología de Orígenes en los siglos siguientes y en la edad Media. Pero, a finales del siglo IV, comenzaron unas controversias en torno a la teología de Orígenes. Las disputas Origenistas alcanzaron su apogeo y su final en el siglo VI, cuando monjes de ambos monasterios Laura, en el Sinaí, se dividieron en dos bandos a causa de la teología de Orígenes. El emperador Justiniano promulgó en el año 543 un edicto antiorigenista al que ni el papa ni los patriarcas se opusieron. Acto seguido, la policía imperial confiscó y destruyó todos los escritos originales que lograron requisar. De ahí provienen las lagunas que sufren hoy las fuente. Cierto que el concilio de Constantinopla (553) incluyó a Orígenes en el canon 11 entre los herejes, pero ni en el correspondiente esbozo del emperador ni en la carta del papa Virgilio, con la que él aprobaba el concilio, se menciona el nombre de Orígenes[61]

Con Orígenes hemos llegado a la teología con más fuerza especulativa realizada con anterioridad al Concilio de Nicea. Él supone un cruce de caminos en la historia de la teología y del pensamiento cristiano. Fue condenado en el Símbolo de Constantinopla II, sin embargo, los trabajos de H. Urs von Balthasar, H. de Lubac, J, Daniélou, H. Crouzel, han puesto en evidencia la ortodoxia de su fe, rehabilitando así en la práctica, su persona y su obra. En realidad a pesar de esta condena, como ha dicho Hans Urs von Baltasar de forma tan acertada, no hay en la Iglesia ningún pensador que haya permanecido tan invisiblemente omnipresente como Orígenes[62]

 

 

Autor:

Ricardo Duarte Divison

Profesor:

Fernando Rivas Rebaque

UNIVERSIDAD PONTIFICIA COMILLAS

Facultad de teología

Patrología

Madrid, 14 de mayo del 2015

[1] Apuntes de clases.

[2] Quasten, Patrolog?a I. Hasta el concilio de Nicea, BAC, Madrid 1968, 38-39.

[3] Cf. C. Moreschini- E. Norelli, Patrolog?a. Manual de literatura cristiana antigua griega y latina, S?gueme, Salamanca 2009, 65.

[4] Cf. R. Trevijano, Patrolog?a, BAC, Madrid 2009, 10-11.

[5] R. Aguirre (ed.), As? empez? el cristianismo, Verbo Divino, Espa?a 2010, 351.

[6] Cf. C. Moreschini- E. Norelli, o.c. 54.

[7] Ib?d. 55.

[8] Cf. H. R. Drobner, Manual de Patrolog?a, Heder, Barcelona 2001, 73.

[9] Quasten, o.c., 79.

[10] Cf. Ib?d. 80-81.

[11] Cf. H. R. Drobner, o.c., 202.

[12] R. Trevijano, o.c., 136.

[13] Cf. H. R. Drobner, o.c.,206.

[14] R. Trevijano, o.c., 135.

[15] Cf. C. Moreschini- E. Norelli, o.c., 195-196.

[16] Cf. ib?d., 99.

[17] Apuntes de clases.

[18] Cf. H. R. Drobner, o.c., 102.

[19] C. Moreschini- E. Norelli, o.c., 100.

[20] J. Quasten, o.c., 258.

[21] Cf. Ib?d., 249.

[22] Cf. C. Moreschini- E. Norelli, o.c., 119.

[23] Apuntes de clases.

[24] Cf. J. Quasten, o.c., 182.

[25] Cf. Ib?d.

[26] Cf. R. Trevijano, o.c., 96.

[27] Cf. B. Altaner, Patrolog?a, Espasa- Calpe, Madrid 1945, 96-97.

[28] Cf. R. Trevijano, o.c., 129.

[29] Ib?d.

[30] Cf. C. Moreschini- E. Norelli, o.c., 134-135.

[31] Cf. H. R. Drobner, o.c., 164.

[32] Cf. R. Trevijano, o.c., 167.

[33] C. Moreschini- E. Norelli, o.c., 135.

[34] Cf. Ib?d. 135-136.

[35] Cf. H. R. Drobner, o.c., 315-317.

[36] C. Moreschini- E. Norelli, o.c., 274.

[37] Cf. R. Trevijano, o.c., 216.

[38] Cf. ?. Cordovilla, o.c., 364.

[39] H. R. Drobner, o.c., 614.

[40] Apuntes de clases.

[41] Cf. Ib?d., 169.

[42] Cf. Ib?d.

[43] Cf. Ib?d. 169-170.

[44] Cf. J. Quasten, o.c., 354.

[45] Cf. A. Berardino- G. Fedalto- M. Simonetti y F. Rivas, Literatura Patr?stica, San Pablo, Madrid 2010, 82.

[46] Apuntes de clases.

[47] Cf. C. Moreschini- E. Norelli, o.c.,146.

[48] Ib?d., 150.

[49] Cf. H. R. Drobner, o.c., 177.

[50] J. Quasten, o.c., 287.

[51] Cf. H. R. Drobner, o.c., 177-178.

[52] Or?genes, Sobre los principios, Ciudad Nueva, Madrid 2015, 31.

[53] Ib?d. 34.

[54] Cf. Ib?d. 36.

[55] Or?genes, o.c., 121-125.

[56] Cf. Henri Crouzel, Or?genes. Un te?logo controvertido, BAC, Madrid 1998, 254.

[57] Cf. ?. Cordovilla, o.c., 307.

[58] Cf. Luis F. Ladaria, El Dios vivo y verdadero. El misterio de la Trinidad, Secretariado Trinitario, Salamanca 2010, 228.

[59] Cf. ?. Cordovilla, o.c., 308.

[60] Cf. Henri Crouzel, o.c., 279-283.

[61] H. R. Drobner, o.c.,180.181.

[62] Cf. ?. Cordovilla, o.c., 304.

Partes: 1, 2
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