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El trasplante fecal, la obesidad y la psiquiatría: ¿Entidades paralelas?

Enviado por Felix Larocca


  1. Hechos y teorías en el campo de la ciencia
  2. El comienzo del interés científico en la excreta humana y sus microbios: Nace la "infectobesidad"
  3. Hormonas en el sistema digestivo
  4. La flora intestinal como agente causante de trastornos emocionales y de la obesidad
  5. La colitis ulcerosa
  6. ¿Segundo cerebro?
  7. Examinemos algunos datos pocos conocidos acerca de las bacterias del intestino
  8. Técnica del trasplante fecal
  9. En resumen
  10. Bibliografía

Many psychiatric complications after gastric bypass surgery, such as severe psychotic disorders, Wernicke"s encephalopathy, and Korsakoff"s syndrome, have been reported in the medical literature. Gastric bypass surgery, also known as bariatric surgery or gastroplasty for morbid obesity, has gained popularity because of the obesity epidemic in the USA.

These operations are not exempted from risks, as we will see. FEFL

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos78/complicaciones-psiquiatricas-cirugias-bariatricas/complicaciones-psiquiatricas-cirugias-bariatricas#ixzz2uiaCwNUY

A pesar de que la obesidad aun carece de un establecido y aceptado agente etiológico, todos la explican a su manera, como si supieran lo que intentan explicar.

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El tango por Fernando Botero

Y, a pesar, de lo antedicho, y de que asimismo esta entidad diagnóstica carece de métodos de tratamientos efectivos y duraderos. Todos la pretenden controlar, vía métodos inciertos, como si tuvieran el entendimiento para hacerlo…

La obesidad en este respecto no pernocta en solitud. La acompaña el campo impreciso de la psiquiatría con sus "enfermedades" indefinidas… Al menos de acuerdo a los — con frecuencia falaces — "criterios diagnósticos" de DSM-ETC.

Aunque en este último caso, teorías — muchas controvertidas — compiten para lograr dar alguna explicación al diagnóstico psiquiátrico, lo que, en el caso de la obesidad, carecemos de alguna que sea aceptable.

En seguida trataremos de dar explicación a lo mencionado.

Hechos y teorías en el campo de la ciencia

La ciencia en sus fundaciones consiste de proposiciones demostradas y de teorías formuladas.

Los hechos y las teorías nacen de manera distinta y son juzgados por estándares diferentes.

Los hechos confirmados se asume que son, o genuinos a priori, o que constituyen nociones equivocadas a posteriori.

Estos son descubiertos por observadores o experimentadores rigurosos que los confirman o rechazan vía la comprobación sistemática.

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Microbiota intestinal

Un científico que afirma erróneamente haber hecho un descubrimiento que al final resulta ser desacertado es juzgado muy severamente.

Un episodio de esta naturaleza puede bastar para arruinar una carrera.

Por su parte, las teorías poseen un estatus enteramente muy diferente.

Ellas consisten of especulaciones hipotéticas de la mente indagadora concebidas heurísticamente para darnos explanaciones tentativas de fenómenos o eventos naturales.

Y, ya que, por su naturaleza de ser tentativas, nuestro entendimiento es incompleto, las teorías se consideran siempre explicaciones provisionales.

Sin embargo, y a pesar de sus limitaciones, las teorías poseen méritos valiosos, ya que son instrumentos de entendimiento, y un instrumento no requiere precisión para resultar útil o ser apreciable.

Las teorías en sí, para puntualizar sus imprecisiones, se suponen ser más-o-menos definidas con mucho espacio para discordancia.

Por ello, un científico que propone una teoría que resulta ser equivocada se juzga con lenidad.

Los errores teóricos se toleran, siempre y cuando el autor esté dispuesto a corregirlos, admitiéndolos, cuando los hechos demuestran que están errados.

El comienzo del interés científico en la excreta humana y sus microbios: Nace la "infectobesidad"

Hace un año, la idea de que los microbios pueden causar la obesidad ganó ascendencia cuando se creó en el Pennington Biomedical Research Center Louisiana, el primer departamento de virus y obesidad.

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Su director es Nikhil Dhurandhar, un médico que inventó el término "infectobesidad" para describir el nuevo campo.

El interés de Dhurandhar es en la relación que existe entre la obesidad y un virus común, el adenovirus.

Al mismo tiempo, otros científicos, trabajando con un grupo de microbiólogos en Washington University en Saint Louis, estaban analizando las actividades de los trillones de microbios que residen en nuestro intestino, para determinar si algunos de ellos hacen que su huésped engorde.

Si los microbios pueden explicar aunque sea una proporción pequeña de la obesidad, esto iluminaría un problema que plaga a millones de personas por todo el mundo.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos75/obesidad-microbios-lucha-proporciones-grandes/obesidad-microbios-lucha-proporciones-grandes#ixzz2uFIpeCid

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Clostridium difficile

Pero todo lo que brilla en el mundo de la ciencia no siempre resulta ser el oro de una ¡Eureka!

De acuerdo a Mario Livio en su libro Brilliant Blunders: From Darwin to Einstein—Colossal Mistakes by Great Scientists That Changed Our Understanding of Life and the Universeedu.redCharles Darwin, William Thomson (Lord Kelvin), Linus Pauling, Fred Hoyle y Albert Einstein, todos cometieron traspiés conjeturales que, a veces, no supieron enmendar.

Cansados del status quo e inspirados por muchos factores que señalan hacia la posibilidad de que la microbiota normal intestinal puede ofrecernos actualmente pistas para avanzar la ciencia se ha expandido el campo naciente del trasplante fecal a incluir una panoplia de condiciones variadas físicas y emocionales — del tipo de las colitis pseudomembranosas — que se aducen pueden ser causadas por los microbios del intestino y que pueden remediarse con el mismo trasplante.

Nuestro propósito

Nuestro propósito en esta lección es conducir un análisis del estado de esta cuestión y rendir un veredicto basado en los hechos disponibles.

Para comenzar, retornemos a una previa ponencia donde destaco la reciprocidad funcional que existe entre el estómago y el intestino.

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Hormonas en el sistema digestivo

Hasta ahora se han identificado más de dos docenas de hormonas gastrointestinales, y, con frecuencia, se identifican nuevas, cuyas funciones asimismo se determinan.

Características:

  • Todas son péptidos

  • Muchas de entre ellas se encuentran asimismo en otros tejidos, especialmente en el cerebro

  • Muchas funcionan de manera paracrina como por igual actúan como hormonas verdaderas

Las ocho hormonas cuyo estudio es de la mayor importancia son:

  • La gastrina

  • La somatostatina

  • La secretina

  • La pancreozimina (CCK)

  • Las incretinas

  • La ghrelina

  • El neuropéptido Y (NPY)

  • El neuropéptido YY3-36 (PPY3-36)

La gastrina se ha descrito anteriormente y la somatostatina que, siendo secretada por las glándulas gástricas, actúa inhibiendo la secreción del ácido clorhídrico.

De interés es que la somatostatina también es secretada por el hipotálamo y el páncreas. Lo que nos recuerda de la resonancia endocrina entre el hipotálamo cerebral y el tracto gastrointestinal.

La interacción entre estas hormonas y neurotransmisores con el cerebro y con los sistemas nerviosos central y periféricos, acompañadas por las actividades que ejerce el sistema inmune, hacen del eje cerebro-gastrointestinal una alianza fisiológica muy importante y poderosa, como ya apreciaremos más adelante.

Un neurotransmisor cuyo entendimiento nos asistirá enormemente en esta tesis es la serotonina.

Examinemos, entonces, la serotonina y sus funciones en suficiente detalle

La serotonina (5-hidroxitriptamina, o 5-HT) es un neurotransmisor monoamina sintetizado en neuronas, llamadas, serotoninérgicas, por su actividad y función, en el sistema nervioso central (SNC) y en las células enterocromafinas en el tracto gastrointestinal de animales, incluyendo el ser humano. La serotonina se encuentra asimismo en muchos hongos y plantas, encontrándose igualmente en algunas frutas y vegetales.

Leer más: /trabajos67/cirugia-gastroplastica-lobotomia/cirugia-gastroplastica-lobotomia2#hormonasea#ixzz2uFQOlhjn

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La flora intestinal como agente causante de trastornos emocionales y de la obesidad

Una plétora de estudios recientes han aparecido en la literatura médica proponiendo que la composición de la flora intestinal es responsable por cambios en nuestras emociones y que el trasplante bacteriano fecal proporcionaría métodos de tratamiento económicos, efectivos y con menos posibilidades de riesgos como los que se asumen cuando se usan cualquiera de los fármacos conocidos.

Las enfermedades gastrointestinales, por su parte, siempre se han asociado con estados de ansiedad, de angustia, el estrés y con otros factores psicológicos.

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La colitis ulcerosa

Aunque la colitis ulcerosa es una enfermedad de etiología indeterminada, este mismo autor ha descrito el uso de tratamientos psicoterapéuticos efectivos en pacientes seleccionados.

Por supuesto que se ha establecido que un área de grandes posibilidades para la aplicación del trasplante fecal reside cuando el agente infeccioso es el Clostridium difficile.

Estudios científicos asimismo han indicado que la flora gastrointestinal, si se determina su relación con trastornos emocionales, puede ser reemplazada, proporcionando mejoras o curas. O sea que esto último ocurrirá cuando esta hipótesis empírica pase de ser teoría a ser hecho corroborado.

Estudios y artículos publicados al efecto, indican que la flora bacteriana intestinal puede jugar un rol fundamental en la química del cerebro y por consecuencia en la salud mental.

Más específicamente, la clase apropiada de bacterias "saludables" en el intestino pueden tratar o prevenir depresiones y estados de ansiedad.

¿Segundo cerebro?

En círculos de investigación el intestino se conoce como "el segundo cerebro".

Veamos por qué

Existen más de 100 millones de neuronas en el tracto intestinal (más que en la medula espinal o el sistema nervioso periférico) y muchas contienen los mismos neurotransmisores que el cerebro. Se da por entendido que las respuestas afectivas y el tracto gastrointestinal se relacionan. Piensen en las "mariposas en el estómago" o el nudo en el estómago cuando bajo estrés.

Esta conexión la media el nervio vago (X de los nervios craneales) que establece una correspondencia neural directa entre el intestino y el encéfalo.

De hecho, la estimulación eléctrica de este nervio por medio de electrodos implantados se ha utilizado para el tratamiento de la depresión.

Lo que es alentador es que los nuevos estudios indican que las bacterias intestinales están haciendo más que simplemente digiriendo la comida y manteniendo un sistema inmune saludable. Además de lo expresado, están contribuyendo a nuestra salud física y emocional.

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Examinemos algunos datos pocos conocidos acerca de las bacterias del intestino

La palabra bacteria posee connotaciones negativas, como si fuesen algo maléfico. Lo que es falso. En la realidad, existen por encima de un trillón de estos microorganismos viviendo en el intestino. Muchos más que todas nuestras células en el cuerpo.

Todas estas bacterias en conjunto pesan cerca de tres libras (1300 a 1400 g), lo mismo que pesa el cerebro y están a cargo de una multitud de funciones beneficiosas, como hacen otras células en el cuerpo y en otros órganos.

El trasplante de bacterias benignas y saludables, se ha establecido, que constituye otro método rápido de terapia que resulta ser conveniente y barato que se efectúa vía endoscopía, colonoscopía o enema.

El procedimiento representa esencialmente un trasplante de heces fecales, que se conoce mayor como trasplante de microbiota fecal (FMT).

FMT se usa actualmente en el tratamiento de infecciones que comprometen la vida del paciente, poseyendo un promedio de éxitos de un 90% y está siendo investigado como método de tratamiento para las enfermedades inflamatorias intestinales.

edu.redTrasplante fecal

La pregunta que los científicos se hacen es: ¿Puede la pérdida de peso ser la próxima frontera para este trasplante?Un estudio analizó pares de hermanos gemelos idénticos, donde algunos de los pares eran delgados y los otros eran obesos. Su microbiota intestinal se transfirió a ratones que fueron diseñados a no tener sus propias bacterias intestinales. Notablemente, los ratones recipientes de bacteria de persona delgada permanecieron delgados, mientras que los recipientes de bacterias de gemelos obesos se volvieron obesos. En lo que respecta a las posibilidades psiquiátricas, se condujo un estudio de ratones calmos vs ansiosos.

La microbiota fecal de una cepa de los ratones ansiosos tornó a ratones calmos muy ansiosos. No solamente eso, sino que trasplante del contenido intestinal de una estirpe de ratones calmos ayudó a relajar y a aumentar la tranquilidad de la cepa ansiosa.

En estos casos los comportamientos no dependían de la genética o química cerebral, sino de la composición bacteriana del intestino.  Estudiando seres humanos, en UCLA se analizaron 36 mujeres sin síntomas psiquiátricos.

Doce de las mujeres comieron yogurt fermentado con probióticos (las llamadas "bacterias buenas"), 11 ingirieron a producto lácteo no-fermentado y 13 recibieron nada.

Midiendo la actividad cerebral vía fMRI, se determinó que las mujeres que comieron el yogurt fermentado registraron actividad en función cerebral en áreas asociadas con emoción y sensación cuando fueran expuestas a imágenes de rostros de personas iracundas o atemorizadas.

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Este es el primer estudio que demuestra una interacción entre probióticos y el cerebro

Existen otras razones persuasivas, los seres humanos son, por conteo celular, aproximadamente 90% bacterias.

Por ello se especula que, a medida que la investigación microbiana continúe, estaremos descubriendo que nuestra salud física y mental no está inscrita en nuestro ADN, sino dictada por nuestro componente bacteriano.

Técnica del trasplante fecal

Recientemente ha cobrado interés la terapia de trasplante de microbiota fecal para tratar a aquellos pacientes con infecciones recurrentes por C. difficile (entiéndase 3 o más por año). Si bien es una terapia concebida antes de los años 80, en publicaciones recientes se  ha destacado el resultado favorable para aquellas personas con recurrencias a pesar del uso de antimicrobianos.El procedimiento consiste en preparar una infusión con heces del donador (previamente estudiado para enfermedades virales, parasitarias, etc.) y administrarlas al tubo digestivo del receptor.

En el número del 31 de enero del NEJM se publicó un ensayo clínico aleatorizado que comparó esta terapia contra el uso de vancomicina sola o con lavado intestinal. La infusión fue administrada por tubo nasoduodenal. Los resultados fueron favorables para el grupo del trasplante medidos a un término de 10 semanas.Por otro lado en este mes se publico en Am J Gastroenterol un resumen con los aspectos más importantes de esta terapia. Este artículo además tiene gráficas bastante explicativas del rol importante de la microbiota en nuestro organismo y en la recuperación cuando hay infección por la bacteria mencionada.De esta forma, se postula este tratamiento hacia el futuro no solo como una alternativa para C. difficile, sino para otras enfermedades como el Síndrome de Intestino Irritable, Obesidad, Resistencia a la Insulina, Encefalopatía Hepática, Cáncer y muchas otras más. Por supuesto habrá que estudiar los riesgos de la terapia. Se ha descrito en algunos pacientes el debut de enfermedades autoinmunes como Artritis, Sjögren  y otras tras el trasplante de Microbiota.

(Seguir leyendo: http:// medintver.blogspot.com/2013/02/transplante-fecal-para-c-difficile.html)

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En resumen

En esta lección hemos evaluado las razones teóricas y los hechos que han impulsado los trasplantes fecales a convertirse en una esperanza para el tratamiento de enfermedades del intestino, como asimismo a otras que son dispares como son los trastornos psiquiátricos y la obesidad.

Comenzaremos admitiendo que el implante fecal ha demostrado su valor en enfermedades del tracto colónico y que, todavía espera demostrar mayor valor en esta área.

En lo que respecta a la obesidad, creemos que la teoría que avanzan Nikhil Dhurandhar y sus colaboradores aguarda confirmación.

Pero, sea como sea, la obesidad permanece tan enigmática como una esfinge que resiste toda interpretación de sus arcanos profundos.

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Auguste Rodin: El pensador

La flora bacteriana intestinal puede — por reciprocidad química — participar en la producción de estados clínicos que alteran la modulación afectiva.

Aunque la última especulación sea tentativa, permanece una posibilidad, aunque remota.

Pero, de ser corroborada y de hacerlo ¿cómo lo hace? Es pregunta que carece de respuesta precisa, aunque la tentación teórica para especular en esta dirección es muy poderosa.

Tenemos que concluir esta tesis con esta sobria admisión:

  • En el tratamiento de infecciones bacterianas del intestino el trasplante fecal es muy útil y, frecuentemente salvador de vidas.

  • En el tratamiento de la obesidad, el campo está oscurecido por falta de documentación y por falta de bases.

  • En el tratamiento de enfermedades psiquiátricas, aun está en pañales (el retruécano no es intencional en este caso).

Fin de la lección

Bibliografía

  • Larocca, FEF: Gastroplastía y lobotomía: La conexión entre el estómago y el cerebro — La serotonina reexaminada en monografías.com, academiaedu.com y researchgate.net

  • Larocca, FEF: Complicaciones psiquiátricas de las cirugías bariátricas en monografías.com, academiaedu.com y researchgate.net

  • Livio, M: (2014) Brilliant Blunders: From Darwin to Einstein—Colossal Mistakes by Great Scientists That Changed Our Understanding of Life and the Universeedu.redSimon and Schuster

  • Larocca, FEF: Los enigmas de la obesidad: Sus causas en monografías.com, academiaedu.com y researchgate.net

  • Larocca, FEF: Los enigmas de la obesidad: Sus curas en monografías.com, academiaedu.com y researchgate.net

  • Larocca, FEF: La obesidad, los microbios y la agonía de ser obesos: Una lucha de proporciones enormes en monografías.com, academiaedu.com y researchgate.net

  • Larocca, FEF: Hiperserotoninemia: Síndrome serotoninérgico y síndrome neuroléptico maligno en monografías.com, academiaedu.com y researchgate.net

 

 

Autor:

Dr. Félix E. F. Larocca