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Violencia en El Salvador: Maras y Bandas Delincuenciales -Primera parte- (página 2)

Enviado por Pedro Ticas


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En principio de cuentas habremos de distinguir dos de las vertientes mas discutidas hasta hoy: 1º. la vertiente que supone la violencia como una manifestación innata al ser humano y una 2ª.  de tipo social que postula que tal violencia es resultado de patrones adquiridos por los individuos por contagio mismo de la estructura social[4]. "En el orden teórico hay tres tipos de violencia: directa, latente y la inducida. La primera se reconoce fácilmente porque se acompaña de la fuerza, agresión y estado de alterabilidad. La segunda queda en la posibilidad del uso de la fuerza que sólo en ocasiones se realiza. La tercera es quizás una de las peores formas de violencia porque llega a los individuos muy sutilmente sin que éstos se percaten de su inducción a través de los medios".[5]

Del mismo modo, la teoría del instinto tanático[6] sostiene fundamentalmente que la violencia esta determinada por los genes y no por lo social. En síntesis las posiciones biologicistas (reduccionistas de la conducta innata) no hacen más que descargar toda la responsabilidad de la conducta humana en "desórdenes genéticos". Naturalmente, esta posición solo fortalece las argumentaciones y justificaciones de grupos económicos y raciales que al amparo de leyes naturales propugnan las más absurdas justificaciones de poder, las que acompañan la perenne subordinación de países pobres con respecto de sociedades industrializadas. En realidad, la violencia como fenómeno social debe entenderse como consecuencia de desajustes sociales que permiten la alteración de la conducta en el duro camino individual o colectivo hacia la sobrevivencia[7].

En síntesis, la teoría de los genes y la conducta heredada de la violencia sostenida por algunos criminólogos, únicamente refleja el condicionamiento unilineal del desarrollo social, en ello, la determinación implacable discriminatoria, racista sobre todas aquellas culturas que a pesar de su tradición milenaria, continúan considerándose débiles e inmaduras.  Pensar una sociedad sin violencia y agresión, es suponer las formas más acabadas de tolerancia, conocimiento y sabiduría; sin embargo, "la violencia no se presenta únicamente en forma física, también se hace violencia cuando se obstaculiza la inteligencia, la creatividad y las más elementales formas de expresión humana. No cabe duda que esa es una de las peores formas de violencia, la que se oculta en el atrevimiento de la ignorancia…" [8] .

La Delincuencia                   

El concepto "delincuencia" implica la comisión de un delito previamente pensado y articulado mediante el uso de métodos coercitivos violentos, o mediante métodos simbólicos o psicológicos (nivel interno) y posteriormente la realización  del acto (nivel externo)[9] Si bien desde el orden jurídico el delito tipificado y en consecuencia el actor se convierte en delincuente, también la misma ley se ampara en el derecho positivo del enfoque humano al distinguir las diferentes etapas cronológicas del desarrollo físico-mental del individuo, es decir, la madurez alcanzada por niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Las tres características básicas del delito se expresan en su tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad, pues puede haber acción u omisión; ésta puede ser tipificada, es decir, descrita por la ley penal y ser antijurídica, es decir, oponerse en forma objetiva al derecho, poniendo en peligro o lesionando intereses jurídicamente protegidos, y puede ser dolosa y culposa, en tal sentido, la antigua confusión jurídica creía que la inimputabilidad era presupuesto de la culpabilidad, lo que en realidad no es así, la imputabilidad es un presupuesto de la punibilidad, esto no implica que no se haya cometido delito, el delito fue cometido y en ocasiones con agravantes (premeditación, alevosía, etc) y en algunos casos, con dolo especifico (fraude) que nos indican hasta donde puede llegar la preparación del mismo.

En el caso de los menores, así como participan de los elementos positivos del delito, los menores deben participar de los elementos negativos como ausencia de conducta (violencia física), atipicidad (no corresponder la conducta al tipo), causas de justificación (legitima defensa, ejerció de un derecho), inculpabilidad (error, trastorno mental). En los casos anteriores, la figura delictiva se desvanece no habiendo ilícito penal que perseguir y no habiendo pena por no haber delito, no teniendo nada que ver la imputabilidad. A los imputables no se les puede aplicar una pena, pero sí pueden quedar sujetos a una medida de seguridad de acuerdo con su peligrosidad. Finalmente, en el mismo sentido, la Criminología explica sus propias formas de entender el acto. Se basa en cuatro elementos substanciales: 1) Análisis y observación de la realidad, 2) al Autor del delito, 3) a la victima y 4) el control social.  El estudio criminológico de un acto debe ser visto como fenómeno social, es decir, como parte de un todo que se explica a partir de observaciones interdisciplinarias agrupadas en función del uso del método empírico, o sea el mismo que corresponde a los distintos momentos de las principales corrientes de pensamiento de la criminología: 1º. Clásica (ser humano racional), 2º. Positiva (biológica-tratamiento), 3º. Clínica (estudio de la personalidad del delincuente), 4º. Organizacional (análisis de las instituciones, normas, costos sociales, delito, represión), 5º. Integracionistas y 6º. Críticas (causales estructurales-grupos de poder).

La particularidad del concepto Mara

Algunos estudiosos del tema han señalado que Mara y Pandilla deben entenderse de la misma forma, sin embargo, vale la pena aclarar algunas precisiones. La pandilla es una asociación juvenil que corresponde a formas muy particulares de expresión en grupos minoritarios de Estados Unidos y países europeos. La pandilla se crea durante el acelerado proceso de industrialización que tuvieron las ciudades occidentales a partir de los años veinte, principalmente en el norte de Estados Unidos (Chicago, y otros), delimitándose áreas geográficas con marcada diferencia étnica, económica, cultural y social. En contraste, los jóvenes se organizaron contra las políticas gubernamentales discriminativas hacia su raza y color, incluyendo jóvenes de raza blanca que habían sido excluidos por su condición social, en tal sentido, las formas y razones de organización de la pandilla son múltiples, constituyen en si mismas un grupo temporal y en algunos casos, eventual.

En cambio la Mara es en primer término un grupo de edad,  es decir, jóvenes que se reconocen como parte de la misma generación y se identifican como afines en cuanto a criterios de edad relativa imperante. Actúan como unidad y crean con espontánea imaginación sistemas organizativos eficientes ante el medio urbano que los abruma, circunstancias de un urbanismo caótico, sistemas de comunicación político-culturales masivos que van de lo hegemónico a lo subalterno y viceversa, condiciones de pobreza que se imponen y los subordinan.

Como grupos de edad, los jóvenes asumen el papel que la sociedad les destina, en el cuál paralelamente, luchan contra un sistema que  por una parte busca que se asimilen y por la otra, les establece parámetros de "ilegalidad" a manifestaciones propias de su edad, sexo, cultura y condición económica, justo por ello, la Mara emerge como grupo de resistencia y de acción colectiva, tanto contra las estructuras de autoridad del estado, como contra las manifiestas en el grupo familiar que les impone subordinación. En tal sentido, mientras las instituciones del estado y la sociedad civil rehúsen conocer sus conductas autónomas, estos grupos de edad continuarán resolviendo su propia autonomía a través de  acciones de  resistencia o de rebeldía abierta.

La Mara es una asociación más o menos cerrada con relación a los tipos de vínculos contraídos en el barrio, la familia, el trabajo, la escuela. Su organización tiene por estructura la afinidad de especialidades ocupacionales de tiempo completo, es decir, poseer un saber expedito e involucrarse en las mismas acciones y actividades de organización grupal, en este caso, la figura del líder es trascendental. La conducción del líder debe sobresalir a la defensa de todos y cada uno de los miembros del grupo para encontrar una respuesta recíproca por parte de los demás. El líder debe mostrar  destreza en el manejo de técnicas de pelea,  ser maduro y seguro en sus decisiones, observar y analizar la realidad de su propio grupo y su entorno, ser lúcido en las discusiones sobre el rock, cine, vídeo, revistas y todas aquellas modalidades que circulan desde la lógica de la industria cultural (discos, grabaciones piratas, zapatos tenis, playeras con impresos favoritos, pantalones entubados, cortes de cabello y demás atuendos que se consumen a los gustos y símbolos de identidad al interior del grupo); pero  sobre todo, el líder debe ser visionario, debe pensar en la Mara más allá del momento que vive, debe lograr la trascendencia del grupo. En resumen, la mara se conforma y se comporta como grupo cultural  emergente:

1º.      porque demandan asumir mayor independencia y responsabilidad como sujetos históricos y  culturales establecidos dentro de grandes sectores  populares que definen una generación.

2º. porque es un grupo que ha creado su propia dinámica territorial. Actúa en conjunto para sus propios fines, incorporándose voluntariamente al grupo, es decir, la voluntariedad (ingreso a la mara) es simbólica, es apenas una expresión de su realidad y necesidad de pertenencia social; mientras que su opción es la esencia de su ingreso al grupo, es en definitiva su más próximo y cercano medio de pertenencia y respuesta a su realidad.

3º.      porque la Mara ofrece todos los derechos para que cada cual disponga libremente de su tiempo, de su trabajo, de sus estudios, de sus gustos, deseos, pasiones y de todo lo que pueda hacer en compatibilidad con los intereses de identidad del grupo como tal y en beneficio reproductivo hacia el mismo.

En conclusión, la Mara, entendida desde la sucinta conjunción de los elementos expuestos anteriormente, adquiere una diferencia clara con respecto a los grupos organizados para la delincuencia y el crimen. Desde luego que tanto los jóvenes Mara como cualquiera en sus mismas condiciones (incluso los que escapan de ella) son susceptibles de involucrarse en grupos delincuenciales de cualquier tipo. Al respecto, en la Segunda Parte de este trabajo, expondremos las particularidades teóricas sobre la Banda Delincuencial.

 

 

 

 

Autor:

Pedro Ticas  

[1] Wolf, Eric, una tipología del campesinado lainoamericano, Ed. Nueva Visión, Buenos Aires, Argentina, 1977. Pág. 18

[2] Ticas, Pedro, Antropología de la Urbanización,  CCC, México, 1994, Pág. 178.

[3] Ticas, Pedro, Antropología de la urbanización, CCC, México, 1994. Pág. 221

[4] T.J., Alfredo, Antropología de la violencia, Ed. Taller Abierto, México, 1999

[5] Ticas, Pedro, Socioantropología de la violencia: los genes y las teorías de la conducta heredada (criminología biológica), Co-Latino, El Salvador, Noviembre de 2001

[6] Termino tomado por Freud de la diosa griega de la muerte Thanatos

[7] Ticas, Pedro, Jóvenes en proceso de inserción social: una aproximación socioantropológica, Ed. CSJ-UPES, El Salvador, 2003. Pág. 61

[8] Ticas, Pedro, Op. Cit. Pág. 64

[9] Ticas, Pedro, Simbología de la violencia, Ed. AMMT, México, 1994. Pág. 59

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