Impacto sanitario y economico de la Linfadenitis Caseosa Ovina (página 2)
Enviado por Jorge O. Serrano Torres
.Posiblemente el modo más importante de transmisión de C. pseudotuberculosis sea el contacto directo con el material purulento drenado desde los abscesos superficiales purulento cuando contactan dos animales. Pero también ocurre que los exudados respiratorios, ya sean mocos que salen por los ollares o gotas expulsadas al toser o al respirar; se depositan sobre la piel. La penetración del microorganismo puede realizarse de inmediato, si existen soluciones de continuidad en la zona impregnada. Otra posibilidad de contagio por contacto es la invasión retardada., en este caso, el pus permanece amalgamado entre el pelo y la lana a esperas de que se produzca una herida, aunque sea microscópica. En ocasiones tambien la lluvia o los baños arrastran las corinebacterias desde la zona impregnada a la zona herida. (Cubero et al, 2002).
Sobradamente demostrado está la relativamente elevada frecuencia del contagio respiratorio inmediato por la inhalación de aerosoles o gotas en suspensión contaminantes , por otro lado, los animales al lamer el pus que se libera desde un absceso establecen un contagio directo por ingestión; penetrando las corinebacterias fácilmente, bien por una solución de continuidad en la mucosa bucal, labial o lingual o por fijación de las bacterias en las amígdalas (Adekeye,1980; Ellis et al 1987).
La infección puede adquirirse por un contacto sexual, tanto por cubrir hembas con vaginitis específica, como mediante el eyaculado de machos con epididimitis infectados por Corynebacterium pseudotuberculosis . No parece que el contacto venéreo sea muy trascendente, a tenor de la infrecuencia de las balanopostitis purulentas y por la pérdida de apetito sexual en los machos con lesiones genitales (Mostafa,1971).
Contagio indirecto.
La transmisión indirecta es la forma más habitual de infección, sobre todo por vehículos, auque también es posible la intervención de vectores. En ambos casos la transmisión es mecánica, nunca propagativa , cualquier vehículo resulta válido; pero son más idóneos aquellos que además de portar el agente son capaces de provocar una herida por la que penetren las corinebacterias (Cubero, 2002), tambien por medio de arbustos y espinos de la zona de pastoreo se puede depositar el material infectado, convirtiéndose en vehículos de C. pseudotuberculosis al penetrar en la piel de los animales sanos (Willians, 1981).
El contagio también se instaura por el consumo de alimentos y agua contaminados al evacuarse pus de abscesos cefálicos y cervicales, o con exudados respiratorios . Si el alimento porta componentes muy groseros, como gramíneas punzantes, además provocan traumatismos en la mucosa bucal, con lo que se facilita la penetración oral. En las cabras, por sus hábitos alimenticios más proclives al consumo de arbustivas y espinosas, el contagio oral se muestra más habitual (Ashfag,1979; Burrell,1981). Las garrapatas y sus larvas toman parte en la transmisión natural de la enfermedad (Benham,1962; Ashfag,1979; Hein, 1981)., y aunque no ha podido aislarse C. pseudotuberculosis de moscas atrapadas en áreas de conocida alta incidencia, si se sabe que estas permanecen como portadores mecánicos del gérmen durante periodos superiores a tres días (Nayi, 1976). Investigadores israelíes efectuaron un estudio destinado a evaluar la función de la mosca común (Musca domestica L.), como portador de Corynebacterium pseudotuberculosis en explotaciones lecheras, y concluyeron que esta especie desempeñaba un importante papel en ese sentido (Braverman, 1999).
Diagnostico diferencial .
En otras infecciones piolinfadeníticas (Arcanobacterium pyogenes, Staphylococcus aureus) la incubación es más corta y la formación del material purulento es más rápida que en la "linfadenitis caseosa (Leon Vizcaino, 2002). .Otro detalle epidemiológicio que orienta, aunque no concluye, la diferenciación entre infecciones linfadeníticas es la edad de los enfermos. suele afectar a los adultos, mientras que inciden tanto en jóvenes como en adultos (Al-Ranashdeh, 2000).
Otros agentes contagiantes (Actinobacillus seminis, Brucella ovis) pueden provocar la aparición de abscesos escrotales y epididimarios susceptibles de ser también confudidos clínicamente (Richard, 1979; León, 1985) .Entre otras tambien, deben diferenciarse de las Bronconeumonías verminosas y de otras neumopatías crónicas de carácter enzoótico con sintomatología clínica análoga, tales como Maedi-Visna, Adenomatosis pulmonar, Bronconeumonías esporádicas, Bronconeumonías producidas por Pasterella multocida, Bronconeumonías neorikettsianas, Bedsoniasis y Oestrosis de las cavidades nasales (Respaldiza, 2001). Puede incurrirse en confusiones con la Tuberculosis; de ahí que la enfermedad también se denomine "Seudotuberculosis" . Semejante confusión no representa un problema diagnóstico de relevancia en la patología ovina; puesto que la Tuberculosis se muestra escasamente prevalente en la oveja , pero por razón inversa, plantea frecuentes dudas en la cabra (León Vizcaino, 2002).
La anemia hemolítica neonatal y de animales jóvenes, aunque típica de la infección por C. pseudotuberculosis, no es patognomónica de esta enfermedad. El cuadro clínico, caracterizado por ictericia, anemia, hemoglobinuria, colección de fluidos rojo oscuros en las cavidades orgánicas y edema de pulmón, de curso agudo y evolución fatal, pueden también ocurrir por casos de enterotoxemia por cepas altamente toxigénicas de Clostridium perfringens tipo A. lograndose solo por el análisis microbiológico y toxínico discernir entre ambas enfermedades (Leon Vizcaino, 2002).
Diagnóstico inmunológico.
Una gama muy amplia de técnicas inmunitarias han sido aplicadas sobre todo a la detección de anticuerpos, y algunas también a la respuesta de base celular frente a
C. pseudotuberculosis.Un grupo se basan en la detección de la antitoxina en el suero (anticuerpos frente a la exotoxina de C. pseudotuberculosis, mediante la neutralización de algunas de las acciones específicas de la exotoxina, como son su acción inhibidora de la ß-hemolisina de Staphylococcus aureus (técnica de inhibición de la antihemolisina), la acción exaltante de la hemolisis de Rhodococcus equi (técnica de inhibición de la hemólisis sinérgica), hemólisis directa de los eritrocitos de cordero (técnica de inhibición de la hemolisis), acción letal sobre el ratón (técnicas de seroneutralización letal) y dermonecrosis en el conejo ,neutralización de la actividad dermonecrótica (Leon Vizcaino, 2002).
Otro grupo de técnicas identifican los anticuerpos dirigidos contra los antígenos de pared o del soma de la célula bacteriana, mediante reacciones de aglutinación, fijación del complemento, inmunodifusión, inmunofluorescencia y ELISA.En el caso de la prueba ELISA, pocos autores abordan el momento de aparición de los anticuerpos antitoxina en sangre, ni el momento en que dicha técnica los comienza a detectar. Ruíz (2002) obtuvo la aparición de elevados niveles de anticuerpos en todos los animales inoculados a los 14 días post inoculación , lo cual resulta precóz con relación a lo reportado por otros investigadores (Brown et al .1985). Otros indican que no es detectable serológicamente hasta los 15 a 17 días de la infección mediante la técnica de aglutinación y a los 20 a 25 días mediante la técnica de inhibición de hemólisis (Kuria et al , 2001).
Ter-Laak et al (1992) diseñaron un ELISA sandwich para detectar anticuerpos frente a la exotoxina de Corynebacterium pseudotuberculosis, con una especificidad y sensibilidad cerca del 100% , los resultados dudosos eran discriminados mediante immunobloting.. Mientras que Sting et al (1998) utilizaron en la técnica ELISA antígenos de la pared celular (20-120 kDa) y la exotoxina (30-50 kDa) para detectar los animales infectados y animales vacunados. Dercksen et al (2000) desarrollaron un ELISA sandwich para detectar anticuerpos frente a los antígenos de la pared celular o de la toxina de Corynebacterium pseudotuberculosis, con una especificidad del 98+-1% en cabras y 99+- 1% en ovejas y una sensibilidad del 94+-3% en cabras y 79+- 5% en ovejas, que resulta de enorme utilidad en los programas de control y erradicación de la Linfadenitis caseosa.
.La vacunación parece ser la única opción viable para reducir el número de infectados cuando la presentación de la linfadenitis caseosa es endémica. El programa de vacunación no elimina totalmente la infección del rebaño, y la venta de portadores asintomáticos es una reserva que hace que se mantenga un problema potencial. Se han estudiado diferentes tipos de vacunas para el control de la linfadentis caseosa (Cubero et al , 2002).
Vacuna viva con cepas mutantes atenuadas
Respecto a la Cepa mutante atenuada Toxminus, Hodgson et al (1992) y Hodgson et al (1994) concluyeron que resulta un buen candidato para utilizarlo como vacuna viva ya que trás la administración de una sola dósis del vector "Toxminus" tres de los genes inducen una respuesta de anticuerpos específicos frente a la proteína recombinante, administrando una sola dosis vía oral de Toxminus indujeron una fuerte respuesta inmune humoral y celular que protegía los animales de la cepa de campo. Por otra parte, Simmons et al (1997) y Simmons et al (1998) señalaron que el mutante atenuado AroQ era un buen candidato como vacuna viva, administraron vía subcutánea con mutante AroQ de Corynebacterium pseudotuberculosis, pero no protegía a las ovejas de la infección con la cepa de campo aunque si reducía la severidad de la enfermedad.
Vacunas inactivadas.
Walker et al (1994) administraron en ovejas dos dosis de 100 microgramos de un antígeno de 40 kDa con un adjuvante de hidróxido de aluminio que confería protección frente a la infección con Corynebacterium pseudotuberculosis, con 82% de reducción en la proporción de ovejas infectadas y 98% de reducción de lesiones pulmonares. Standford et al (1998) evaluaron la eficacia de dos vacunas inactivadas en explotaciones con elevada incidencia de linfadentis caseosa (50-94%), comprobando que eran capaces de inducir una elevada respuesta inmune durante
12 meses que descendía la prevalencia notablemente, reducía la incidencia de abscesos y las reacciones locales en el punto de inoculación. Piontkowski y Shilvers (1998) administraron dos dósis de una bacterina toxoide con un intervalo de 4 semanas y posteriormente valoraron el grado de protección conferido infectando experimentalmente a las animales a las 32 semanas. La protección vacunal consiguió decrecer la prevalencia y el número de abscesos tras la infección secundaria. Vacunas elaboradas utilizando el sobrenadante de un cultivo de Corynebacterium pseudotuberculosis rico en la exotoxina (Hodgson et al.,1999). que se inactiva con formalina, confirieron a las ovejas una protección del 95 % Kutschke et al (2000) demostraron que la vacunación durante dos años con células totales lisadas de Corynebacterium pseudotuberculosis, administrando dos dósis con un intervalo de 4 semanas y revacunando semestralmente, consigue reducir significativamente la presentación de nuevos casos de pseudotuberculosis clínica. Hodgson et al (1999) elaboraron una vacuna mediante la inactivación de la fosfolipasa D genéticamente, pero solo protegía al 44 % de las ovejas. y Chaplin et al (1999) señalan que la vacunación de las ovejas con una fosfolipasa D genéticamente detoxicada (Delta PLD) resultó efectiva parcialmente frente al Corynebacterium pseudotuberculosis.
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Autor:
Omelio Cepero Rodriguez
Jorge Orlay Serrano Torres
Curriculum Omelio Cepero Rodriguez
Graduado en la carrera de Medicina Veterinaria. Defendió su doctorado en Leipzig, Alemania. 1988. Tiene publicado 184 trabajos en revistas Nacionales e Internacionales. Miembro titular de la Sociedad de Epizootiologia. Profesor Titular del Departamento de Medicina Veterinaria. Desde el año 1992 dirige el tema de Investigación: "Impacto de los desastres en la salud y producción animal y vegetal en la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Central de las Villas. Autor de catorce libros. Ha participado en más de 100 eventos Nacionales, Internacionales y Provinciales.
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