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De la Casa de Labranza a la Posada Turística (página 2)

Enviado por Alfredo Ascanio


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La creación de nuevos núcleos para el turismo rural obedece no sólo a razones económicas, sino también a razones sociológicas. El agricultor es un ser sociable antes que un elemento de la producción. Al pasar la explotación de una economía de subsistencia a otra de intercambio, donde el turismo puede jugar un rol importante, el agricultor siente cada vez más la necesidad de ampliar sus relaciones sociales con el resto de la comunidad local y desarrollar sus habilidades y potenciales para participar en los procesos productivos relacionado con el turismo o bien con otro sector de la economía.

Las zonas rurales constituyen una reserva de espacio para el ocio que necesitan ser incorporadas al turismo sustentable mediante una ocupación responsable del esas comarcas (Bote, 1979). Se necesita una estrategia y una política para evitar los riesgos del uso intensivo de esos espacios e igualmente para poder reemplazar las antiguas pensiones rurales por posadas turísticas (Ascanio, 1979).

La posada es una versión hispánica que recuerda un mesón o una fonda, pero en el mundo moderno de hoy han aparecido con varios nombres: Bed & Breakfast, Camping on the Farm, Self catering, Gites, Casas de Labranza, Estancias, los Tented Camps, las Churuatas indígenas y otras modalidades de alojamientos alternativos (Schluter,1986).

La principal experiencia de estos alojamientos alternativos se ubican en Europa. Por ejemplo en Francia en las décadas de 1970 y 1980 surgieron varios tipos de viviendas turísticas campesinas: (a) Gites de France, o sea posadas privadas con el apoyo financiero del gobierno francés y que están reguladas por la Federación Nacional de Posadas Rurales; (c) Gite-Chambre D´Hote: especialmente promovidas para el visitante de circuito; (d) Gite-Camping-Caravaning a la Ferme : campamentos rurales dentro de haciendas y de muy baja densidad y en un área mínima de 300 metros cuadrados (Federación Nacional de Gites de France,1970).

En España el programa se denomina Vacaciones en Casas de Labranza. En este país existían más de 10 mil posadas turísticas con una media de 2,21 habitación por posada y una media de 1,59 camas por habitación. La oferta corresponde a más de 34.000 camas turísticas en el medio rural. (Ministerio de Información y Turismo,1977). No obstante ya para mediados del año 90, el país contaba con 3.500 alojamientos rurales ( Guía del alojamiento rural,1995).

Un caso especial es el programa de agroturismo en la Comunidad Autónoma Vasca. El programa sólo admite una capacidad de carga de 12 turísticas por caserío rural para evitar aglomeraciones (Guía de Agroturismo ,Viscaya,1991).

En Alemania y Suiza ya existen 14.000 viviendas campesinas acondicionadas para el turismo en el medio rural. (Ascanio, 1997, p.162).

Todo esto nos estaría demostrando que se podría adoptar una teoría del desarrollo del agroturismo o un nuevo modelo del mismo que se sustente primero en los criterios de la sostenibilidad y que luego pueda asegurar dos tipos de rentabilidades: uno básica la rentabilidad de la posada, estancia, casa de labranza, etc.. como un negocios campesino, pero también la rentabilidad social relacionada con el mayor número de externalidades positivas para la comunidad receptora de visitantes, para el visitante mismo y para el gobierno local.

El contexto y el fenómeno del turismo rural

Lo primero que se necesita decir es que para la década de los años 70 en Venezuela no se había definido una política específica para lo que ya se denominaba "el turismo verde" y menos aún para concebir un programa integral de turismo en los espacios rurales y basado en ese modelo.

A pesar de las limitaciones estadísticas sobre el turismo doméstico se estimaba que el movimiento anual de pasajeros residentes en Venezuela y que viajaban al interior a través de los principales aeropuertos era de 8 millones de visitantes para el año de 1978 con un pequeño crecimiento interanual de apenas el 1%. (Asociación Venezolana de Agentes de Viajes,AVAVIT, pp.2-3). Por supuesto, para esos años esos turistas nacionales en casi un 80% realizaban sus viajes para llegar a las casas de familiares y amigos.

De todos modos se estimaba que durante la década de los años 80 se podrían estar movilizando una media de 9 millones de viajeros sin repetición, utilizando el medio de transporte aéreo. Una media de 300 pasajeros aéreos por 1,000 habitantes privilegiaba sólo a 8 ciudades del interior del país, las cuales presentaban los más elevados indicadores de intensidad de viajes. ( AVAVIT, ob,. cit, p. 1).

Igualmente para la década de los años 80 se habían registrado en el país 2.5 millones de vehículos privados, lo cual podría ser equivalente a 5 millones de pasajeros potenciales que podrían pernoctar en un 30% en la hotelería tradicional existente para la época y que aún visitaban los hogares familiares (AVAVIT, ob.cit,p.3).

Posteriormente para 1994 ya se alojaban en el medio rural más de 447.000 turistas, cuando apenas habían aparecido 616 posadas y campamentos rurales en 14 Estados venezolanos y para el año 1.990, según la guía de Elizabeth Kline, ya existían en el país más de 1.600 posadas y campamentos que podrían estar alojando 530.000 visitantes nacionales, pues más o menos el 6% del turismo doméstico o nacional se alojaba en estos medios alternativos y en espacios campesinos (Kline,1990).

Cómo surgió el programa: unos nuevos principios y un modelo para actuar

Dentro de este marco referencial e histórico nació el programa de Posadas Turísticas venezolano. La Corporación de Turismo había conocido el desarrollo español de lo que allí se llamaba Casas de Labranza, un turismo en el medio rural promovido por el Ministerio de Información y Turismo de España y el Ministerio de Agricultura.

La institución turística venezolana invitó a dos expertos con mucha experiencia en este tipo de desarrollo y con la contraparte nacional se decidió seleccionar una pequeña comunidad campesina, con una buena ubicación para captar turismo urbano de fin de semana, a fin de implementar el primer programa piloto de alojamiento alternativo en el medio rural.

El grupo formado para llevar a cabo este programa lo primero que realizó fue un estudio socioeconómico y de comportamientos de la localidad seleccionada, con el propósito de conocer las necesidades familiares y las opiniones sobre su posible potencial para ser anfitriones.

Un experto en renovación de viviendas rurales, que ya había tenido una amplia experiencia en la población de Villa de Leyva en Colombia, fue invitado para responsabilizarse, por un año completo, de este programa de posadas campesinas.

Los criterios en que fue basado el del programa aparecen en seguida: (1) se respeta el estilo y diseño de la arquitectura popular; (2) la renovación de las viviendas seleccionadas y su dotación sería hecha por la propia comunidad, asistida por el experto contratado; (3) la renovación física de las viviendas era sólo un medio para lograr los cambios de actitud de los participantes y para que la propia comunidad fuese el verdadero protagonista de su propio desarrollo comunal; (4) se establecería una unidad operativa y de administración de las posadas con la participación de Técnicos Superiores de Turismo de la Universidad local; (5) se buscarían fórmulas para promocionar el sitio una vez concluido el programa.

No era posible realizar este programa mediante una simple decisión burocrática para licitar la renovación y dotación de al menos 57 viviendas muy pobres y concedérsela a una firma especializada o contratistas. De lo que puede resultar de allí es un simple arrabal o suburbio mejorado, pero nunca un proyecto con unos nuevos criterios y en base a determinados acuerdos bien definidos.

La experiencia había demostrado que sin la participación plena de la propia comunidad interesada en su propio bienestar, un programa de esta índole no podría lograr el objetivo más importante que consistía en lograr la unión de los lazos vecinales y la identificación territorial con todos los habitantes.

No fue nada fácil hacer que en el futuro los vecinos dueños de las posadas cumplieran su nuevo rol, o sea ser buenos anfitriones para atender al visitante temporal; como tampoco lo fue la selección del poblado, pues no sólo se necesitaba que su ubicación respondiera a criterios económicos y sociales, sino igualmente se requería el apoyo del poder político local, pues sin ese apoyo hubiese sido inútil insistir en el rescate de las viviendas campesinas, pues los recursos financieros para realizar todo el trabajo tendrían su origen en la Gobernación del Estado.

Finalmente, y después de examinar varios elementos claves para la selección del sitio, la decisión se centró en la población denominada Sanare (Estado Lara) donde existía un pequeño barrio El Cerrito, con 303 habitantes dedicados a labores agrícolas en predios privados que cultivaban tomate, leguminosas, café y papas, y que por años vivían de esa actividad campesina.

Una vez terminado el programa de El Cerrito para acondicionar y dotar allí a un total de 57 casas campesinas e incorporarles un nuevo cuarto con entrada independiente y acondicionado para el alojamiento de una pareja con un promedio de 2 hijos, lo cual se traducía en 57 nuevas habitaciones, que en promedio trabajarían al final del año 5 al 70% de su capacidad instalada, es decir : 57 x 0.70 x 365 = 14.564 habitaciones año, con una pernoctación estimada igual a 58.254 personas-año (4 personas por habitación) y con una estadía media de fin de semana o sea de sólo 2 noches, lo cual producía, por año, la llegada de 29.127 visitantes, especialmente de las zonas urbanas más cercanas y bien conectadas por vías, todo lo cual podría estimular los viajes de fin de semana.

Si se hace una evaluación económica y financiera de este programa donde la inversión total de la obra civil fue de US$ 18.600 por casa remodelada o sea: una inversión total en remodelación física de las casas y su entorno de US$ 1.060.200, podemos establecer los siguientes elementos: (1) el programa de posadas vendería al año una media, durante el año quinto, de 14.564 habitaciones, trabajando sólo al 70% al final del quinto año y con una tarifa estimada para la época de US$ 20 por habitación (incluido el desayuno) y con una venta total igual a : US$ 291.280 dólares americanos.

Además de la inversión en la obra civil, fue necesario estimar la inversión en capital circulante (capital de trabajo) en aproximadamente el 1% de la venta total (US$ 2.913) y un estimado de activos diferidos amortizables en 5 años por un monto estimado de 500 dólares mensuales para pagar al personal experto que se encargó del programa durante 12 meses, o sea: US$ 6.000 al año, además de la dotación de muebles en cada posada que fueron elaborados en el mismo sitio y en un taller de carpintería manejado por la propia comunidad, con un estimado de US$ 100 dólares por habitación nueva: US$ 5,700. En resumen, la inversión total del programa se estimó en US$ 1.074.813.

Los años para la evaluación de este programa se estableció en 5 años y durante ese tiempo las ventas estimadas en dólares americanos fueron como sigue:1) 145.635, 2) 166.440, 3) 208.050, 4) 249.660, y 5) 291.280. Los costos para la operación de esas habitaciones se estimaron en dólares americanos como sigue: 1) 21.845, 2) 24.966, 3) 31.208, 4) 37.449 y 5) 43.692. A su vez, los gastos generales de administración y mantenimiento correspondieron al 10% de la venta total estimada para cada año, es decir en dólares americanos: 1) 14.563, 2) 16.644, 3) 20.805, 4) 24.966 y 5) 29.128.

La depreciación lineal de la obra civil se hizo en 20 años, sin valor salvado: US$ 53.010 cada año en el mismo horizonte de planificación de 5 años.

Los muebles fueron depreciados en 5 años, o sea un valor anual de US$ 1.140 y los activos diferidos se amortizaron en 5 años, es decir US$ 1.200 por año. El total de las depreciaciones y amortizaciones estimadas año a año fueron : US$ 55.350.

Para este programa no hubo financiamiento bancario, pero el costo de oportunidad para la época y para el capital invertido por la Gobernación del Estado se estimó en 10% anual, lo cual correspondía a la tasa comúnmente aplicada a los programas de interés social.

Veamos en seguida el Estado de Resultado y el Flujo de Caja del programa de posadas turísticas:

Tabla 1. Estado de Resultado del programa de posadas turísticas (Venezuela)

Año 1

Año 2

Año 3

Añ0 4

Año 5

Ventas (US$)

145.635

166.440

208.050

249.600

291.280

Costos operativos (US$)

21.845

24.966

31.208

37.449

43.692

Gastos generales (US$)

14.563

16.644

20.805

24.966

29.128

Depreciación (US$)

55.350

55.350

55.350

55.350

55-350

Utilidad bruta (US$)

53.877

69.480

100.687

131.835

163.110

Impuesto (ISR del 35%

exonerado

exonerado

exonerado

46.142

57.089

Fuente: Estimación propia. Ya para los años 4 y 5 la rentabilidad contable fue en promedio del 35% sobre ventas después de pagar el ISR.

Tabla 2. Flujo de efectivo del programa de posadas turísticas (Venezuela)

Utilidad neta (US$)

53.877

69.480

100.687

85.693

106.021

Depreciación (US$)

55.350

55.350

55.350

55.350

55.350

Flujo de efectivo operativo (US$)

109.227

124.830

156.037

141.043

161.371

Valores descontados al 10%

99.297

103.165

117.233

96.334

100.199

Sumatoria de los valores descontados

(US$)

516.228

Valor de la inversión en el año cero

Valores descontados

Valor Actualizado Neto (VAN)

1.074.813

– 516228

= 558.585

Fuente: estimación propia. La rentabilidad neta financiera es elevada y positiva.

La evaluación del programa de posadas desde el punto de vista privado fue altamente positivo (ver el VAN igual a US$ 558.585). Ahora bien si el programa se evalúa desde el punto de vista social los resultados pudieron ser como sigue:

El programa de remodelar 57 viviendas para transformarlas en posadas turísticas en el medio rural se concibió como un proyecto de interés privado para las familias campesinas que cobraban 20 dólares por cada habitación ocupada, incluido el desayuno, con una llegada promedio al año de más o menos 10.600 visitantes y con un ingreso medio estimado en US$ 212.000 dólares por año y unos costos totales medios igual a US$ 110.200 dólares, dejando una ganancia media anual igual de US$ 83.000 que sumado a la depreciación producía un flujo medio de efectivo operativo igual US$ 138.000.

Supongamos que el gobierno estatal hace un supuesto para ese programa de posada considerándolo de interés social y que como consecuencia de ese juicio de valor, después de haber invertido la suma total de US$ 1.074.813 proveniente de los impuestos recabados, decidiese no cobrar para pernoctar en esas posadas y que como consecuencia de esa gratuidad se podrían beneficiar de ese turismo rural 39.000 personas adicionales de bajos ingresos y no sólo los 10.600 visitantes de clase media que en promedio se alojaban al año en ese programa privado.

Estos criterios le servirían al gobierno local para conocer si una decisión social como la anterior podría generar una relación Beneficio / Costo mayor que la unidad, y estar seguros entonces de la bondad del programa de posadas, no sólo desde el punto de vista privado sino también social. Para ello fue necesario entonces realizar otros cálculos sobre este asunto (Ascanio, 2008).

En todo estudio de B/C siempre se procede en dos etapas: (1) se valoran los costos y beneficios para cada año del programa y para todos los actores involucrados (los posaderos que privadamente se beneficiaban del programa, los visitantes que en ese momento utilizaban las posadas, los posibles nuevos usuarios en el caso de concebir el programa como de interés social, los contribuyentes que han pagado impuestos al gobierno, el cual ha invertido parte de esos impuestos en construir el programa de posadas. (2) Se obtiene el Valor Actualizado Neto y la relación Beneficio / Costos del proyecto descontado con la tasa social de descuento del 10%.

En el caso que nos ocupa existían involucrados en el programa 4 actores, o sea : los ciudadanos que han pagado impuestos al gobierno local, los visitantes que pernoctaban en la posada administrada en forma privada, y el nuevo tráfico generado de visitantes, si se toma la decisión de interés social del programa.

En resumen: los ciudadanos que pagan impuestos erogan US$ 1.074.813 debido a que el programa ha sido financiado con recursos impositivos; los actuales posaderos pierden una ganancia anual que habían estimado en US$ 83.000 unidades monetarias por cada año y en el futuro inmediato; el promedio de visitantes que se alojaban en las posadas y que gastaban US$ 20 por pernoctar para producir una media de ventas igual a US$ 212.000 al año, ya no tendrán que hacer esa erogación cuando el servicio de posada fuese gratuito; y los nuevos visitantes que pernoctararían de gratis en las posadas serán unos ganadores, pues con anterioridad tendrían que haber erogado US$ 20 por su estadía-noche y ahora pagarán US$ 0,0. No obstante, la ganancia media de los nuevos visitantes es de sólo : 20 + 0,0 / 2 = 10, y el total al año sería igual a: 10 x 39.000 visitantes nuevos = US$ 390.000. Este valor corresponde a lo que se ha dado en llamar el excedente del consumidor.

Si ahora valoramos los beneficios o pérdidas futuras para cada uno de los actores involucrados en el programa de posadas rurales, podríamos obtener lo siguiente:

Tabla 3. Actores: pérdidas y beneficios netos de anualidades constantes al 10% y para 5 años

ACTORES

Resultado neto futuro

Valor presente de una anualidad constante al 10% y 5 años ( x 3,790787)

Los anteriores posaderos

(83.000)

(314.635)

Visitantes anteriores

+ 212.000

+ 803.647

Nuevos usuarios

+ 390.000

+ 1.478.407

Contribuyentes (inversión)

( 1.074.813 )

Beneficios

¿?

Fuente: estimación propia.

Como para estimar el bienestar social depende del enfoque distributivo del ingreso; en este caso los cambios relevantes han sido: el ahorro de los visitantes anteriores y el beneficio recibido de los nuevos visitantes generados; pero existen dos actores perdedores, los anteriores dueños de sus posadas y los contribuyentes que pagaron sus impuestos para que el estado invirtiera en el programa de posadas.

Como se observa en la tabla anterior el Valor Presente Neto (VAN) desde el punto de vista social sería la diferencia entre el beneficio neto que sería igual a US$ 1.967.419 ( 1.478.407 + 803.647 – 314.635) y la inversión estimada igual a US$ 1.074.813, arrojaría un VAN igual a US$ 892.606, o lo que es lo mismo una relación beneficio costo mayor que la unidad: 1.967.419 / 1.074.823 = 1,83.

Así pues el programa desde el punto de vista privado es aceptado con un VAN positivo, al igual que desde el punto de vista social con una relación beneficios entre costos mayor que la unidad.

No hay duda que estos son los programas relevantes, o sea aquellos que producen beneficios para el sector privado así como también para la sociedad como un todo, por ello los hace mucho más sustentables (Ascanio y Campos,2009).

Con los estimados anteriores sólo se han comprobado los impactos directos de un programa, pero los impactos indirectos, algunos de ellos difíciles de cuantificar por ser intangibles y otros con posibilidad de ser cuantificados, como: los cambios de comportamientos del anfitrión y de los visitantes, la generación de nuevos ingresos a la familia campesina, la compra de alimentos y otros bienes y servicios a nuevos proveedores, la venta de nuevos productos artesanales, el rescate de la gastronomía local, el adiestramiento "in-situ" de jóvenes técnicos superiores de turismo administradores del programa, entre otros, pueden demostrar igualmente que el turismo en el medio rural puede tener impactos positivos relevantes.

Después del Programa de El Cerrito, se desarrollo el programa La Plazuela de Trujillo y hoy en el año 2009 el país cuenta con más de 1.600 posadas y campamentos en el entorno rural, diseñados por familias que han decidido instalarse fuera de las zonas urbanas para ser anfitriones del turismo doméstico venezolano.

Esto también está sucediendo en el nordeste del Brasil, o sea en el entorno de la ciudad de Fortaleza donde el turismo comunitario socialmente responsable se ha desarrollado con el objetivo de reducir la pobreza y la migración del campo a los centros urbanos (Neide y Cruz Lima, 2.003).

Discusión de los resultados y conclusiones generales

El turismo en el medio rural constituye una alternativa válida para muchos países y en especial para aquellos que tienen escasez de capital y que además desean proporcionar mayor calidad de vida y bienestar a su población campesina.

Muchos países en vías de desarrollo han explotado primero sus recursos primarios (petróleo, cobre, bauxita, estaño,café, pescado, frutos tropicales, etc.…) para obtener las divisas para su desarrollo sostenido. España, no obstante, rompió con ese esquema ya que logró financiar su primera etapa de desarrollo a través de la generación de divisas turísticas (Bote, 1988: 10).

Así pues el turismo revitalizado en el área rural ha venido cumpliendo un importante rol en la estrategia del desarrollo, además de otorgarle valor a la identidad cultural.

Por lo general en turismo en el medio rural y la puesta en valor de las llamadas posadas turísticas, estancias o casas de labranza, como se les conoce a estos alojamientos alternativos, producen buenos beneficios para las familias campesinas, para los visitantes y e incluso para el gobierno local.

Es necesario advertir que en estos programas la fase de administrarlos bien es quizá la clave para la sustentabilidad del mismo (Ascanio y Campos, op.cit.:47.).

La implementación administrativa es delicada, pues muchos programas en esa fase clave es donde han sucumbido, y esto muchas veces se debe a que las personas que les toca gerenciar un programa, como no fueron los mismos que les tocó concebirlo en base a su misión, visión e incluso su filosofía, pueden distorsionar los posibles objetivos y acuerdos primarios (Pressman y Wildavsky, 1973 : p. xxi).

El turismo en el medio rural debe ser de muy bajo impacto, debe ser a escala humana, debe rescatar la identidad cultural del lugar, debe preservar la arquitectura popular, lo que una vez Hassan Fathy denominó "la arquitectura para los pobres" o como señalaba William R. Polk, en el prólogo de ese arquitecto egipcio: "el desarrollo ocurre en las mentes y en los corazones de los hombres, o no se logra nunca…. El desarrollo sin esfuerzo propio es imposible. Pero los pueblos cuyo medio es feo y estéril tienden a ser improductivos y faltos de espíritu (Fathy,1975 : 12).

También es verdad que E. F. Schumacher en u libro : Lo pequeño es hermoso, ya establecía con toda propiedad los conceptos de la tecnología intermedia y su aplicación a la construcción de la vivienda y el alojamiento rural (Jéquier, 1979); e incluso Aldo Leopold, hace más de 40 años, ya se había adelantado a lo que hoy en día se denomina el turismo sustentable y preservación del medio natural (Leopold, 1966), con el objetivo de solidificar la delicada y sensible organización social evitando el desarraigo y la destrucción de la coherencia humana y territorial.

Bibliografía citada

Administración de la Comunidad Autónoma de Euskadi, 1991. Guía de Agroturismo, Vizcaya.

Ascanio, A. 2008. Inversión hotelera: elementos para su evaluación. Editorial Trillas, México.

Ascanio, A y Campos, Marcus Vinicius. 2009. Turismo sustentable: el equilibrio del siglo XXI. Editorial Trillas, México.

Ascanio, A. 1998. El futuro del turismo en Venezuela: cinco estrategias para reinventar el turismo,Turismo em Análise,Sao Paulo,9 (2): 7-23.

Ascanio, A. 1997. El programa de posadas y campamentos turísticos venezolano. Estudios y Perspectivas en Turismo, volumen 6, no. 2, pp. 157- 169.

Ascanio, A. 1979. Turismo y desarrollo de la comunidad: una experiencia venezolana, Revista de Estudios Agro-Sociales, No. 109, pp.53 – 69.

Asociación Venezolana de Agentes de Viajes (AVAVIT), Informe sobre el tráfico del turismo nacional,1979-1988.

Bote Gómez , V. 1988. Turismo en espacio rural y la rehabilitación del patrimonio sociocultural y la economía local. Editorial Popular, Madrid.

Bote Gómez, V. 1979. El turismo rural en España : una estrategia artesanal para combatir el turismo masivo. Agro-Sociales, núm. 109, pp. 30 – 51.

Bueno Gómez, M. 1979. Asentamientos rurales en España. Estudios Agro-sociales, núm. 109, pp. 7 – 51.

Fathy, H. 1975. Arquitectura para los pobres. Editorial Extemporáneo, México.

Federación Nacional de Gites de France, 1970. Gites de France.

Guía de Alojamiento Rural, CIRIEC,España,1995.

Jéquier, N. 1979. Tecnología adecuada: problemas y perspectivas. Centro de Estudios del Tercer Mundo, México.

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Ministerio de Información y turismo 1977. Vacaciones en casas de labranza. Rivadeneyra, Madrid.

Neide, L y Cruz Lima, L. 2003. Turismo comunitario e responsabilidade socioambiental, Editora Eduece, Fortaleza, Brasil.

Pressman, J and Wildavsky, A. 1973. Implementation. University of California Press, Berkeley, USA.

Schluter, Regina. Una forma de alojamiento de escaso impacto ambiental: los "Tented Camps" de Kenia. Estudios y Perspectivas en Turismo. Volumen 2 , pp. 172-179.

 

 

Autor:

Alfredo Ascanio[1]

[1] Alfredo Ascanio,Ph.D, Economista de la Universidad Simón Bolívar, Caracas Venezuela

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