- La vacuna psiquiátrica
- La depresión
- La necesidad
- La serotonina
- El rol del estrés y del cortisol
- Entra la Ketamina
- La historia de la ketamina para el uso psiquiátrico
- En resumen
- Bibliografía
"Una lección aprendida de los simios terapeutas fue la de que la determinación del mono, en la posición de terapeuta, a ayudar su paciente era factor decisivo en la obtención de resultados". En FEFL: La neurobiología de la psicoterapia: Las neuronas y las sinapsis en acción Leer más: http://www.monografias.com/trabajos64/neurobiologia-psicoterapia-neuronas-sinapsis-accion/neurobiologia-psicoterapia-neuronas-sinapsis-accion2#ixzz3us3kImUp
Acostumbro, a medida que se aproximan los días postreros de cada año de mi vida adulta, y, a medida que reflexiono en la sagrada misión de ser pedagogo a generaciones futuras — como docente, como maestro vía radio y televisión; o por medio de artículos publicados en numerosos medios de comunicación — a satisfacer mis deseos de repasar, mis logros personales del año a concluir. A ese específico propósito dedico esta lección.
En esta ocasión, me siento motivado a cerrar la jornada con la exploración del estado actual de la psiquiatría y del tratamiento específicamente de la condición conocida como la depresión.
En una reciente publicación se descubre fortuitamente la sugerencia de la posibilidad, aparentemente insólita, de que algunos investigadores hayan propuesto el desarrollo de una vacuna para inmunizar contra la depresión como más adelante veremos.
¿Nace otra ciencia: la inmunopsiquiatría? Ya tendrán la respuesta a su tiempo debido.
También conocida como "la droga del estupro"
Afectando un 30% de todos los americanos en algún momento de sus vidas, la depresión — a pesar de todas las teorías que pretenden explicarla y de los diversos medicamentos que proponen remediarla — permanece un serio e insoluble problema de enormes proporciones demográficas y socioeconómicas por todas partes.
Basados en que las teorías actuales que utilizan los llamados "principios del desequilibrio humoral" (especialmente el del neurotransmisor conocido como la serotonina) para explicar las causas de las depresiones, un grupo de psiquiatras han sugerido una nueva hipótesis etiológica, de prevención y terapia: la de la ketamina.
La nueva teoría se basa en la creencia de que el estrés crónico desgasta las neuronas cerebrales de una manera gradual alterando la naturaleza de sus conexiones entre sí y que la ketamina, y moléculas similares, protegen las neuronas contra este daño, mejorando no sólo sus estructuras anatómicas sino que asimismo optimizan sus actividades fisiológicas.
Para instaurar la nueva teoría acerca de la ketamina, los investigadores que la proponen citan la necesidad urgente que existe para el desarrollo de métodos de tratamientos psiquiátricos de mayor efectividad y especificidad, creyendo que esta droga satisface los requerimientos necesarios para ser propuesta en el caso de la depresión específicamente.
De todas las enfermedades que afectan las sociedades humanas, los trastornos neuropsiquiátricos se estima que imponen la carga más abrumadora a los habitantes y a las economías de nuestros pueblos.
Casi la mitad de todos los americanos serán víctimas de algún tipo de trastorno emocional durante el transcurso de sus vidas.
El suicidio — que ocurre en un 90% de los enfermos mentales — causa unas 40 mil muertes anuales en Norteamérica. Notando que, para el 2012 más miembros de las fuerzas armadas norteamericana fueron víctimas del suicidio que los que murieran en combate.
La impotencia del estado actual de la psiquiatría para asistir estas personas es un asunto de proporciones trágicas que no está siendo enfrentando con éxito alguno.
Simultáneamente, los métodos conocidos de tratamientos efectivos en la psiquiatría pueden resultar siendo tristemente ineficaces.
Menos de una tercera parte de los pacientes deprimidos responden a una medicina antidepresiva en menos de dos semanas. Luego de seis semanas de tratamiento, solamente la mitad se recupera modestamente. 33% no responde del todo. Cuando las píldoras funcionan, lo hacen muy paulatinamente y con efectos secundarios que hacen que los pacientes dejen de tomarlas.
Lo que resulta en una situación sombría.
Mientras que el riesgo cierto del suicidio permanece elevado. Ya que estos últimos son pacientes quienes reconocemos que están a riesgo elevado para esta contingencia trágica.
Muchos profesionales y algunas personas bien informadas, leyendo este artículo, se preguntarán en esta coyuntura acerca de los avances que hemos escuchado se han logrado acerca del rol que posee la serotonina en la génesis, curso y tratamiento de la depresión.
La serotonina, por su reputación histórica, representa ese neurotransmisor que persiste siendo el blanco más frecuente a modificar por medio de los medicamentos antidepresivos conocidos.
Descubierta en el intestino en el 1935, su nombre deriva de "suero" (sero) sanguíneo porque asiste en la coagulación de la sangre.
El descubrimiento posterior de su presencia inesperada en el cerebro de ciertos primates resultó en que los científicos se preguntaran qué papel desempeñaban estas hormonas intestinales en el cerebro de dichos animales.
La explicación llegó cuando un bioquímico descubrió que la dietilamida de ácido lisérgico (LSD) es similar químicamente a la serotonina, siendo metabolizada de manera análoga en el encéfalo. Entonces, muchos científicos postularon que por esa misma razón la serotonina tendría un papel en el tratamiento de la esquizofrenia. Lo que resultó siendo una falsa ilusión.
Subsiguientemente muchas nuevas medicinas que basaron sus efectos sobre las actividades de la serotonina en el sistema nervioso fueron sintetizadas dando comienzo a la muy aceptada "hipótesis de la serotonina" de la depresión.
Aunque es muy aceptada y difundida la noción de que las depresiones son causadas por desequilibrios químicos, esta idea — popularizada por las industrias farmacológicas — carece de verificación.
Hasta el momento, los nuevos medicamentos antidepresivos del orden del Zoloft, Paxil y Prozac no son más efectivos en el tratamiento de estas condiciones que lo que fueran sus predecesores de antaño
Por ejemplo, el Prozac eleva la serotonina en unas pocas horas, pero no mejora el estado de ánimo deprimido por semanas. Por contraste, la droga tianeptina disminuye los niveles de serotonina mientras alivia la depresión y algunos estudios han demostrado que el enamoramiento — mundana condición — resulta en una disminución y no en el aumento esperado de los niveles de la serotonina.
Para muchos neurocientíficos y psiquiatras, las teorías de las catecolaminas y la monoaminérgica para explicar los trastornos afectivos no han sido lo suficientemente ensayadas para demostrar su utilidad en la explicación de estas condiciones, habiendo siendo forzados a explorar nuevas rutas para encontrar explicaciones y curas.
El rol del estrés y del cortisol
Lo que ya sabemos: El estrés no solo suele ser dañino sino que puede ser beneficioso.
El cortisol es una hormona del estrés que oscila diariamente (ritmo circadiano) y que se eleva bajo circunstancias cuando nuestras capacidades necesitan agudizarse para proveernos con mayores recursos efectivos para reaccionar frente a situaciones de inminente peligro.
En el cerebro normal, bajo condiciones estresantes, neuronas nacen y se expanden dentro del hipocampo asistiéndonos en aprender y reaccionar mejor. Pero cuando el estrés es crónico y sostenido, como en casos de traumas y abuso físico o emocional persistente y crónico, neuronas en el hipocampo y la corteza prefrontal (responsable por control de afectos e impulsos) comienzan a arrugarse, mientras que las de la amígdala (asiento del miedo y la ansiedad) comienzan a amplificarse con efectos negativos en el comportamiento de las personas afectadas.
El resultado más importante de estos cambios producidos por las hormonas del estrés es inundar el cerebro con la presencia del ácido glutámico (glutamato) que es el neurotransmisor estimulador por excelencia de la corteza cerebral y de todo tejido neural.
Ketamina
Un aluvión ininterrumpido de glutamato, llamado "excitación", cuando adquiere estado crónico termina dañando la estructura histológica encefálica. Estado que se conoce como "excitotoxicidad".
Se ha determinado que la ketamina ejerce acción directa modificando la naturaleza de los pulsos químicos emitidos por el glutamato. Entonces, se deduce que si la ketamina actúa directamente modificando la raíz del problema, puede explicarse porqué actúa más rápida y más eficientemente en la modulación de los afectos depresivos como se ha demostrado en algunos casos por ciertos investigadores que así lo proponen en la Universidad de Yale.
Pero existe una amonestación (caveat) a este respecto, y ésta es que la idea de que el glutamato y el estrés son centrales a la depresión y sus causas, pueden estar basadas en falsas premisas.
Mientras todo permanece en estado de flujo, otros científicos especulamos que la depresión probablemente incluye una diversidad de tipos y subtipos y que no debe de concebirse como una condición unificada, sino como una constelación de síntomas, cada uno con raíces neurales individuales y discretas. Quizás producidos por actividades bacterianas.
Aún así se propone que la ketamina, como remedio, actúa más rápida y eficientemente en un 65% de los casos de depresiones que no responden a métodos de tratamientos conocidos.
Rave
La historia de la ketamina para el uso psiquiátrico
Si la ketamina resulta siendo una panacea para la psiquiatría, lo hará a pesar de tener una evolución extraordinaria.
Desde el 1962 ha sido utilizada muy eficazmente como anestésico para uso pediátrico, porque elimina el dolor, obnubila la conciencia y muy pocas veces causa problemas cardíacos y respiratorios. Los anestesiólogos la favorecen porque los niños no retienen memorias adversas, como secuelas persistentes del trauma quirúrgico.
Pero, por otra parte, la ketamina es una droga recreacional reconocida por su potencialidad para el abuso. Muchos asocian su uso con la muerte prematura del popular farandulero Michael Jackson. En los Estados Unidos se la tilda como "special K" o la "droga del estupro".
Sus efectos estupefacientes la han hecho popular en países asiáticos donde forma ingrediente esencial en los desvaríos alimentados por las drogas conocidos como raves y para inducir el sopor que permite la violación sexual de mujeres incautas.
En el 1996, el mismo año que la ketamina fuera declarada una sustancia controlada en los Estados Unidos, investigadores de la Universidad de Yale, descubrieron sus posibilidades para su uso como agente antidepresivo.
Se propuso que, ya que la ketamina se conocía que bloqueaba los receptores glutamáticos, podría asistir en establecer el papel que el glutamato ejerce en el cerebro del paciente deprimido.
Para su sorpresa, durante las pruebas controladas, los investigadores encontraron que esta droga hacía que los voluntarios deprimidos que la recibían se sintieran mejor, a menudo dentro de unas pocas horas. Y, además de que, una simple dosis — mucho menor que la usada en la anestesia — duraba por semanas en el alivio de los síntomas depresivos.
Desde entonces, docenas de estudios han replicado los mismos resultados, a menudo en individuos que fueran refractarios a los efectos de otras drogas.
La ketamina también ha demostrado su eficacia en el trastorno bipolar durante fases depresivas sin el riego general — que existe con otros agentes antidepresivos — de desencadenar episodios de manía.
La mayoría de los pacientes tratados con ketamina han reportado respuestas favorables. Lo que significa que para pacientes potencialmente suicidas puede ser un salvavidas.
Muchos investigadores, líderes en este campo, ven la ketamina y antidepresivos basados en el metabolismo del glutamato como un salto dramático y espectacular en el progreso de la psicofarmacología.
Los mecanismos de acción farmacológica de los antidepresivos convencionales conocidos y los de la ketamina son similares hasta cierto punto, pero difieren en la manera en que todos interactúan modificando las actividades del glutamato cerebral.
Las consideraciones económicas de su uso y sus posibilidades de ganar endorse y certificación por los organismos oficiales correspondientes no forman parte del propósito de esta ponencia.
Pero, sin embargo, muchos han propuesto que la ketamina sea mercadeada como una "vacuna" para la prevención del desarrollo de depresiones refractarias, resistentes a todo tratamiento, para víctimas potenciales y actuales del TEPT, y para el suicida potencial.
Irak: la llamada "Guerra de Bush y Cheney"
La primera evidencia de que la ketamina puede tratar depresiones y prevenir TEPT proviene de la Guerra en Irak donde se descubrió que la incidencia de secuelas postraumáticas en veteranos que fueron tratados quirúrgicamente durante ese conflicto padecieron inesperadamente de porcentajes menores de secuelas psiquiátricas.
Algunos investigadores han administrado ketamina, como "vacuna" o profilaxis, a animales de laboratorio, a los que luego sometieran a estreses, confirmando que las respuestas de estrés eran atenuadas o ausentes en los animales así "inmunizados".
Muchos clínicos y académicos sugieren que en casos de trauma (como la violación, TEPT y otros), que el uso de este fármaco tiene su lugar, aunque nadie explica cómo es que las mujeres que fueran violadas (luego de ser "inmunizadas") con el uso criminal avanzado de esta "droga del estupro" (como profiláctico) respondieron al asalto sexual, ya que estaban vacunadas incidentalmente — de acuerdo a los estudios de Yale — contra los efectos adversos del abuso sexual.
La idea de que una vacuna, con la especificidad que introdujo Edward Jenner en su descubrimiento, pueda existir en psiquiatría a muchos les parecerá inverosímil, sino improbable.
Para leer más: http://nautil.us/issue/31/stress/a-vaccine-for-depression.
En la conclusión de esta jornada, encontramos con sorpresa inesperada que las cosas, mientras más cambian, más permanecen impertérritas.
No, Virginia, no hay un Santa Claus.
Y, no Virginia, no existen vacunas para los trastornos psiquiátricos. La ketamina ofrece esperanzas, pero aún no ofrece soluciones
Fin de la lección.
Larocca, FEF: La neurobiología de la psicoterapia: Las neuronas y las sinapsis en acción en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.netLarocca, FEF: La familia homoparental Weltanschauung: Maternidad como función y proceso en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Larocca, FEF: El trastorno bipolar: Diacronía de la fase depresiva en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Larocca, FEF: Suicidio en la juventud: Guía para los padres, el público en general y maestros en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Larocca, FEF: La depresión refractaria en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Larocca, FEF: Adiós to antidepressants as we know them en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Larocca, FEF: Gastroplastía y lobotomía: La conexión entre el estómago y el cerebro: La serotonina reexaminada en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Larocca, FEF: Estrés: Una síntesis para el público en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Larocca, FEF: El determinismo cósmico en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Larocca, FEF: Ritmos circadianos en bávaronews.com
Larocca, FEF: TEPT y confiando en las memorias en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Larocca, FEF: Los enteógenos, el chamanismo y los estados de conciencia alterados, incluyendo la psicoterapia que Freud concibiera en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net
Además, extensivos enlaces (links), bibliografía adicional y referencias de contribuciones a este tema y otros temas mencionados por este mismo autor, pueden obtenerse en los siguientes portales:
Academia.edu.com
ResearchGate.net y
Monografías.com
Felicidades a todos
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca