- Venezuela, 1950-1980: la esperanza del petróleo
- Antecedentes: buscando el camino de la democracia
- El periodo de 1950 a 1980
- Conclusión
- Bibliografía
América Latina, desde sus orígenes, se ha configurado como un territorio al que se le ha explotado material y moralmente por países o naciones con una mejor infraestructura. Esta situación se da desde que el continente supuestamente fue descubierto y entra con sus necesidades y proyectos la población europea, representada en su momento por España. El saqueo que se hizo de sus territorios en cuanto a minerales ha sido uno de los ejemplos más ilustrativos para comprender el porqué se tienen economías dependientes.
En este camino de la dependencia, América Latina ha evolucionado a expensas de países como España, en un principio, Inglaterra, posteriormente, y los EU hasta nuestros días. El problema fundamental que se ha encontrado ha sido la intromisión de los países capitalistas (en general, EU) en la organización política y social de los países latinoamericanos.
Al ubicarnos dentro del periodo de 1950-1980 encontramos a una América Latina que ha pasado por innumerables transformaciones que tienen que ver con procesos de industrialización, inmersión de empresas transnacionales, dictaduras militares y gran desestabilización social, lo cual demuestra la poca organización estatal que existe en cada país y que no hace nada por remediar sus problemas internos. Un ejemplo claro de esta situación se encuentra en Venezuela, país que ha pasado por estas perturbaciones y que da una idea de cuál es la función de una nación subdesarrollada en esta red de dependencias, además de que su papel es trascendental al tomar en cuenta que es un país ambicionado por su producción petrolera.
Venezuela, 1950-1980: la esperanza del petróleo
La importancia que en este trabajo se le da al estudio de la evolución económica-política de Venezuela durante el periodo 1950-1980, surge a partir del escaso conocimiento que se tiene al respecto de este país que aún en nuestros días funge como una economía que tiene relevancia en el ámbito internacional latinoamericano.
Su preponderancia en América Latina gracias a la producción petrolera que ejerce ha significado, si se le puede ver así, benigna, aunque sólo en un sentido más diplomático y estadístico en cuanto a comentarios que los países extranjeros realizan al verse beneficiados con la inversión en este país subdesarrollado; sin embargo lejos de estas adulaciones poco benéficas se encuentra un país que padece al igual que sus hermanos latinoamericanos de grandes índices de pobreza, bajos índices de educación y, en suma, de una infraestructura raquítica y mal definida. De ahí que este periodo represente los primeros pasos de una dependencia que aún el país venezolano padece.
Otra manera de justificarlo recaería en la necesidad de conocer hasta qué punto el capitalismo neoliberal ha beneficiado o perjudicado a este país con modelo económico que comenzó a hacer declinar a Latinoamérica a pocos años de haberlo instituido. En este sentido, es necesario saber cuál es la ventaja que podría tener un país dedicado íntegramente a los energéticos sobre otros que sostienen su economía en la agricultura o en la manufactura (como suele suceder en casi todos los países de este continente).
ANTECEDENTES: BUSCANDO EL CAMINO DE LA DEMOCRACIA
Para reconocer un viraje en la política económica de Venezuela para el periodo de 1950 a 1980 es necesario tomar en cuenta que este país pasó de un régimen agrario económico a uno petrolero y es necesario entonces hacer referencia a una parte de ese pasado que sirvió como base para tal cambio.
Esta tesis fundamental del cambio puede ser apreciada en la obra del historiador venezolano Guillermo Morón, quien expresa que: "hasta 1917 Venezuela se mantuvo con una economía agraria. En el marco de esta situación, el general Gómez, buen administrador, ordenó la balanza comercial.
El dictador conocía el campo y sabía que era productivo(…)". Venezuela, en este sentido, giraba en torno a los índices de producción que estaban sujetos al campo y esta situación permite apreciar el apoyo obligatorio del gobierno. Aunque el país vivía una estabilidad económica, al hablar en términos internacionales este simple espejismo podía ser desvanecido al tratar el aspecto social, en el cual existía la incondicional restricción a las libertades y la constante represión a los caudillos o intelectuales insumisos. El régimen de Juan Vicente Gómez, quien gobernó interrumpidamente durante los años 1908-1913, 1922-1929, 1931-1935, es considerado, al igual que todas las dictaduras, como sanguinario e intolerante.
Volviendo al aspecto económico y haciendo énfasis en la estructura agraria durante el gobierno gomecista, el autor citado explica que: "Desde el ascenso de Gómez al poder hasta el año 1916, la economía venezolana mantuvo una balanza comercial discretamente favorable. El activo del balance del comercio exterior durante aquel periodo estaba constituido principalmente por el valor de las exportaciones de café y cacao(…), hasta 1917 Venezuela se mantuvo con una economía agraria. (…)no fue necesario que el petróleo apareciera para que la nación comenzara a solventar sus deudas".
Es más, esta estabilidad que encontró al frente de la producción agrícola le llevó al extremo de cancelar la deuda externa en 1930 con el pretexto de conmemorar el centenario luctuoso de Simón Bolívar (fallecido el 17 de diciembre de 1830), con lo que demostraba que el país pasaba por un tiempo favorable. Ahora bien, no obstante que el presidente Gómez logró sacar a flote este aspecto para la estabilidad venezolana, en lo económico, es de evidenciar que poco le preocupó el favorecer la vida cotidiana de las personas a las cuales gobernaba y es que el ejemplo claro es que no puso la mínima atención a la educación del pueblo. Aunque esta situación es fácil explicar, puesto que necesitaba tener así a las personas para evitar en lo posible cualquier sublevación.
Otro tipo de perspectiva sobre Gómez que refuerza lo antes descrito, lo ofrece Juan Oropesa, quien expresa que:
Juan Vicente Gómez consolida su autocracia gradual y hábilmente, durante el bienio 1909-10(…). Poco tiempo le basta a éste para eliminar a sus rivales, cuyos más nimios manejos atisba con ojo de felino al que no escapa el menor movimiento de su próxima víctima. En algunos casos, apenas si hay transición entre el desempeño de su cargo en el Consejo de Gobierno, y el ir a parar a la cárcel o al exilio.
(…)Nunca pudieron estar vacías las cárceles ni faltó jamás entre los exiliados, quienes llegaron a sumar decenas de millares.
Ahora bien, el cambio ya en la práctica se puede vislumbrar con lo que Miguel Izard expone acerca de que:
En Venezuela, y a partir de la década de los veinte de nuestro siglo, el café como bien excedentario fue sustituido por el petróleo y aquél siguió siendo un país monoexportador(…). En la década de los veinte, el valor del crudo representó la mitad del valor de todas las exportaciones venezolanas, y en los treinta, ya superaba el 88 por 100. las posibilidades del chorro inesperado de riquezas no solamente supuso entrar en un largo ciclo de derroche y especulación, sino que además llago (sic) a distorsionar la óptica de los científicos sociales, incluso los progresistas, a los cuales las posibilidades teóricamente derivables de este recurso les ha llevado a adoptar una peculiar actitud ante el devenir material, confundiendo una vez más crecimiento con progreso.
En este tenor, se puede decir también que en los últimos días del dictador la importancia del petróleo iba en aumento. Esta fuente no renovable comenzaba a cautivar a los grandes empresarios tanto nacionales como internacionales, quienes buscaban la forma de participar en los dividendos que resultaban de su negociación.
Tras la muerte de Gómez en el año de 1935 ascendió al poder Eleazar López Contreras como presidente provisional y es declarado oficialmente en el año de 1936 cuando entró en vigor la nueva constitución política. El gobierno de López Contreras además de ser reconocido por impulsar nuevas leyes fue visto como el gobierno que comenzó el auge petrolero. A este respecto, Morón da algunas estadísticas: "En 1936, cuando comienza el periodo, los ingresos [del petróleo) están situados en 274 millones de bolívares; en 1946 pasan a 1099 millones; en 1950 a 2125 millones; en 1960 a 6812 millones". Asimismo, da a conocer un cuadro comparativo:
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