El Himno Nacional debe expresar el profundo amor, patriotismo, identificación con nuestros valores históricos. Debe expresar el sentimiento, la convicción y confianza de cada compatriota en nuestras propias fuerzas y posibilidades para hacer del Perú un país próspero.
El profundo sentido de pertenencia a la patria tiene fundamento en el conocimiento de la historia del Perú, su pasado, presente y perspectivas, en su integralidad, reflejada en la conciencia social. Los espacios socio-culturales escenarios de formación de la conciencia social son el hogar, la escuela y otras instituciones públicas.
Dichos escenarios son obnubilados por el papel morboso de los medios de comunicación. Estos en cambio, de manera permanente y agresiva, imponen el fundamentalismo irracional del capitalismo salvaje, generando el conformismo, pesimismo, apoliticismo y mentes acríticas en amplios sectores sociales, especialmente en la infancia y la niñez.
El Himno Nacional debe contribuir en la formación del profundo optimismo en el futuro, alentar para el esfuerzo abnegado de todos los peruanos y peruanas por construir un nuevo Perú, infundiendo patriotismo y peruanidad, ese aroma de riqueza de la diversidad que es nuestra identidad nacional. Pero ante todo, debe expresar la verdad de lo que ocurrió en la Historia Nacional.
Dice el primer verso del coro: "Somos libres, seámoslo siempre". Cuánto tiempo más vamos a cantar estas hermosas palabras soportando el peso de la dependencia que nos impide el desarrollo soberano.
Este problema es la causa de lo que somos un país pobre, atrasado y primario exportador. Y la salida será posible sólo con el rompimiento de la dependencia, para ser libres de dominación imperialista.
La independencia nacional se expresa en las decisiones políticas autónomas que deben responder a los intereses y necesidades nacionales.
En la primera estrofa dice: " largo tiempo en silencio gimió". Esta afirmación carece de todo argumento, nunca los pueblos sojuzgados en esta parte del continente, como en ninguna parte, estuvieron en lloriqueo cómplice. Aquí muy por el contrario, desde el primer momento de la conquista se levantaron en rebeldía las masas indígenas.
Por mencionar algunos ejemplos, hacia 1536 Manco Inca movilizó a decenas de miles de indígenas dispuestos a expulsar a los conquistadores inhumanos y verdugos que arrasaban contra todo signo de vida y cultura; en 1742 Juan Santos Atahualpa movilizó en franca declaración de guerra contra los usurpadores de poder, asesinos y ladrones españoles; en 1780 fue José Gabriel Condorcanqui, más conocido como Túpac Amaru II, organizó y lideró uno de los movimientos más grandes de la historia universal. Movilizó a decenas y cientos de miles de indígenas y mestizos contra el sistema feudal colonial.
Además, este movimiento fue precedido por centenares de movimientos locales y regionales en todo el territorio colonial español.
En consecuencia, jamás gimieron en silencio y por largo tiempo, así falseado nos impide sentirnos como peruanos virtuosos. Quienes tergiversaron el contenido del Himno Nacional fueron los criollos colonialistas, reflejando su mentalidad segregacionista, racista, de desprecio al pueblo indígena que hasta hoy sigue haciéndose eco en los grupos oligárquicos que detentan el poder.
Otros versos cuestionables de la primera estrofa son: ¡Libertad! En sus costas se oyó, / la indolencia de esclavo sacude, / la humillada cerviz levantó. Se niega la historia rebelde del indígena y se hace aparecer que todo empieza con la llegada de la Corriente Libertadora del Sur. Otra vez presente la mentalidad colonialista que desprecia y obvia el carácter histórico e heroico del hombre andino, tratando de ocultar su valentía. Los primeros gritos de libertad no brotaron en la costa, porque en esta región se centralizaba el dominio colonial. La rebelión de Manco Inca; y, el gran grito de libertad de Túpac Amaru II y cientos de miles de indígenas surgieron desde las profundidades de los Andes, este último 40 años antes del arribo de las corrientes libertadoras. ¡Libertad! Fue el grito permanente que se oyó, siempre el coraje del oprimido retumbó y la altiva cerviz se erguió constante.
En la segunda estrofa reza: "Por doquier San Martín inflamado, / Libertad, libertad, pronunció, ". Es innegable el aporte de San Martín para la continuidad de la lucha por la independencia americana, sin embargo no fue determinante y careció de decisiones más heroicas, porque a tres años de la proclamación de la independencia, otra vez, casi todo el Perú se encontraba en poder de los realistas. Libertad para el Perú y América fue resultado de las batallas de Junín y Ayacucho, robada por los criollos, y los valientes indígenas quienes dieron su aporte decisivo, sus herederos aun estamos esperando la justicia.
En la tercera estrofa se contempla el siguiente texto: "Todos juran romper el enlace ", cierto que el pueblo oprimido consciente juró y lo demostró en acciones heroicas romper la dependencia, porque era una necesidad histórica, la necesidad de vivir con dignidad y soberanía, la independencia para la reivindicación de los derechos de la persona humana y de los pueblos, la liquidación del sistema feudal colonial, el cambio social, la construcción de un sistema social justo, democrático y soberano.
Pero los colonialistas jamás juraron romper la dependencia, fingieron hacerlo en el momento del arribo de José de San Martín, por miedo al movimiento social que se alzaba dispuesto a terminar con las injusticias y desigualdades sociales del colonialismo, apaciguadas la rebelión popular, los criollos limeños traidoramente volvieron a retomar su convicción colonialista.
Dice en la cuarta estrofa: "Lima, cumple ese voto solemne, / y, severa, su enojo mostró". Este si es el extremo cinismo de los colonialistas de Lima.
Los criollos conservadores distorsionaron el verdadero sentido del Himno Nacional, lo hicieron cegados por sus intereses de casta. Lima colonial, ciudad poblada por los españoles funcionarios del virreinato, por los criollos ricos, todos ellos enemigos jurados de la independencia, privilegiados y racistas, hicieron fortuna a expensas de sudor, lágrimas y vidas de los centenares de miles de indígenas en los socavones de las minas, los obrajes y las haciendas.
Los criminales que no respetaron el nivel del límite fisiológico de la resistencia humana, sobre el agotamiento de la fuerza humana la exigencia cruel continuaba, ésta fue la principal causa de la muerte de centenares de miles de indígenas. Lima colonial jamás cumplió el voto solemne, menos mostró su enojo, sino, el pánico y la desesperación los obligó a una pose oportunista, supuestamente a favor de la independencia.
En la quinta estrofa dice: "Compatriotas, no más verla esclava / si humillada tres siglos gimió". La república no cumplió con reivindicar a los indígenas, quienes continuaban esclavizados.
Otra vez, la mentalidad criolla colonialista se refleja lo falso de toda falsedad, nuestros abuelos y abuelas jamás fueron cobardes y conformistas, es otra cosa que los enemigos de clase, los colonialistas quisieron domesticar para que nunca levanten la cabeza, pero se equivocaron, jamás lograrían absurdo propósito. Estos criminales cometieron asesinatos, genocidios y etnocidios, fueron víctimas decenas y centenares de miles de los mejores herederos del Tawantinsuyo, por ejemplo, junto al Gran José Gabriel Condorcanqui Túpac Amaru II y Micaela Bastidas Puyucahua, quienes sí dirigían una auténtica revolución social para no más verse esclavos, si no, protagonistas de una sociedad digna y humana.
En la sexta estrofa dice: "Que en concurso de grandes naciones / Nuestra patria entrará en parangón". Jamás en la historia se ha demostrado la construcción de una gran nación por una clase dominante que para mantenerse con vida tiene que entregarse de cuerpo y alma a un país imperialista y ejercer el poder sometiendo a una brutal explotación a los pueblos. Una clase dominante que no tiene cabeza propia, que no tiene definición y estructura para moverse como una clase social organizada y dirigente no le queda otra alternativa que ser títere del poder imperial.
Los criollos colonialistas que asaltaron la independencia después del triunfo de Junín y Ayacucho, simplemente fueron títeres agentes o gendarmes que abrieron las puertas a las potencias imperialistas para que saqueen nuestros recursos y se lleven a precio ganga. Esto hasta hoy sigue siendo el modus operandi de los gobiernos de turno que se enriquecen con la corrupción. Así jamás podremos ser una gran nación y una patria que entre en parangón.
Séptima estrofa contempla el siguiente texto: "A su sombra vivamos tranquilos,…" El resultado de los 188 años de independencia el Perú sigue siendo como en la colonia un país primario exportador. Con 188 años de independencia, increíblemente pero cierto, somos un país pobre, atrasado y casi inviable. Perú hoy, es uno de los países más desiguales del mundo, implica esto que un minúsculo grupo tiene ingresos de miles o decenas de miles de dólares, y en el otro extremo millones de peruanos y peruanas que sobreviven en medio del desempleo con algunos soles diarios, o el ridículo sueldo mínimo que cubre la cuarta parte de la canasta familiar. La cruda realidad de que centenares de niños y niñas de la región andina mueren con el frío cada año, muertes evitables.
En pleno siglo XXI, cuando los pueblos reclaman justicia y exigen ser tomados en cuenta como ciudadanos, la respuesta desde el poder criollo es la masacre como el caso último de Bagua. Nos piden que a su sombra vivamos tranquilos no importa que seamos víctimas de hambre, frío o balas. Por eso, es una necesidad histórica construir la gran unidad por el gran cambio social.
Este es el ajustado análisis del Himno Nacional. Tergiversada las letras, el contenido y significado, por los enemigos de la Patria, aquellos que siguen considerándonos ciudadanos de segunda categoría, con intereses totalmente ajenos al Perú diverso. Es justo que se deba cambiar las letras que contravienen con la historia para forjar el espíritu de profundo patriotismo y convicción histórica que tanta falta nos hace para luchar por nuestra liberación nacional y desarrollo soberano de nuestra Patria. Esta es una de las tareas prioritarias de este periodo especial para hacer realidad el sueño de José Carlos Mariátegui.
Lima, 2011.
Autor:
Reynaldo Robles Aroste
Profesor de Filosofía e Historia