- Prólogo
- Introducción
- Historia de la educación china
- Sus rasgos predominantes
- Cómo se imparte la educación
- Estructura escolar
Resumen y comentario al texto
Las enormes realizaciones del pueblo chino y su revolución motivaron al autor, Castillo Ríos, visitar China. Un rasgo característico lo constituye su pedagogía revolucionaria sustentada en el amor de clase y el servicio a los intereses y aspiraciones de las mayorías populares.
La revolución China es parte de las grandes experiencias revolucionarias históricas que obviamente permiten extraer las mejores lecciones, sean estás positivas o negativas.
El autor se reafirmará en las aseveraciones contenidas en el libro, además continuaba pensando "que mientras el hombre siga siendo explotado por el hombre, mientras la mujer sea discriminada y considerada como artículo de consumo, mientras haya mortalidad infantil y frustración y miseria en las mayorías nacionales, mientras haya autoritarismo y corrupción en cualquier parte del mundo, el ejemplo chino será útil para alentar esperanzas de cambio y para reconciliar al hombre con el mundo" (p.17). Sin embargo, años después esa realidad fue trastocada violentamente por la dirección revisionista encabezada por Ten Siao Ping, de ahí que al salir una nueva edición del texto sostiene que "en China Popular ya no existe el sistema que describe", por consiguiente el libro sobrevive a tal realidad; es decir "lo que ayer fuera crónica se constituye ahora en historia".
Castillo Ríos destaca que nadie enseña a enseñar y que la verdadera justicia es aquella que no deviene en una mercancía, en un negocio.
Si bien el autor no conocía hondamente la doctrina marxista sí se afiliaba al socialismo científico encaminado a la construcción de la sociedad socialista. Esto lo motivo a investigar la Gran Revolución Cultural Proletaria de China (GRCPCH) liderizada por el Pdte. Mao Tse Tung. Para tal objetivo visitó escuelas diversas, fábricas, comunas populares, hospitales, universidades, centros de recreación, etc., que le permitieron recabar ideas, criterios, así como percibir actitudes y posiciones principalmente de los campesinos, soldados, obreros, maestros, políticos, médicos, etc.
El análisis de las relaciones sociales al interior de la sociedad, la comunidad y la familia constituían un tema central por ser parte vital en una nación que asumía al sistema socialista como sistema de vida.
Si la GRCPCH se distinguía por priorizar la conciencia revolucionaria sobre el conocimiento y la destreza personal; el revisionismo revistió esa situación. Es así que los valores propios de la sociedad burguesa fueron paulatinamente ganando terreno en desmedro de los valores sustentados en los principios comunistas. El revisionismo, entendido como la infiltración de la burguesía en el seno del proletariado, intensifico su ofensiva de persecución y asesinato contra los verdaderos discípulos del Pdte. Mao, así como desplegó todas sus acciones encaminada a la destrucción de su obra principalmente en el terreno ideológico y político.
La educación es un instrumento que puede servir a determinados intereses de tal o cual sistema económico, político y social (capitalismo y socialismo centralmente), puesto que impone y propaga la ideología de la clase que detenta el poder.
Mientras que la educación del sistema capitalista forma a los empresarios, directivos, propagandistas, técnicos, empleados y obreros que la sociedad de consumo requiere, de igual forma la educación socialista forma los dirigentes, soldados, campesinos y obreros que su revolución social necesita. El primero otorga honores, grado y título a aquellos que se alinean en la dinámica del sistema capitalista y la otra forma a las masas trabajadoras que requiere para vencer el atraso, la miseria, las injusticias y sufrimientos que heredaron.
En el caso de la revolución china debemos destacar que "todo en el ambiente familiar, escolar, extra-escolar, recreativo y laboral" se encamina a su perfeccionamiento personal y grupal. Se quiere incentivar a que el individuo participe en el trabajo colectivo, aplaste el egoísmo y forje una firme conciencia socialista.
Se plantea que el hombre de nuevo tipo debe distinguirse por "ser valiente, trabajador, intrépido, económico, audaz, revolucionario y altruista" como expresión de su "caudal de energía moral, fuerza de voluntad y tenacidad sin límites" como manifestación de una elevada conciencia ideológica y convicción política en su causa. Además debe ser claro en la necesidad de odiar férreamente a sus enemigos de clase para combatir implacablemente sin benignidad de ningún tipo. Precisamente el hombre nuevo chino, de aquel entonces, practicaba una vida sana y sencilla, así como era vigilante para conjurar atisbos de arrogancia y soberbia. En suma, debía ser altamente humilde y amar al pueblo de todo corazón.
La elevada formación ideológica conlleva a que la política se constituya en un elemento fundamental por cuanto determinaba todas sus ideas, actitudes y posiciones. Así el poblador chino asumía los mayores sacrificios y responsabilidades orientadas a sus convicciones y objetivos revolucionarios.
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