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Malnutrición de micronutrientes. Estrategias de prevención y control (página 2)


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Los problemas asociados con la nutrición se relacionan íntimamente con factores biológicos, económicos, sociales, culturales y ecológicos. Por esta razón el consumo de nutrientes se debe analizar en función de los hábitos y prácticas alimentarias, la disponibilidad y consumo de alimentos, y el estado nutricional y de salud de la población.

El término "micronutrientes" se refiere a las vitaminas y los minerales que son indispensables para el ser humano, que se necesitan en cantidades mínimas para los diferentes procesos bioquímicos y metabólicos del organismo. El cuerpo humano no puede sintetizar las vitaminas ni los minerales y , por tanto, se deben obtener de los alimentos y en circunstancias especiales mediante la suplementación de compuestos sintéticos. Estos nutrientes son parte esencial de enzimas y proteínas que son vitales para el crecimiento físico y el desarrollo cognoscitivo, el mantenimiento fisiológico y la resistencia a la infección. Como los requerimientos diarios de vitaminas y minerales son relativamente pequeños (micro gramos o miligramos), se les denomina "micronutrientes."

Durante la etapa de rápido crecimiento en los primeros años de vida y en ciertas situaciones fisiológicas, la ingestión de micronutrientes se debe aumentar o de lo contrario se pueden ver retardos en el crecimiento y enfermedades carenciales. Durante estos períodos los síntomas de deficiencia son más notorios. Por esta razón, los niños en edad preescolar, los adolescentes y las mujeres en edad reproductiva, son grupos de alta prioridad para prevenir la malnutrición de micronutrientes.

En la actualidad se reconoce la importancia de las deficiencias de micronutrientes en la etiología de procesos infecciosos y en las enfermedades crónicas no transmisibles, pues son esenciales para mantener defensas adecuadas contra las infecciones y para muchas otras funciones metabólicas y fisiológicas.

El trauma físico y el estrés que resultan de un período prolongado de actividad física excesiva también influyen en la demanda de micronutrientes. Por otra parte, las deficiencias de hierro y ácido fólico, yodo y vitamina A, pueden ocasionar anemia nutricional, retardo mental, disminución de la capacidad de trabajo y ceguera, respectivamente.

Algunos alimentos contienen inhibidores de la absorción de micronutrientes que reducen su biodisponibilidad. P.e., la presencia de oxalatos en las espinacas puede disminuir la utilización del calcio, y el consumo de alimentos ricos en taninos o el consumo exagerado de calcio la absorción del hierro. O el efecto de los fitatos en los cereales de grano entero y las leguminosas, en disminuir la utilización del hierro, zinc y posiblemente magnesio y calcio. Otros micronutrientes como el calcio, el zinc, la vitamina C, las vitaminas del complejo B, la nicotinamida y el folato, son también esenciales para mantener un buen estado nutricional y de salud en los diferentes grupos de población, y pueden ser deficitarios en situaciones fisiológicas de alta vulnerabilidad.

La deficiencia de hierro y su consecuencia inmediata la anemia nutricional es de alta prevalencia a nivel mundial y ha sido la más elusiva para su prevención y control, no obstante que se tienen métodos eficaces como la fortificación de alimentos y la suplementación con sales de hierro.

La hipovitaminosis A, sin ser una de las deficiencias más notables en Latinoamérica, sí es relativamente común desde el punto de vista dietético y bioquímico, lo que representa un factor de riesgo de malnutrición de este micronutriente. Asimismo, las deficiencias de riboflavina y ácido fólico afectan de modo particular a las madres durante el embarazo y la lactancia, y ponen al recién nacido y al niño menor de cinco años en una situación de riesgo potencial de anormalidades en el tubo neural.

En el marco de la "historia natural" de la enfermedad las estrategias de prevención y control de la malnutrición de micronutrientes se deben diseñar teniendo en cuenta la interacción del agente (micronutrientes), el huésped(individuo y población vulnerable) y el entorno social, económico y cultural (ambiente). De ahí que las estrategias de prevención y promoción de la salud se orienten a fortalecer hábitos y estilos de vida saludable, incluyendo mejores prácticas alimentarias y un comportamiento preventivo nutricional de la población.

En este contexto, la educación nutricional, la fortificación de alimentos básicos y la suplementación de nutrientes específicos, son tres estrategias complementarias para mejorar la adecuación de energía y de nutrientes a escala individual y de población.

Para promover el consumo de alimentos ricos en micronutrientes como la harina de trigo fortificada, es importante contar con la orientación y el apoyo decidido de los profesionales de la salud y la nutrición, respecto a los problemas nutricionales prevalentes en el país y las estrategias para su prevención y control.

Estos profesionales, en su respectivo campo de acción, tienen liderazgo indiscutible en actividades de promoción de la salud que incluyen información y orientación nutricional para el consumo de una alimentación idónea y saludable, como se postula en las guías alimentarias para la población colombiana que acaba de publicar el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Estas guías postulan una serie de principios básicos entre los que se destacan:

· Para proteger su salud coma diariamente alimentos de los siete grupos.

· Aumente el consumo diario de frutas al natural y de hortalizas y verduras.

· Controle el consumo de sal, dulce y grasas de origen animal.

· Vigile su estado de salud mediante el control de su peso con regularidad.

· Haga deporte por lo menos tres veces a la semana.

CONCLUSIONES

La malnutrición de micronutrientes en Colombia sin ser altamente prevalente, sí representa un serio riesgo para la nutrición y la salud de los grupos vulnerables, sobre todo en los estratos de bajos ingresos.

Las deficiencias de hierro y vitamina A afectan de manera especial a niños, adolescentes, mujeres en edad reproductiva y ancianos. Son más frecuentes en las áreas rurales y en las regiones atlántica y pacífica.

La fortificación de la harina de trigo es una estrategia efectiva para prevenir y controlar las deficiencias de hierro, tiamina, riboflavina, niacina y folato en la población.

Se deben fortificar adecuadamente los alimentos utilizados en los programas de ay uda alimentaria que se realizan en el país(salud, educación y bienestar familiar), y proporcionar la información nutricional necesaria a través del etiquetado de los productos.

La educación nutricional es una estrategia complementaria muy importante para promover el consumo de la harina de trigo fortificada, tanto a nivel individual como de público general: consultas médicas y nutricionales, guarderías infantiles, hogares comunitarios, comedores escolares, cafeterías, mercados, etc.

Es fundamental que se controle en forma efectiva la calidad del a fortificación de la harina de trigo, mediante procedimientos de inspección de riesgo y métodos analíticos aceptados internacionalmente, para asegurar que el contenido de nutrientes adicionados corresponde a los niveles establecidos en la reglamentación respectiva.

La evaluación de los resultados del programa de fortificación de alimentos (harina de trigo y sal yodada)permitirá comprobar su efectividad en la prevención y control de la malnutrición de micronutrientes.

Los niveles de fortificación se deben evaluar y ajustar de acuerdo con la biodisponibilidad de los nutrientes en las dietas de las poblaciones objetivo del programa.

Es de gran importancia la contribución de los profesionales de la salud y la nutrición en la educación y orientación del público sobre los beneficios del consumo de alimentos fortificados.

El éxito del programa de fortificación de alimentos estará en relación directa con la participación de todos los sectores comprometidos en su desarrollo: organismos gubernamentales, industria de alimentos, organizaciones comerciales del sector alimenticio, consumidores, centros académicos y de investigación, especialistas en mercadeo y comunicación social, y medios de comunicación.

LECTURAS RECOMENDADAS

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Carlos Hernán Daza, M.D., M.Sc., M.P.H.Docente, Escuela de Salud Pública, Facultad deSalud, Universidad del Valle, Cali

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