Descargar

Reunión en los altos de Mompié (página 2)


Partes: 1, 2

El tratamiento de los otros asuntos se hizo en un ambiente de menor tensión. Marcelo Fernández (Zoilo), en su carácter de coordinador nacional, informó la participación del Movimiento en la huelga en las provincias y municipios importantes, así como la situación de la organización en el Llano; y explicó sobre la Resistencia Cívica, su constitución y organización, forma de trabajo, sus componentes y su ampliación y fortalecimiento. Se valoró el trabajo del coordinador y Marcelo manifestó su disposición de aceptar cualquier determinación sobre su actuación.Luis Buch, responsable de Relaciones Públicas del Movimiento en La Habana, que estaba al tanto de estas cuestiones, hizo un informe sobre el comité del exilio, y la posición débil de Mario Llerena, su presidente, quien al parecer tenía aspiraciones personales e interfería con Manuel Urrutia, propuesto por el Movimiento para ocupar la presidencia de la República en un futuro gobierno provisional revolucionario. Buch también informó sobre las desviaciones de grupos del Movimiento en el exilio dirigidos por Arnaldo Goenaga Barrón, Ángel Pérez Vidal y Pablo Díaz y de sus viajes a Caracas, primero con la intención de explorar las posibilidades de la emigración cubana en Venezuela de ayudar a la lucha en Cuba, y la segunda con Raúl Chibás y Manuel Urrutia quienes participaron, el 24 de febrero de 1958, de la llamada Cena de la Libertad, con motivo de la celebración del Grito de Baire, a la que asistieron personalidades revolucionarias y políticas venezolanas y exiliados dominicanos y cubanos; y en la que se recaudaron miles de bolívares para la causa de Cuba. Asimismo, habló de las grandes posibilidades de obtener recursos bélicos en Venezuela, según conversaciones sostenidas con Fabricio Ojeda, presidente de la junta patriótica que organizó la huelga general que logró derrocar al dictador Pérez Jiménez, y quien decía contar para este ofrecimiento con el consentimiento personal de Wolfgang Larrazábal, presidente de la junta de gobierno establecida en Venezuela.Faustino Pérez informó acerca del envío de dinero por parte de los exiliados cubanos en Venezuela y expresó su opinión favorable para brindarle atención especial a la organización del Movimiento 26 de Julio en ese país, así como seguir atentamente las posibilidades de ayuda bélica que se ofrecían.Otros asuntos fueron tratados en la medida en que se relacionaban con los planteamientos que se hacían sin que se abordaran como temas establecidos en su agenda.

Acuerdos principales adoptados

  • El más importante acuerdo consistió en la reestructuración de la Dirección Nacional. En lo adelante, un ejecutivo, desde la sede de la Columna Uno, en la Sierra Maestra, asumiría toda la dirección política y militar de la Revolución, a cuyo frente se encontraría Fidel Castro Ruz, designado secretario general del Movimiento y Comandante en Jefe de todas las fuerzas, incluidas las milicias.

  • El ejecutivo de la Dirección Nacional lo integrarían el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, Faustino Pérez Hernández (Ariel), René Ramos Latour (Daniel), David Salvador Manso (Mario), los tres últimos separados de sus cargos anteriores, y Carlos Franqui (Castel).

  • Faustino y Daniel se reincorporarían al Ejército Rebelde con los grados de comandantes, luego que ambos entregaran los asuntos de sus respectivas responsabilidades en el Llano. Daniel debía enviar la Columna José Tey al territorio del II Frente Frank País y subordinarla al comandante Raúl Castro Ruz.

  • Se decidió que la línea de la lucha armada directa, extendiendo la guerra hacia otras regiones para dominar el país por esa vía, sería la que se aplicaría y estaría dirigida militar y políticamente por Fidel Castro Ruz  en su doble condición. La huelga se mantenía como estrategia final y sería convocada oportunamente.

  • La dirección bélica de las milicias en las ciudades y de las fuerzas rebeldes en los campos quedaría unificada bajo el mando del estado mayor del Ejército Revolucionario que tendría como Comandante en Jefe a Fidel Castro y radicaría en la Sierra Maestra, desde donde trazaría los planes de acción que se desarrollarían en los campos y ciudades, para realizar un trabajo más homogéneo y eficaz. En consecuencia, los aparatos de dirección provinciales, municipales y locales del Movimiento se subordinarían a los jefes militares rebeldes en las zonas y frentes donde estos operasen.

  • Para dirigir específicamente la acción de milicias, el estado mayor delegaría en un comandante del Ejército Revolucionario que ostentaría el cargo de delegado nacional de Acción y que radicaría en La Habana.

  • Con vistas a rechazar la ofensiva de las fuerzas de la tiranía, todos debían realizar el mayor esfuerzo para hacer llegar a la Sierra Maestra armas, equipos, medicinas, ropas, botas y otros medios necesarios a los combatientes, por los canales de la organización, con la consigna: ¡Todos a rechazar la ofensiva militar de la tiranía!

  • Para facilitar el transporte de estos medios, se acordó permitir el tráfico por carreteras y ferrocarril a los transportes civiles, no así a los militares.

  • La Radio Rebelde sería el órgano de información principal del Movimiento, desde su sede de la Comandancia General de la Sierra Maestra y serviría no solo para divulgar las acciones militares, orientar a los militantes y al pueblo, sino también como medio de comunicaciones militares y con el exterior. Para hacerse cargo de estas tareas, Fidel orientó que se mandara a buscar a Carlos Franqui, quien se encontraba en el extranjero.

  • También se acordó que todo lo relacionado con el envío de armas o la decisión sobre estas, así como las relaciones exteriores del movimiento correrían por cuenta del secretario general. Relacionado con la cuestión del envío de armas, Fidel solicitó que le mandaran a Pancho González, coordinador del Movimiento en Pinar del Río, quien había traído desde México la expedición de El Corojo.

  • Otro acuerdo importante fue el cambio de nombre del Ejército Revolucionario del Movimiento 26 de Julio por el de Ejército Rebelde, para que los militantes de cualquiera de las organizaciones revolucionarias que luchaban contra la tiranía pudieran ingresar en sus filas, como expresión de unidad entre todos los combatientes.

  • Se ratificó que todos los sectores obreros tenían derecho a participar en los comités de huelga, como había sido señalado por Fidel Castro en su llamamiento del 26 de marzo de 1958 y que el Frente Obrero Nacional (FON) debía ser un organismo de unidad de todos los sectores obreros, como había sido concebido.

  • Respecto a la unidad con los demás sectores y grupos que combatían a Batista, se mantuvo la tesis de que debían coordinarse en la base los esfuerzos de todas las organizaciones revolucionarias, sin que por ello hubiera que constituir un organismo único, ratificándose el planteamiento de la Carta de Fidel Castro del 14 de diciembre de 1957 que dice: La Dirección Nacional está dispuesta a hablar en Cuba con los dirigentes de cualquier organización oposicionista, para coordinar planes específicos y producir hechos concretos que se estimen útiles al derrocamiento de la tiranía, lo que equivalía a decir que había que ir a la Sierra a tratar estos asuntos.

  • Se decidió estudiar la posibilidad de permitir la reanudación de las actividades docentes en los planteles secundarios, previa la aprobación favorable de los dirigentes del Frente Estudiantil Nacional (FEN).

  • Junto al ejecutivo que radicaría en la Comandancia de la Columna Uno, en la Sierra Maestra, se acordó constituir una delegación de la Dirección Nacional con sede en Santiago de Cuba, que facilitaría las comunicaciones con las provincias, puesto que las direcciones provinciales y municipales del movimiento se mantendrían.

  • La delegación de la Dirección Nacional estaría formada por Marcelo Fernández Font como delegado nacional de Coordinación y los delegados nacionales de Finanzas, Manuel Suzarte Paz (Martín); Obrero, Antonio Torres Chadebau (Ángel); y de Propaganda, Arnol Rodríguez Camps (Fernando); y el de Acción, comandante Delio Gómez Ochoa (Marcos), quien radicaría en La Habana. Por su parte, el secretario general nacional del Movimiento de Resistencia Cívica (MRC) no formaría parte de la Dirección del Movimiento y estaría en contacto con la delegación y en especial con el delegado nacional de Coordinación. Las direcciones provinciales y municipales quedarían integradas como antes por: 1 coordinador y responsable de Acción, Finanzas, Obrero y Propaganda. El secretario general provincial o municipal del MRC estaría en contacto con las direcciones respectivas y en especial con los coordinadores.

  • Enzo Infante Urivazo (Bruno), que venía actuando como responsable nacional de Propaganda, fue designado como nuevo coordinador provincial de La Habana.

  • Haydée Santamaría Cuadrado (Carín), responsable nacional de Finanzas, fue designada para hacerse cargo de esta actividad en el exilio, como delegada especial del ejecutivo de la Dirección Nacional, para residir en Miami y trabajar junto a Raúl Chibás.

  • A Luis Buch, conocedor de las actividades del exilio, se le encomendó trasladarse con Haydée al extranjero para ayudar a esta y trabajar con Urrutia y Llerena con vistas a suavizar las relaciones entre ellos, y establecer las comunicaciones en clave entre el exilio y la Sierra Maestra.

  • Fidel Castro Ruz redactaría una carta a los emigrados y exiliados reconociendo al comité del exilio como único organismo del Movimiento 26 de Julio en el exterior, con vistas a lograr la unidad y disciplina de todos.

  • Fidel Castro Ruz instruyó para que Aldo Santamaría Cuadrado, recientemente liberado del presidio de Isla de Pinos, tras cumplir su condena, pasara a la Sierra Maestra para incorporarse al Ejército Rebelde.

  • Se encomendó al delegado nacional de Coordinación, dar a conocer los resultados y acuerdos, lo que hizo Marcelo Fernández en su Circular de Organización de 9 de mayo de 1958.

Conclusiones

  • La Reunión de Mompié resultó de extraordinaria importancia para el curso posterior de la lucha contra la tiranía, por los análisis y discusiones que allí se hicieron sobre los hechos del 9 de abril y las relaciones entre los miembros de la Dirección Nacional en el Llano y la Sierra; las decisiones que se adoptaron para la conducción político-militar futura de la insurrección, que implicaron la reestructuración de la Dirección Nacional del Movimiento y el cambio de cargos y responsabilidades en la mayor parte de sus miembros, así como la ratificación de la autoridad y el prestigio del Comandante Fidel Castro Ruz, como líder del Movimiento y de la lucha armada contra la tiranía.

  • Resultó, además, una extraordinaria lección para los revolucionarios allí congregados de cómo se analizan críticamente los problemas y errores, mediante el planteamiento crudo de estos, el razonamiento lógico y exhaustivo y la concepción amplia de las soluciones, de modo que los implicados lograran comprenderlos y admitir como justas las decisiones que se tomaron.

  • De ella salió el movimiento revolucionario más fortalecido, con mayor experiencia y unidad y con la perspectiva de la victoria que se obtendría ocho meses después, cuando tras extender la guerra a todo el país, el Ejército Rebelde, como vanguardia de la Revolución, logró derrotar al ejército de la tiranía, con el apoyo del pueblo, expresado en la huelga general y tomar Santiago de Cuba, Santa Clara y La Habana.

  • Si importancia de primer orden tuvo la reunión de Factoría 62, en La Habana, en junio de 1955, prioridad semejante cabe a la de Mompié. La primera, por propiciar la fusión de factores y voluntades para reiniciar la lucha armada final; la segunda, por haber reordenado las fuerzas y definido acertadamente el camino para alcanzar la victoria.

  • El Comandante Ernesto Che Guevara calificó esta Reunión como decisiva. En tanto que Faustino Pérez la definió como el análisis crítico exhaustivo y profundo de las deficiencias y errores cometidos, las decisiones y los cambios que se consideraron convenientes, la más completa disciplina y la unidad mas sólida, criterios estos que yo también comparto.

Principales resultados

  • Consolidación del liderazgo político-revolucionario de Fidel Castro, incluido el nombramiento como Comandante en Jefe de todas las fuerzas del Movimiento 26-7.

  •  Creación de un secretariado del M-26-7 con sede en la Sierra Maestra, y el nombramiento de Fidel Castro como Secretario General Ejecutivo.

  • Situación de Manuel Urrutia Lleó como candidato del M.R. 26-7 al estatus de Presidente Provisional del Gobierno Revolucionario, lo cual fue ratificado.

  •  Cohesión del Movimiento 26-7 como la vanguardia político-revolucionaria cubana, condición para ejercer su hegemonía cuando en lo sucesivo se fuera a concretar la unidad con las demás organizaciones antibatistianas, sobre todo con el P.S.P y el DR. 13-M.

Fuente

Museo Municipal Bartolome Masó.

 

 

Autor:

Inoelvis Muños Hidalgo

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente